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Universidad Especializada de las Américas

Facultad de Ciencias Médicas y Clínicas


Licenciatura en Doctorado Profesional en Optometría

Anatomía Humana

Sistema circulatorio - linfático

Elaborado por:
Bernal, Itzy
Meneses, Evelyn
Muñoz, Gabriel
Velasquez, Kayrin

Profesor:
Dr. Roberto Dam Lam
Introducción

El sistema cardiovascular-linfático es un componente fundamental de nuestro


cuerpo que desempeña un papel crucial en la circulación sanguínea y en la
respuesta inmunológica. Está compuesto por el sistema cardiovascular, que incluye
el corazón y los vasos sanguíneos, y el sistema linfático, que se encarga de
transportar la linfa y contribuir a la defensa del organismo contra enfermedades. En
esta introducción, exploraremos la complejidad y la importancia de estos sistemas,
así como su interacción para mantener nuestra salud y bienestar.
Anatomía humana
Sistema circulatorio-linfático

SISTEMA CIRCULATORIO

El sistema circulatorio también llamado sistema cardiovascular está formado por vasos
sanguíneos que transportan sangre desde el corazón y hacia el corazón. Las arterias
transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo, y las venas la transportan desde
el cuerpo hasta el corazón. El sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las
células y elimina los productos de desecho, como el dióxido de carbono.

El sistema circulatorio está dividido en dos circulaciones o subsistemas: La circulación


pulmonar, o circulación menor, transporta sangre desoxigenada a los alvéolos para el
intercambio gaseoso; y la circulación sistémica o circulación mayor, que distribuye la sangre
a través de todos los otros sistemas y tejidos del cuerpo. Ambos circuitos comienzan y
terminan en el corazón.

CORAZÓN

El corazón es una bomba muscular que constituye el componente central del sistema
circulatorio. Está dividido en una mitad izquierda y otra derecha mediante un septo (tabique)
muscular. El componente muscular del corazón, el miocardio, está formado por músculo
cardíaco involuntario. Está recubierto internamente por una membrana llamada endocardio,
y externamente por otra membrana denominada epicardio.
La contracción del músculo cardiaco es estimulada mediante impulsos eléctricos que son
iniciados regularmente desde los centros reguladores del corazón: el nodo sinoatrial en el
techo del atrio derecho, y el nodo atrioventricular en el septo entre los atrios y los
ventrículos. El nodo sinoatrial es considerado el marcapasos natural del corazón.

UBICACIÓN Y TAMAÑO

El tamaño y peso modestos del corazón ofrecen pocas pistas de su increíble resistencia.
Aproximadamente del tamaño del puño de una persona, el corazón, lleno de orificios y con
forma de cono, pesa menos de 454 gramos. Bien encajado en el mediastino inferior, la
cavidad medial del tórax, el corazón está flanqueado por los pulmones. Su ápice más
puntiagudo está dirigido hacia la cadera izquierda y descansa en el diafragma,
aproximadamente al nivel del quinto espacio intercostal. (Aquí es exactamente donde uno
colocaría un estetoscopio para contar la frecuencia cardiaca de un pulso apical). Su parte
posterosuperior ancha (o base), desde donde emergen los grandes vasos del cuerpo,
señala hacia el hombro derecho y se apoya debajo de la segunda costilla.
PARTES DEL CORAZÓN

Aurículas (Atrios): Las aurículas se encuentran en la parte superior del corazón. La


aurícula derecha recibe la sangre venosa que regresa del cuerpo, mientras que la aurícula
izquierda recibe la sangre oxigenada que proviene de los pulmones.

Ventrículos: Los ventrículos están en la parte inferior del corazón. El ventrículo derecho
bombea la sangre venosa hacia los pulmones para oxigenarse, y el ventrículo izquierdo
bombea la sangre oxigenada hacia el resto del cuerpo.

Válvulas: Las válvulas se encuentran entre las aurículas y los ventrículos, así como entre
los ventrículos y las arterias principales. La válvula tricúspide separa la aurícula derecha del
ventrículo derecho, la válvula mitral (o bicúspide) separa la aurícula izquierda del ventrículo
izquierdo, la válvula pulmonar está en la salida del ventrículo derecho y la válvula aórtica
está en la salida del ventrículo izquierdo.

