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Licenciatura en Derecho

Materia: Derecho Constitucional lll

Tesina: Amparo

Semestre: 5to.

Grupo: 1501

Alumna: Alejandra

Prólogo

La presente tesina pretende informar el procedimiento del amparo y todo lo que


conlleva y presentarla como lo que es, un instrumento para mejorar la
convivencia entre ellos; y también para evitar y protegerlos de los abusos de
poder, ampliando la protección de los derechos. El amparo es el procedimiento
legal que permite reconstruir el tejido social deteriorado por los excesos de
poder y por las disparidades sociales. A través de él podemos reconocernos
como sujetos de derechos, condición básica para exigir su respeto frente a la
autoridad y propiciar el respeto entre unos y otros. El trabajo se plantea desde
la perspectiva de la nueva Ley de Amparo, concebida como una de las
herramientas para la realización de las metas planteadas en la Constitución
desde la reforma en materia de derechos humanos de junio de 2011. A raíz de
esta reforma, el amparo debe ser visto como un derecho y una garantía para la
protección de todos nuestros derechos. El amparo es un derecho pues en
México todas las personas debemos tener acceso a los tribunales si nuestros
derechos son violados. Es, además, una garantía, porque nos protege no sólo
en contra del riesgo de violación de derechos humanos, sino que también
repara las afectaciones que se producen en caso de alguna violación a ellos.
Además de su importancia jurídica, el amparo también tiene una trascendencia
social. Dentro de una democracia, el amparo funciona como reconstructor del
tejido social. La sociedad democrática se va nutriendo y fortaleciendo a través
de la participación de las personas y su relación armoniosa con las
instituciones públicas. Sin embargo, este proceso se ve interrumpido por la
violación de los derechos de las personas. Es por ello que se creó esta breve
obra, que plantea en un lenguaje llano, y por ende, democrático, el
funcionamiento del juicio de amparo desde la visión trazada por la Constitución
reformada. Esperemos que este facsímil logre poner al alcance de todas y
todos, particularmente de los docentes de materias afines de nivel medio
superior, el juicio de amparo, para a través de él lograr fortalecer la sociedad
democrática y equitativa a la que todos y todas aspiramos. Ministro Juan N.
Silva Meza Presidente Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Índice

Caratula ………..
Prologo ………
Indice ………..
Antecedentes …….
Regulación Secundaria. … …
El juicio de amparo como instrumento de beneficio de las personas. ...
Antecedentes

Juicio de Amparo. El Juicio de Amparo tiene su antecedente formal en la Constitución


yucateca de 1841, en la que se incorpora como medio de control jurisdiccional de
protección de la Constitución, se eleva al orden federal hasta el Acta de Reforma de
1847. La Constitución de 1857, estableció como competencia de los tribunales
federales conocer del Juicio de Amparo para la defensa de las garantías individuales
del gobernado ante eventuales violaciones. El texto original de la Constitución de
febrero de 1917 preservó las disposiciones en materia de amparo previstas por la
Constitución de 1857 e incorporó las reglas procesales para su tramitación.1

Ignacio Burgoa Orihuela señala “...el juicio de amparo surgió del ideal de dar a México
una institución eficaz para lograr la tutela del orden constitucional, para garantizar los
derechos del gobernado, frente a las arbitrariedades y los abusos del poder público,
ideal que en su implantación constitucional y legal, no se tradujo de manera alguna
en una burda o disimulada imitación de lo ajeno, sino que, teniendo diversas fuentes
de inspiración y habiéndose sus forjadores percatado de la experiencia extranjera, se
reveló en el establecimiento de un medio jurídico de preservación con modalidades
originales bajo múltiples y variados aspectos que atribuyen a nuestra institución un
carácter nacional”.

Agrega además el citado autor que: “En efecto, el juicio de amparo surgió a la vida
jurídica de México merced al impulso social, canalizado por sus forjadores de proteger
las garantías individuales o los llamados “derechos del hombre”, principalmente, es
decir, la esfera del gobernado contra cualquier acto del poder público que afectase o
amenazase su integridad, y dentro de cuya esfera ocupa un lugar prominente la
libertad humana.
______________________________________________________
1 Oscar Barrera García, Compendio de Amparo, (México: Editorial Porrúa, 2017), 5-7.
En otras palabras, la tutela de las potestades naturales del hombre a través de la
constitución, es decir, su conversión en “derechos del gobernado” oponibles a toda
autoridad estatal y respetables por ella, han sido fenómenos que obedecieron al
acatamiento ineludible de las exigencias inherentes a la naturaleza del ser humano
como persona, o sea como ente psico-físico, dotado de razón y autoteleológico”.

A este respecto es importante señalar también lo expuesto por el insigne Maestro


Ignacio L. Vallarta 2 “Muchas veces se ha dicho que el juicio de amparo es una de las
más liberales y benéficas instituciones consagradas por la Constitución de la
República; pero nunca se ha comprobado debidamente la exactitud de este aserto:
por el contrario, los abusos que se han cometido desnaturalizando este recurso, han
dado motivo á que se le considere como anárquico, y subversivo, á que se le tenga
por bastante eficaz hasta para derrocar al Gobierno más sólidamente establecido.
Mientras que los amigos de esta institución la encomian hasta declarar que “nada hay
más respetable y grandioso que el juicio de amparo, nada más importante que esta
institución en que la Justicia federal, sin el aparato de la fuerza, modestamente, por
medio de un simple auto, armada del poder moral que la Constitución le confiere, en
nombre de la soberanía nacional, hace prevalecer el derecho individual, el derecho
del hombre más oscuro, contra el poder del Gobierno, y lo que es más, contra el poder
mismo de la ley siempre que ésta ó algún acto de aquél vulneren los derechos del
hombre”;8 los que están preocupados con los abusos que en su nombre se han
cometido, han creído que con el pretexto de proteger al individuo en el goce de las
garantías que le otorga la Carta fundamental, se han cometido grandes atentados,
extrañando esto el germen de la más alarmante anarquía, y siendo ello el principal
escollo de la consolidación de las instituciones.

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2 Ignacio L. Vallarta, Obras V El Juicio de Amparo. Editorial Porrúa, México 1980. Pág. 1.

El Juicio de Amparo es un medio de control constitucional cuyo objeto plantea la


resolución de controversias entre normas generales y actos u omisiones de
autoridades que contravengan o vulneren los derechos humanos o restrinjan la
soberanía de los Estados o la Federación y sus esferas de competencias.3

El amparo es un sistema de defensa de la Constitución y de los derechos humanos


de tipo jurisdiccional que se tramita en forma de juicio ante el Poder Judicial Federal,
cuya finalidad es declarar la nulidad del acto que se reclama y la reposición del
quejoso en el goce del derecho vulnerado.4

Continúa manifestando el citado autor “El Juicio de Amparo es guardián del derecho
y de la Constitución. La finalidad del juicio es precisamente esa: hacer respetar los
imperativos constitucionales en beneficio del gobernado”.
En este orden de ideas, el instrumento ideado en nuestro país para obligar a que las
autoridades actúen dentro del cauce de normas jurídicas, lo constituye el Juicio de
Amparo, juicio al cual pueden recurrir los particulares que sienten que determinados
actos de autoridad afecten sus derechos que les otorga, tanto la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, como los diversos ordenamientos legales que de
ella emanen.

Como antecedente de suma importancia para la implantación del juicio de amparo en


México, debe señalarse también a Don Mariano Otero, por haber agregado al
proyecto de Don Manuel Crescencio Rejón, lo que se conoció como la “Fórmula
Otero”, o “Principio de Relatividad de la Sentencia”, que consistía en que la sentencia
que se dictara dentro del juicio de amparo, sólo y únicamente debía referirse y
amparar a la persona que haya promovido el juicio de amparo, sin hacer una
referencia de tipo general respecto del acto reclamado por el quejoso.

______________________________________________________
3 Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, (México: 2013), artículo 1, http://www.diputados.gob.mx/ LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf
(consultado 4 de junio de 2018).
4 Ignacio Burgoa, El Juicio de Amparo, (México: Editorial Porrúa,1999), 177.

Regulación Secundaria.
La nueva regulación secundaria en materia de amparo, publicada en abril de 2013, 5
abrogó la Ley de Amparo, Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 10 de enero de 1936 y dispuso entre otros aspectos, la protección de
los derechos humanos, incorporó el concepto de interés legítimo y extendió los
efectos generales del amparo para el caso de la Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, con excepción de lo relativo a normas tributarias. Preservó los
principios rectores respecto de instancia de parte agraviada, así como el de defi
nitividad por el que el quejoso deberá agotar previamente todos los recursos
ordinarios previstos en la ley, el de estricto derecho y de suplencia de la queja, a partir
de los cuales la autoridad que conozca del juicio deberá suplir la defi ciencia de los
conceptos de violación o agravios, la relatividad de la sentencia, conocida también
como “Fórmula Otero”, aunque con algunas adecuaciones, como se desprende del
mecanismo denominado Declaratoria General de Inconstitucionalidad. La tramitación
del Juicio de Amparo se ejercita tomando en consideración la naturaleza del acto que
se pretende reclamar.

LEY DE AMPARO, REGLAMENTARIA DE LOS ARTÍCULOS 103 Y 107 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE


LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Artículo 1o. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se suscite:
I. Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los derechos humanos reconocidos y
las garantías otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así
como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;
II. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía
de los Estados o la esfera de competencias del Distrito Federal, siempre y cuando se violen los derechos
humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; y
III. Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal, que
invadan la esfera de competencia de la autoridad federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos
reconocidos y las garantías otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u omisiones por parte de los poderes
públicos o de particulares en los casos señalados en la presente Ley.
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5 Decreto por el que se expide la Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación, de la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, de la Ley
Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley Orgánica de la Procuraduría General
de la República, (México: 2013), http://www.dof.gob.mx/nota_detalle. php?codigo=5294184&fecha=02/04/2013
(consultado el 4 de junio de 2018).

El juicio de amparo como instrumento de beneficio de las personas.


El surgimiento del juicio de amparo, de su finalidad como un adecuado instrumento
en beneficio de las personas, debe hacerse una retrospectiva hacia la libertad del
hombre; libertad que va íntimamente ligada con los fines y objetivos de cada persona,
fines tanto en lo individual como visto en su relación con los demás, por ello, la
relación de la persona con sus semejantes constituye la piedra angular de su
resistencia y de supervivencia de toda la humanidad, en donde, finalmente debe
prevalecer el interés de los demás sobre el interés individual.

