Está en la página 1de 13

BASES DE LA INTERVENCIÓN TEMPRANA EN

PEDIATRÍA: PLASTICIDAD CEREBRAL Y LA


EDUCACIÓN COMO UNA ESPECIALIDAD
CIENTÍFICA Y TERAPÉUTICA
Dr. C hr is t i an P l eb s t

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CENTRO EDUCATIVO TERAPÉUTICO PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES – CETNA FLENI

L a mayoría de los niños adquiere una inmensa


cantidad de conocimientos entre el naci-
miento y el inicio de la escolaridad. Este aprendi-
delos de atención interdisciplinaria. El objetivo de
esta presentación es repasar los fundamentos prác-
ticos y neurofisiológicos que respaldan su aplica-
zaje se da de manera natural, siendo inicialmente ción y discutir diversos modelos de abordaje.
el ambiente y sus integrantes los mayores respon-
sable de esta enseñanza. Los entornos que pro-
mueven seguridad y confianza a través de un or- OBJETIVOS
den y un funcionamiento predecible favorecen
aun más estos procesos de aprendizaje. A medida • Repasar las interacciones del entorno y la fi-
que la capacidad de un niño de interactuar e inci- siología del cerebro en desarrollo.
dir sobre su entorno aumenta, mayor es la inde- • Repasar los procesos básicos del aprendizaje
pendencia que adquiere. ¿Pero qué sucede con los del niño.
niños que presentan dificultades motoras, cogni- • Establecer a la pedagogía como una discipli-
tivas o emocionales que afectan e interfieren su na científica en la enseñaza de niños con ne-
desarrollo durante los primeros años de vida? El cesidades especiales.
ritmo y los patrones de aprendizaje de estos niños • Comprender la importancia de la intervención
requieren una educación adaptada y cuidadosa- educativa temprana como eje fundamental de
mente planificada para que logren aprender las los tratamientos de los niños entre 0 y 6 años
habilidades y capacidades básicas que los demás que presenten riesgos o manifiesten trastornos
niños adquieren de manera natural. que afecten su desarrollo y aprendizaje.
• Reconocer los abordajes educativos tempra-
Generalmente, la respuesta inicial de los pro- nos como intervenciones terapéuticas inter-
fesionales a las preocupaciones manifestadas por disciplinarias que requieren de un alto grado
los padres de niños que presentan un déficit o re- de precisión y supervisión.
traso en la adquisición de pautas madurativas
suelen estar orientadas a esperar que “aparezcan”
o mejoren las habilidades en cuestión. Como re- EL CEREBRO Y SU DESARROLLO:
sultado, muchos niños se retrasan aun más con FACTORES GENÉTICOS VS. FACTORES
respecto a sus pares que no presentan dificultades DEL ENTORNO
en su desarrollo.
El aprendizaje que sucede durante la infancia
Actualmente en el mundo, la intervención tem- se da con una intensidad pocas veces superada du-
prana es uno de los componentes más importantes rante otras etapas de la vida. Es en esta etapa,
de los sistemas educativos, desarrollada bajo mo- cuando se adquieren rápidamente muchas de las

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 15
Archivos de Neurología, Neurocirugía y Neur opsiquiatría

habilidades cognitivas y motoras. Hoy se sabe que ferencia de los procesos reversibles del recorte de
si estos procesos de enseñanza-aprendizaje se dan las sinapsis, los eventos del entorno que contribu-
en etapas más tardías no resultan tan eficaces. Es- yen a la muerte neuronal, como la falta de estimu-
ta “ventana” de oportunidades para el aprendizaje, lación severa, producen cambios permanentes en
o sea los primeros años del desarrollo infantil, es el cerebro, ya que las neuronas son células irrem-
un área de especial interés para los neurobiólogos plazables.
(Hockenfield & Lombroso, 1998). El desarrollo
temprano del cerebro durante la etapa fetal depen- De esta manera, vemos cómo las estimulacio-
de en forma primaria de factores intrínsecos (ge- nes provenientes del entorno son una de las prin-
néticos y neurohumorales) del sistema nervioso cipales responsables de la distribución y del tipo
central. El nacimiento y diferenciación de las neu- de conexiones que se establecen entre las neuro-
ronas, su posterior migración a las regiones cere- nas. Un ejemplo de esta interacción entre las ex-
brales correspondientes, el crecimiento de las pro- periencias del entorno y las reacciones de las neu-
longaciones neuronales (axones) y las conexiones ronas se ve claramente en el desarrollo y madura-
entre neuronas (sinapsis) se dan en forma automá- ción del área cerebral que se ocupa de la visión.
tica, siendo casi totalmente independiente de fac- Las primeras experiencias visuales del infante
tores del entorno. Sin embargo, factores ambien- sirven de guía a las neuronas para su correcta or-
tales como el alcohol, las drogas y las infecciones ganización. Si no se da una adecuada estimula-
virales entre otros, tienen el potencial de alterar su ción visual o corrección durante edades críticas
desarrollo durante esta etapa crítica. del desarrollo, se observará un marcado déficit
visual que podrá llegar a la ceguera como en el
Los factores del entorno cobran mayor impor- estrabismo y su consecuente ambliopía.
tancia a partir del nacimiento. El número de co-
nexiones entre neuronas se incrementa en forma Efectos similares en la organización de las
dramática (Huttenlocher, 1990; Kolb & Fantie, neuronas se observan en el aprendizaje del len-
1997; Hockenfield & Lombroso, 1998) y la den- guaje. Es de conocimiento popular que resulta ge-
sidad de las sinapsis entre las neuronas crece de neralmente más fácil aprender una segunda len-
manera exponencial hasta el primer año de vida. gua durante la infancia que en la edad adulta. La
Luego, a través de un fenómeno denominado organización y localización de las áreas del len-
“podado” o recorte sináptico, el número de cone- guaje en el cerebro varían según la edad en la cual
xiones entre neuronas decae, alcanzando los valo- se incorporan. Si un niño aprende una segunda
res estables de la edad adulta entre los 11 a 16 lengua en forma temprana, la localización de las
años de edad. Presumiblemente, el propósito de áreas de la lengua materna y la secundaria se re-
esta sobreproducción de sinapsis tiene como ob- presentan en la misma área cortical. En contraste,
jeto preparar al sistema nervioso central para la si la lengua secundaria se adquiere durante la
enorme gama de experiencias posibles. Las expe- adultez, su representación se establece en una
riencias que proporciona el entorno serían las res- nueva área cortical, diferente del área de la len-
ponsables de seleccionar las sinapsis que se con- gua materna.
firman o estimular el “brote” de nuevas sinapsis
(Nelson, 2000). Podemos así equiparar el efecto Los resultados de estos estudios se relacionan
del entorno sobre el cerebro y las sinapsis al efec- de alguna manera con los resultados de los estu-
to que tiene el cincel sobre la piedra que eventual- dios de la emergencia de la receptividad fonoló-
mente recibirá su forma final gracias a la habili- gica. Los infantes comienzan a discriminar fone-
dad de un escultor. mas desde los primeros días de vida. Esta recep-
tividad fonémica es pluripotencial y alcanza su
Uno de los fenómenos más interesantes que pico a los 10 meses de edad para luego comenzar
ocurre durante las etapas del desarrollo cerebral a decaer, llegando a una inhabilidad general para
es la muerte programada de neuronas. Variables adquirir fonemas nativos en la preadolescencia
dependientes de factores genéticos, ambientales y (Toppelberg & Shapiro, 2000).
hormonales son los responsables de este proceso
que se da desde los primeros días de vida hasta Otros estudios en el área del lenguaje, aportan
entrada la adolescencia. Lo sorprendente de este también interesantes hallazgos para respaldar, no
fenómeno de observaciones es el hecho que fac- sólo la necesidad de intervenir en forma precoz
tores del entorno alteren el cerebro en forma irre- sino que también insinúan la necesidad de que es-
versible al incidir sobre la muerte neuronal. A di- tas intervenciones deban ser intensivas. Tallal y

