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MÓDULO 4.

SISTEMA DE PROTECCIÓN JURISDICCIONAL DE LOS DERECHOS


HUMANOS EN MÉXICO

Objetivo

Identificar como una forma importante de Protección a los Derechos Humanos en México,
aquella que brinda el Sistema Jurisdiccional de los Derechos Humanos, a través de los
mecanismos de defensa que proporciona la Constitución, el Derecho Procesal y el juicio
de amparo.

Introducción

La defensa de los Derechos Humanos en México ha recorrido un arduo camino lleno de


tropiezos, pero también de aciertos, su inclusión en la legislación nacional comprende una
de las mejores herramientas jurídicas que incorpora derechos individuales y sociales, por
lo que el abanico de posibilidades para su protección, aunque amplio, aún tiene la
posibilidad de enriquecerse con propuestas viables que redunden en una cultura de
respeto por el ser humano.

En la discusión sobre el constitucionalismo, cobra cada vez mayor relevancia el tema de


los medios de control constitucional. El derecho procesal constitucional, ocupa cada vez
más un lugar preponderante en el análisis de los medios para el control de la
constitucionalidad.

En consecuencia el contenido de este módulo se limita a presentar algunas reflexiones de


contenido conceptual para dar marco a la reflexiones del sistema de control jurisdiccional
de los derechos humanos en México.

4. La supremacía constitucional.

El constitucionalismo de Estados Unidos de Norte América, es el primero que le otorga a


la constitución el valor normativo de ley suprema y rompe con la idea y concepción de
completar a la constitución como un conjunto de ideas políticas sin vinculación jurídica, a
partir de la famosa sentencia Marbury vs Madison, la que afirmó el principio de
supremacía constitucional, es decir, se consagró el principio que el poder judicial
ejerce el control de constitucionalidad.

En palabras de Francisco Fernández Segado, en el Estado mexicano el primer


antecedente de control de la constitucionalidad por parte de los jueces, fue en la
Constitución del Estado de Yucatán en 1841, donde la revisión judicial se estructuró a
través del proceso de amparo ante la Suprema Corte de Justicia (Art. 62.I de la
Constitución del Estado de Yucatán).

En consecuencia, se puede entender a la Supremacía Constitucional como un principio


del Derecho constitucional que postula, originalmente, ubicar a la Constitución en
particular en un peldaño jerárquicamente por encima de todas las demás normas
jurídicas, internas y externas, que puedan llegar a regir en ese país.

El principio de supremacía de la Constitución y el control de la constitucionalidad, tienen


un estrecho vínculo, ya que la primera se encarga de ser parámetro parea que ningún
acto de autoridad, ley o tratado pueda contravenir la ley fundamental, el control o la
jurisdicción constitucional se encarga de hacer efectivo dicho principio, al otorgar
mecanismos para garantizar la supremacía constitucional.

En este orden de ideas, en México el principio de supremacía constitucional se encuentra


previsto en el artículo 133 de la Carta Magna. Al respecto, es conveniente señalar que en
la reciente reforma a la Constitución del 9 de junio del año 2011, en el artículo 1º. Se
menciona:

“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte…” .

Por lo que se puede decir, que los derechos humanos reconocidos por México en los
tratados internacionales, se han constitucionalizado y tienen el mismo rango que los que
ya están en la primera parte de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

4.1 Protección Jurisdiccional de los Derechos Humanos

Pese a la determinación constitucional, en la práctica jurídico-política la sola declaración


formal del poder constituyente no ha sido suficiente para dar plena eficacia al principio de
supremacía constitucional; por ello se han instituido los sistemas de control constitucional
o medios, métodos o instrumentos, de defensa de la Constitución, mismos que en su
unidad constituyen tema de gran transcendencia.

