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ÍNDICE

1. La Ética...........................................................................................................2
1.1 Concepto ...............................................................................................2
1.2 Características ......................................................................................2
1.3 Principios ...............................................................................................2
1.4 Problemas..............................................................................................4
2.- LA ÉTICA Y LA MORAL ................................................................................5
3.- LA ETICA Y LOS VALORES..........................................................................6
4. LA ÉTICA Y LA EDUCACIÓN .......................................................................7
5.- LA ÉTICA Y LA POLÍTICA ............................................................................8
6.- LA ÉTICA Y LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ..............................................9
CONCLUSIONES...............................................................................................12
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................13

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1. LA ÉTICA
1.1 Concepto
Para Martínez (s.f.), la ética es la praxis de hacernos mutuamente
personas en la historia, lo que equivale a aprehender certezas a partir
de la experiencia críticamente analizada y así poder crear no solo
escalas de valor, sino validación de las conductas.

1.2 Características
Es importante distinguir entre el comportamiento moral del hombre y la
sociedad que es la moral y la reflexión filosófica de este
comportamiento, que es la filosofía moral o Ética.
Ningún hombre escapa a la moralidad, todos sus actos libres tienen
una calificación moral positiva o negativa. Pero además existe un
criterio verdaderamente científico capaz de determinar la conducta
moral por medios de principios universales y necesarios aplicables a
todos los hombres en cualquier época y latitud. De este modo, lo moral
deja de ser un tópico o una cuestión de apreciación subjetiva para
constituirse en un orden científico que procede por demostraciones
rigurosas.

1.3 Principios
1. Honestidad
Calidad humana que determina a la persona actuar en verdad y
justicia, expresa respeto por uno mismo y por los demás.
2. Tolerancia
Virtud que se adquiere como proceso de aceptar la igualdad de
derechos humanos respetando las diferencias para mantener mejores
relaciones personales.
3. Justicia
Reconocemos los derechos y distribuimos con criterio de equidad los
recursos públicos. Actuar en forma equitativa y racional, cada uno de
los recursos naturales renovables que requieran nuestros usuarios para
vivir mejor y sus familias, siempre y cuando hagan uso con sentido de
responsabilidad frente a las futuras generaciones.

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4. Pertenencia
Considerar cada uno de los miembros la Corporación como propia y
por lo tanto asumir y afrontar sus éxitos y adversidades como un
compromiso personal de satisfacción y mejora continua. La
Pertenencia no se razona, se siente.
5. Solidaridad
Trabajar en equipo en un ambiente de respeto y colaboración,
asociados por la protección del medio ambiente, la Solidaridad es una
característica de la sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a
sus semejantes y a la cooperación con ellos.
6. Lealtad
Compromiso implícito de actuación solidaria y comprometida en la
búsqueda de objetivos comunes, que conllevan a vivir en armonía con
el medio ambiente. Lealtad aparece cuando las interacciones entre
comunidad-usuario han sido satisfactorias, sobretodo para este último.
7. Sinceridad
La Sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por la actitud
congruente que mantienen en todo momento, basada en la veracidad
de sus palabras y acciones. Es un valor que produce plenitud personal
y se define como expresión plena del ser miso, de actuar y relacionarse
transparentemente en el marco de la verdad.
8. Humildad
Humildad es aceptar las cualidades con las que nacemos o
desarrollamos, desde el cuerpo hasta las posesiones más preciadas.
Por tanto, debemos utilizar estos recursos de forma valiente y
benevolente. Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a
eliminar la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas,
intelectuales y emocionales de los demás.
9. Responsabilidad
La responsabilidad es un valor, porque gracias a ella podemos convivir
en sociedad de una manera pacífica y equitativa. La responsabilidad
en su nivel más elemental es cumplir con lo que se ha comprometido, o

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la ley hará que se cumpla. Pero hay una responsabilidad mucho más
sutil (y difícil de vivir), que es la del plano moral.
10. Respeto
Es el reconocimiento del valor inherente y de los derechos innatos de
individuos y de la sociedad. Si aprendemos a respetar el medio
ambiente y administrar bien los recursos que nos regala la naturaleza,
se evitarán catástrofes presentes y futuras.

