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Anatomía Humana
Elaborado por:
Bernal, Itzy
Meneses, Evelyn
Muñoz, Gabriel
Velasquez, Kayrin
Profesor:
Dr. Roberto Dam Lam
Introducción
SISTEMA CIRCULATORIO
El sistema circulatorio también llamado sistema cardiovascular está formado por vasos
sanguíneos que transportan sangre desde el corazón y hacia el corazón. Las arterias
transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo, y las venas la transportan desde
el cuerpo hasta el corazón. El sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las
células y elimina los productos de desecho, como el dióxido de carbono.
CORAZÓN
El corazón es una bomba muscular que constituye el componente central del sistema
circulatorio. Está dividido en una mitad izquierda y otra derecha mediante un septo (tabique)
muscular. El componente muscular del corazón, el miocardio, está formado por músculo
cardíaco involuntario. Está recubierto internamente por una membrana llamada endocardio,
y externamente por otra membrana denominada epicardio.
La contracción del músculo cardiaco es estimulada mediante impulsos eléctricos que son
iniciados regularmente desde los centros reguladores del corazón: el nodo sinoatrial en el
techo del atrio derecho, y el nodo atrioventricular en el septo entre los atrios y los
ventrículos. El nodo sinoatrial es considerado el marcapasos natural del corazón.
UBICACIÓN Y TAMAÑO
El tamaño y peso modestos del corazón ofrecen pocas pistas de su increíble resistencia.
Aproximadamente del tamaño del puño de una persona, el corazón, lleno de orificios y con
forma de cono, pesa menos de 454 gramos. Bien encajado en el mediastino inferior, la
cavidad medial del tórax, el corazón está flanqueado por los pulmones. Su ápice más
puntiagudo está dirigido hacia la cadera izquierda y descansa en el diafragma,
aproximadamente al nivel del quinto espacio intercostal. (Aquí es exactamente donde uno
colocaría un estetoscopio para contar la frecuencia cardiaca de un pulso apical). Su parte
posterosuperior ancha (o base), desde donde emergen los grandes vasos del cuerpo,
señala hacia el hombro derecho y se apoya debajo de la segunda costilla.
PARTES DEL CORAZÓN
Ventrículos: Los ventrículos están en la parte inferior del corazón. El ventrículo derecho
bombea la sangre venosa hacia los pulmones para oxigenarse, y el ventrículo izquierdo
bombea la sangre oxigenada hacia el resto del cuerpo.
Válvulas: Las válvulas se encuentran entre las aurículas y los ventrículos, así como entre
los ventrículos y las arterias principales. La válvula tricúspide separa la aurícula derecha del
ventrículo derecho, la válvula mitral (o bicúspide) separa la aurícula izquierda del ventrículo
izquierdo, la válvula pulmonar está en la salida del ventrículo derecho y la válvula aórtica
está en la salida del ventrículo izquierdo.
Miocardio: El miocardio, el tejido muscular del corazón, envuelve las aurículas y los
ventrículos.
REVESTIMIENTO Y PARED
El corazón está revestido de un saco de doble pared denominado pericardio. La parte
superficial suelta de ajuste de este saco se denomina pericardio fibroso. Esta capa fibrosa
ayuda a proteger al corazón y lo ancla a sus estructuras circundantes, como el diafragma y
el esternón. Al fondo del pericardio fibroso se encuentra el resbaladizo pericardio seroso
bicapa. Su capa parietal rodea el interior del pericardio fibroso. En la parte superior del
corazón, esta capa parietal se une a las arterias grandes que salen del corazón; a
continuación, realiza un giro en forma de U y continúa por la parte inferior sobre la superficie
cardiaca como la capa visceral (o epicardio), que en realidad forma parte de la pared
cardiaca. Las membranas serosas del pericardio producen un resbaladizo líquido lubricante
(líquido seroso). Este líquido permite que el corazón bombee fácilmente en un entorno
relativamente libre de fricciones a medida que las capas serosas del pericardio se deslizan
suavemente entre sí.
