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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA

DEL PERÚ

DELITOS ECONOMICOS
FRAUDE EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA PERSONA JURIDICA

ALUMNOS

STEFANICK JACQUELINE VASQUEZ HERRERA U19214336


JHONNY KEVIN PACHECO ESPINO U19303187

DOCENTE
IVAN MILTON CAMPUZANO CABELLO

2022
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo consiste en desarrollar el articulo del 198° del Código Penal, el que

describe la modalidad del delito de administración fraudulenta, la conducta típica la va a

realizar el administrador o directivo que tiene bajo su poder la facultad de administrar el

patrimonio de la persona jurídica, que le ha sido conferido por la sociedad, lo que

conlleva una responsabilidad frente a la misma ciñendo su función al reglamento interno

que ha establecido la persona jurídica. Así mismos se ha realizado un análisis sobre los

criterios de imputación de los supuestos regulados el artículo 198°, mediante los cuales

se podrá imponer una sanción penal dependiendo su carácter de delito de infracción del

deber o delito de dominio también sobre los presupuestos de consumación o tentativa.

Los delitos económicos, en específico el delito de administración fraudulente que es

sobre el que hemos desarrollado esta investigación, tiene como bien jurídico protegido a

la expectativa normativa de la conducta de que los directivos o administradores de una

persona jurídica no abusarán o incumplirán sus facultades de administración que la

persona jurídica le ha conferido, perjudicando patrimonialmente a la misma persona

jurídica o a terceros vinculados a ella, asimismo se hace mención a la Ley General de

Sociedades encargada de regular que tiene el objetivo de brindar normas legales para el

desarrollo adecuado de las sociedades con la finalidad de prevenir infracciones

jurídicas.
ANTECEDENTES DEL DELITO DE ADMINISTACIÓN FRAUDULENTA:

Un sector de la doctrina señala que desde la antigua Roma se conocía la modalidad, que

va a ser la fuente, de lo que en lo que hoy en día el derecho penal ha denominado “delito

de administración fraudulenta”, así Theodor Mommsen afirma que este existía como el

furtum o el peculatus. Sin embargo, este antecedente no debería entenderse en el sentido

de suponer que existía el tipo penal, ya que no se conoce el tipo como en la actualidad,

conforme a la doctrina mayoritaria, sino a partir de Ludwig Beling quien introdujo el

(Tatbestand) o tipicidad como le denomina Jiménez de Asúa, de fraude en la

administración de las personas jurídicas o más correctamente como se verá mucho

después que la encontraremos como administración desleal, en el sentido de que las

conductas de abuso o infidelidad del patrimonio ajeno eran ya una situación jurídica.

Que hayan variado las denominaciones que se le han dado en la trascurrir de la historia

del derecho penal, es un dato intrascendente, mientras que conductas de rango de acción

semejante hayan merecido una respuesta penal. Además, debe considerarse que las

figuras delictivas de la parte especial no solo no siempre han tenido un sentido unívoco,

sino que esto ha trascendido en su diferente configuración a través del tiempo, más allá

de compartir una base común. El Perú de las primeras décadas de 1800, Manuel de

Vidaurre, en su “Proyecto de Código Penal”, tiene en cuenta la conducta de los

administradores si bien relacionándola con el robo. En su art. 17 denominado Ley 17 se

establece: “El robo de tutores, albaceas, administradores justificados se castigará con la

restitución del triple y 10 años de la pérdida de los derechos de la ciudadanía. ” El

Código de Comercio de 1902, surge en virtud de regular las actividades del comerciante

como persona natural dedicados a la actividad mercantil. Se puede decir que esta es la

piedra angular del este Código, de la cual se desprenden todas las instituciones. Este

Código recoge los antecedentes en el Código Español de 1885, fue formulado para una
sociedad de pequeños y medianos comerciantes que actuaban bajo sus propias

convicciones, aun cuando en uno de sus artículos hiciera referencia a "compañías

mercantiles o industriales ".El código Penal de 1991 regulaba este delito con el nombre

de “Quiebra”, ya En la actualidad este delito se denomina Administración Fraudulenta y

se encuentra regulada en el artículo 198° del Código Penal vigente, tiene una regulación

casuística de numerus clausus.