Septo: El septo interauricular se encuentra entre las aurículas, y el septo interventricular se


encuentra entre los ventrículos. Ambos septos aseguran que la sangre oxigenada y no
oxigenada no se mezclen.

Miocardio: El miocardio, el tejido muscular del corazón, envuelve las aurículas y los
ventrículos.

Pericardio: El pericardio rodea y protege todo el corazón. El pericardio parietal está en la


parte exterior y el pericardio visceral (epicardio) está en contacto directo con el corazón.

REVESTIMIENTO Y PARED
El corazón está revestido de un saco de doble pared denominado pericardio. La parte
superficial suelta de ajuste de este saco se denomina pericardio fibroso. Esta capa fibrosa
ayuda a proteger al corazón y lo ancla a sus estructuras circundantes, como el diafragma y
el esternón. Al fondo del pericardio fibroso se encuentra el resbaladizo pericardio seroso
bicapa. Su capa parietal rodea el interior del pericardio fibroso. En la parte superior del
corazón, esta capa parietal se une a las arterias grandes que salen del corazón; a
continuación, realiza un giro en forma de U y continúa por la parte inferior sobre la superficie
cardiaca como la capa visceral (o epicardio), que en realidad forma parte de la pared
cardiaca. Las membranas serosas del pericardio producen un resbaladizo líquido lubricante
(líquido seroso). Este líquido permite que el corazón bombee fácilmente en un entorno
relativamente libre de fricciones a medida que las capas serosas del pericardio se deslizan
suavemente entre sí.
Las paredes cardíacas están compuestas por tres capas: el epicardio más externo, el
miocardio y el endocardio más interno. El miocardio consta de gruesos fascículos de
músculo cardiaco torcidos y en espiral en organizaciones anulares. Se trata de la capa que
se contrae realmente. El miocardio está reforzado en su interior por una red de tejido
conectivo fibroso y denso denominada “esqueleto del corazón”. El endocardio es una fina
lámina brillante de endotelio que rodea las cámaras cardíacas. Es la continuación de los
revestimientos de los vasos sanguíneos que salen del corazón y entran en él.
CÁMARAS Y GRANDES VASOS ASOCIADOS

El corazón posee cuatro cámaras o cavidades con orificios; dos aurículas y dos ventrículos.
Cada una de estas cámaras está rodeada por el endocardio, que ayuda a que la sangre
fluya de forma uniforme por el corazón. Las aurículas superiores son principalmente
cámaras receptoras. Como norma, no son importantes para el bombeo del corazón. La
sangre fluye por las aurículas con baja presión desde las venas del organismo y, después,
continúa para llenar los ventrículos.
Los ventrículos inferiores de espesas paredes son las cámaras de descarga, o bombas
reales del corazón. Cuando se contraen, la sangre es expulsada del corazón y empieza a
circular, el ventrículo derecho constituye la mayor parte de la superficie cardiaca anterior; el
ventrículo izquierdo constituye su ápice. El séptum que divide el corazón longitudinalmente
se denomina séptum interventricular o séptum interauricular, en función de la cámara que lo
separe. Aunque se trata de un solo órgano, el corazón funciona como una bomba doble. El
lado derecho trabaja como la bomba del circuito pulmonar. Recibe sangre relativamente
pobre en oxígeno de las venas del organismo a través de las grandes venas cavas superior
e inferior y la bombea fuera a través del tronco pulmonar. El tronco pulmonar se divide en
las arterias pulmonares derecha e izquierda, que transportan la sangre a los pulmones,
donde se coge el oxígeno y se descarga el dióxido de carbono. La sangre rica en oxígeno
se drena desde los pulmones y vuelve al lado izquierdo del corazón a través de las cuatro
venas pulmonares.

VASOS SANGUÍNEOS

La sangre circula dentro de los vasos sanguíneos, que forman un sistema de transporte
cerrado, el denominado sistema vascular.

