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ANÁLISIS DE LA OBRA

EL ASTILLERO
Juan Carlos Onetti

BIOGRAFÍA

Juan Carlos Onetti Borges nació en Montevideo, Uruguay, el 1 de julio de 1909


fue un escritor uruguayo, considerado uno de los narradores más importantes
de su país y de la literatura hispanoamericana. Precursor de la novela moderna
y la literatura existencialista, obtuvo el prestigioso Premio Miguel de Cervantes
en 1980 y el Gran Premio Nacional de Literatura de Uruguay en 1985.

La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi considera que Onetti es «uno de los
pocos existencialistas en lengua castellana».

Mario Vargas Llosa, quien publicó un ensayo sobre Onetti, lo llamó «uno de los
grandes escritores modernos, y no sólo de América Latina»

Onetti falleció el 30 de mayo de 1994 a los 84 años de edad, en una clínica


madrileña a causa de problemas hepáticos.

DATOS DE LA OBRA

 TÍTULO: El astillero
 AUTOR: Juan Carlos Onetti Borges
 NACIONALIDAD: Uruguayo
 ÉPOCA: Latinoamérica
 GÉNERO: Narrativa
 TEMA PRINCIPAL: El tema principal de esta novela es la ambición. La
ambición, porque el señor junta larsen quería quedarse con las riquezas
de la empresa kunz para así llegar a ser el más rico de todo el pueblo de
santa maría. larsen estaba tan concentrado en ser rico que poco a poco
se fue volviendo una mala persona. Tiempo después el gobernador lo
tuvo que expulsar del pueblo.
 ANÁLISIS DEL TÍTULO ASTILLERO. Este es el espacio de la espera
sin esperanza. Un presente de una promesa imposible de cumplir, un
proyecto irrealizable, donde no hay huellas de los recorridos del pasado,
sino sólo las huellas del pasar del tiempo en las cosas abandonadas.

LIBROS MAS DESTACADOS:

 El astillero
 Los adioses
 Tierra de nadie
 Cuentos completos
 La muerte y la niña
 Novelas breves

INFLUENCIAS

La obra literaria de Onetti fue influida por dos raíces distintas. La primera de
ellas fue la admiración por la obra de William Faulkner. Como él, Onetti creó un
mundo ficcional autónomo, cuyo centro es la inexistente ciudad de «Santa
María». La segunda de esas raíces fue su admiración por el existencialismo y
la literatura francesa de Louis Ferdinand Céline, Albert Camus y Jean Paul
Sartre, entre otros.

PREMIOS Y DISTINCIONES

 1962: Premio Nacional de Literatura de Uruguay


 1979: Premio de la Crítica
 1980: Premio Miguel de Cervantes
 1985: Premio Nacional de Literatura de Uruguay
 1990: Premio de la Unión Latina de Literatura
 1991: Gran Premio Rodó a la labor intelectual por parte de la
Intendencia Municipal de Montevideo

