Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I
86 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XXXIX. - N." 152
causar una diabetes permanente es seis meses, pasados los cuales sus:
tan remoto que no obliga a pres- efectos disminuyen considerable-
cindir de su empleo en los casos mente. Esta terapéutica, sin em-
en que realmente está indicada la bargo, adolece del grave inconve-
hormona del crecimiento. niente de producir precocidad se-
xual y, a veces, ginecomastia; en.
2) Esteroides anabólicos. - En las niñas, a fin de reducir el peli-
1935, KOCHAKIAN y MURLIN 41 de- gro de virilización es aconsejable
mostraron que los extractos de intentar el tratamiento con la mi-
orina del varón, no solamente te- tad de las dosis indicadas.
nían efectos androgénicos, sino que La cuantía del crecimiento lo~
también son capaces de producir grada con la administración de
una marcada retención de nitróge- derivados de la testosterona equi-
no. Posteriormente se observó que vale al brote que normalmente se
la testosterona y sus ésteres tienen presenta durante la pubertad y,
también acción anabólica, tanto en por consiguiente, tiene que ser de
los animales de experimentación cuantía limitada, finalizando con
(KOCHAKIAN 39) como en las per- el cierre de los cartílagos epifisa-
sonas (KENYON 36). De ahí procede rios. Tanto es así que WILKINS 6&·
el empleo de la testosterona y sus se pregunta si el resultado del tra-
derivados en el tratamiento del tamiento androgénico posiblemen-
enanismo, de la caquexia de Sim- te no sea otro que el de acelerar el
monds, de la osteoporosis, del sín- crecimiento, lográndose con la ma-
drome de Cushing y de otros pro- yor rapidez la estatura que sin te-
cesos en los que está aumentado rapéutica alguna se hubiera alcan-,
el catabolismo de las proteínas. zado. Nosotros empleamos los an-,
En el caso concreto de los ena- drógenos durante breves períodos,
nismos y estados hipoevolutivos alternando con la hormona del cre-
prepuberales, la inyecclOn de cimiento y suspendiéndolo si apa-
25 mg. de propionato de testoste- recen signos de precocidad o viri-
ron a dos veces a la semana o la lización o bien se observa un neto
inyección de 100 mg. de enantato incremento de la maduración ósea.
de testosterona (Testoviron-Depot) A fin de disminuir los efectos se-
cada quince días o bien la admi- cundarios anteriormente expues-
nistración sublingual de 20 mg. tos, se ha recomendado la adminis-
diarios de metil-testosterona (cua- tración de otros esteroides que po-
tro comprimidos al día de Metil- seyendo la potencia anabólica de
testosteroide o de Androxin), a la testosterona tengan una menor'
menudo causa un aumento del vi- acción androgénica. El androsten-
gor físico y del desarrollo muscu- diol, la androstanolona y sus deri-
lar y un estímulo del crecimiento vados metílicos parecían cumplir
sostenido por espacio de cinco o ambos requisitos; esta esperanza,
'90 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGíA Vol. XXXIX. - N." 152
parte el valor del nivel de isodes- cemos es el de TODD 54, el cual in-
arrollo en el punto correspondien- cluye patrones de ambos sexos.
te a la edad para saber cual es la desde los tres meses de edad a los
curva de crecimiento que sigue el 19 años, tomando como determi-
niño; las curvas inferiores al 67 nantes de la maduración, no sola-
por ciento deben considerarse mente la sucesiva aparición de los
como a crecimiento retardado. huesos del carpo, sino también
El empleo de estas gráficas no multitud de factores anatómicos.
está exento de críticas. Se ha di- El estudio de la maduración esque-
cho de ellas que son demasiado lética debe efectuarse a intervalos
complicadas para su empleo gene- de tres a seis meses.
ral 59; bastan unos minutos de Las gráficas adjuntas registran
atención para familiarizarse con el crecimiento y desarrollo de otros
ellas y comprender su sencillez. tantos casos y la influencia de dis-
SUÁREZ PERDIGUERO 53 indica que tintas formas de tratamiento.
cuando un niño mejora de estado
físico alcanza niveles de isodes- Gráfica 1. Coresponde a una niña de
8 años de edad con tiroaplasia congénita.
arrollo que no guardan relación A los dos años de edad se sospechó el diag-
con el incremento de la talla; la nóstico de insuficiencia tiroidea e inició tra-
parte izquierda de la gráfica pone tamiento muy irregular con tiroides deseca-
do, el cual fué totalmente abandonado a los:
inmediatamente en evidencia esta cinco años. Observada por primera vez a
particularidad. Otra crítica del los 8 años, se confirma el diagnóstico y se
método es que para juzgar acerca insiste acerca de la necesidad de llevar a,
cabo tratamiento persistente. Peso 18.5 Kg.;
del estado y desarrollo sólo se to- talla 109; nivel de isodesarrollo 30; estado
man dos variables -el peso y la físico A-l; auxódromo inferior al 98 %; pa-
trón de maduración ósea n.o 11 del atlas
talla- en función de la edad y el
de Todd (corresponde a 4 años y 3 meses).
