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Módulo IV - Sistema Cardiovascular y Sistema Respiratorio

Sistema Cardiovascular - Corazón - Resumen Ross -Pawlina

El sistema cardiovascular es aquel que lleva sangre y linfa hacia los tejidos del cuerpo y de regreso. Los elementos
constitutivos de estos líquidos incluyen células, sustancias nutritivas, productos de desecho, hormonas y
anticuerpos.

● El sistema cardiovascular incluye el corazón, los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos.

El sistema cardiovascular consiste en una bomba, representada por el corazón, y los vasos sanguíneos, que proveen
la ruta por la cual circula la sangre desde una parte del cuerpo hacia otra.

El corazón bombea la sangre a través del sistema arterial con una presión considerable; la sangre retorna al
corazón a baja presión con la ayuda de la presión negativa que hay en la cavidad torácica durante la inspiración y la
compresión de las venas por el músculo esquelético.

Los vasos sanguíneos están organizados de modo que la sangre impulsada desde el corazón alcance con rapidez
una red vascular estrecha y de paredes delgadas, los capilares sanguíneos, dentro o cerca de los tejidos en todas las
partes del organismo.

En los capilares ocurre un intercambio bidireccional de líquido entre la sangre y los demás tejidos. El líquido,
llamado filtrado sanguíneo, transporta oxígeno y metabolitos y atraviesa la pared capilar.
En los tejidos, estas moléculas se intercambian por dióxido de carbono y productos de desecho. La mayor parte del
líquido vuelve a la sangre por el extremo distal o venoso de los capilares. El líquido restante entra en los capilares
linfáticos en forma de la linfa y finalmente regresa a la sangre a través de un sistema de vasos linfáticos que está
comunicado con el sistema de vasos sanguíneos donde las venas yugulares internas se unen con las venas
subclavias.

Por lo general, muchos de los leucocitos transportados por la sangre abandonan los vasos sanguíneos para
introducirse en los tejidos. Esto ocurre en las vénulas poscapilares.

Cuando se producen alteraciones patológicas en el organismo, como en la reacción inflamatoria, una gran cantidad
de leucocitos migran desde estas vénulas.

Las arterias son los vasos que llevan la sangre hasta los capilares. Las arterias más pequeñas, llamadas arteriolas,
están asociadas funcionalmente con las redes de capilares que conducen la sangre. Las arteriolas regulan la
cantidad de sangre que ingresa en estas redes capilares.

En conjunto, las arteriolas, la red capilar asociada y las vénulas poscapilares forman una unidad funcional
denominada lecho microcirculatorio o microvascular de ese tejido.

Las venas, que comienzan con la vénula poscapilar, recogen la sangre del lecho microvascular y la retornan al
corazón.

Dos circuitos distribuyen la sangre en el organismo:


la circulación pulmonar y la circulación sistémica.

● Circulación pulmonar: transporta sangre


desde el corazón hacia los pulmones y desde
los pulmones hacia el corazón.
● Circulación sistémica: transporta la sangre
desde el corazón hacia los tejidos del
organismo y desde ellos de retorno hacia el
corazón.

Si bien la disposición general de los vasos sanguíneos


en ambas circulaciones es de arterias a capilares y
después a venas, en algunas partes la circulación
sistémica está modificada de manera que una vena o
una arteriola se interpone entre dos redes capilares;
estos vasos constituyen el
sistema porta.

Estos sistemas se componen de vasos que llevan la


sangre hacia el hígado, el sistema porta hepático
(vena porta), y los vasos que irrigan la hipófisis, el
sistema porta hipotalámico-hipofisario.
Corazón

Está situado en forma oblicua en la cavidad torácica y desplazado hacia la izquierda en el mediastino medio (un
espacio delimitado por el esternón, la columna vertebral, el diafragma y los pulmones).