16 V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2
Bases de la Intervención Temprana en pediatría

col. (1996) y Kraus y col. (1996) establecen que LA INTERVENCIÓN TEMPRANA EN


los niños con trastornos en el aprendizaje del len- NIÑOS EN RIESGO Y CON
guaje tienen dificultades en la discriminación de TRASTORNOS DEL DESARROLLO
los elementos fonéticos que se dan dentro de una
conversación, y más aún cuando éstas se dan a La idea de que las intervenciones tempranas
mayor velocidad. Este déficit resulta de un déficit educativo-terapéuticas son más eficaces que los
a nivel del tramo tálamocortical de la vía auditi- abordajes ofrecidos posteriormente se sustenta en
va, por ende previo a la llegada del estímulo a la los conceptos desarrollados con anterioridad. En
corteza cerebral. En trabajos anteriores, Tallal otras palabras, el desarrollo del sistema nervioso
(1973) había descripto que el desempeño de estos central es modificable a través de la experiencia.
niños puede ser mejorado si la velocidad de las Un análisis de la literatura dedicada a la plastici-
transiciones fonéticas son disminuidas, o sea si se dad neuronal nos señala que el cerebro es modifi-
le habla a los niños en forma más pausada. Den- cable tanto por experiencias negativas (estrés,
tro de una línea similar de trabajos, Merzenich y desnutrición, etc.) como por experiencias positi-
col. (1996) demostraron que si los abordajes tera- vas (cantidad y calidad de estímulos presentes en
péuticos eran intensivos para niños con trastornos el entorno) (Arnsten, 1998, Gunnar, 2000).
del aprendizaje del lenguaje lograban mejoras
significativas. Esto lo demostraron a través de in- Antes de proseguir quisiéramos hacer algunas
tervenciones terapéuticas intensivas realizadas aclaraciones sobre lo que presentaremos a conti-
con niños entre 5 y 10 años de edad que presen- nuación. Debido a que el pronóstico a largo pla-
taban trastornos en el aprendizaje del lenguaje. zo de la calidad de vida que pueda alcanzar un
En algunos casos, el avance logrado fue de un niño está fuertemente influenciado por su voca-
avance madurativo de hasta 2 años en su nivel de bulario y capacidad cognitiva conjuntamente con
discriminación y comprensión del lenguaje con sus habilidades para socializar, nos remitiremos
tratamientos de sólo cuatro semanas de duración. a discutir los factores relacionados con la ense-
ñanza que afectan el aprendizaje de estas varia-
A través de estos estudios podemos inferir que bles. Haremos entonces referencia a estudios
esta evidencia apoya cada vez más el hecho de realizados con (a) niños sin problemas del desa-
que algunas regiones del cerebro bajo ciertas con- rrollo, (b) niños de entornos socioeconómicos
diciones específicas son capaces de integrar cam- carenciados y (c) niños con trastornos del desa-
bios en la estructura neuronal como resultado de rrollo. El término “niños con trastornos del desa-
tratamientos específicos, o sea mediante expe- rrollo” será utilizado en un sentido amplio, inclu-
riencias proporcionadas por su entorno. yendo niños con retrasos y trastornos en su len-
guaje, trastornos por déficit de atención e hipe-
En la actualidad, este potencial de modifica- ractividad, trastornos del aprendizaje, epilepsia,
ción se denomina plasticidad neuronal. Es bien autismo, niños con funcionamiento cognitivo
sabido que el fenómeno de la plasticidad cerebral dentro de niveles limítrofe, leve, moderado y se-
no se limita a la infancia. Las primeras evidencias vero. Las experiencias y abordajes que se discu-
concretas de la plasticidad del sistema nervioso tirán hacen referencia, en mayor o menor medi-
central surgen de la rehabilitación en adultos de da, a algunos o a todos los diagnósticos mencio-
funciones motoras afectadas por accidentes cere- nados. Utilizaremos también en forma intercam-
bro vasculares y también en el caso de amputa- biable los términos educadores, padres y maes-
ciones (Ramachandran, 1992). En estos casos, se tros. Lo importante aquí es reconocer que todos
evidenciaron respuestas fisiológicas que demos- estos niños manifiestan de una u otra forma sig-
traban una reorganización de la corteza cerebral nos o síntomas que permiten su identificación
en relación con las intervenciones fisioterapéuti- precoz, generalmente antes de los 3 años. Esta
cas realizadas. identificación puede llevarse a cabo correcta-
mente y depende mayoritariamente del nivel de
Los trabajos hasta aquí presentados represen- formación y experiencia de los profesionales del
tan una mínima parte de la bibliografía que inves- área de la salud (obstetras, pediatras, neonatólo-
tiga la plasticidad neuronal. A continuación, se gos, enfermeras, otorrinolaringólogos, oftalmó-
repasarán más específicamente los procesos y va- logos, fonoaudiólogas, psicólogas, etc.) y del
riables que intervienen a nivel del aprendizaje y área de educación (personal del jardín maternal,
de la enseñanza en los abordajes terapéuticos de maestras jardineras, maestras de educación co-
la intervención temprana. mún y especial, psicopedagogas, etc.).

