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I. ANTECEDENTES:
1. El 31 de agosto de 2021, las 16:37, el Juez de la Unidad Judicial Penal con sede en el
cantón Quevedo, provincia de Los Ríos, dictó sentencia condenatoria en contra del procesado
Juan Carlos Gándara Andrade, en calidad de autor del delito de tenencia y porte de armas,
tipificado y sancionado en el artículo 360, inciso segundo, del COIP, en tal virtud, le impuso
la pena privativa de libertad de dos años y multa de cuatro salarios básicos unificados del
trabajador en general, conforme lo prevé el artículo 70 ibídem.
2. Inconforme con el fallo del a quo, el encartado interpuso recurso de apelación, para ante la
Corte Provincial de Justicia de Los Ríos.
II. COMPETENCIA:
Seré concreto en la exposición, dado que voy a exponer un solo cargo casacional, el
cual, corresponde a la errónea interpretación del artículo 360, inciso segundo, del
COIP. El fallo infundado es el de segunda instancia dictado el 8 de abril de 2022, por
la Corte Provincial de Justicia de Los Ríos, en el que se declara el estado de inocencia
del ciudadano Juan Carlos Gándara Andrade. Entonces, para cumplir con los
principios de taxatividad y autonomía de la sentencia, paso a señalar el principio de
taxatividad, como ya lo mencioné, errónea interpretación del artículo 360, es decir
que, al momento de resolver el tribunal de apelación la controversia, ha dado un
alcance distinto al que el legislador estableció en esta norma, es decir, del artículo 360,
inciso segundo, dándole un alcance que no tiene, es decir, un sentido distinto al
espíritu genuino que el legislador estipuló en esta norma. Ahora bien, como principio
de autonomía, la parte concreta del fallo donde se encuentra primeramente la
interpretación normativa que hace el tribunal, para considerarse que está erróneamente
interpretada, encontramos que, dentro del considerando quinto de la sentencia,
específicamente, en la línea 32, la sala señala lo siguiente, en este sentido el arma de
fuego debería estar compuesta para poder ser utilizada o en su defecto cargada de
municiones, y, sin tener fallas en su uso; la línea 36, señala que en resumen se debe
realizar algunas consideraciones, aquí hace relaciones y diferenciaciones entre tener y
no tener un permiso para portar o tener un arma de fuego, en la foja 59, línea 5,
señala, que el Ecuador no se realiza una diferenciación entre tenencia y porte de armas
de fuego, luego para lo que considera fiscalía es ya, lo que la sala de apelación da
como hecho probado, esto ya en el considerando octavo, luego de analizar lo que es el
informe pericial, da como hecho probado lo siguiente, de este informe pericial, se
establece que la pistola que se utiliza es una pistola no letal traumática y se entiende
que un arma letal es un instrumento diseñado para matar o causar daño severo al ser
humano, se considera que el arma encontrada al justiciable no encuadra en lo
establecido en el artículo 360, inciso segundo, del COIP. Luego, se refiere a los
reglamentos, en los cuales, encontramos las definiciones de lo que son los elementos
normativos, como son armas de fuego y que por el tema del permiso respectivo, en
este mismo considerando para lo que la sala cuando califica el acontecimiento, hace la
siguiente interpretación, y, es lo que configuraría ya el alcance distinto que le está
dando al artículo 360, cito textualmente dice, luego de citar el reglamento, dice, el
reglamento se establece que lo que se ha prohibido son las armas de fuego de carácter
letal que pueden causar la muerte, en el presente caso, se trata de un arma de fuego no
letal en este caso, las armas traumáticas que pueden producir una lesión, en todo caso
se juzgaría por un delito de lesiones. Entonces, qué es lo que señala la sala, y, qué es
lo que es el alcance distinto a lo que el artículo 360 señala, habla de la letalidad de las
armas de fuego, para considerar que la conducta del procesado no encaja en el tipo
penal, entonces esto, señalar que la letalidad de las armas de fuego no es un elemento
que contiene la tipicidad del porte de armas de fuego sin autorización, puesto que, el
tipo penal refiere exclusivamente, por la parte que fue procesado, señala que la
persona que porte armas de fuego, sin autorización será sancionada con pena privativa
