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Los medios de defensa de la Constitución en México, el control de la constitucionalidad y la

convencionalidad
Medios de defensa de la Constitución mexicana
Los medios de control constitucional aluden a los mecanismos jurídicos por los que se garantiza la
preservación de la regularidad constitucional, (medio de defensa de la misma), a través de la salvaguarda
de las normas generales y de los actos de autoridad.
Los medios de control constitucional son:
a). Orden jurisdiccional:
I. Juicio de Amparo: Medio de control constitucional cuyo objeto plantea la resolución de controversias
entre normas generales y actos u omisiones de autoridades que contravengan o vulneren los derechos
humanos o restrinjan la soberanía de los Estados o la Federación y sus esferas de competencias.
Hay dos vías de tramitación del juicio de amparo
1. Amparo Directo: Procede en contra de sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al
juicio.
2. Amparo Indirecto: Procede en contra de normas generales, actos u omisiones cometidos dentro, fuera
o después de concluido un juicio, contra actos u omisiones de autoridades administrativas, contra actos
de autoridad que no tengan el carácter de sentencias definitivas, así como contra actos en el
procedimiento que sean de imposible reparación.
Las partes que intervienen en el juicio de amparo son: Quejoso. Tercero Interesado, Autoridad
Responsable y el Ministerio Público Federal.
II. Acciones de Inconstitucionalidad: Medio de control de la regularidad constitucional, se tramitan ante
la Suprema Corte de Justicia de la Nación a efecto de que el Pleno resuelva sobre la probable
contradicción de una norma general o un Tratado Internacional y la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, este medio se interpone contra normas de nueva creación y el plazo para su
interposición es de 30 días siguientes al de la publicación de la norma general o el Tratado Internacional
que se impugne, si el último día del plazo fuese inhábil conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación, la demanda podrá presentarse el primer día hábil siguiente.
Son sujetos legitimados para iniciar Acción de Inconstitucionalidad:
● El equivalente al 33% de los integrantes de la Cámara de Diputados contra leyes Federales y el
33% de los integrantes de la Cámara de Senadores contra leyes Federales y Tratados
Internacionales;
● El 33% de los integrantes de cualquier legislatura local en contra de las leyes expedidas por la
misma;
● El Ejecutivo Federal por conducto del Consejero Jurídico del Gobierno contra leyes federales y
locales;
● Los Partidos Políticos con registro ante el Instituto Nacional Electoral;
● Los Partidos Políticos con registro en una entidad federativa;
● La Comisión Nacional de los Derechos Humanos cuando se transgredan derechos humanos
establecidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales de los que México sea parte;
● Los organismos de protección de los derechos humanos estatales;
● El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales; y
● El Fiscal General de la República.
III. Controversias Constitucionales: Medio de control de la regularidad constitucional del que conoce el
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tiene por objeto resolver los conflictos
competenciales que surjan entre Poderes y órganos Federales o Estatales, representa el primer medio de
control constitucional.
Son partes en la Controversia Constitucional las entidades federativas, poderes constituidos (legislativo,
ejecutivo y judicial) u órganos, el Presidente de la República será representado por el jefe del
departamento administrativo o por el Consejero Jurídico del Gobierno, asimismo, es parte en la
Controversia Constitucional el Procurador General de la República.
IV. Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales: Medio de control constitucional por
vía de acción, en virtud de que la ley prevé para el ciudadano el derecho de acudir ante órganos
jurisdiccionales para que, mediante una sentencia dictada dentro de un proceso, sea resuelto el litigio que
verse sobre la conculcación de derechos político-electorales y, en su caso, se realice la ejecución forzada
de lo juzgado.
Este juicio debe considerarse procedente, no sólo cuando directamente se hagan valer presuntas
violaciones a cualquiera de los derechos de referencia, sino también “cuando se aduzcan violaciones a
otros derechos fundamentales que se encuentren estrechamente vinculados con el ejercicio de los
mencionados derechos político-electorales, como podrían ser los derechos de petición, de
información, de reunión o de libre expresión y difusión de las ideas, cuya protección sea
indispensable a fin de no hacer nugatorio cualquiera de aquellos derechos político-electorales,
garantizando el derecho constitucional a la impartición de justicia completa y a la tutela judicial efectiva.”
