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este ultimo genera consecuencias, es decir, cada persona tiene un patrimonio y además
todo patrimonio tiene que tener un titular, no obstante, luego de los procesos tardíos de
codificación alemana se estableció una critica a la teoría clásica y la critica es bastante
variada, pues se dijo que, si era necesario que el contenido fuera exclusivamente
patrimonial, también se discutió el contenido del patrimonio.
Además ahora el contenido del patrimonio son las Relaciones jurídicas: son aquellos
vínculos jurídicos que otorgan deberes y potestades amparadas por el derecho objetivo ,
es por eso que las relaciones pueden ser activas(derechos reales) o pasivas (derechos
personales).
2. Defina derecho real y derecho personal, y explique sus diferencias: (a) en cuanto a los
sujetos; (b) en cuanto al objeto; (c) en cuanto al poder del titular; (d) del punto de vista
de la tutela del titular (eficacia); (e) en cuanto al ejercicio del derecho; (f) en cuanto a
la influencia de la voluntad y la ley; (g) en cuanto a sus fuentes.
EL ART 576 en relación al 565 nos permite entender que los denominados meros derechos,
esto es las cosas incorporales, pueden ser derechos reales o derechos personales, según el
art 577 el derecho real es el que se tiene sobre una cosa corporal sin respecto a determinada
persona (el derecho real mas perfecto es el derecho real de dominio pues el dueño puede
usar, gozar y disponer libremente de la cosa)
Por otro lado, el art 578 define los llamados derechos personales esto es aquellos que
pueden reclamarse de ciertas personas que por un hecho suyo o la sol disposición de la ley
han contraído obligaciones correlativas
Así entonces desde esta perspectiva l teoría moderna a comprendido que el patrimonio de
integra de relaciones jurídicas, es decir de derechos reales (relaciones jurídicas activas) y
derechos personales (relaciones jurídicas pasivas)
I. En cuanto a su sujeto: el derecho real según una dimensión clásica tiene un solo titular
es decir solo hay un sujeto activo, careciendo de un sujeto pasivo, esta comprensión ha
sido criticada cada vez que, por las extensiones de las funciones del derecho real de
dominio, principalmente la función social de la propiedad, los derechos reales si
tendrían un sujeto pasivo, pero es uno que denominaremos difuso y este estaría
compuesto precisamente por la comunidad. Por otra parte en los derechos personales
vamos a tener un sujeto activo y uno pasivo a lo menos determinado, el sujeto activo lo
vamos a denominar acreedor y el sujeto pasivo se denomina deudor, estos derechos se
ejercen en virtud de una determinada prestación, a lo menos las personas deben estar
determinadas.
II. En cuanto a su objeto: los derechos reales se ejercen sobre una cosa, pero el art 577
dice que se ejerce sobre una cosa y por lo tanto no determina si es corporal o incorporal,
por lo que se pueden ejercer sobre cosas corporales como también ejercer el derecho
real sobre otro derecho, es decir sobre una cosa incorporal. Por otra parte los derechos
personales su objeto es la prestación, es decir una conducta que debe realizar el deudor
para satisfacer el interés negocial del acreedor, es decir es el objeto una de las
cuestiones que mas diferencia a los derechos reales y personales.
III. En cuanto a los poderes que tiene el titular: en el derecho real los poderes del titular se
ejercen directamente sobre la cosa, sin respecto a determinada persona, pero no se
debe confundir el ejercicio que es la titularidad, con la administración. Por otro lado los
derechos personales, el ejercicio que tiene el titular, es decir el acreedor, se ejerce
contra el deudor para exigir la prestación, por eso en el ejercicio del derecho del titular
va a ser relevante las distintas nociones de incumplimiento pues el incumplimiento va a
ser el hecho generador de las acciones.
IV. En cuanto a la eficacia tutelar del titular: el derecho real como se ejerce sobre una cosa
tiene una eficacia absoluta, es decir la cosa puede ser perseguida por acciones reales en
contra de cualquier persona que detente la cosa, ya sea a titulo de mera tenencia o de
posesión. Por otra parte los derechos personales tienen una eficacia tutelar relativa,
pues solo se puede intentar en contra de aquellos que han contraído la obligación, de
esa manera entonces las acciones personales son relativas y se aplican a todo ámbito
de vínculo obligacional
V. En cuanto al ejercicio del derecho: los derechos reales por regla general tienen un
ejercicio ilimitado y sus limites estarían dados por los mismos limites del derecho
privado mas el derecho ajeno, es por eso que se dice que son perpetuos. En cambio el
ejercicio del derecho personal es limitado pues se limita a la satisfacción del interés del
acreedor, es decir se dirige al cumplimiento por ello se dice que el ejercicio del derecho
personal es transitorio pues nace la obligación y lo que quiere el acreedor es que la
obligación se cumpla y se puede perder el ejercicio por el transcurso del tiempo a través
de la alegación por parte del deudor de la prescripción extintiva.