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 17
Archivos de Neur ología, Neurocirugía y Neur opsiquiatría

DISCAPACIDAD PRIMARIA Y comunicación y del desarrollo y funcionamiento


DISCAPACIDAD SECUNDARIA intelectual. Por el contrario, estas mejoras no se
evidencian en los casos en los cuales los niños no
A través de los párrafos anteriores pudimos co- reciben ningún abordaje precoz o lo reciben pero
menzar a comprender cómo las experiencias de en forma inadecuada o tardía (Filipek et al.,1999)
aprendizaje que suceden durante los primeros 2000).
años de vida tienen un impacto sobre la manera
en la cual se desarrolla el cerebro.Entornos posi- A continuación, repasaremos algunos concep-
tivos a nivel de las experiencias generarán un de- tos fundamentales relacionados con la madura-
sarrollo cerebral apropiado y entornos con mayo- ción, la calidad y la cantidad de estímulos que los
res aspectos negativos producirán lo contrario, al niños reciben de su entorno, hogareño y escolar.
no permitir que el cerebro se desarrolle como po- Esto lo haremos a través de la descripción de es-
dría haberlo hecho en un entorno favorable (no tudios de investigación, uno de los cuales comen-
alcanza su potencial). Este concepto no es nuevo zó en 1960 y todavía sigue en curso, aunque con
y se desprende en parte del sentido común, pero algunas modificaciones. Estos estudios marcaron
en el caso de los niños que nacen con una disca- un cambio de paradigma en cuanto a las variables
pacidad o sufren trastornos durante su desarrollo que se utilizaban para evaluar y medir la calidad
nos indica que los abordajes terapéuticos deben de las intervenciones educativas.
darse en forma precoz, durante las etapas en las
cuales el “modelado” de la organización neuronal
es aún influenciable. EL IMPACTO DE LA CALIDAD
Y CANTIDAD DE LAS EXPERIENCIAS
Esto destaca aun más la necesidad de identifi- VIVIDAS
car en forma precoz a aquellos niños con riesgos
de sufrir alteraciones en los procesos de aprendi- Mucho o poco, todo niño aprende algo a lo lar-
zaje, como son los niños que desarrollan su len- go de un ciclo lectivo. La cantidad y calidad de lo
guaje en forma tardía, aquellos con trastornos de que aprende (no es aleatoria o no debería serlo…)
conducta o aquellos que presentan enfermedades es resultado directo de la calidad de cada una de
neurológicas como la epilepsia, entre muchos las interacciones educativas que se dan en una
otros. De esta manera, abordajes educativos-tera- clase cada día. La suma de interacciones en este
péuticos provistos en tiempo y forma no solo ac- día a día constituirá el total de lo que el alumno
túan sobre la discapacidad primaria producida aprendió a lo largo del año. Muchos días de inter-
por el trastorno con el cual el niño nació, sino que cambios positivos que estimulan el aprendizaje,
también pueden lograr evitar lo que de alguna darán como resultado un año más rico, educativa-
manera se denomina una discapacidad secunda- mente hablando. De la misma manera, un año con
ria. La discapacidad secundaria es aquella dife- pocos días productivos en cuanto al intercambio
rencia de capacidades entre un niño con una dis- y aprendizaje nos dará una balance menos positi-
capacidad y sus pares, manifestada como produc- vo. Como la mayoría de los hechos de la vida, el
to de la falta de abordajes terapéuticos adecuados resultado es una consecuencia de la suma de fac-
que podrían haber maximizado el aprendizaje. En tores, y esto no es distinto para los procesos de
estos casos la tardanza en la provisión o lo ina- aprendizaje del niño. Por ende, los esfuerzos pa-
propiado de los abordajes producen una agrava- ra mejorar la calidad de la educación deben estar
miento de la condición primaria. Es así como mu- puestos en la observación y la medición de las ca-
chos de estos niños terminan relegados a entornos racterísticas de cada interacción educativa entre
educativos inapropiados que disminuyen aun más el alumno y su maestra. El poder medir la efica-
sus posibilidades de integración, al aumentarse el cia y eficiencia de cada intervención permitirá
déficit de sus habilidades socioadaptativas y la mejorar la calidad de las interacciones cotidianas
brecha de capacidades con respecto a sus pares. y los resultados a fin de año serán una consecuen-
cia directa de la calidad del día a día.
Situaciones como éstas se evidencian con gran
dramatismo en la educación temprana de niños Pero, ¿cómo podríamos medir la calidad de las
con autismo o niños con retrasos severos en la ad- interacciones educativas en forma cotidiana? y
quisición del lenguaje. El 75% de los niños que más aún, ¿cómo podríamos medir los intercam-
reciben abordajes precoces e intensivos demues- bios educativos que se dan en los niños a partir de
tran mejoras significativas a nivel del habla y la los 8 meses de edad? En 1982 el grupo de inves-

18 V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2
Bases de la Intervención Temprana en pediatría

tigación del Juniper Gardens Children’s Project mayor participación en aula medida a través del
de la universidad de Kansas publicó los resulta- numero de interacciones académicas. Una vez co-
dos de un estudio que evaluó la calidad y canti- rregidos los resultados para controlar las variables
dad de educación que recibían niños provenientes relacionadas con el coeficiente intelectual indivi-
de diversas clases sociales. Sus resultados esta- dual de cada alumno, se observó que a mayor nu-
blecieron que gran parte de las diferencias en el mero de interacciones académicas, o sea mayor
desempeño académico observado en los niños cantidad de interacciones con participación activa
provenientes de entornos carenciados era en fun- del alumno, mejor era el desempeño en los tests
ción directa del nivel de instrucción académica estandarizados. En forma total, el cálculo anual de
que recibían y de la cantidad de tiempo que cada pérdida de interacciones académicas que recibían
maestra le dedicaba a cada alumno. Se observó los niños carenciados era equivalente a más de un
que en el día a día las maestras no incentivaban lo mes y medio (1,6) de clase en un año.
suficiente a los niños. En otras palabras, otorga-
ban niveles bajos de aprobaciones (felicitaciones, Mas allá de las demás desventajas que ya pre-
afirmaciones de tarea bien hecha, etc.) en rela- sentaban estos niños en sus entornos de origen, es-
ción a niveles altos de desaprobaciones. Las te estudio introdujo una importante variable que
maestras no lograban establecer un patrón predo - contribuye en forma directa al bajo desempeño es-
minante de experiencias positivas que hicieran colar: la cantidad y calidad de las interacciones
que los alumnos estuviesen motivados para se- educativas. Aquí vemos cómo el entorno carencia-
guir participando. También se detectó que la ins- do funciona como un riesgo primario y la escuela,
trucción no era efectiva en mejorar las dificulta- que no cumple su función, agudiza esta condición.
des y falencias. Seguían observándose niveles al- Por ende, la concurrencia a la escuela por sí sola
tos de errores gramaticales y los ritmos de lectu- no garantiza un mejor desempeño, siendo el nú-
ra continuaban siendo bajos a pesar de la instruc - mero y la calidad de interacciones educativas las
ción. Se comprobó que tampoco se proveía el variables a modificar. Por otro lado, una escuela
tiempo suficiente de instrucción de lectura o es- que tome en cuenta la importancia de generar res-
critura y las oportunidades para responder a ejer- puestas activas en los alumnos y que pueda moni-
cicios académicos eran pocas. torear individualizadamente la calidad de las inte-
racciones especialmente con los alumnos en ries-
Como era de suponerse, el efecto de esta ins- go o con discapacidades manifiestas, cumplirá un
trucción deficitaria, tanto en cantidad como cali- rol importantísimo en el favorecimiento de las
dad, resultaba en niveles más bajos de interaccio- oportunidades de aprendizaje y en algunos casos,
nes académicas en las clases y en un menor creci- cambiará de manera positiva el futuro de esos ni-
miento académico y adquisición de logros. Como ños al optimizar sus capacidades.
resultante, estos niños de cuarto grado no solo te-
nían la desventaja de provenir de entornos caren- Cuando estos estudios fueron extendidos a la
ciados y tener coeficientes intelectuales y de de- educación primaria y parte de la secundaria, se
sempeño más bajos, sino que también recibían observó que los alumnos provenientes de entor-
menor instrucción escolar. El estudio logró calcu- nos carenciados deberían concurrir a la escuela
lar que los niños recibían 12 minutos menos de in- un año y medio más para poder equiparar las ex-
teracción académica por día en comparación a ni- periencias educativas de los niños de entornos
ños de similar edad de escuelas de entornos no ca- más privilegiados.
renciado e identificó una variable medible para
poder predecir la calidad y efecto de las interven- En síntesis, este trabajo es significativo al
ciones académicas denominándolas interacción identificar la oportunidad para aprender como
académica. La interacción académica fue defini- unidad de medición del procesos de aprendizaje.
da a través de siete formas activa de respuesta aca- En otras palabras, la oportunidad para aprender
démica activas dadas por los alumnos en clase: (a) comprende las acciones que un maestro pone en
escritura; (b) juegos académicos; (c) lectura en práctica para motivar las respuestas activas del
voz alta; (d) lectura en voz baja; (e) habla sobre te- alumno. El alumno recibió la consigna de forma
mas académicos; (f) preguntas; (g) respuesta a tal que generó una respuesta activa en él, seguida
preguntas. Estas formas activas de respuesta se de la respuesta del maestro para confirmar o co-
correlacionaban directamente con el desempeño rregir la misma, para cerrar de esta manera el ci-
académico al medirlas con los resultados de los clo de enseñanza-aprendizaje. Es importante se-
tests estandarizados convencionales, es decir a ñalar que es en la porción final del la interacción

