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Condicionamiento pavloviano

Hacia 1903 Pavlov, el fisiólogo ruso, se interesó por el fenómeno que en un principio se denominó
"secreciones psíquicas". En la siguiente cita, Pavlov describe el punto de partida de sus investigaciones:

Si llega al hocico comida o alguna sustancia rechazable, se produce una secreción de saliva, cuyo propósito,
en el caso de la comida, es alternarla químicamente y, en el caso de la sustancia rechazable, diluirla y
eliminarla del hocico. Esto constituye un ejemplo de un reflejo debido a las propiedades físicas y químicas de
una sustancia que entra en contacto con las membranas mucosas del hocico y de la lengua. Pero, además de
esto, se evoca un similar reflejo de secreción cuando se sitúan las sustancias a cierta distancia del perro y los
únicos órganos receptores afectados son el olfato y la vista.

Incluso, basta ver el plato de la comida para evocar un reflejo alimentario, completo en todos sus detalles; y,
más aún, puede provocar la secreción el solo hecho de ver a la persona que trae la comida o el sonido de sus
pasos (Pavlov, 1927)

Desde el principio, fue evidente para Pavlov que algún tipo de asociación entre el reflejo salival E2 R2 y
acontecimientos arbitrarios como el recipiente de la comida y los pasos eran la causa de que el último evocara
"secreciones psíquicas". La primera gran contribución de Pavlov a la ciencia de la conducta fue la descripción
y elaboración de las condiciones necesarias para esa asociación. Mediante el estudio sistemático de la
respuesta salival de perros, Pavlov descubrió que si cualquier cambio ambiental arbitrario (por ejemplo E1)
precede directa y confiablemente al reflejo educidor de la salivación, E1 podría en sí, producir salivación.

Los reflejos condicionados y la naturaleza de un experimento


Se llama "condicionamiento" al proceso por el cual el tono adquiere la habilidad de producir una respuesta
salival propia al aumentarse sus apareamientos con la comida. Pavlov observó una gran semejanza entre
esta nueva correlación del tono con la salivación y una acción refleja ordinaria y, por consiguiente, denominó a
esa nueva correlación reflejo condicional (mal traducido como "reflejo condicionado"). El siguiente párrafo
aclara por qué lo hizo:

A estos reflejos los he llamado reflejos condicionados, para diferenciarlos de los reflejos incondicionados o
innatos. Cada vez se utiliza más generalmente el término condicionado y considero plenamente justificado su
uso, en tanto que, si se comparan con los reflejos innatos, esos nuevos reflejos realmente dependen de
muchas condiciones tanto en su formación como en el mantenimiento de su actividad fisiológica. Desde luego,
podría reemplazarse los términos condicionado e incondicionado por otros de igual mérito. Así, por ejemplo,
podría conservarse el término reflejos innatos y designar al nuevo tipo reflejos adquiridos, o denominar a los
primeros reflejos de la especie dado que son característicos de las especies, y a los últimos reflejos
individuales, ya que varían de un animal a otro dentro de una especie e incluso dentro del mismo animal, en
momentos distintos y en condiciones diferentes (Pavlov, 1927).

El paradigma pavloviano: un método esquemático de representar el


condicionamiento
Un sencillo modelo, o paradigma, estímulo-respuesta resume convenientemente el principio del reflejo
condicionado. Los elementos del paradigma son dos reflejos iniciales y un reflejo condicionado desarrollado
posteriormente.

Se representarán los reflejos en que se basa el condicionamiento como E1 E1 y E2 R2. En el procedimiento de


Pavlov E1 precede a E2.

Hay muchas cosas relacionadas con este apartado, pero es muy extenso y además pueden encontrarlo en
muchísimos libros donde hablen del análisis conductual, así que, en resumen, existen varios paradigmas que
mencionare a continuación:
Posibles relaciones de tiempo entre E1 y E2, en el condicionamiento clásico.

En el primer caso, quizá (A) sea el tipo más común, y en la literatura de condicionamiento se le llama
condicionamiento simultáneo. El E1 es corto y se inicia ½ segundo antes de E2. Se observa a E1 acabando
antes de la presentación de E2; sin embargo, E1 puede traslaparse con E2 sin alterar los resultados. Después
de varios ensayos se obtiene la respuesta que es inmediata.

En el segundo caso, (B) se permite que E1 aparezca bastante antes que E2 y que éste presente durante un
período considerable. Hacia el final de E1 se presenta E2. Este procedimiento produce con éxito las RC
(respuesta condicionada) con demoras de hasta varios minutos en las condiciones creadas por Pavlov.

En el tercer caso, (C) es similar al condicionamiento simultáneo, excepto que se presenta antes el E1 y
termina antes de presentarse E2. A este procedimiento se le denomina procedimiento de huella, pues se
supone que E1 deja una huella en el sistema nervioso del organismo después de haber terminado su
presencia. Siempre y cuando el tiempo transcurrido entre E1 y E2 no sea grande (unos cuantos minutos),
E1 formará RC mediante el procedimiento de huella.

Limites del condicionamiento clásico


Al dejar atrás la introducción al condicionamiento clásico se entiende con claridad la naturaleza invariable de
un aspecto del fenómeno. Siempre que se asocian temporalmente dos educidores, mediante las reglas dadas
en la explicación del "apareamiento", se obtiene un resultado inevitable. Con el tiempo, el primer educidor
vendrá a evocar en el organismo alguna nueva serie de conductas. Esto funciona cuando se efectúan el
apareamiento con ayuda de un experimentador y en un laboratorio cuidadosamente construido o por la acción
de la naturaleza en la selva. A menudo algunas de las nuevas conductas así evocadas o "condicionadas" se
parecerán a algunos de los respondedores del segundo educidor, aunque no necesariamente deba ocurrir así.

Esto parece ser un fenómeno muy general que se extiende por todo el reino animal. Se han desarrollado RC
en gusanos, cangrejos, peces, reptiles, pichones, monos y fetos humanos de siete meses todavía situados en
el vientre materno (Hilgard y Marquis, 1940).

En la primera etapa de las investigaciones sobre el condicionamiento clásico, cuando se creía que el
paradigma era E1 R2, se suponía posible "condicionar" cualquier reflejo. Es decir, podía transferirse cualquier
respondedor (R2) mediante la sustitución de estímulo a un nuevo E1. Cuando se rechazó la sustitución de
estímulo y se aceptó en general que la RC puede no reproducir la R2, se debilitó tal posición. Algunos fracasos
en la obtención de condicionamientos pueden servir para aclarar este punto. En una serie de minuciosos
experimentos, en los cuales se emplearon diferentes E1 y E2 y varios intervalos E1 – E2, F. A. Young (1958)
fue incapaz de obtener transferencia del respondedor pupilar al E1. Young ha resumido la bibliografía de los
últimos 30 años sobre el supuesto condicionamiento de este respondedor, y concluye que las pruebas no
indican que algún investigador haya demostrado inequívocamente el condicionamiento de este respondedor.

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