Desde luego, debe tenerse presente que el hacer individual y la esfera de los demás
se encuentra protegida y regulada por normas jurídicas, por el derecho, entendido
éste, como regulador de la conducta de los individuos, y por ello como aspecto
esencial para la convivencia de las personas. Así, salta a la vista que de ese derecho
contenido en distintos tipos de normas, resalta por su importancia el derecho del que
se ocupa la Constitución Política de un país, que debe ser considerado como el
ordenamiento legal máximo 6 que viene a ser el primero y principal ordenamiento
legal que rige la actividad de las personas en colectividad; así como la de las distintas
autoridades que forman parte de los diversos órganos de gobierno, cuyo surgimiento
obedece a la necesidad de que exista un órgano con autoridad hacia las personas 7,
que las obligue en su caso, al cumplimiento de las diversas normas jurídicas
imperantes en esa colectividad.

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6 Por encima de la Constitución de un país, no debe existir ningún ordenamiento legal; por debajo todos.
7 Pero esa autoridad debe encontrarse regulada y sometida a la propia Constitución y demás ordenamientos
legales que de ella emanen.

La ley de la materia prevé dos vías: Amparo Directo, 8 el cual procede en contra de
sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio y el Amparo
Indirecto, que procede en contra de normas generales, actos u omisiones cometidos
dentro, fuera o después de concluido un juicio, contra actos u omisiones de
autoridades administrativas, contra actos de autoridad que no tengan el carácter de
sentencias definitivas, así como contra actos en el procedimiento que sean de
imposible reparación, entre otros.9

En el caso del Amparo Indirecto en contra de normas generales, el Congreso General


es autoridad responsable en su carácter de órgano emisor de la norma, como parte
en el juicio adquiere los derechos y obligaciones previstos por la ley de la materia, de
ahí que corresponda a ambas Cámaras rendir el informe correlativo en el que se
justifica la razón de la constitucionalidad que se aduce. El plazo para hacer valer este
amparo es de 30 días, mismo que se contará por días hábiles y comenzarán a correr
a partir del día siguiente en que surta sus efectos la notificación.
Continúa manifestando el citado autor “El Juicio de Amparo es guardián del derecho
y de la Constitución. La finalidad del juicio es precisamente esa: hacer respetar los
imperativos constitucionales en beneficio del gobernado”.

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Procuraduría General de la República, (México: 2013), http://www.dof.gob.mx/nota_detalle. php? código =
5294184 & fecha=02/04/2013 (consultado el 4 de junio de 2018).
8 Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, (México: 2013), artículo 170, http://www.diputados.gob.mx/ LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf
(consultado 4 de junio de 2018).
9 Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, (México: 2013), artículo 107, http://www.diputados.gob.mx/ LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf
(consultado 4 de junio de 2018).

La sentencia de Amparo Indirecto que declare la inconstitucionalidad de una norma


general conlleva la inaplicación de la norma únicamente respecto del quejoso, es
decir, resulta aplicable solo a quien ha promovido dicha demanda. 10 Otra de las
causas que cobra particular interés en el ámbito legislativo por la que procede el Juicio
de Amparo Indirecto es la denominada omisión legislativa, en torno a esta hipótesis,
la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido Tesis Aislada en la que expone
que: “… el juicio de amparo es procedente cuando se trate de una omisión legislativa
o reglamentaria, porque en ese supuesto no se pretende satisfacer un interés
particular, sino uno legítimo para el cumplimiento de un mandato legal ya existente.”
11 En este caso, si el Órgano Jurisdiccional Federal resuelve conceder el amparo al
quejoso, el órgano legislativo en su calidad de autoridad responsable deberá atender
lo relativo a la expedición de la norma. La sentencia que concede el amparo conlleva
el efecto de restituir al quejoso en el pleno goce del derecho violentado, regresando
las cosas al estado que guardaban antes de dicha violación y en su caso, obligar a la
autoridad responsable a respetar el derecho del que se trate.
Su cumplimiento debe ser puntual dentro del plazo de tres días hábiles, de no hacerlo
así y sin que medie causa justificada, la autoridad responsable podrá ser sancionada
con multa y se dará trámite al incidente de inejecución de sentencia, el cual tiene
como efecto la separación del cargo y consignación ante la autoridad competente.

El plazo para dar cumplimiento a la sentencia se podrá ampliar según la dificultad que
guarde su cumplimiento, en casos urgentes y notorio perjuicio para el quejoso se
puede ordenar su cumplimiento inmediato.

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10 Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, (México: 2013), artículo 78, http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf (consultado 4 de junio de 2018).
11 OMISIÓN LEGISLATIVA O REGLAMENTARIA. HIPÓTESIS EN QUE ES PROCEDENTE EL
AMPARO INDIRECTO .(México:2016),
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2012/2012767. pdf (consultado el 4 de junio de 2018).

El Juicio de amparo representa el medio de control constitucional por excelencia a


disposición de los gobernados, a fin de reivindicar las eventuales vulneraciones a los
derechos humanos. A partir de la expedición de la Ley de Amparo de 2013, el
gobernado cuenta con mayores elementos para la defensa de los mismos, asimismo
se incorporó la fi gura de interés legítimo y se dota de efectos generales a las
sentencias de inconstitucionalidad de una norma general por parte de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, tutelan de esta manera los derechos de los mexicanos.

AMPARO: Se interpone por cualquier persona como consecuencia de leyes


inconstitucionales o actos u omisiones de la autoridad (acto reclamado).
Conoce: El juez de distrito, el tribunal unitario de apelación, los Tribunales Colegiados
de Circuito, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en asunto Electorales los
Tribunales Electorales.
El término para interponer varía pero el general es de 15 días hábiles.

¿Qué funciones tiene el juicio de amparo?


El juicio de amparo es el principal instrumento de defensa de los derechos del
individuo contra los actos de la autoridad ante los sistemas jurídicos, así como normas
que vulneran los derechos humanos reconocidos en la constitución o tratados
internacionales en los que el estado participe, lo cual significa que es una garantía
para todo ciudadano. Función protectora y de control Constitucional.
El artículo 94 de nuestra Constitución párrafo Xl
Los juicios de amparo, las controversias constitucionales y las acciones de
inconstitucionalidad se substanciarán y resolverán de manera prioritaria cuando
alguna de las Cámaras del Congreso, a través de su presidente, o el Ejecutivo
Federal, por conducto del consejero jurídico del gobierno, justifique la urgencia
atendiendo al interés social o al orden público, en los términos de lo dispuesto por las
leyes reglamentarias. 12

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12 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

¿Qué tipo de controversias se resuelven mediante el amparo?


El amparo es un medio universal de solución de conflictos de orden constitucional
entre el gobernado y la autoridad pública, que permite resolver dos tipos de
controversias:
°Aquellas en las cuales el acto de autoridad no ha sido materia de enjuiciamiento
y por tanto no se trata de una sentencia definitiva, laudo o resolución que ponga fin a
un juicio.
°Aquellas en las cuales ese acto ya ha sido materia de enjuiciamiento y por tanto
estamos en presencia del combate de una sentencia definitiva, laudo o resolución que
ponga fin al juicio.

¿Qué nombres tienen los métodos para resolver las controversias a


que se refiere la respuesta inmediata anterior?
En el primer caso (cuando el acto no ha sido materia de enjuiciamiento) el método
recibe el nombre de amparo indirecto. En el segundo caso (si el acto ya ha sido
materia de enjuiciamiento) se le denomina amparo directo.
Los amparos fueron, por regla general, y sin distinción del tipo de actos materia de
controversia, de dos instancias: una seguida ante un juez de Distrito y otra , en
revisión, ante la Suprema Corte de Justicia y así se dijo que si el amparo se pedía en
contra de una sentencia definitiva, se interpondría directamente ante la Suprema
Corte de Justicia (de ahí la denominación de amparo directo); en cambio , en el resto
de los casos se haría valer primero ante el juez de Distrito y en instancia de revisión
ante la Suprema Corte (es decir, que ésta conocería de manera indirecta). 13

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13 Curso General de Amparo Humberto Enrique Ruiz Torres

Medios de impugnación
Pueden ser incidentes impugnativos, recursos y procesos impugnativos

El Ministerio Público Federal dentro del juicio de amparo, es el encargado de


velar por la protección del interés público.

¿Contra qué procede el amparo indirecto?


LEY DE AMPARO, REGLAMENTARIA DE LOS ARTÍCULOS 103 Y 107 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Artículo 170. El juicio de amparo directo procede:
I. Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
dictadas por tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo, ya sea
que la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el procedimiento,
afecte las defensas del quejoso trascendiendo al resultado del fallo.
Se entenderá por sentencias definitivas o laudos, los que decidan el juicio en lo
principal; por resoluciones que pongan fin al juicio, las que sin decidirlo en lo
principal lo den por concluido. En materia penal, las sentencias condenatorias,
absolutorias y de sobreseimiento, podrán ser impugnadas por la víctima u ofendido
del delito.
Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los recursos
ordinarios que se establezcan en la ley de la materia, por virtud de los cuales
aquellas sentencias definitivas o laudos y resoluciones puedan ser modificados o
revocados, salvo el caso en que la ley permita la renuncia de los recursos.
Cuando dentro del juicio surjan cuestiones sobre constitucionalidad de normas
generales que sean de reparación posible por no afectar derechos sustantivos ni
constituir violaciones procesales relevantes, sólo podrán hacerse valer en el
amparo directo que proceda contra la resolución definitiva.
Para efectos de esta Ley, el juicio se inicia con la presentación de la demanda. En
materia penal el proceso comienza con la audiencia inicial ante el Juez de control;
II. Contra sentencias definitivas y resoluciones que pongan fin al juicio dictadas
por tribunales de lo contencioso administrativo cuando éstas sean favorables al
quejoso, para el único efecto de hacer valer conceptos de violación en contra de
las normas generales aplicadas.
En estos casos, el juicio se tramitará únicamente si la autoridad interpone y se
admite el recurso de revisión en materia contencioso administrativa previsto por el
artículo 104 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El
tribunal colegiado de circuito resolverá primero lo relativo al recurso de revisión
contencioso administrativa, y únicamente en el caso de que éste sea considerado
procedente y fundado, se avocará al estudio de las cuestiones de
constitucionalidad planteadas en el juicio de amparo.