PERSONAJES PRINCIPALES

 Larsen o Juntacadáveres: Es el protagonista de la novela y personaje


recurrente en otras producciones de Onetti. Regresa a Santa María
luego de cinco años, después de haber sido expulsado por el
gobernador por haber instalado un prostíbulo en la ciudad. Su pasado
oscuro, que no termina de explicitarse, pero se sugiere a lo largo de toda
la novela, marca su presente y la mirada que la comunidad de Santa
María tiene sobre él.
Reúne los rasgos característicos de la narrativa onettiana: es un
personaje atravesado por la soledad, el fracaso y la angustia existencial,
al no encontrarle un sentido a su vida. Su regreso a Santa María se
vincula con la necesidad de torcer ese destino y encontrar un propósito,
para lo cual se entrega a la farsa de la recomposición del astillero. Es
consciente de la futilidad de esa empresa, pero persevera en ella porque
esta le permite evadir el vacío existencial. Por eso, su figura está
construida sobre la impostura y la falsedad. La farsa condiciona de tal
manera sus movimientos que impide que se conozcan sus rasgos y
sentimientos genuinos. En sus pensamientos y acciones se deja
entrever, sin embargo, que es un hombre con cualidades morales
degradadas, calculador, traidor y violento con las mujeres.
 Jeremías Petrus: Es el dueño del astillero y el padre de Angélica. En su
figura, caracterizada a la vez por la grandeza y la decadencia, se
simboliza el fracaso del proceso modernizador: se trata de un viejo
demacrado y sumido en la locura, pero que tuvo un pasado de esplendor
al mando de una importante empresa que dio trabajo a toda una
comunidad y representó el éxito del proyecto modernizador uruguayo.
Sin embargo, en el presente, está entregado a la tarea absurda de
recuperar su negocio en quiebra.
Su entrega a la farsa es tan deliberada que se muestra indiferente ante
las ridiculizaciones de sus empleados y logra manipular a Larsen, aun
cuando este exhibe el absurdo de su insistencia. Defiende la farsa hasta
las últimas consecuencias, al punto de que se vuelve loco.
 Angélica Inés Petrus: Es la única hija de Jeremías Petrus. Se la
describe indistintamente como idiota y loca. De edad indeterminada,
asume los rasgos de una niña: siempre va acompañada de la sirvienta,
se la describe como inocente y torpe, atravesada por una risa estridente
sin motivo y la mirada perdida.
En su primera aparición, en el bar Belgrano, Larsen ve en ella una
apariencia decidida y avasallante, en contraste con la postura sumisa de
Josefina; en esa oportunidad, conversa con desenvoltura y exhibe
preocupación por la recuperación del astillero de su padre. Sin embargo,
esa apariencia se va frustrando a lo largo de la novela, cuando Larsen
tiene oportunidad de conocerla. En sus encuentros periódicos en la
glorieta, la muchacha parece interesada en la seducción de Larsen, pero
la evidencia de su idiotez y dificultad para entender va en aumento,
decepcionando así la ilusión de aquel de casarse con ella. En la medida
en que se trasluce su discapacidad, se deja entrever asimismo su
sometimiento a la sirvienta, que la disminuye llamándola “niña” y,
finalmente, “la idiota”. El doctor Díaz Grey, a su vez, la trata
indistintamente de anormal, loca e idiota.
 Josefina: Es una mujer de treinta años, criada por la difunta esposa de
Jeremías Petrus, que luego se convierte en la sirvienta de Angélica. La
acompaña y la cuida; mantiene con ella un juego de adoración y
dominio.
Al igual que Angélica, su figura experimenta una transformación a lo
largo de la novela, en virtud de la frustración de algunas apariencias. Al
comienzo, es percibida por Larsen como mansa, servicial, pasiva, lo cual
explica el marcado desinterés que él siente por ella, en contraste con
Angélica. Pero esa visión va dando lugar a cierta actitud dominadora, lo
cual construye su figura enigmática. En efecto, es la que planifica los
encuentros de Larsen y Angélica, a espaldas de Petrus, y su control de
la situación queda evidenciado en varias oportunidades en que ignora la
falsa seducción con que Larsen intenta manipularla.
Irónicamente, su sumisión y pasividad quedan anuladas cuando, al final
de la novela, manipula los hechos a favor de su interés y en detrimento
de los planes de Larsen y Angélica. Al lograr seducir con éxito a Larsen,
no solo frustra el plan de él sino que devela por fin su mirada despectiva
hacia su protegida, refiriéndose a ella como “la loca”.
 Gálvez: Es el gerente administrativo del astillero y vive junto a su mujer
embarazada en una casilla humilde. Trabaja allí hace años y, si bien en
un primer momento tuvo esperanzas en el negocio, ahora, en el
presente de la novela, ya es completamente consciente de que se trata
de una misión inútil. De ahí su gesto burlón y su ridiculización de Petrus
y Larsen. A pesar de esa consciencia, no se determina a abandonar la
tarea: elige persistir en la farsa, y se entrega a la rutina automática, pues
entiende, al igual que Larsen, que el simulacro de poner en marcha el
astillero le confiere un sentido a su vida vacía. En ese sentido, es un
personaje caracterizado por la figura de la máscara, pues lleva adelante
una vida que es pura impostura, a pesar de la incomodidad que esto le
genera. Recién cuando muere su rostro se despoja de la máscara y
asume su verdadera identidad.
Gálvez es el eslabón capaz de hacer tambalear la farsa. Posee un
documento con el que puede meter preso a Petrus, poniendo término así
al simulacro. Sin embargo, una vez más hay en él una fuerte disociación
entre lo que dice y piensa y lo que efectivamente hace. Su mujer dice
que él nunca se atreverá a denunciar a Petrus, y simplemente guarda el
título para sentir poder. No obstante, Gálvez experimenta una
transformación a lo largo de la novela y termina denunciando al viejo.
Rota así la farsa, la única salida que encuentra es suicidarse.
 Kunz: Es un hombre alemán, responsable de la gerencia técnica del
astillero. Se desconoce cómo llegó a la empresa, pero cuando Gálvez es
contratado ya lo encuentra trabajando allí, en medio de la devastación.
Vive en condiciones precarias, en una oficina abandonada del astillero,
pero pasa mucho tiempo en la casilla de Gálvez y la mujer.
Al igual que Gálvez, su gesto ante el viejo y Larsen es burlón, pero es
incapaz ya de pensar en una alternativa a la farsa. De hecho, es
