Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estructura
El sistema cardiovascular está formado por el corazón y los vasos sanguíneos: arterias, venas
y capilares. Se trata de un sistema de transporte en el que una bomba muscular (el corazón)
proporciona la energía necesaria para mover el contenido (la sangre), en un circuito cerrado de
tubos elásticos (los vasos).
CORAZÓN
El corazón es un órgano musculoso formado por 4 cavidades. Su tamaño es parecido al de un
puño cerrado y tiene un peso aproximado de 250 y 300 g, en mujeres y varones adultos,
respectivamente. Está situado en el interior del tórax, por encima del diafragma, en la región
denominada mediastino, que es la parte media de la cavidad torácica localizada entre las dos
cavidades pleurales..
PERICARDIO
La membrana que rodea al corazón y lo protege es el pericardio, el cual impide que el corazón
se desplace de su posición en el mediastino, al mismo tiempo que permite libertad para que el
corazón se pueda contraer. El pericardio consta de dos partes principales, el pericardio fibroso
y el seroso.
1. El pericardio fibroso, más externo, es un saco de tejido conjuntivo fibroso duro no elástico. La
función del pericardio fibroso es evitar el excesivo estiramiento del corazón durante la diástole,
proporcionarle protección y fijarlo al mediastino.
2. El pericardio seroso, más interno, es una fina membrana formada por dos capas:
a. la capa más interna visceral o epicardio, que está adherida al miocardio.
b. la capa más externa parietal, que se fusiona con el pericardio fibroso. Entre las hojas parietal
y visceral hay un espacio virtual, la cavidad pericárdica, que contiene una fina capa de líquido
seroso, el líquido pericárdico, que reduce la fricción entre las capas visceral y parietal durante
los movimientos del corazón.
PARED
La pared del corazón está formada por tres capas:
• Una capa externa, denominada epicardio, que corresponde a la capa visceral del pericardio
seroso.
• Una capa intermedia, llamada miocardio, formada por tejido muscular cardíaco.
• Una capa interna, denominada endocardio, la cual recubre el interior del corazón y las
válvulas cardíacas y se continúa con el endotelio de los grandes vasos torácicos que llegan al
corazón o nacen de él.
CAVIDADES
El corazón está formado por 4 cavidades: dos superiores, las aurículas y dos inferiores, los
ventrículos.
1. Aurícula derecha: Es una cavidad estrecha, de paredes delgadas, que forma el borde
derecho del corazón y está separada de la aurícula izquierda por el tabique interauricular.
Recibe sangre de tres vasos, la vena cava superior e inferior, y el seno coronario. La sangre
fluye de la aurícula derecha al ventrículo derecho por el orificio aurículoventricular derecho,
donde se sitúa la válvula tricúspide, que recibe este nombre porque tiene tres cúspides.
2. Ventrículo derecho: Es una cavidad alargada de paredes gruesas, que forma la cara
anterior del corazón. El tabique interventricular lo separa del ventrículo izquierdo. La sangre
fluye del ventrículo derecho a través de la válvula semilunar pulmonar hacia el tronco de la
arteria pulmonar.
3. Aurícula izquierda: Es una cavidad rectangular de paredes delgadas, que se sitúa por
detrás de la aurícula derecha y forma la mayor parte de la base del corazón. Recibe sangre de
los pulmones a través de las cuatro venas pulmonares, que se sitúan a la cara posterior, dos a
cada lado. La sangre pasa de esta cavidad al ventrículo izquierdo a través del orificio
aurículo-ventricular izquierdo, recubierto por una válvula que tiene dos cúspides, la válvula
mitral (o bicúspide).
4. Ventrículo izquierdo: Su pared es gruesa y presenta trabéculas carnosas y cuerdas
tendinosas, que fijan las cúspides de la válvula a los músculos papilares. La sangre fluye del
ventrículo izquierdo a través de la válvula semilunar aórtica hacia la arteria aorta. El ventrículo
derecho tiene una pared más delgada que el ventrículo izquierdo debido a que bombea la
sangre a los pulmones, mientras que el ventrículo izquierdo la bombea a todo el organismo.