Al respecto Ernesto Rey Cantor, expresa:

“Los controles de constitucionalidad y los mecanismos procesales de protección son


garantías que el juez constitucional debe viabilizar, a través de procesos constitucionales,
para preservar con justicia la supremacía de la constitución y la protección de los
derechos humanos.”

La Protección Jurisdiccional de los Derechos Humanos se encuentra a cargo de los


Tribunales del Poder Judicial de la Federación, cuya fundamentación la encontramos en
los siguientes preceptos:

o Ø Artículo 94 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos


o Ø Artículo 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación:

Los cuales establecen que el ejercicio del Poder Judicial de la Federación, se deposita en:

- La Suprema Corte de Justicia de la Nación;

- El Tribunal Electoral;

- Los Tribunales Colegiados de Circuito;

- Los Tribunales Unitarios de Circuito;

- Los Juzgados de Distrito;

- El Consejo de la Judicatura Federal;


- El Jurado Federal de Ciudadanos;

- Los Tribunales de los Estados y del Distrito Federal, y

- En los demás en que, por disposición de la ley deban actuar en auxilio de la Justicia
Federal.

Ahora bien, la protección de los Derechos Humanos se puede activar a través de los
siguientes medios de control constitucional.

1. Juicio de amparo.
2. Acción de inconstitucionalidad.
3. Controversia constitucional.
4. Facultad de investigar de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre
hechos que constituyan violaciones graves de derechos humanos. (Control no
jurisdiccional).
5. Juicios de revisión constitucional electoral y para la protección de los derechos
político electorales del ciudadano.
6. Juicio político.

4.1.1 Juicio de Amparo

El Juicio de Amparo es considerado por el jurista Ignacio Burgoa, como un juicio o


proceso que se inicia por la acción que ejercita cualquier gobernado ante los órganos
jurisdiccionales federales, contra todo acto de autoridad que le causa un agravio en su
esfera jurídica y que considere contrario a la Constitución, teniendo por objeto invalidar
dicho acto o despojarlo de su eficacia por inconstitucionalidad o ilegalidad en el caso
concreto que lo origine.

De conformidad con el artículo 103 constitucional, el amparo es procedente:

Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos
humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por esta constitución,
así como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.

También por normas generales o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la
soberanía de los estados o la esfera de competencia del Distritito Federal o viceversa de
los estados y el Distrito federal hacia la esfera de competencia de la autoridad federal.

El referido Juicio terminará con una sentencia de amparo, la cual generará los efectos que
establece el artículo 80 de la Ley de Amparo:

Artículo 80.- La sentencia que conceda el amparo tendrá por objeto restituir al agraviado
en el pleno goce de la garantía individual violada, restableciendo las cosas al estado que
guardaban antes de la violación, cuando el acto reclamado sea de carácter positivo y
cuando sea de carácter negativo, el efecto del amparo será obligar a la autoridad
responsable a que obre en el sentido de respetar la garantía de que se trate y a cumplir,
por su parte, lo que la misma garantía exija.

A efecto de comprender el funcionamiento del amparo, cabe tomar en cuenta la opinión


del doctor Héctor Fix-Zamudio, quien señala: “[...] en el amparo mexicano podemos
descubrir cinco funciones diversas, ya que puede utilizarse para la tutela de la libertad
personal; para combatir las leyes inconstitucionales; como medio de impugnación de las
sentencias judiciales; para reclamar los actos y resoluciones de la administración activa, y
finalmente para proteger los derechos sociales de los campesinos sometidos al régimen
de la reforma agraria”.

El Amparo como medio de protección de los ciudadanos, puede interponerse contra los
siguientes casos:

1. Amparo para la tutela de la libertad personal: Es, originalmente, la acción que se


interpone para defender la libertad individual y los derechos constitucionales con
ella conexos.

1. Amparo contra leyes: Procede contra leyes que causen un agravio personal y
directo al gobernado.

1. Amparo judicial (amparo casación) como medio de impugnación de las sentencias


judiciales: Es una institución jurídica de control de la legalidad.