A medida que el corazón late, la sangre es impulsada en las arterias grandes que salen del
corazón. A continuación se desplaza a las arterias cada vez más pequeñas y después a las
arteriolas, que nutren los lechos capilares de los tejidos. Los lechos capilares se drenan
mediante vénulas, que a su vez se vacían en las venas, las cuales finalmente se vacían en
las grandes venas (venas cavas) que entran al corazón. Así, las arterias, que transportan
sangre fuera del corazón y las venas, que drenan los tejidos y devuelven la sangre al
corazón, son simples vasos conductores; las autopistas y carreteras secundarias. Tan sólo
los diminutos capilares como pelos, que se extienden y ramifican por los tejidos y conectan
las arterias más pequeñas (arteriolas) a las venas más pequeñas (vénulas), satisfacen
directamente las necesidades de las células corporales. Los capilares son las calles
laterales o paseos que se entrelazan íntimamente entre las células corporales y
proporcionan acceso a cada “hogar”. Sólo a través de sus paredes puede producirse el
intercambio entre las células de tejido y la sangre. Ten en cuenta que en este libro suelen
representarse las arterias rojas y las venas azules porque, por convención, el rojo indica la
sangre rica en oxígeno (el estado normal de la sangre en la mayoría de las arterias
corporales) y el azul indica la sangre rica en dióxido de carbono y relativamente pobre en
oxígeno (el estado normal de la sangre en la mayoría de las venas). Sin embargo, hay
excepciones de esta convención, y se indicarán a medida que vayan apareciendo.
Anatomía microscópica de los vasos sanguíneos
Túnicas
Excepto por los capilares microscópicos, las paredes de los vasos sanguíneos poseen tres
revestimientos, o túnicas. La túnica íntima, que rodea la luz (o el interior) de los vasos, es
una fina capa de endotelio (células epiteliales escamosas) que descansa en una membrana
basal. Sus células se ajustan perfectamente entre sí y forman una superficie totalmente lisa
que reduce la fricción a medida que la sangre fluye por la luz de los vasos.
La túnica media es el revestimiento medio abultado. Es músculo liso y fibras elásticas en su
mayor parte. Algunas de las mayores arterias poseen láminas elásticas, láminas de tejido
elástico, además de las fibras elásticas distribuidas. El músculo liso, controlado por el
sistema nervioso simpático, se activa con los cambios de diámetro de los vasos. A medida
que los vasos se contraen o dilatan, la presión sanguínea aumenta o disminuye,
respectivamente.
La túnica externa, como su propio nombre indica, es la túnica más externa. Esta capa está
formada fundamentalmente por tejido conectivo fibroso, y su función básica es el soporte y
la protección de los vasos.

Diferencias estructurales en las arterias, venas y capilares


Las paredes de las arterias suelen ser mucho más gruesas que las de las venas. La túnica
media arterial, en concreto, tiende a ser mucho más pesada. Esta diferencia estructural se
relaciona con una diferencia en la función de estos dos tipos de vasos. Las arterias,
que están más cerca de la acción de bombeo del corazón, deben poder expandirse a
medida que la sangre es forzada a pasar por ellas y, a continuación, reculan
pasivamente a medida que la sangre fluye hacia atrás en la circulación durante la diástole.
Sus paredes deben ser lo suficientemente fuertes y elásticas para adoptar estos cambios de
presión continuos.
Las venas, por el contrario, están lejos del corazón en la vía circulatoria y la presión en ellas
tiende a ser baja siempre. Así, las venas poseen unas paredes más finas. Sin embargo,
puesto que la presión sanguínea en las venas suele ser demasiado baja para forzar que la
sangre fluya hacia atrás hasta el corazón, y puesto que la sangre que vuelve al corazón a
menudo fluye en contra de la fuerza de la gravedad, las venas cambian para garantizar que
la cantidad de sangre que vuelve al corazón (retorno venoso) sea igual que la
cantidad que se bombee fuera del corazón (gasto cardíaco) en todo momento. Las luces de
las venas tienden a ser mucho más grandes que las de las arterias correspondientes, y las
venas más grandes poseen válvulas que evitan el retroflujo de la sangre.

Anatomía general de los vasos sanguíneos


Las principales arterias de la circulación sistémica
La aorta es la mayor arteria del organismo y un vaso verdaderamente espléndido. En los
adultos, la aorta tiene un tamaño aproximado de una manguera de jardín (con un diámetro
interno casi igual al diámetro del pulgar) sale desde el ventrículo izquierdo del corazón.
Sólo se reduce ligeramente en diámetro a medida que lo recorre hasta el final. Las distintas
partes de la aorta se nombran según su ubicación o su forma. La aorta brota hacia arriba
desde el ventrículo izquierdo del corazón como la aorta ascendente, se arquea a la
izquierda como el cayado de la aorta y, a continuación, se hunde en el tórax, siguiendo la
columna vertebral (aorta torácica), para pasar finalmente por el diafragma en la cavidad
abdominopélvica, donde se convierte en la aorta abdominal.
Las principales ramas de la aorta y los órganos que la nutren se encuentran
secuencialmente cerca del corazón. A medida que ubiques las arterias en la figura, intenta
facilitar el aprendizaje. En muchos casos el nombre de la arteria indica la región corporal o
los órganos que la nutren (arteria renal, arteria braquial y arteria coronaria) o el hueso
siguiente (arteria femoral y arteria cubital).