TIPO PENAL

El delito de administración fraudulenta de la persona jurídica esta referido a las

personas jurídicas de derecho privado, su tipificación encuentra regulada en el artículo

198°del Código Penal, Capítulo VI, en dónde se tipifican las diferentes formas de su

consumación, determinado como los supuestos pueden asumir la forma de un delito de

dominio o de infracción de un deber, respecto a esto el juez podrá determinar el alcance

de la pena o sanción penal, a continuación pasaremos a desarrollar los supuestos en los

cuales se estaría incurriendo en este delitos descrito en el 198°.

Artículo 198.- Administración fraudulenta

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años

el que ejerciendo funciones de administración o representación de una persona jurídica,

realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:

1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor externo, según

sea el caso o a terceros interesados, la verdadera situación de la persona jurídica,


falseando los balances, reflejando u omitiendo en los mismos beneficios o pérdidas o

usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las partidas contables.

Este delito se configura con el falseamiento de los balances y con la modificación en

general de las partidas contables, la conducta típica se concreta con la ocultación u

omisión de la verdadera situación financiera de la persona jurídica y mediante el

falseamiento de los estados financieros, falseando los balances, cambiando datos, a los

propietarios socios o terceros vinculados a la persona jurídica. Si la conducta infractora

está dirigida a los terceros interesados en la persona jurídica estaremos ante un delito de

dominio, en el caso este dirigida a los propietarios socios o accionistas esta se configura

como un delito de infracción del deber, sin embargo, para que se configure un delito de

administración fraudulenta en esta modalidad la conducta típica debe haber ocasionado

una decisión perjudicial para los socios, accionistas propietarios o terceros.

2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.

Para que se configure la imputación de este supuesto el derecho penal realiza una

diferenciación material entre los delitos de infracción de un deber o delito de dominio,

ya que en el caso la información proporcionada sea falsa este dirigida a los órganos

internos de la persona jurídica, este delito será calificado como un delito de infracción

de un deber. En el supuesto que la información falsa se dirija a los socios, acreedores o

terceros vinculados a la persona jurídica, se va a configurar como un delito de dominio,

sin embargo, cabe mencionar que para que se cumpla con el tipo penal, en cualquiera de

los criterios que establece la doctrina infracción de un deber o delito de dominio, la

conducta típica debe haber provocado un perjuicio patrimonial a la persona jurídica o a

un tercero vinculado a la persona jurídica.


3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o

participaciones.

Esta modalidad se configura como un delito de dominio, se sanciona aquellos

administradores de la persona jurídica que en abuso de sus facultades van a promover

por cualquier medio fraudulento las falsas cotizaciones de acciones, títulos o

participaciones de la persona jurídica afectando a terceros que se relacionan con la

persona jurídica, cabe precisar que para que se cumpla con el tipo penal no solo basta

con que se lleve a cabo la conduta típica sino que resulta imprescindible que se

produzca un peligro de perjuicio patrimonial, que será en el momento que oferten las

participaciones, títulos y acciones.

4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica

como garantía de crédito.

Se sanciona aquellos administradores o directivos que en el desempeño de sus funciones

acepten acciones o títulos de la misma sociedad (persona jurídica) como una garantía de

crédito, y que además la conducta infractora origine un perjuicio patrimonial a terceras

personas vinculadas a la persona jurídica, por lo que se configura como un delito de

domino. El tipo penal regula el supuesto de autocartera indirecta que la LGS prohíbe, la

autocartera originaria no se encuentra regulada en LGS, la autocartera derivada está

prevista en el artículo 104 de LGS que permite la adquisición de acciones ya emitidas

por la propia sociedad, el artículo 106 de la LGS señala que en ningún caso la sociedad

puede otorgar prestamos con la garantía de sus propias acciones, con la finalidad de
proteger la integridad del capital, esta modalidad se sanciona al igual que el delito de

agiotaje societario.

5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.

Este delito se configura cuando los administradores o directivo haciendo uso de sus

facultades comenten abusos afectando el patrimonio de la persona jurídica, mediante la

falsedad de los balances con la finalidad de distribuir o repartir las utilidades

inexistentes entre los socios, para que esta conducta se constituya como infractora

deberá por lo menos haber provocado un resultado de peligro patrimonial en la persona

jurídica. Se trata de un delito de infracción de un deber.