INERVACIÓN
El corazón está inervado por fibras nerviosas autónomas, tanto del sistema parasimpático
como del sistema simpático, que forman el plexo cardíaco. Las ramas del plexo cardíaco
inervan el tejido de conducción, los vasos sanguíneos coronarios y el miocardio auricular y
ventricular. Las fibras simpáticas proceden de los segmentos medulares cervical y torácico. La
inervación parasimpática deriva de los nervios vagos o X par craneal.
IRRIGACIÓN
En la parte inicial de la aorta ascendente nacen las dos arterias coronarias principales, la
arteria coronaria derecha y la arteria coronaria izquierda. Estas arterias se ramifican para poder
distribuir la sangre oxigenada a través de todo el miocardio. La sangre no oxigenada es
drenada por venas que desembocan el seno coronario, la cual desemboca en la aurícula
derecha. El seno coronario se sitúa en la parte posterior del surco auriculoventricular.
MÚSCULO CARDÍACO
El miocardio o músculo cardíaco está formado por fibras musculares estriadas más cortas y
menos circulares que las fibras del músculo esquelético.
VASOS SANGUÍNEOS
Los vasos sanguíneos forman una red de conductos que transportan la sangre desde el
corazón a los tejidos y desde los tejidos al corazón.
Las paredes de los grandes vasos, arterias y venas, están constituidos por tres capas:
1. La capa interna está constituida por un endotelio (epitelio escamoso simple), su membrana
basal y una capa de fibras elásticas.
2. La capa media está compuesta por tejido muscular liso y fibras elásticas. Esta capa es la que
difiere más, en cuanto a la proporción de fibras musculares y elásticas y su grosor entre venas
y arterias.
3. La capa externa o adventicia se compone principalmente tejido conjuntivo.
ARTERIAS
Las arterias son vasos cuyas paredes están formadas por tres capas (capa interna o endotelio,
capa media y capa externa o adventicia), con un predominio de fibras musculares y fibras
elásticas en la capa media. Ello explica las principales características de las arterias: la
elasticidad y la contractilidad. Según la proporción de fibras elásticas y musculares de esta
capa se pueden diferenciar dos tipos de arterias: arterias elásticas y arterias musculares.
• Las arterias elásticas son las de mayor calibre, la aorta y sus ramas, tienen una mayor
proporción de fibras elásticas en su capa media y sus paredes son relativamente delgadas en
relación con su diámetro. La principal función de estas arterias es la conducción de la sangre
del corazón a las arterias de mediano calibre.
• Las arterias musculares son las de calibre intermedio y su capa media contiene más músculo
liso y menos fibras elásticas. Gracias a la contracción (vasoconstricción) o dilatación
(vasodilatación) de las fibras musculares se regula el flujo sanguíneo en las distintas partes del
cuerpo.
ARTERIOLAS
Las arteriolas son arterias de pequeño calibre cuya función es regular el flujo a los capilares.
La pared de las arteriolas tiene una gran cantidad de fibras musculares que permiten variar su
calibre y, por tanto, el aporte sanguíneo al lecho capilar.
CAPILARES
Los capilares son vasos microscópicos que comunican las arteriolas con las vénulas. Se situan
entre las células del organismo en el espacio intersticial para poder facilitar el intercambio de
sustancias entre la sangre y las células. Las paredes de los capilares son muy finas para
permitir este intercambio. Están formadas por un endotelio y una membrana basal.