1. Amparo administrativo: Es el juicio constitucional a través del cual se impugnan


actos de autoridad vinculados a la administración pública del Estado. Sirve para
reclamar los actos y resoluciones de la administración activa. Abarca la
impugnación constitucional de todos los actos material y formalmente
administrativos, que emanan de los órganos estatales de la misma índole.

1. Amparo en materia agraria: Es aquel que promueven las comunidades agrarias


como entidades socio-económicas y jurídicas, así como los miembros
particularmente considerados en su carácter de ejidatarios o comuneros.

Principios rectores del juicio amparo

a) Principio de iniciativa o instancia de la parte agraviada. Todo aquel que resiente un


daño o perjuicio, o agravio en su esfera de derechos, por parte de la ley o por algún acto
de autoridad, en términos del artículo 4o. de la Ley de Amparo, en relación con el artículo
107, fracción I, de la Constitución, estará legitimado para interponer la demanda de
amparo.

Este principio hace que el juicio jamás pueda operar oficiosamente, por lo que para que
nazca, es indispensable que lo promueva alguien; principio que resulta claro si se tiene en
cuenta que el procedimiento de control, sólo puede existir mediante el ejercicio de la
acción.

b) Principio de relatividad de las sentencias o fórmula Otero: En esencia, consiste en que


los fallos de amparo son de efectos particulares, sólo se ocupa la sentencia de las partes
contendientes en el juicio de amparo.

c) Principio de Definitividad: Consiste en que, antes de interponer el amparo, se deben de


agotar todos los medios de defensa con los que se cuente (recursos o medios de defensa
que concede la ley que rige el acto); de lo contrario, se incurre en improcedencia (artículo
73 de la Ley de Amparo) y se dará el sobreseimiento (artículo 74 de la Ley de Amparo).
d) Principio de estricta legalidad: El Tribunal de Amparo debe ceñirse a los aspectos de
inconstitucionalidad que le haga valer el quejoso, en los conceptos de violación de la
demanda. Por lo tanto, no puede abordar aspectos que no le pidió el quejoso.

Este principio opera en materia civil, mercantil, fiscal, administrativa, laboral (cuando el
quejoso es el patrón) y en materia agraria (cuando el quejoso no forme parte de la clase
campesina, ya que los propietarios se rigen en el amparo por la materia administrativa).

e) Suplencia de la queja: Las autoridades que conozcan del juicio de amparo, deberán
suplir la deficiencia de los conceptos de violación de la demanda, así como la de los
agravios formulados.

Reformas constitucionales en materia de amparo del 2011

Las reformas constitucionales en materia de amparo, vienen a fortalecer los mecanismos


judiciales de protección de los derechos humanos, ampliando la competencia en materia
de juicio de amparo, como se observa a continuación.

Los juicios de amparo, las controversias constitucionales y las acciones de


inconstitucionalidad se substanciarán y resolverán de manera prioritaria cuando alguna de
las Cámaras del Congreso, a través de su presidente, o el Ejecutivo Federal, por conducto
del consejo jurídico del gobierno, justifique la urgencia atendiendo al interés social o al
orden público, en los términos de lo dispuesto por las leyes reglamentarias.

Las sentencias que se pronuncien en los juicios de amparo sólo se ocuparán de los
quejosos que lo hubieren solicitado, limitándose a ampararlos y protegerlos, si procediere,
en el caso especial sobre el verse la demanda. Cuando en los juicios de amparo indirecto
en revisión se resuelva la inconstitucionalidad de una norma general por segunda ocasión
consecutiva, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo turnará a la autoridad
correspondiente.