de libertad de 3 a 5 años, aquí no se menciona nada respecto de la letalidad, cuando la
sala refleja o habla de que no es un arma letal, le está dando un sentido distinto a este
texto normativo que el legislador estableció en el tipo penal. Entonces, para
complementar el principio de autonomía, cuál debió haber sido la correcta
interpretación que debió haberse dado el artículo 360, inciso segundo, primeramente,
se debe señalar que los tipos penales describen las conductas que prohíben el
legislador, los ciudadanos o el conglomerado como un cometa en una sociedad de
derechos y justicia. Entonces, en esta parte, se debió considerar que, al encontrarse
una persona con un arma de fuego sin autorización, esto ya implica cuadrar la
conducta en este inciso segundo, puesto que, no se cuenta con una autorización, y, es
precisamente, lo que la norma está intentando que no cometan los ciudadanos, es
decir, no tengan armas de fuego sin la debida autorización, primeramente debió
utilizar el Reglamento de la Ley sobre Armas, Municiones y Explosivos para definir
uno de los elementos normativos que justamente es sobre la autorización, que en su
artículo 76 señala: “el permiso para portar armas es el acto administrativo mediante el
cual los centros y sub centros de control de armas conceden la autorización pertinente
a las personas naturales y jurídicas para llevar consigo o su alcance las armas
registradas”; y, luego debió también considerarse, el Acuerdo Ministerial 096 que en
su artículo 121 señala, aquí para definir el otro elemento normativo que es el arma de
fuego, arma de fuego, en este caso no letales, y, en el literal b) señala armas
traumáticas, pistolas calibre 9 mm, si tomamos estos dos complementos normativos,
citando el reglamento y en el acuerdo ministerial, encontramos que, se definen tanto
armas de fuego y tanto en elemento normativo de conceder la autorización respectiva.
Entonces, si se hubiese realizado esta interpretación adecuada, se hubiese indicado
que, precisamente, la conducta del procesado encuadra al tipo penal puesto que, al
momento de encontrarse con un arma de fuego, que era no letal, traumática, pero era
arma de fuego, su conducta cuadró en el inciso segundo del artículo 360 del COIP.
Ahora, entendiendo que, y, como lo dice Zafaroni, en función conglobante se debe
comprobar que la conducta típicamente sistemática está también prohibida por la
norma, y, lo que se obtiene desentrañando el enlace del tipo penal conforme a todo lo
que dice la ley, respecto al tipo penal, y, por esta razón, es los reglamentos y el
acuerdo ministerial, ahora si hubiese dado esta, al hablarse de la correcta
interpretación que debe darse a este tipo penal. Pasamos al siguiente punto que es la
trascendencia, al no haberse dado el alcance correcto o la interpretación correcta que
el legislador estableció en el artículo 360, se ha dejado impune una conducta
penalmente relevante, puesto que, al decir que, se trata de un arma no letal, ello al no
tener la autorización de la respectiva autoridad competente, se estaría menguando
obviamente el contenido del artículo 360, e implicaría que se estaría dejando en la
impunidad de que una persona que tenía un arma de fuego y que lo dio la sala por
hecho probado, entonces, implicaría que se está dejando obviamente como ya lo dije
en la impunidad, una conducta penalmente relevante. Por estas razones, fiscalía
considera que corrijan el error de derecho y establezcan la adecuada interpretación que
debe darse al tipo penal, en el cual, no contiene que la letalidad del arma de fuego sea
un elemento que compone la tipicidad, para poderse sancionar una conducta de haber
tenido un arma de fuego, sin la respectiva autorización, porque la letalidad del arma de
fuego no exponía el tipo penal, esa es una abstracción que hace la sala, y, esta
abstracción es lo que, mengua o desconfigura el contenido normativo del tipo penal.
Por esta razón, fiscalía considera que al haberse cumplido los principios de
taxatividad, autonomía, trascendencia, se solicita que se corrija el error de derecho,
específicamente, la interpretación de la norma. Por estas razones, y, al haberse
verificado el error de derecho, se debería revocar la sentencia de segundo nivel, y,
declarar, efectivamente, que la conducta del procesado encuadró en el artículo 360 del
COIP.
