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La revolución Cubana fue un caso totalmente atípico en la historia de América Latina en el

siglo XX. El proceso revolucionario llevado a cabo por el llamado “Ejército Rebelde” del

Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro, su hermano Raúl y otros luchadores fue un

hecho que marco a toda una generación de intelectuales y pensadores latinoamericanos que

alzaron a la revolución cubana como su estandarte y modelo a seguir. Este ensayo tratara de

abordar de forma general el proceso de transición al socialismo que vivió Cuba desde la caída de

Fulgencio Batista, identificando a los actores que participaron en este hecho y relacionando las

variables que permitieron el desarrollo de esta excepcionalidad en la historia mundial.

Abarcaremos el tema desde sus antecedentes, donde se destaca el carácter mono-exportador

azucarero de la economía cubana como principal lastre en el desarrollo de la misma y su relación

con los EE.UU. a través de la Enmienda Platt. También analizaremos el desarrollo mismo de la

revolución, con sus principales hechos y actores. Por ultimo, intentaremos entregar una visión

crítica del proceso post-revolución que ha vivido la isla, donde la instauración de un sistema

económico de carácter socialista ha transformado completamente el modo de vivir de los

cubanos.

Las variables que dieron paso al proceso revolucionario en Cuba fueron básicamente de 2

índoles: económicas y políticas. En lo que respecta al ámbito económico, debemos mencionar

que la economía cubana ya desde el siglo XIX presentaba una característica fundamental (y que

se repite constantemente en el resto de Latinoamérica), su carácter mono-exportador. La azúcar

era la base de la economía cubana, aunque paso por variadas crisis a lo largo de su historia. La

guerra de independencia con España arraso el cultivo de esta, pero el posterior tratado de

reciprocidad firmado en 1903 con EE.UU. permitió un renacimiento de la industria y la

producción azucarera en el lapso de 1900-1925. El problema radico en que esta expansión de la

industria azucarera fue llevada a cabo básicamente por capitales norteamericanos, que gracias al
tratado tenían facilidades para su exportación. Esto significo que para mediados de 1920: “El

capital cubano en la azúcar fuera el socio minoritario de la industria, siendo dueño de menos de

un tercio de las plantaciones y produciendo menos de un quinto de la cosecha” 1. Al igual que en

el resto de Latino América, hubieron voces disidentes con respecto a la poca diversificación de la

industria cubana y a la casi nula protección del estado a la industria nacional. A pesar de alcanzar

algunos logros en relación a estos tópicos en la primera mitad del siglo XX (por ejemplo, entre

1925 y 1933, las importaciones bajaron considerablemente en pos de la industria nacional,

llegando a eliminar el comercio de café y granos hacia Cuba), la continua presión de los EE.UU.,

(al cual convenía que Cuba les siguiera suministrando una azúcar barata), nunca permitieron una

total diversificación. Además, en el ámbito social esta política mono-exportadora se traduce en

una profunda desigualdad en el ingreso, donde el núcleo urbano poseía uno de los mejores

estándares de vida en relación a los otros países de Sudamérica, pero en lo que respecta al mundo

rural, era una realidad completamente distinta. La desigualdad también se traducían en un

conflicto interno, ya que La Habana acaparaba la mayor parte de las industrias, lo producía un

centralismo desmesurado que no permitió el desarrollo del resto de las provincias cubanas,

condenadas aun a la “dictadura de la azúcar”. Ahora bien, en lo se refiere al aspecto político,

debemos mencionar que posterior a la independencia cubana y la firma de la Enmienda Platt, se

consolida una clase política cubana de muy bajo nivel, para los cuales el único fin de obtener un

cargo publico era tener acceso a las arcas fiscales y ejercer la corrupción de manera sistemática.

Para combatir este mal (la corrupción) se decide derogar la Enmienda Platt en 1934 y modificar

sustancialmente la constitución. La llamada “constitución del 40” buscaba eliminar las

imperfecciones del sistema, además de reconocer muchos derechos sociales y económicos (algo

1
Pérez-Stable, Marifeli: “The Cuban revolution: Origins, Course and Legacy”, Oxford university press, 1999, New
York. 15 p.
que además sirvió para calmar la creciente oposición de corte comunista que se venia gestando en

la isla). Se instauro la democracia representativa, pensando que así nacería una nueva clase

política mucho más proba, pero esto no ocurrió. Luego de 3 presidentes elegidos

democráticamente, un golpe militar liderado por Fulgencio Batista toma el poder en 1952, lo cual

reactivo a la oposición y así se da comienza al proceso que culminara con la instauración de Fidel

Castro en el poder.

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