Está rodeado por un saco fibroso resistente, el pericardio, que


también contiene los segmentos finales e iniciales de los
grandes vasos que llegan o salen desde el corazón. A través del
pericardio, el corazón está firmemente adherido al diafragma
y a los órganos adyacentes que se encuentran en la cavidad
torácica.

El corazón es una bomba muscular que mantiene el flujo


unidireccional de la sangre.

El corazón tiene cuatro cavidades: las aurículas (atrios)


derecha e izquierda y los ventrículos derecho e izquierdo, a
través de las cuales bombea la sangre.

A la salida de las cavidades hay válvulas que impiden el flujo


retrógrado de la sangre. Un tabique interauricular y un
tabique interventricular separan los lados derecho e izquierdo
del corazón.

El lado derecho del corazón está vinculado a la circulación


pulmonar, y el lado izquierdo a la circulación sistémica.

Aurícula Derecha Ventrículo Derecho Aurícula Izquierda Ventrículo Izquierdo

Recibe la sangre que Recibe sangre desde la Recibe la sangre Recibe la sangre desde la
regresa al cuerpo a través aurícula derecha y la oxigenada que retorna aurícula izquierda y la
de las venas cavas inferior bombea hacia los desde los pulmones a bombea hacia la arteria
y superior, las dos venas pulmones para su través de las cuatro venas aorta para su distribución
más grandes del oxigenación, a través de pulmonares. en el resto del cuerpo.
organismo. las arterias pulmonares.

El corazón contiene:

● Una estructura muscular, compuesta por músculo cardíaco para impulsar la sangre.
● Un esqueleto fibroso, que consta de 4 anillos fibrosos alrededor de los orificios valvulares, dos trígonos
fibrosos que conectan los anillos y la porción membranosa de los tabiques interauriculares e
interventriculares. Los anillos fibrosos se componen de tejido conjuntivo denso irregular. Rodean la base
de las dos arterias que salen del corazón (aorta y tronco pulmonar) y los orificios que hay entre las
aurículas y los ventrículos. Estos anillos son el sitio de inserción para las valvas de las 4 válvulas cardíacas
que permiten el flujo sanguíneo en una sola dirección a través de los orificios.
La porción membranosa del tabique interventricular carece de músculo cardíaco; consiste en un tejido
conjuntivo denso que contiene un segmento corto del haz auriculoventricular del sistema de conducción
cardíaca. El esqueleto fibroso provee puntos de fijación independientes para el miocardio auricular y
ventricular. También actúa como aislante eléctrico porque impide el libre flujo de impulsos eléctricos entre
las aurículas y los ventrículos.
● Un sistema de conducción, para iniciar y propagar las despolarizaciones rítmicas que producen
contracciones rítmicas del músculo cardíaco. Este sistema está formado por células musculares cardíacas
modificadas (fibras de Purkinje) que generan y conducen los impulsos eléctricos con rapidez a través del
corazón.

En el paro cardíaco, la detención súbita del ritmo cardíaco normal que conduce al cese repentino de la circulación
sanguínea, el sistema de conducción del corazón deja de producir o conducir los impulsos eléctricos que generan la
contracción cardíaca para distribuir la sangre a los tejidos del cuerpo. El paro cardíaco es una urgencia médica; el
tratamiento de primeros auxilios, como la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la desfibrilación (aplicación de
una dosis terapéutica de energía eléctrica al corazón), puede mejorar las probabilidades de supervivencia. Si no se
trata, el paro cardíaco conduce a la muerte cardíaca súbita. Las patologías del ritmo relacionadas con el paro
cardíaco incluyen taquicardia (aceleración del ritmo cardíaco), fibrilación (contracciones irregulares rápidas e
ineficaces), bradicardia (ritmo cardíaco desacelerado) y asistolia (ausencia total del ritmo cardíaco).

