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Actualización

Tumores hepáticos
benignos
MANEJO DEL PACIENTE pág. 327 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL pág. 319 CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO pág. 311

Puntos clave
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento
quirúrgico se
debe aplicar cuando
de los tumores hepáticos benignos
hay duda diagnóstica,
aparece sintomatología Esteban Cugat Andorra y Eric Herrero Fonollosa
relacionada, se observa Unidad Hepatobilio-pancreática. Servicio de Cirugía General. Hospital Mútua de Terrassa. Terrassa. Barcelona.
un crecimiento progresivo España.
o en la historia natural de
las lesiones éstas pueden
sangrar o malignizar.

El hemangioma y el
Los tumores hepáticos benignos (THB) son le- o que presenten alguna de las complicaciones
quiste simple sólo
se deben intervenir en el siones frecuentes que suelen ser asintomáticas1 descritas13. La punción percutánea como trata-
caso de que produzcan y que habitualmente se diagnostican de forma miento tiene casi un 100% de recurrencia. En
síntomas. En tal caso, casual al realizar exploraciones radiológicas por algunos casos, puede utilizarse como prueba
el hemangioma debe otros motivos1-8. Dada su alta prevalencia, es diagnóstica, para analizar la citología e incluso
extirparse, mientras
habitual detectarlos incluso en pacientes on- marcadores tumorales, y así excluir otros diag-
que en el quiste
simple es suficiente la cológicos. El principal problema clínico que nósticos como cistoadenoma, tumores quísticos
fenestración y el estudio plantean es su diagnóstico diferencial con otras malignos y absceso hepático, y en ocasiones
histológico para descartar tumoraciones no benignas. La mayor parte de permite relacionar el vaciado de la lesión con la
cistoadenoma, cuyo los THB no precisan tratamiento quirúrgico y clínica del paciente13,14.
diagnóstico obliga a la
se manejan de forma conservadora1,6,10. La ciru- El tratamiento quirúrgico de elección es la fe-
resección total del quiste.
gía sólo está indicada cuando el diagnóstico de nestración de los quistes, que consiste en la re-
Ante el diagnóstico benignidad es incierto, producen sintomatolo- sección de la mayor parte de la pared superficial
preoperatorio de gía, crecen o bien en su historia natural pueden del quiste hasta 1 cm del borde hepático, y no
adenoma hepático y presentar complicaciones como rotura, hemo- es imprescindible resecar toda la lesión15 (fig. 1).
cistoadenoma debe
rragia o malignización3,4 (tabla 1). Al aparecer, a La cavidad del quiste se debe examinar deteni-
indicarse la resección
quirúrgica con la exéresis menudo en pacientes jóvenes con hígado sano7, damente para detectar tabiques y proyecciones
de toda la lesión. La la resección hepática debe plantearse como un papilares (típicas del cistoadenoma) y posibles
hiperplasia nodular focal, tratamiento curativo con nula mortalidad y baja fístulas biliares que requerirían sutura14. El
una vez diagnosticada morbilidad, por lo que se deben tratar en unida- uso del bisturí de argón consigue la ablación
con certeza, nunca debe
des especializadas en cirugía hepática11. del epitelio de la cavidad residual, cuyo fin es
intervenirse.
suprimir la secreción de líquido y disminuir la
La resección tasa de recidivas14,16. La pared resecada se debe
hepática en los
tumores hepáticos
Tumoraciones recuperar para el estudio histológico intraope-
ratorio con el fin de descartar que se trate de
benignos realizada por
grupos expertos supone
quísticas un cistadenoma, un cistoadenocarcinoma o una
una morbilidad baja y/o metástasis de un tumor quístico. El diagnósti-
casi nula. La resección Quistes hepáticos simples co postoperatorio, incluso el de cistoadenoma,
por vía laparoscópica En la mayoría de los pacientes, los quistes sim- obliga a la reintervención y la resección com-
en casos seleccionados ples son asintomáticos y no requieren ningún pleta de la lesión.
consigue muy buenos
tratamiento específico. Sólo un 10-15% de los
resultados, por lo que
debería considerarse casos, habitualmente quistes de gran tamaño, Poliquistosis hepática del adulto
como la técnica de son sintomáticos y producen dolor abdominal Forma parte del espectro de la enfermedad fi-
elección. por distensión de la cápsula de Glisson12. Las bropoliquística del hígado y, aunque habitual-
complicaciones como infección, hemorragia, mente los quistes hepáticos son numerosos, no
rotura y compresión de estructuras adyacentes comporta insuficiencia hepática ya que el tejido
son poco frecuentes. El tratamiento quirúrgi- hepático adyacente es normal. Pueden provocar
co está únicamente indicado en los quistes de dolor, distensión abdominal y semiología de-
gran tamaño que sean responsables de síntomas rivada de la compresión de estructuras vecinas