ACTO RECLAMADO. “…consiste en un hecho voluntario e intencional,


positivo (decisión, ejecución o ambas) o negativo (abstención u omisión)
que implica una afectación de situaciones jurídicas abstractas (ley) o que
constituye un acto concreto de efectos particulares (acto stricto sensu),
imputable a un órgano del Estado e impuesto al gobernado de manera
imperativa, unilateral y coercitiva…”1

ACTOS DE MOLESTIA. “…restringen de manera provisional o preventiva


un derecho con el objeto de proteger determinados bienes jurídicos,
[…]siempre y cuando preceda mandamiento escrito girado por una
autoridad con competencia legal para ello, en donde ésta funde y motive
la causa legal del procedimiento.”2 “La emisión de todo acto de molestia
precisa de la concurrencia indispensable de tres requisitos mínimos, a
saber: 1) que se exprese por escrito y contenga la firma original o
autógrafa del respectivo funcionario; 2) que provenga de autoridad
competente; y, 3) que en los documentos escritos en los que se exprese,
se funde y motive la causa legal del procedimiento.”3

AMPARO DIRECTO. “…es el medio procesal idóneo para reclamar la


constitucionalidad de una sentencia definitiva o las resoluciones que
ponen fin al juicio…”4“…procede contra sentencias definitivas, laudos o
resoluciones que pongan fin al juicio; y que el quejoso puede impugnar,
vía conceptos de violación, la inconstitucionalidad de leyes, tratados
internacionales o reglamentos que hubieren aplicado en su perjuicio en
el trámite del procedimiento del juicio natural o en la sentencia, laudo o
resolución reclamados…”

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1 Amparo en revisión 537/2003. Caminos y Pavimentos del Sur, S.A. de C.V. 25 de noviembre de 2003.
Unanimidad de votos. Ponente: Rosalba Becerril Velázquez. Derivado de este asunto véase Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXI, febrero de 2005, p. 1620, tesis: I.13º.A.29
K; IUS: 179407.
2 Amparo en revisión 576/95. Tomás Iruegas Buentello y otra. 30 de octubre de 1995. Mayoría de
nueve votos. Ponente: Ministro Juventino V. Castro y Castro. Derivado de este asunto véase
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. IV, julio de 1996, p. 5, P./J. 40/96;
IUS: 200080.
3 Amparo directo 10303/2002. Pemex Exploración y Producción. 22 de agosto de 2002. Unanimidad
de votos. Ponente: Armando Cortés Galván. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XVII, abril de 2003, p. 1050, tesis aislada I.3o.C.52K; IUS:
184546.
4 Contradicción de tesis 229/2011. Entre las sustentadas por el Primer y el Cuarto Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 7 de diciembre de 2011. La votación se dividió
en dos partes: mayoría de cuatro votos por lo que hace a la competencia. Disidente: José Ramón
Cossío Díaz. Mayoría de cuatro votos en cuanto al fondo. Disidente: Ministro Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Ponente: Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Derivado de este asunto véase Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro VIII, mayo de 2012, t. 1, p.1084, tesis
1ª./J.21/2012 (10ª.); IUS: 2000942.
5 Amparo directo en revisión 105/2012. Inmobiliaria Paradiso, S.A. de C.V. 22 de febrero de 2012.
Cinco votos. Ponente: Ministro José Ramón Cossío Díaz. Derivado de este asunto véase Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro VIII, mayo de 2012, t. 1, p. 1099, tesis 1ª.
XC/2012 (10a.); IUS: 2000808.

AMPARO INDIRECTO. “…procede contra actos en el juicio cuya


ejecución sea de imposible reparación[…] en contra de actos dictados por
tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, después de concluido
el juicio, siempre que no se dicten en ejecución de sentencia[…] contra
actos dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo en
ejecución de sentencia, sólo contra la última resolución dictada en el
procedimiento respectivo, con la posibilidad de reclamar en la misma
demanda las demás violaciones cometidas durante ese procedimiento,
que hubieren dejado sin defensa al quejoso y, tratándose de remates,
contra la resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben…”6
excepcionalmente contra actos dictados en el procedimiento relativo,
cuando afecten de manera directa derechos sustantivos del
promovente.7

¿Contra qué procede amparo directo?


LEY DE AMPARO, REGLAMENTARIA DE LOS ARTÍCULOS 103 Y 107 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Artículo 170. El juicio de amparo directo procede:


I. Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
dictadas por tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo, ya sea que
la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el procedimiento, afecte las
defensas del quejoso trascendiendo al resultado del fallo.
Se entenderá por sentencias definitivas o laudos, los que decidan el juicio en lo
principal; por resoluciones que pongan fin al juicio, las que sin decidirlo en lo principal
lo den por concluido. En materia penal, las sentencias condenatorias, absolutorias y
de sobreseimiento, podrán ser impugnadas por la víctima u ofendido del delito.
Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los recursos ordinarios
que se establezcan en la ley de la materia, por virtud de los cuales aquellas sentencias
definitivas o laudos y resoluciones puedan ser modificados o revocados, salvo el caso
en que la ley permita la renuncia de los recursos.
Cuando dentro del juicio surjan cuestiones sobre constitucionalidad de normas
generales que sean de reparación posible por no afectar derechos sustantivos ni
constituir violaciones procesales relevantes, sólo podrán hacerse valer en el amparo
directo que proceda contra la resolución definitiva.
Para efectos de esta Ley, el juicio se inicia con la presentación de la demanda. En
materia penal el proceso comienza con la audiencia inicial ante el Juez de control;
II. Contra sentencias definitivas y resoluciones que pongan fin al juicio dictadas por
tribunales de lo contencioso administrativo cuando éstas sean favorables al quejoso,
para el único efecto de hacer valer conceptos de violación en contra de las normas
generales aplicadas.
En estos casos, el juicio se tramitará únicamente si la autoridad interpone y se admite
el recurso de revisión en materia contencioso administrativa previsto por el artículo
104 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El tribunal colegiado
de circuito resolverá primero lo relativo al recurso de revisión contencioso
administrativa, y únicamente en el caso de que éste sea considerado procedente y
fundado, se avocará al estudio de las cuestiones de constitucionalidad planteadas en
el juicio de amparo.

AUTORIDAD RESPONSABLE. “[…] la que dicta, ordena, ejecuta o trata


de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en
forma unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse crearía,
modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas.”8 “…no sólo es
autoridad responsable aquella que se encuentra constituida con ese
carácter conforme a la ley, sino también la que dispone de la fuerza
pública en virtud de circunstancias legales o de hecho y que por lo mismo
esté en la posibilidad formal o material de obrar como individuo que ejerza
actos públicos, dictando resoluciones obligatorias para los gobernados,
cuyo cumplimiento pueda ser exigible mediante el uso directo o indirecto
de la fuerza pública, o bien a través de otras autoridades.”9
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. “…deb[e]n tenerse como conceptos de
violación todos los razonamientos que, con tal contenido, aparezcan en
la demanda, aunque no estén en el capítulo relativo y aunque no guarden
un apego estricto a la forma lógica del silogismo, sino que será suficiente
que en alguna parte del escrito se exprese con claridad la causa de pedir,
señalándose cuál es la lesión o agravio que el quejoso estima le causa el
acto, resolución o ley impugnada y los motivos que originaron ese
agravio, para que el Juez de amparo deba estudiarlo.”10

__________________________________________________________________
9 Amparo en revisión 404/2007. Santiago Oliberio Quiroz Briceño. 17 de enero de 2008. Unanimidad
de votos. Ponente: Jesús Rafael Aragón. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXVII, abril de 2008, p. 2311, tesis: XXI.2. P.A.72 A; IUS:
169959.
10 Amparo directo en revisión 3178/98. Jorge Spínola Flores Alatorre. 25 de abril de 2000. Unanimidad
de nueve votos. Ausentes: Ministros Humberto Román Palacios y Juan N. Silva Meza. Ponente:
Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XII, agosto de 2000, p. 38, tesis P./J. 68/2000; IUS: 191384.
IMPROCEDENCIA DEL AMPARO. “…la improcedencia del amparo se
traduce en la actualización de alguna circunstancia de hecho o de
derecho que impide que se resuelva el fondo de la cuestión controvertida
en el juicio. En este tenor, la improcedencia del amparo es la institución
jurídica procesal en la que al actualizarse ciertas circunstancias previstas
en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la Ley
de Amparo o en la jurisprudencia, el órgano jurisdiccional se ve impedido
para analizar y resolver el fondo de la controversia. Así, implica la
inexistencia de los presupuestos procesales necesarios para que el juicio
sea admitido o, en su caso, sustanciado, pues la causa de improcedencia
puede tenerse por acreditada desde el momento en que se presenta la
demanda de amparo, lo que generará que la demanda sea desechada; o
bien, después de admitida la demanda, supuesto éste que tendrá como
consecuencia que se sobresea en el juicio.”11

INFORME JUSTIFICADO. “Es el escrito por medio del cual la autoridad


responsable da respuesta a la demanda de amparo instaurada por el
quejoso y defiende su actuación. En él la autoridad afirma o niega la
existencia de los actos que se le atribuyen, así como a los hechos que
constituyen sus antecedentes; contesta los argumentos del promovente
del amparo; expone las razones y fundamentos legales que estima
conducentes para sostener la constitucionalidad y/o legalidad del acto
reclamado y, en su caso, hace valer causales de improcedencia, motivos
de sobreseimiento e incluso, la incompetencia del Juez para conocer el
asunto”.12
INTERÉS JURÍDICO. “…el interés jurídico corresponde al derecho
subjetivo, entendiendo como tal la facultad o potestad de exigencia, cuya
institución consigna la norma objetiva del derecho, y supone la conjunción
de dos elementos inseparables:
a) una facultad de exigir y
b) una obligación correlativa traducida en el deber jurídico de cumplir
dicha exigencia. De tal manera que tendrá legitimación sólo quien tenga
interés jurídico y no cuando se tenga una mera facultad o potestad, o se
tenga un interés simple, es decir, cuando la norma jurídica objetiva no
establezca a favor del individuo alguna facultad de exigir.”13

______________________________________________________
11 Suprema Corte de Justicia de la Nación, Manual del justiciable en materia de amparo, México,
Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2010, pp. 83-84.
12 Ibid, p. 144.
13 Contradicción de tesis 69/2002-SS, entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo,
Cuarto y Décimo Tercero, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 15 de noviembre de
2002. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano.

INTERÉS LEGÍTIMO. “…la doctrina concibe al interés legítimo como una


institución mediante la cual se faculta a todas aquellas personas que, sin
ser titulares del derecho lesionado por un acto de autoridad, es decir, sin
ser titulares de un derecho subjetivo, tienen, sin embargo, un interés en
que la violación del derecho o libertad sea reparado. En otras palabras,
implica el reconocimiento de la legitimación del gobernado cuyo sustento
no se encuentra en un derecho subjetivo otorgado por la normatividad,
sino en un interés cualificado que de hecho pueda tener respecto de la
legalidad de determinados actos de autoridad.

