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Tras una gran cantidad de cambios técnicos, sociales y energéticos, como en la

expansión económica, la evolución que ha tenido el sector agrario en países occidentales


ha sido digna de mención. Desde un punto puramente tecnológico; han innovado en
materias como la fertilización del suelo o el tratamiento de las plantas, junto al crecimiento
del uso de la maquinaria. Cabe destacar también que tras la II Guerra Mundial,se cambia el
tipo de energía, de renovables a fósiles, para la realización de operaciones con maquinaria,
y para modificar las bases biológicas del sector.
A su vez, destaca como cambio social, el decrecimiento de la población agraria,
mientras que a su vez el Estado incrementase su intervención, provocando que la
dependencia de las explotaciones agrícolas y ganaderas se incrementara, surgiendo de
esta manera empresas más productivas,las cuales se denominaban como agroindustrias.
Lo que provocaron estos cambios han sido analizados; en relación al tipo de
agricultura, la agricultura actual, tiene unos rendimientos tanto por superficie como por
activo muy elevados, aunque tienen escasez de energía y afectan muy negativamente al
medio ambiente, a parte de ser en condiciones muy precarias. También destaca la
población ocupada en este sector, que es ínfima, pero no sucede lo mismo con la
relacionada directa e indirectamente con la alimentación. Por último, comentar que a pesar
de su importancia, se ha visto mermada tanto en el PIB como en términos monetarios,
indicando de esta forma un progreso en la población.
Cabe mencionar que hay multitud de planteamientos sobre la evolución de la
agricultura, teniendo bastantes similitudes, sobre todo en los aspectos económicos y
financieros de la actividad agraria ,comparando las situaciones antes y después del
capitalismo. Pero, cuando se han intentado explicar la variedad de cambios que se han
desarrollado, surgen varias cuestiones; una de ellas sería explicar cómo han repercutido los
cambios agrarios desde la entrada de las sociedades y empresas capitalistas. La otra
cuestión a destacar y la cual está muy relacionada con esta, es como han influido en la
agricultura el conjunto de explotaciones relacionadas con la producción de alimentos, y las
condiciones de cada área, tanto de manera institucional como técnica y medioambiental.
Lo sucedido es que se intenta caracterizar la evolución de la actividad económica en
España entre, el fin del Antiguo Régimen y la Guerra Civil, sin ponerse en el contexto. Para
mostrar esto , analizaremos las dos corrientes de enfoques. En primer lugar, desde el sector
industrial y exterior, o quienes estudiaron la Hacienda Pública, creen que este atraso es
debido a dos motivos; el primero la posición poco apropiada tomada en la Revolución
Burguesa, la cual no fomentó el crecimiento económico; y por otro lado, el inmovilismo de
las instituciones del sector agrario específicamente,, el cual provocó un mal funcionamiento
de la actividad económica.
Desde un punto agrario y social, se contradicen estos argumentos, al no contar, con
la gran mercantilización que sufrida tras la revolución liberal, con los cambios sociales y
técnicos; y destacar el poco funcionamiento del sector agrario hasta la década de los años
30, únicamente por no haber seguido las mismas pautas que otras economías con mayor
prestigio.
Debido a estos planteamientos dados, desde ambas caras de la moneda, surgen
preguntas como ¿Cuándo y dónde aparecen estos enfoques o planteamientos? o ¿por que
aun estos estos planteamientos se siguen dando en la actualidad de una manera tan
diversa?. Para ello se cambiarán los marcos teóricos dados antes, debido a su simplicidad,
y se sustituirán por otros más complejos para poder así aumentar la capacidad de
explicación.