VI. En cuanto a la influencia de la voluntad y la ley: los derechos reales se encuentran
sometidos a normas de orden publico, por que al estar regulado por los principios de
orden publico existe una reserva de derechos reales de orden públicos, es decir la única
fuente de los derechos reales es la ley, son taxativos pues solo el legislador puede crear
derechos reales, es por eso que dicen que sigue una enumeración cerrada. En los
derechos personales la situación cambia totalmente por que aun cuando del art 578
1437 y 2284 se extraiga que la fuente de las obligaciones son los hechos voluntarios y la
ley el principio de la autonomía de la voluntad cobra relevancia, es decir el principio
regulador es de orden privado permitiendo entonces que cualquier hecho voluntario
pueda producir hechos y obligaciones, pueden existir tantos derechos personales
cuanto aguante la voluntad de la persona, entonces los derechos personales son una
enumeración abierta.
VII. En cuanto a la fuente: en los derechos reales es necesario una dualidad de tramites, es
decir el sistema adquisitivo chileno es similar al romano, pues es necesario un titulo y
un modo. Pero en los derechos personales basta el titulo pues el titulo va a ser la fuente
generadora de obligaciones, pueden ser as distintas fuentes de las obligaciones.
3. Defina obligación y explique sus elementos constitutivos: (a)presencia de dos partes;
(b) objeto (deber de prestación); (c) vínculo jurídico. Considerar los textos de Luis Diez-
Picazo y Enrique Barros.
Es decir, implica un hecho jurídico y material estar ligado a otro o alrededor de otro, lo que
implica una atadura entre el acreedor y el deudor, es relevante pues la expresión pago es
similar a solvere lo que significa desatar en latín, es importante por que es lo que desata al
deudor del acreedor
La obligación es un vinculo jurídico entre dos o mas personas por regla general
determinadas, una denominada acreedor que se encuentra dotado de un poder o facultad
para exigir el cumplimiento de una obligación a la otra parte denominada deudor quien esta
en la necesidad o deber de satisfacer.
La obligación de esta definición nos va a permitir estudiar sus tres grandes elementos:
Elemento subjetivo: compuesto por las partes deudor y acreedor
Según la definición es necesario que existan dos partes a lo menos determinadas, una
denominada acreedor y otra deudora.
Acreedor: es el sujeto activo de la relación jurídica, que se encuentra dotado de
potestades y poderes para exigir el cumplimiento, estas potestades o deberes se
traducen en dos mecanismos procesales: acciones (remedios contractuales) y medidas
conservativas. El acreedor tiene un crédito respecto de la prestación de la obligación
Respecto del pago de los permisos de circulación hay solo algunas jurisprudencias que han
entendido que es un sujeto ambulatorio, se pueden dar ciertos casos en que no tenemos la
certeza del dueño, pero si del poseedor, que se encuentra en vías de ganar la cosa por
prescripción.
Elemento causal: determinado por el vinculo y que es originario luego de una fuente de
una obligación
Causa: 1467 nº2 el motivo que induce al acto o contrato
Si entendemos que el vinculo es un elemento causal o relacional, el vinculo es la causa,
luego el vinculo determina el motivo por el cual uno se obliga, de esa manera es necesario
determinar por que se encuentran obligados
El vinculo jurídico de una obligación va a estar determinado por las fuentes de las
obligaciones.
TEXTO: según el texto, se entiende por obligación, aquella conducta que debe realizar
tanto deudor como acreedor, puesto que ambos tienen obligaciones reciprocas. Esta
obligación nace de un vínculo que hay entre los sujetos ya mencionados. Que en el caso
de no cumplir con las prestaciones que deben realizar, son responsables de aquellas.
4. Defina las fuentes de las obligaciones y explique cada una de ellas(a)contrato; (b)
cuasicontrato; (c) delito y cuasidelito; (d) ley; (e) declaración unilateral de voluntad; (f)
reparación del enriquecimiento sin causa.
CONTRATO
CUASICONTRATO
Son hechos ilícitos que producen un daño. En materia civil una de las grandes diferencias
entre el delito y el cuasidelito radica en el juicio subjetivo de imputación, es decir el delito
es aquel hecho ilícito que, realizado con malicia o dolo, causa un daño (la conducta de la
genta va destinada a producir un daño) de acuerdo al articulo 44 del ccc es la intención
positiva de producir injurias en la persona o en el patrimonio de otro. Y por otra parte en el
cuasidelito, son aquellos hechos ilícitos que, realizados con imprudencia, negligencia o falta
de cuidado causan un daño, el agente es poco diligente, es un sujeto imprudente de acuerdo
a normas de comportamiento, tiene que producir un daño (delito civil) a diferencia del
delito penal que se permite la imputación en tres fases.
Los hechos ilícitos son una fuente de obligación ¿Qué se debe obligar el agente? Se obliga
a indemnizar los perjuicios, y en algunas tipologías de daños a repararlos. La indemnización
de perjuicios es la obligación que tiene el agente de pagar una suma de dinero a la victima
con el objeto de reparar los daños o perjuicios.