4.2. Contradicción:
4.2.1. Procesado no recurrente:
10. La doctora Teresa Andrade Robayo, en representación del encartado no casacionista Juan
Carlos Gándara Andrade, sostuvo que:
4.3. Réplica:
La sala, al momento de determinar que, bien por no tratarse de una arma letal, no se
encuadraría la conducta del sujeto procesado al artículo 360, inciso segundo, del
COIP, ello implica, como ya lo dije anteriormente, siendo los juzgadores
subsumidores de hechos en normas, precisamente, lo que hizo la sala, es utilizar el
reglamento y el acuerdo ministerial, pero para definir los elementos normativos con
los que se compone la conducta, es decir que, quién debe autorizar el uso de armas de
fuego y qué es un arma de fuego, si utilizamos estos dos complementos normativos,
estos complementan la acción verbal, que es precisamente, portar un arma de fuego
sin la autorización, si se habla de que no existe la letalidad en el arma de fuego, y, por
ende, no es subsumible al tipo penal, se está extendiendo la tipicidad e incluso
yéndose en contra del artículo 13 del COIP. Por estas razones, FGE considera que, al
hacerse este análisis y esta conclusión respecto a la letalidad del arma, que no es un
elemento de la tipicidad, se mengua o se desfigura el contenido normativo y se deja de
sancionar una conducta penalmente relevante, esto es lo que atañe al derecho, y,
ustedes, se encuentran para hacer la correcta interpretación, de enmendar este error de
derecho, porque esto implicaría que en el conglomerado general, cualquier persona
puede andar con un arma de fuego que por más que no sea letal, les estaría permitido
tener, justamente, el tipo penal pretende prohibir.
V. PROBLEMA JURÍDICO:
14. El primer escenario constituye la subsunción, que tiene relación con la adaptación del
relato fáctico obtenido de la valoración probatoria que ha efectuado el órgano jurisdiccional,
al supuesto de hecho que requiere una norma jurídica para su aplicación, a partir de lo cual,
son dos los yerros que pueden acaecerse de la subsunción: la falta de aplicación de una norma
jurídica cuyo supuesto de hecho concuerda con la narración del contenido fáctico
(contravención expresa del texto de la ley); y, la indebida aplicación de una norma de
derecho, cuyo supuesto de aplicación no se ha generado en el caso sometido al juzgamiento
del tribunal de instancia.
15. El segundo escenario del error in iudicando, tiene vínculo directo con las consecuencias
jurídicas que son previstas por la norma, en aquellos en los que efectivamente corresponde su
aplicación. En este tablado, solo puede presentarse la errónea interpretación, cuyo contenido
demanda de parte del proponente, la aceptación de que la norma utilizada para resolver es la
correcta, en la medida en que la objeción que se hace sobre la sentencia se dirige solo al
sentido y alcance que el tribunal de apelación les ha dado a las consecuencias jurídicas que se
derivan de las normas utilizadas para resolver.
16. En esta inteligencia, el recurso de casación irrumpe como una herramienta de protección
de los sujetos procesales, que tiene como objetivos ulteriores alcanzar la justicia, recuperar las
tan anheladas paz social y seguridad jurídica, por medio del ejercicio del derecho de
impugnación, garantizado en el artículo 76.7.m de la Constitución de la República, en
relación con los artículos 8.2.h de la Convención Americana de Derechos Humanos y 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
17. Así las cosas, a través de este medio impugnatorio corresponde el examen del fallo,
materia de casación, con el fin de establecer posibles conculcaciones a la ley, ya por
contravención, indebida aplicación o errónea interpretación, de acuerdo a lo prescrito por el
invocado artículo 656 del COIP.
18. Por lo demás, cabe puntualizar que la casación tiene una función nomofiláctica, para
asegurar la aplicación uniforme del principio de legalidad, tanto a nivel sustantivo, como
adjetivo, y así evitar la disparidad o divergencia de criterios interpretativos entre los diversos
órganos jurisdiccionales, así lo comenta la profesora Teresa Armenta, 1 correspondiendo tal
facultad a la Corte Nacional de Justicia.2
20. Precisamente, con la finalidad de despejar el reproche trazado por FGE –la misma que en
su calidad de titular de la acción penal pública, tiene la facultad de pretensión punitiva, se
advierte, en principio, que la modalidad de errónea interpretación o error de interpretación,
acaece cuando el Juzgador selecciona correctamente la norma y la adecua al caso concreto,
sin embargo, yerra cuando al interpretar el precepto, le atribuye un sentido que no tiene, o le
asigna efectos distintos o contrarios a su contenido. Así, para que prospere tal causal, como
demanda casacional, el impugnante debe justificar que el juzgador ha confundido el sentido y
alcance de la norma aplicada.