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Tumores hepáticos benignos
Tratamiento quirúrgico de los tumores hepáticos benignos
E. Cugat Andorra y E. Herrero Fonollosa

Figura 1. Tratamiento Lectura rápida


quirúrgico por laparoscopia
de un quiste hepático
simple.

Los tumores hepáticos


benignos son relativamente
frecuentes y normalmente
asintomáticos. Su
detección es habitualmente
incidental al realizar
exploraciones radiológicas
por otros motivos, incluso
en pacientes oncológicos.

La mayoría de los tumores


hepáticos benignos
no precisa tratamiento
quirúrgico y su manejo
es conservador. El
tratamiento quirúrgico
sólo está indicado si hay
duda diagnóstica, son
(vena porta y cava o vía biliar). La complica- tán contraindicados23. La resección completa de sintomáticos (excluidas
ción de algún quiste en forma de hemorragia la lesión es el único tratamiento curativo y debe otras causas) o en su
o infección no es inusual. El objetivo del trata- ser el objetivo en estos pacientes. historia natural pueden
presentar complicaciones
miento es reducir el efecto masa que producen (rotura, hemorragia o
los quistes con la mínima morbilidad posible malignización).
para mejorar los síntomas y la calidad de vida12. Tumoraciones sólidas La resección hepática
Hay 3 tipos diferentes de poliquistosis: a) tipo
I, con un número no muy elevado de lesiones Hemangioma cavernoso se considera curativa
en muchos casos, pero
de gran tamaño; b) tipo II, con mayor número El hemangioma cavernoso es el tumor sólido es imprescindible tratar
de lesiones de menor tamaño, y c) tipo III, con benigno más frecuente1,5. La mayor parte son a estos pacientes en
múltiples quistes pequeños y escaso tejido he- asintomáticos1,3,5,24 y permanece estable a lo lar- unidades especializadas
pático entre ellos. go del tiempo. Son relativamente fáciles de ca- en cirugía hepática para
El tratamiento de la poliquistosis hepática es racterizar con técnicas de imagen25. Habitual- conseguir una baja
morbilidad y una nula
controvertido. En el tipo I suele ser suficiente mente no se aconseja la biopsia percutánea por mortalidad.
la fenestración del máximo número de quistes el riesgo de hemorragia1,4,5,26,27. La rotura espon-
posible17,18; en el tipo II la fenestración es difícil tánea y el riesgo de malignización es excepcio-
y hay que evitar lesionar los tabiques entre los nal1,5,8,10,26,28,29. Si bien el tamaño del hemangio-
quistes, que es por donde transcurren los vasos y ma no es un criterio para indicar la resección, los
conductos biliares. En ocasiones puede ser ne- que tienen un diámetro > 10 cm pueden provo-
cesario recurrir a la hepatectomía19-21 o incluso, car dolores vagos y molestias en hipocondrio
en el tipo III, al trasplante hepático22 que debe derecho, mientras que los de pequeño tamaño
reservarse para los que presenten complicacio- no causan sintomatología5,6. No es infrecuente
nes, recurrencia tras resecciones hepáticas o el hecho “perverso” de que el conocimiento del
cuando hay una insuficiencia renal grave aso- diagnóstico por parte del paciente puede cau-
ciada (trasplante renal y hepático combinado). sar la aparición de síntomas30. El tratamiento
Las recidivas son frecuentes (pueden llegar de elección del hemangioma asintomático es la
hasta un 89% en las tipos II y III) y se deben observación periódica1, y sólo está indicada la
generalmente a la evolución de quistes no tra- resección quirúrgica en pacientes sintomáticos
tados12. La recidivas asintomáticas no requieren en quienes se haya descartado otras posibles
reintervención. etiologías de los síntomas, cuando haya duda
diagnóstica preoperatoria, o en presencia de
Cistoadenoma hepático complicaciones, hecho excepcional5-7,25-28. La
Es una tumoración quística poco frecuente, con enucleación es la técnica de elección (resección
capacidad de transformación maligna a cis- por un plano entre el hemangioma y el tejido
toadenocarcinoma12. El diagnóstico preopera- hepático circundante) ya que evita la resección
torio preciso es crucial para evitar tratamientos de parénquima sano6,31. En ocasiones, y por
inadecuados. Dado su potencial de maligniza- razones exclusivamente técnicas, es necesario
ción, la fenestración o el drenaje percutáneo es- realizar una resección hepática. La ligadura