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Para comprender esto, Ramón Villares una de las posibles explicaciones que da, es
que se le atribuye la rápida aceptación del atraso, al intentar explicar la evolución de la
actividad económica tras el Antiguo Régimen; en primer lugar, se atribuye a las
estimaciones, debido a que gracias al camino interpretativo de las “crisis españolas”, se ha
fomentado que el atraso de la agricultura, junto con otros aspectos como las políticas del
momento, ayudaron a que la idea de que la agricultura estaba atrasada, y que convivía con
una industria avanzada y capitalista, dando lugar a la idea de que la crisis y el
estancamiento económico eran debido al atraso de la agricultura.
Los autores cuando han hablado de atraso no siempre han manifestado sus
supuestos. Por ello, no es complicado encontrar tres puntos de partida para sus
explicaciones:
- El primero, se sustentaba que los flujos monetarios, debían mantener
la actividad económica con el desarrollo de nuevas sociedades de
mercado.
- El segundo análisis, se sostiene en que una economía de base
agraria, debía tener unos excedentes en aumento, y que con ellos,
debía favorecer el avance de la industria, la cual, con este avance,
más tarde provocaría que la agricultura únicamente la venta de
alimentos a precios reducidos.
- Por último, consideran que el avance de la agricultura, está ligado al
comportamiento adoptado por las clases burguesas, con respecto a la
revolución burguesa, y la entrada del capitalismo.

Estas interpretaciones, han tratado la evolución de una forma conveniente al criterio


del autor, que aunque lo hemos repetido anteriormente, únicamente toma en cuenta para
compararlas, los resultados de otras economías europeas tratadas de exitosas, y tratando
la economía agraria española de obsoleta o incluso negando que hubiese habido una
revolución burguesa tras el Antiguo Régimen.
Por ello, vamos a considerar nuevamente la clara linealidad que hay en las
interpretaciones económicas en sucesos momentos del tiempo, comenzando por el siglo
XIX. Flórez Estrada; el cual consideraba que para que avanzara el progreso económico,
debian avanzar de manera simultánea la redistribución de la propiedad y la abolición de las
relaciones feudales. Con el mismo sentido, Pierre Vilar, asignaba los grandes logros a la
fortificación de las propiedades absentistas, las cuales hicieron posible la revolución liberal.
Por la misma corriente, Rafael Altamira, junto a otros economistas, se pronunciaban
argumentando la desacertada práctica que fue la desamortización. Hasta la década de
1970, los análisis no difierian en mucho, y los argumentos se repiten en multitud de estos.
Segun N.Sanchez Albornoz, la sociedad española estaba condicionada hasta
entrado el siglo XX por una agricultura de tipo antiguo, que determinaba una economía de
bajos rendimientos productivos. Antonio Miguel Bernal y M.Tuñon Lara, responsabilizan a la
agricultura y sus dirigentes de las escasas transformaciones que sufre la actividad
económica hasta la Guerra Civil.
Antonio Miguel Bernal, afirmaba en 1974, `` El sentido oportunista de las inversiones
se realizaba no tanto con fines especulativos cuanto como respuesta una nueva mentalidad
de clase, de una burguesía de abolengo y tradición nobiliaria que busca en la propiedad de
la tierra un prestigio siempre reconocido´´.Este tipo de interpretaciones, tuvo una gran
aceptación durante estos años. Por último queda destacar los pensamientos de
R.Garrabou, el cual afirmaba que era necesaria la incorporación de una agricultura
capitalista, y los latifundistas usarán los métodos y funcionamientos que utilizaba la nobleza.
Para los enfoques predominantes tras el Antiguo Régimen se trataba de una