LEY
Los autores han afirmado que la ley también puede ser una fuente de obligaciones,
amparado bajo el art 1427 y 2284, pero los autores han dicho que la ley puede tener dos
méritos como fuente:
Puede ser una fuente remota o mediata: las obligaciones generan una relación jurídica
lo que implica que cada sujeto tenga un derecho subjetivo sobre el otro y los derechos
subjetivos como concepto son aquellos poderes o deberes que se encuentran
amparados por el derecho objetivo (ordenamiento jurídico), este se denomina ley. La
ley es el telón de fondo de toda fuente de obligación, en definitiva, todo nace de la ley.
Puede ser una fuente directa o inmediata: lo podemos ver en las obligaciones extra-
patrimoniales, por ejemplo, la obligación de dar alimentos, es una obligación legal,
respecto del art 321 del cc se expresa quienes deben alimentos, es decir se dice quien
tiene derecho a exigirlos y quien a darlos. En gran parte del derecho de la familia, pero
el problemas que tenemos por ejemplo, con los deberes de fidelidad en el matrimonio,
los deberes de socorro, los deberes de cohabitación, pero las obligaciones conyugales
tienen una particularidad interesante de analizar estas obligaciones tienen un alto
contenido de moralidad y en consecuencia adquieren el titulo de deber, el tema es que
estas obligaciones conyugales si bien se pueden incumplir la regla general es que nos e
pueden exigir compulsivamente. Puede haber una sanción, pero no hay una especifica,
el problema esta en si el incumplimiento de estos deberes es un hecho ilícito y segundo
si hay lugar a la indemnización de perjuicios. Y el tercer caso es “infidelidad y contagio
de VIH” la pregunta que se genera es ¿indemnización de perjuicios? Los autores han
dicho que son dos supuestos de responsabilidad distintos, el deber conyugal no da lugar
a la indemnización de perjuicios, pero si el contagio se ve en materia civil y el divorcio
en familia.
El profesor Daniel Pañalillo sostiene que pueden existir otras dos fuentes de las obligaciones
que son autónomas, es decir que no dependen de las 5 ya mencionadas, el mismo sentido
le dio el profesor Arturo Alessandri por que fue el a nivel nacional que incorpora estas
formas
Por eso peñalillo afirma que la declaración unilateral de voluntad tiene las virtudes propias
de las fuentes de las obligaciones, por eso la declaración de voluntad por si misma genera
la obligación (ejemplo mas claro es la aceptación de la herencia o legado, por que el
heredero acepta la herencia o legado sin que exista necesariamente otro para que produzca
sus efectos. Pero por otro lado los actos jurídicos unilaterales permiten crear una relación
jurídica pero para que tenga plena eficacia siempre va a tener que existir otro sujeto, es
decir la oferta por si misma es un acto jurídico unilateral pero para que produzca
plenamente sus efectos debe haber una aceptación.
II. REPARACIÓN DEL ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA: el profesor Daniel peñailillo sostiene
que esta seria una fuente de las obligaciones que no se encuentra enunciada en el
articulo 1437 ni en el articulo 2284, pero que es tal la importancia de esta institución
que el mismo peñailillo como también los sostuvo antes carlos Ducci y Alessandri, esta
institución además podría ser considerada como un principio general de derecho civil,
es decir es un mandato de optimización que inspira el sistema jurídico civil, y que dice
que nadie puede enriquecerse sin un justo motivo, asi entonces el enriquecimiento sin
causa es aquel enriquecimiento que tiene una persona a consecuencia de un
empobrecimiento correlativo de otra y en virtud del cual carece de un justo motivo, es
decir este va a ser el supuesto de hecho, existiendo este supuesto nace la obligación de
repararla. Las formas de reparación, el ordenamiento jurídico lo a tratado de distintas
materias, ya sea por vías indemnizatorias, por ejemplo en la accesión, también a través
de vías de ineficacia del acto jurídico por nulidad relativa (lesión enorme) y otra vía es
la propia restitución de lo pagado, por ejemplo en el pago de lo no debido (pago que se
realiza un tercero sin existir obligación y por un justo motivo de error)
Para estar en presencia de esta fuente autónoma el profesor daniel peñailillo afirma que
deben concurrir los siguientes requisitos:
1. Enriquecimiento de un sujeto lo que implica que el sujeto va a tener una ventaja
patrimonial, es decir un aumento de su patrimonio
2. Tiene que existir un empobrecimiento de otro sujeto, lo que implica que este sujeto
experimente una disminución en su patrimonio, perdida de ventaja o de un derecho
3. Debe existir correlatividad, es decir un sujeto se enriquece a consecuencia directa e
inmediata de otro que se empobrece
4. Ausencia de causa o motivo justificante, es decir no debe tener algún titulo, causa o
motivo que justifica esta institución
5. Peñailillo dice que debe existir una norma legal que permita la reparación (reparación
indemnizatoria, otra a propósito de la sanción civil de nulidad relativa, o la restitución)
cualquiera sea la forma de repararla el objetivo central es obtener un equilibrio en los
sujetos y en materia contractual esto inspira al principio de equilibrio contractual (en
los supuestos de lesión enorme uno ve que el objetivo es rearar el desequilibrio luego
del contrato con el vicio)
5. Explique las clasificaciones de las fuentes de las obligaciones a la luz de la visió n clásica
y moderna (ibidem)
Fuentes de las obligaciones: son aquellos hechos o actos que la ley o las partes le atribuyen
la virtud de hacer nacer o causar un vínculo obligacional
6. Defina contrato a la luz del Código Civil chileno y explique las cri ́ticas doctrinarias que
se le formulan.