[…]el interés legítimo es aquél que tienen aquellas personas que, por la
situación objetiva en que se encuentran, por una circunstancia de
carácter personal o por ser los destinatarios de una norma, son titulares
de un interés propio, distinto del de los demás individuos y tendente a que
los poderes públicos actúen de acuerdo con el ordenamiento jurídico
cuando, con motivo de la persecución de sus propios fines generales,
incidan en el ámbito de su interés propio, aunque la actuación de que se
trate no les ocasione, en concreto, un beneficio o servicio inmediato.”14

JUICIO DE AMPARO. “…es un medio de control constitucional cuyo


objeto es reparar las violaciones de garantías que un determinado acto
de autoridad genera sobre la esfera jurídica del gobernado que lo
promueva, con el fin de restituirlo en el pleno goce de sus derechos
fundamentales que le hayan sido violados, el legislador ordinario ha
establecido como principio que rige su procedencia la circunstancia de
que el fallo protector que en su caso llegare a emitirse pueda concretarse
y trascender a la esfera jurídica del gobernado que lo haya
promovido…”15
“…no es un medio de defensa ordinario, sino un medio de control
constitucional que conforme a su naturaleza tiene el carácter de
extraordinario, como se desprende de los artículos 103 y 107
constitucionales que lo regulan, por lo que procede únicamente respecto
de aquellos actos contra los cuales la ley secundaria no concede recurso
alguno, por virtud del cual puedan repararse los perjuicios que dichos
actos ocasionan al particular.”16

__________________________________________________________________
14 Loc. cit.
15 Amparo directo en revisión 3044/98. Eduardo Cuauhtémoc Siller Leyva y otros. 12 de mayo de
2000. Cinco votos. Ponente: Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Derivado de este asunto véase
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXIV, diciembre de 2006, p. 189,
tesis 2ª./J.181/2006; IUS: 173858. 16 Contradicción de tesis 36/2006-SS, entre las sustentadas por el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito y el Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito. 7 de abril de 2006. Cinco votos. Ponente: Ministra Margarita Beatriz Luna
Ramos. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, t. XXIII, mayo de 2006, p. 325, tesis 2ª./J.61/2006; IUS: 175015.

Declaratoria General de Inconstitucionalidad

En el caso de resolución desfavorable en el Amparo Indirecto, el quejoso


podrá acudir al Amparo en Revisión, cuyo impacto, dados los efectos
generales que se desprenden de la eventual Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, resultan de la mayor importancia en el ámbito de
atribuciones del legislador ordinario para la actualización normativa que
corresponda. En los casos en los que los Órganos Jurisdiccionales
Federales competentes resuelvan la inconstitucionalidad de una norma
general en dos ocasiones consecutivas, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación lo informará a la autoridad emisora de la norma, lo que
representa la posibilidad a cargo del legislador para la actualización
normativa de los preceptos impugnados. Ahora bien, si se establece una
jurisprudencia por reiteración del pleno de la Suprema Corte de Justicia,
esto es, si se sustenta el mismo criterio en cinco sentencias no
interrumpidas por una en contrario, determinándose la
inconstitucionalidad de la misma norma general, la Suprema Corte de
Justicia de la Nación lo notificará al Congreso de la Unión, el cual contará
con un plazo de 90 días naturales, los cuales se computarán dentro de
los días útiles de los períodos ordinarios de sesiones, a efecto de que se
resuelva el problema de inconstitucionalidad de dicha norma.
_________________________________________________________________________________
____
9 Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, (México: 2013), artículo 192, http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf (consultado 4 de junio de 2018).

Si transcurrido este plazo no se reforma, adiciona o la norma declarada


inconstitucional, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
emitirá la Declaratoria General de Inconstitucionalidad siempre y cuando
esta hubiese sido aprobada por una mayoría de al menos ocho votos.10

La Declaratoria General de Inconstitucionalidad será obligatoria, tendrá


efectos generales y deberá establecer, cuando menos, su fecha de
entrada en vigor y el alcance y condiciones en que se declara la
inconstitucionalidad de la norma. Cabe señalar que, en el supuesto de
que el poder legislativo no reforme o derogue la norma objeto de la
Declaratoria General de Inconstitucionalidad, no obstante la Suprema
Corte de Justicia de la Unión emitiese la declaratoria respectiva, existe la
posibilidad de que la norma sea aplicada por una autoridad, en cuyo caso,
el afectado puede denunciar dicho acto de autoridad por incumplimiento
de la Declaratoria General de Inconstitucionalidad, con el efecto, en caso
de ser procedente, de que el órgano jurisdiccional federal ordene a la
autoridad aplicadora que deje sin efectos el acto denunciado. 11 Emitida
la Declaratoria General de Inconstitucionalidad se deberá remitir al Diario
Ofi cial de la Federación y, en su caso, al órgano ofi cial en el que se
hubiera publicado la norma declarada como inconstitucional para que
dentro del plazo de siete días hábiles se publique.12

______________________________________________________
10 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, (México: 1917), artículo 107 fracción II,
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/cpeum/CPEUM_orig_05feb1917. pdf (consultado el 4 de
junio de 2018). 11 Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, (México: 2013), artículo 210 http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf (consultado 4 de junio de 2018). 12 Ley de Amparo, Reglamentaria
de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, (México: 2013),
artículo 235, http://www.diputados.gob.mx/ LeyesBiblio/pdf/LAmp_190118.pdf (consultado 4 de junio
de 2018).
La Declaratoria General de Inconstitucionalidad es el
pronunciamiento sobre la inconstitucionalidad de una norma general
que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Permite al
órgano emisor de la norma a partir de que es notificado de la
existencia de dos sentencias en un mismo sentido sobre la
inconstitucionalidad de una norma general, dar seguimiento y
analizar el asunto a fin de que, concretadas cinco resoluciones en el
mismo sentido, dar trámite al proceso legislativo en el plazo de los
noventa días que la ley establece para subsanar lo conducente, en
el entendido de que en caso de existir una omisión legislativa, la
Suprema Corte de Justicia emitirá la Declaratoria General de
Inconstitucionalidad respectiva con el carácter de obligatoria y con
efectos generales. En ese tenor, la Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, constituye un medio de control constitucional
que dota a las personas de certeza jurídica en la aplicación de las
normas generales.

PRINCIPIO DE INSTANCIA DE PARTE: Señala que el juicio de amparo sólo puede


iniciar mediante el ejercicio de la acción, como su nombre lo indica, a petición de
parte; excluye la posibilidad de que el amparo inicie su curso de forma oficiosa. El
principio de instancia de parte encuentra su fundamento en el artículo 107 fracción l,
constitucional, que dispone: “El juicio se seguirá siempre a instancia de parte [...]”.
Disposición que se encuentra implícita en el artículo 4°. de la Ley de Amparo, que
categóricamente señala que el juicio de amparo únicamente puede promoverse por
la parte a quien perjudique el acto o ley, el tratado internacional, el reglamento o
cualquier otro acto que se reclame. Dicho principio no tiene excepciones, es decir, el
amparo no puede, en ningún caso, iniciar oficiosamente.
El principio de instancia de parte incluye, para quien ha promovido el juicio de amparo,
en aquellos casos en que el acto reclamado sea del orden civil o administrativo, la
carga de impulsar el procedimiento, ya que no basta con la petición inicial de amparo,
plasmada en la demanda, sino que es necesario que lo impulse periódicamente para
que no se produzca un lapso de inactividad procesal que sea causa de
sobreseimiento. La carga procesal que tiene el quejoso de impulsar el procedimiento
es considerada, por algunos autores, como un principio independiente, llamado
principio de prosecución judicial.

______________________________________________________
1 En la doctrina se encuentran distintas clasificaciones para los principios del juicio de amparo. Así, el
ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, en su obra Introducción al amparo mexicano, clasifica los
principios constitucionales en los siguientes: el carácter jurisdiccional de la protección de las garantías
individuales, la procedencia del juicio de amparo contra actos de autoridad, la procedencia del amparo
contra todo tipo de autoridades, el carácter eminentemente individualista del juicio de amparo, el juicio
de amparo no es un sistema integral de defensa de la constitución, el juicio de amparo es un sistema
de defensa de la Constitución por la vía de acción, y el amparo como un medio extraordinario de
defensa. Gudiño Pelayo, José de Jesús. Introducción al amparo mexicano, México , Noriega- ITESI,
1999.

Como se sabe, el amparo protege los derechos fundamentales, de lo que


se sigue necesariamente que una persona -- titular de esos derechos--,
es quien insta al tribunal de amparo para que le restituya en el goce de
los mismos cuando una autoridad los ha transgredido. La persona física
o moral que promueve el juicio de amparo recibe el nombre de quejoso,
puesto que al promover el amparo, en realidad está presentando una
queja en contra de la autoridad que estima ha actuado en contra de sus
garantías individuales.