● Un sistema de vasos coronarios, que consta de dos arterias coronarias y las venas cardíacas. Las arterias
coronarias derecha e izquierda proveen la sangre arterial al corazón. Se originan en un segmento inicial de
la aorta ascendente, circundan la base del corazón y emiten ramas que convergen hacia el vértice del
órgano. El drenaje venoso del corazón se produce a través de varias venas cardíacas, la mayoría de las
cuales desembocan en el seno coronario ubicado en la superficie posterior del corazón. El seno coronario
drena en la aurícula derecha.
Pared del Corazón

● La pared del corazón está compuesta por tres capas: epicardio, miocardio y endocardio.

La estructura de la pared del corazón es continua en las aurículas y los ventrículos. La pared cardíaca está
compuesta por tres capas. De afuera hacia adentro son las siguientes:

Epicardio, también conocido como capa visceral del pericardio seroso:

● Se adhiere a la superficie externa del corazón.


● Se compone de una sola capa de células mesoteliales, así como de tejido conjuntivo y adiposo.
● Los vasos sanguíneos y nervios que irrigan e inervan al corazón se encuentran en el epicardio y están
rodeados por tejido adiposo que protege al corazón en la cavidad pericárdica.
● El epicardio se refleja a la altura de los grandes vasos que llegan y abandonan el corazón como la capa
parietal del pericardio seroso, que reviste la superficie interna del pericardio que rodea el corazón y las
raíces de los grandes vasos.
● Existe un espacio potencial que contiene una cantidad mínima de líquido seroso (pericárdico) entre las
capas visceral y parietal de la serosa pericárdica. Este espacio se conoce como cavidad pericárdica, su
revestimiento es de células mesoteliales.

La alteración en la que se acumula con rapidez exceso de líquido (sangre o derrame pericárdico) en la cavidad
pericárdica se llama taponamiento cardíaco. Las causas habituales son los traumatismos torácicos tanto
penetrantes como romos y las roturas del miocardio o la pericarditis (inflamación del pericardio). Es una
alteración potencialmente mortal en la que el líquido que se acumula comprime el corazón y evita el llenado
adecuado de las cavidades cardíacas con la sangre. El alivio de la compresión se logra mediante la
pericardiocentesis (un procedimiento para drenar el líquido de la cavidad pericárdica).

Miocardio:

● Está formado por músculo cardíaco, el componente principal del corazón.


● El miocardio de las aurículas es sustancialmente más delgado que el de los ventrículos.
● Las aurículas reciben la sangre de las venas grandes y la entregan a los ventrículos contiguos, un proceso
que requiere de una presión relativamente baja.
● El miocardio de los ventrículos es sustancialmente más grueso debido a la mayor presión necesaria para
bombear la sangre a través de las circulaciones pulmonar y sistémica.

Endocardio:

● Consta de una capa interna de endotelio y un tejido conjuntivo subendotelial, una capa media de tejido
conjuntivo y células del músculo liso, así como una capa más profunda de tejido conjuntivo, también
llamada capa subendocárdica.
● Esta última es continua con el tejido conjuntivo del miocardio.
● El sistema de conducción del corazón se encuentra en la capa subendocárdica del endocardio.

El tabique interventricular es la pared que separa los ventrículos derecho e izquierdo. Contiene músculo cardíaco,
excepto en su porción membranosa. Ambas superficies del tabique están revestidas por endocardio. El tabique
interauricular es mucho más delgado que el anterior. Excepto en ciertas regiones localizadas que contienen tejido
fibroso, este tabique posee una capa central de músculo cardíaco y un revestimiento de endocardio frente a cada
cavidad auricular.
Válvulas Cardíacas

Las válvulas cardíacas son estructuras compuestas por tres capas de tejido conjuntivo, revestidas por endocardio.

Las válvulas cardíacas están fijadas al complejo del esqueleto fibroso de tejido conjuntivo denso no moldeado, que
forma los anillos fibrosos y rodea los orificios que contienen las válvulas.

Cada válvula se compone de tres capas: fibrosa, esponjosa y ventricular (en la superficie ventricular de las válvulas
semilunares aórtica y pulmonar) o auricular (en la superficie auricular de las válvulas auriculoventriculares mitral
y tricúspide).