Se pueden transmitir, no toda obligación patrimonial se puede. Habrán relaciones que aun
cuando son patrimoniales se caracterizan por tener una confianza, precisamente y ya del
concepto de mandato del art 2116 ya se estipula que es una gestión de negocio basado en
la confianza por lo cual sus obligaciones no pueden transmitirse como lo es el mandato.
El ámbito más fecundo de estas es en el derecho de las familias, como por ejemplo la
obligación o deber de socorro, ayuda mutua, cohabitación. El problema entonces de estas
es que si están fuera del patrimonio estará en su cumplimiento e incumplimiento, es decir
si no está dentro del patrimonio yo no puedo exigir compulsiva mente su cumplimiento,
por eso está configuración de deber está impregnado de consideraciones morales, es decir
se cumple por qué es moralmente correcto y el otro punto está al incumplimiento es decir
que puede hacer el otro contratante frente al incumplimiento de estos deberes: no se
puede exigir el incumplimiento forzado, es decir dos soluciones:
⁃ la resolución dejar sin efecto el vínculo
⁃ La indemnización de perjuicios
La resolución no procede pues debe existir un incumplimiento esencial y estos deberes no
son esenciales en la obligación, el matrimonio coló contrato que genera estos deberes
consagra una sanción particular que es el divorcio, pero como establece el art 54 de la ley
de matrimonio civil se exige normativamente muchos requisitos, pero es indudable que el
cónyuge que solicita el divorcio si se le produce un daño, estás lágrimas luego del divorcio
dan lugar a indemnización de perjuicios al ser un deber extramatrimonial no tiene un
contenido pecuniario por lo que a primera vista no se podría solicitar la indemnización,
frente a esto hay dos grandes supuestos:
⁃ entre los que adhieren podemos mencionar a la profesora Yasmín otarla que en su
famosa publicación doctoral sostiene que cuando tenemos un incumplimiento de un
deber conyugal se incumple una obligación legal entonces la profesora sostiene que el
incumplimiento de una obligación legal se debe a la comisión de un hecho ilícito no como
conducta imputable si no por ser una conducta contra ley, de esa manera
dogmáticamente construye que se pueda dar lugar a la indemnización de perjuicios que es
distinta a la compensación pues tienen fondos distintos pues el sufrimiento es un daño
indemnizable para Otarla, por lo que se puede solicitar divorcio, compensación e incluso
indemnización de perjuicios
⁃ Hay una tesis que dice que no adhiere a la indemnización de perjuicios es de
Mauricio tapia, Gabriel Hernández, Faviola latroth y susan turner, estos autores sostienen
que no habría lugar a la indemnización: primero por los principios que regulan a las
obligaciones patrimoniales y extra patrimoniales, no se puede agregar la responsabilidad
del estatuto patrimonial a los deberes extra patrimoniales así en consecuencia los daños
no serían indemnizables con dinero.
Existen ciertas obligaciones que aun cuando sean naturalmente extra patrimoniales
presentan un indudable contenido patrimonial, el ejemplo clásico es la obligación de
alimentos, es decir es una obligación que nace extra patrimonialmente, recordemos que el
art 321 es la fuente de esta, pero es indudable que presenta un contenido pecuniario, ya
que implica avaluar en dinero el alimento pues es aquello que permite satisfacer material y
espiritualmente a aquel que se le debe alimentos, puede incluir vestimenta, educación,
transporte, recreo, salud que tiene derecho a exigir. Por eso no olvidemos que los alimentos
son comerciables por que son objeto de relaciones jurídicos privadas, pero ello no implica
que se puedan transferir o transmitir, tienen una clara particularidad pues los alimentos son
comerciables, tienen un contenido patrimonial pero son extrapatrimoniales.
Se concluye que cada vez que hay un incumplimiento se podría configurar un hecho ilícito
(Hugo cárdenas)
Esta clasificación nace del articulo 1470 del cc que ya tiene un origen indudablemente
reconocido en el derecho romano clásico, las obligaciones dicen son civiles o meramente
naturales.
Las obligaciones civiles son aquellas que dan derechos para exigir su cumplimiento, es
decir el acreedor dispone de una acción valida para exigir el cumplimiento y
correlativamente el deudor debe cumplir, vemos esta dualidad bastante clara hay un
crédito y una deuda, de esa manera las obligaciones civiles constituyen la regla general
de las obligaciones.
Las obligaciones naturales son las que no confieren derecho para exigir su
cumplimiento, pero que, cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado
en razón de ellas, estas constituyen una excepción en virtud de la cual se rompe esta
idea de crédito y deuda, aquí el acreedor no dispone de acción para exigir el
cumplimiento, pero si el deudor cumple su obligación pagando el acreedor puede
retener lo dado o pagado. El fundamento de estas obligaciones lo podemos encontrar
en el derecho romano quien a su vez se inspiro en la filosofía estoica, es decir hay un
claro objeto de protección de la equidad natural, es decir están fuertemente inspiradas
en pretensiones morales y que el derecho romano lo había establecido por obligaciones
contraídas por ciertos esclavos que por el derecho natural eran libres pero que por el
derecho civil eran cautivos. El vendedor no tiene una acción personal, pero si un
derecho de retención. Obligaciones en las que no hay acción para exigir su
cumplimiento, pero si el deudor paga o cumple el acreedor puede retener lo pagado.
