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Universidad Dominicana O&M

Facultad:
Facultad de Ciencias y Tecnología

Nombre:
Ana Elizabeth Rosario Cuello

Matrícula:
19-SIIT-1-030

Sección:
0902

Asignatura:
Economía De La Ingeniería

Tema:
Análisis de la guerra entre Rusia Ucrania y su impacto en la economía
en términos generales

Docente:
Carolina Luciano Taveras

Santo Domingo, 23 de mayo 2022


Análisis de la guerra entre Rusia Ucrania y su impacto en la
economía en términos generales

Los antecedentes históricos de la guerra ruso-ucraniana corresponden a


una variedad de factores sociales, culturales, étnicos y lingüísticos que
contribuyeron a la formación de las chispas de las protestas pro rusas en
el este y el sur de Ucrania en la secuela de principios de la revolución pro
occidental de 2014 en Ucrania.

La primera fase

La adhesión de Crimea a Rusia

La adhesión de Crimea a Rusia es el proceso de incorporación de las dos


entidades que forman la península de Crimea, la República de Crimea y la
ciudad autónoma de Sebastopol, como sujetos federales de la Federación
de Rusia.48 De acuerdo con la Ley sobre Nuevos Territorios Federales de
la legislación rusa que se aplicó en la península, esta puede considerarse
parte de Rusia desde el momento de la firma del acuerdo interestatal del
18 de marzo de 2014. Además, el periodo transitorio se prolongará hasta
el 1 de enero de 2015.

El proceso tiene su origen en el Euromaidán, la revolución ucraniana


iniciada a finales de 2013, la cual culminó con la destitución de Víktor
Yanukóvich en lo que unilateralmente para el gobierno ruso fue un golpe
de Estado. Entonces se inició una serie de manifestaciones de rusófilos —
en su mayoría rusos étnicos y ucranianos rusófonos— opuestos a los
eventos ocurridos en Kiev y que anhelan estrechar sus vínculos (o inclusive
integrarse) con Rusia. Luego varios gobiernos regionales propusieron
referendos separatistas y se produjo una intervención militar, donde las
Fuerzas Armadas de Rusia se desplegaron en Crimea, con el objetivo,
según el Kremlin, de garantizar la integridad de los ucranianos prorrusos
habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas allí, hasta que se
normalizara la situación socio-política; desoyendo las advertencias de no
invadir lanzadas por Estados Unidos y Kiev. Previamente, las autoridades
de Crimea —de ideología prorrusa— habían solicitado la asistencia del
gobierno de Moscú después de que el gobierno autoproclamado de Kiev
introdujera una ley para abolir el uso oficial de toda lengua distinta al
ucraniano.

Crisis de 2021-2022

La crisis ruso-ucraniana de 2021-2022 tuvo sus inicios en marzo y abril de


2021, cuando Rusia reunió alrededor de 100 000 soldados y equipo militar
cerca de su frontera con Ucrania, lo que representó la mayor movilización
de fuerzas desde la anexión de Crimea por parte de ese país en 2014. Esto
precipitó una crisis internacional y generó preocupaciones sobre una
posible invasión. Las imágenes de satélites mostraron movimientos de
tropas, misiles y otras armas pesadas. Las tropas fueron retiradas
parcialmente en junio. La crisis se renovó en octubre y noviembre de
2021, al concentrarse nuevamente más de 100 000 soldados rusos cerca
de la frontera en diciembre.

La crisis en curso se deriva de la prolongada guerra ruso-ucraniana que


comenzó con disturbios a principios de 2014. En diciembre de 2021, Rusia
presentó dos borradores de tratados que contenían solicitudes de lo que
denominó "garantías de seguridad", incluida una promesa jurídicamente
vinculante de que Ucrania no se uniría a la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), así como una reducción de las tropas y el equipo
militar de la OTAN estacionados en Europa del Este, y amenazó con una
respuesta militar no especificada si esas demandas no se cumplían en su
totalidad. La OTAN rechazó estas solicitudes, y Estados Unidos advirtió a
Rusia de sanciones económicas "rápidas y severas" en caso de que siguiera
introduciéndose en Ucrania. La crisis también se centró en la guerra en
curso en el Donbás y ha sido descrita por algunos comentaristas como una
de las más intensas desde la Guerra Fría.