Las paredes cardíacas están compuestas por tres capas: el epicardio más externo, el
miocardio y el endocardio más interno. El miocardio consta de gruesos fascículos de
músculo cardiaco torcidos y en espiral en organizaciones anulares. Se trata de la capa que
se contrae realmente. El miocardio está reforzado en su interior por una red de tejido
conectivo fibroso y denso denominada “esqueleto del corazón”. El endocardio es una fina
lámina brillante de endotelio que rodea las cámaras cardíacas. Es la continuación de los
revestimientos de los vasos sanguíneos que salen del corazón y entran en él.
CÁMARAS Y GRANDES VASOS ASOCIADOS
El corazón posee cuatro cámaras o cavidades con orificios; dos aurículas y dos ventrículos.
Cada una de estas cámaras está rodeada por el endocardio, que ayuda a que la sangre
fluya de forma uniforme por el corazón. Las aurículas superiores son principalmente
cámaras receptoras. Como norma, no son importantes para el bombeo del corazón. La
sangre fluye por las aurículas con baja presión desde las venas del organismo y, después,
continúa para llenar los ventrículos.
Los ventrículos inferiores de espesas paredes son las cámaras de descarga, o bombas
reales del corazón. Cuando se contraen, la sangre es expulsada del corazón y empieza a
circular, el ventrículo derecho constituye la mayor parte de la superficie cardiaca anterior; el
ventrículo izquierdo constituye su ápice. El séptum que divide el corazón longitudinalmente
se denomina séptum interventricular o séptum interauricular, en función de la cámara que lo
separe. Aunque se trata de un solo órgano, el corazón funciona como una bomba doble. El
lado derecho trabaja como la bomba del circuito pulmonar. Recibe sangre relativamente
pobre en oxígeno de las venas del organismo a través de las grandes venas cavas superior
e inferior y la bombea fuera a través del tronco pulmonar. El tronco pulmonar se divide en
las arterias pulmonares derecha e izquierda, que transportan la sangre a los pulmones,
donde se coge el oxígeno y se descarga el dióxido de carbono. La sangre rica en oxígeno
se drena desde los pulmones y vuelve al lado izquierdo del corazón a través de las cuatro
venas pulmonares.
VASOS SANGUÍNEOS
La sangre circula dentro de los vasos sanguíneos, que forman un sistema de transporte
cerrado, el denominado sistema vascular.
A medida que el corazón late, la sangre es impulsada en las arterias grandes que salen del
corazón. A continuación se desplaza a las arterias cada vez más pequeñas y después a las
arteriolas, que nutren los lechos capilares de los tejidos. Los lechos capilares se drenan
mediante vénulas, que a su vez se vacían en las venas, las cuales finalmente se vacían en
las grandes venas (venas cavas) que entran al corazón. Así, las arterias, que transportan
sangre fuera del corazón y las venas, que drenan los tejidos y devuelven la sangre al
corazón, son simples vasos conductores; las autopistas y carreteras secundarias. Tan sólo
los diminutos capilares como pelos, que se extienden y ramifican por los tejidos y conectan
las arterias más pequeñas (arteriolas) a las venas más pequeñas (vénulas), satisfacen
directamente las necesidades de las células corporales. Los capilares son las calles
laterales o paseos que se entrelazan íntimamente entre las células corporales y
proporcionan acceso a cada “hogar”. Sólo a través de sus paredes puede producirse el
intercambio entre las células de tejido y la sangre. Ten en cuenta que en este libro suelen
representarse las arterias rojas y las venas azules porque, por convención, el rojo indica la
sangre rica en oxígeno (el estado normal de la sangre en la mayoría de las arterias
corporales) y el azul indica la sangre rica en dióxido de carbono y relativamente pobre en
oxígeno (el estado normal de la sangre en la mayoría de las venas). Sin embargo, hay
excepciones de esta convención, y se indicarán a medida que vayan apareciendo.
Anatomía microscópica de los vasos sanguíneos
Túnicas
Excepto por los capilares microscópicos, las paredes de los vasos sanguíneos poseen tres
revestimientos, o túnicas. La túnica íntima, que rodea la luz (o el interior) de los vasos, es
una fina capa de endotelio (células epiteliales escamosas) que descansa en una membrana
basal. Sus células se ajustan perfectamente entre sí y forman una superficie totalmente lisa
que reduce la fricción a medida que la sangre fluye por la luz de los vasos.
