Facultad de Psicología

Sigmund Freud

Licenciatura en Psicología

“La vida sexual humana”

Presenta:

Ana Karla Gutiérrez Amaro

Docente: Lic. Saúl Hernández
Asignaturas: Introducción al psicoanálisis
Chihuahua, Chih. 24 de mayo de 2021.

“lo sexual “asimilándolo a lo indecente, esto es, a aquello de que no debe hablarse entre personas
Resulta muy diferente delimitar con
exactitud el contenido del concepto
de “lo sexual”
Estos perversos han suprimido de
su programa la diferencia sexual,
y solo los individuos de su mismo
sexo pueden llegar a constituirse
en objeto de sus deseos sexuales.
El sexo opuesto no ejerce sobre
ellos atracción sexual ninguna y
llegan a experimentar por los
órganos genitales contrarios una
invencible repugnancia
Hallamos otros sujetos que
encuentran la satisfacción de sus
deseos en los órganos genitales,
mas no a causa de la función
sexual de los mismos.
Otros perversos que han
renunciado ya por completo a los
órganos genitales como objetos
de satisfacción sexual y han
elevado a esta categoría a otras
partes del cuerpo totalmente
diferentes, tales como los senos,
los pies o los cabellos femeninos.
Enigmáticos sadistas: no conocen
otro placer que el infligir a su
objeto de dolores y sufrimientos
de toda clase
La vida sexual humana
correctas.
Lo más acertado seria decir que
entraña todo aquello relacionado
con las diferencias que separan los
sexos
Esto se clasifica “sexual” todo lo que esta
referente a la intención de procurarse un
goce por medio de lo que es el cuerpo y
en particular de los órganos genitales
Estos individuos que han renunciado a
toda actividad procreadora, reciben el
nombre de homosexuales o invertidos
y son hombres o mujeres que muchas
veces no han recibido una esmeralda
educación
Los individuos de este grupo
prescinden de toda consideración
de este género y traspasan los
límites de la repugnancia,
sustituyendo la vagina por la boca
o el ano.
En otras ocasiones otros se
contentan con una parte del
vestido, un zapato, una prenda
interior y reciben así el calificativo
de “fetichistas”
Masoquistas: consiste en recibir el
objeto amado todas las
humillaciones
Es decir que todo aquello
tiende a conseguir la unión
de los genitales y la
realización del acto sexual
Se dividen en dos grupos:
aquellos que, como los
invertidos, se distinguen del
hombre normal por el objeto de
sus deseos perversos sexuales y
aquellos otros que tienden a un
fin sexual distinto
El primer grupo son de los que han
renunciado a la copula de órganos
genitales opuestos y reemplazan en
su acto sexual los genitales de su
pareja por otra parte o región del
cuerpo de la misma
Aquellos que desean al objeto
sexual en su totalidad; pero exigen
determinados requisitos,
singulares o aterradores, hasta el
punto de no ser capaces de gozar
sino cuerpos muertos
Otro grupo de perversos se
compone de individuos cuyo fin
sexual es algo, normalmente
considerado, como un mero acto
preoperatorio del fin verdadero
 Todos estos horrores o extravagancias representan la
actividad sexual de estos individuos.
Desempeñan en su vida idéntico papel que la
normal satisfacción sexual en la nuestra, y su
consecución les impulsa a sacrificios iguales y a
veces mucho mayores que a los normales la de sus
deseos.
La sintomatología de la histeria es precisamente lo
que nos ha llevado a la conclusión de que todos los
órganos del soma puedes desempeñar una función
sexual erógena, quedando ésta perturbada cuando
aquellas alcanzan una cierta intensidad.
La paranoia, es siempre consecuencia de una
defensa contra impulsos homosexuales de extrema
intensidades.
Nada de esto anula la diferencia existente entre la
vida sexual normal y la homosexualidad
manifestada.
Los síntomas neuróticos, son satisfacciones
sustitutivas, y ya hube de indicadores que la
confirmación de estos principios por medio del
análisis de los síntomas tropezaría con graves
dificultades
Justificar la posibilidad de las perversiones de que
hemos hablado y establecer sus relaciones con la
sexualidad llamada normal.
Innumerables sensaciones e intervenciones, que a título de
síntomas más histéricos se localizan en órganos
aparentemente ajenos a la sexualidad. Comprobando la
extraordinaria frecuencia con que los órganos de absorción
de alimentos y los de excreción llegan a constituirse en
portadores de excitaciones sexuales.
Tratase, después de todo, de un orden de
fenómenos que solicita nuestra atención con los
mismos títulos que otro cualquier. Escudarse en la
afirmación de que se trata de hechos rarísimos y
excepcionales es exponerse a un rotundo mentís.
Si se nos alega que, no tratándose, en último
análisis, sino de desviación y perversión de instinto
sexual, no debemos dejarnos inducir por ellas en
error por lo que respecta a nuestro modo de
concebir la vida sexual en general.
La neurosis histérica puede provocar la aparición de
síntomas. El análisis nos revela que tales síntomas
no son si no manifestaciones de aquellas
tendencias llamadas "perversas", que intentan
sustituir los órganos genitales por otros de distinta
función.
Para poder dar a los síntomas está categoría
tenemos que incluir en el concepto de "satisfacción
sexual" la de los deseos sexuales llamados
perversos, pues el análisis nos impone con
sorprendente frecuencia una tal interpretación
La observación teórica de Iván Bloch, dice que
rectificando la concepción de todas estás
perversiones como "estigmas de degeneración",
hace observar que tales desviaciones sexuales y
tales actitudes perversas han existido en todas las
épocas conocidas y en todos los pueblos.
En la histeria debemos comenzar por la
interpretación de los síntomas y relegar después las
tendencias sexuales perversas a lo inconsciente
De los numerosos cuadros sintomáticos que la
neurosis obsesiva puede presentar, los más
importantes son los privados por la presión de las
tendencias sexuales perversas a lo inconsciente.
Una insospechada cantidad de actos obsesivos
resulta no ser sino modificación o repetición
disfrazada del onanismo, el cual acompaña, como
acto único y uniforme a las formas más variadas del
fantasear sexual.
No es correcto decir que la privación de una normal
satisfacción sexual puede engendrar una neurosis.
Medios de defensa contra tales deseos y expresan
así la lucha entre la voluntad de satisfacción y la
voluntad de defensa
Otra forma de esta neurosis, aquellas que podemos
denominar escrutadoras, corresponden a una
sexualización excesiva de actos que en los casos
normales no sin sino preparatorios de la
satisfacción sexual, tales como los de ver, tocar y
registrar.
pero en estos casos sucede, además, que la
necesidad sexual se decía hacia los caminos de
satisfacción perversa, proceso que más adelante
habré de exponeros con mayor detalle.