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Los quistes simples son


lesiones muy frecuentes
que rara vez precisan
tratamiento por ser
sintomáticos o presentar
complicaciones. La punción
percutánea sin añadir
sustancias esclerosantes
intraquísticas presenta casi
un 100% de recurrencia,
de forma que sólo tiene
indicación en determinados
casos de duda diagnóstica.

La fenestración —resección
de la mayor parte de
la pared superficial del
quiste— es el tratamiento
quirúrgico de elección. La
pared resecada debe ser
recuperada para un estudio
histológico con el fin de
descartar el cistoadenoma.
Un diagnóstico pre
o intraoperatorio de
cistoadenoma obliga a la
resección total de la lesión.

Figura 2. Pieza de resección de hemangioma hepático.

de la arteria hepática32,33 y el trasplante hepá- la toma de anticonceptivos orales, pero éstos


tico25 son 2 hechos excepcionales. La resección pueden tener efecto sobre su crecimiento. Ge-
quirúrgica ofrece una alta efectividad, con una neralmente no producen complicaciones, como
morbimortalidad baja y una tasa de recidiva necrosis o hemorragia, y no malignizan2,6,7,10.
mínima1,7,25,26; sin embargo, la sintomatología Los pacientes asintomáticos con lesiones hepá-
puede persistir después de la resección, hecho ticas bien caracterizadas compatibles con HNF
que siempre debe conocer el paciente (fig. 2). no requieren tratamiento quirúrgico y se deben
controlar mediante ecografías periódicas2,4,5,10,36.
Hiperplasia nodular focal Sin embargo, en todas las series de resección de
La hiperplasia nodular focal (HNF) es el se- THB, un número no despreciable de pacientes
gundo tumor sólido benigno hepático en fre- tiene como diagnóstico histológico definitivo
cuencia1,5; suelen ser lesiones de pequeño tama- la HNF; ello se debe a que la certeza diagnós-
ño localizadas en la periferia del parénquima tica mediante técnicas de imagen en la HNF se
hepático. Aparece en mujeres jóvenes y en un puede alcanzar de forma preoperatoria en sólo
10% de los casos son multifocales1,2,5,34. Entre un 50% de los casos4,5. Así pues, la indicación
un 10 y un 20% de los pacientes con HNF pre- quirúrgica viene dada por la duda diagnóstica,
senta también hemangiomas1,2,5,35, y la asocia- con especial dificultad para diferenciarla del
ción con adenomas hepáticos es excepcional2. adenoma, y menos frecuente por la presencia
Su diagnóstico es incidental y suele ser asinto- de síntomas o el crecimiento súbito de la le-
mática1,2,5-7,35. Su aparición no se relaciona con sión2,4,5. La biopsia percutánea no se recomien-

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diagnóstico preoperatorio clinicorradiológico