La túnica media es el revestimiento medio abultado. Es músculo liso y fibras elásticas en su
mayor parte. Algunas de las mayores arterias poseen láminas elásticas, láminas de tejido
elástico, además de las fibras elásticas distribuidas. El músculo liso, controlado por el
sistema nervioso simpático, se activa con los cambios de diámetro de los vasos. A medida
que los vasos se contraen o dilatan, la presión sanguínea aumenta o disminuye,
respectivamente.
La túnica externa, como su propio nombre indica, es la túnica más externa. Esta capa está
formada fundamentalmente por tejido conectivo fibroso, y su función básica es el soporte y
la protección de los vasos.
Capilares
Los capilares, también conocidos como vasos capilares, son pequeñas estructuras que
contienen sangre y que conectan las arteriolas con las vénulas. Son la forma más pequeña
y abundante de vasos sanguíneos en el sistema circulatorio. Los capilares sanguíneos son
lo suficientemente pequeños como para penetrar en los tejidos del cuerpo, permitiendo el
intercambio gaseoso entre arterias y venas, el intercambio de nutrientes y productos de
desecho entre los tejidos y la sangre.
Esto ocurre a través de un proceso clave del aparato circulatorio conocido como difusión
pasiva y la pinocitosis (ingestión de líquido por parte de las células). Los glóbulos blancos
también ingresan en los tejidos a través de capilares, jugando un rol clave en las infecciones
y la reparación de daños tisulares.
Existen dos tipos de capilares, venosos y arteriales. A través de capilares arteriales llegan el
oxígeno y los nutrientes a los tejidos y por medio de los venosos se eliminan los desechos
tisulares.
DESCRIPCIÓN Y COMPONENTES DE LA SANGRE
¿Qué es la sangre?
La sangre es el líquido que mantiene la vida y circula a través de lo siguiente:
El corazón, las arterias, las venas, los capilares, el cerebro, el resto del cuerpo.
La sangre transporta desde los tejidos del cuerpo: Desperdicios y Dióxido de carbono
Plasma: Se trata del componente líquido de la sangre en el que están suspendidas las
siguientes células sanguíneas:
Glóbulos rojos (eritrocitos): Transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo.
Linfocitos
Monocitos
Eosinófilos
Basófilos
Neutrófilos
Existen otros órganos y sistemas en nuestro cuerpo que ayudan a regular las células
sanguíneas. Los nódulos linfáticos, el bazo y el hígado ayudan a regular la producción,
destrucción y diferenciación (mediante una función específica) de las células. La producción
y el desarrollo de nuevas células en la médula ósea es un proceso denominado
hematopoyesis.
Las células sanguíneas producidas en la médula ósea se forman como células madre. Una
célula madre (o célula hematopoyética) constituye la fase inicial de todas las células
sanguíneas. A medida que las células madre maduran, se desarrollan varias células
distintas, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Las células sanguíneas
inmaduras se llaman blastos. Algunos blastos permanecen en la médula ósea para madurar
y otros viajan a otras partes del cuerpo para convertirse en células funcionales y maduras.
La función primaria de las plaquetas, o trombocitos, es la coagulación. Las plaquetas son mucho
más pequeñas que el resto de las células sanguíneas. Se agrupan para formar una
acumulación, o tapón, en el orificio de un vaso sanguíneo para detener la hemorragia.
SISTEMA LINFÀTICO
Linfáticos
El sistema linfático es una parte vital del sistema inmunológico. Incluye órganos como el
timo, la médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice y las placas de Peyer del intestino
delgado, que producen y procesan glóbulos blancos especializados que combaten las
infecciones y el cáncer.