Las principales venas de la circulación sistémica


Aunque las arterias generalmente están ubicadas en las zonas del organismo profundas y
bien protegidas, muchas venas son más superficiales y algunas pueden verse y palparse
fácilmente en la superficie corporal.
La mayoría de las venas profundas sigue el curso de las principales arterias y, con unas
pocas excepciones, el nombre de estas venas es idéntico al de sus arterias
complementarias. Las principales arterias sistémicas se ramifican hacia afuera de la aorta,
mientras que las venas convergen en las venas cavas, que entran en la aurícula derecha
del corazón. Las venas que drenan la cabeza y los brazos se vacían en la vena cava
superior, y las que drenan la parte inferior del cuerpo se vacían en la
vena cava inferior.

Capilares
Los capilares, también conocidos como vasos capilares, son pequeñas estructuras que
contienen sangre y que conectan las arteriolas con las vénulas. Son la forma más pequeña
y abundante de vasos sanguíneos en el sistema circulatorio. Los capilares sanguíneos son
lo suficientemente pequeños como para penetrar en los tejidos del cuerpo, permitiendo el
intercambio gaseoso entre arterias y venas, el intercambio de nutrientes y productos de
desecho entre los tejidos y la sangre.

Esto ocurre a través de un proceso clave del aparato circulatorio conocido como difusión
pasiva y la pinocitosis (ingestión de líquido por parte de las células). Los glóbulos blancos
también ingresan en los tejidos a través de capilares, jugando un rol clave en las infecciones
y la reparación de daños tisulares.

Estructura de los capilares


La mayoría de los capilares tienen entre 3 y 4 µm (micrómetros) de diámetro, pero algunos
pueden llegar a 40 µm. Están compuestos por una capa fina de células epiteliales y una
lámina o capa basal conocida como túnica íntima. Asimismo, presentan una capa
incompleta de células que rodea de manera parcial a las células epiteliales, conocida como
pericitos. Los pericitos microvasculares regulan la presión sanguínea en los capilares
mediante la contracción. Esta función mejora la eficacia del intercambio entre la sangre
dentro del capilar y el tejido adyacente. El flujo sanguíneo hacia los capilares está
controlado por esfínteres precapilares, bandas de músculo liso que envuelven las
metarteriolas.

Existen dos tipos de capilares, venosos y arteriales. A través de capilares arteriales llegan el
oxígeno y los nutrientes a los tejidos y por medio de los venosos se eliminan los desechos
tisulares.
DESCRIPCIÓN Y COMPONENTES DE LA SANGRE
¿Qué es la sangre?
La sangre es el líquido que mantiene la vida y circula a través de lo siguiente:

El corazón, las arterias, las venas, los capilares, el cerebro, el resto del cuerpo.

¿Cuál es la función de la sangre?


La sangre transporta hacia los tejidos del cuerpo:

Nutrientes, electrólitos, hormonas, vitaminas, anticuerpos, calor, oxígeno, células


inmunológicas (células que luchan contra las infecciones)

La sangre transporta desde los tejidos del cuerpo: Desperdicios y Dióxido de carbono

¿Cuáles son los componentes de la sangre?


Los componentes de la sangre son los siguientes:

Plasma: Se trata del componente líquido de la sangre en el que están suspendidas las
siguientes células sanguíneas:

Glóbulos rojos (eritrocitos): Transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo.

Glóbulos blancos (leucocitos): Contribuyen a combatir infecciones y asisten al proceso


inmunológico. Los tipos de glóbulos blancos incluyen:

Linfocitos

Monocitos

Eosinófilos

Basófilos

Neutrófilos

Plaquetas (trombocitos). Colaboran en la coagulación sanguínea.

¿Dónde se producen las células sanguíneas?