de adenoma es difícil34 y tiene una escasa preci-
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sión para la detección de los focos de adenocar-
cinoma. La punción percutánea se desaconseja
por el elevado índice de complicaciones7 y por
el bajo rendimiento para detectar la presencia
de dichos focos.
El AH siempre tiene indicación quirúrgica y En la poliquistosis, el
se debe resecar con un margen libre de tejido tratamiento depende del
hepático1-3,5-7,10,42. En las lesiones de gran ta- tipo: en el tipo I basta la
fenestración del máximo
maño ocasionalmente debe realizarse una he- número de quistes; en el
patectomía mayor y, en estos casos, la emboli- tipo II, puede ser necesario
zación arterial preoperatoria1,4,5 puede ser útil realizar una hepatectomía, y
para reducir el volumen dada su rica irrigación. en casos seleccionados del
La morbilidad de la cirugía varía entre un 10 tipo III puede ser necesario
el trasplante hepático.
y un 27% y la mortalidad debe ser inferior al La tasa de recidiva tras
1%2,36 (fig. 3). El riesgo de malignización de la fenestración o resección
lesión, la posible e impredecible aparición de es muy alta y se debe
una hemorragia y/o una ruptura (30-50%) así generalmente a la evolución
como la dificultad en el diagnóstico diferencial de quistes no tratados.
con el hepatocarcinoma bien diferenciado jus- El hemangioma cavernoso
tifican la resección curativa que ofrece buenos es el tumor sólido benigno
Figura 3. Resección laparoscópica de resultados a largo plazo sin recidivas1. La pre- más frecuente. La mayor
adenoma hepático. sencia de adenomas múltiples (adenomatosis parte son asintomáticos,
hepática) es una situación compleja en la que no suelen complicarse
y no malignizan, por lo
la resección hepática6 puede plantearse cuando que no requieren ningún
la enfermedad es unilobar o bilobar resecable, tratamiento específico.
o en presencia de lesiones de gran tamaño. El Cuando son grandes
da en los casos de duda con lesiones malignas trasplante hepático debe reservarse únicamente y/o sintomáticos, ante
por el riesgo de diseminación de células tumo- para los casos seleccionados de tumores múlti- una duda diagnóstica
o en presencia de
rales y sólo estaría indicada en casos en las que ples irresecables1,35,43. complicaciones, la
se vaya a adoptar una estrategia conservadora enucleación es la técnica
y no haya una certeza diagnóstica radiológi- quirúrgica de elección.
ca5,37,38. Las resecciones limitadas han demos- Otros La hiperplasia nodular focal
trado ser seguras con una baja tasa de compli-
suele ser asintomática,
caciones postoperatorias, un índice de recidiva Hamartomas biliares (complejos de Von Meyen- casi nunca produce
excepcional y debe considerarse la técnica de burg). Suelen ser múltiples y de pequeño tama- complicaciones y no
elección. En tumores de gran tamaño puede ser ño y no requieren tratamiento quirúrgico5. Por maligniza. Los pacientes
necesario practicar una hepatectomía mayor2. su apariencia radiológica y macroscópica, son asintomáticos con
difíciles de distinguir de las metástasis hepáti- diagnóstico de certeza
no requieren ningún
Adenoma hepático cas, por lo que la biopsia puede estar indicada si tratamiento. La indicación
La aparición del adenoma hepático (AH) es se descubren durante un acto quirúrgico. quirúrgica viene dada por la
más frecuente en mujeres jóvenes que consu- dificultad en el diagnóstico
men anticonceptivos orales1,24,34,36,39 y está des- Tumor fibroso solitario. Suele ser un tumor diferencial, especialmente
crita la regresión tras la suspensión del trata- grande y se puede confundir con una lesión con el adenoma. Las
resecciones limitadas
miento, aunque puede aparecer años después de metastásica hepática por su apariencia radioló- son seguras y debe
suspender su ingesta. Generalmente son únicos gica e intraoperatoria5. Son de comportamiento considerarse la técnica de
y excepcionalmente se presentan como tumores incierto y ante su diagnóstico siempre deben elección.
múltiples (adenomatosis hepática)1,5,6,39,40, que resecarse, ya que será el examen histológico de-
puede asociarse a las glucogenosis tipos I y II. finitivo el que nos dará el diagnóstico de benig-
Con frecuencia producen síntomas2,3,41, princi- nidad o malignidad.
palmente dolor abdominal, producido por el rá-
pido crecimiento de la tumoración, hemorragia Esteatosis focal. La presencia de cúmulos de
intratumoral o compresión de órganos vecinos1. grasa en el hígado puede provocar la aparición
No es infrecuente la aparición de complica- de lesiones en los estudios radiológicos que se
ciones graves, como la rotura o la hemorragia asemejen a lesiones nodulares; dichas lesiones
intraabominal1. El riesgo de malignización es no tienen tratamiento quirúrgico y todos los es-
alto, detectándose hasta en un 10% de las oca- fuerzos deben encaminarse a realizar un correc-
siones zonas de adenocarcinoma en el estudio to diagnóstico clinicorradiológico, y en ningún
histológico de la pieza de resección5,10,36,41. El caso necesita tratamiento quirúrgico.