Bello las regula en el art 1470, amplia la forma de regular la forma de obligaciones
ofreciendo cuatro supuestos de obligaciones naturales
10.Defina las obligaciones naturales y explique su naturaleza juri ́dica y sus caracteri ́sticas.
Las obligaciones naturales son las que no confieren derecho para exigir su cumplimiento,
pero que, cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas,
estas constituyen una excepción en virtud de la cual se rompe esta idea de crédito y deuda,
aquí el acreedor no dispone de acción para exigir el cumplimiento, pero si el deudor cumple
su obligación pagando el acreedor puede retener lo dado o pagado. El fundamento de estas
obligaciones lo podemos encontrar en el derecho romano quien a su vez se inspiro en la
filosofía estoica, es decir hay un claro objeto de protección de la equidad natural, es decir
están fuertemente inspiradas en pretensiones morales y que el derecho romano lo había
establecido por obligaciones contraídas por ciertos esclavos que por el derecho natural eran
libres pero que por el derecho civil eran cautivos. El vendedor no tiene una acción personal,
pero si un derecho de retención. Obligaciones en las que no hay acción para exigir su
cumplimiento, pero si el deudor paga o cumple el acreedor puede retener lo pagado. Bello
las regula en el art 1470, amplia la forma de regular la forma de obligaciones ofreciendo
cuatro supuestos de obligaciones naturales
Características:
a) No confieren al acreedor una acción le confieren una excepción
b) Lo que se pague por obligación nativa es irrepetible, lo que implica que si el deudor paga
no puede exigir restitución. El pago es voluntario.
c) El fundamento es una pretensión de justicia y los alcances morales de esta institución
(se estima que es una conducta correcta). Ejemplo herencia que se le da a un esclavo
(libre) se paga por un tema moral, pero jurídicamente no es obligatorio
d) Obligaciones naturales son de dar pues el legislador ocupa la voz retener (solo se retiene
lo dado)
e) Son excepcionales por lo que tiene consecuencias:
- Son de derecho estricto
- Su obligación es restringida
- Solo la ley las crea
- No se puede interpretar por analogía
Su regulación esta en el articulo 1470 cc, enumerando 4 casos, luego los efectos del pago
Ramos Pazo se inclina por la segunda tesis, pero no hay unanimidad sobre cuales serian los
otros casos de obligaciones, es posible mencionar otros casos de obligaciones que tienen
los efectos de una obligación natural:
A. La multa de los esponsales art 99 cc: los esponsales no producen obligación alguna ante
ley civil, no producen efecto civil alguno, pues están sujetos al honor y conciencia de los
sujetos
B. Lo dado por un objeto o causa ilícita a sabiendas art 1468 cc: parece tratarse mas de
una sanción que de una obligación natural, pues no se puede repetir lo dado o pagado
en un contrato que adolece de causa o objeto ilícito a sabiendas
C. Pago de una deuda de juego o apuesta en que predomina la inteligencia art 2260 cc:
según ramos pazo, habría una verdadera obligación natural, supuesto de una obligación
natural propiamente tal. No hay acción por lo que no se puede repetir lo pagado,
excepcionalmente se puede repetir si es con dolo. Un ejemplo de estos juegos son las
damas o el ajedrez. Según el profesor Yerko no en toda situación en la que se presenten
los supuestos será una obligación natural.
1470 nº1 1 las contraidas por ciertas personas que teniendo suficiente juicio y
discernimiento con incapaces según las leyes como menores adultos
¿Cuáles son los sujetos que involucra? Pensado para ciertos incapaces, pero ¿se puede
incorporar a otros? El numeral 1 señala que tenga suficiente juicio y disernimiento por lo
que se descarta al demente y al sordo (incapaces absolutos).
Considerr al disipador interdicto su voluntad o sin ella
- La doctrina señala que no tiene juicio ni discernimiento, pero otros autores señalan que
si tienen voluntad pero no pueden administrar sus bienes.
Hernan corrales: existen grados de disipación, dependiendo de la fuerza económica
La corte suprema señal que el numeral 1 esta hecho solo para menores adultos
1470 nº 3 las que proceden de actos en los que se omiten solemnidades legales para
que estos produzcan sus efectos, como la de pagar un legado
¿Qué tipo de acto hace referencia?