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 19
Archivos de Neurología, Neurocirugía y Neur opsiquiatría

maestro-alumno donde se da mayormente el Los orígenes de este trabajo pueden rastrearse


aprendizaje, cuando el alumno recibe la confir- hasta la década de los sesenta cuando en los
mación de su saber e incorpora el conocimiento a EE.UU. se ponía en marcha un plan nacional de-
través de la intervención que la maestra realiza nominado “Guerra contra la pobreza”. Entre las
sobre la base de la participación del alumno. De políticas y esfuerzos implementados en esa época
nuevo, esto que parece obvio no lo es tanto; bas- se encuentra el sistema “Head Start” y “Early
ta con observar la cantidad de antecedentes o Head Start” que nació en 1965 y continúa siendo
consignas que una maestra genera en una hora de hoy un programa reconocido y apoyado por las
clase que quedan sin provocar respuestas activas autoridades gubernamentales para intervenir en
por parte de los alumnos o con reconocer la can- forma precoz en el desarrollo y educación de ni-
tidad de respuestas activas de los alumnos que no ños en riesgo social o con retrasos manifiestos en
reciben la respuesta confirmatoria o corrección su desarrollo. (Ziegler & Munchenow, 1992).
final por parte de la maestra. Todas éstas son
oportunidades de aprendizaje perdidas. Hart y Risley observaron que los beneficios
que los niños carenciados habían recibido a partir
Si se incrementan las oportunidades para de los 4 años de edad a través de planes de inter-
aprender, se aumentan las posibilidades de que un vención temprana de la “Guerra contra la pobre-
niño aprenda. El término de oportunidades para za” se desvanecían con el tiempo, sin encontrarse
aprender de alguna forma transmite la necesidad mayores diferencias al compararlos con grupos
de promover mayor cantidad y de interacciones que no habían recibido apoyo especial en forma
maestro-alumno y más sostenidas en el tiempo en precoz. Cuando estos alumnos llegaban a tercer
las aulas. Los maestros, a través de la planifica- grado, sus niveles de desempeño eran iguales a los
ción y organización minuciosa de cada clase, de- de alumnos de entornos similares que no habían
berían poder asegurar que la instrucción y educa- recibido los abordajes enriquecidos. Ante estos
ción que ellos imparten ocasione la iniciativa de hechos, Hart y Risley señalaron que ya era tarde
participación en clase e interacción con el maes- brindar abordajes educativos a niños en riesgo de
tro. A mayor cantidad de respuestas académicas 3 a 4 años y que había algo que estaba sucediendo
activas por cada alumno, mayor es el aprendizaje. previo a esa edad que hacía que los abordajes tu-
vieran tan poco impacto. Es así como decidieron
Podemos inferir que estos problemas educati- focalizar en una variable del desarrollo tan impor-
vos observados en la población de niños prove- tante como es la adquisición del lenguaje, más es-
nientes de familias carenciadas son extrapolables pecíficamente en el ritmo de crecimiento del vo-
a la población de niños que presentan trastornos cabulario y el uso espontáneo del lenguaje de los
en su desarrollo y más aún a aquellos que se en- niños. Establecieron estas variables como las más
cuentran en el sistema de educación especial. De importantes para el seguimiento del funciona-
la misma forma, este análisis de cómo aprende miento cognitivo de los niños en vez de utilizar el
mejor un individuo también es extrapolable al di- coeficiente intelectual o las escalas madurativas,
seño y seguimiento de los tratamientos de pacien- como se venía haciendo hasta ese entonces. Ellos
tes pediátricos (o adultos) que reciben rehabilita- observaron que las curvas del crecimiento del vo-
ción cognitiva, luego de haber sufrido lesiones cabulario daban una medida directa del funciona-
cerebrales tras un traumatismo de cráneo. En el miento intelectual de cada niño y que registrando
caso del tratamiento de pacientes podremos ver este crecimiento podían seguir día a día el apren-
que a mayor cantidad de oportunidades propues- dizaje de los niños sin la necesidad de las cons-
tas por un terapeuta con el análisis correspon- trucciones hipotéticas que provenían del análisis
diente de variables implícitas en la interacción te- de las evaluaciones estandarizadas.
rapéutica (gravedad y focalización de las lesiones
cerebrales, experiencia del terapeuta, materiales Para poder comprender dónde se daban las di-
utilizados, claridad en la presentación de consig- ferencias en las trayectorias madurativas de los ni-
nas, cantidad de oportunidades presentadas para ños de entornos privilegiados y carenciados, Hart,
aprender, calidad de las correcciones, etc.) mayo- Risley y col. tomaron a 42 familias provenientes
res serán las posibilidades de lograr la recupera- de niveles sociales variables, desde familias por
ción o aprendizaje de un concepto determinado. debajo de la “línea” de pobreza hasta familias de
clase media alta. Un vez por semana, durante casi
El segundo trabajo a presentar corresponde a 3 años, realizaron un recuento de las característi-
un estudio realizado por Hart y Risley (1984). cas del lenguaje utilizado en cada casa en relación