experiencia frustrada a la economía agraria, en la no se obtuvo nada debido a que no se
consiguió el establecimiento de unas verdaderas instituciones capitalistas. En conclusión,
aunque las interpretaciones de los autores eran muy dispares entre sí, todas coincidían en
lo mismo, en la necesidad de que en España, se impulsará en una nueva reforma agraria.
A partir de 1975, se comienza a ver una confrontación de opiniones, estaban los
defensores de esta línea de planteamientos, y quienes argumentaban que estos análisis no
son adecuados para interpretar la realidad. De los análisis, contrarios a la línea
argumentativa del atraso, destacaban como la revolución liberal impulsó cambios en la
distribución de la tierra, ayudando a consolidar la en muchos casos de explotación familiar,
y esto acompañado de los modelos de rentabilistas en las propiedades que tenían las
nuevas clases burguesas.
E.Malefakis mientras exponía la desigualdad generada en la revolución liberal, a su
vez indicaba como al mismo tiempo los grandes propietarios del sector se expandían, en
detrimento de la aristocracia tradicional. Más tarde otros autores propiciaron aún más
argumentos, analizando los procesos de desvinculación y desamortización. Mostrando
cómo los cambios institucionales del siglo XIX, acabaron con la sociedad del Antiguo
Régimen. Los estudios centrados en la gestión indicaron como los propietarios de las
explotaciones, gestionaron de una forma totalmente capitalista estas explotaciones, debido
a la rentabilidad que se obtenía de está forma en estos procesos. Por otra parte,
cuestionaron los conceptos utilizados para referirse al atraso de la agricultura(como
absentismo, latifundio señorial o reminiscencias feudales) y por otro lado, mostraron otros
conceptos que caracterizaron de burguesas a las nuevas relaciones sociales que se
articularon con la revolución liberal. Mostrando de esta manera, como se orientó la
explotación de nuevos latifundios a una lógica capitalista.
A pesar de todas las aportaciones, solamente se siguió parcialmente esta línea de
razonamientos, debido a que como suele suceder se intentan mantener las viejas
disciplinas, sin considerar las evidencias o argumentos contrarios. Como resultado, las tesis
más aceptadas fueron las que intentaban explicar las macromagnitudes de la economía
española, y que centraban su estudio en industria y sector español; no diferenciando a
aquellas sostenidas tradicionalmente, aunque abriendo el ``campo´´ en dos direcciones.
En primer lugar, destaquemos el nuevo conjunto de planteamientos de orientación
liberal, basados en los postulados de la Teoría de Modernización ola Nueva Economía
Institucional que tendían a decir lo mismo que en las interpretaciones tradicionales, aunque
con una consistencia más científica, argumentando que las nuevas clases burguesas que
sustituyeron a antiguos nobles y burgueses preferían el proteccionismo a la innovación;
también argumentando hasta hace relativamente poco sobre la conexión de tres cuestiones:
los comportamientos inmovilistas que de los propietarios españoles en el siglo XIX y la
Guerra Civil, las políticas arancelarias impuestas en distintos gobiernos de la restauración y
las consecuencias de estas circunstancias en la evolución de la agricultura. Una de estas
publicaciones a destacar era la de G.Tortella el cual destacaba la incapacidad de la
agricultura para dar ahorros, mercados y alimentos a precio reducido al resto de
actividades, a causa del peso del pasado y el fuerte proteccionismo.
Por otra parte en los nuevos enfoques,se parte de unas idea muy exageradas de
economía de mercado, y de capacidad de la burguesía para el impulso del crecimiento
económico y modernización de la sociedad, y los absentistas y los residuos formales, como