El sistema linfático transporta líquidos a lo largo de todo el cuerpo, del mismo modo que lo
hace el sistema venoso. El sistema linfático está formado por:
Linfas
La linfa es transparente e incolora y contiene glóbulos blancos. Los glóbulos blancos
pueden destruir agentes patógenos y eliminar algunas sustancias indeseadas del líquido
intersticial cuando este fluye hacia los tejidos linfáticos y los ganglios linfáticos. La linfa
proviene del líquido intersticial que rodea las células de los tejidos del cuerpo. Este líquido
intersticial proviene del torrente sanguíneo, cuando los capilares intercambian sustancias
con las células de los tejidos y el líquido sale de los capilares.
Los vasos linfáticos, localizados por todo el cuerpo, son más grandes que los capilares
sanguíneos (los vasos sanguíneos más pequeños y que conectan las arterias y las venas) y
la mayoría de ellos son de menor tamaño que las venas más pequeñas.
Los vasos linfáticos convergen en dos troncos principales: uno es el conducto linfático
derecho que se encarga de recoger la linfa de la parte superior del cuerpo y el conducto
linfático torácico encargado de recoger la linfa proveniente del lado izquierdo del cuerpo.
Ganglios linfáticos
Los ganglios linfáticos son pequeñas agrupaciones de tejido a lo largo de la red de vasos
linfáticos que limpian la linfa a medida que esta se va moviendo a través de ellos. Se
encargan de filtrar virus, bacterias y hongos que pueden causar enfermedades.
Los ganglios linfáticos son componentes esenciales del sistema linfático y desempeñan un
papel fundamental en el funcionamiento del sistema inmunológico. Tienen varias funciones
importantes relacionadas con la defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades.
Sus principales funciones son:
❖ Detección del patógeno
❖ Activación de respuesta inmunológica
❖ Producción de anticuerpos
❖ Generación de Memoria inmunológica
❖ Coordinación inmunológica
❖ Filtración y drenaje.
En la filtración y detección de patógenos los ganglios linfáticos actúan como filtros que
atrapan y eliminan patógenos, como bacterias, virus y otros microorganismos que causan
infecciones. Cuando una infección se presenta en una parte del cuerpo, los glóbulos
blancos presentes en los ganglios linfáticos detectan la presencia de los patógenos. Estos
glóbulos blancos, especialmente los linfocitos, activan una respuesta inmunológica para
neutralizar y destruir los patógenos y los ganglios linfáticos también son esenciales en la
detección y eliminación de células cancerosas. Cuando las células cancerosas se
desprenden de un tumor primario, pueden viajar a través del sistema linfático. Si estas
células llegan a los ganglios linfáticos cercanos, los linfocitos pueden reconocerlas como
anormales y atacarlas. Esto es importante para prevenir la propagación del cáncer a otras
partes del cuerpo.
Bazo y amígdalas
El bazo es un órgano linfoide situado en la cavidad abdominal, en el lado izquierdo del
abdomen, debajo del diafragma y cerca del estómago. Forma parte del sistema linfático y
desempeña diversas funciones, incluyendo:
● Filtración de Sangre.
● Respuesta Inmunológica.
● Reserva de Plaquetas.
● Producción de Linfocitos.
Las amígdalas son un conjunto de tejido linfoide ubicado en la parte posterior de la garganta
y en la entrada de las vías respiratorias y digestivas. Forman parte del sistema linfático y
tienen un papel en la protección del cuerpo contra infecciones.
El bazo es un órgano que forma parte del sistema linfático y juega un papel crucial en la
filtración y purificación de la sangre. Una de sus funciones principales es la de eliminar los
glóbulos rojos envejecidos, dañados o anómalos de la circulación sanguínea. Los eritrocitos
tienen una vida útil limitada y después de un cierto tiempo se vuelven menos funcionales y
más propensos a la degradación.
Esta detección activa una respuesta inmunológica local, en la cual se liberan citoquinas y
otras moléculas señalizadoras para atraer más células inmunológicas al área afectada.
Además, las amígdalas son capaces de producir anticuerpos específicos en respuesta a los
patógenos, lo que contribuye a neutralizar y eliminar la amenaza. Los linfocitos T presentes
en las amígdalas también desempeñan un papel en la respuesta inmunológica, atacando
directamente a las células infectadas. Una característica clave es que las amígdalas
desarrollan memoria inmunológica después de un encuentro con patógenos.
Conclusión