En materia de amparo, desde principios del siglo XX, no sin algunas


dificultades,2 jurisprudencialmente, se reconoció que el carácter de
quejoso puede recaer tanto en personas físicas como en personas
morales, según se puede constar en las siguientes tesis:

JUICIOS DE AMPARO. Deben tramitarse con sujeción a las bases esenciales establecidas
por el artículo 107 de la Constitución general vigente, observándose las leyes en vigor,
respecto del procedimiento.3
SOBRESEIMIENTO, AUTO DE: Procede el amparo contra él cuando es denegatorio de
justicia, irreparables sus efectos y ha sido dictado y confirmado por autoridades judiciales
dentro de juicio.4

Las tesis citadas no llegaron a constituir jurisprudencia, pero son un


ejemplo de los primeros criterios de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en que se reconoce la legitimación de las personas morales para
promover el juicio de amparo, en virtud de que dichas tesis fueron
sustentadas al resolver los juicios de amparo en revisión promovidos por
Compañía de Electricidad y Tranvías de Aguascalientes y sociedad de
Inversores sobre Inmuebles, respectivamente.
2 En la doctrina, Alonso Noriega, en su obra Lecciones de amparo, hace un relato histórico de las
dificultades que se encontraron las personas morales para solicitar el amparo. Cita al jurista José María
Lozano, quien sostuvo que el amparo sólo podía invocarse por “individuos particulares” y por violación
de garantías “individuales”. La discusión de la época giraba en torno a la naturaleza de las personas
morales y se establecía que sus derechos y sus fines eran distintos a los de los individuos; esta tesis
era la que prevalecía en la doctrina y los Tribunales Federales de aquella época que, por mucho
tiempo, desecharon las demandas de amparo interpuestas por personas morales. Las opiniones
disidentes de Ignacio L. Vallarta y Silvestre Moreno Cota las que primero plantearon la argumentación
contraria, que permitiría a la personas morales aceptar la capacidad de las personas morales para
acudir al juicio (Lecciones de amparo, México, Porrúa, 1993).
3 Tesis Aislada 292,391, Semanario Judicial de la Federación, Quinta Época, p. 724
4 Tesis Aislada 811,405, Semanario Judicial de la Federación, Quinta Ëpoca, p. 694
En la actualidad, con motivo del desarrollo que han tenido las
instituciones protectoras de los derechos humanos, sobre todo en el
ámbito internacional, y particularmente con la fuerza normativa alcanzada
por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, a partir de las
sentencias de la Corte Interamericana en los casos Castañeda, Campo
Algodonero y Radilla, el control de convencionalidad debe ser aplicado
cotidianamente por los jueces mexicanos, incluidos los jueces de amparo.
La Corte Interamericana ha resuelto que:
[...] cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la
Convención Americana, sus jueces también están sometidos a ella, lo
que les obliga a velar por que el efecto útil de la Convención no se vea
mermado o anulado por la aplicación de leyes contrarias a sus
disposiciones, objeto y fin. En otras palabras , los órganos del Poder
Judicial deben ejercer no sólo un control de constitucionalidad, sino
también de convencionalidad ex officio entre las normas internas y la
Convención Americana.5
La Corte Interamericana se ha referido a la aplicación de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; sin embargo, por las mismas
razones, lo dicho también resulta aplicable en lo que toca a otros
instrumentos internacionales sobre los derechos humanos de los que es
parte el Estado mexicano, como el Protocolo de San Salvador, el
Protocolo relativo a la Abolición de la Pena de Muerte, la Convención para
Prevenir y Sancionar la Tortura, la Convención sobre Desaparición
Forzada, etcétera.
El control de convencionalidad puede aplicarse en casos sobre protección
del derecho a la vida, a la integridad personal, la prohibición de la
esclavitud y servidumbre o la libertad personal, que tienen que ver, por
su naturaleza misma, con derechos de los seres humanos, es decir de
las personas físicas; sin embargo, no son los únicos en que puede cobrar
aplicación, puesto que puede ser utilizado tratándose de la protección a
los derechos de protección judicial y propiedad, de los que gozan tanto
las personas físicas como las morales. En particular, el artículo 25, l, de
la referida Convención Interamericana, respecto de la protección judicial,
establece:
Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos
por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actuén en ejercicio de sus
funciones oficiales.

5 Corte IDH, Caso Trabajadores Cesados del Congreso vs. Perú (sentencia 2006); Caso Almonacid
Arellano y otros vs. Chile (sentencia 2006).

El control de convencional obliga a los jueces nacionales a preferir, en su


aplicación, el artículo 25 de la Convención Americana antes mencionado,
en caso de que una ley interna limite indebidamente el derecho de
defensa a través de un recurso efectivo. La existencia de un recurso
sencillo, rápido y efectivo es un derecho que no sólo atañe a los seres
humanos, es decir a las personas físicas, sino que también se extiende a
las personas morales. Sin duda, debe aceptarse que cualquier sociedad,
con personalidad jurídica, tiene el derecho a la tutela judicial efectiva para
defender sus derechos. por esa razón, el control de convencionalidad,
que beneficia a las personas que gozan de la protección de sus derechos
humanos a través de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, debe ser aplicado también en beneficio de las personas
morales. Así, un criterio ya tradicional en materia de amparo, sobre la
legitimación de las personas morales para promover el juicio, debe
conjugarse con la aplicación novedosa del control de convencionalidad
para mantener viva la esencia del amparo como la institución jurídica más
eficaz en la protección de los derechos fundamentales.

Por último, en cuanto toca al principio de instancia de parte, debe


reconocerse que este principio imprime al amparo un carácter
individualista, puesto que sólo procede a instancia de parte y,
consecuentemente, su finalidad se agota en la protección del individuo
que ha promovido el juicio de amparo. Precisamente, en este aspecto, el
amparo ha encontrado una limitación, en la medida en que sus efectos,
que protegen los derechos más importantes de la persona, no pueden
alcanzar a quienes no han promovido amparo. Si bien en los albores del
amparo resultaba por demás provechosa la solo posibilidad de que una
persona pudiera acudir ante un tribunal para proteger sus derechos
fundamentales y que a ella misma, y sólo a ella, se le resarcirá el daño
sufrido, con el paso de los años, el crecimiento y desarrollo de nuestro
país han revelado que en la actualidad eso no es suficiente, sino que se
requiere hacer extensivos los beneficios del amparo a quienes no tienen
la posibilidad de acceder a la justicia. Por eso, como se verá más
adelante, al tratar el principio de relatividad de las sentencias de amparo,
es necesario ampliar el ámbito de aplicación de los efectos del amparo a
más personas de las que han intervenido en el juicio con el carácter de
agraviado, lo que traería un matiz al principio de instancia de parte.

PRINCIPIO DE AGRAVIO PERSONAL Y DIRECTO. “…establece que la


persona que promueve el juicio de amparo debe ser aquella que, en su
concepto, sufre la violación de sus derechos fundamentales provocada
por acto de autoridad…”17. Este principio se desprende del artículo 107
fracción l , Constitucional, que prescribe que “el juicio se seguirá siempre
a instancia de parte agraviada” y se reproduce, con mayor claridad, en el
artículo 4° de la Ley de Amparo, de la siguiente forma.
El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien
perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro
acto que se reclame, pudiendo hacerlo por sí, por su representante, por
medio de algún pariente o persona extraña en los casos en que esta ley
lo permita expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por su
representante legal o por su defensor.
La existencia de un agravio, entendido como una afectación de los
derechos fundamentales, da lugar a que la persona que promueve el
juicio de amparo sea denominada agraviado: en términos del artículo 5°
fracción l, de la Ley de Amparo, que dispone que “son partes en el juicio
de amparo: 1. El agraviado o agraviados produce, a su vez, el interés
jurídico. Así entendido, el agravio es sinónimo de perjuicio, el cual puede
ser definido de la siguiente forma: “Perjuicio, en materia de amparo, es
toda privación de un derecho o imposición de un deber que ordena o
realiza una autoridad del Estado y que se presumen violatorios de
garantías”

PERJUICIO PARA LOS EFECTOS DEL AMPARO: El concepto perjuicio,


para los efectos del amparo, no debe tomarse en los términos de la ley
civil, o sea, como la privación de cualquier ganancia lícita que pudiera
haberse obtenido, o como el menoscabo en el patrimonio, sino como
sinónimo de ofensa que se hace a los derechos o intereses de una
persona 7.

6 Gudiño Pelayo, José de Jesús, op. cit:, p 350.


7 Jurisprudencia 330 de la Segunda Sala de la Suprema corte, registro 917,864 Semanario Judicial de
la Federación, Quinta Época, t. Vl, 2000, p. 279.
Este principio del juicio de amparo no tiene excepciones, es decir, el
amparo sólo puede promoverse por quien resiente el agravio personal y
directo, sin embargo, es oportuno mencionar que tratándose de actos que
importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal
fuera de procedimiento judicial, deportación o destierro, o alguno de los
prohibidos por el artículo 22 Constitucional (penas de muerte,
mutilación, infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de
cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y
cualquiera otra pena inusitada o trascendental), tal como lo dispone el
artículo 17 de la Ley de Amparo, la demanda puede presentarse por
cualquier persona si el agraviado se encuentra imposibilitado para
hacerlo, pero éste tiene la carga de ratificarla para continuar con el curso
del juicio. De modo tal que esta disposición constituye una forma distinta
de presentar la demanda de amparo, pero en realidad no constituye una
excepción al principio de existencia de un agravio personal y directo.

Como se mencionó con anterioridad, el principio de existencia de un


agravio personal y directo, sinónimo de perjuicio, produce el interés
jurídico para promover el amparo. La sencillez del enunciado anterior
puede complicarse al hacer una revisión de los criterios sustentados por
los tribunales federales, puesto que, en ellos, los anteriores conceptos de
agravio, perjuicio e interés jurídico, así como los diversos de legitimidad,
legitimación activa y derecho subjetivo, no han sido tratados en forma
consistente en la jurisprudencia, hasta podría afirmarse que en algunas
ocasiones llegan a confundirse. No obstante, en este momento, en lugar
de hacer una sistematización de la jurisprudencia sobre el tema o exponer
alguna idea sobre lo que debe entenderse por cada uno de esos
conceptos, parece más adecuado mirar hacia el futuro y pensar en ese
“agravio” que pueda exigirse a quien promueve un amparo para acreditar
su interés en obtener una sentencia favorable, pero sin exigir el
cumplimiento de requisitos innecesarios que puedan traducirse en
denegación de justicia.
El interés legítimo puede ser la vía que justifique el ejercicio de la acción
de amparo. El interés legítimo “existe cuando una actuación incide en la
esfera jurídico-protegida propia de quien ejerce la pretensión”, es un
concepto más amplio que el de interés jurídico, que actualmente debe
ser acreditado por el quejoso durante el trámite del juicio de amparo,
puesto que constituye una facultad para exigir judicialmente el respeto al
orden jurídico y la reparación causada por la actuación de la autoridad. El
quejoso, si sólo tuviera la carga de probar su interés legítimo, quedaría
revelado de acreditar que cuenta con un derecho subjetivo para tener
acceso a la justicia de amparo (sin limitar aquellos casos en los que el
agraviado sí contará con un derecho subjetivo que hacer valer en el
juicio). 8 De esta forma, se pueden hacer extensivos los beneficios del
amparo a un mayor número de personas que, actualmente, quedan
marginadas de este medio de protección de sus derechos fundamentales.
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD DEL ACTO RECLAMADO. El juicio de
amparo es un medio extraordinario de defensa. De esa idea deriva el
principio de definitividad del acto reclamado, que significa que el juicio de
amparo sólo procede contra actos definitivos, es decir aquellos respecto
de los cuales no hay un juicio, recurso o medio ordinario de defensa
susceptible de revocarlo, anularlo o modificarlo. La Constitución Federal
contiene este principio en el artículo 107, fracción lll, inciso a), y fracción
lV, y la Ley de Amparo en el artículo 73 fracciones Xll y XV, que
señalan,estas últimas, respectivamente, que el juicio de amparo es
procedente contra las resoluciones judiciales o de tribunales
administrativos o del trabajo respecto de las cuales conceda la ley algún
recurso o medio de defensa, dentro del procedimiento, por virtud de la
cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas, aun cuando la
parte agraviada no la hubiese hecho valer oportunamente [y] contra actos
de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme a las leyes que los
rijan, o proceda contra ellos algún recurso, juicio o medio de defensa legal
por virtud del cual puedan ser modificados, revocados o nulificados [...].
“…se traduce en la obligación impuesta al demandante de la acción
constitucional de agotar el recurso ordinario procedente que pudiera tener
el efecto de revocar o modificar el acto reclamado, previamente a recurrir
a la instancia constitucional…”18
El principio de definitividad del acto reclamado encuentra su justificación
en el hecho de que, al tratarse de un medio extraordinario de defensa de
carácter constitucional, el quejoso debe, previamente a su promoción,
acudir a las instancias que puedan producir la insubsistencia del acto de
autoridad que le produce afectación, salvo los casos de excepción
previstos legal y jurisprudencialmente.
Este principio, a diferencia de los dos anteriores, si tiene excepciones, las
cuales se encuentran dispersas en la Constitución, la Ley de Amparo y la
jurisprudencia, razón por la cual, el primero de los comentarios sobre
cómo mejorar en este aspecto la estructura básica del amparo se dirige
hacia una sistematización de las excepciones al principio de definitividad.