V. Juicio de Revisión Constitucional: Tiene por objeto garantizar que los actos o resoluciones
definitivas que emitan las autoridades competentes de las entidades federativas encargadas de organizar
y calificar los comicios se encuentren apegados a la Constitución, o bien, resolver las controversias que
surjan durante los mismos.
Para que proceda la interposición de este medio de impugnación es requisito, además de que los actos o
resoluciones sean definitivos y firmes, la violación de algún precepto de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y que dicha violación pueda resultar determinante para el desarrollo del
proceso electoral o el resultado final de las elecciones, así como que la reparación solicitada sea material
y jurídicamente posible dentro de los plazos electorales.
La autoridad competente para resolver este tipo de juicio será la Sala Superior del Tribunal Electoral,
como única instancia en la resolución de elecciones de gobernador y Jefe de Gobierno de la Ciudad de
México y las Salas Regionales en el ámbito de su competencia y jurisdicción, como única instancia para
cargos diversos a los anteriores.
Los efectos de las sentencias que emitan para resolver el fondo de los juicios tanto la Sala Superior del
Tribunal Electoral, como sus Salas Regionales, confirmarán el acto o la resolución impugnada, o bien,
podrán modificarla o revocarla, caso en el cual la sentencia deberá establecer lo necesario para
enmendar la violación constitucional que se hubiere cometido.
b). medios de control constitucional no jurisdiccionales:
1. Recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos: La Comisión
Nacional de los Derechos Humanos, define los derechos humanos como “…el conjunto de prerrogativas
sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo
integral de la persona...”
Con fecha 10 de junio de 2011, el Diario Oficial de la Federación publicó la reforma constitucional en
materia de derechos humanos, por la que se deroga la facultad de averiguar las violaciones graves a las
garantías individuales del ámbito de atribuciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se
transfiere a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a través del artículo 102, apartado B, bajo la
denominación de “violaciones graves de derechos humanos”, vigente a la fecha, como medio de control
constitucional con la participación del Senado de la República ante la negativa del servidor público a
cumplir o aceptar las recomendaciones emitidas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha precisado “concepto de violaciones graves a los derechos
humanos”, que la gravedad radica esencialmente en que se presenten las siguientes características:
multiplicidad de violaciones comprendidas dentro del fenómeno delictivo, especial magnitud de las
violaciones en relación a la naturaleza de los derechos afectados y una participación importante
del Estado, al ser los actos cometidos por agentes estatales o con tolerancia o apoyo del Estado.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es la encargada de realizar la investigación
correspondiente y determinar si se trata de una violación grave a los derechos humanos, para lo cual
emitirá un proyecto de recomendación o acuerdo de no responsabilidad en el que se analizarán los
hechos, con la finalidad de determinar si la autoridad violó o no los derechos humanos que sean motivo
de la investigación.
Las recomendaciones señalarán las medidas a seguir, las cuales pueden ser la destitución de los
servidores públicos o la restitución del daño o perjuicio, según sea el caso, estas podrán ser aceptadas o
no por el servidor público, el artículo 46 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
prescribe que las recomendaciones no tendrán el carácter de imperativo para la autoridad o servidor
público a los que se dirija.
2. Juicio Político: Medio de control constitucional cuyo trámite corresponde al Congreso Federal e
involucra un procedimiento formalmente legislativo y materialmente jurisdiccional.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que el Juicio Político conlleva el ejercicio de
una función de carácter jurisdiccional a cargo de un órgano político, sin abordar el fondo de la causa, toda
vez que se avoca exclusivamente a la determinación de si en efecto la conducta del servidor público
redunda en perjuicio de los intereses públicos fundamentales y de su buen despacho.
El Juicio Político tiene por objeto el análisis y la investigación de las conductas de los servidores públicos
cuando en ejercicio de sus funciones incurran en actos u omisiones que vulneren los intereses públicos
fundamentales de la Nación, cuya resolución involucra la destitución del cargo o inhabilitación para
obtener otro, el citado procedimiento solo podrá iniciarse durante el tiempo en que el servidor público
denunciado se encuentre en funciones en desempeño de su cargo o comisión, así como hasta dentro de
un año después de la conclusión de las mismas.
La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos establece que cualquier ciudadano
podrá formular la denuncia correspondiente de manera escrita ante la Cámara de Diputados, la cual
deberá encontrarse sustentada en las pruebas de carácter documental y demás elementos probatorios
que permitan consolidar la presunción de responsabilidad del denunciado, la cual deberá ser presentada
ante la Secretaría General de la Cámara de Diputados y deberá ser ratificada ante la misma dentro de los
tres días naturales siguientes a su presentación, una vez ratificado, la citada Secretaría deberá turnarlo a
las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Justicia para su debida
tramitación.