sexo, es decir, sin tener en cuenta En el transcurso del año siguiente, la niña:
otras medidas antropométricas, ni sufrió tos ferina, sarampión y bronconeu-
monia consecutiva y el tratamiento se sus-
el grado de maduración esqueléti-
pendió durante largas temporadas. El au-
ca (WATSON y LOWREY 59). Nos- mento de la talla alcanzó únicamente 2 cms.
otros creemos que realmente este y el nivel de isodesarrollo subió hasta 37,5;
siguió en la senda de estado físico A-l y la
estudio es de una importancia ex- curva auxodrómica persistió por debajo de
trema, en especial para juzgar el la línea del 98 %.
grado de retardo y determinar la A partir de los 9 años, el tratamiento se
lleva a cabo con asiduidad y el estado de
capacidad potencial de desarrollo. la niña se vigila periódicamente. En un año.
El índice de maduración ósea se crece 13 cms., alcanza un nivel de isodes-
determina mediante el examen ra- arrollo por encima de 60 y la curva auxo-
drómicá alcanza ya la línea del 98 %. Lal
diográfico de las manos y muñe- maduración esquelética corresponde al pa-
cas, comparando las radiografías trón n.º 15 (edad 6 años y 3 meses).
con patrones de su misma edad y Entre los 10 y los 11 años. el crecimiento'
prosigue a un ritmo bastante bueno. Aumen-
sexo. El atlas radiográfico de ma- ta desde 124 hasta 130 cms. con un niver
duración más completo que cono- de isodesarrollo de 77,5. La senda de estado
Gráfica 1
v. H.
lOO te."....," 110 120 18
70
- -
-- -
1000 -=-
-
-
++-~- , +-
70
I
, ,
!
I
.-f--- I-rh-r- h
I I ~ f-. . ,~ !
65
c-- t--rT7-t ~L.
601-- 1 _
, ,
55
-
-.
,
.r" -
;H-i I )' - }'
~
I I ~ 11
-
IV 1 r , 1~
1 /
¡ i I I }I
V
-, ,
1 I
1
L '1 "'-t .. L
tl ! I
,
/; -r
.,.:J _
1 I
1 T~o .- ~ 60
50
20 -
físico pasó de A-l a M y la curva auxodró- con Durabolín. una ampolla cada quince
rilica cruzó la línea del 98 %. días.
la semana). asociado a 15 mg. de metil-tes- Leo). Durante el medio año siguiente au-
tosterona (tres comprimidos de Androxin al menta 6 cms. No hay signos de estimulación
día) y pequeñas dosis de tiroides. En me- genital.
dio año se obtiene un crecimiento de 5 cms. Se asocia a la gonadotrofina hormona del
y un incremento de 10 niveles de isodes- crecimiento. inyectando ambos productos al
arrollo. mismo tiempo. Aumenta otros 7 cms. La
Continua igual tratamiento. con breves curva de crecimiento muestra un ascenso
pausas. durante el medio año siguiente. Au- vertical continuo y su estado físico es bas-
menta 7 cms. más y gana 15 niveles de tante bueno. Se observan signos de estimu-
iso desarrollo. lación gonada!.
A los 14 años la pubertad todavía no se Entre los 15 y los 16 años. lleva bre-
ha iniciado. aun cuando hay ligero creci- ves ciclos de tratamiento con Crecento/.
miento y pigmentación escrotal. probable- Aumenta 10 cms. durante este año y el mu-
ente debidos al efecto de la metil-testoste- chacho entra de lleno en el periodo puberal.
rona administrada durante el transcurso del La maduración esquelética no estaba re-
último año. Se cambia el tratamiento por trasada y siguió un curso normal en relación
500 u.i. de gonadotrofina coriónica (Physex con la edad.
BIBLIOGRAFIA
Pr:ogress in Hormone Research, 6 : 215, 51. SHORR, CARTER, SMITH, KENNEDY, HA-
1951. VEL, THOMAS, ROBERTS, SONKIN y Llv-
32. HERSHBERG, SHlPLEY y MEYER: Proc. INGSTONE. En el symposium internacio-
Soco Exper. Biol. & Med" 83: 175, nal: The Growth Hormone. Nature
1953. and Actions. Pub!. Blakiston. New
33. JAILER, GOLO y WALLACE: Am. ,. Med" york, 1955.
16: 340, 1954. 52. SPENCE y CAÑADELL: Tratado de En-
34. JEFFERIES, LEVY, PALMER, STORAALSI y docrinología Clínica. Ed. Pro-Médica.
KELLY: New England ,. Med" 249: Barcelona y Lisboa, 1958.
