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LA ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA DE PERSONA

JURÍDICA

Asignatura : DERECHO PENAL ECONOMICO


Docente : MAG. RUBEN CHAPOÑAN TAMAYO
Violeta Rosario Tovar Luna
Alexandra Mayta Pedroza
Mauro Isaí Mendoza Cruzado
Nelson Javier Ocampo Cayo
Alumnos : Edwuar Acuña Ricse
José Alberto Macedo Morales
Richard Gindenbhur Lopez Giron
Joel Jacob Diaz Cuyutupa
Nicodemos Máximo Sánchez Oliva
Introducción
La administración de un patrimonio ajeno puede dar lugar a un conjunto de
irregularidades. Por un lado, el administrador puede abusar de la libertad que tiene
para administrar el patrimonio y afectar de esta manera a terceras personas.

El artículo 198 del Código Penal contempla una serie de conductas delictivas
constitutivas del denominado delito de administración fraudulenta de persona
jurídica .

A través de este precepto, el legislador peruano reprime penalmente aquellos


comportamientos defraudatorios realizados al interior de las personas jurídicas que
lesionan de manera relevante sus intereses y ponen en riesgo su adecuada
intervención en el tráfico jurídico económico.
Las Modalidades de
Administración
Fraudulenta
La omisión de comunicar intereses incompatibles (art.
198 inc. 6)
De acuerdo al art 198 inc 6 señala que la la omisión de comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro órgano similar la existencia de intereses
propios incompatibles con los de la persona jurídica.

Es decir está impedido de ser director de una sociedad anónima el que ocupa cargo directivo en otra empresa que tiene permanentemente intereses contrapuestos con los
de la sociedad.

La sola omisión de comunicar los intereses incompatibles configurará una infracción societaria, pero no un ilícito penal. Sólo cuando de esa omisión se haya derivado un
peligro de perjuicio patrimonial a la persona jurídica, cabrá hablar de un delito de administración fraudulenta del artículo 198 inciso 6 del Código penal.

Ejemplo : Si el gerente de la empresa A tiene acciones en la empresa competidora B y no lo comunica al directorio, se habrá configurado, sin duda, la infracción societaria de
omisión de comunicar intereses propios incompatibles.

Sin embargo, para que tenga lugar el delito de administración fraudulenta, debe demostrarse que, en el caso concreto, los intereses resultaban realmente incompatibles, de
manera que si, por ejemplo, la empresa B apunta a un sector de los consumidores distinto al sector objetivo de la empresa A, la incompatibilidad no se dará en el caso
concreto.
El fraude contable (art. 198 inc. 1)
Se configura con la ocultación de la verdadera situación de la persona jurídica a los socios, asociados o terceros
interesados mediante el falseamiento de los instrumentos contables.

La conducta típica está constituida por la ocultación de la verdadera situación financiera de la persona jurídica a
los propietarios o terceros interesados.

Falsear balances significa incluir en ellos datos inexistentes o fraguar los existentes.Se puede omitir consignar
beneficios con el fin de perjudicar a los socios o pérdidas con el fin de engañar a futuros acreedores.

Se habrá configurado completamente siempre que el ocultamiento de la verdadera situación de la persona


jurídica haya generado una decisión perjudicial para los mencionados sujetos.

No se configura a partir del suministro de información falsa, sino del ocultamiento de la situación (económico-
financiera) de la persona jurídica.
El fraude contable (art. 198 inc. 1)
Respecto a la conducta típica, podemos señalar que el autor nos establece que se configura cuando una
persona, sea el director, el contador, el auditor o cualquier otra persona que tenga acceso a la
información contable de la empresa, realiza acciones ilegales para ocultar información o presentarla de
manera distorsionada, con el fin de obtener un beneficio económico indebido para sí o para otra persona.

Es decir, que este tipo de conducta puede incluir la presentación de estados financieros falsos, la omisión
de información relevante, la manipulación de los registros contables, la alteración de facturas, entre otras
acciones que tengan como objetivo alterar la información financiera de la empresa.

Por otro lado, es importante destacar que para que se configure el delito de fraude contable, se requiere
que exista una finalidad de obtener un beneficio indebido y que la persona tenga pleno conocimiento de
la ilegalidad de su conducta; es decir, que exista dolo.
El fraude contable (art. 198 inc. 1)
El delito de fraude contable en la administración de las personas jurídicas se configura con la ocultación de la verdadera situación de la persona jurídica a los socios, asociados o terceros
interesados mediante el falseamiento de los instrumentos contables. El tipo penal apunta, en principio, al fraude contable cometido a través de los balances, también mediante el
ocultamiento de ganancias y pérdidas.