1.4 Problemas
Ya que las normas morales existen en la conciencia de cada uno, esto
provoca que existan diferentes puntos de vista y por ende problemas
en el momento de considerar las diferentes respuestas existenciales
que ejercen las personas frente a ellas. Estos problemas se mencionan
a continuación.
1. El Problema de la Diversidad de Sistemas Morales
Este se da debido al pluralismo que existe en las tendencias frente a
un mismo acto, esto es que, para cuando algunas personas un acto es
lo correcto, para otros es inmoral, por ejemplo el divorcio, el aborto, la
eutanasia, etc.
2. El Problema de la Libertad Humana
La libertad humana no es del todo real, ya que todo individuo está de
cierta forma condicionado por una sociedad en la cual toda persona
actúa bajo una presión social, cultural o laboral; aunque considerando a
la ética y la moral, permite conservar una conciencia, misma que
permite a una persona actuar a base de un criterio propio. El problema
está en la incompatibilidad de la libertad humana y las normas morales,
o sea en el ser y el debe ser.
3. El Problema de los Valores
De este problema surgen numerosos cuestionamientos pero el
problema radica principalmente en la objetividad y subjetividad de los
valores, o sea, que existen cuestionamientos sobre si ¿los valores son
objetivos?, ¿los valores existen fuera de la mente de tal manera que
todo hombre deba acatar los valores ya definidos?, o si los valores son
subjetivos porque ¿dependen de la mentalidad de cada sujeto?.

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También existe otro aspecto, su conocimiento, ¿cómo podemos
conocer los valores? y en sí ¿cuál es su esencia?
4. El Problema del Fin y los Medios
Muchos sostienen la importancia del fin de tal modo que cualquier
medio es bueno si se ejecuta para obtener un fin bueno, esto se
conoce como la tesis maquiavélica “El fin justifica los medios”, pero con
esto lo único que ocurre es que se sobre valoran las “buenas
intenciones “ de un acto, que es parte del interior del ser y se descuida
el aspecto externo del acto (intenciones y finalidades). Con esto quiero
decir que “El fin jamás va a justificar los medios”.
5. El Problema de la Obligación Moral
Esto está íntimamente ligado con el tema de los valores ya que
normalmente se dice que lo que se hace por obligación, pierde todo
mérito , en cambio, cuando se realiza por propio convencimiento,
adquiere valor moral. Con esto se da a entender que la obligación
moral le quita al hombre la única posibilidad de ser el mismo, de
acuerdo con su propia moralidad y con su propio criterio. Pero hay que
aclarar también que una cosa es la obligación entendida como
corrección externa y otra como la obligación basada en la presión
interna que ejercen los valores en la conciencia de una persona.

2.- LA ÉTICA Y LA MORAL


La ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es teórica. Es decir
hay situaciones en las que los individuos se enfrentan a la necesidad de
ajustar su conducta a normas que se tienen por más adecuadas o dignas
de ser cumplidas. Esas normas son aceptadas íntimamente y reconocidas
como obligatorias, los individuos comprenden que tienen el deber de actuar
de una u otra manera. Así el hombre se comporta moralmente y en ese
comportamiento suyo se pone de manifiesto una serie de rasgos
característicos que lo distinguen de otras formas de conducta humana.

Así, tenemos por un lado actos o modos de comportarse de los hombres


ante ciertos problemas que llamamos morales y por el otro juicios con los
que dichos actos son aprobados o no moralmente. Tanto los actos como

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los juicios morales proponen ciertas normas que lo señalan lo que se debe
hacer.
A diferencia de los problemas práctico-morales, los éticos se caracterizan
por su generalidad. Si al individuo concreto se le plantea en la vida real una
situación dada, será inútil que recurra a la ética con la esperanza de
encontrar en ella lo que debe hacer en cada situación concreta. La ética
podrá decirle, en general, lo que es una conducta sujeta a normas o en qué
consiste aquello que persigue la conducta moral.

La ética tiene sus tareas que sirven para reflexionar sobre la moral,
haciendo una investigación filosófica sobre el comportamiento moral de las
personas. Siendo la ética descriptiva o empírica la que pretende describir
los fenómenos de la vida moral, explicarlos y hacer una teoría general de la
conducta humana. Esta ética nos ayuda a decidir qué normas morales
merecen ser obedecidas y cuáles ignoradas. Así también la ética normativa
pretende establecer principios generales que se autorrecomienden y que
fundamenten de forma racional las normas morales vigentes. Podemos
decir también que la ética crítica es una reflexión crítica sobre éticas
normativas y la ética aplicada propone normas morales concretas.

