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Terapia Cognitivo Conductual en La Depresion
Terapia Cognitivo Conductual en La Depresion
EN LA DEPRESION
HN. LUIS N SAENZ PNP
VII DIRTERPOL
SERVICIO DE PSICOLOGÍA
EXTRAMUROS
INTERNO DE PSICOLOGÍA:
2010
INTRODUCCION
La depresión es uno de los problemas psicológicos más frecuentes en la historia de la
humanidad. El patriarca bíblico Job padeció una importante depresión en el siglo I y las
antiguas civilizaciones Egipcias hicieron mención del problema. Plutarco describió las
características de la enfermedad en 1621 y Sir Robert Burton dedicó un tratado a la
anatomía de la melancolía.
En la actualidad se calcula que un 12% de la población adulta sufrirá un episodio depresivo
(A. Soto 1992) y la enfermedad se ha extendido tanto que se la ha llamado "el resfriado de
la enfermedad mental".
A lo largo de la historia se han desarrollado múltiples clasificaciones diagnósticas y han
surgido diversidad de presuntas etiologías y multitud de terapias.
La intervención sobre la depresión comienza a ser psicoterapéuticamente mas eficaz a raíz
del desarrollo de los modelos cognitivo conductuales, cuyo ámbito de aplicación amplio y
flexible, abarca al individuo, la familia y el grupo; extendiéndose a la sociedad, en su unión
con el modelo de competencia.
La evolución desde el conductismo radical hasta la teoría cognitivo conductual fue gradual
y en su transcurso desarrolló modelos que se fueron complementando hasta la actualidad.
El movimiento surgió en torno a 1950 con autores de la magnitud de Wolpe, Eysenck o
Skinner. Fue Skinner el primero en utilizar el término "Behaviour Therapy", añadiendo al
paradigma de Pavlov E-R, el operante E-R-C (Estímulo-Respuesta-Contingencia). Bandura
en 1969 añade al paradigma anterior la intervención de los procesos cognitivos
mediadores, en su teoría del aprendizaje social. A raíz de este momento surge la teoría
cognitivo conductual, que apunta la posibilidad de modificar conductas y procesos
mediadores no observables referidos por el paciente.
(Luria, Staats, Lazarus, Beck, Meichenbaum.....).
La introducción de constructos hipotéticos mediacionales entre las situaciones estimulares
del medio y la conducta (E-O-R), no supuso abandono de algunos de los presupuestos del
modelo conductual, como que la conducta normal y anormal es producto del aprendizaje y
objeto de estudio en las respuestas motora, fisiológica y cognitiva, concediendo especial
relevancia al método científico experimental. El sistema establece que evaluación y
tratamiento están intrínsecamente relacionados y se dirige a conductas inadecuadas
específicas y actuales, utilizando múltiples técnicas y procedimientos ajustados al
problema específico y características de cada paciente.
Al patrón se le añade el que la conducta puede estar en función de las cogniciones y
modificada en la intervención en procesos cognitivos inadecuados, supuestamente
relacionados con ella.
El modelo cognitivo conductual entronca con el de Competencia (Costa y López.1986),
refiriendo que el incremento de recursos personales, sociales y económicos, hace al
individuo menos vulnerable a la enfermedad. (Albee.1980. La incidencia de problemas de
salud es una razón que depende de de causas orgánicas, circunstancias estresantes de la
vida y necesidades en general, así como de los recursos disponibles para hacer frente al
problema). La intervención, según este modelo, se centrará en el sistema de recursos
sociales y del individuo, más que en sus déficits. Es un modelo de competencia, no de
insuficiencia y con ello pretende incrementar el sentimiento de control y reducir la
posibilidad de indefensión aprendida.
En este amplio marco conceptual podemos entender la intervención sobre el paciente
depresivo en la esfera biopsicosociológica, atendiendo a las áreas que la evaluación
considere más afectadas en el margen conductual, cognitivo, sociológico y/o biológico.
2. MODELOS TEORICO EXPLICATIVOS COGNITIVO CONDUCTUALES. LA
NECESIDAD DE UN MODELO COMPRENSIVO INTEGRADOR EN LA
DEPRESION.
La perspectiva científica de la Salud Mental, rechaza el absurdo de buscar una única causa
para la depresión, observando una génesis multifactorial, con varias dimensiones que
abarcan desde la naturaleza más estrictamente biológica, hasta la psicológica o psicosocial.
A. Soto y cols. (1992) subdividen la etiopatogenia en factores genéticos, somáticos
(enfermedades, trat.medic,..), psicológicos, socioculturales, ambientales, de personalidad
y alteraciones bioquímicas por posible déficit/desequilibrio de neurotransmisores
(serotonina, noradrenalina, dopamina).
Muchos de estos factores más que etiológicos son elementos que aumentan el riesgo o la
vulnerabilidad de padecer el trastorno, pero dejan clara la naturaleza biopsicosociológica
de la depresión.
Tras definir nuestra perspectiva, pasamos a comentar los modelos teóricos que
fundamentan las intervenciones terapéuticas que posteriormente reflejaremos.
Las pruebas utilizadas con más frecuencia en la clínica y/o investigación serán enumeradas
a continuación:
Veamos algunas técnicas cognitivas que pueden ser utilizadas en este modelo: