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206483202-DFE

Juicio No. 12283­2021­01134


JUEZ PONENTE: DR. MARCO RODRIGUEZ RUIZ, JUEZ NACIONAL
(PONENTE)
AUTOR/A: DR. MARCO RODRIGUEZ RUIZ
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. ­ SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL,
PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL, TRÁNSITO, CORRUPCIÓN Y CRIMEN
ORGANIZADO DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. Quito, lunes 26 de junio
del 2023, las 11h19. VISTOS: El Tribunal de esta Sala Especializada de lo Penal, Penal
Militar, Penal Policial, Tránsito, Corrupción y Crimen Organizado de la Corte Nacional de
Justicia, constituida en órgano judicial de casación e integrada por los doctores Marco
Rodríguez Ruiz, Juez Nacional Ponente, Mercedes Caicedo Aldaz, Jueza Nacional (e) y
Daniella Camacho Herold, Jueza Nacional, dicta la siguiente sentencia dentro de la causa No.
12283­2021­01134.

I. ANTECEDENTES:

1. El 31 de agosto de 2021, las 16:37, el Juez de la Unidad Judicial Penal con sede en el
cantón Quevedo, provincia de Los Ríos, dictó sentencia condenatoria en contra del procesado
Juan Carlos Gándara Andrade, en calidad de autor del delito de tenencia y porte de armas,
tipificado y sancionado en el artículo 360, inciso segundo, del COIP, en tal virtud, le impuso
la pena privativa de libertad de dos años y multa de cuatro salarios básicos unificados del
trabajador en general, conforme lo prevé el artículo 70 ibídem.

2. Inconforme con el fallo del a quo, el encartado interpuso recurso de apelación, para ante la
Corte Provincial de Justicia de Los Ríos.

3. El 8 de abril de 2022, las 16:59, la Sala Multicompetente de la Corte Provincial de Justicia


de Los Ríos, aceptó el recurso y ratificó el estado de inocencia del acusado Juan Carlos
Gándara Andrade.

4. Respecto de la resolución del ad quem, el agente fiscal de la causa dedujo recurso

Firmado por Firmado por Firmado por


MARCO XAVIER MERCEDES DANIELLA
RODRIGUEZ RUIZ JOHANNA LISETTE
C=EC CAICEDO ALDAZ CAMACHO HEROLD
L=QUITO C=EC C=EC
CI L=QUITO L=QUITO
1710867597 CI CI
1205919630 1710571959
extraordinario de casación, para ante la Corte Nacional de Justicia.

5. Luego de haberse llevado a cabo la audiencia oral, pública y de contradictorio de


fundamentación del recurso de casación, se reduce por escrito la sentencia por escrito, bajo
los siguientes términos:

II. COMPETENCIA:

6. La Corte Nacional de Justicia ejerce su jurisdicción a nivel nacional de conformidad con lo


ordenado por los artículos 182, último inciso de la Constitución de la República del Ecuador
(en adelante CRE) y 172 del Código Orgánico de la Función Judicial (en adelante COFJ).

7. La Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial, Tránsito, Corrupción y


Crimen Organizado de la Corte Nacional de Justicia, tiene competencia para conocer los
recursos de casación, revisión y los demás que establezca la ley, según lo previsto por los
artículos 184.1 de la CRE; 8 y 9 del COFJ, así como por las Resoluciones No. 008­2021, de
28 de enero de 2021 del Pleno del Consejo de la Judicatura y No. 04­2021, de 19 de febrero
de 2021, del Pleno de la Corte Nacional de Justicia; siendo que, el Tribunal de casación
asignado a la presente causa, está conformado por los Magistrados Marco Rodríguez Ruiz,
Juez Nacional Ponente, Mercedes Caicedo Aldaz, Jueza Nacional (e) y Daniella Camacho
Herold, Jueza Nacional.

III. VALIDEZ PROCESAL:

8. El recurso ha sido tramitado conforme lo dispone el artículo 657 del COIP, en


concordancia con el artículo 76.3 de la CRE, por tanto, al no advertirse que se haya omitido
solemnidad sustancial alguna o vicio de procedimiento, este Tribunal de cierre declara su
validez.

IV. FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN, CONTRADICCIÓN Y


RÉPLICA:
4.1. Fundamentación del recurso:

9. El abogado Alfredo Rodríguez Ramos, en representación de la Fiscalía General del Estado


(FGE), manifestó que:

Seré concreto en la exposición, dado que voy a exponer un solo cargo casacional, el
cual, corresponde a la errónea interpretación del artículo 360, inciso segundo, del
COIP. El fallo infundado es el de segunda instancia dictado el 8 de abril de 2022, por
la Corte Provincial de Justicia de Los Ríos, en el que se declara el estado de inocencia
del ciudadano Juan Carlos Gándara Andrade. Entonces, para cumplir con los
principios de taxatividad y autonomía de la sentencia, paso a señalar el principio de
taxatividad, como ya lo mencioné, errónea interpretación del artículo 360, es decir
que, al momento de resolver el tribunal de apelación la controversia, ha dado un
alcance distinto al que el legislador estableció en esta norma, es decir, del artículo 360,
inciso segundo, dándole un alcance que no tiene, es decir, un sentido distinto al
espíritu genuino que el legislador estipuló en esta norma. Ahora bien, como principio
de autonomía, la parte concreta del fallo donde se encuentra primeramente la
interpretación normativa que hace el tribunal, para considerarse que está erróneamente
interpretada, encontramos que, dentro del considerando quinto de la sentencia,
específicamente, en la línea 32, la sala señala lo siguiente, en este sentido el arma de
fuego debería estar compuesta para poder ser utilizada o en su defecto cargada de
municiones, y, sin tener fallas en su uso; la línea 36, señala que en resumen se debe
realizar algunas consideraciones, aquí hace relaciones y diferenciaciones entre tener y
no tener un permiso para portar o tener un arma de fuego, en la foja 59, línea 5,
señala, que el Ecuador no se realiza una diferenciación entre tenencia y porte de armas
de fuego, luego para lo que considera fiscalía es ya, lo que la sala de apelación da
como hecho probado, esto ya en el considerando octavo, luego de analizar lo que es el
informe pericial, da como hecho probado lo siguiente, de este informe pericial, se
establece que la pistola que se utiliza es una pistola no letal traumática y se entiende
que un arma letal es un instrumento diseñado para matar o causar daño severo al ser
humano, se considera que el arma encontrada al justiciable no encuadra en lo
establecido en el artículo 360, inciso segundo, del COIP. Luego, se refiere a los
reglamentos, en los cuales, encontramos las definiciones de lo que son los elementos
normativos, como son armas de fuego y que por el tema del permiso respectivo, en
este mismo considerando para lo que la sala cuando califica el acontecimiento, hace la
siguiente interpretación, y, es lo que configuraría ya el alcance distinto que le está
dando al artículo 360, cito textualmente dice, luego de citar el reglamento, dice, el
reglamento se establece que lo que se ha prohibido son las armas de fuego de carácter
letal que pueden causar la muerte, en el presente caso, se trata de un arma de fuego no
letal en este caso, las armas traumáticas que pueden producir una lesión, en todo caso
se juzgaría por un delito de lesiones. Entonces, qué es lo que señala la sala, y, qué es
lo que es el alcance distinto a lo que el artículo 360 señala, habla de la letalidad de las
armas de fuego, para considerar que la conducta del procesado no encaja en el tipo
penal, entonces esto, señalar que la letalidad de las armas de fuego no es un elemento
que contiene la tipicidad del porte de armas de fuego sin autorización, puesto que, el
tipo penal refiere exclusivamente, por la parte que fue procesado, señala que la
persona que porte armas de fuego, sin autorización será sancionada con pena privativa
de libertad de 3 a 5 años, aquí no se menciona nada respecto de la letalidad, cuando la
sala refleja o habla de que no es un arma letal, le está dando un sentido distinto a este
texto normativo que el legislador estableció en el tipo penal. Entonces, para
complementar el principio de autonomía, cuál debió haber sido la correcta
interpretación que debió haberse dado el artículo 360, inciso segundo, primeramente,
se debe señalar que los tipos penales describen las conductas que prohíben el
legislador, los ciudadanos o el conglomerado como un cometa en una sociedad de
derechos y justicia. Entonces, en esta parte, se debió considerar que, al encontrarse
una persona con un arma de fuego sin autorización, esto ya implica cuadrar la
conducta en este inciso segundo, puesto que, no se cuenta con una autorización, y, es
precisamente, lo que la norma está intentando que no cometan los ciudadanos, es
decir, no tengan armas de fuego sin la debida autorización, primeramente debió
utilizar el Reglamento de la Ley sobre Armas, Municiones y Explosivos para definir
uno de los elementos normativos que justamente es sobre la autorización, que en su
artículo 76 señala: “el permiso para portar armas es el acto administrativo mediante el
cual los centros y sub centros de control de armas conceden la autorización pertinente
a las personas naturales y jurídicas para llevar consigo o su alcance las armas
registradas”; y, luego debió también considerarse, el Acuerdo Ministerial 096 que en
su artículo 121 señala, aquí para definir el otro elemento normativo que es el arma de
fuego, arma de fuego, en este caso no letales, y, en el literal b) señala armas
traumáticas, pistolas calibre 9 mm, si tomamos estos dos complementos normativos,
citando el reglamento y en el acuerdo ministerial, encontramos que, se definen tanto
armas de fuego y tanto en elemento normativo de conceder la autorización respectiva.
Entonces, si se hubiese realizado esta interpretación adecuada, se hubiese indicado
que, precisamente, la conducta del procesado encuadra al tipo penal puesto que, al
momento de encontrarse con un arma de fuego, que era no letal, traumática, pero era
arma de fuego, su conducta cuadró en el inciso segundo del artículo 360 del COIP.
Ahora, entendiendo que, y, como lo dice Zafaroni, en función conglobante se debe
comprobar que la conducta típicamente sistemática está también prohibida por la
norma, y, lo que se obtiene desentrañando el enlace del tipo penal conforme a todo lo
que dice la ley, respecto al tipo penal, y, por esta razón, es los reglamentos y el
acuerdo ministerial, ahora si hubiese dado esta, al hablarse de la correcta
interpretación que debe darse a este tipo penal. Pasamos al siguiente punto que es la
trascendencia, al no haberse dado el alcance correcto o la interpretación correcta que
el legislador estableció en el artículo 360, se ha dejado impune una conducta
penalmente relevante, puesto que, al decir que, se trata de un arma no letal, ello al no
tener la autorización de la respectiva autoridad competente, se estaría menguando
obviamente el contenido del artículo 360, e implicaría que se estaría dejando en la
impunidad de que una persona que tenía un arma de fuego y que lo dio la sala por
hecho probado, entonces, implicaría que se está dejando obviamente como ya lo dije
en la impunidad, una conducta penalmente relevante. Por estas razones, fiscalía
considera que corrijan el error de derecho y establezcan la adecuada interpretación que
debe darse al tipo penal, en el cual, no contiene que la letalidad del arma de fuego sea
un elemento que compone la tipicidad, para poderse sancionar una conducta de haber
tenido un arma de fuego, sin la respectiva autorización, porque la letalidad del arma de
fuego no exponía el tipo penal, esa es una abstracción que hace la sala, y, esta
abstracción es lo que, mengua o desconfigura el contenido normativo del tipo penal.
Por esta razón, fiscalía considera que al haberse cumplido los principios de
taxatividad, autonomía, trascendencia, se solicita que se corrija el error de derecho,
específicamente, la interpretación de la norma. Por estas razones, y, al haberse
verificado el error de derecho, se debería revocar la sentencia de segundo nivel, y,
declarar, efectivamente, que la conducta del procesado encuadró en el artículo 360 del
COIP.

4.2. Contradicción:
4.2.1. Procesado no recurrente:

10. La doctora Teresa Andrade Robayo, en representación del encartado no casacionista Juan
Carlos Gándara Andrade, sostuvo que:

No estoy de acuerdo con la fundamentación del presente recurso, en cuanto a que el


cargo, la proposición jurídica que ha establecido el delegado de la señora Fiscal
General, es la errónea interpretación del artículo 360. ¿Por qué no estoy de acuerdo?,
porque considero que no existe en la sentencia del ad quem un error de derecho.
Empecemos a analizar la sentencia y empiezo a analizar, tomando las palabras del
representante de fiscalía que manifestó que, efectivamente, el 360 es un artículo que
llamamos una ley en blanco, es muy general, en la que, efectivamente, establece lo
que implica el porte de armas, pero al ser en blanco la parte normativa que le
complementa este artículo está, en dónde, en reglamentos, en acuerdos ministeriales,
porque ahí es donde se establece ya como tal, lo que es el arma de fuego, lo que es la
clasificación de las armas en letales, no letales, lo que implican los permisos para
adquirir para portar las mismas, es decir, como el mismo señor fiscal lo dijo, es un
complemento que se requiere, no es hacer extensivo un criterio, es irse a estas
normativas secundarias que nos dan el complemento al artículo 360, empezando por
ahí. Y, si ustedes revisan en el considerando octavo, porque se hace un análisis grande
sobre lo que es el porte de armas como tal, para hablar de materialidad, y, si es que
considera que hay o no materialidad, y, por ende, responsabilidad, hace referencia al
acuerdo ministerial que mencionó el señor fiscal al No. 096 que era el que se usaba en
esa época, pues ahora ya están otros actuales. La corte hace referencia a ese artículo
ministerial y al reglamento como complemento normativo a los artículos 17 y 18, y,
efectivamente, en estos, en el considerando octavo, establece cual es la clasificación
de las armas en el artículo 121 del reglamento y establece que dentro de las armas para
seguridad, se encuentran las armas de fuego no letales, mismas entre las cuales no
letales, entrarían estas llamadas traumáticas, porque son traumáticas y esos son los
hechos que ya le dieron por probados. ¿Qué se dio por probado? que existió un arma
de fuego, que es no letal, y, que, efectivamente, se considera traumática, porque se
diferencia de la letal en la bala, la bala de la letal tiene un elemento diferente a la a
traumática, que la traumática tiene goma, es una bala de goma, y, por ende, al
momento de ser disparada no va a producir la muerte de una persona, si no podría
llegar a producir una lesión. Entonces, la sala le analiza en el considerando octavo esta
particularidad y uniendo su criterio a la normativa complementaria, establece que,
efectivamente, no hay materialidad y menos responsabilidad del señor Gándara, pues
hablamos de un arma que no ocasiona la afectación al bien jurídico protegido, que en
este caso es seguridad ciudadana, pues si el señor tenía el arma para causar algún tipo
de daño y que sea un delito de peligro, efectivamente, debía haber comprado un arma
común y corriente, es decir, un arma letal, pero esa no es la intención, porque la
intención como él ya lo manifestó de hechos probados que se tienen, es un tema de
seguridad de él nada más, no es para un acto que afecte o atente contra la integridad u
otros bienes jurídicos como tal. Además, tengamos en cuenta algo específico, porque
una vez que vienen estos delitos a conocimiento de los juzgadores, siempre se pide por
parte de los peritos el examen balístico, es importante para saber si es apta para
producir disparos, si es que las municiones eran aptas o se tenía la pistola en buen
funcionamiento o en buen estado de conservación, por qué desde que se inicia un
proceso en una unidad de flagrancia, a una persona detenida, es el requisito prioritario
esto, porque se le ocurrió así al juez de turno, porque se le ocurrió así al señor fiscal,
no, es claro que es un complemento en el artículo 360 y los reglamentos y acuerdos
que hemos mencionado, y, por eso, requiere la pericia balística empezando el proceso,
para que se determine si está en ese estado o en uso para afectar o no a tercera
persona. Este es el análisis que hace en sí la Corte Provincial de Justicia de Los Ríos,
y, por eso, ellos se van al fin del tipo penal, dicen cuál era el fin, era un fin de causar
daño, un fin de letalidad o no, por eso, ellos, en el considerando octavo, al final dicen
del reglamento se establece que lo que se ha prohibido son las armas de fuego de
carácter letal, que pueden causar la muerte. En el presente caso, se trata de un arma de
fuego no letal, sino traumática, para producir una lesión, y, por último, dicen ellos, se
juzgaría como un delito de lesiones, es decir, no como un delito que, efectivamente,
atente contra la seguridad ciudadana, recordemos que este es el bien jurídico protegido
aquí. A criterio de esta defensa del señor Gándara, no existe por ningún lado una
errónea interpretación, no ha habido una interpretación extensiva por parte del ad
quem, al contrario, ha habido una debida fundamentación en sentencia, reuniendo los
requisitos de la sentencia 1158 la debida motivación adecuada, para llegar a la
conclusión y ratificar el estado de inocencia y que prime los principios a favor del
señor procesado y sobre todo la mínima intervención penal.

4.3. Réplica:

11. El representante de la FGE afirmó que:

La sala, al momento de determinar que, bien por no tratarse de una arma letal, no se
encuadraría la conducta del sujeto procesado al artículo 360, inciso segundo, del
COIP, ello implica, como ya lo dije anteriormente, siendo los juzgadores
subsumidores de hechos en normas, precisamente, lo que hizo la sala, es utilizar el
reglamento y el acuerdo ministerial, pero para definir los elementos normativos con
los que se compone la conducta, es decir que, quién debe autorizar el uso de armas de
fuego y qué es un arma de fuego, si utilizamos estos dos complementos normativos,
estos complementan la acción verbal, que es precisamente, portar un arma de fuego
sin la autorización, si se habla de que no existe la letalidad en el arma de fuego, y, por
ende, no es subsumible al tipo penal, se está extendiendo la tipicidad e incluso
yéndose en contra del artículo 13 del COIP. Por estas razones, FGE considera que, al
hacerse este análisis y esta conclusión respecto a la letalidad del arma, que no es un
elemento de la tipicidad, se mengua o se desfigura el contenido normativo y se deja de
sancionar una conducta penalmente relevante, esto es lo que atañe al derecho, y,
ustedes, se encuentran para hacer la correcta interpretación, de enmendar este error de
derecho, porque esto implicaría que en el conglomerado general, cualquier persona
puede andar con un arma de fuego que por más que no sea letal, les estaría permitido
tener, justamente, el tipo penal pretende prohibir.
V. PROBLEMA JURÍDICO:

12. Determinar si la sentencia impugnada ha incurrido en el yerro de errónea interpretación


del artículo 360, inciso segundo, del COIP.

VI. REFLEXIONES DEL TRIBUNAL DE CIERRE:

6.1. Sobre el recurso de casación:

13. La casación constituye un medio impugnatorio extraordinario que se constriñe a la


existencia de un error in iudicando devenido de una de las causales especificadas en el
artículo 656 del COIP; tales yerros emanan de la forma en la que el tribunal de alzada aplica
el ordenamiento jurídico para resolver el caso concreto, de tal suerte que los errores pueden
suscitarse en dos escenarios de esa actividad.

14. El primer escenario constituye la subsunción, que tiene relación con la adaptación del
relato fáctico obtenido de la valoración probatoria que ha efectuado el órgano jurisdiccional,
al supuesto de hecho que requiere una norma jurídica para su aplicación, a partir de lo cual,
son dos los yerros que pueden acaecerse de la subsunción: la falta de aplicación de una norma
jurídica cuyo supuesto de hecho concuerda con la narración del contenido fáctico
(contravención expresa del texto de la ley); y, la indebida aplicación de una norma de
derecho, cuyo supuesto de aplicación no se ha generado en el caso sometido al juzgamiento
del tribunal de instancia.

15. El segundo escenario del error in iudicando, tiene vínculo directo con las consecuencias
jurídicas que son previstas por la norma, en aquellos en los que efectivamente corresponde su
aplicación. En este tablado, solo puede presentarse la errónea interpretación, cuyo contenido
demanda de parte del proponente, la aceptación de que la norma utilizada para resolver es la
correcta, en la medida en que la objeción que se hace sobre la sentencia se dirige solo al
sentido y alcance que el tribunal de apelación les ha dado a las consecuencias jurídicas que se
derivan de las normas utilizadas para resolver.

16. En esta inteligencia, el recurso de casación irrumpe como una herramienta de protección
de los sujetos procesales, que tiene como objetivos ulteriores alcanzar la justicia, recuperar las
tan anheladas paz social y seguridad jurídica, por medio del ejercicio del derecho de
impugnación, garantizado en el artículo 76.7.m de la Constitución de la República, en
relación con los artículos 8.2.h de la Convención Americana de Derechos Humanos y 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

17. Así las cosas, a través de este medio impugnatorio corresponde el examen del fallo,
materia de casación, con el fin de establecer posibles conculcaciones a la ley, ya por
contravención, indebida aplicación o errónea interpretación, de acuerdo a lo prescrito por el
invocado artículo 656 del COIP.

18. Por lo demás, cabe puntualizar que la casación tiene una función nomofiláctica, para
asegurar la aplicación uniforme del principio de legalidad, tanto a nivel sustantivo, como
adjetivo, y así evitar la disparidad o divergencia de criterios interpretativos entre los diversos
órganos jurisdiccionales, así lo comenta la profesora Teresa Armenta, 1 correspondiendo tal
facultad a la Corte Nacional de Justicia.2

6.2. Sobre el caso en concreto:

19. El representante de FGE, al fundamentar el recurso, a manera de única censura


casacional, acusó la errónea interpretación del artículo 360, inciso segundo, del COIP , bajo el
argumento relativo a que, el error de entendimiento de tal norma se da, toda vez que, el
juzgador de alzada construyó su decisión de inocencia, considerando a un elemento de la
tipicidad inexistente, esto es la “letalidad” de las armas de fuego, cuando los elementos
constitutivos del injusto de porte de armas se limitan únicamente a la persona que porte armas
de fuego, sin autorización, lo cual, de haberse justificado, este Tribunal de cierre estaría en la
1 Teresa Armenta, Lecciones de Derecho Procesal Penal, Marcial Pons, 4ta. Edición, Barcelona, p. 278.
2 Ecuador. Corte Nacional de Justicia. Juicio penal No. 884-2011. Sentencia de 23 de julio de 2014: “(…) es un recurso
extraordinario mediante el cual se pone en marcha un juicio técnico, de derecho, sobre sentencias que no han adquirido el
carácter de firmes, ejecutoriadas, con el propósito de hacer efectivo a las partes procesales el derecho sustantivo y las
garantías del debido proceso, como criterio auxiliar del derecho, la jurisprudencia nacional; y, reparar los agravios inferidos por
las determinaciones del fallo impugnado; de allí que se señala que este recurso se trata de un juicio enmarcado en la dilogía
de legalidad y necesidad.”
obligación jurídica de establecer condena en contra del procesado Juan Carlos Gándara
Andrade.

20. Precisamente, con la finalidad de despejar el reproche trazado por FGE –la misma que en
su calidad de titular de la acción penal pública, tiene la facultad de pretensión punitiva­, se
advierte, en principio, que la modalidad de errónea interpretación o error de interpretación,
acaece cuando el Juzgador selecciona correctamente la norma y la adecua al caso concreto,
sin embargo, yerra cuando al interpretar el precepto, le atribuye un sentido que no tiene, o le
asigna efectos distintos o contrarios a su contenido. Así, para que prospere tal causal, como
demanda casacional, el impugnante debe justificar que el juzgador ha confundido el sentido y
alcance de la norma aplicada.

21. De cualquier manera, se enfatiza que el reproche de FGE estuvo dirigido a que esta
Corporación edifique los juicios de tipicidad y de culpabilidad en contra del encartado Juan
Carlos Gándara Andrade, y, en consecuencia, le declare autor directo del delito de porte de
armas tipificado y sancionado en el artículo 360, inciso segundo, del COIP, lo cual, carece
tiene asidero, en virtud de que, la argumentación desplegada, no logró acreditar que el
juzgador de alzada habría confundido el sentido y alcance de la norma aplicada, y, por ende,
tampoco cuál debió ser la manera correcta de inteligenciar tal precepto jurídico.

22. Bajo los parámetros anotados, este Juzgador pluripersonal de esta Alta Corte enfatiza que,
la principal blandura en la que incurrió FGE, consistió en que confundió el sentido y alcance
del artículo 360, inciso segundo, del COIP, en tanto interpretó que el yerro incurrido por el
juzgador de apelación: letalidad del arma de fuego, comporta un elemento ajeno a los
elementos normativos del injusto de porte de armas, lo cual, deviene en un equívoco jurídico.

23. Con otras palabras, el hecho relativo a que el procesado haya portado un arma de fuego,
sin autorización, no determina per se que el juzgador debía adecuar su conducta al delito de
porte de armas, como se dirigió la pretensión interpretativa ulterior de FGE, carente de
sustento, por el contrario, previo a realizar tal proceso lógico subsuntivo, el ad quem estaba
en la obligación jurídica de completar los elementos normativos de dicho tipo penal, incluidos
los relativos a la autorización y a la letalidad del arma de fuego, para lo cual, debía acudir a
los acuerdos ministeriales y a los reglamentos respectivos ­vigentes al momento del hecho
punible­, considerando que el artículo 360, inciso segundo, del COIP, se trata de una norma
penal en blanco.3

24. Justamente, el ejercicio intelectivo descrito ut supra ha desplegado el juzgador de segunda


instancia, lo cual, se puede verificar en el considerando “OCTAVO: ANTECEDENTES Y
ANÁLISIS DEL TRIBUNAL” del fallo, materia de casación, en las partes que se citan a
continuación:

La presente causa sube en grado, por el delito de Tenencia y Porte de Arma tipificada
y sancionada en el Art.360 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal, se
inició tal como consta en el parte de aprehensión y en acta de audiencia de
calificación de flagrancia (…) Una vez conocida las circunstancias de los hechos
suscitados en la presente acción penal, toca a este Tribunal de Alzada analizar las
pruebas aportadas por las partes procesales en primer instancia, y para el efecto
tenemos como pruebas las siguientes: 1) Testimonio el perito Edwin Villacrés Paredes
quien realizó el informe técnico pericial del reconocimiento del lugar de los hechos
(…) 3.1; rindió testimonio el perito Iván Olivo Sevillano quien realizó el informe
técnico pericial balístico el mismo que como conclusión establece que el arma de
fuego, tipo pistola no letal, traumática, marca RETAY G19C, fabricación industrial,
serie GMDB200500109, color negro, se encuentra en buen estado de conservación,
buen estado de funcionamiento, siendo apta para producir disparos. Que los diez
cartuchos objeto de análisis son de tipo común, para armas de fuego, tipo pistola, no
letal, traumática, calibre 9mm, fuego central y puede ser utilizado como unidad de
carga en el arma analizada o de su mismo calibre, así también manifestó que el arma
tenia proyectiles que eran activados por pólvora e incluso una combinación de mayor
explosión y volatilidad.­ (…) En el caso en análisis sobre las características esenciales
de las armas no letales son su intencionalidad y los efectos a conseguir.
Intencionalidad: Son armas no concebidas para matar ni destruir. No deben causar
hematomas, ni causar lesiones o heridas, así sean mínimas. Efectos: Las armas no
letales incapacitan temporalmente a las personas, minimizando los daños colaterales y
3 Norma penal en blanco.- preceptos principales que, no expresan todos los elementos específicos del supuesto de hecho de
la norma secundaria, sino que remiten a otro u otros preceptos para que completen la determinación de aquellos elementos.
(Nota de este Tribunal de casación)
medioambientales, sin dejar ningún tipo de secuelas. La recuperación de quien recibe
los efectos debe ser oportuna y debe existir una certificación que garantice que no
causan ningún tipo de daño o traumatismo en el organismo del ser humano. Las
diferentes formas y modalidades de las Armas No Letales que existen en el mundo, se
pueden resumir así, según Función, Composición y Actividad de las Armas No
Letales sobre sus objetivos: 1. Balas de plástico y goma: Estas armas no causan la
muerte, pero sí pueden originar ceguera, herir seriamente o desfigurar a sus víctimas.
2. Armas pepperball: Este tipo de arma no letal, cuyo diseño es el de una pistola
convencional, tiene un mecanismo acondicionado para accionarse a través del CO2
(gas carbónico), el cual está comprimido. Tiene una concentración muy elevada de
capsaicinoides, que ocasionan daños a la persona que recibe el impacto. 3. “Paintball”:
Es un arma no letal utilizada como “juguete deportivo”, en esencia es una bola de
pintura disparada desde una pistola de aire comprimido que puede provocar grandes
hematomas y puede romper la piel e incluso los dedos. El Art. 360 Inc. 2 del COIP
que establece que: “El porte consiste en llevar consigo o a su alcance un arma
permanentemente dentro de una jurisdicción definida, para lo cual se requiere
autorización de la autoridad competente del Estado. La persona que porte armas de
fuego sin autorización, será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco
años.” Esto en relación a lo estipulado el acuerdo Ministerial 096 en el que se
establece: “Expedir los Requisitos para la Obtención y Renovación de autorizaciones,
permisos y más Servicios Contemplados en la Ley de Fabricación, Importación,
Exportación, Comercialización y Tenencia de Armas, Municiones, Explosivos y
Accesorios y su Reglamento; así como la clasificación de las armas y sustancias
químicas y biológicas controladas” en donde se establece la clasificación de las armas
de fuego letales y no letales y se deja establecido que los tipos de armas son armas de
fuego, en su Art. 121 los clasifica de la siguiente manera:

Art. 121.­ LAS ARMAS PARA SEGURIDAD FIJA se clasifican:


1. Armas de fuego letales
a. Revólveres de calibres iguales o inferiores a .38
b. Pistolas de calibres iguales o inferiores a 9mm.
c. Escopetas de calibre iguales o inferiores a 12 GA.
2. Armas de fuego No letales
a. Fogueo:
1) Pistolas calibre 8mm/ 9mm o equivalentes.
2) Revólveres calibre 9mm/ .38 o equivalentes.
b. Traumáticas:
1) Pistolas calibre 8mm / 9mm o equivalentes.
2) Revólveres calibre 9mm/ .38 o equivalentes.

3. Armas No Letales
c. Neumáticas (airgun)
1) Pistolas calibre 4.5mm (.177) / 5.5mm (.22)
2) Revólveres calibre 4.5mm (.177) / 5.5mm (.22)
d. Eléctricas:
1) Pistola
2) Electroshock
3) Bastón

Las armas no letales de acuerdo a la Ley de Fabricación, Importación, Exportación,


Comercialización y Tenencia de Armas, Municiones, Explosivos y Accesorios, el tipo
de arma encontrado al recurrente, y de acuerdo al informe pericial que rola a fojas 76 a
80 del cuaderno de primer nivel, suscrito por el mayor de policía Ivan Olivo Sevillano,
indica en sus conclusiones que “… El arma de fuego, tipo pistola, no letal, traumática,
marca RETAY G19C, fabricación industrial, sin serie GMDB200500109, color negro,
se encuentra en buen estado de conservación, buen estado de funcionamiento…”
…”Que los diez cartuchos objeto de análisis son de tipo común, para armas de fuego,
tipo pistola, no letal, traumática, calibre 9mm, fuego central y puede ser utilizado
como unidad de carga en el arma analizada o de su mismo calibre…” este informe
pericial establece que la pistola que fue utilizada siendo una pistola no letal
traumática, y se entiende que un arma no letal, es un instrumento diseñado matar o
causar daño severo al ser humano, se considera que el arma encontrada al justiciable
no encuadra en lo establecido en el Art. 360 numeral segundo del Código Orgánico
Integral Penal. Para emitir una sentencia debe ser probada la existencia material de la
infracción y la responsabilidad penal del procesado, así lo indica el Art. 622 No. 3 del
COIP, Requisito de la sentencia.­ No. 3.­“Las consideraciones por las cuales se dé por
probado o no, la materialidad de la infracción y la responsabilidad de los procesados,
así como las pruebas de descargo o de atenuación de la responsabilidad”, la misma
que no reúne estos requisitos, por lo cual este tribunal de alzada rechaza acepta el
recurso de apelación en cuanto a que se declare el estado de inocencia del procesado
Gándara Andrade Juan Carlos, por no estar probada la existencia material de la
infracción, ni la responsabilidad penal, la disposición del inciso segundo del art. 360,
del COIP, en la parte ultima que dice “ …La persona que porte armas de fuego sin
autorización , será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años.”,
disposición que guarda concordancia con los Art. 17 y 18 del Reglamento a la Ley de
Fabricación, Importación, Exportación de armas. que dicen: Art. 17.­ Las armas de
fuego de uso civil.­ Son aquellas que pueden tener o portar los ciudadanos y que por
sus características, diseño, procedencia y empleo, son autorizadas por autoridad
competente y se clasifican en:
Defensa personal;
Uso deportivo;
Colección; y
Seguridad privada
1.­ Seguridad móvil
2.­ Seguridad fija
Art. 18.­ Son armas de fuego de defensa personal.­ aquellas diseñadas para defensa
individual a corta distancia; tales como:
Pistolas hasta el calibre 9mm; semiautomáticas, con alimentadoras de hasta 10
proyectiles;
Revólveres hasta calibre 38;
Escopetas recortadas del calibre 10 al 410 o sus equivalentes; y
Otras armas de las no previstas en los literales anteriores, previa autorización del
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Del reglamento se establece que lo que se ha prohibido son las armas de fuego de
carácter letal, que pueden causar la muerte, en el presente caso se trata de una arma de
fuego no letal, en este caso la armas Traumáticas, que puede producir una lesión y en
todo caso se juzgaría por un delito de lesiones. (sic)

25. El texto jurisprudencial que precede, trasluce que el ad quem entiende acertadamente que
el artículo 360, inciso segundo, del COIP, se trata de una norma penal en blanco, y, partiendo
de tal premisa, examina el acuerdo y reglamento respectivos, a fin de completar los elementos
normativos de la infracción de porte de armas, especialmente, los relativos al permiso y a la
letalidad del arma de fuego, concluyendo que no hay una conducta penalmente relevante, que
haya puesto en peligro el bien jurídico protegido ­que en el sub iudice constituye la seguridad
pública­, en los términos que demanda el artículo 22 del COIP, lo cual, comporta una
interpretación normativa en su real sentido y alcance, y, de ninguna forma, una “mengua”, o
desfiguración, o ya en fin, “abstracción” del contenido normativo, como sostuvo FGE, con un
soporte interpretativo de tipo inquisitivo, que se entiende por su rol eminentemente acusador,
pero que, no se compadece con el principio de mínima intervención penal, previsto en el
artículo 3 del COIP4.

26. Entonces, al ser la casación de carácter extraordinario, no solo resulta necesario que el
impugnante enuncie cuáles fueron los yerros cometidos por el juzgador de segundo nivel al
momento de resolver, y, encajar esas vulneraciones bajo una causal, sino que es obligación
del mismo formular un argumento específico, lógico y coordinado, tendiente a explicar a este
Órgano jurisdiccional el razonamiento que justifique la objeción mediante esta vía, lo cual, no
se ha verificado en el presente caso; y, por consiguiente, el recurso de casación se torna en
improcedente.

27. Finalmente, cabe también añadir que esta Corporación tampoco ha encontrado ningún
error in iudicando en la sentencia de segunda instancia, que amerite la aplicación de la
casación oficiosa prevista en el artículo 657.6 del COIP.

VI. DECISIÓN:

Con los antecedentes jurídicos expuestos, al amparo de lo previsto por el artículo 657.7 del
COIP, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial,

4 COIP: “Art. 3.- Principio de mínima intervención.- La intervención penal está legitimada siempre y cuando sea estrictamente
necesaria para la protección de las personas. Constituye el último recurso, cuando no son suficientes los mecanismos
extrapenales.”
Tránsito, Corrupción y Crimen Organizado de la Corte Nacional de Justicia,
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL
ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA, de manera unánime, resuelve declarar improcedente el recurso de casación
interpuesto por FGE, por falto de fundamento jurídico.

Una vez ejecutoriado el presente fallo, devuélvase el expediente al órgano jurisdiccional de


origen, para los fines legales pertinentes.

Notifíquese y cúmplase.­

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genc
iar
tal
prec
epto
juríd
ico.

DR. MARCO RODRIGUEZ RUIZ


JUEZ NACIONAL (PONENTE)

CAICEDO ALDAZ MERCEDES JOHANNA


JUEZA NACIONAL (E) (E)

DRA. DANIELLA CAMACHO HEROLD


JUEZA NACIONAL

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