Cuando los órganos del Poder Judicial de la Federación establezcan jurisprudencia por
reiteración en la cual se determine la inconstitucionalidad de una norma general, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación lo notificará a la autoridad emisora. Transcurrido
el plazo de 90 días naturales sin que se supere el problema de inconstitucionalidad, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación emitirá, siempre que fuere aprobada por una
mayoría de cuando menos ocho votos, la declaratoria general de inconstitucionalidad, en
la cual se fijarán sus alcances y condiciones en los términos de la ley reglamentaria.

4.1.2 Acción de inconstitucionalidad

Las acciones de inconstitucionalidad tienen por objeto plantear la posible contradicción


entre una norma de carácter general y la Constitución. Es un medio de control a posteriori
que pretende preservar la supremacía de la Constitución.

Pueden interponer una acción de inconstitucionalidad:

o El Procurador General de la República contra leyes federales y tratados


internacionales.
o El 33 % de los miembros integrantes de la Cámara de Diputados o de Senadores,
al tratarse de la impugnación de una ley constitucional ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.
o El 33 % de los diputados locales, en caso de que la ley impugnada considerada
como inconstitucional sea local.
o Los partidos políticos con registro ante el IFE, por medio de sus dirigencias
nacional o estatales, sólo contra leyes electorales en el ámbito de sus respectivas
competencias.
o La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en contra de leyes de carácter
federal, estatal y del Distrito Federal, así como de tratados internacionales
celebrados por el Ejecutivo Federal y aprobados por el Senado de la República,
que vulneren los Derechos Humanos.
o Los Organismos de Protección de los Derechos Humanos equivalentes en los
estados de la República, en contra de leyes expedidas por las legislaturas locales
y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en contra de leyes
emitidas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

4.1.3 Controversia constitucional

Es el control de la constitucionalidad a cargo de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, ésta figura autoriza el examen de todo tipo de violaciones a la Constitución
Federal.

La tutela jurídica de esta acción es la protección del ámbito de atribuciones que la Ley
Suprema prevé para los órganos originarios del Estado.

Es el juicio que se promueve ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando se


suscitan conflictos entre:

(Artículo 105, fracción I).

a) La Federación y un Estado o el Distrito Federal;

b) La Federación y un municipio;

c) El Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión; aquél y cualquiera de las Cámaras de


éste o, en su caso, la Comisión Permanente, sean como órganos federales o del Distrito
Federal;

d) Un Estado y otro;

e) Un Estado y el Distrito Federal;

f) El Distrito Federal y un municipio;

g) Dos municipios de diversos Estados;

h) Dos Poderes de un mismo Estado, sobre la constitucionalidad de sus actos o


disposiciones generales;
i) Un Estado y uno de sus municipios, sobre la constitucionalidad de sus actos o
disposiciones generales;

j) Un Estado y un municipio de otro Estado, sobre la constitucionalidad de sus actos o


disposiciones generales; y

k) Dos órganos de gobierno del Distrito Federal, sobre la constitucionalidad de sus actos o
disposiciones generales”.

4.1.4 Facultad de investigar hechos que constituyan violaciones graves de


derechos humanos. (Mecanismo no jurisdiccional)

Al respecto sólo se harán algunos comentarios, ya que este tema se desarrolla en el


módulo de medios o mecanismos de control no jurisdiccional. Anteriormente, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ejercía una facultad para investigar violaciones graves de
garantías individuales. Actualmente (después de la reforma constitucional publicada el 10
de junio de 2011) la Comisión Nacional de Derechos Humanos ejerce con aprobación de
su Consejo Consultivo dicha facultad.

En el desarrollo de este procedimiento se plantea que la Comisión Nacional de los


Derechos Humanos ejerza facultades de autoridad investigadora en los términos que
establezca su Ley, para lo cual podrá, entre otras funciones, ordenar el desahogo de
diligencias; solicitar el auxilio de la fuerza pública; citar a cualquier persona. Esto implica
que la CNDH como órgano constitucional del Estado mexicano, debe tener acceso a toda
la información que le permita desarrollar sus facultades constitucionales en forma plena,
con mayor razón tratándose del ejercicio de esta nueva atribución.