20 V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2
Bases de la Intervención Temprana en pediatría

a un niño en particular, desde los 8 meses hasta los La variable cuantitativa no fue lo único eva-
36 meses de edad. Los hallazgos no fueron una luado por Hart & Risley, sino que también se rea-
sorpresa: en las familias más aventajadas, se ha- lizó un análisis cualitativo a través de la evalua-
blaba más y por ende sus hijos también hablaban ción del tono afectivo de la comunicación, la can-
más y lograban un mejor desempeño escolar. En tidad de aprobaciones y prohibiciones utilizadas
cambio, en las familias más carenciadas, se habla- al interactuar con el niño, la cantidad de verbos,
ba menos y abundaban las prohibiciones en el len- adjetivos y demás modificadores presentes en las
guaje cotidiano (“dejá eso”, “no”, “salí de acá” oraciones y las oportunidades que cada niño tenía
etc.) y el crecimiento del vocabulario era más len- para iniciar una conversación y cómo los familia-
to, sin alcanzar el nivel de los niños de clases so- res interaccionaban con él.
ciales más favorecidas. Lo sorprendente del traba-
jo de Hart & Risley es que pudieron documentar, Al evaluar la experiencia acumulativa al llegar
cuantificar y estimar las diferencias en experien- a los 4 años, los niños de clase media alta habían
cias diarias de estos niños. Al llegar a los 4 años recibido 560.000 instancias más de lenguaje de to-
de edad, los niños de familias pobres habían oído no positivo que los apoyaba y reforzaba en com-
616 palabras por hora, los de clase media 1215 paración con los niños de clase trabajadora. Por el
por hora y los de media alta 2153 palabras por ho- contrario, los niños de familias carenciadas habían
ra. Estos valores se mantuvieron estables durante acumulado un total de 125.000 prohibiciones más
el transcurso del estudio (ver figura 1). que incentivos positivos (ver figuras 2, 3 y 4).

Figura 1

Figura 2

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 21
Archivos de Neur ología, Neurocirugía y Neuropsiquiatría

Figura 3

Figura 4

Para lograr compensar las experiencias positi- de temprana edad. Cada experiencia suma, para
vas y mayores oportunidades de aprendizaje que bien o para mal. La idea principal detrás de los
los niños de clase media y alta recibían, los niños abordajes terapéuticos en la intervención temprana
de clase trabajadora necesitarían recibir 40 horas es poder diseñar y organizar los entornos de tal
por semana de experiencias enriquecedoras del manera de aumentar la cantidad de experiencias
lenguaje, aparte de la educación que reciben en la positivas que reciba un niño y minimizar las nega-
escuela. En otras palabras, sus 35 a 40 horas tradi- tivas, haciéndolo de la manera más precoz posible.
cionales de clase en la escuela más 40 horas para
compensar por experiencias pasadas no aprove- Estos resultados no son los únicos en señalar la
chadas, es decir algo imposible de lograr. Vemos importancia de la calidad y los tiempos de la in-
que los niños de clases carenciadas no sólo no re- tervención precoz. Existen otros estudios que
ciben las bases necesarias de lenguaje para poder identifican factores ambientales que predicen y
desenvolverse en igualdad de condiciones, sino favorecen la adquisición de un vocabulario más
que luego el sistema educativo, sobre la base de lo extenso y que Toppelberg y Shapiro (2000) resu-
repasado en los estudios de Juniper Gardens (ver men en las siguientes variables: (1) la lectura y
arriba) contribuye a aumentar estas diferencias. discusión de cuentos para niños, (2) la calidad de
las conversaciones a la hora de las comidas (ce-
El estudio de Hart y Risley nos demuestra el ca- na), (3) madres que utilizan gran cantidad de pa-
rácter acumulativo que tienen las experiencias des- labras y morfemas por vocalización, (4) niveles

22 V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2
Bases de la Intervención Temprana en pediatría

socioeconómicos más altos, (5) tamaño y sofisti- tervenciones. Un sistema o modelo dinámico au-
cación del vocabulario de la madre. to-regulante que se ajuste a las necesidades de ca-
da niño en forma inmediata, que permita el segui-
Estos trabajos descriptos destacan claramente miento momento a momento del progreso del ni-
tres variables importantísimas a tener en cuenta ño y que de su aplicación surjan las soluciones a
en la intervención temprana: los problemas educativos o de aprendizaje con-
frontados a lo largo del proceso.
1. el carácter acumulativo de las experiencias,
2. la importancia de la calidad de las interven- Para ello necesitaremos contar con:
ciones y, 1. Una pedagogía adecuada (un método adecua-
3. la intensidad y sostenimiento de las mismas a do) que nos diga cómo enseñar.
través del tiempo. 2. Una currícula adecuada (el contenido adecua-
do) que nos diga qué es lo que debemos ense-
Otros estudios relevantes incluyen el Proyecto ñar y en qué momento.
Milwaukee (1973), el Proyecto Alfabetizador 3. Una implementación adecuada (maestros es-
(1990) y Chapter 1: Child Parent Centers (1995) trategas de la educación-Greer, 1991).
(Huston, 1991). 4. Un sistema preciso de autocontrol y supervi-
sión que nos permita corregir nuestros méto-
A través de estos trabajos observamos cómo dos pedagógicos y los objetivos curriculares
desde los primeros días de vida de un niño se van en forma ágil y dinámica.
estableciendo diferencias de oportunidades de Sobre la base de estos conocimientos, la plas-
aprendizaje que con el tiempo se profundizan, no ticidad cerebral dentro de un ventana terapéutica
sólo debido a razones neurobiológicas y socioe- de oportunidades para maximizar el aprendizaje y
conómicas, sino también por la cronología o el ti - la necesidad de contar con una enseñanza de ex-
ming en el cual estas variables interactúan. Por celencia basada en métodos científicos, podemos
ahora, el modelo de plasticidad neuronal sigue destacar que los primeros años de vida de un ni-
siendo un modelo conceptual que fundamenta las ño con una dificultad en su desarrollo son de in-
intervenciones precoces, pero en la práctica, las mensa importancia para lograr compensar sus dé-
variables a tener en cuenta son la cantidad de ex- ficits o debilidades.
periencias y las oportunidades que le damos a un
niño para que aprenda y cómo y cuándo son pre-
sentadas. LA EDUCACIÓN COMO PILAR DE LA
INTERVENCIÓN TEMPRANA:
PEDAGOGÍA Y CIENCIA
LA FÓRMULA BÁSICA DE LA
INTERVENCIÓN TEMPRANA ¿Por qué es tan importante medir la eficacia de
la enseñaza o de los abordajes terapéuticos, en los
Luego de esta primera parte llegamos a poder abordajes precoces de niños con necesidades es-
formular la tríada básica de los componentes de peciales o en los pacientes en rehabilitación? Co-
la intervención educativa temprana: mo vemos, las intervenciones educativas en este
grupo de niños dejan de ser totalmente educati-
Educación a recibir = vas, ya que pasan a ser una indicación terapéuti-
Educación Temprana + Educación Intensiva + ca médico-educativa. Haciendo referencia al ca-
Educación Individualizada rácter específico e individualizado que deben te-
ner las recomendaciones educativas, su indica-
Para poder lograr esta clase de educación ne- ción puede ser equiparada a la prescripción de un
cesitamos una educación sistémica que contem- tipo de antibiótico para una bacteria en especial.
ple todos los componentes de las interacciones de Aunque queda claro que esto es difícil de lograr,
un niño con su entorno (familia, escuela y comu- nuestros esfuerzos y objetivos deben siempre
nidad). Dentro de cada uno de los sub-sistemas se apuntar a ello. Por ende, los abordajes deben ser
dan instancias de enseñanza y aprendizaje. Para cuidadosamente planificados y estar basados en
poder diseñar intervenciones precisas y efectivas la casuística científica de lo que ha dado mejores
debemos poder brindar a los miembros de cada resultados en los miles de casos similares del pa-
uno de estos sub-sistemas un modelo teórico- sado más que en preferencias teóricas y prácticas
práctico que sea comprensible y que guíe sus in- de cada profesional en particular. Para ello debe-