VENAS Y VÉNULAS
La unión de varios capilares forma pequeñas venas denominadas vénulas. Cuando la vénula
aumenta de calibre, se denomina vena. Las venas son estructuralmente muy similares a las
arterias aunque sus capas interna y media son más delgadas. La capa muscular y elástica es
mucho más fina que en las arterias porqué presentan una menor cantidad de fibras tanto
elásticas como musculares. La capa externa (adventicia) es más gruesa y contiene más tejido
conjuntivo. Las venas de las extremidades inferiores presentan válvulas en su pared, que es
una proyección interna del endotelio. La función de estas válvulas es impedir el reflujo de
sangre y ayudar a dirigir la sangre hacia el corazón.
Fisiología (Diapo 5)
La fisiología del sistema cardiovascular nos sirve a nosotros para conocer la normalidad de
este y de esa manera constatar el funcionamiento de este sistema que tiene como función
principal el aporte y remoción de gases, nutrientes, hormonas, etc. de los diferentes órganos y
tejidos del cuerpo, esto se cumple mediante el funcionamiento integrado del corazón, los vasos
sanguíneos y la sangre.
Se debe citar que en condiciones normales estos flujos se regulan por diferentes mecanismos
de carácter local o general, como lo son: pH, PO2, tono simpático, hormonas, etc. que
mantienen un flujo sanguíneo acorde a las características de funcionamiento de cada órgano o
tejidos en particular. Por tanto podemos decir que la función fundamental del corazón
Interrogatorio:
➔ Se empieza preguntando si el paciente realmente pierde el conocimiento, es decir,
diferenciar si se sintió con mareos o débil, pero en realidad no llegó a desmayarse
➔ o si realmente experimentó una pérdida total del conocimiento que es como tal el
síncope real
➔ Se trata de obtener una descripción completa del acontecimiento, específicamente se le
pregunta:
◆ ¿Qué estaba haciendo cuando sucedió?
◆ ¿estaba de pie, sentado o tumbado?
◆ ¿Observó algún síntoma indicativo?
◆ ¿cuánto duró el episodio?
◆ Y lo que es más importante: ¿el inicio y el final del episodio fueron lentos o
rápidos?, ¿notó palpitaciones? ¿hay antecedentes de cardiopatía?, lo cual tiene
una especificidad para una causa cardíaca de más del 95%
◆ También ayuda mucho llegar a preguntar a algún testigo.
Diapo 7
Disnea: dificultad para respirar y es el síntoma de corazón insuficiente.
➔ Puede ser de diferentes tipos:
◆ Disnea permanente: que como su palabra lo dice, se mantiene constantemente.
● Obliga al enfermo a permanecer sentado y a evitar el menor esfuerzo. Al
momento de posicionarse sentado hay mejoría ya que el diafragma
desciende, lo cual aumenta la capacidad vital y acumulación de la sangre
en las extremidades inferiores y disminución de la sobrecarga del
corazón derecho.
● Es superficial (lo cual es causado por la rigidez del pulmón donde no se
distienden lo suficiente los alvéolos durante la inspiración) y también se
caracteriza por una espiración alargada.
● Esta es debida a la insuficiencia cardíaca izquierda o global avanzada.
● Se le preguntaría al paciente si ¿Siente que no puede respirar de manera
adecuada permanentemente?
Por todo esto mencionado de los diferentes tipos de disnea, en el interrogatorio, hay que ser lo
más preciso posible, insistiendo sobre el horario de su aparición, sus causas, fenómenos que
la acompañan, y sobre la ausencia o presencia de ruidos respiratorios audibles por el enfermo
y sus allegados.
Inspección
Actitud
Los enfermos adoptan, de manera instintiva, aquella que hace su mal más llevadero.
Con la posición erguida se logra aumentar la capacidad vital (se facilita el juego respiratorio de
ampliación y retracción del tórax y la movilidad del diafragma) y disminuir la congestión
pulmonar por derivar la sangre hacia el sistema asplácnico y extremidades.