El procedimiento de investigación de violaciones graves a los derechos humanos tiene


entre otros objetivos el esclarecimiento de la verdad, derecho del que son titulares las
personas que habitan en el territorio nacional y como principal obligado el Estado
mexicano. Este derecho no se reduce a tutelar las libertades de expresión y de prensa,
permitiendo que la sociedad acceda a la información en condiciones de transparencia,
sino que implica también la obligación de esclarecer los hechos que importen a la
sociedad.

4.1.5 Medios de impugnación en materia electoral

Los medios de impugnación están previstos en la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, y quienes las aplican son el Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el Instituto Federal Electoral (IFE).

Están legitimados para presentar o interponer los medios de impugnación en contra de


actos, resoluciones o sentencias electorales, según el caso, los siguientes sujetos:

o Partidos políticos (a través de sus representantes legítimos);


o Agrupaciones políticas (a través de sus representantes legítimos);
o Ciudadanos (por su propio derecho)
o Candidatos (por su propio derecho)
o Organizaciones de ciudadanos (a través de sus representantes legítimos);
o Aquellas personas físicas o morales que hubieren sido sancionadas (personas
físicas por su propio derecho y morales, a través de sus representantes o
apoderados legales).
o Servidores públicos del Instituto Federal Electoral.
o Servidores públicos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

El sistema de Medios de Impugnación está integrado por:

o El recurso de revisión, para garantizar la legalidad de los actos y las resoluciones


de la autoridad electoral federal.
o El recurso de apelación, el juicio de inconformidad y el recurso de reconsideración,
para garantizar la constitucionalidad y legalidad de actos y resoluciones de la
autoridad electoral federal.
o El juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano y el
juicio de revisión constitucional electoral, para garantizar la constitucionalidad de
los actos o resoluciones de las autoridades locales en los procesos electorales de
las entidades federativas.
o El juicio para dirimir los conflictos o diferencias laborales entre el IFE y sus
servidores.

Corresponde a los órganos del IFE conocer y resolver el recurso de revisión y al Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación los demás medios de impugnación previstos,
en la forma y términos establecidos en la ley.

5. Acciones colectivas

Se entiende como Acciones Colectivas, aquellas que promueve un representante con


legitimación colectiva, para proteger el derecho que pertenece a un grupo de personas
sujetas a una sentencia que obliga o concede derechos como un todo.

Por lo tanto es indispensable que éstas se encuentren perfectamente identificadas ya sea


como una acción o como una garantía constitucional, tomando como base que el derecho
a la jurisdicción es un derecho subjetivo y como tal, simultáneamente, es una potestad
cuando se ejerce, y una facultad mientras está latente.

En éste contexto, es preciso señalar que la reforma al artículo 17 constitucional que


consta en el decreto expedido el día 13 de julio del año 2011, por él Presidente de la
República mexicana, tuvo como fin primordial, incorporar en nuestro régimen jurídico de
impartición de justicia, la figura procesal de acciones colectivas en manos de ciudadanos,
organizaciones civiles, autoridades públicas y grupos de afectados, para darles
legitimación activa para poder demandar ante los tribunales federales, la tutela de
derechos colectivos o difusos en materias tales como protección al consumidor, al medio
ambiente, a la competencia económica, al patrimonio cultural y urbano y por supuesto a
los derechos humanos., quedando así claramente establecido, que el Congreso de la
Unión expedirá las leyes que regulen las acciones colectivas y que tales leyes
determinarán las materias de aplicación, los procedimientos judiciales y los mecanismos
de reparación del daño, siendo los jueces federales los que conozcan de forma exclusiva
sobre estos procedimientos.

5.1 El litigio de interés público


El litigio de interés público es una estrategia de defensa de los derechos humanos.
Aunque su implementación en los tribunales y discusión en la dogmática aún es nueva en
nuestro país, ha sido un modelo de protección de los derechos muy socorrido en países
como Estados Unidos, Colombia, Argentina y Chile.