descripto hiperbólicamente como portador de un “escepticismo
universal” (174), pues ha presenciado el fracaso y la decadencia de la
empresa de Petrus y, luego de muchos años de escuchar sus mentiras,
ya no tiene ninguna esperanza en ella. Sin embargo, fiel al perfil de los
personajes onettianos, se entrega al simulacro de recuperación del
astillero porque encuentra allí una distracción contra el vacío. El gesto
más representativo de esa inutilidad se presenta cuando se lo describe
abocado a la reparación de una máquina que, aún si anduviera, ya no
serviría, porque ha sido superada por otras más modernas.
 La mujer de Gálvez: Forma parte de la comunidad que vive en la
casilla, detrás del astillero. No tiene nombre y esa indeterminación se
proyecta a su físico: está vestida de hombre, con un sobretodo, y está
embarazada, aunque no se hace mención al bebé hasta muy entrada la
novela. Forma parte también de la farsa y, en ese sentido, comparte las
cualidades duales de esa comunidad: aparenta que las cosas le
interesan, pero, en el fondo, está atravesada por una indiferencia y
abulia muy marcadas. Está sometida a Gálvez y se muestra incapaz de
enfrentarlo, pues lo concibe como a un dios cuya voluntad define la vida
de ella. El hecho que mejor describe su soledad y desamparo es que
termine sola en la casilla, abandonada por todos los hombres que la
rodeaban.
 Doctor Díaz Grey: Médico de Santa María, soltero, de más de cincuenta
años de edad, lleva una vida de acostumbramiento y aburrimiento. Al
igual que Larsen, forma parte del universo que construye Onetti en sus
producciones sobre Santa María y aparece en varias de ellas.
Su figura es importante para la trama porque, a partir de su aparición, se
esclarecen varios puntos oscuros del relato. En el diálogo que mantiene
con Larsen en su consultorio, recupera algunos detalles de su pasado
delictivo, asociándolo a la explotación de mujeres. Pero, además,
representa la voz del saber profesional que desenmascara con crudeza
la farsa que sostiene la vida de Larsen. Al confirmar su diagnóstico
sobre la locura de Petrus y la idiotez de Angélica, pone de manifiesto la
inviabilidad de los propósitos que dan sentido a la vida de Larsen: la
ilusión de reflotar el negocio del astillero y suceder a Petrus como jefe de
familia, teniendo hijos con Angélica.
Además, su voz autorizada es la que devela el procedimiento narrativo
que estructura la novela y que la literatura de Onetti propone como
respuesta a la angustia universal del hombre, esto es, la invención de
mundos imaginarios para evadir la realidad vacía. Así, Grey le expone a
Larsen la teoría por la cual los hombres se arman farsas personales
para postergar la frustración de una vida vacía e inútil.
 Poetters: Es el dueño y patrón del bar y hotel Belgrano, en Puerto
Astillero. Es una de las pocas personas con las que Larsen conversa y a
quien le transmite las mentiras sobre la inminente recuperación del
astillero y sobre su compromiso con Angélica. El patrón le presta dinero
en varias oportunidades, lo deja endeudarse y le consigue medios para
viajar a Santa María. Antes de ser patrón del Belgrano, se dedicaba a la
pesca y, en una oportunidad, recuerda el doctor Díaz Grey, hirió sin
querer a la hija de Petrus con un anzuelo, lo cual generó un escándalo
en la familia.
 Vázquez: Distribuidor de diarios de Santa María, es aludido por el
narrador como uno de los posibles informantes de Larsen durante su
ausencia.
 Hagen: Trabajador del surtidor de nafta en la esquina de la plaza de
Santa María. El narrador recoge su testimonio dudoso sobre llegada de
Larsen a Santa María durante su segunda visita.
 El barman del Plaza: Es otro de los personajes que dan testimonio
sobre la segunda visita de Larsen a Santa María. Su reconstrucción
permite confirmar que el personaje visitó en esa oportunidad a Petrus,
que se hospedaba en el hotel Plaza.
 La prostituta del cafetín de Enduro: Sentada en una mesa del cafetín,
llama la atención de Larsen. Al igual que en Gálvez, destaca en ella su
máscara, una mueca impostada que oculta su verdadero rostro, aquel
que ella solo podrá exhibir en soledad o después de la muerte.
 El cliente del cafetín de Enduro: Es un hombre robusto sentado a una
mesa del cafetín, que acompaña a la prostituta que llama la atención de
Larsen, y le insiste para acordar un precio por sus servicios.
 El viejo del cuchillo: Es un personaje del bar El Chamamé,
anteriormente contratado para garantizar la seguridad en el bar, pero sin
verdaderas funciones por la decadencia y la poca concurrencia del lugar.
 El viejo carcelero: Carcelero de la cárcel de Santa María. Es quien
conduce a Larsen, a cambio de una coima, hacia la oficina donde está
preso Petrus.
 Medina: Subcomisario de Santa María. Larsen recurre a él para
encontrar a Gálvez en esa ciudad. Se dicen viejos amigos, en su charla
insinúan el pasado de Larsen y el subcomisario dice no tener nada
contra él; admite que él solo acató órdenes del gobernador de terminar
con los negocios sucios de Larsen. Al igual que otros personajes de la
novela, adopta un gesto burlón hacia Larsen y le arma una pequeña
trampa: ante la pregunta por Gálvez, Medina interroga a Larsen como si
desconfiara de él, pero cuando comprende que este no sabe de la
muerte de Gálvez lo lleva a reconocer el cadáver, sin anuncio previo.
Exhibe rasgos propios de los personajes onettianos, como la indiferencia
y el cinismo. Al mostrarle el cuerpo de Gálvez, admite sin escrúpulos
que su objetivo era que Larsen lo viera con sus propios ojos.
 El mucamo del Belgrano: Personaje que cumple el rol de emisario. Es
el que lleva la carta de renuncia de Gálvez al astillero y se la deja a
Kunz. Además, tiene una conversación con Larsen en el último capítulo
de la novela. Es un personaje que, al igual que otros en Puerto Astillero,
muestra ciertas incoherencias entre lo que dice y hace, y parece vivir en
cierto plano de irrealidad. El mucamo no se da por aludido cuando
Larsen le pregunta por qué no huye de Puerto Astillero y, al contrario, se
burla de él preguntándole lo mismo. Mientras Larsen intenta
aleccionarlo, “como un padre” (206), el mucamo se pone a limpiar y
evidencia una clara indiferencia. Como si lo tratara de loco, desestima el
consejo de Larsen e insiste en ofrecerle la cena.
RESUMEN Y SINOPSIS DE EL ASTILLERO DE JUAN CARLOS
ONETTI