Concluido el procedimiento correspondiente, las declaraciones emitidas tanto por la Cámara de
Diputados como por la Cámara de Senadores son inatacables, por lo que el efecto de la resolución de
que ha lugar proceder contra el inculpado será separarlo de su encargo y en su caso, la inhabilitación
para desempeñar cargos en el servicio público hasta por veinte años.
Reformas constitucionales del 6 y 10 de junio de 2011.
El 6 de junio de 2011, se publicaron reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
que impactan directamente en la administración de justicia federal, específicamente al juicio de amparo,
institución protectora de los derechos fundamentales, se amplía la procedencia del amparo respecto de
cualquier norma general por violaciones a los derechos humanos plasmados en los tratados
internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, se instituye el amparo adhesivo y los intereses
legítimos individual y colectivos, conceptos en torno a la violación de derechos por omisión de las
autoridades; la declaratoria general de inconstitucionalidad, la creación de los Plenos de Circuito; y una
nueva forma de integrar jurisprudencia “por sustitución.”

El 10 de junio de 2011, se publicaron reformas en íntima relación con el reconocimiento de la


progresividad de los derechos humanos, mediante la expresión clara del principio pro persona como
rector de la interpretación y aplicación de las normas jurídicas, en aquellas que favorezcan y brinden
mayor protección a las personas. La ampliación de los derechos significa la concreción de algunas
cláusulas constitucionales, como la relativa a los migrantes, a la suspensión de garantías, a la obligación
expresa de observar los tratados internacionales firmados por el Estado mexicano, que miran hacia la
justiciabilidad y eficacia de los derechos que tiende al mejoramiento de las condiciones de vida de la
sociedad y al desarrollo de cada persona en lo individual.
Principios constitucionales e internacionales de los Derechos Humanos.
Universalidad. El reconocimiento de la dignidad que tienen todos los miembros de la raza humana sin
distinción de nacionalidad, credo, edad, sexo, preferencias o cualquier otra, por lo que los derechos
humanos se consideran prerrogativas que le corresponden a toda persona por el simple hecho de serlo.
Interdependencia. Consiste en que todos los derechos humanos se encuentran vinculados íntimamente
entre sí, de tal forma, que el respeto y garantía o bien, la transgresión de alguno de ellos, necesariamente
impacta en otros derechos.
Indivisibilidad. Indica que todos los derechos humanos son infragmentables sea cual fuere su
naturaleza. Cada uno de ellos conforma una totalidad, de tal forma que se deben garantizar en esa
integralidad por el Estado, pues todos ellos derivan de la necesaria protección de la dignidad humana.
Progresividad. Establece la obligación del Estado de generar en cada momento histórico una mayor y
mejor protección y garantía de los derechos humanos, de tal forma, que siempre estén en constante
evolución y bajo ninguna justificación en retroceso.
Principio Pro persona. Atiende a la obligación que tiene el Estado de aplicar la norma más amplia
cuando se trate de reconocer los derechos humanos protegidos y, a la par, la norma más restringida
cuando se trate de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos o su suspensión
extraordinaria.
El Principio de Interpretación Conforme refiere que cuando se interpreten las normas constitucionales se
puedan utilizar las normas de derechos humanos contenidas en los tratados internacionales de los que
México sea parte, con el propósito de ofrecer una mayor protección a las personas.
Control de constitucionalidad y control de convencionalidad.
Se hace alusión a los medios para imponer y hacer valer el mandato constitucional y que no se caiga en
el supuesto de tener el texto constitucional como una simple declaración.
La defensa a la Constitución se realiza de 2 formas:
1. Mediante formalismos que deben satisfacerse para reformar la Constitución.
2. Medios procesales que se emplean para el caso de que las autoridades actúen fuera de sus
facultades.
Sistemas de control constitucional.
Conjunto de reglas, principios o procedimientos diseñados con la finalidad de contener el abuso del poder
o su desviación por los órganos estatales.
a). Por órgano político. Se le asigna esta facultad a un órgano que se encuentra por encima de los
poderes constituidos por ejemplo en Francia el Consejo Constitucional y en México en 1836 el Supremo
Poder Conservador.