8 Gutiérrez de Cabiedes Hidalgo de Caviedes, Pablo, Derecho procesal constitucional y protección de


los intereses colectivos y difusos, 3a. ed.,México, Porrúa, 2002, t. ll, pp. 2205 y 2206.

PRINCIPIO DE ESTRICTO DERECHO. “…estriba en que el órgano de


control constitucional, al resolver los juicios de amparo o recursos
sometidos a su conocimiento, se limitará a valorar las consideraciones
expuestas en los conceptos de violación o agravios hechos valer por el
quejoso o recurrente, sin poder atender a
aspectos distintos, aun cuando en virtud de ellos pudiera declararse la
inconstitucionalidad del acto reclamado o la insubsistencia de la
resolución recurrida.”19

PRINCIPIO DE INSTANCIA DE PARTE AGRAVIADA. “…en esencia


consiste en que el juicio constitucional no procede de forma oficiosa, esto
es, sin que haya un interesado legítimo en provocar su actividad
tuteladora, y tendrá dicho carácter el gobernado que estime lesionados
sus derechos constitucionales con el acto autoritario, que deberá estar
contemplado entre los previstos en el numeral 103 constitucional…”20
_____________________________________________________________________________________
17 Martínez Abreu, Ernesto, “Los principios fundamentales del juicio de amparo. Una visión hacia el
futuro”, en González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), El juicio de amparo. A
160 años de la primera sentencia, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2011, t. I, p.
688.
18 Contradicción de tesis 218/2011. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado de Circuito
del Centro Auxiliar de la Quinta Región, en apoyo del Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de
Trabajo del Quinto Circuito; el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, el
Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 31 de agosto
de 2011. Cinco votos. Ponente: Ministro José Ramón Cossío Díaz. Derivado de este asunto véase
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro IV, enero de 2012, t. 3, p. 2530,
tesis 1a./J.145/2011 (9a.); IUS: 160373.
19 Suprema Corte de Justicia de la Nación, Principios Constitucionales que rigen el Juicio de Amparo,
México, Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2008, p.115.
20 Amparo en revisión 184/2007. 6 de diciembre de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Inosencio
del Prado Morales. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, febrero de 2008, t. XXVII, p. 2376, tesis XV.4o.6K; IUS: 170199.
PRINCIPIO DE RELATIVIDAD DE LAS SENTENCIAS.21 “…se limita a
señalar que en las mismas no se podrá hacer una declaración general
sobre la inconstitucionalidad de la ley o acto que motivare el juicio y que
sólo protegerán al individuo que solicitó la protección constitucional…”22

“…conforme al principio de relatividad que rige en el juicio de amparo,


establecido en los artículos 107, fracción II, constitucional, y 76 de la Ley
de Amparo, la sentencia que en éste se dicte será siempre tal, que sólo
se ocupe de individuos particulares, limitándose a ampararlos y
protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto que la motivare…”23
QUEJOSO. “El agraviado o quejoso es la persona física o moral que
ejercita la acción de amparo para reclamar un acto de autoridad, lato
sensu, que estima violatorio de sus garantías individuales o del sistema
de distribución competencial existente entre la Federación y las entidades
federativas; por tanto, puede considerarse al quejoso como la parte
actora o demandante en el juicio de amparo quien solicita la protección
de la Justicia Federal”.24

SUPLENCIA DE LA QUEJA. “La suplencia de la queja, prevista en los


artículos 76 bis y 227 de la Ley de Amparo, implica que el Juez de amparo
no se limita a analizar lo expuesto por el promovente del juicio o recurso,
sino que debe corregir los errores, deficiencias u omisiones de los
conceptos de violación de la demanda o, en su caso, de los agravios
formulados en los recursos”25

_____________________________________________________________________________________
21 La reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 6 de junio de 2011, estableció que “Cuando los órganos del Poder Judicial de la
Federación establezcan jurisprudencia por reiteración en la cual se determine la inconstitucionalidad
de una norma general, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo notificará a la autoridad emisora.
Transcurrido el plazo de 90 días naturales sin que se supere el problema de inconstitucionalidad, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación emitirá, siempre que fuere aprobada por una mayoría de
cuando menos ocho votos, la declaratoria general de inconstitucionalidad, en la cual se fijarán sus
alcances y condiciones en los términos de la ley reglamentaria.” Cfr. Diario Oficial de la Federación, 6
de junio de 2011, t. DCXCIII, No. 4, p. 3, México, D.F. Véase: http://www2.scjn.gob.mx/red/constitucion/
22 Contradicción de tesis 6/2002, entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y Tribunales Colegiados Tercero y Cuarto en Materia Administrativa
del Primer Circuito, Primero del Décimo Cuarto Circuito y Segundo del Vigésimo Primer Circuito. 26 de
agosto de 2002. Unanimidad de diez votos. Ausente: Ministro Juventino V. Castro y Castro. Ponente:
Ministro Mariano Azuela Güitrón. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, t. XVI, agosto de 2002, p. 5, tesis: P./J. 38/2002; IUS: 186230.
23 Amparo directo en revisión 2632/98. Jorge Villalobos Torres. 24 de agosto de 1999. Unanimidad de
diez votos. Ausente: Ministro José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Ministro Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Derivado de este asunto véase Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, t. X, noviembre de 1999, p. 40, tesis: P. LXXX/99; IUS: 192864.
24 Suprema Corte de Justicia de la Nación, Manual del justiciable en materia de amparo, op. cit., p.
60.
25 Ibid, p. 48.

TERCERO PERJUDICADO. “El tercero perjudicado (cuya denominación


se ha conservado por el peso de la tradición) es una auténtica parte en el
proceso de amparo, que tiene la calidad de codemandado de la autoridad
responsables y, por tanto, comparte con ésta el interés común de que el
juicio sea sobreseído o que se niegue el amparo y protección al
quejoso.”26

Acto consentido expresó. "Así pues, un acto consentido expresamente es


aquel respecto del cual no puede admitirse duda o equivocación sobre si
se consintió o no, y tácitamente ante actitudes que lo presuponen.
_________________________________________________________________
26 Ruiz Torres, Humberto Enrique, Curso general de amparo. Banco de preguntas, México, Oxford
University Press, 2007, p. 37.

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL JUICIO DE AMPARO.

Estos principios constituyen el fundamento del funcionamiento procesal y


sustancial del juicio de amparo, que es una figura procesal que tiene por
objeto el control de los actos de autoridad que tienen como destinatario
al gobernado. Estos actos deben de estar ajustados al marco normativo
constitucional. Esta clase de principios, fueron propuestos por los
precursores del amparo mexicano, quienes fueron Don Manuel
Crescencio Rejón y Mariano Otero1 y han venido perfeccionándose
desde ese entonces por la actividad jurisdiccional de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación y la práctica judicial. Los principios
constitucionales que han sido reconocidos por la doctrina del amparo son
los siguientes:

a) Principio de instancia de parte.


b) Principio de prosecución judicial.
c) Principio de agravio personal y directo.
d) Principio de definitividad.
e) Principio de estricto derecho.
f) Principio de relatividad de la sentencia.
Principio de instancia de parte. Es el primero de los principios del juicio
de amparo, ha sido definido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en base a sus criterios jurisprudenciales, de la manera siguiente:

“Es una de las reglas fundamentales del juicio de garantías, conforme a


la cual el amparo sólo puede ser promovido por la parte a quien le
perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro
acto que se reclame, y únicamente podrá seguirse por el agraviado, por
su represente legal o defensor, y no oficiosamente o a iniciativa del
órgano de control de la constitucionalidad y legalidad de los actos de
autoridad.”2

__________________________________________________________________
1 “Nace en el poblado de Bolonchen, Ticul, el año de 1799, un 23 de agosto; Bolonchén, Ticul,
perteneció al Partido de Ticul Yucatán, hasta el año de 1857. En la actualidad, se encuentra dentro los
límites del estado de Campeche y lleva el nombre de Bolonchen de Rejón. Hijo de Manuel García
Rejón y doña Bernarda de Alcalá, el primero vallisoletano y la segunda, de ascendencia canaria. Cursó
estudios en Mérida donde ingresó al seminario conciliar de San Ildefonso. Se graduó en 1819. (…)
(…)Participa en la Constitución yucateca de 1841. Manuel Crescencio Rejón, debe ser considerado a
la par con Valentín Gómez Farías, como uno de los más importantes precursores del Movimiento de
Reforma Liberal, durante el Siglo XIX.(…) (…)El derecho positivo mexicano estableció desde el siglo
pasado un mecanismo privilegiado del que puedan hacer uso los particulares para defenderse de los
actos de autoridad que violan sus garantías individuales, que es el “Juicio de Amparo”; este recurso es
a la vez un juicio de defensa de la legalidad y de defensa de la Constitución” Buscabiografías; [en
línea]; Disponible en la World Wide Web: http://buscabiografias.com/cgibin/verbio.cgi?id=6191 Fecha
de la consulta: 10 de septiembre del 2008.
2 Suprema Corte de Justicia de la Nación; C.D. Ley de Amparo 2007; México; 2007. La búsqueda
tiene que hacerse en Diccionario Jurídico, Principio de Instancia de parte.