6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro

órgano similar o al auditor interno o externo, acerca de la existencia de intereses propios

que son incompatibles con los de la persona jurídica.

El administrador que realice la conducta infractora, en la que se vulnera la confianza

depositada en el administrador, esta modalidad va a configurarse como un delito de

infracción del deber, por no mantener un correcto desenvolvimiento en sus funciones

del cargo asignado de la persona jurídica.

7. Asumir indebidamente préstamos para la persona jurídica.

Si bien la persona jurídica deposita una confianza especial, en el administrador de su

patrimonio, otorgándole el poder para que este se desenvuelva con total libertad en el

desempeño de sus funciones, respetando siempre las reglas internas de la organización,

por lo que al incurrir en este delito del inciso 7 del artículo 198°, se estaría configurando
lo que la doctrina denomina como un delito de infracción de un deber, para que se

cumpla con el supuesto penal no solamente el administrador debe asumir

indebidamente prestamos para la persona jurídica sin respetar los limites y requisitos

dentro del marco normativo que le impone la persona jurídica, sino que también la

conducta realizada por el autor debe perjudicar el patrimonio de la persona jurídica en

forma de lesión efectiva o de peligro concreto de lesión.

8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica.

En la conducta infractora del tipo penal sobre el uso indebido del patrimonio de la

persona jurídica, se entiendo entonces que estamos ante un delito de infracción de un

deber, ya que es el administrador que tiene la facultad de disposición del patrimonio de

la persona jurídica, la misma que deposito toda su confianza en su administrador, para

que este utilice o disponga del patrimonio en beneficio de sociedad en actividades

propias de la persona jurídica, y al darle un uso indebido en provecho propio o de

terceros, sin embargo para que se configure el tipo penal la conducta infractora debe

provocar un daño en el patrimonio de la persona jurídica mediante una lesión efectiva o

generar un peligro concreto de afectación patrimonial.

BIEN JURÍDICO:

En lo concerniente al delito de administración fraudulenta de la persona jurídica, vamos

a señalar que se entiende por persona jurídica, es un grupo de personas que conforman

una asociación, organización o fundación; la misma que cuenta con la capacidad de ser

sujeto de derecho y obligaciones por lo tanto cuenta con un sistema de organización

interna propia y puede participar en el tráfico jurídico.


Sí bien es cierto que en el artículo 198 es implícito sobre cuál es el bien jurídico

protegido en el delito de administración fraudulenta de la persona jurídica sin embargo

la doctrina especifica qué el derecho penal no protege el patrimonio de la persona

jurídica o de terceros en tanto este no sería el bien jurídico protegido si no lo que

protegen sentido estricto es la expectativa normativa de la conducta de que los

directivos o administradores de una persona jurídica no abusaran o incumplirán sus

facultades de administración que la persona jurídica le ha conferido, perjudicando

patrimonialmente a la misma persona jurídica o a terceros vinculados a ella, el perjuicio

del bien jurídico va conllevar a las autoridades imponer una sanción penal para aquellos

administradores que incurran en los supuestos que establece la norma penal.

SUJETO ACTIVO:

Es un delito especial propio que solamente podrá ser cometido por el administrador o

como lo regula el código penal en el artículo 198 el que define al sujeto activo como “el

que ejerciendo funciones de la administración y representación de una persona jurídica

realizará”(…), un perjuicio a la persona jurídica o de terceros, el círculo de autores que

abarca este delito, los que realicen la conducta típica, en este grupo encontramos al

fundador miembro del directorio o del consejo de administración o del consejo de

vigilancia gerente administrador o liquidador de una persona jurídica en esta etapa de

Constitución de la persona jurídica el tipo penal señala a la figura del fundador la misma

conforme el artículo 70 de la ley general de sociedades. En la etapa de desarrollo de las

actividades de la persona jurídica encontramos a la figura del miembro del directorio del

consejo de administración o del consejo de vigilancia, así como al gerente y al

administrador son los que tienen a su cargo la administración y el control del patrimonio

de la persona jurídica. Respecto a la extinción de la persona jurídica encontramos el


liquidador el mismo que tiene la facultad de la disolución y liquidación de la empresa o

persona jurídica.