“La finalidad es anular los actos de los poderes constituidos.”
b). Por órgano jurisdiccional. Se les encomienda a los titulares de los órganos jurisdiccionales “jueces,
magistrados o ministros.”
Órgano jurisdiccional.
1). Difuso o norteamericano
Sin importar el grado, el juzgador puede analizar la constitucionalidad de las leyes, pero únicamente deja
de aplicar la ley si la considera inconstitucional.
2). Concentrado o austriaco.
Solo es realizado por un órgano jurisdiccional con facultades para resolver sobre constitucionalidad, este
órgano jurisdiccional, resolverá la inconstitucionalidad y como consecuencia se dejará de aplicar.
3). Mixto
Se cuenta con órganos que pueden ejercer un control concentrado y difuso.
El control de convencionalidad es el mecanismo que se ejerce para verificar que una ley, reglamento o
acto de las autoridades del Estado, se ajustan a las normas, los principios y obligaciones de la
Convención Americana de Derechos Humanos principalmente, en la que funda la competencia
contenciosa de la Corte IDH.
1. El control concentrado de convencionalidad, que realiza únicamente la Corte Interamericana;
La Corte Interamericana realiza el control concentrado de convencionalidad cuando verifica de forma
subsidiaria que las disposiciones internas, las conductas y los actos de los Estados parte de la
Convención Americana sean acordes y no violenten su contenido.
2. El control difuso de convencionalidad, que realizan los Estados, en el ámbito de sus competencias a
través de todas sus autoridades.
El control concentrado de convencionalidad
Al realizar esta revisión de los actos del Estado, la Corte Interamericana determina, en caso de que los
actos sean contrarios a la Convención Americana, la responsabilidad completa del país en cuestión, no
solamente del órgano directamente responsable. En estos casos, la Corte puede declarar que el acto es
contrario a la convención y solicitar al Estado que lo modifique o lo repare.
La Corte Interamericana hace el control de convencionalidad cuando en sus veredictos descarta normas
locales, incluso constitucionales, opuestas a la Convención, incluso a las normas constitucionales las
descarta en sus veredictos.
El control difuso de convencionalidad.
Los Estados, en el ámbito de sus competencias y dentro de los procedimientos que las leyes les
establecen, deben realizar el control difuso de la convencionalidad, en estos casos los jueces nacionales
deben hacer la misma revisión que haría la Corte, sobre la legislación que aplican o las conductas que
realizan los distintos órganos del Estado para asegurarse que estos no contraríen a la Convención
Americana, fungiendo como una especie de jueces interamericanos de protección de derechos.
Hay dos maneras en las que se puede realizar el control de convencionalidad:
I. El control “concreto” de convencionalidad. Se realiza sobre normas o leyes que ya han sido aplicadas
a casos particulares y en los que se considera existe una violación de derechos por la aplicación de la
norma
II. El control “abstracto” de convencionalidad. Se realiza sobre normas o leyes que aún no han sido
aplicadas a un caso concreto, pero que se considera violan derechos por su simple existencia.
En el control difuso de constitucionalidad, los jueces de un Estado determinan la constitucionalidad de los
actos de los distintos órganos: el control concentrado de constitucionalidad que se realiza en los Estados
constitucionales en donde la última interpretación constitucional la tienen los Tribunales Constitucionales
o las Cortes Supremas y otras altas jurisdicciones.
El control difuso de convencionalidad se realiza por todos los jueces del poder judicial dentro de un
Estado; mientras que el “control concentrado” lo realiza únicamente la Corte IDH, en su calidad de
“intérprete última de la CADH”, cuando no se logra la eficaz tutela de los derechos humanos en el ámbito
interno.
Para realizar de manera correcta el control difuso de convencionalidad, los jueces deberían llevar a cabo
los siguientes pasos:
1.- Partir del principio de constitucionalidad y de convencionalidad de la norma nacional;
2.- Realizar la “interpretación” de la norma nacional conforme a la Constitución y a los parámetros
convencionales;
3.- Optar por la interpretación de la norma más favorable y de mayor efectividad en la tutela de los
derechos y libertades en aplicación del principio pro homine o favor libertatis previsto en el artículo 29 de
la CADH;
4.- Desechar las interpretaciones incompatibles o de menor alcance protector;
5.- Sólo cuando no pudiera lograrse interpretación constitucional y convencional conforme, debería
desaplicar la norma nacional o declarar su invalidez, según la competencia asignada por la Constitución y
las leyes nacionales.

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