876, 1953. 53. SUÁREZ PERDIGUERO: Métodos de Es-
35. JOLLIFFE, FUNARo, FRoNTALl, MAGGIONI, tudio del Crecimiento. Diagnóstico del
CoRBO y LANCIANO: National Vitamin Crecimiento Patológico. VIII Congreso
Foundation. marzo 1953, New York. Nacional de Pediatría. Barcelona, 1952.
36. KENYON, SANDIFORD, BRYAN, KNOWL- 54. TODD: Atlas of Skeletal Maturation.
TON y KOCH: Endocrinology, 13: 135, C. V. Mosby Co. St. Louis, 1937.
1938. 55. TURNER: Endocrinology. 23 : 566, 1938.
37. KINSELL. En el symposium internacio- 56. VARNEY, KENYON y KOCH: ,. Clin.
nal: The Hypophyseal Growth Hor- Endocrinol .. 2: 137, 1942.
mone. Nature and Actions. Pub!. Bla- 57. VILACLARA: Med. Clínica. 31 : 2, 1958.
kiston. New York, 1955. 58. VILANOVA y CAÑADELL: Arch. f. Derm •
.38. KINSELL, MICHAELS, LI y LARSEN: '. u. Syph .. 191 : 660, 1949.
Clin. Endocrinol., 8: 1.013, 1948. 59. WATSON y LOWREY: Gr:owth and De-
39. KOCHAKIAN: Endocrinology. 21: 750, velopment of Children. Year Book
1937. Pub!. Chicago, 1954.
40. KOCHAKIAN: Am. ,. Physiol" 160: 53, 60. WEIL. BERNFELO. PAUMELLE Y Joss-
1950. LOW: Bull. et Mém. Soco Méd. Hop.
-41. KOCHAKIAN y MURLIN: ,. Nutrit .• 10: París. 17-18: 496, 1953.
437, 1935. 61. WETZEL: '.A.M.A.. 116: 1.187, 1941.
42. LABORIT, JAULMES y KUNLIN: Presse 62. WEZTEL: '. Pediat .. 22 : 208, 1943.
Méd.. 61 : 1.537, 1953. 63. WETZEL: '. Pediat .. 22 : 329, 1943.
·43. LI Y EVANs. En el vol. I de la obra 64. W ETZEL. En la obra dirigida por LICH-
dirigida por PINCUS y THlMANN: The FIELD y DEMBO: Progresos Pediátricos.
Hormones. Academic Press Inc. New Terapéutica de la Infancia. Ed. Sal-
York. 1948. vat, S. A. Barcelona, 1952.
·44. MARAÑÓN: El Crecimiento y sus Tras- 65. WETZEL, HOPwooD, KUECHLE Y GRUE-
tornos. Espasa-Calpe, S. A. Madrid, NIGER: J. Clin. Nutrition, 1 : 17, 1952.
1953. 66. WILKINS: The Diagnosis and Treat-
45. MARTIN Y WILKINS: ,. Clin. Endoc.
ment of Endocrine Disorders in Child-
& Met" 18: 679, 1958. hood and Adolescence. Ch. C. Thomas.
Springfleld, 1950.
·46. MEANS: The Thyroid and its Diseases.
67. WILKINS, BONGIOVANNI, CLAYTON,
J. B. Lippincott & Co, Philadelphia,
GRUMBACH Y VAN WYK: Ciba Col-
1937. loquia on Endocrinology, 8: 460, 1955,
-47. PENDE Y PENDE: Folia Endocrinol.. 5 : 68. WILKINS, CRIGLER, SILVERMAN, GARD-
133, 1952. NER Y MIGEON: '. Clin. Endocrinol. &
48. SALTER y ROSENBLUM: Am. '. Med. Met .• 12: 277, 1952.
Sci.. 224 : 628, 1952. 69. WILKINS, GARDNER, CRIGLER, SILVER-
-49. SCHIWSHAW y GUZMAN: National Vi- MAN y MIGEON: '. Clin. Endocrinol. &
tamin Foundation. marzo 1953. New Met .. 12: 257, 1952.
York. 70. WILKINS, LEWIS, KLEIN. GARDNER, CLI-
50. SHELTON: Endocrinologlj, 30: 1.000, GER, ROSEMBERG y MIGEON: '. CUno
1942. Endocrinol.. 11 : 1. 1951.