Lo más acertado es suponer que cuando el enfermo se coloca en una posición desfavorable el
corazón se inclina hacia este lado dificultando la circulación venosa pulmonar de retorno y
aumentando la congestión pulmonar y con ella la disnea; la ortopnea se alivia o desaparece al
claudicar las cavidades derechas y sobrevenir el fenómeno conocido con el nombre de
tricuspidizacion, entrando el paciente en un periodo de falso bienestar.
Posición de Blechmann – Signo de la almohada: Él permanece con el tronco sobre los muslos y
estos flexionados sobre las piernas, en tanto apoya la cabeza en una almohada.
Otras veces, los vemos sentados en una silla, con los brazos cruzados sobre la cama sirviendo
de apoyo la cabeza. esta presente ante derrame pleural pericardico
Posición acurrucada o replegada – el cuerpo se sitúa más próximo al nivel de los pies por
medio de la flexión de las piernas y de las rodillas, incurvándose el tronco hacia delante, de
modo que las rodillas toman contacto con el tórax.
Faices
La cara aparece abotargada. Todo enfermo que al tenderse muestra cianosis facial de
presentación rápida acompañada de ingurgitación de las venas del cuello y cabeza es muy
sospechoso de padecer alguna cardiopatía.
En algunos enfermos son comunes los labios cianóticos y partes distales, la rubicundez de las
mejillas o la palidez amarillenta del resto de la cara.
El síndrome de Takayasa, con obliteración de la musculatura facial, exagera los relieves óseos.
Resaltan la excavación de las cavidades orbitarias y el hundimiento de los huesos propios de la
nariz, que dan a esta una configuración rectilínea. El conjunto de la expresión de la cara es
rígido y constituye la clásica Facies antonina.
Examen de la piel.
Con el análisis se puede obtener un número insospechado de datos valiosos con el simple
examen de la piel, el cual no debe descuidarse en ningún caso.
Color.
En contraste con el tinte sonrosado normal, la piel de las cardiopatías puede ser pálida,
cianótica rojiza o amarilla.
- Suelen hallarse anomalías en los surcos de las manos y en la forma y longitud de los
dedos especialmente el pulgar, también vemos uñas en cristal de reloj.
- El color y temperatura de la piel orientan sobre el fallo cardiaco y periférico tanto como la
toma del pulso y la presión arterial.
- Una mano pálida, caliente que se torna cianótica, fría y húmeda señala con certeza el fallo
de la circulación periférica.
Las deformaciones patológicas del tórax, si son acentuadas, pueden originar una cardiopatía,
debido a los trastornos que pueden acarrear.
Palpación.
La mano que palpa, que procuraremos que se encuentre templada, se aplica plana, abordando
en orden:
1. El mesocardio
2. La región xifoidea
3. La base a ambos lados del esternón. (También se puede colocar la mano transversalmente
y palpar el segmento superior del esternón y las partes adyacentes a los dos lados del
tórax.
En algunos casos se debe recurrir a la palpación con las yemas de los dedos.
El latido lo buscamos por inspección cardiaca y por palpación y si estas no bastan, por ejemplo,
en personas obesas, se recurre a la percusión.
4. Primero se busca el latido con la palma de la mano y luego con el pulpejo de los dedos
índice y medio flexionados.
3. Intensidad: Depende del grosor de la pared torácica y del tamaño y fuerza de contracción
del corazón. Aumenta con el esfuerzo.
Vibraciones valvulares
Estremecimientos catarios.
Es una sensación, percibida por la mano palpa, comparable a la obtenida pasando la mano
a contrapelo sobre el dorso de un gato que ronronea (laennec).
Es una sensación táctil que produce la corriente sanguínea al pasar, con cierta intensidad, y
de un modo turbulento, por los orificios valvulares.
Su localización es variable, pueden radicar en la punta, en la base, en los vasos del cuello,
en el mesocardio o en la región xifoidea.
· Estenosis mitral
· Estenosis aortica
Tienen una expresión táctil derivada de la onda del llenado ventricular en la presistole o en
la protodiastole. La mano que palpa advierte un resalto blando, ondulante, extenso, en la
región de la punta en el galope izquierdo o en las inmediaciones del foco tricuspideo, en el
derecho.
