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PRIMER PRACTICO DERECHO CIVIL IV CUC- 27/03/2023

Alumnas: Promoción
- Costilla Gomez Eva
- Lastra Maria Fernanda
- Olea Candelaria

1.- Derechos reales y personales: comparación. -

La comparación entre los derechos reales y personales es que respecto de su


contenido, ambos son derechos con contenido patrimonial según lo que respecta
la teoría dualista.

Si bien, la similitud anterior no quiere decir que estamos en el mismo campo de


derechos. En cuanto a su oponibilidad, los derechos reales son erga omnes
(absolutos) y los derechos personales relativos porque surte efectos solamente
respecto de los sujetos involucrados en la relación jurídica.

Los derechos reales están compuestos por dos elementos que forman la relación,
uno subjetivo (sujeto activo) y otro objetivo (cosa). Otro elemento constitutivo de los
derechos reales es la causa que está compuesta por dos etapas, primero sucede el
titulo y luego el modo, concluyendo así, la transmisión del mismo de acuerdo a esa
suma de dos voluntades. (causa compleja)

En cambio, los derechos personales están constituidos por tres elementos, uno
subjetivo que consta de dos partes (sujeto activo y sujeto pasivo) y además un
elemento objetivo (prestación). A diferencia de los derechos reales, los derechos
personales tienen una causa simple que puede ser un contrato, un delito o
cuasidelito.

Otra cuestión importante respecto de ambos derechos es que desde un punto de


vista cuantitativo, los derechos reales son limitados y por la razón de que solo
derivan de la ley. El CCYC en su art. 1887 nos muestra a través de un sistema
“numerus clausus” los derechos reales existentes, además nuestro ordenamiento
jurídico en otras leyes también agrega otros, pero siempre respetando el sistema
cerrado y la exigencia de su derivación de la ley. Por otro lado, los derechos
personales, son ilimitados y tienden a ser creados por las partes conformantes de
la relación jurídica.

Las ventajas de las cuales gozan los derechos reales a diferencia de los
personales, es del derecho de persecución y preferencia, esto quiere decir que el
titular del derecho tiene la facultad de perseguir la cosa en poder de quien se
encuentre hacer valer su preferencia con respecto a otro derecho real o personal
que hubiera obtenido oponibilidad posteriormente.
Los derechos personales no tienen la posibilidad de ser adquiridos con el paso del
tiempo, es decir, no opera la prescripción adquisitiva. Caso contrario, en los
derechos reales, la prescripción adquisitiva opera en función del tiempo.

Si bien, en teoría las diferencias están demarcadas de manera correcta, pero hay
situaciones en la vida real que tornan complejo delimitar a que grupo pertenecen
ciertos derechos. Estas son las zonas grises que la teoría dualista no ha podido
resolver. A modo ejemplificativo, la locación desde un punto de vista perteneciente
al derecho real persistiría a pesar de la enajenación de la cosa a un tercero que no
ha sido parte en el contrato originario, entonces es un derecho que afecta a la cosa
misma. Por lo contrario, la locación perteneciendo al grupo de los derechos
personales es fundamentada a través de que el locatario no tiene facultades que
pueda ejercer en forma inmediata sobre la cosa porque se interpone el locador.

2.- Título suficiente y modo suficiente: concepto y definición.-

El título y modo suficiente son actos revestidos de modalidades necesarias para que
la adquisición y /o transmisión de un Derecho Real se configure de manera perfecta.

El título suficiente se conceptúa haciendo una doble concepción:


- En sentido Material o causal: consiste en el acto jurídico que da nacimiento al
derecho real, es decir, es la causa del título. Ej: Una compraventa.
- En sentido Formal o instrumental: Consiste en las formalidades legales que
tiene que cumplir para que sea válido, es decir, es el instrumento.
Siguiendo el mismo concepto, el Art. 1892 del Código Civil y Comercial de la Nación
define al título como el acto jurídico revestido de las formas establecidas por la ley,
que tiene por finalidad transmitir o constituir el derecho real.
Para que el título sea considerado suficiente tiene que contar con las formalidades
legales, los otorgantes tienen que ser capaces y tiene que transmitir el derecho real.

El modo suficiente se manifiesta de dos maneras:


1. Con la “tradición posesoria” que es el acto Jurídico Bilateral (entrega y
recepción voluntaria), su finalidad es transmitir el dominio o constituir
derechos reales que se ejercen por la posesión.
Igualmente hay situaciones que se plantean como excepciones a la tradición,
como se da por ejemplo, cuando el poseedor la transfiere a otro
reservándose la tenencia y constituyéndose en poseedor a nombre del
adquirente.
2. Con la “Inscripción registral” para dar publicidad frente a terceros.

Con respecto a la característica distintiva de los derechos reales de ser “erga


omnes”, es decir de su oponibilidad (Art.1893 CCYCN),(según sea el caso o
Derecho), cabe decir que actualmente se puede identificar un tercer elemento
necesario que es el de la “Publicidad suficiente” que se realiza por la inscripción
registral o por la publicidad posesoria (extrarregistral). Esta publicidad hace que el
Derecho sea inoponible a 3ros interesados y de buena fé.

3.- Titulo suficiente y justo título: comparación. –

El título suficiente se encuentra legislado en el CCYC en el art. 1892. El mismo,


proviene del titular del derecho real (sujeto capaz) que a su vez, otorga el derecho a
favor del adquirente (sujeto capaz). El titulo suficiente configura la transmisión del
dominio conforme lo establece la ley, es decir, se transmite un derecho real al cual el
titular del mismo tendrá las facultades de usar, gozar, disponer material y
jurídicamente del mismo.
Entonces, cumplido los presupuestos exigidos por la ley nos encontramos frente de
un título suficiente.
Por otro lado, se encuentra regulado en el art. 1902 el justo título. Se trata de aquel
título que cumple con todas las formalidades exigidas por la ley para la transmisión
del mismo pero carece de un presupuesto esencial para que la misma se complete y
es que, el otorgante al momento de realizado el acto, carecía de capacidad o no
estaba legitimado. En este caso, a diferencia del título suficiente, el documento que
tiene el adquirente, tiene validez jurídica pero no tiene fuerza legal para que el
derecho real sea transmitido eficazmente. Es así que el CCYC protege esta
situación y le otorga al titular de ese documento, la facultad de optar por la vía de
prescripción breve (10 años) y está legitimado para obtener el derecho real que
tiene en posesión.
Lo que cabe destacar entre ambos entonces es la inmediatez con que se transmite
el derecho y además con la oponibilidad de la que goza el titular al tener uno u otro
título.

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