La existencia de las normas morales siempre ha afectado a la persona


humana, ya que desde pequeños captamos por diversos medios la
existencia de dichas normas, y de hecho, siempre somos afectados por
ellas en forma de consejo, de orden o en otros casos como una obligación
o prohibición, pero siempre con el fin de tratar de orientar e incluso
determinar la conducta humana.

Ya que las normas morales existen en la conciencia de cada uno, esto


provoca que existan diferentes puntos de vista y por ende problemas en el
momento de considerar las diferentes respuestas existenciales que ejercen
las personas frente a ellas. Estos problemas se mencionan a continuación.

3.- LA ETICA Y LOS VALORES

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Etimológicamente la palabra ética se deriva de la palabra griega “ethos”
que significa: costumbre, modo de proceder. Se le confunde impropiamente
con la moral (del latín “mores”, costumbre). También se le ha llamado
“Filosofía moral.” Se le considera una ciencia normativa, ya que se ocupa
de las normas de conducta humana.

El campo de estudio de la ética es la moral. La ética se propone estudiar


los problemas fundamentales de la moral. Estos se llaman problemas
éticos y son el objeto formal de la ética. Su objeto de estudio lo constituye
un tipo de actos humanos: los actos conscientes y voluntarios de los
individuos que afectan a sí mismo y a los demás, a grupos o a la sociedad
en general.

La ética trata de dar explicación en forma objetiva a la conducta moral, se


ve en la necesidad de recurrir a otros campos del saber, es decir la moral
no se explica por sí misma: requiere del auxilio de otras disciplinas del
conocimiento a fin de que sus explicaciones tengan cierta importancia,
como productos de investigaciones y reflexiones interdisciplinarias. Todo
tipo de conocimiento científico- social que aspire a tal, debe tener una
metodología de investigación, abierta al conjunto multidisciplinario,
dialógico, inclusive, polémico que requiere la ética. Por ello mencionamos a
la ética y su relación con otros campos del conocimiento.

La conducta moral, siempre es un hecho de la vida social: familiar, cultural,


política, etc. Así, se puede afirmar que los individuos no inventan ni la
sociedad ni su moralidad. El propio comportamiento individual, es
determinado por la vida del hombre en sociedad; cultura, creencias, odios,
amores, tienen su origen en el complejo de las diferentes prácticas
sociales. Un individuo fuera de la sociedad y de la historia, no se podría
decir que actúa moral o inmoralmente.

4. LA ÉTICA Y LA EDUCACIÓN
Hay una relación dialéctica entre educación y ética. Hay una ética de la
educación y una educación de la ética. Se tomará especialmente la

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educación de la ética con el deseo de que el educar se constituya en una
ética. Hay un franco parentesco entre el educar, el enseñar y el aprender.
El enseñar y el aprender son dos funciones de una misma situación, como
las dos caras de una moneda: ambas constituyen una totalidad, de tal
modo que nunca se da una de ellas sin la participación de la otra. El
maestro que enseña a sus discípulos, a su vez también está aprendiendo
de ellos y con ellos. Cuando esta tarea de educar se realiza dentro del
ámbito que está exclusivamente destinado a ello (como la universidad, la
escuela o el taller) a esta función se la llama “docencia”. Pero el enseñar y
el aprender se dan en cualquier lugar y en todo momento. Aquí tenemos un
punto importante en cuanto a la ética: se aprende y se enseña dentro y
fuera de los ámbitos académicos: en la vida misma y en todos los
escenarios del cotidiano vivir.

Como se enseña la ética. La ética se enseña “dando el ejemplo” y se


aprende “con la identificación con el modelo”. Ejemplo y modelo son dos
versiones de una misma realidad: se diferencian según el punto de vista del
que hace la lectura: si es del que enseña o si es del que aprende. En el que
enseña, la ética debe ser un producto ya logrado e incorporado en la forma
de pensar y en el comportamiento, mientras que en el que aprende debe
ser un producto a lograr. Esto, supuestamente debiera ser así, pero no lo
es del todo, pues la ética no se termina de aprender nunca. Jamás se llega
al producto definitivamente terminado; siempre se está en permanente
adquisición.