En el primer caso, puede confundirse con el choque breve y seco, protodiastolico que se
produce en el momento de apertura de la válvula mitral estenosada, se diferencia, empero,
en que la vibración que da el galope es menos vibrante, menos seca y más prolongada,
aunque el tiempo en que aparecen ambos, dentro de la revolución cardiaca, es casi el
mismo.
Frotes pericárdicos
Percusión
Por percusión podemos obtener dos áreas, la cardiovascular anterior y la auricular izquierda
posterior.
Percusión del área cardiovascular anterior
Existen dos zonas:
Matidez relativa: cubierto por lengüetas pulmonares.
1. Determine el borde superior de la matidez hepática, comenzando a percutir desde la
región infraclavicular hacia la base del tórax a lo largo de las líneas axilar anterior y medio
clavicular derecha, colocando el dedo plesímetro en los espacios intercostales y con una
intensidad que dependerá del grosor de la pared torácica y la resonancia del tórax.
2. Determine el borde derecho del área cardiaca o lado cardiaco, percutiendo en sentido
transversal desde la línea axilar anterior derecha hacia el esternón exactamente en el ángulo
de la punta o ángulo de Louis, obtenido por la confluencia del comienzo de la matidez por
percusión ascendente al nivel de los espacios intercostales tercero, cuarto y quinto y la
obtenida por la percusión lateral izquierda.
Uniendo por medio de un trazo el borde superior del hígado con el punto que corresponde al
choque de la punta, se dibuja la «línea hepatoapexiana de Paul y Potain», cuyo valor
semiológico estriba en que nos señala, aproximadamente,
el límite inferior del corazón.
3. Determinación del límite derecho del área cardiovascular. Con percusión profunda de
fuera adentro y a partir de la línea medioclavicular, colocando el dedo paralelo al esternón.
Dicho borde parte de la IV-VI articulación condrosternal asciende paralelamente al borde
esternal derecho en condiciones normales (0-1 cm) hasta la III articulación condrosternal, en
donde termina el borde auricular derecho y comienza el aórtico.
Determine el borde izquierdo percutiendo en sentido transversal y oblicuo desde la línea axilar
anterior izquierda hacia el esternón, y también en sentido vertical ascendente o descendente.
Al percutir este borde no debe golpearse fuerte y aceptar el primer cambio de tono
apreciable,…….
Es necesario señalar donde la diferencia percutora es bien manifiesta ya que, en condiciones
normales, ninguna de las porciones del borde izquierdo sobresale por fuera de la línea vertical
trazada desde donde ser percibe el latido cardiaco
Marque cada límite hasta configurar dicha área.
Auscultación
El ACC y la AHA consideran que la auscultación cardíaca es “el método más utilizado para la
detección de las valvulopatías”.
…
Durante la exploración, toma tu tiempo en cada uno de los seis focos de auscultación.
Concéntrate en las fases del ciclo cardíaco, escucha de forma cuidadosa el R1, después el R2,
y posteriormente otros ruidos y soplos que se presenten en la sístole y la diástole. En las
páginas siguientes se describen las técnicas para la evaluación de estos fenómenos
Normas para una auscultación cardiaca
1. Debe practicarse en un ambiente tranquilo e iluminado.
2. Los fonendoscopios con campana recogen bien los sonidos de frecuencia baja, como el
arrastre presistólico de la estenosis mitral y ritmo de galope, pero transmiten mal los sonidos de
frecuencia elevada (soplo diastólico de la insuficiencia aórtica, soplo de Graham Steell), que se
perciben mejor con el fonendoscopio de diafragma. Los dos ruidos cardíacos normales se
perciben por igual con la campana que con el diafragma, con la salvedad de que con este
último se capta mejor el elemento pulmonar del segundo tono.