Establecer si son actos jurídicos unilaterales o bilaterales, el código se refiere a os
unilaterales como el legado, al igual que pothier (es necesaria la manifestación de una
voluntad)
Si se extiende a los bilaterales habría una grave consecuencia en el trafico jurídico
¿Desde que momento es una obligación natural? Uno de los temas mas cuestionados es la
prescripción. Autores señala que son necesarios los plazos de prescripción sin que sea
necesario alegar. Critica:
- La regla común es que debe ser alegada por lo que no es una cuestión facultativa
- Alessandri: para tener la seguridad jurídica es necesaria una sentencia judicial que
declare la prescripción y luego de esta se transforma en una obligación natural
12. Explique los efectos de las obligaciones naturales: (a) derecho de retención (reglas de
pago y voluntariedad); (b) pueden ser novadas; (c) caucionadas por terceros; (d) no
producen excepción de cosa juzgada; (e) no pueden compensarse.
1. 1470 inc final para que no pueda pedirse restitución el pago debe realizarse
voluntariamente por aquel que tenga la libre disposición de sus bienes. De lo cual
se extraen tres efectos:
PAGO: prestación de lo que se debe por lo que este deudor debe cumplir con la
obligación. Los requisitos del pago son: integro, completo, suficiente, en tiempo
oportuno e indivisible. Este debe ser voluntario, de esto subyacen dos interpretaciones:
- Autores sostienen que el ser voluntario implica que no exista coacción al sujeto deudor,
pues si el acreedor ejerce acción dejaría de ser voluntario
- Otros dicen que el deudor paga pues tiene el conocimiento de que esta cumpliendo una
obligación natural
LIBRE ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES: el pago proviene de quien tenga la libre
administración de sus bienes, lo cuál exige una capacidad de obrar calificada, la cual es
la facultad de disposición. El pago que realiza un incapaz si se puede repetir, el problema
es que no tienen la administración de sus bienes.
EL ACREEDOR RETIENE LO DADO O PAGADO: se le concede una excepción al acreedor
de retención, esta tiene dos virtudes: es un mecanismo de defensa contra la restitución
que exige el deudor y además es un mecanismo de protección de la cosa que se haya
dado o pagado
2. Las obligaciones naturales pueden ser caucionadas (caución art 46) (prenda-fianza-
hipoteca) solo cuando son constituidas por terceros ¿Por qué? Pues si las constituye
el propio acreedor no podría exigirse el cumplimiento, asi luego de la sentencia la
obligación del tercero persiste como civil por lo que seria exigible
3. Las obligaciones naturales no producen la excepción de cosa juzgada: al tenor de lo
prescrito en el articulo 1471 cc la sentencia judicial firme que rechaza la acción
intentada contra el naturalmente obligado, no extingue la obligación natural. La
sentencia firme o ejecutoriada produce una acción (permite exigir el cumplimiento)
y una excepción (que no se vuelva a discutir lo resueltocosa juzgada). Pero si se
intenta una acción de cumplimiento en contra de una obligación natural y es
rechazada esta va a subsistir, es decir el deudor puede pagar aun cuando la
sentencia sea rechazada.
4. Las obligaciones naturales pueden ser novadas: la novación esta en el art 1628 cc
esto es la sustitución de una nueva obligación a otra anterior la cual queda por tanto
extinguida (se cambia el sujeto o el objeto) el art 1430 cc expresa que para que exista
novación la obligación primitiva debe ser a lo menos natural
5. Las obligaciones naturales no pueden ser compensadas, esto es un modo de
cumplimiento en que dos sujetos son acreedores y deudores a la vez en la cual se
extingue la deuda hasta que quede una de menor valor. El art 1656 nº3 exige como
requisito que sean actualmente exigibles, esto quiere decir que no aplica en las
obligaciones naturales pues no tienen acción para ser exigidas.
13. Defina y explique las obligaciones personales y reales (proptem rem o de sujeto
ambulatorio). Caracterice las obligaciones reales y ejemplifique.
Las obligaciones personales son aquellas obligaciones en que los sujetos se vinculan en
razón de su fuente y que constituyen la regla general de la teoría de las obligaciones, es
decir acreedor y deudor se obligan por que directa e inmediatamente hay una fuente
de obligación, por ejemplo la compraventa genera obligaciones personales
14. Defina y explique las obligaciones de dar, hacer y no hacer. Refiérase a su tratamiento
doctrinario como del Código Civil. Indique la importancia de esta clasificación.
1548: nos parece dar una solución a esta discusión doctrinaria, doctrinariamente la
obligación del vendedor de hacer el código la señala como una obligación de dar.
703 inc 3: el vehículo para la transferencia de dominio seria la venta.
580/581: la acción se reputa mueble o inmueble según el derecho sobre el cual va a recaer
(los hechos que se deben se reputan muebles)
1824: afirma que la obligación del vendedor será la de entregar la cosa, pero en ningún
momento afirma que quien entrega es dueño.
Razón procedimental: el ordenamiento jurídico le concede una acción que será mueble o
inmueble dependiendo de la cosa que se va a tratar.
Motivos de fondo o sustantivos para considerar la obligación de entrega como una
obligación de dar: el fundamento normativo se encuentra en el art 1548 al afirmar que la
obligación de dar contiene la de la entrega de la cosa, el segundo motivo de fondo que es
mas relevante radica en el sistema dual de adquisición del derecho real de dominio, es decir
siempre será necesario un titulo y un modo de adquirir el dominio, asi bajo esta justificación
la compraventa siempre será un modo de transferir el dominio, esto no implica una
obligación de entrega pero si importa por que en un futuro será la forma de transferir el
dominio.