En el astillero se cumple la culminación del ciclo de Santa María y de su héroe


Larsen. Esta novela presenta la vuelta del protagonista a la misma ciudad que
le expulsara de su seno, enfrentando a dos proyectos quiméricos que no
supondrán más que ficticios descansos en un descanso equiparable al viaje a
las sombras del Ulises homérico.

El equilibrio entre la pureza y la corrupción. El astillero forma parte del ciclo


narrativo de Santa María, el espacio mítico de Onetti. En la presente novela, el
protagonista regresa a la ciudad que le expulsara de su seno, a un astillero
desierto, espacio corroído de depredación y deterioro, alegoría de la condición
humana que es o puede ser a la vez la alegoría de un país y un tiempo
concretos.

Esta novela presenta la vuelta del protagonista a la misma ciudad que le


expulsara de su seno, enfrentando a dos proyectos quiméricos que no
supondrán más que ficticios descansos en un descanso equiparable al viaje a
la sombra del Ulises homérico. El equilibrio entre la pureza y la corrupción.

MENSAJES

Todos sabiendo que nuestra manera de vivir es una farsa, capaces de


admitirlo, pero no haciéndolo porque cada uno necesita, además, proteger una
farsa personal. La única certeza que se tiene al leer El astillero es que no hay
certeza de nada.

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