21. De cualquier manera, se enfatiza que el reproche de FGE estuvo dirigido a que esta
Corporación edifique los juicios de tipicidad y de culpabilidad en contra del encartado Juan
Carlos Gándara Andrade, y, en consecuencia, le declare autor directo del delito de porte de
armas tipificado y sancionado en el artículo 360, inciso segundo, del COIP, lo cual, carece
tiene asidero, en virtud de que, la argumentación desplegada, no logró acreditar que el
juzgador de alzada habría confundido el sentido y alcance de la norma aplicada, y, por ende,
tampoco cuál debió ser la manera correcta de inteligenciar tal precepto jurídico.
22. Bajo los parámetros anotados, este Juzgador pluripersonal de esta Alta Corte enfatiza que,
la principal blandura en la que incurrió FGE, consistió en que confundió el sentido y alcance
del artículo 360, inciso segundo, del COIP, en tanto interpretó que el yerro incurrido por el
juzgador de apelación: letalidad del arma de fuego, comporta un elemento ajeno a los
elementos normativos del injusto de porte de armas, lo cual, deviene en un equívoco jurídico.
23. Con otras palabras, el hecho relativo a que el procesado haya portado un arma de fuego,
sin autorización, no determina per se que el juzgador debía adecuar su conducta al delito de
porte de armas, como se dirigió la pretensión interpretativa ulterior de FGE, carente de
sustento, por el contrario, previo a realizar tal proceso lógico subsuntivo, el ad quem estaba
en la obligación jurídica de completar los elementos normativos de dicho tipo penal, incluidos
los relativos a la autorización y a la letalidad del arma de fuego, para lo cual, debía acudir a
los acuerdos ministeriales y a los reglamentos respectivos vigentes al momento del hecho
punible, considerando que el artículo 360, inciso segundo, del COIP, se trata de una norma
penal en blanco.3
La presente causa sube en grado, por el delito de Tenencia y Porte de Arma tipificada
y sancionada en el Art.360 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal, se
inició tal como consta en el parte de aprehensión y en acta de audiencia de
calificación de flagrancia (…) Una vez conocida las circunstancias de los hechos
suscitados en la presente acción penal, toca a este Tribunal de Alzada analizar las
pruebas aportadas por las partes procesales en primer instancia, y para el efecto
tenemos como pruebas las siguientes: 1) Testimonio el perito Edwin Villacrés Paredes
quien realizó el informe técnico pericial del reconocimiento del lugar de los hechos
(…) 3.1; rindió testimonio el perito Iván Olivo Sevillano quien realizó el informe
técnico pericial balístico el mismo que como conclusión establece que el arma de
fuego, tipo pistola no letal, traumática, marca RETAY G19C, fabricación industrial,
serie GMDB200500109, color negro, se encuentra en buen estado de conservación,
buen estado de funcionamiento, siendo apta para producir disparos. Que los diez
cartuchos objeto de análisis son de tipo común, para armas de fuego, tipo pistola, no
letal, traumática, calibre 9mm, fuego central y puede ser utilizado como unidad de
carga en el arma analizada o de su mismo calibre, así también manifestó que el arma
tenia proyectiles que eran activados por pólvora e incluso una combinación de mayor
explosión y volatilidad. (…) En el caso en análisis sobre las características esenciales
de las armas no letales son su intencionalidad y los efectos a conseguir.
Intencionalidad: Son armas no concebidas para matar ni destruir. No deben causar
hematomas, ni causar lesiones o heridas, así sean mínimas. Efectos: Las armas no
letales incapacitan temporalmente a las personas, minimizando los daños colaterales y
3 Norma penal en blanco.- preceptos principales que, no expresan todos los elementos específicos del supuesto de hecho de
la norma secundaria, sino que remiten a otro u otros preceptos para que completen la determinación de aquellos elementos.
(Nota de este Tribunal de casación)
medioambientales, sin dejar ningún tipo de secuelas. La recuperación de quien recibe
los efectos debe ser oportuna y debe existir una certificación que garantice que no
causan ningún tipo de daño o traumatismo en el organismo del ser humano. Las
diferentes formas y modalidades de las Armas No Letales que existen en el mundo, se
pueden resumir así, según Función, Composición y Actividad de las Armas No
Letales sobre sus objetivos: 1. Balas de plástico y goma: Estas armas no causan la
muerte, pero sí pueden originar ceguera, herir seriamente o desfigurar a sus víctimas.