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causas del atraso. Garrabou señala junto a otros autores que los defensores de la tesis del
atraso debieron aceptar que la revolución burguesa acabó con el Antiguo Régimen, y que la
sociedad española se había convertido en una sociedad totalmente burguesa, provocando
que sus argumentaciones tuvieran que recurrir a la debilidad de la burguesía como principal
causa de atraso.
Paralelamente, la otra línea de atraso que se ha ido desarrollando es quienes aún
defienden que le atraso está ligado directamente al impacto que tuvo la revolución liberal en
la distribución de la renta y la riqueza, y las consecuencias de está en el crecimiento
económico. En esta línea de análisis, se enfocaba sobretodo en como las explotaciones
habían acabado en manos de pocos burgueses ricos, poco dados a la expansión de los
rendimientos y a la productividad, y a causa del peso que alcanzaron varias clases de
explotaciones, latifundistas y minifundistas; considerando a aquellas reformas
desincetivaron que los grandes propietarios la introducción de técnicas de producción
creando mano de obra barata, y desposeyeron a pequeños propietarios, y campesinos la
capacidad de la capacidad de hacerlo, debido a la falta de recursos. El resultado de la
revolución burguesa fue una desigualdad de renta muy elevada y una productividad muy
baja, y las infraestructuras que surgieron tras el Antiguo Régimen, dieron lugar a mercados
poco profundos e irregulares, al estar condicionadas a mercados irregulares y a industrias
pequeñas de escasas capacidades de rendimiento. Este tipo de pensamiento lo hayamos
en autores como, que A.M.Bernal que sostenía que el problema era el atraso técnico y
productivo o J.Nadal que sostenía que el fracaso de la agricultura fue no poder ofrecer
alimentos a bajos precios y un mercado A la industria hasta entrado el siglo XX.
En conclusión, aunque los enfoques de tipo liberal se consideran aún, técnicas más
eficaces, rentables, y productivos, en los análisis, se razona que la menor eficiencia de
clase de las tecnologías disponibles fue el motivo del bloqueo del marco institucional,
provocando una menor productividad por activo de la posible.
A continuación vamos a ver los nuevos problemas que han visto estos enfoques a lo
largo del tiempo.
Durante los años 70, en época del franquismo, destacó la importancia de cambios
agrarios en los procesos de crecimiento,y sus repercusiones, a parte de la aparición de
otras circunstancias que no estaban teniendo repercusión suficiente; como los nuevos
modelos interpretativos que explica otras cuestiones como la desigualdad.
Nuevas investigaciones sobre la evolución del sector agrario, profundizaron en en
dos importantes cuestiones:
-Las transformaciones técnicas y sociales que sufre el sector tras el Plan de
Estabilización, en contextos políticos y sociales, y más desiguales que los existentes
antes de 1936.
-El protagonismo de los sectores industrial y comercial, que perturbaron la expansión
y el funcionamiento del mercado agrario, favoreciendo a su vez el cambio de
técnicas agrarias a unas más productivas que las tradicionales.
Varios autores, como J.M.Naredo, coincidian en que el desarrollo de la actividad económica,
favoreció la creación de empleo, a la vez que subían los sueldos, provocando un ``ahorro
forzoso´´. Gracias a esto, se reduce la oferta de trabajo agrario y aumenta la exportación de
capitales, impulsando su transformación por tres vías:
-Transformando las bases biológicas del sector.
-Mecanización de operaciones de cultivos
-Utilización de fertilizantes químicos y minerales, junto a nuevos tipos de pesticidas.
Lo que se mostraba en estos análisis, es la efectividad de la agricultura española, en
el momento que sucedió una transformación efectiva, haciéndose como en otros países, en
un contexto de cambios, muy profundo en el conjunto de las actividades económicas
resultando especialmente relevantes, en las actividades industriales y comerciales, pero aún
más relevantes en las actividades del sector agrário.
Al mismo tiempo que se aportaba esto, otras interpretaciones continuaban
sustentando el concepto de atraso. Junto a estos estudios, se mostraba también como
hasta 1936, la experiencia de la agricultura española no fue tan excepcional como se
pensaba, porque al ser un hecho a escala continental, privó de sentido a únicamente atribuir
la evolución experimentada al marco institucional y a las pautas distributivas de la sociedad.
Algunos autores señalaron en diversas ocasiones cambios importantes, como la
demostración de diversos cambios como la pérdida de grandes casas nobiliarias o la
violencia y complejidad característica de la construcción de nuevas sociedades capitalistas
hasta el siglo XIX. P.Ruíz Torres finalizaría sus estudios con la desarticulación del Antiguo
Régimen, otorgando distintas variables en función del grado de disolución señorial
experimentado y, que la aceleración de este proceso se debía caracterizar de
``revolucionaria´´, ya que la guerra civil fue la manifestación del fracaso tanto del
absolutismo como de las revoluciones antiliberales.
Gracias a estas aportaciones, se pudo definir mejor las dos imperfecciones que
afectaron a las interpretaciones predominantes de la evolución de la agricultura; por un lado
el hecho de apoyarse en un modelo muy simple, con relaciones entre la agricultura y la
industria en los procesos de crecimiento, y por otro lado, los basados en el corte político y
social, que impidieron que las circunstancias que provocaron su expansión se viesen
totalmente percibidas. Con respecto a quienes han relacionado los supuestos tecnológicos
a la agricultura para otorgarle el título de inmovilista, destacar que en el primer tercio del
siglo XX los cambios experimentados fueron importantes, aunque se le compare con
industrias más exitosas.
Para finalizar querría dar una pequeña síntesis acerca del cambio técnico y las
posibilidades productivas. Para multitud de autores especializados, comparar los
rendimientos de la agricultura con la de otros países, no tenía sentido, debido a que las
condiciones ambientales eran muy distintas, y junto a la falta de innovación de los
agricultores, favorecía la lentitud de crecimiento de la agricultura.

CONCLUSIONES

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