SUJETO PASIVO:

Es la persona jurídica, el que comete la conducta infractora en qué incurre en este tipo

penal va a afectar el patrimonio del sujeto pasivo la persona jurídica a su vez a los

socios asociados accionistas y terceros, que han aportado al capital de inversión por lo

que tienen un interés legal en cuanto al desarrollo de la en persona jurídica. Así mismo

se entiende sujeto pasivo como la persona jurídica, de la que se administra su

patrimonio y también de manera indirecta un tercero socio que se vincula con la persona

jurídica siempre y cuando la conducta el infractor les ocasione un perjuicio patrimonial.

1. TIPICIDAD SUBJETIVA

Los numerales que acompañan a este artículo, lo definen como un delito

DOLOSO, como es sabido para concurrir en un delito doloso se prevé que exista

CONOCIMIENTO y VOLUNTAD en los supuestos realizados por el sujeto activo, en

este caso quien vendría a ser el representante o el administrador de la persona jurídica

(Sujeto Pasivo), con el fin de generar el hecho de un desprendimiento del patrimonio

social del sujeto pasivo de este delito

No obstante, pueden presentarse situaciones de ERROR penalmente relevantes

que anulan el DOLO en los diversos supuestos que acompañan al delito de

Administración Fraudulenta de la Persona Jurídica, en este contexto se anula la

conducta delictiva, constituyéndola en atípica.


Empleando las palabras de, García Cavero (2005):

“la situación de error sobre la incompatibilidad de los intereses

personales y los sociales, la asunción de préstamos para la persona

jurídica desconociendo los límites internamente establecidos o el

error sobre el criterio de valuación adecuado para reflejar fielmente

la situación patrimonial de la persona jurídica” (p.76)

En tal sentido, se puede considerar que el error no confirma la verificación de un

estadio psicológico de no conocimiento, por el contrario, afirma una categoría

normativa que se determina a partir de la individualización del conocimiento imputado

al autor.

Asimismo, es preciso resaltar que no necesariamente se requiere de la

elaboración de una pericia contable para establecer la CONDUCTA DOLOSA DEL

AGENTE, sino que basta que la acción desplegada por el sujeto activo del delito se

encuentre orientada a aprovecharse del patrimonio de la parte agraviada (Persona

Jurídica), por tanto, una pericia contable constituye un instrumento subsidiario.

2. ANTIJURICIDAD

Una vez que el operador jurídico ha definido que el comportamiento efectuado

por el agente es típico, le corresponderá seguidamente definir si en el actuar del actor no

ha acaecido en alguna causa de justificación. Por contraparte, si se llega a concluir que

el autor actuó justificando su conducta por alguna causa en el artículo 20 del Código

Penal, la conducta será típica, pero no antijurídica y, por tanto, irrelevante penalmente.

Por ejemplo, al aceptar un crédito para la persona jurídica, el sujeto activo puede

justificar su actuar por un estado de necesidad, puesto que, era la única manera de evitar
que su representada se encuentre en estado de insolvencia. En este caso, obrará la

tipicidad en la conducta, pero no antijuridicidad.

3. CULPABILIDAD

Después de confirmar que la conducta es típica y antijurídica, será parte del

operador jurídico determinar si la conducta cometida por el agente se le imputable o

atribuible. Por consiguiente, se verificará que el agente aparte de ser imputable tuvo la

opción de actuar de modo diferente a la de cometer alguno de los comportamientos

delictivos y, aunado a ello, se verificará si el autor al instante de intervenir conocía la

antijuridicidad de su comportamiento. Consecuentemente, el autor tendrá que ser

consciente de que su actuar es ilícito.

No le falta razón al profesor y juez supremo Javier Villa Stein (2001), cuando

expone:

“…que el tipo penal es terreno fértil para el error de prohibición”.