Este principio del amparo se encuentra prescrito en el artículo 107


fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
que a la letra dice:

“Art. 107º. Todas las controversias de que habla el artículo 103 se


sujetarán a los procedimientos y formas del origen jurídico que determine
la ley, de acuerdo a las bases siguientes: I. El juicio de amparo se seguirá
siempre a instancia de parte; (:)”3

Este fundamento del juicio de amparo, postula que únicamente a petición


del gobernado que se siente violentado en la esfera de sus garantías
individuales, será posible que se tramite y resuelva una demanda de
amparo. Por tanto, los órganos de amparo no están facultados para que
oficiosamente actúen a favor del gobernado si éste último no ejercita la
acción de amparo. En la Ley de amparo, el principio de instancia de parte
está enunciado en el artículo 4º que dice así:
“El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien
perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro
acto que se reclame, pudiendo hacerlo por sí, para su representante, por
su defensor si se trata de un acto que corresponda a una causa criminal,
por medio de algún pariente, o persona extraña en los casos en que esta
ley lo permita expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por
su representante legal o por su defensor.” 4

Principio de prosecución judicial.

El principio precedente ha sido definido de manera extractada de los


distintos criterios emitidos por el Poder Judicial de la Federación por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al establecer que

“Es una de las reglas fundamentales que rige el juicio de garantías y que
determina que éste es una institución que constituye un verdadero juicio,
pues además de que tiene como fin dar solución a un problema
controvertido, se tramite ante los tribunales del Poder Judicial de la
Federación, los cuales deben observar los principios generales de la
teoría general del proceso y reconocer el equilibrio y la igualdad de las
partes que contienden.” 5
__________________________________________________________________
3 Ley de amparo; 1ª. Edición en Leyes y Códigos de México; Porrúa; 2007; México; p.1. Las negritas
son mías. 4 Ídem; p. 10. Las negritas son mías.
5 Suprema Corte de Justicia de la Nación; C.D. Ley de Amparo 2007; México; 2007. La búsqueda tiene
que hacerse en Diccionario Jurídico, Principio de Prosecución Judicial.
En algunos de esos criterios de la Corte se ha declarado de forma clara
y precisa, que la institución jurídica llamada Amparo es un verdadero
juicio con todas las etapas procesales,6 lo que implica al principio de
prosecución judicial. Un ejemplo de estos criterios en la ejecutoria
siguiente:

“Registro IUS: 184825 Localización: Novena Época, Tribunales


Colegiados de Circuito, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XVII, Febrero de 2003, p. 1113, tesis III.1o.P.13 K, aislada, Común.
Rubro: PERSONALIDAD COMO PRESUPUESTO PROCESAL EN EL
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. ES OBLIGATORIO EL ESTUDIO
OFICIOSO PARA TODAS LAS PARTES EN EL JUICIO, POR SER DE
ORDEN PÚBLICO. Texto:

Atendiendo a la naturaleza procesal del juicio de amparo que se


constituye como un verdadero juicio jurisdiccional autónomo y que, por
ende, se rige por los principios de la teoría general del proceso (salvo las
excepciones que la propia Ley de Amparo establece) que consagra, entre
otros, la igualdad y el equilibrio de las partes contendientes, principio
recogido en el artículo 3o. del Código Federal de Procedimientos Civiles,
el presupuesto procesal de la personalidad debe ser estudiado de manera
oficiosa por ser de orden público, pero dicho estudio, para respetar ese
principio de igualdad y el equilibrio procesal de las partes, debe hacerse
para todas aquellas que contienden en el juicio, y no solamente para el
quejoso o promovente del amparo, en atención a que las cuestiones o
puntos que se ventilan en el juicio constitucional no son intereses
puramente privados, sino que representan el interés supremo de
salvaguardar el orden constitucional. Por tanto, si la autoridad que
conoció del juicio indirecto omitió analizar la personalidad de cualesquiera
de las partes que intervinieron en el juicio, el tribunal revisor, de oficio,
debe ordenar la reposición del procedimiento para el efecto de que el
Juez de primera instancia de amparo analice la personalidad cuyo
examen omitió, y en el caso de encontrar irregularidades en su
acreditación, prevenga a esa parte en términos del artículo 146 de la ley
de la materia, para que satisfaga ese extremo dentro del plazo legal, con
el apercibimiento de que de no hacerlo, en el supuesto de ser la autoridad
responsable, se le tendrá por no rendido el informe justificado.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL TERCER


CIRCUITO. Precedentes: Amparo en revisión 82/2002. 7 de junio de
2002. Mayoría de votos. Disidente y Ponente: Lucio Lira Martínez.
Secretario: Alberto Espinoza Márquez. Notas: Por ejecutoria de fecha 7
de septiembre de 2004, el Tribunal Pleno declaró inexistente la
contradicción de tesis 53/2003-PL en que participó el presente criterio.
Sobre el tema tratado existe denuncia de contradicción de tesis 22/2007-
PL, en el Tribunal Pleno.”7

_________________________________________________________________________
__
6 Este criterio general tiene una excepción. Ésta consiste en los amparo directos, que se promueven
en contra de actos reclamados que resultan violatorios de la garantía de legalidad –artículo 14 y 16 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos-, en donde la autoridad de amparo se
convierte en mera autoridad revisora de la aplicación de la ley ordinaria y secundaria y no directamente
de una garantía constitucional, esto lo hace, pero de forma indirecta.
7 Suprema Corte de Justicia; C.D. IUS 2007; Tribunales Colegiados; Jurisprudencias y Tesis Aisladas
Junio 1917 – Diciembre 2007; México. 8 Suprema Corte de Justicia de la Nación; C.D. Ley de Amparo
2007; México; 2007. La búsqueda tiene que hacerse en Diccionario Jurídico, Principio de Agravio
Personal y Directo.
Principio de agravio personal y directo.

Este principio es la tercera de las bases sobre las que descansa el juicio
de amparo mexicano, se refiere específicamente al perjuicio que causa
el acto reclamado en la esfera de derechos del gobernado. La Suprema
Corte de Justicia de la Nación a través de los criterios jurisprudenciales
que ha emitido, ha pronunciado una definición de este principio, que es
la siguiente:

“La regla fundamental del juicio constitucional que legitima a la persona


física o moral que estima que se han afectado sus derecho, por haber
sido violada presuntamente alguna de sus garantías individuales o por
violarse la distribución de competencias entre la Federación y los
Estados, para ejercitar la acción de amparo por sí misma, por su
representante o defensor.”8

Por agravio se entiende cualquier tipo de menoscabo a la esfera de


garantías individuales de una persona. También se amplía su significado,
a la ofensa que puede recibir el gobernado en virtud de actos de
autoridad. Ese menoscabo puede ser o no patrimonial, pero en todos los
casos tendrá que tener una existencia material y por ende, ser
objetivamente perceptible. Por eso, la afectación tiene que ser real y no
de tipo subjetivo.
Para que el agravio sea personal, se requiere que ese menoscabo u
ofensa recaiga sobre una persona determinada y específica, por eso no
debe de tener una naturaleza abstracta ni tampoco general. Así también,
si se toma como criterio de clasificación al tiempo, el agravio podrá ser
pasado, presente o inminentemente futuro.

Esto quiere decir, que el perjuicio debe de haberse producido, estarse


produciendo o deducirse su existencia de elementos que tengan la
capacidad de crear un estado de certeza respecto de su realización
futura.

Los agravios probables no son generadores de la acción de amparo,


porque para que eso ocurra, es necesario que el perjuicio no sea
eventual, aleatorio o hipotético. Una ejecutoria que hace alusión directa a
este principio es la siguiente:

__________________________________________________________________
7 Suprema Corte de Justicia; C.D. IUS 2007; Tribunales Colegiados; Jurisprudencias y Tesis Aisladas
Junio 1917 – Diciembre 2007; México.
8 Suprema Corte de Justicia de la Nación; C.D. Ley de Amparo 2007; México; 2007. La búsqueda tiene
que hacerse en Diccionario Jurídico, Principio de Agravio Personal y Directo.
“Registro IUS: 212600 Localización: Octava Época, Tribunales
Colegiados de Circuito, Semanario Judicial de la Federación, Tomo XIII,
Mayo de 1994, p. 465, tesis XIV.21 K, aislada, Común. Rubro: INTERÉS
JURÍDICO RELATIVO A LA PROPIEDAD DE BIENES MUEBLES,
COMPROBACIÓN DEL. Texto: Para demostrar la afectación del interés
jurídico en el amparo, se requiere que de la demanda de garantías,
informes justificados y pruebas aportadas en el sumario, se acredite la
existencia conjunta de varios elementos, a saber:
a). Una persona determinada (principio de instancia de parte);
b). Un derecho legítimo de ésta;
c). La precisión indudable de ese derecho (legitimación);
d). Un acto de autoridad (principio de procedencia del juicio de amparo);
y, e). La afectación del citado derecho, a través de dicho acto autoritario
(principio de agravio personal y directo).

Así, si en el caso se reclaman violaciones al derecho de propiedad de


bienes muebles, evidentemente el referido interés jurídico debe
demostrarse de manera fehaciente. Si tales muebles son identificables
con datos inequívocos, bastará la exhibición de la factura o documento
que se le equipare, y algún otro medio que robustece ésta, de los cuales
se desprenda que el quejoso, además de la propiedad, tenga la posesión
actual de los bienes.

En cambio, si no son identificables, entonces, además de los elementos


de convicción precisados con antelación deberán aportarse al sumario las
pruebas tendientes a demostrar la identidad de los bienes que afirma la
parte quejosa le pertenecen, con los que fueron objeto de los actos
reclamados, y que esos bienes eran los únicos con las características
indicadas por la quejosa, existentes en el lugar y fecha de la ejecución
del acto reclamado.

TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.


Precedentes: Amparo en revisión 820/93. Tomasa Koyoc. 4 de marzo de
1994. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando A. Yates Valdez.
Secretario: Juan José Franco Luna.”9

El principio en comento, se fundamenta legalmente en los artículos 107


fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y
73 fracciones V y VI de la Ley de Amparo.

__________________________________________________________________
9 Suprema Corte de Justicia; C.D. IUS 2007; Tribunales Colegiados; Jurisprudencias y Tesis Aisladas
Junio 1917 – Diciembre 2007; México.