● Fibrosa: esta capa se localiza en la superficie ventricular de las válvulas auriculoventriculares y la


superficie arterial (aorta o tronco pulmonar) de las válvulas semilunares.

Esta capa se deriva del tejido conjuntivo denso irregular de los anillos esqueléticos del corazón. Está
compuesta principalmente por fibras de colágeno tipo I (74%) y III (25) densamente agrupadas, además
de fibras elásticas que están en disposición paralela al borde libre de la valva.
En las válvulas auriculoventriculares, continúa hacia las cuerdas tendinosas, que son prolongaciones
similares a cuerdas que también están revestidas de endotelio. En los sitios donde se insertan las cuerdas
tendinosas, la fibrosa cambia de una capa plana a una cuerda cilíndrica que permite que las fuerzas se
transmitan desde la cuerda a la valva sin producir la deformación de esta última.

Las cuerdas tendinosas se extienden desde las superficies ventriculares de las válvulas mitral y tricúspide
hasta unas proyecciones de la pared ventricular que se conocen como músculos papilares.

● Esponjosa: Es la capa media de la valva. Consiste en fibras elásticas y de colágeno en una disposición laxa
infiltradas con una gran cantidad de sustancia fundamental que contiene proteoglicanos y
glucosaminoglicanos.

Esta capa actúa como un amortiguador, ya que reduce las vibraciones asociadas con el cierre de la válvula.
También confiere flexibilidad y plasticidad a las cúspides de la valva.

Es delgada en la base y se hace más prominente cuando llega al borde libre de la valva, donde contribuye a
la aposición correcta de las valvas durante el cierre valvular para permitir el reflujo (regurgitación).

● Ventricular/auricular: Está contigua a la superficie ventricular o auricular de cada valva y tiene un


revestimiento endotelial.

Representa una capa de tejido conjuntivo denso con fibras de colágeno bien organizadas con un gran
número de fibras y laminillas elásticas.

Esta capa favorece el movimiento de las válvulas permitiendo la extensión y el retroceso de las valvas
durante el ciclo de contracción cardíaca.

En las válvulas auriculoventriculares, esta capa también contiene cardiomiocitos derivados de las aurículas
(no de los ventrículos) y pequeños haces de células de músculo liso que regulan la rigidez y la deformación
de la valva durante el cierre valvular.

Aunque las válvulas cardíacas comparten un patrón estructural y requisitos funcionales, cada una tiene una
estructura diferente. Existe evidencia que indica que algunas variaciones moleculares mantienen las diferencias
estructurales y biomecánicas de cada una de las válvulas.

Las valvas son avasculares y contienen células valvulares intersticiales especiales que mantienen la estructura
interna de la válvula durante toda la vida.

Las valvas son generalmente avasculares. Se pueden encontrar pequeños vasos linfáticos y sanguíneos, nervios y
músculo liso solo en la base de las válvulas tricúspide y mitral.

Las superficies valvulares están expuestas a la sangre y las valvas son lo suficientemente delgadas como para
permitir que las sustancias nutritivas y el oxígeno se difundan desde la sangre.

Las valvas tienen células intersticiales especiales con características únicas que mantienen la homeostasis valvular
a lo largo de la vida. Estas células se originan de las células endoteliales endocárdicas; sin embargo, en la
microscopía son semejantes a los fibroblastos. Son positivas a la vimentina y la condromodulina 1, que inhiben la
formación de vasos sanguíneos.

En condiciones normales, mantienen la expresión génica de la matriz extracelular necesaria para la reparación y la
síntesis de las fibras de tejido conjuntivo y las proteínas de la matriz extracelular. No obstante, en condiciones de
activación, las células valvulares intersticiales transicionan a células similares a miofibroblastos para expresar los
genes que codifican para las proteínas necesarias para la síntesis de colágeno, elastina, proteoglicanos, alfa actina,
etc, que remodelan con rapidez la matriz extracelular de la válvula.