Hay 5 focos de auscultación valvular, que hace referente a los puntos en donde el corazón y los
grandes vasos tienen contacto intimo con la pared torácica.
El médico debe acostumbrarse a auscultar a los pacientes no sólo en apnea respiratoria, sino
también con respiración normal, la cual adquiere importancia singular en el desdoblamiento del
segundo tono cardíaco y en el soplo tricuspídeo. La apnea respiratoria es obligada para la
captación de fenómenos acústicos débiles, por ejemplo, un soplo diastólico aórtico suave. El
período expulsivo del ventrículo derecho permanece prácticamente inalterado durante el ciclo
respiratorio. Lo que aparentemente retrasa el cierre sigmoideo pulmonar durante la inspiración
es la reducción de la impedancia vascular pulmonar (o aumento de la capacitancia). El
incremento inspiratorio del volumen sistólico del ventrículo derecho es también responsable del
aumento de la intensidad de todos los fenómenos acústicos originados en la válvula tricúspide
durante la inspiración; este fenómeno descrito por Rivera-Carvallo, afecta tanto al soplo
sistólico de la insuficiencia tricuspídea (signo sistólico) como al soplo diastólico de la estenosis
tricuspídea (signo diastólico). De la misma forma, el tono de apertura de la tricúspide es más
sonoro durante la inspiración. También, según esta relación de dependencia respiratoria, el
frote pericárdico se hace más intenso durante la inspiración y más débil durante la espiración.
Debemos habituarnos a un tipo sistemático de auscultación. Se inicia la auscultación de la
punta cardíaca con la parte de la campana de nuestro estetoscopio y auscultamos en los
diversos puntos hasta llegar a la base. Pasamos luego a la membrana del estetoscopio para
seguir el mismo proceso de auscultación, pero siguiendo un orden inverso, es decir, partiendo
de la base y hasta llegar a la punta cardíaca. Hacemos respirar normalmente a los pacientes
para podernos hacer una idea clara, especialmente en la región pulmonar, sobre el
desdoblamiento del segundo tono cardíaco. Sobre todo en el caso de que se perciban
murmullos débiles, como por ejemplo un soplo diastólico aórtico, debemos volver a auscultar al
paciente, pero ahora en reposo respiratorio y decúbito izquierdo. Si es necesario, debemos
sugerirle que se siente o se mantenga en posición erecta para poderle auscultar también en
dichas posiciones. Es preciso que en cada punto de auscultación sigamos un orden sistemático
al prestar atención a los distintos fenómenos acústicos cardíacos, primero concentraremos
exclusivamente nuestra atención sobre los tonos cardíacos, el primer tono y el segundo tono,
por este orden. Estudiaremos su intensidad, su punaum máximum, la existencia eventual de
desdoblamientos, y todo ello en cada uno de los puntos de auscultación. Tiene especial
importancia la valoración del segundo tono cardíaco en la región pulmonar, pues, por lo
general, es éste el único factor que nos permite identificar el desdoblamiento del segundo tono
cardíaco, tan importante para toda la auscultación.
Maniobras.
Gracias a esta auscultación sistemática, podremos evitar que nos pase inadvertido, por
ejemplo, un soplo diastólico muy débil o un tercer tono cardíaco tenue encubiertos por un soplo
sistólico muy sonoro. De ningún modo, hemos de fundamentamos inmediatamente en el
hallazgo auscultatorio más sonoro, porque, según enseña la experiencia, corremos el riesgo de
limitarnos a él, para que luego nos pasen totalmente inadvertidos todos los fenómenos
acústicos restantes, que acaso puedan tener incluso mayor importancia. Muchos de los
fenómenos acústicos del corazón resaltan más cuando se ejerce una ligera sobrecarga. Se
produce un incremento del volumen sistólico y, por consiguiente, una intensificación de casi
todos los fenómenos auscultatorios del corazón. Así, fa auscultación tras una sobrecarga física
ligera (muchas veces basta, simplemente, con hacer pasar varias veces al enfermo, en el
mismo lecho donde se realiza la exploración, de la posición yacente a la incorporada) da
excelentes resultados, sobre todo en los casos en que no estábamos completamente seguros
de los fenómenos acústicos percibidos, por ejemplo, en caso de una estenosis mitral muy
discreta y todavía quizá muda en reposo, y en la que no habíamos auscultado con claridad más
que un primer tono cardíaco timpánico y el tono del orificio mitral. De modo similar, muchos
fenómenos acústicos se auscultan con mayor claridad inmediatamente después de adoptar la
posición yacente, que mucho rato después de permanecer en dicha posición.