Principio de definitividad.
Como el amparo es un juicio extraordinario y no simplemente un recurso
procesal, su procedencia va a estar determinada únicamente respecto de
actos definitivos. Esto es, contra actos de autoridades respecto de los
cuales no proceda recurso alguno, que sea concedido por la ley de la cual
dimana el acto reclamado y que tenga por objeto revocar lo o anularlo. La
Suprema Corte de Justicia de la Nación, definiendo este principio del
juicio de garantías, ha dicho que

“Es una de las reglas fundamentales que estructuran al juicio de amparo


cuya consagración se encuentra en los artículo 107, fracciones III y IV,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 73,
fracciones XIII, XIV y XV, de la Ley de Amparo, que consiste en la
obligación que tiene el quejoso de agotar, siempre que no se esté en un
caso de excepción, los recursos o medios de defensa que prevea la ley
del acto a fin de revocar, modificar o nulificar la resolución reclamada
antes de acudir a los tribunales de la Federación, pues de lo contrario el
juicio de garantías será improcedente.” 10

Este principio del amparo, a diferencia de los anteriores, va a presentar


excepciones. Esto es, en algunos casos en los que se promueva el juicio
de garantías, no será necesario que el quejoso antes de promover su
amparo, agote los recursos ordinarios que le otorga a su favor la ley de
la cual dimana el acto reclamado, esas excepciones son:
a) Cuando los actos reclamados afecten a personas extrañas al juicio o
al procedimiento del cual emana el acto reclamado;
b) Aquellos actos reclamados, que dentro de un juicio tengan una
ejecución que sea de imposible reparación;
c) Los actos administrativos respecto de los cuales, la ley que los rige, no
prevé la suspensión o la prevea y exija mayores requisitos de aquellos
que prescribe la Ley de Amparo, para suspender su ejecución;
d) Los actos reclamados que importen una violación a las garantías
individuales consagradas en los artículos 16, en materia penal, 19, 20 de
la Constitución Federal; e) Las leyes, cuando se impugnan con motivos
del primer acto de aplicación;
f) Los actos reclamados que importen peligro de la privación de la vida,
deportación o destierro o cualquiera de los prohibidos por el artículo 22
constitucional;
g) Los actos o resoluciones respecto de los cuales la ley que los rige, no
prevé la suspensión de su ejecución con la interposición de los recursos
o medios de defensa ordinarios que proceden en su contra;
h) Los actos reclamados que carezcan de fundamentación;

______________________________________________________
10 Suprema Corte de Justicia de la Nación; C.D. Ley de Amparo 2007; México; 2007. La búsqueda
tiene que hacerse en Diccionario Jurídico, Principio de Definitividad.

i) Aquellos actos reclamados en los que únicamente se reclamen


violaciones directas a la Constitución Federal, como lo es la garantía de
audiencia; y
j) Cuando se trate de inconstitucionalidad de las leyes.
Un ejemplo de este principio lo da la tesis jurisprudencial siguiente:
“Registro IUS: 174044. Localización: Novena Época, Segunda Sala,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIV, Octubre
de 2006, p. 367, tesis 2a./J. 135/2006, jurisprudencia, Administrativa.
Rubro: PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. EL ESTABLECIDO EN LA
FRACCIÓN XV DEL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE AMPARO, SE
SATISFACE CUANDO SE IMPUGNA ANTE EL TRIBUNAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE LOCAL LA RESOLUCIÓN QUE RECAE
AL RECURSO DE REVOCACIÓN QUE REGULA EL ARTÍCULO 56 DE
LA LEY DE RESPONSABILIDADES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS
DE MICHOACÁN. Texto: El artículo 56 del mencionado ordenamiento
local establece que el servidor afectado por resoluciones administrativas
podrá optar entre interponer el recurso de revocación o impugnarlas
directamente ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado. En
ese sentido, se concluye que el principio de definitividad a que se refiere
la fracción XV del artículo 73 de la Ley de Amparo, se satisface
impugnando la resolución correspondiente, ya sea a través del recurso
de revocación ante la propia autoridad administrativa o directamente ante
el Tribunal indicado, con la salvedad de que si se opta por interponer
aquel recurso, la resolución que en ese procedimiento se emita deberá
impugnarse posteriormente ante el Tribunal referido, ya que ambos
recursos forman parte del sistema de impugnación ordinario que tal
ordenamiento establece a favor del gobernado, cuyo objeto es revocar,
modificar o nulificar la resolución administrativa, por lo que el juicio de
amparo procederá única y exclusivamente contra la resolución que emita
el Tribunal mencionado, esto es, una vez agotadas ambas instancias.
Precedentes: Contradicción de tesis 106/2006-SS. Entre las sustentadas
por los Tribunales Colegiados Primero, Segundo y Tercero, todos del
Décimo Primer Circuito. 30 de agosto de 2006. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Genaro
David Góngora Pimentel. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretario: Arnulfo Moreno Flores. Tesis de jurisprudencia 135/2006.
Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada
del veintidós de septiembre de dos mil seis.”11

Este principio se funda legalmente en el artículo 107 fracciones III incisos


a) y b); IV, V inciso b de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y en el artículo 73 fracción XIII, XIV y XV de la Ley de Amparo.

__________________________________________________________________
11 Suprema Corte de Justicia; C.D. IUS 2007; Tribunales Colegiados; Jurisprudencias y Tesis Aisladas
Junio 1917 – Diciembre 2007; México. Las negritas son mías.
Principio de estricto derecho.
Es uno de los fundamentos sustanciales del juicio de amparo, por medio
del cual se establece que el órgano jurisdiccional debe de circunscribirse
exclusivamente al análisis de las cuestiones planteadas en el escrito de
demanda de amparo, con las que se fija la litis, sin que puedan suplirse
la deficiencias, omisiones e inconsistencias de los conceptos de violación
o de los agravios expresados al interponer un recurso. Este principio se
encuentra fundamentado en lo prescrito por el artículo 107 fracción II,
párrafo segundo, a contrario sensu y 76 de la Ley de Amparo, interpretado
a contrario sensu. Al igual que el principio precedente, el principio de
estricto derecho posee excepciones en su observancia, siendo estas las
siguientes:
a) Si el quejoso se ha equivocado al citar el número de un precepto legal
que estima violatorio. Artículo 79 de la Ley de Amparo.
b) En materia penal, la suplencia abarca la ausencia de los conceptos de
violación, esto de acuerdo a lo prescrito en el artículo 76 bis fracción II de
la Ley de Amparo.
c) En materia laboral la excepción sólo opera en favor del trabajador.
Artículo 76 bis fracción IV de la Ley de Amparo.
d) En materia agraria, la excepción aplica cuando el amparo es promovido
por un núcleo de población ejidal o comunal; o por ejidatarios o
comuneros. Este supuesto deriva de lo expresado por el artículo 76 bis
fracción III.
e) En los casos de amparo promovidos por menores o incapaces, de
conformidad con el artículo 76 bis fracción V de la Ley de Amparo.
f) Si el acto reclamado se funda en una ley declarada inconstitucional por
la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Artículo 76 fracción I de la Ley
de Amparo. g) En materia civil y administrativa, cuando la autoridad de
amparo considere que ha habido un contra del quejoso una violación
manifiesta y evidente de la ley. Ley de Amparo en su artículo 76 bis
fracción VI. Una ejecutoria jurisprudencial que trata sobre el principio del
amparo en comento es la siguiente:

“Registro IUS: 200066. Localización: Novena Época, Pleno, Semanario


Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IV, Agosto de 1996, p. 58,
tesis P./J. 49/96, jurisprudencia, Común. Rubro: SUPLENCIA DE LA
QUEJA Y SUPLENCIA ANTE EL ERROR EN JUICIOS DE AMPARO.
DIFERENCIAS. Texto: Estos dos conceptos tienen en común que se
apartan del principio de estricto derecho, pero se diferencian en que la
suplencia de la queja sólo opera en las situaciones y respecto de los
sujetos que señala el artículo 76 bis de la Ley de Amparo, pudiendo llegar
el juzgador, válidamente, hasta la integración total del concepto o agravio
omiso; en cambio, la suplencia ante el error, prevista en el artículo 79 del
mismo ordenamiento, que apareció por primera vez en el artículo 42 de
la Ley de Amparo de 1882 y se reitera en los Códigos Federales de
Procedimientos Civiles de 1897 y 1908, opera en todos los casos,
situaciones y sujetos, incluyendo los que no admiten la suplencia de la
queja, debiendo señalarse que esta Suprema Corte interpreta el indicado
artículo 79 en el sentido de que su aplicación no se circunscribe a la
corrección del error en la cita de los preceptos constitucionales o legales,
sino que con mayor amplitud, la suplencia ante el error procede, inclusive,
cuando no se cite ningún artículo constitucional o legal, siempre que el
recurrente dé los argumentos lógico jurídicos necesarios o aptos para que
el juzgador -como conocedor del derecho que es-, se pronuncie al
respecto. Precedentes: Contradicción de tesis 28/95. Entre las
sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y de
Trabajo, y el anterior Segundo Tribunal Colegiado (ahora Primer Tribunal
Colegiado en Materias Civil y de Trabajo), ambos del Segundo Circuito.
10 de junio de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Aristeo Martínez Cruz.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el once de julio en
curso, aprobó, con el número 49/1996, la tesis de jurisprudencia que
antecede. México, Distrito Federal, a once de julio de mil novecientos
noventa y seis.”12

Principio de relatividad de la sentencia.


Es también conocido como la “Fórmula Otero”. De conformidad con este
principio del amparo, las sentencias que sean pronunciadas en los juicios
de garantías, ya sea que hayan sido tramitados de manera uniinstancial
o biinstancial, sólo se deben de ocupar de las personas físicas o morales,
de derecho público o de derecho privado, que se ostentan como quejosos
solicitando a la autoridad de amparo, la protección y amparo de la Justicia
Federal, limitándose esta protección exclusivamente a ellas –a las
quejosas- y únicamente respecto de los actos reclamados; sin que esto
implique una declaración general sobre la ley o acto que dio motivo a la
promoción del juicio de amparo.
Este principio descansa legalmente en el contenido del artículo 107
fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y
en el artículo 76 de la Ley de Amparo. Éste último precepto a la letra dice:

“(:) Las sentencias que ser pronuncien en los juicios de amparo sólo se
ocuparán de los individuos particulares o de las personas morales,
privadas u oficiales que lo hubieren solicitado, limitándose a ampararlos
y protegerlos, si procediere, en el caso especial sobre el que verse la
demanda, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que
la motivare.”13

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12 Suprema Corte de Justicia; C.D. IUS 2007; Tribunales Colegiados; Jurisprudencias y Tesis Aisladas
Junio 1917 – Diciembre 2007; México.
13 Ley de amparo; Ob. Cit.; p. 43.

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