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¿QUÉ ES EL JUICIO DE

AMPARO?
El amparo es un medio de control de constitucionalidad que busca garantizar y proteger de
forma efectiva los derechos fundamentales de las personas ante alguna vulneración por
parte de la autoridad y, en algunos casos, por los particulares cuyos actos se equiparen a los
de la autoridad. A continuación, explicamos los alcances de la suspensión provisional en la
protección de los derechos fundamentales.

¿Qué es el juicio de amparo?

El juicio de amparo, previsto en los artículos 103 y 107 de nuestra Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, es uno de los medios de control de constitucionalidad para
la defensa de derechos fundamentales, que protege a las personas físicas o morales frente a
normas generales, actos u omisiones por parte de la autoridad o de particulares, en los casos
establecidos en la Ley de Amparo.

Orígenes del juicio de amparo

La historia del control constitucional en México surgió a partir de la entrada en vigor de la


Constitución de 1836, con la creación de un órgano de control político denominado
“Supremo Poder Conservador”, que tenía como finalidad preservar y conservar el orden
constitucional de cualquier intromisión o invasión por parte de otro órgano de poder.
Por su parte, el control jurisdiccional de nuestra carta magna surgió en la Constitución del
Estado de Yucatán en 1841, a través de la creación de un instrumento de protección de
derechos humanos denominado juicio de amparo, mismo que se eleva al orden federal
hasta el Acta de Reforma de 1847.

Finalmente, la Constitución de 1857 estableció que era competencia de los tribunales


federales conocer del Juicio de Amparo para la defensa de las garantías individuales del
gobernado ante violaciones por parte de cualquier autoridad.
El texto original de nuestra Constitución de 1917, preservó estas disposiciones en materia
de amparo, incorporando las reglas procesales para su tramitación.
Fundamento constitucional del juicio de amparo

De acuerdo con el artículo 103 de nuestra Constitución, los Tribunales de la Federación


resolverán toda controversia que se suscite:

I. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos humanos
reconocidos y las garantías otorgadas para su protección en la Constitución y los Tratados
Internacionales de que México sea parte;

II. Por normas generales o actos de autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía
de los Estados o la autonomía de la Ciudad de México, y

III. Por normas generales o actos de las autoridades de las entidades federativas que
invadan la esfera competencial de la autoridad federal.
De igual forma, nuestro artículo 107 constitucional establece que las controversias de las
que habla el artículo previamente citado, con excepción de aquellas en materia electoral, se
sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria.

Ley de Amparo

Así, la Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 2 de
abril de 2013 y reformada por última vez el 15 de junio de 2018, establece en su artículo
primero que: El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u
omisiones por parte de los poderes públicos o de particulares en los casos señalados en la
presente Ley.

De acuerdo con el artículo quinto de la Ley de Amparo, son partes en el juicio de


amparo:

 El quejoso (o quejosos): el titular de un derecho subjetivo o de un interés legítimo


individual o colectivo, siempre que alegue que la norma, acto u omisión reclamados
violan los derechos previstos en el artículo 1º de la Ley, y con ello se produzca una
afectación real y actual a su esfera jurídica;

 La autoridad responsable: la que dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto


que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria;
u omita el acto que de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas situaciones
jurídicas.
 El tercero interesado: pudiendo tener tal carácter

I. La persona que haya gestionado el acto reclamado o tenga interés jurídico en que
subsista;
II. La contraparte del quejoso;
III. La víctima del delito u ofendido;
IV. El indiciado o procesado, o
V. El Ministerio Público siempre y cuando no tenga el carácter de autoridad
responsable.

 El Ministerio Público Federal: en todos los juicios podrá interponer los recursos
que señala esta Ley.

Finalmente, el artículo 33 de la citada Ley establece que las autoridades competentes


para conocer del juicio de amparo son:

I. La Suprema Corte de Justicia de la Nación;


II. Los Tribunales Colegiados de Circuito;
III. Los Tribunales Unitarios de Circuito;
IV. Los Juzgados de Distrito,
V. Los órganos jurisdiccionales de los poderes judiciales de los Estados y de la Ciudad
de México, en los casos previstos por la Ley.

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