Las células sanguíneas se producen en la médula ósea. La médula ósea es el material
esponjoso ubicado en el centro de los huesos que produce todos los tipos de células
sanguíneas.

Existen otros órganos y sistemas en nuestro cuerpo que ayudan a regular las células
sanguíneas. Los nódulos linfáticos, el bazo y el hígado ayudan a regular la producción,
destrucción y diferenciación (mediante una función específica) de las células. La producción
y el desarrollo de nuevas células en la médula ósea es un proceso denominado
hematopoyesis.
Las células sanguíneas producidas en la médula ósea se forman como células madre. Una
célula madre (o célula hematopoyética) constituye la fase inicial de todas las células
sanguíneas. A medida que las células madre maduran, se desarrollan varias células
distintas, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Las células sanguíneas
inmaduras se llaman blastos. Algunos blastos permanecen en la médula ósea para madurar
y otros viajan a otras partes del cuerpo para convertirse en células funcionales y maduras.

¿Cuáles son las funciones de las células sanguíneas?


La función principal de los glóbulos rojos o eritrocitos es transportar oxígeno de los
pulmones a los tejidos del cuerpos y eliminar de los tejidos dióxido de carbono como
sustancia residual para redirigirlos a los pulmones. La hemoglobina (Hb) es una proteína
importante de los glóbulos rojos, ya que transporta oxígeno de los pulmones a todas las
partes del cuerpo.

La función primaria de los glóbulos blancos, o leucocitos, es combatir las infecciones.


Ayudan a curar heridas, no solo combatiendo la infección, sino también ingiriendo materias
como células muertas, restos de tejido y glóbulos rojos viejos.
Nos protegen contra cuerpos extraños que entran en la corriente sanguínea, como los
alérgenos.
Participan en la protección contra las células mutadas, como el cáncer.

La función primaria de las plaquetas, o trombocitos, es la coagulación. Las plaquetas son mucho
más pequeñas que el resto de las células sanguíneas. Se agrupan para formar una
acumulación, o tapón, en el orificio de un vaso sanguíneo para detener la hemorragia.

SISTEMA LINFÀTICO

Linfáticos
El sistema linfático es una parte vital del sistema inmunológico. Incluye órganos como el
timo, la médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice y las placas de Peyer del intestino
delgado, que producen y procesan glóbulos blancos especializados que combaten las
infecciones y el cáncer.

El sistema linfático transporta líquidos a lo largo de todo el cuerpo, del mismo modo que lo
hace el sistema venoso. El sistema linfático está formado por:

● Vasos linfáticos de paredes delgadas


● Ganglios linfáticos
● Dos conductos colectores

Linfas
La linfa es transparente e incolora y contiene glóbulos blancos. Los glóbulos blancos
pueden destruir agentes patógenos y eliminar algunas sustancias indeseadas del líquido
intersticial cuando este fluye hacia los tejidos linfáticos y los ganglios linfáticos. La linfa
proviene del líquido intersticial que rodea las células de los tejidos del cuerpo. Este líquido
intersticial proviene del torrente sanguíneo, cuando los capilares intercambian sustancias
con las células de los tejidos y el líquido sale de los capilares.

Estructura y ubicación de los vasos linfáticos


Los vasos linfáticos son estructuras con válvulas de pared delgada que transportan la linfa.
Los vasos linfáticos están revestidos por células endoteliales y tienen una fina capa de
músculos lisos y adventicios que unen los vasos linfáticos al tejido circundante.

Los vasos linfáticos, localizados por todo el cuerpo, son más grandes que los capilares
sanguíneos (los vasos sanguíneos más pequeños y que conectan las arterias y las venas) y
la mayoría de ellos son de menor tamaño que las venas más pequeñas.

Esta red de conductos inicia en el intersticio celular desembocan de forma progresiva en


conductos de menores diámetros denominados capilares linfáticos que desembocan en el
torrente sanguíneo en la base del cuello, y en el ángulo formado por las venas yugular
interna y subclavia.

Los vasos linfáticos convergen en dos troncos principales: uno es el conducto linfático
derecho que se encarga de recoger la linfa de la parte superior del cuerpo y el conducto
linfático torácico encargado de recoger la linfa proveniente del lado izquierdo del cuerpo.