5.- LA ÉTICA Y LA POLÍTICA


La relación entre la ética y la política ha sido siempre un tema inevitable por
una razón esencial: ambas, al menos en su sentido filosófico y desde su
propia identidad, tienden al mismo fin: el bien.
La política, desde Aristóteles, en la obra del mismo nombre y del mismo
autor, es considerada el arte del bien común; la ética, carácter y
comportamiento atribuible a una comunidad determinada, la acción que
persigue un fin. Ese fin es el bien. “El bien es el fin de todas las acciones

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del hombre”, dice Aristóteles en las primeras palabras que inician la Moral a
Nicómaco o Ética Nicomaquea (s/a).

Esta Magna Moral o Ética Eudemia tiene a la felicidad como objetivo


principal que conlleva la virtud, sin la cual aquella no es posible. Por otra
parte, la polis, formada por la conjunción de la sociedad y del Estado, tiene
un carácter, una ética, que le es particular y que de alguna forma la
prefigura. El ethos, carácter pero también conducta, identifica (caracteriza)
a una comunidad, a una polis de la cual proviene.

Toda polis tiene un ethos. En consecuencia, la política entendida como


quehacer de la polis, como desarrollo de un conjunto de tácticas y
estrategias, es el ámbito en el cual el ethos se realiza como ética. Por eso,
para los Griegos, era un sin sentido la existencia de la política sin la ética,
porque toda política, debe ser una ética en su desarrollo. Entre ambas hay
una serie de nexos que hacen de ellas un complejo tejido: objetivo,
intención, adecuación entre medios y fines, justificación racional del porqué
y para qué de las acciones.

Estas ideas elementales con las que los griegos fundaron la filosofía, la
ética y la política, siguen siendo la justificación racional y moral del poder, a
pesar de haber sido reiteradamente violentadas por los hechos. No
obstante las repetidas violaciones del poder a la razón y la ética, nunca
antes, sino hasta ahora, se ha pretendido justificar el poder por el sólo
hecho de existir, mutilándolo de todo referente moral, al elevar a la
categoría de norma la afirmación de que los hechos son en ellos mismos
su propia moral y que lo que es debe ser.

Más profunda que esa crisis que se produjo en los comienzos mismos de la
Modernidad, es la que se plantea hoy en un momento considerado para
algunos el final de la Era Moderna; pues aquí la Política no viene
determinada más por la voluntad humana, sino por el Mercado y sus
infalibles leyes, que supuestamente gobiernan sin necesidad de la
participación de esa voluntad. El destino de la sociedad es así transferido a

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un mecanismo automático ajeno al ser humano. He ahí el núcleo del
problema ético y político de nuestro tiempo.

6.- LA ÉTICA Y LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ


Es importante configurar el problema de la corrupción como un fenómeno
principalmente político, pero que afecta a casi todas las órdenes o espacios
vitales. El poder, tal como es entendido por la mayoría de personas,
consiste en las facultades que detentan un grupo selecto o incluso una
persona para ejercer su dominio sobre el resto. Es una cualidad adquirida y
que solo se adjudica a un sector determinado y reducido.

No son pocos los ejemplos históricos de un grupo de personas que


obtuvieron dicho poder y a través de su lógica y dinámica, dominaron todos
los asuntos de la sociedad, la política, la economía, entre otros, para
beneficio propio, originándose desde la formación de las civilizaciones los
actos de corrupción. Este poder a su vez pretende aparecer como legítimo,
por lo cual muchas veces la voluntad de dominante trataba de disfrazarse
en fórmulas legales, decisiones judiciales u órdenes administrativas. Estas
situaciones provocaban la ruptura de las relaciones societarias y afectan el
sistema de administración pública.

A raíz de la caída del régimen autoritario del ex presidente Fujimori en


noviembre del año 2000, se develó una selecta red de corrupción que
afectó a gran parte de las instituciones del país. Dicho grupúsculo había
venido actuando sistemáticamente e involucró a los más altos funcionarios
vinculados a dicho régimen. Luego de las denuncias públicas y las
reacciones políticas, se propuso como medida la creación de un
subsistema especializado, el sistema penal anticorrupción, el cual desde
entonces ha realizado una serie de esfuerzos por investigar, juzgar y
sancionar prácticas graves de corrupción cometidas durante dicho período,
así como, aquellas que se han sucedido durante regímenes democráticos
posteriores.