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 23
Archivos de Neurología, Neurocirugía y Neur opsiquiatría

mos llevar la enseñanza como método, del terre- Al retomar lo presentado anteriormente, uno
no de la improvisación o al de la ciencia. de los factores más importantes para poder con-
firmar el aprendizaje resulta ser la respuesta final
El aprendizaje ocurre con mucha más frecuen- aportada por el maestro de que lo respondido por
cia que las instancias de enseñaza. Es por ello que el alumno es correcto o incorrecto. Otra vez, al-
los niños que no padecen trastornos del desarrollo go que resulta tan obvio, no lo es tanto. Basta
y provienen de entornos familiares relativamente con realizar una observación de una clase en una
privilegiados aprenden de todas formas a pesar de escuela para ver que son muy pocos los alumnos
la pobre calidad de la enseñanza que reciben. que logran cerrar este círculo de aprendizaje en-
tre la pregunta de la maestra y la respuesta del
Mas allá de todas las variables que podamos alumno con su corrección. El alumno que está in-
nombrar, uno de los principales responsables de teractuando recibe todo el aporte de la pedago-
los fracasos escolares evidenciados en los niños gía, pero no podemos decir lo mismo de los que
resulta ser la aplicación de una pedagogía inade- no están respondiendo, atendiendo, etc. Podemos
cuada (Greer, 2001). Es común escuchar que se presuponer que los demás están escuchando,
defina a la pedagogía como un arte, pero en rea- atendiendo y aprendiendo, pero eso es otra cosa.
lidad un acto pedagógico debería hacer referencia Veamos entonces qué es lo que sucede a la hora
a una operación o instancia de enseñanza bien de las evaluaciones. Los alumnos son evaluados
precisa que realiza un educador y que dé como re- sobre conceptos que posiblemente sólo hayan
sultado que el alumno aprenda algo que hasta el comprendido parcialmente y luego son ellos mis-
momento no sabía. Ese aprendizaje debe haber mos los culpabilizados por su magro desempeño
ocurrido como función (ser causa directa) de la o por poseer diagnósticos tautológicos (TDAH,
operación educativa que realizó el educador y po- dislexia etc.). En realidad, lo que ha fallado ha
der medirse de manera directa. sido la pedagogía, ya que no es adecuada para el
perfil de aprendizaje que posee ese alumno en
La presentación de un material de lectura por particular.
sí sólo no es una instancia pedagógica, lo mismo
sucede al ver un video por sí solo. Estos episodios Cada alumno aprende a su propio ritmo, pero
se convierten en instancias pedagógicas si a con- igual aprende. Las expectativas de los padres /
tinuación la maestra organiza actividades que maestros y cómo éstas le son comunicadas al ni-
permitan confirmar que el alumno aprendió lo ño tienen una gran influencia sobre la manera en
que el maestro tenía la intención de que aprendie- que van sorteando sus primeras experiencias con
ra. Por ende, y según la definición utilizada aquí, las situaciones de aprendizaje. Comúnmente se
un acto pedagógico comienza cuando un alumno observa que aquellos niños que presentan dificul-
responde en forma activa a la presentación reali- tades y que han sido sobre exigidos o expuestos a
zada por la maestra y finaliza cuando la maestra numerosas experiencias frustrantes en relación
le responde al alumno de tal manera que logra con el aprendizaje pre-escolar, demuestran actitu-
que el alumno confirme o corrija su concepto y se des negativas ante situaciones de enseñanza o
alcance el resultado educativo buscado inicial- evaluación. Muchas veces son las escuelas las
mente. Se cierra así el círculo de una interacción que sin proponérselo aumentan la carga negativa
educativa. La verdadera pedagogía se pone en que ya tienen los alumnos que poseen perfiles de
funcionamiento cuando existe un respuesta activa aprendizaje distintos al aumentar las experiencias
por parte del alumno, seguida por una respuesta de frustraciones en relación al aprendizaje en for-
orientadora del maestro (Heward, 1994). ma diaria. Estos alumnos son exigidos pero no se
les da el apoyo necesario.
Si un alumno continúa aprendiendo a través de
materiales presentados sin la preparación de ope- El hecho de que sea realmente posible indivi-
raciones pedagógicas, el alumno aprende pero no dualizar la educación independientemente del
como consecuencia de la enseñanza. Este tipo de número de alumnos es cuestionable. Pero de una
aprendizaje depende mucho del propio alumno y cosa podemos estar seguros: la educación de
pone en inferioridad de condiciones a aquellos hoy en día crea mayores diferencias entre los
alumnos que necesitan de verdaderos actos peda- que más pueden y los que menos tienen, en todo
gógicos. sentido.