(p.169)

En este contexto, se podría alegar un error de prohibición, cuando por ejemplo,

se dé el caso en que el autor, con la creencia errónea de no encontrarse prohibido de

aceptar o recibir acciones de la propia persona jurídica en garantía de un crédito, comete

el ilícito previsto en el inciso cuarto del artículo 198 del C.P. Asimismo, se podría

presentar un error de prohibición cuando el agente, en la creencia errónea de que no está

obligado a comunicar o informar algún interés propio incompatible con el de la persona

jurídica, realiza el supuesto delictivo previsto en el inciso sexto del artículo en análisis.

4. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN / ANALISIS DE LOS SUPUESTOS

DEL ART. 198º


Tal como lo estipula el artículo 198º del Código Penal Peruano, se prevé ocho

supuestos delictivos distintos, podemos apreciar en qué momento se perfeccionan o

consuman cada uno de ellos:

El comportamiento ilícito previsto en el primer inciso se perfecciona o consuma

con presentar el balance falso o adulterado ante los accionistas, socios o

administradores, independientemente del resultado lesivo. Debe entenderse que, el

sujeto activo que presente u ocultes los balances falsos o adulterados, debe tener la

representación, administración, o gerencia de la persona jurídica, o puede ser también

que haya recibido un poder vigente por parte de un gerente general. Estamos ante un

delito de peligro. De tal manera que es posible que la conducta se quede en el grado de

tentativa. Por ejemplo, cuando el autor o autores del acto lesivo son descubiertos en los

instantes en que se encuentran haciendo el balance fraudulento que después presentarán

a la junta general de accionistas.

La conducta ilícita tipificada en el segundo inciso se consuma en el instante en

que el dato falso emitido por el agente, se hace de conocimiento por parte de su

destinatario -en este caso los acreedores o socios fundadores que designaron en

representación de la persona jurídica al administrador o representante-, no siendo

necesario que se cause algún perjuicio.

La conducta prevista en el inciso tercero se consuma en el momento en que el o

los autores falsean específicamente las cotizaciones de las acciones, los títulos o

participaciones, originando datos falsos en cuanto al valor socio-patrimonial que en

realidad no tiene la persona jurídica. Se admite la tentativa.

El comportamiento previsto en el inciso cuarto se consuma en el momento en

que el agente sabiendo que está prohibido, acepta en garantía de créditos, acciones o
títulos de la propia representada y el beneficiario recibe el crédito. Se puede caer en

tentativa, en cuando, por ejemplo, el sujeto activo acepta la operación, empero por

circunstancias ajenas a su voluntad no se llega a realizar.

El supuesto recogido en el inciso quinto se consuma en el momento en que el

autor o actor confecciona el balance fraguado o fraudulento, donde se reflejan utilidades

inexistentes con la finalidad de distribuirlos. No es necesario que el reparto de la

utilidad inexistente se llegue a concretar como afirma Freyre (2008):

“Entonces, en esta modalidad típica, el agente falsea el contenido

de los asientos contables, haciendo constar beneficios inexistentes,

de ingresos simulados y otros, que hayan de incidir en una

superposición de los activos sobre los pasivos, para dar paso a la

distribución de utilidades.” (P. 395)

Se sostiene que es suficiente el hecho de corroborarse la presentación del

balance fraudulento para concretarse el delito. Es preciso resaltar, que el

comportamiento ilícito se plasme en grado de tentativa, de darse la ocurrencia que el

agente es allanado en precisos momentos en que preparaba el balance fraudulento.

El supuesto punible detallado en el sexto inciso se consuma o perfecciona en el

instante en que el autor se reúne con el consejo societario, auditores externos o internos

de la persona jurídica e inicia la deliberación de asuntos concretos, sin haber hecho de

conocimiento de los demás la incompatibilidad de sus intereses particulares con los de

la representada, causando de esta manera perjuicios económicos a la persona jurídica.

Es posible la tentativa.

La conducta delictiva prevista en el inciso sétimo se consuma o perfecciona en

el momento que el sujeto activo recibe por su cuenta el préstamo para la persona
jurídica. Puede concurrir la tentativa, por ejemplo, cuando el sujeto activo es puesto al

descubierto en momentos donde gestionaba la adquisición del crédito evadiendo el

debido procedimiento establecido por la norma o los estatutos de la persona jurídica.