Regulación intrínseca de la frecuencia cardíaca

La contracción del corazón es sincronizada por fibras musculares cardíacas especializadas.

El músculo cardíaco se puede contraer de manera rítmica sin ningún estímulo directo desde el sistema nervioso.
Para que el corazón actúe como una bomba eficaz, se requiere que las aurículas y los ventrículos se contraigan de
una manera rítmica y coordinada.

La actividad eléctrica (impulsos eléctricos) que estimula las contracciones cardíacas se inicia y se propaga por la
acción del sistema de conducción cardíaco. La frecuencia de la despolarización del músculo cardíaco varían en las
diferentes partes del sistema de conducción; la más rápida corresponde a las aurículas y la más lenta a los
ventrículos.
El ciclo de contracción cardíaca se inicia en las aurículas para empujar la sangre hacia los ventrículos. A
continuación, en el vértice del corazón comienza una onda de contracción ventricular y empuja la sangre hacia la
aorta y el tronco pulmonar.

Sistema de conducción cardíaco: consta de dos nodos, el sinoauricular-sinusal y el auriculoventricular, así como
una serie de fibras de conducción o haces.

Los impulsos eléctricos son generados por el nodo sinoauricular (SA), un grupo de células musculares cardíacas
especializadas que se ubican cerca de la unión de la vena cava superior y la aurícula derecha. Dado que tiene la
frecuencia de despolarización más rápida, el nodo SA se denomina marcapasos cardíaco.

La frecuencia del nodo SA oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. El nodo SA inicia un impulso que se propaga a
través de las fibras musculares cardíacas de las aurículas y a través de los haces internodales compuestos por
fibras musculares cardíacas modificadas. Así el impulso llega al nodo auriculoventricular (AV) y es conducido a
través del esqueleto fibroso hacia los ventrículos por el haz de His.

El haz de His se divide en una rama derecha e izquierda y después en ramas subendoteliales, habitualmente
llamadas fibras de Purkinje.

Los componentes del sistema de conducción transmiten impulsos a una velocidad unas cuatro veces más rápida
que las fibras musculares cardíacas, y son los únicos elementos que pueden propagar impulsos a través del
esqueleto fibroso.

Células musculares cardíacas nodales: tanto del nodo SA como del nodo AV, son fibras musculares cardíacas
modificadas con un tamaño menor que las células musculares auriculares circundantes. Contienen miofibrillas y
carecen de discos intercalares típicos. El haz de His, sus ramas y las fibras de Purkinje también se componen de
células musculares ventriculares circundantes.

Existen grupos funcionales, como las células del marcapasos (P) con función de marcapasos intrínseca, que
generan impulsos, y las células transicionales (T), que son responsables de la propagación de los impulsos a la
aurícula derecha. Las células P están agrupadas en conjuntos alargados a la mitad del nodo SA.

Las ramificaciones terminales del sistema de conducción consisten en fibras de Purkinje.

Células cardíacas de conducción: las que componen el haz de His se originan en el nódulo AV, pasan por el
esqueleto fibroso del corazón, discurren a lo largo de ambos lados del tabique interventricular y terminan como
fibras de Purkinje en el miocardio de los ventrículos.

Las células que forman las fibras de Purkinje son más grandes que las células musculares ventriculares. Sus
miofibrillas se encuentran en la periferia de la célula. Los núcleos son redondeados y más grandes que los de las
células del músculo cardíaco en el miocardio. Debido al considerable tamaño de las células, el núcleo a menudo no
está incluído en el plano de corte.

En las fibras de Purkinje hay discos intercalares, pero su aspecto y cantidad varían según su ubicación. Las células
son positivas para la tinción de ácido peryódico de Schiff (PAS), debido a la gran cantidad de glucógeno que
contienen.
Con hematoxilina-eosina y la mayoría de las otras coloraciones, la porción central de la célula provista de
glucógeno aparece homogénea y se tiñe cálidamente. Debido al glucógeno almacenado, las células de las fibras de
Purkinje son más resistentes a la hipoxia que las células musculares ventriculares.

