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El placer de enseñar

Britany Georyette Coronado Escárrega


Lic. En Educación Primaria.
Tecnologías digitales para el aprendizaje y su enseñanza.

En lo personal, el placer que se genera al enseñarle algo a alguien es grande,


ya que estás aportando y compartiendo conocimiento a alguien más.
El ser docente representa el ser capaces de transmitir y ser guías en el
proceso de aprendizaje de los alumnos. El desarrollar en el estudiante el
interés de adquirir conocimientos nuevos y que le ayuden a la vida del
alumno.

Lo que está detrás de la clase, del presentarle al alumno conocimientos que


sean de su interés y que le permitan desarrollar su educación formativa
también aporta a que el placer de enseñar sea aún más gratificante, puesto
que requiere de una planeación previa, de un análisis, y preparación del
maestro o maestra para así poder crear un ambiente apto de aprendizaje en
la clase y que los alumnos puedan obtener aprendizajes significativos, es
decir que el alumno salga de clase con un aporte importante a su formación.

Al observar que los estudiantes sí han obtenido el aprendizaje que se


esperaba y que se apropian del conocimiento es muy placentero para el
docente ya que plasmado el esfuerzo que puso en la clase, ahora bien no
solo el docente puede llegar a tener una sensación de gusto y placer al
enseñar ya que también pudo haber tenido el alumno un apoyo en su familia,
amigos o personas a su alrededor que contribuyeron a su aprendizaje y
desarrollo.

El gusto por enseñar en ocasiones se verá reflejado en los alumnos o bien en


la clase, la docencia es cuestión de misión y vocación y por lo tanto es tarea
del docente proponerse como objetivo poner empeño en compartir de manera
efectiva a sus alumnos lo que ellos requieren aprender.

El enseñar abre las puertas a nuevos retos para el docente ya que se


presenta en el aula de clase una gran diversidad de alumnos, y de entornos y
a esto se debe responder, con adaptaciones, adecuaciones, sensibilidad,
empatía y lo más importante atención e interés por los estudiantes. Crear
lazos y relaciones sanas en el entornos escolar entre otras cosas.
Como conclusión puedo opinar que el placer de enseñar viene del gusto e
interés del docente por compartir con sus estudiantes el mayor conocimiento
y aprendizaje posible, y que este sea significativo para la vidas vidas de el
alumno así como en su entorno. Llegar a hacer una diferencia y transformar
la vida de los alumnos. Con esto considero que no solo se transforma de
manera placentera la vida de los alumnos que obtienen cosas nuevas si no
que también el maestro gana satisfacción al poder lograr su trabajo, y lograr
los objetivos que tiene en su carrera y vida de docente.

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