La conducta típica está constituida por la ocultación de la verdadera situación financiera de la persona jurídica a los propietarios, conforme lo establece el artículo 212 de la LGS.
La forma en la que opera la ocultación de la situación de la persona jurídica está expresamente regulada por el tipo penal: “falseando balances, u omitiendo en los mismos beneficios o
pérdidas, o usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las partidas contables”. Pero el tipo penal no sólo sanciona las conductas activas que alteren la fidelidad del
balance, sino también aquellas omisiones que generan igualmente una falsa representación de la situación financiera de la persona jurídica.

Por ejemplo: recurrir al valor histórico de un bien, cuando el valor actual es distinto. En el caso del balance, la imagen fiel apunta a determinar el rendimiento económico de la sociedad
durante un periodo de tiempo.
Para imponer una sanción penal por fraude contable, no basta con ocultar la verdadera situación a los socios o a terceros interesados mediante el falseamiento de los estados financieros, sino
que la información contable debe haber constituido un elemento de juicio relevante para una decisión patrimonial de los socios o terceros.

Por consiguiente, el delito de administración fraudulenta, en su modalidad de fraude contable, se habrá configurado completamente siempre que el ocultamiento de la verdadera situación de
la persona jurídica haya generado una decisión perjudicial para los mencionados sujetos.
Las precisiones que hemos hecho sobre los criterios de medición en los balances han puesto de manifiesto que no es un elemento constitutivo del fraude contable el suministro de “datos
falsos”, por lo que su incriminación expresa resulta la opción de técnica legislativa más aconsejable.
El reparto de utilidades inexistentes (art. 198 inc. 5)
Sobre el reparto de utilidades inexistentes básicamente siendo la continuación del fraude contable se configura el hecho de ocultar la
verdadera situación de la persona jurídica, el claro ejemplo en muchos casos la de una sociedad, donde el socio es simplemente una figura
para dar forma a lo indebido como la necesidad de crear el fraude en los balances.

En lo que respecta a la distribución de utilidades en forma fraudulenta la falsedad de los balances producen un peligro patrimonial en este
caso sobre la persona jurídica, así no se haya hecho la distribución de las utilidades el fraude en los balances genera un peligro patrimonial,
ya que se configura la distribución de utilidades inexistentes a los socios. Lo prohibido en esto se dirige a impedir el reparto indebido entre
los socios del capital social en perjuicio de la persona jurídica en su perjuicio económico.

Este tipo de reparto de utilidades en forma fraudulenta por infracción de un deber se castiga a los directivos o administradores de la persona
jurídica, que haciendo uso y abuso de las facultades que tienen realizan estos actos de reflejar utilidades inexistentes para un posterior
reparto indebido en desmedro del capital social de la persona jurídica.

Un ejemplo bien claro es cuando los socios están bien claros con la situación real de la persona jurídica aunque los balances reflejen otra
situación diferente.

En lo que respecta a la distribución de utilidades en forma fraudulenta la falsedad de los balances producen un peligro patrimonial en este
caso sobre la persona jurídica, así no se haya hecho la distribución de las utilidades el fraude en los balances genera un peligro patrimonial,
ya que se configura la distribución de utilidades inexistentes a los socios.
El reparto de utilidades inexistentes (art. 198 inc. 5)
Dentro del uso de las facultades de los administradores de la persona jurídica existe también en algunos casos el abuso
de dichas facultades de gestión apropiándose y repartiéndose utilidades económicas inexistentes en completo perjuicio
del capital social de la persona jurídica.

Este delito consiste en falsear el estado de operaciones y distribuir utilidades que que no existen financieramente, la ley
busca castigar está conducta, el fraude contable, dicho delito se verá perfeccionado al lograr el administrador ocultar,
falsear y repartir dichos activos en agravio de la persona jurídica y todo lo que está contiene.

La visión penal se enfoca en impedir este acto, prevenirlo legislado la norma contra ello, es menester precisar que para
que el delito sea reprendido este debería haberse realizado efectivamente.

Finalmente, la consumación del acto le dará carácter de definitivo y la APropiacion de recursos en agravio del ente
jurídico y la ley ejercerá recién en ese punto su brazo punitivo.
Muchas gracias.

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