Regulación sistémica de la frecuencia cardíaca

El ritmo cardíaco espontáneo puede ser alterado por impulsos nerviosos en la división tanto simpática como
parasimpática del sistema nervioso autónomo.

Los nervios autónomos no inician la contracción del músculo cardíaco, sino más bien regulan la frecuencia cardíaca
(efecto cronotrópico) según las necesidades inmediatas del cuerpo.

La estimulación de los nervios parasimpáticos disminuye la frecuencia cardíaca.

La inervación parasimpática del corazón se origina en el nervio vago (X). Las fibras parasimpáticas presinápticas
establecen sinapsis con las neuronas postsinápticas dentro del corazón. Sus fibras postsinápticas cortas terminan
principalmente en los nodos SA y AV, pero también se extienden hacia las arterias coronarias que irrigan el
corazón.

La estimulación de los nervios simpáticos aumenta la frecuencia cardíaca.

Las fibras simpáticas presinápticas que inervan el corazón se originan en las astas laterales de los segmentos
T1-T6 de la médula espinal. Conducen señales eléctricas hacia los cuerpos celulares de las neuronas postsinápticas
situados en los ganglios paravertebrales cervicales y torácicos de los troncos simpáticos.
Las fibras postsinápticas terminan en los nódulos SA y AV, se extienden hacia el miocardio y también pasan a través
del epicardio para llegar a las arterias coronarias.

Las fibras autónomas secretan noradrenalina, que regula la frecuencia de los impulsos provenientes del nodo SA.

Las hormonas circulantes y otras sustancias pueden regular la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción.

Los cambios de la fuerza y la frecuencia de las contracciones del músculo cardíaco son regulados por hormonas
secretadas por la médula suprarrenal. Estas hormonas incluyen adrenalina y noradrenalina, que llegan a las células
musculares del corazón a través de la circulación coronaria.

Otras sustancias que tienen efectos inotrópicos y cronotrópicos positivos en el corazón incluyen el Ca2+, las
hormonas tiroideas, la cafeína, la teofilina y el glucósido cardíaco digoxina. Estas sustancias aumentan la
concentración intracelular del calcio en las células musculares cardíacas.

El sistema nervioso central verifica la presión arterial y la función cardíaca a través de los receptores
especializados, ubicados en el sistema cardiovascular.

La actividad del sistema cardiovascular es vigilada por centros especializados del SNC. En las paredes de los
grandes vasos sanguíneos cercanos y dentro del corazón, hay receptores nerviosos sensitivos especializados que
proporcionan información aferente sobre la presión arterial.

La información recibida de todos los tipos de receptores cardiovasculares inicia los reflejos fisiológicos adecuados.
Los receptores funcionan como:

● Barorreceptores (receptores de alta presión): Detectan la presión arterial general. Estos receptores están
ubicados en el seno carotídeo y en el arco aórtico.
● Receptores de volúmen (receptores de presión baja): Están situados dentro de las paredes de las aurículas
y los ventrículos. Detectan la presión venosa central y proveen información al SNC acerca de la distensión
cardíaca.
● Quimiorreceptores: Detectan alteraciones en el oxígeno, la tensión de dióxido de carbono y el pH. Estos
receptores son el cuerpo carotídeo y el cuerpo aórtico, que están ubicados en la bifurcación de las carótidas
y el arco aórtico respectivamente.

Los cuerpos carotídeos constan de cordones y grupos irregulares de células epitelioides. Una fuente abundante de
fibras nerviosas está asociada con estas células. La estructura de los cuerpos aórticos es, en esencia, similar a la de
los cuerpos carotídeos. Ambos receptores funcionan en reflejos nerviosos que permiten el ajuste del volúmen
cardíaco y la frecuencia respiratoria.

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