El supuesto regulado en el inciso octavo se consuma en el momento en que el

agente comienza a usar en su provecho personal o de un tercero algún bien de la persona

jurídica, exento en este supuesto, de la respectiva anuencia del órgano debido. La

aprobación o confirmación posterior es irrelevante penalmente, pues el daño ya se habrá

consumado. Puede establecerse en grado de tentativa, por ejemplo, en una situación

donde el sujeto activo es puesto al descubierto en instantes que se disponía a utilizar el

bien sin tener la venia correspondiente.

Todos los supuestos delictivos son de mera actividad. No se necesita constatar si

el comportamiento del sujeto activo ciertamente ha causado un efectivo menoscabo al

agraviado. Para estar frente a un crimen acabado solamente se necesita probar la

exteriorización del comportamiento doloso poniendo en riesgo el patrimonio del

agraviado. La persona jurídica o física agraviada o perjudicada con el proceder del

agente, no necesita demostrar de manera concreta y efectiva algún menoscabo sufrido,

de tal manera como se dejado expresado, es suficiente para la configuración de los

supuestos delictivos que éstos creen o pongan en peligro el patrimonio de la persona

jurídica o de terceros.

5. PENA

Después del debido proceso, de encontrarse responsable de cualquiera de los supuestos

delictivos interpretados, y según lo dispuesto en el primer párrafo del Art. 198º de

nuestro ordenamiento penal, el agente será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de cuatro años. Correspondiendo al juzgador regular la cuantía

de la pena al momento de individualizarla en una cuestión determinada.

CONCLUSIONES

 El Art. 198ª del C.P. establece las condiciones de fraude, y podemos entender

que la palabra “fraude”, denota el engaño, el abuzo de la confianza y que

principalmente denota DOLO, es decir CONOCIMIENTO y VOLUNTAD para

generar el hecho de un desprendimiento patrimonial social, del sujeto pasivo de

este delito.

 Nuestro Código Penal, recogiendo la realidad de nuestro medio, ha optado por

avanzar y abarcar a todas las personas jurídicas, diferenciándose así con ello de

lo estipulado en el Código Penal de 1924, que solo consideraba como persona

jurídica a las sociedades anónimas y a las cooperativas.

 Se debe considerar subsumida la falsedad documental en los tipos penales, en la

medida de que tal comportamiento ya aparece específicamente configurado con

una modalidad típica.

 Los actos de desarrollo del delito son la tentativa y la consumación, es delito es

de mera actividad, es decir, se consuma solamente con el hecho de mantener una

contabilidad paralela diferente a lo que exige la ley.

 La pena prevista para este delito es de hasta cuatro años de privación de libertad.

RECOMENDACIONES
 Para el delito en análisis, el tipo penal exige que haya un denunciado (gerentes,

administradores, etc.) ante la fiscalía por una mala administración dentro de la

sociedad, sin embargo, esta denuncia muchas veces no será llevada por el MP a

una posible acusación y posible sentencia, puesto que, en la configuración del

tipo penal, el legislador tuvo en cuenta que para que este delito llegue a la

consumación se tiene que haber probado que haya habido el perjuicio

patrimonial, y este se prueba a través de los estados financieros, es así donde una

auditoría externa podría acreditar si realmente ha habido el perjuicio patrimonial

en la mala gestión del representante que tuvo a su cargo a la persona jurídica, en

tal sentido, se recomienda tener previamente una evaluación del caso para poder

tener los elementos e indicios suficientes a fin de poder formular la denuncia

ante la fiscalía, con la finalidad de llevar este caso a una probable sentencia

condenatoria.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

 García Cavero, P. (2005). Fraude en la administración de personas jurídicas y delitos

contra la confianza y la buena fe en los negocios. Lima, Perú: Palestra Editores. (p.76)

 Villa Stein, Javier (2001). Derecho penal. Parte especial, T. II-A, Editorial San

Marcos, Lima. (p.169)

 Freyre, A. (2008). Derecho penal: parte especial. Lima, Perú: IDEMSA. (p.395)

 Percy García Cavero, “Aproximación al estudio del delito de administración

fraudulenta: modelos de regulación y problemas dogmáticos”.

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