Si bien existe cierta asincronía entre el cierre de las válvulas mitral y tricúspide, el S1 suele
oírse como un solo ruido. Si la asincronía es más marcada de lo habitual, el sonido puede estar
desdoblado y, entonces, se oirá mejor en el área tricúspide. Otras variaciones del S1 dependen
de la capacidad de la circulación pulmonar y de la sistémica, de la estructura de las válvulas
cardíacas, de su posición cuando comienza la contracción ventricular y de la fuerza de la
contracción. El S2, que es el resultado del cierre de las válvulas aórtica y pulmonar
(semilunares), indica el final de la sístole y se oye mejor en las áreas aórtica y pulmonar. Es de
un tono más alto y de duración más corta que el S1. El S2 es más fuerte que el S1 en la base
del corazón; aun así, suele ser más suave que este en la punta (cuadro 14-7).
3. Tercer ruido. Es sordo y de tono bajo, y semeja al eco apagado del segundo. Coincide con la
fase de llenado rápido ventricular cuando se abren las válvulas auriculoventriculares. Se
percibe bien en decúbito lateral izquierdo a nivel de los IV-V espacios intercostales y en
espiración forzada. Acrece con las maniobras que aumentan el retomo venoso e incrementan el
relleno rápido ventricular (ejercicio, compresión abdominal; hacer levantar las piernas y brazos
al sujeto acostado [posición de Azoulay], etc.). Se enc sente en un gran número de niños y
adolescentes sanos y rara vez a partir de los 30 años.
4. Cuarto ruido. Es originado por la contracción auricular y distensión telediastólica ventricular
consiguiente (tono atrial). Esta denominación es contradictoria, pues se trata de un fenómeno
que se manifiesta al inicio de la revolución cardíaca. Su frecuencia, en los sujetos jóvenes y
sanos, varía del 0-5 %. Se capta mejor en la base del apéndice xifoides y 111-IV espacios
intercostales izquierdos. Los ruidos normales del corazón pueden modificarse en sus
cualidades fundamentales (intensidad, tono y timbre); en su número y sucesión (frecuencia y
ritmo) y por la aparición de ruidos adventicios.
Características de lo ruido.
Intensidad y tono
Dependen de.
1. 1. Grosor y conductibilidad sonora de lo, tP.jido, interpuestos entre el corazón y el oído del
observador. La pared torácica delgada y vibrátil del niño o del adolescente o el pectus
excavatum y el pulmón elástico tienen consecuencias opuestas a la gruesa pared del obeso y
al amplio tórax del enfisematoso.
2. Velocidad con que se produce la tensión valvular. La intensidad del primer ruido depende
más de la velocidad con que se eleva la tensión intraventricular (por una sístole enérgica), que
de su grado; la del segundo ruido, de la velocidad de cierre de las válvulas sigmoideas, a su
vez en
relación con la diferencia de presión existente entre las arterias pulmonar y aorta, por un lado, y
las cavidades ventriculares en los momentos iniciales de la diástole, por el otro (dp/dt, o
primera derivada del aumento de presión intraventricular; dp/dt: cambios de presión/cambios de
tiempo). 3. La mayor o menor distancia entre el origen del ruido y el [onendoscopio. Pues la
propagación a distancia atenúa y transforma los elementos sonoros. Los ruidos del corazón
derecho, al ser más débiles que los del izquierdo, se atenúan con mayor rapidez, pero la
situación anatómica anterior del corazón derecho en el tórax compensa, en parte, esta pérdida.