Como su nombre nos indica, es un modelo de litigio oponible a aquel dirigido únicamente
a defender intereses particulares, y busca, mediante la defensa de casos límite,
paradigmáticos, colectivos, complejos o controversiales, el reconocimiento y plena tutela
de nuevos o mal garantizados derechos. Es una estrategia que busca cambiar los
sistemas de baja o media protección de los derechos humanos, por sistemas de
reconocimiento y garantía robusta a través de casos, precedentes constitucionales y
presión en los tribunales.

Los partidarios de este modelo de activismo por los derechos humanos ven al Derecho no
como la guardia y conservación del status quo, sino como un mecanismo desde el cual se
pueden generar cambios positivos en la sociedad, la política y también el foro jurídico, que
sean valiosos para avanzar en la agenda de los derechos humanos.

5.2 Protección jurisdiccional de los derechos humanos en estados de excepción

En la reforma del artículo 29 de la Constitución, que consta en el decreto expedido el día


10 de junio del año en curso, se toman en cuenta que el Estado contemporáneo se
enfrenta a retos de enorme dimensión, ya sea por fenómenos naturales (terremotos,
inundaciones), por actividades humanas (contaminación en gran escala, calamidades
generalizadas) o por amenazas a la seguridad del Estado, lo cierto es que el Estado
muchas veces se tiene que emplear a fondo para poder cumplir con sus esenciales
funciones sociales.

Tragedias cercanas a nosotros, como la de los terremotos en Haití y Chile, nos recuerdan
la importancia de contar con los instrumentos necesarios para que el Estado pueda con
celeridad y certeza frente a situaciones que salen de toda normalidad. La Constitución
mexicana regula el tema en su artículo 29 más el texto constitucional debe ser ampliado y
armonizado con la propia realidad mexicana y con el derecho internacional, por ello, los
integrantes de las comisiones dictaminadoras han considerado pertinente avanzar hacia
las reformas de dicho precepto constitucional.

También la reforma elimina la facultad de la Comisión Permanente para aprobar la


suspensión de las garantías, y otorgarle dicha facultad al Congreso de la Unión, que será
el que apruebe la restricción o suspensión del ejercicio de derechos y garantías. Se
consideró que un tema tan delicado y sensible para la preservación del Estado de los
derechos debe significar el más amplio análisis y consenso.

En resumen, se incorpora al decreto en lo que se refiere al artículo 29 constitucional,


además de lo ya señalado, que:

1) La restricción o suspensión del ejercicio de derechos y garantías debe estar fundada y


motivada en los términos establecidos por la Constitución y ser proporcional al peligro a
que se hace frente, observando en todo momento los principios de legalidad,
proclamación, publicidad y no discriminación;
2) En el momento en que se ponga fin a la restricción o suspensión del ejercicio de
derechos y garantías, bien sea por cumplirse el plazo o porque así lo decrete el Congreso,
todas las medidas legales y administrativas adoptadas durante su vigencia quedarán sin
efecto de forma inmediata. El Ejecutivo no podrá hacer observaciones al decreto mediante
el cual el Congreso revoque la restricción o suspensión;

3) La constitucionalidad y la validez de los decretos que expida el Ejecutivo durante la


situación de suspensión, y que estén relacionados con la restricción o suspensión de
derechos y garantías, serán revisados de oficio e inmediatamente por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación.

FUENTES DE INFORMACIÓN

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o Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón (Teoría del Garantismo Penal), ed. Trotta, Madrid.
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o Dictamen de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios
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Primero y reforma diversos artículos de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en materia de derechos humanos.
o Fix.-Zamudio Héctor, La Justicia Constitucional en el ordenamiento jurídico
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o Madrazo Lajous, Alejandro. Del litigio de interés público a la reforma en la
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