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miten un acceso laparoscópico fácil) y los situa-


dos en la vecindad de las venas suprahepáticas
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en su entrada en la vena cava, por el momento,
hacen desaconsejable su inclusión para este tipo
de cirugía45,46,50.
La fenestración laparoscópica en los casos de
los quistes simples es una técnica factible y re-
El adenoma hepático puede producible, y hoy en día debe considerarse la
producir complicaciones técnica de elección12. Hay que descartar el cis-
graves, como la rotura Figura 4. En sombreado, segmentos toadenoma de forma sistemática, igual que en
o la hemorragia. Su hepáticos favorables en cirugía
historia natural incluye la cirugía abierta, con el estudio peroperatorio
laparoscópica. de la pieza de resección. El diagnóstico preope-
la malignización, por lo
que siempre debe ser ratorio o intraoperatorio no contraindica el
resecado con un margen abordaje laparoscópico. Sin embargo, debe ase-
libre de tejido hepático. Las gurarse siempre la resección completa del cis-
lesiones de gran tamaño
ocasionalmente requieren Otros tumores como el lipoma, el angiomio- toadenoma, bien con la exéresis total del quiste
una hepatectomía mayor. lipoma, el mixoma o el teratoma son tumores o incluso realizando una resección hepática.
extraordinariamente raros de los que sólo se co- En la poliquistosis, el abordaje laparoscópico
En casos seleccionados, nocen casos aislados. provoca menos adherencias y facilita la posi-
la cirugía laparoscópica bilidad de nuevos tratamientos quirúrgicos51.
es técnicamente factible
con baja morbilidad y En los casos de múltiples quistes de pequeño
nula mortalidad logrando, Aspectos quirúrgicos tamaño (tipo III), el abordaje laparoscópico es
respecto a la cirugía una contraindicación por la imposibilidad de
abierta, un menor La resección quirúrgica de un tumor benigno conseguir una cavidad de trabajo, en estos casos
dolor, una recuperación se realiza clásicamente a través de una laparo- la técnica de elección es la cirugía por laparo-
postoperatoria más corta y
unos resultados estéticos tomía. En los últimos años la incorporación de tomía.
mejores. la laparoscopia en el campo de la cirugía he- En los tumores sólidos el abordaje laparoscópi-
pática ha representado un gran avance, con los co es idóneo cuando estas lesiones se localizan
Es en los tumores beneficios propios de la cirugía mínimamente en los segmentos laterales izquierdo (II-III)12,
benignos donde la cirugía invasiva: menor dolor postoperatorio, menor y puede considerarse la segmentectomía II-III
laproscópica puede
ofrecer unas ventajas estancia hospitalaria, convalecencia más corta y como de elección. En los casos en que la le-
más claras y en los casos mejores resultados estéticos44-46. En el momen- sión no es visible en la superficie hepática, la
de lesiones localizadas to actual parece que las lesiones hepáticas be- ecografía por laparoscopia permite detectar la
en los segmentos nignas son las más susceptibles de ser tratadas lesión, determinar la relación con las estructu-
laterales izquierdo (II-III), mediante este abordaje. No obstante, la indica- ras vasculares y decidir la línea de resección52.
la segmentectomía II-III
por laparoscopia puede ción quirúrgica no debe cambiarse por el hecho Cuando se seleccionan adecuadamente los pa-
considerarse la técnica de de utilizar la vía laparoscópica12. Para la cirugía cientes, el éxito se obtiene en el 90-97%44,47,48,53
elección. laparoscópica, además del tipo de lesión es im- de los casos, el 3-10% requiere la conversión a
portante conocer su localización. Se consideran cirugía abierta47 y el 1-2% necesita reinterven-
“segmentos favorables” los segmentos II, III, ción. La estancia hospitalaria es de menos de
IVb, V y VI (fig. 4)45-49. Los tumores de gran 5 días44,47,48, no hay mortalidad y la morbilidad
tamaño, los localizados en la parte posterior del es del 5-9%, que es mejor que la de la cirugía
hígado (segmentos IVa, VII y VIII, que no per- abierta.

Tabla 1. Indicaciones y tratamientos quirúrgicos de los diferentes tumores hepáticos benignos

Diagnóstico Indicación de cirugía Tratamiento

Quiste simple Gran tamaño y/o sintomático Fenestración*


Poliquistosis Sintomático Tipo I: fenestración*
Tipo II: fenestración ± resección*
Tipo III: fenestración por laparotomía
Cistoadenoma Siempre Resección completa*
Hemangioma Gran tamaño y/o sintomático Enucleación*
Duda diagnóstica
HNF Duda diagnóstica Resección completa*
Adenoma Siempre Resección completa*
*Por laparoscopia si la lesión asienta en segmentos favorables.

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GH CONTINUADA. ENERO-FEBRERO 2009. VOL. 8 N.º 1 27

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