24 V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2
Bases de la Intervención Temprana en pediatría

LA EVALUACIÓN DENTRO DE LA des del desarrollo, la evaluación debe ser un pro-


INTERVENCIÓN TEMPRANA ceso contínuo y permanente de observación y
análisis. Este proceso incluye la activa formula-
El campo de la evaluación dentro de la inter- ción de preguntas, la obtención de información,
vención temprana es un área en constante transi- la discusión de las observaciones y la generación
ción. Inicialmente dominado por modelos psico- de interpretaciones objetivas para poder conti-
métricos está generando sus propias metodolo- nuar en la formulación de nuevas preguntas.
gías y abordajes, más acordes a las necesidades
especiales de los infantes y niños más pequeños Tradicionalmente, la evaluación de niños y
(Mc Lean et al, 1996). adolescentes que presentan dificultades académi-
cas o en su desarrollo se ha basado en la utiliza-
La función de las evaluaciones son múltiples: ción de baterías y escalas normatizadas del fun-
cionamiento intelectual (WISC-III, K-ABC, Lei-
Pesquisa e identificación: Destinadas a identi- ter,etc.) evaluaciones de funciones cognitivas su-
ficar niños en riesgo o que ya presentan dificulta- periores (NEPSY, CPT, Torre de Hanoi, test com-
des, determinan si un niño requiere evaluaciones putarizados etc) y baterías normatizadas para la
más exhaustivas. medición de funcionamiento académico y socioa-
daptativo (Woodcock-Muñoz, Vineland, etc). El
Diagnóstico: Determinar si un niño presenta problema con estas evaluaciones es que en primer
un trastorno del desarrollo y si es así, cuál es la lugar, la mayoría de ellas no cuenta con estanda-
etiología, el perfil de características cognitivas, rizaciones confiables realizadas en nuestro país
emocionales y motoras y cuál es el grado de se- con nuestro niños (salvo el WISC-III). En segun-
veridad. Esta etapa y las siguientes requieren del do lugar, no brindan resultados que puedan ser di-
trabajo coordinado de equipos interdisciplinarios. rectamente utilizados en el desarrollo de objeti-
vos educativos en la currícula. Más allá de los re-
Desarrollo de planes de intervención: Obtener sultados objetivos que brindan, gran parte de su
información sobre el nivel de funcionamiento riqueza se halla a nivel de la observación clínica
madurativo del niño (grado de independencia en que permiten de los procesos cognitivos que eva-
las diferentes áreas: motricidad, lenguaje, sociali- lúan. Estos test y los resultados que brindan de-
zación, autovalimiento, etc.). También se inclu- ben ser utilizados con cuidado. La información
yen evaluaciones de la familia (recursos disponi- que proveen permite establecer que hay un pro-
bles, dinámica familiar, etc.). blema (retraso, déficit de funciones ejecutivas,
etc.) y el área en la cual el niño necesita ayuda,
Medición de resultados: Medir la eficacia y pero no nos da información precisa de cómo ayu-
eficiencia de las intervenciones propuestas. ¿Está dar a ese niño en particular. En otras palabras, los
el niño progresando?, ¿Qué parámetros objetivos test estandarizados nos ayudan a identificar y pre-
se están utilizando?, ¿Se ven avances en otros en- cisar cuál puede ser el déficit cognitivo que sub-
tornos que no sean los educativos? yace a un problema en particular y nos orientan,
basados en nuestra experiencia y en la casuística
Por razones de espacio y tiempo, desarrollare- de casos similares anteriores, hacia el tipo de in-
mos únicamente un breve repaso de los puntos 2 tervenciones y estrategias educativas que pueden
y 3: las evaluaciones diagnósticas y las evalua- llegar a ser más útiles.
ciones para el desarrollo de los planes de inter-
vención. La única forma de identificar las dificultades
y debilidades cognitivas, motoras, sociales, etc.
El desarrollo de un niño es un proceso dinámi- de alguien en particular es mediante la observa-
co en constante cambio y, por ende, requiere de ción objetiva del niño a través de múltiples entor-
abordajes igualmente plásticos y dinámicos. El nos, y con parámetros de medición tales como es-
objetivo de las evaluaciones debe centrarse en calas informales que se desprenden de la currícu-
profundizar la comprensión de las habilidades de la y de escalas madurativas. Las evaluaciones de-
un niño y de sus recursos, y obtener información ben incluir evaluaciones basadas en la currícula.
sobre cuáles son las características de la educa- A diferencia de las evaluaciones estandarizadas,
ción y del entorno que más promoverán la maxi- las evaluaciones basadas en criterios curriculares
mización de su potencial madurativo. En la inter- permiten comparar el desempeño madurativo o
vención temprana como durante las demás eda- académico de un niño con un determinado nivel

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 25
Archivos de Neur ología, Neurocirugía y Neur opsiquiatría

de dominio y destreza de una habilidad, indepen- mas, etc.), su comunicación, sus habilidades cog-
dientemente del funcionamiento de otros niños de nitivas, motoras y lúdicas y su perfil emocional.
la misma edad. La ventaja de estas evaluaciones En cada una de estas áreas se realizarán observa-
radica en que de los resultados se obtienen direc- ciones a través de múltiples evaluaciones cotidia-
tamente los objetivos curriculares (Brown, et al, nas y mínimamente, por espacio de una semana.
2000). En definitiva, para que todo este proceso Si localizamos el nivel basal de desempeño en ca-
de evaluación sea válido y confiable, la informa- da área, estaremos automáticamente definiendo
ción debe ser obtenida a través de los diversos en- nuestros primeros objetivos a alcanzar. El ritmo
tornos e informantes más significativos para el de aprendizaje que presente nuestro pacientito
niño. guiará tanto la intensidad como la duración de las
intervenciones. Los niños son nuestra guía, si no
Durante una evaluación, cuando un niño no avanzan o su ritmo de aprendizaje disminuye, de-
completa o realiza un punto en particular, debe- bemos preguntarnos qué es lo que no estamos
mos hacernos las siguientes preguntas: brindando en forma óptima.
1. ¿no es capaz de realizarlo?
2. ¿no está motivado para realizarlo bajo las ac- Es importante recordar que las evaluaciones y
tuales condiciones del entorno? test son útiles en tanto y en cuanto se los utilice
3. ¿no existen razones por las cuales deba cum- de manera adecuada. Saber cuándo no utilizar
plir con lo pedido? una evaluación en particular es casi tan importan-
Por ende en las evaluaciones de niños peque- te como saber su aplicación correcta. En general,
ños (como en cualquier edad) es importante no no es el instrumento de evaluación el que suele
sólo saber si el niño puede o no cumplir o llevar ser inapropiado sino el uso que se le da a la infor-
a cabo determinada consigna, sino saber las razo- mación que se obtiene.
nes por las cuales no lo han hecho.