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Si bien, el balance puede ser considerado como positivo, el sistema penal
anticorrupción adolece de un gran problema al no poder enfrentar
adecuadamente muchas de las manifestaciones de la corrupción. En ese
sentido, se han producido, en varios casos emblemáticos de corrupción,
actuaciones fiscales o judiciales sin la debida fundamentación o con una
concepción arbitrariamente hipergarantista que desnaturaliza los principios
del proceso y favorece la impunidad de estos casos.

Dicho sistema penal anticorrupción ha desarrollado una jurisprudencia


sumamente interesante y de gran amplitud que ha suscitado un debate
intenso entre los especialistas en derecho penal y los interesados en el
control de la corrupción, sumando también las interpretaciones del Tribunal
Constitucional sobre la materia.

En nuestro país, existen una serie de obras que han examinado dicho
fenómeno desde un punto de vista exclusivamente jurídico. Recientemente,
producto de diversos escándalos, se han desarrollado ensayos que han
tratado de enmarcar debidamente las diferentes formas de corrupción en el
Perú, atendiendo más a criterios históricos, filosóficos y sociológicos.

Para combatir directamente el fenómeno de la corrupción el Estado debe


diseñar una política integral de lucha contra la corrupción el cual puede
abordar cinco frentes principales, teniendo como base al modelo
colombiano:
a) El primer paso es determinar las causas del comportamiento corrupto de
los actores públicos y privados; es decir, preguntar por qué existe
corrupción en el estado y en cada una de las entidades públicas y privadas.
b) Luego viene el análisis del funcionamiento del Estado para establecer
qué tipo de estructuras administrativas (o arreglos institucionales)
promueven la realización de conductas corruptas.
c) En tercer lugar, la política integral anticorrupción debe abordar el papel
de los particulares en sus relaciones con el sector público y con otros parti-
culares, e incentivar el establecimiento de sistemas de autorregulación
empresarial y gremial en materia de lucha contra la corrupción; sistemas

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que prevengan y sancionen la realización de conductas corruptas desde un
enfoque privado.
d) En cuarto lugar, es necesario diseñar e imple-mentar modelos culturales
transversales al sector público y privado, que sirvan para educar a la
ciudadanía en la vigilancia, control y lucha contra la corrupción, y que
incentiven conductas transparentes en el Estado.

CONCLUSIONES

1. El ser humano no puede vivir sin la ética ni la moral a causa de que la ética
y la moral es algo primordial que necesita el ser humano para vivir en paz y
armonía en el mundo.

2. Para fortalecer los valores no solo basta con invitar y concienciar al alumno
sobre la necesidad de actuar correctamente sino invitarlo a que mantenga
su conducta adecuada a las demás personas, es necesario además motivar
a los estudiantes por el estudio, prepararlos para la vida, para el trabajo,
para el cambio y la transformación, para lo cual es necesario argumentar,
demostrar y persuadir, desde la clase.

3. Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen
en el ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica
principios éticos que establezcan los parámetros y reglas que describan el
comportamiento que una persona puede o no exhibir en determinado
momento.

4. La ciencia ha sido lo suficientemente importante en la búsqueda de nuestra


realidad como seres humanos, la cual ha permitido conocer el mundo y
encontrar nuevas cosas permitiendo así que el ser humano se desarrolle a
nivel profesional y personal.

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5. La ciencia ha sido el punto de partida para que la humanidad realice
actividades sociales en conjunto ya que el conocimiento individualista en
ocasiones no es favorable para desarrollar nuevos descubrimientos.

6. Finalmente considero que la ciencia ha sido totalmente grandiosa, ya que


sin ella el ser humano no habría tomado la iniciativa de evolucionar, de
buscar nuevas cosas que lo hagan feliz, permitiendo así que él mismo
construya su propia realidad.

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BIBLIOGRAFÍA

Abarca M. y Vargas C. (2003). Ética y desarrollo moral: implicaciones para la


formación de orientadores. Buenos Aires: Aries.

Ávila, A. (2001). Metodología de la Investigación. Lima: Estudios y ediciones .

Bunge, M. (2008). La ciencia, su método y su filosofía. Perú: Ediciones Siglo


XX Perú.

Martínez, L. (2007). Ética y valores en la Orientación. México: Uteha.

Yubiry, T. (2009). Reconstruyendo la ética. España: Norma.

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