2. Armas pepperball: Este tipo de arma no letal, cuyo diseño es el de una pistola
convencional, tiene un mecanismo acondicionado para accionarse a través del CO2
(gas carbónico), el cual está comprimido. Tiene una concentración muy elevada de
capsaicinoides, que ocasionan daños a la persona que recibe el impacto. 3. “Paintball”:
Es un arma no letal utilizada como “juguete deportivo”, en esencia es una bola de
pintura disparada desde una pistola de aire comprimido que puede provocar grandes
hematomas y puede romper la piel e incluso los dedos. El Art. 360 Inc. 2 del COIP
que establece que: “El porte consiste en llevar consigo o a su alcance un arma
permanentemente dentro de una jurisdicción definida, para lo cual se requiere
autorización de la autoridad competente del Estado. La persona que porte armas de
fuego sin autorización, será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco
años.” Esto en relación a lo estipulado el acuerdo Ministerial 096 en el que se
establece: “Expedir los Requisitos para la Obtención y Renovación de autorizaciones,
permisos y más Servicios Contemplados en la Ley de Fabricación, Importación,
Exportación, Comercialización y Tenencia de Armas, Municiones, Explosivos y
Accesorios y su Reglamento; así como la clasificación de las armas y sustancias
químicas y biológicas controladas” en donde se establece la clasificación de las armas
de fuego letales y no letales y se deja establecido que los tipos de armas son armas de
fuego, en su Art. 121 los clasifica de la siguiente manera:
3. Armas No Letales
c. Neumáticas (airgun)
1) Pistolas calibre 4.5mm (.177) / 5.5mm (.22)
2) Revólveres calibre 4.5mm (.177) / 5.5mm (.22)
d. Eléctricas:
1) Pistola
2) Electroshock
3) Bastón
25. El texto jurisprudencial que precede, trasluce que el ad quem entiende acertadamente que
el artículo 360, inciso segundo, del COIP, se trata de una norma penal en blanco, y, partiendo
de tal premisa, examina el acuerdo y reglamento respectivos, a fin de completar los elementos
normativos de la infracción de porte de armas, especialmente, los relativos al permiso y a la
letalidad del arma de fuego, concluyendo que no hay una conducta penalmente relevante, que
haya puesto en peligro el bien jurídico protegido que en el sub iudice constituye la seguridad
pública, en los términos que demanda el artículo 22 del COIP, lo cual, comporta una
interpretación normativa en su real sentido y alcance, y, de ninguna forma, una “mengua”, o
desfiguración, o ya en fin, “abstracción” del contenido normativo, como sostuvo FGE, con un
soporte interpretativo de tipo inquisitivo, que se entiende por su rol eminentemente acusador,
pero que, no se compadece con el principio de mínima intervención penal, previsto en el
artículo 3 del COIP4.
26. Entonces, al ser la casación de carácter extraordinario, no solo resulta necesario que el
impugnante enuncie cuáles fueron los yerros cometidos por el juzgador de segundo nivel al
momento de resolver, y, encajar esas vulneraciones bajo una causal, sino que es obligación
del mismo formular un argumento específico, lógico y coordinado, tendiente a explicar a este
Órgano jurisdiccional el razonamiento que justifique la objeción mediante esta vía, lo cual, no
se ha verificado en el presente caso; y, por consiguiente, el recurso de casación se torna en
improcedente.
27. Finalmente, cabe también añadir que esta Corporación tampoco ha encontrado ningún
error in iudicando en la sentencia de segunda instancia, que amerite la aplicación de la
casación oficiosa prevista en el artículo 657.6 del COIP.
VI. DECISIÓN:
Con los antecedentes jurídicos expuestos, al amparo de lo previsto por el artículo 657.7 del
COIP, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial,
4 COIP: “Art. 3.- Principio de mínima intervención.- La intervención penal está legitimada siempre y cuando sea estrictamente
necesaria para la protección de las personas. Constituye el último recurso, cuando no son suficientes los mecanismos
extrapenales.”
Tránsito, Corrupción y Crimen Organizado de la Corte Nacional de Justicia,
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL
ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA, de manera unánime, resuelve declarar improcedente el recurso de casación
interpuesto por FGE, por falto de fundamento jurídico.
Notifíquese y cúmplase.
Res
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fácil
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sión
La
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sente
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desp
lega
da,
no
logr
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ditar
que
el
juzg
ador
de
alza
da
habrí
a
conf
undi
do el
senti
do y
alca
nce
de la
nor
ma
aplic
ada,
y,
por
ende
,
tamp
oco
cuál
debi
ó ser
la
man
era
corre
cta
de
inteli
genc
iar
tal
prec
epto
juríd
ico.