El 21 de febrero de 2022, Rusia reconoció oficialmente las dos regiones


separatistas en el este de Ucrania, la República Popular de Donetsk y la
República Popular de Lugansk, como estados independientes, y desplegó
tropas en el Donbás, en un movimiento interpretado como la retirada
efectiva de Rusia del Protocolo de Minsk. Las repúblicas disidentes fueron
reconocidas en los límites de sus respectivos oblasts de Ucrania, que se
extienden mucho más allá de la línea de contacto. El 22 de febrero, Putin
dijo que los acuerdos de Minsk ya no eran válidos. El mismo día, el
Consejo de la Federación autorizó por unanimidad el uso de la fuerza
militar en el exterior.

En la mañana del 24 de febrero, Putin anunció que Rusia estaba iniciando


una «operación militar especial» en el Donbás y lanzó una invasión a gran
escala en Ucrania.

Invasión rusa en Ucrania de 2022

Poco antes de las 06:00 hora de Moscú (UTC+3) del 24 de febrero, se


emitió en los canales rusos un mensaje a la Nación de Putin en la que
informaba su decisión de lanzar una «operación militar especial» en el
este de Ucrania ya que, en sus palabras, «Rusia no puede sentirse segura
ante la amenaza ucraniana». Putin añadió que intentaría «desmilitarizar y
desnazificar Ucrania», justificando la agresión militar con el objetivo de
proteger a «las personas que han sido objeto de abusos, genocidio por
parte del régimen de Kiev durante ocho años», en referencia a los
habitantes de las proclamadas República Popular de Lugansk (RPL) y
República Popular de Donetsk (RPD) en la región predominantemente de
habla rusa de Dombás. En su discurso, Putin afirmó que no había planes
para ocupar el territorio ucraniano y que apoyaba el derecho de los
pueblos de Ucrania a la autodeterminación. Al final del discurso, Putin
advirtió a terceros países que no interfirieran en el conflicto y dijo que «la
respuesta de Rusia será inmediata y los llevará a consecuencias que nunca
han experimentado en su historia», una frase que generó debate sobre su
eventual referencia al uso de armas nucleares por parte de Rusia.

Inmediatamente después del ataque, el gobierno ucraniano anunció la


introducción de la ley marcial; esa misma noche ordenó una movilización
general de todos los hombres ucranianos de entre 18 y 60 años. Las
tropas rusas ingresaron a Ucrania desde cuatro direcciones principales: al
norte por la frontera bielorusa, en dirección a Kiev; al noreste desde la
frontera rusa, en dirección a Járkov; al este por la antigua línea de frente
de la RPD y la RPL; y al sur por la región de Crimea.

El 7 de abril, las tropas rusas se retiraron de la ofensiva de Kiev para un


aparente reabastecimiento y posterior redespliegue a la región de
Dombas para reforzar la los frentes sur y este en un renovado frente de
invasión del sureste de Ucrania. Al día siguiente, el general Aleksandr
Dvórnikov fue puesto a cargo de las operaciones militares durante la
invasión.

La guerra de Rusia en Ucrania afecta a la economía mundial

El precio de la energía ya se disparó y el conflicto pone en peligro las


cadenas de suministro, factores que podrían empeorar la inflación y
detener el crecimiento.

En el lapso de apenas unos días, el panorama de la economía global se ha


ensombrecido mientras que las tropas combaten en Ucrania y unas
sanciones financieras potentes sacudieron la economía de Rusia y
amenazaban con echar más leña a la inflación mundial.

El precio del petróleo, el gas natural y otras materias primas se disparó el


lunes. Al mismo tiempo, el crujir de la carga en las cadenas de suministro,
aún con dificultades a causa de la pandemia, se hizo escuchar cuando
Estados Unidos, Europa y sus aliados apretaron las tuercas a las
transacciones económicas rusas y paralizaron cientos de miles de millones
de dólares de los activos que el banco central tiene en el extranjero.

A pesar de sus enormes exportaciones de energía, Rusia ha sido desde


hace mucho tiempo un actor relativamente secundario en la economía
global, al representar solo el 1,7 por ciento de la producción mundial total.
En años recientes, el presidente Vladimir V. Putin ha tomado medidas para
aislar más al país al acumular depósitos de divisas extranjeras, reducir la
deuda nacional e incluso prohibir las importaciones de queso y otros
productos alimenticios de Europa.

Las sanciones se diseñaron para evitar trastocar las exportaciones básicas


de energía de las que Europa en particular depende para calentar los
hogares, llenar los tanques de gasolina y poner en marcha las fábricas. Eso
ayudó a disminuir, pero no eliminar, un aumento en los precios de
energéticos causado por la guerra y las preocupaciones sobre las
perturbaciones en el flujo de petróleo y gasolina.

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