Función de recolección y transporte de la linfa, que contiene nutrientes y desechos:


La recolección y transporte de la linfa se lleva a cabo a través del sistema linfático. La linfa
es un líquido transparente que contiene agua, nutrientes, proteínas y glóbulos blancos, y es
esencial para el sistema inmunológico.

La linfa se recoge de los tejidos a través de pequeños vasos linfáticos y se transporta a


través de una red de vasos linfáticos cada vez más grandes. Estos vasos linfáticos tienen
válvulas que ayudan a mantener el flujo en una sola dirección, evitando que la linfa
retroceda. A medida que la linfa fluye a través de los vasos, pasa a través de pequeños
órganos llamados ganglios linfáticos, donde se filtra y se eliminan sustancias dañinas o
células extrañas.

Finalmente, la linfa se devuelve al torrente sanguíneo a través de dos grandes vasos


llamados conductos linfáticos, el conducto torácico y el conducto linfático derecho. El
conducto torácico drena la linfa de las extremidades inferiores, abdomen y brazo izquierdo,
mientras que el conducto linfático derecho drena la linfa del brazo derecho y la parte
derecha del cuello y la cabeza.

Ganglios linfáticos
Los ganglios linfáticos son pequeñas agrupaciones de tejido a lo largo de la red de vasos
linfáticos que limpian la linfa a medida que esta se va moviendo a través de ellos. Se
encargan de filtrar virus, bacterias y hongos que pueden causar enfermedades.

Localización de los ganglios linfáticos en el cuerpo


Están distribuidos por todo el cuerpo pero pueden encontrarse individualmente o en grupo,
diseminados por varias zonas del cuerpo. Sin embargo, la mayor concentración de estas
glándulas se presenta en lugares, como:

❖ Cuello: Los ganglios linfáticos cervicales se concentran en la parte lateral del


cuello, a lo largo de los músculos esternocleidomastoideos. Se concentran
más en la parte lateral del cuello, hinchándose cuando se inflama la garganta
o hay una infección dental.
➢ Ganglios Linfáticos Cervicales Superiores: Están ubicados en la
parte superior del cuello, cerca de la base del cráneo. Se extienden
desde la parte posterior del cuello hacia adelante.
➢ Ganglios Linfáticos Cervicales Anteriores: Se encuentran en la
parte frontal del cuello, a lo largo de los músculos
esternocleidomastoideos.
➢ Ganglios Linfáticos Cervicales Laterales: Están situados en la
región lateral del cuello, a los lados de la tráquea y la laringe.
➢ Ganglios Linfáticos Cervicales Posteriores: Se localizan en la
parte posterior del cuello, a lo largo de los músculos trapecios y
esternocleidomastoideos.
❖ Clavícula: Los ganglios linfáticos supraclaviculares se encuentran justo
encima de la clavícula, generalmente aumentan debido a infecciones en los
pulmones, mamas o cuello. pueden agruparse en dos áreas principales:
➢ Región Supraclavicular Izquierda: Estos ganglios linfáticos están en
el lado izquierdo del cuerpo, justo encima de la clavícula izquierda.
➢ Región Supraclavicular Derecha: Están en el lado derecho del
cuerpo, encima de la clavícula derecha.
❖ Axilas:Los ganglios linfáticos axilares se encuentran en las axilas, que son
las áreas debajo de las articulaciones de los brazos, donde se unen con el
torso. Cuando se inflaman pueden ser señal de una infección en la mano o
en el brazo o indicar problemas más serios como cáncer de mama.
❖ Ingle: Los ganglios linfáticos inguinales se encuentran en la región de la
ingle, cerca de la parte interna de los muslos, donde se unen con el torso. Se
agrupan en dos áreas principales:
➢ Los ganglios inguinales superficiales: Están ubicados justo debajo
de la piel.
➢ Los ganglios inguinales profundos: ubicados en una capa más
profunda de tejido.

Funciòn de los ganglios linfáticos en el sistema inmunológico

Los ganglios linfáticos son componentes esenciales del sistema linfático y desempeñan un
papel fundamental en el funcionamiento del sistema inmunológico. Tienen varias funciones
importantes relacionadas con la defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades.
Sus principales funciones son:
❖ Detección del patógeno
❖ Activación de respuesta inmunológica
❖ Producción de anticuerpos
❖ Generación de Memoria inmunológica
❖ Coordinación inmunológica
❖ Filtración y drenaje.