Los movimientos respiratorios, al aumentar o disminuir rítmicamente la distancia que separa el
corazón de la pared torácica anterior, disminuyen o aumentan también de manera rítmica la
intensidad Je los ruidos o soplos fraguados en el corazón. 4. Estado anatómico del aparato
valvular. Recordemos la acentuación clásica del primer ruido en la estenosis mitral y del
segundo en la esclerosis aórtica, ambos procesos con válvulas engrosadas y densas. 5.
Interferencia de la contracaán ventricular con la posición de las válvulas auriculovcntricularcs.
Esta interferencia depende, esencialmente, de la cronología recíproca de las contracciones
auricular y ventricular, es decir, de la duración del espacio P-R. La onda sanguínea enviada por
la aurícula al interior del ventrículo a medio llenar, por la contracción de sus paredes, choca
contra la pared y la sangre contenida en su cavidad, determinando ondas sanguíneas de
retroceso que levantan las válvulas auriculoventriculares y aproximan entre sí sus bordes libres,
cerrando parcialmente el orificio valvular. Si el ventrículo inicia su fase sistólica con las válvulas
en esta posición (espacio P-R acortado), se comprende que la presión intraventricular se eleve
mayormente y con más prontitud que cuando el ventrículo comienza a contraerse mientras las
válvulas se encuentran más alejadas entre sí (espacio P-R alargado), circunscribiendo un
orificio auriculoventricular más amplio, por donde refluye parte de la sangre contenida en el
ventrículo, hacia la aurícula, lo cual es causa de que la presión intraventricular no se eleve
grandemente durante el período isométrico, independientemente de la fuerza de contracción
ventricular. 6. Presencia del líquido en la cavidad pericárdica. Oue impide o dificulta la
transmisión del sonido; esta debilitación alcanza ambos ruidos, sobre todo el primero.
Timbre
Frecuencia. La cifra normal varía entre limites muy amplios, desde 38-40 s/min (sístole minuto
en sujetos
vagotónicos a 95-100 en distónicos vegetativos con simpaticotonía; la óptima es de 60- 70
s/min: 1. Taquicardia (más de 90 s/min). Puede ser regular (sinusal, paroxismal) o irregular
(fibrilación auricular, extrasistolia irregular). Un aumento aparente de la frecuencia cardíaca se
observa en: a) Desdoblamiento del primer ruido cardíaco (tum-tum-ta). Se atribuye a
disincronismo de los componentes valvular, muscular y arterial del primer ruido. Se ausculta en
la región de la punta y con el enfermo en decúbito dorsal y algo oblicuado hacia la izquierda y
en apnea espiratoria. Se encuentra en el 23 % de los niños y adolescentes y en el 15 % de los
adultos sanos. El desdoblamiento patológico se señala en el bloqueo de rama derecha (retraso
del componente tricuspídeo), extrasístoles ventriculares, hipertensión general. Debe evitarse la
confusión con un ritmo de galope. b) Desdoblamiento del segundo ruido (tum-tata). Su hallazgo
es tan constante que su ausencia debe hacernos pensar (excluidas la mala técnica de
auscultación, enfisema, adiposidad, respiración superficial, equilibrio tensional de ambos
ventrículos [como en el complejo de Eisenmenger], estenosis subaórtica) en un fallo izquierdo o
coronario latentes. El motivo de este fenómeno reside en que, al aumentar durante la
mspiración el retorno venoso al corazón derecho, eleva la repleción ventricular derecha y esto
produce un asincronismo entre ventrículo derecho e izquierdo con prolongación de la sístole
mecánica derecha y subsiguiente retraso del componente pulmonar del segundo ruido.
Ritmo.