La obligación de dar cuando recae sobre una especie o cuerpo cierto contiene además la
obligación de conservación, la cual dice el 1548 se extiende hasta la entrega, es decir para
que exista la obligación de conservación es necesario que el contrato se encuentre perfecto
y va a durar hasta que se entregue la cosa, bien sabemos que las reglas de entrega se
regulan por regla general bajo las reglas de la tradición, por lo que cuando se verifica la
entrega cesa la obligación de conservación, esta es aquella obligación que recae sobre el
deudor de la entrega de la cosa en cuya virtud y conforme al art 1549 se le exige que emplee
una custodia bajo el debido cuidado, es decir cuidar la cosa implica custodia, resguardo o
vigilancia. Se debe emplear una debida diligencia o cuidado ¿hasta que grado de
responsabilidad se extiende esta conservación? Se debe vincular el 1549 con el 1547 y con
el art 44 del art civil
1547 nos va a informar sobre que tipo de responsabilidad, pero siempre en virtud del
beneficio que reporta el contrato. Determina los grados de responsabilidad en razón de a
quien le beneficia en utilidad.
- Si beneficia solo al acreedor se va a responder de culpa lata, que según el art44 equivale
al dolo.
- En los contratos en que acreedor y deudor se benefician recíprocamente se va a
responder de culpa leve y según el art 44 la culpa leve es esta diligencia del buen padre
de familia
- Si el contrato solo beneficia al sujeto deudor se va a responder de culpa levísima que
según el art 44 es la responsabilidad del individuo juicioso.
Tenemos contratos en los que se va a entregar la cosa pero se debe ver hasta que grado se
puede responder
- En el primer caso podemos ver el deposito necesario, este es una especie de deposito
que en virtud de las circunstancias externas del contrato el depositante no tiene la libre
elección del sujeto depositario a quien entregarle la cosa. Contrato en que se entrega
una cosa para que se custodie, pero la regla general es que hay una libre elección del
sujeto depositario, pero en este no hay una libre elección por causas externas. ¿hasta
que grado de responsabilidad responde el depositario? Responde de culpa lata, lo
relevante en la culpa lata es que el sujeto tiene un grado de diligencia mínima solo
responde de conductas obvias
- Aquí podemos ver la compraventa mientras no se verifique la entrega y ya se ha
perfeccionado el contrato, se responde de culpa leve, es la debida o falta de diligencia
o cuidado, como por ejemplo el buen padre de familia, es un concepto abstracto, el bgb
alemán extiende este concepto al indebido prudente y que las directivas de la unión
europea lo han entendido como la persona media, ni muy irresponsable ni muy juicioso,
es esta falta de diligencia o cuidado que las personas realizan en sus negocios.
- En este caso se responde de culpa levísima como lo es en el comodato, es una obligación
en que se entrega una cosa gratuita al comodatario y el que se obliga a usar, conservar
y restituir ¿hasta que grado responde? De culpa levísima, esta implica un mayor campo
de responsabilidad, tiene un grado de responsabilidad mucho mas amplio, se debe ser
extremadamente juicioso con la cosa.
Además, cuando el que recibe la cosa queda como mero tenedor, es decir cae en las dos
hipótesis del 714, es decir tiene la cosa en lugar y a nombre de otro y reconoce a nombre y
en lugar de otro. Nace una nueva obligación que es la denominada obligación de restituir,
para entenderla siempre va a ser necesario el contrato que sirvió de base.
¿Cómo se cumple una obligación de dar? Se puede cumplir de tres maneras disyuntivas:
Transfiriendo el derecho real de dominio, como por ejemplo en el mutuo
Constituyendo un derecho real sobre la cosa, como por ejemplo en el usufructo
Entregando la cosa objeto del contrato, pero se va a cumplir entregando la misma cosa
Cualquiera sea estas hipótesis en que el deudor no satisface al acreedor vamos a estar en
supuestos de incumplimiento y frente a esto nacen los remedios contractuales del derecho
civil:
El derecho civil ha perdido una parcela importante reguladora, y esto se dio principalmente
en relaciones de consumo ¿Qué remedios tiene el consumidor frente a la falta de
conformidad de la cosa entregada? La falta de conformidad en el derecho del consumidor
son una serie de hipótesis en que la entrega que realiza el proveedor no satisface los
derechos del consumidor, por ejemplo problemas de funcionamiento, problemas con la
marca, con las propiedades, en definitiva cualquier cosa que se desvíe de la información
que entrego el proveedor
Además de tener estos remedios va a nacer según la ley 19496 lo que se denomina la
garantía legal, regulado expresamente entre los artículos 20 y 21 de la ley 19.496. tiene tres
derechos:
Reparación gratuita de la cosa
Reposición (sustitución de la cosa vendida)
Restitución de la cantidad pagada
Además, podemos estar en dos hipótesis de defectos de la cosa vendida y estos defectos se
pueden identificar a través de dos instituciones del derecho civil:
a) Hipótesis de error en la que hay una falta representación de la realidad en cuanto a
la sustancia, su sanción es la nulidad relativa
b) Pero además la compra venta nos garantiza la posesión pacifica, y de no existir o de