Importancia en la filtración y destrucción de patógenos y células cancerosas

Los ganglios linfáticos desempeñan un papel crucial en la filtración y destrucción de


patógenos, así como en la detección y eliminación de células cancerosas.

En la filtración y detección de patógenos los ganglios linfáticos actúan como filtros que
atrapan y eliminan patógenos, como bacterias, virus y otros microorganismos que causan
infecciones. Cuando una infección se presenta en una parte del cuerpo, los glóbulos
blancos presentes en los ganglios linfáticos detectan la presencia de los patógenos. Estos
glóbulos blancos, especialmente los linfocitos, activan una respuesta inmunológica para
neutralizar y destruir los patógenos y los ganglios linfáticos también son esenciales en la
detección y eliminación de células cancerosas. Cuando las células cancerosas se
desprenden de un tumor primario, pueden viajar a través del sistema linfático. Si estas
células llegan a los ganglios linfáticos cercanos, los linfocitos pueden reconocerlas como
anormales y atacarlas. Esto es importante para prevenir la propagación del cáncer a otras
partes del cuerpo.

Bazo y amígdalas
El bazo es un órgano linfoide situado en la cavidad abdominal, en el lado izquierdo del
abdomen, debajo del diafragma y cerca del estómago. Forma parte del sistema linfático y
desempeña diversas funciones, incluyendo:

● Filtración de Sangre.
● Respuesta Inmunológica.
● Reserva de Plaquetas.
● Producción de Linfocitos.

Las amígdalas son un conjunto de tejido linfoide ubicado en la parte posterior de la garganta
y en la entrada de las vías respiratorias y digestivas. Forman parte del sistema linfático y
tienen un papel en la protección del cuerpo contra infecciones.

Funciòn del bazo en la producción de células sanguíneas y la eliminación de


eritrocitos viejos.

El bazo es un órgano que forma parte del sistema linfático y juega un papel crucial en la
filtración y purificación de la sangre. Una de sus funciones principales es la de eliminar los
glóbulos rojos envejecidos, dañados o anómalos de la circulación sanguínea. Los eritrocitos
tienen una vida útil limitada y después de un cierto tiempo se vuelven menos funcionales y
más propensos a la degradación.

El proceso de eliminación de eritrocitos viejos en el bazo involucra la acción de los


macrófagos, que son células especializadas del sistema inmunológico. Estas células
fagocitan (absorben y digieren) los eritrocitos envejecidos y desgastados, separando sus
componentes y reciclando los materiales útiles como el hierro y las proteínas. El bazo
también puede almacenar un suministro de eritrocitos y liberarlos en momentos de
necesidad, como en casos de sangrado agudo.

Papel de las amígdalas en la detección y respuesta a patógenos


Las amígdalas desempeñan un papel esencial en la detección y respuesta a patógenos en
el sistema linfático y la anatomía humana. Ubicadas en la garganta y las vías respiratorias,
actúan como guardias de entrada ante microorganismos invasores. Cuando patógenos
como bacterias y virus ingresan a través de la boca y la nariz, las células inmunológicas
presentes en las amígdalas, como los linfocitos y macrófagos, reconocen y capturan estos
invasores.

Esta detección activa una respuesta inmunológica local, en la cual se liberan citoquinas y
otras moléculas señalizadoras para atraer más células inmunológicas al área afectada.
Además, las amígdalas son capaces de producir anticuerpos específicos en respuesta a los
patógenos, lo que contribuye a neutralizar y eliminar la amenaza. Los linfocitos T presentes
en las amígdalas también desempeñan un papel en la respuesta inmunológica, atacando
directamente a las células infectadas. Una característica clave es que las amígdalas
desarrollan memoria inmunológica después de un encuentro con patógenos.

Conclusión

El sistema circulatorio y linfático son fundamentales para el transporte de nutrientes,


oxígeno y desechos en el cuerpo. El sistema circulatorio consiste en el corazón, arterias,
venas y capilares, mientras que el linfático incluye los vasos linfáticos y los ganglios. Ambos
sistemas trabajan juntos para mantener el equilibrio interno del organismo y respaldar
funciones vitales. El sistema circulatorio transporta la sangre rica en oxígeno, mientras que
el linfático se encarga de eliminar desechos y mantener la salud inmunológica. Juntos, estos
sistemas son esenciales para la salud y el funcionamiento adecuado del cuerpo humano.

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