Por ejemplo, recibimos un niño de 3 años de CONCLUSIONES


edad que presenta un retraso madurativo global
leve con buenos recursos para comunicarse y un En líneas generales, la intención de este repa-
nivel de funcionamiento general de un niño de 2 so fue la de subrayar la importancia que tienen los
años: ¿Cuáles serían los objetivos de nuestra in- abordajes tempranos en disminuir el impacto de
tervención a mediano plazo? En primer lugar, és- las diversas discapacidades sobre el desarrollo de
te es un niño en riesgo de presentar un trastorno un niño y la gran responsabilidad que les cabe a
del aprendizaje y es correcto que sea derivado y todos aquellos profesionales que trabajan dentro
evaluado por un equipo de intervención tempra- de esta área. La intervención temprana en los úl-
na. Nuestros objetivos de trabajo en este caso se timos años se ha convertido en un área específica
focalizarían en lograr que nuestro paciente / dentro de la salud, respaldada por los avances en
alumno llegue de la mejor forma posible a un pri- las neurociencias y por el progreso de las técnicas
mer grado, o sea que posea la mayor cantidad de educativas y terapéuticas. En el campo de la in-
recursos que hagan que a un niño de 6 años le va- tervención temprana, como en todas las áreas de
ya bien en primer grado. Por tal motivo, nuestra la salud y la educación, el conocimiento científi-
tarea estará guiada por la currícula que se utiliza co actualizado juntamente con una actitud huma-
en un primer grado y así (de allí para abajo) loca- na abierta, empática y humilde de los profesiona-
lizar dónde se encuentra nuestro alumno en cuan- les son requerimientos indispensables para lograr
to a sus habilidades preacadémicas (colores, for- optimizar el resultado de las intervenciones

REFERENCIAS Carr, E., Levin, L., McConnachie, G., Carlson, J. I.,


Kemp, D. C., & Smith, C. E. (1994) Communica-
Arnsten, A. F. T. (1998) Development of the cerebral tion based intervention for problem behavior. A
cortex. XIV: Stress impairs prefrontal cortical user’s guide fro producing positive change. Balti-
function. Journal of the American Academy of more: Brookes.
Child and Adolescent Psychiatry; 38: 220-222.
Elbert, T., Pantev, C. Weinbruch, C., Rockstroh, B., &
Brown, F. & Snell, M. E. (2000) Meaningful assessment. Taub, E. (1995) Increased cortical representation
En Snell, M & Brown, F. Instruction of students with of the fingers of the left hand in string players.
severe disabilities. Merrill – Prentice Hall. Science, 270, 305-7.

26 V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2
Bases de la Intervención Temprana en pediatría

Filipek, P. A., Accardo, P. J., Baranek, G. T., Cook, E. McLean, M. & Crais, E. R. (1996) Procedural conside-
H., Dawson, G., Gordon, B. Gravel, J. S. John- rations in assessing infants and preschoolers with
son, C. P., Kallen, R. J., Levy, S., Minshew, N. J., disabilities. En, McLean, M., Bailey, D., B. & Wo-
Prinzant, B. M., Rapin, I., Rogers, S. J., Stone, lery, M. Assessing preschoolers with special needs
W. L., Teplin, S., Tuchman, R. F., Volkmar, F. R. (second edition). Prentice Hall.
(1999). The screening and diagnosis of the autis-
tic spectrum disorders. Journal of Autism and McConnell, S.R. (1994). Social Context, social vali-
Developmental Disorders. Vol. 29, No. 6, 439- dity and program outcome in early intervention. En
484. R. Gardner III, D. Sainato, J. O. Cooper, T. E. He-
ron, W. L. Heward, J. Eshleman, & T.A. Grossi
Greer, D. (1991). The teacher as a strategic scientist: a (ed) Behavior analysis in education: Focus on mea-
solution to our educational crisis. Behavior and So- surable superior instruction. Pacific Grove, CA:
cial Issues. Vol. 1 No. 2, 25-41. Brooks/Cole.

Greer, R., D., (1999) Is the learn unit a fundamental mea- Merzenich, M. M. Jenkins, W. M., Johnston, P., Schreiner,
sure of pedagogy? The Behavior Analyst, 22, 5-16. C., Miller, S., L., & Tallal, P. (1996). Temporal pro-
cessing deficits of language-learning impaired chil-
Greer, D. (2001) Voices for all children: Advanced and dren ameliorated by training. Science, 271, 77-81.
comprehensive application of behavior analysis to
schooling-Draft work in progress. Columbia Uni- Nelson C. A. (2000) The neurobiological bases of early
versity, New York. intervention. En Shonkoff, J P & Meisel, S. M.
Handbook of early childhood interview, second
Gunnar, M. R. (2000). Early adversity and the develop- edition. Cambridge University Press.
ment of stress reactivity and regulation. En, Nel-
son, C. A. The effects of early adversity on neuro- Ramachandran, V. S., Rogers-Ramachandran, D. &
behavioral development. The Minnesota Symposia Stewart, M. (1992). Perceptual correlates of massi-
on Child Development. Vol. 31. LEA. ve cortical reorganization. Science, 258, 1159-60.

Tallal, P., Miller, S., L., Bedi, G., Byma, G., Wang, X.,
Hart, B & Risley, T (1995). Meaningful differences in
Nagarajan, S., S., Schreiner, C., Jenkins, W., M., &
the everyday experiences of young american chil-
Merzenich, M., M.. (1996). Language comprehen-
dren. Baltimore: Brookes
sion in language-learning impaired children impro-
Heward, W. L. (1994). Three “low-tech” strategies for ved with acoustically modified speech. Science,
increasing the frequency of active student response 271, 81-4.
during group instruction. En R. Gardner III, D. Sai-
Tallal, P. & Piercy, M. (1973). Defects of non-verbal
nato, J. O. Cooper, T. E. Heron, W. L. Heward, J. auditory perception in children with developmental
Eshleman, & T.A. Grossi (ed) Behavior analysis in aphasia. Nature, 241, 468-9.
education: Focus on measurable superior instruc-
tion. Pacific Grove, CA: Brooks/Cole. Toppelberg, C & Shapiro, T. (2000). Language Disor-
ders: A 10 year research update review. J Am.
Heward, W. L. (1998). La educación en la primera in- Acad. Child Adolescent Psychiatry, 39: 143-152.
fancia. En, Niños excepcionales: Una introducción
a la educación especial (5ta edición). Prentice Hall. Wolery, M (2000) Behavioral and educational approa-
ches to early intervention
Hockenfield, S. & Lombroso, P. (1998) Development
of the cerebral cortex I. Journal of the American En Shonkoff & Meisels. Handbook of early interven-
academy of Child and Adolescent Psychiatry. tion, second edition. Cambridge University Press
1998; 37: 992-993.
Ziegler, E., & Munchenow, S. (1992) Head Start: The
Huston, A. C. (1991) Children in poverty. Cambridge inside story of Americas most succesful educatio-
University Press. nal experiment. Basic Books

Kraus , N., McGee, T. J. Carrell, T. D., Zecker, S. G., Martlew, M. & Connolly (1995) The evaluation of in-
& Koch, D. B. (1996). Auditory neurophysiologic tervention. En Zink, P & Mc Conachie, H. Disa-
responses and discrimination deficits in children bled Children & Developing Countries. Cambridge
with learning problems. Science, 273, 971-3. University Press.

V O L U M E N 1 0 • N Ú M E R O 2 27

También podría gustarte