haber un vicio estaríamos frente a los vicios redhibitorios, que va a tener dos
sanciones que se rescinda la venta es decir que se deje sin efecto, que es lo que se
llama la acción redhibitoria o la reducción del precio que es lo que se llama la quanti
minoris (reducción proporcional del precio en razón del defecto)
NO SE PUEDEN ESCOGER SIMULTANEAMENTE DISTINTAS ACCIONES, PERO tanto en los
remedios contractuales siempre va a estar dando vuelta la indemnización de perjuicios,
pues nace de los daños que el incumplimiento haya generado
Obligaciones de hacer: son aquellas en que la prestación del deudor implica la ejecución
de un hecho es decir es un comportamiento del deudor en sentido estricto
Requisitos que debe cumplir el hecho debido del deudor(1461 de objeto):
⁃ Debe ser un hecho física y moralmente posible : física implica que el hecho se
adecue a las leyes de la naturaleza y moralmente posible que el hecho se confirme a la ley
el orden público y a las buenas costumbres para esto es relevante que se recuerde no tan
solo el objeto como un requisito del contrato si no que también son relevantes las
hipótesis de objeto ilícito del código civil(1462-1466)
⁃ El hecho tiene que ser determinado
El cumplimiento de una obligación de hacer se realiza ejecutando el hecho mismo debido
para ello la ley distingue entre:
⁃ obligaciones de hacer fungibles: son aquellas en que la calidad del sujeto deudor es
irrelevante en la medida que también será irrelevante sus cualidades y aptitudes
personales en definitiva el hecho lo puede hacer cualquier persona, es decir cuando
cualquier persona realiza el hecho debido.
⁃ obligaciones de hacer no fungibles: son aquellas obligaciones de hacer en que la
calidad, cualidad y o actitud del sujeto deudor es relevante para la ejecución del hecho de
manera tal que la ejecución del hecho se determina por estos ítems, es decir no
cualquiera puede ejecutar el hecho, se cumple cuando el sujeto determinado por sus
virtudes realiza el hecho.
Esto será determinante para ver las reglas de cumplimiento, como se va a ejecutar el
hecho debido y también nos dará las formas de incumplimiento de una obligación de
hacer
Obligaciones específicas (de especie y cuerpo cierto): son aquellas obligaciones en que el
deudor debe dar al acreedor u individuo determinado de un género determinado, es decir
el objeto de la prestación de la obligación es una especie o cuerpo cierto, esto es una cosa
que se encuentra individualizada o singularizada de tal manera que no exista otra cosa
igual o similar.
Obligaciones genéricas: son aquellas obligaciones en que el deudor debe dar al acreedor
un individuo indeterminado de un género determinado, es decir en estas obligaciones el
objeto de la prestación de esta obligación es una cosa genérica, es decir una cosa cuya
singularización no se encuentra determinada solo en la medida que se determine si clase
o género
IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN
1ro, en cuanto al cumplimiento
El cc no da una regla específica de cumplimiento en las obligaciones especies de cuerpo
cierto lo que nos dice que el deudor debe cumplir entregando la misma cosa que afirma el
contrato es decir el individuo determinado del género determinado. Por otro lado, la
obligación genérica según el art 1509 nos informa la regla de cumplimiento de la
obligación genérica de cumple entregando el deudor cualquier individuo de la misma clase
o género y que sea de una calidad a lo menos mediana, para el cumplimiento de una
obligación genérica deben cumplirse tres requisitos:
⁃ entregar cualquier individuo determinado
⁃ Debe ser de la misma clase o género
⁃ Debe ser de una calidad a lo menos mediana no igual
Sera el juez de fondo quien va a determinar si es de una calidad a lo menos mediana.
“El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba, es siempre a cargo del acreedor; salvo que
el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya comprometido a entregar una
misma cosa a dos o más personas por obligaciones distintas; en cualquiera de estos casos,
será a cargo del deudor el riesgo de la cosa, hasta su entrega.”
Los problemas que generan estos artículos, es que a lo menos dogmáticamente las hipótesis
que regulan no se encuentran en armonía con el sistema adquisitivo dual del derecho de
dominio, ese es el gran problema. Para ello entonces para interpretar y dar solución a estos,
la CS sigue un principio general que ya viene del derecho romano, que las cosas perecen
para su dueño, porque se encuentra en armonía con el sistema dual de adquisición del
derecho real de dominio, este es la concurrencia de título y modo. La CS ha manifestado a
la hipótesis si ha existido o no tradición de la cosa, pues mientras no exista tradición de la
cosa, perdida o destrucción por caso fortuito le corresponde al dueño, es decir al tradente,
solo en la medida que exista tradición el riesgo va a ser del sujeto adquiriente. Se incluye
en este supuesto la tradición simbólica.
b) Cual va ser el destino de la obligación y sus consecuencias jurídicas. Nos va a permitir
estudiar el primer modo de extinguir las obligaciones, que se llama perdida de la cosa
que se debe. Alessandri denomina este modo e extinguir como “perdida de la cosa que
se debe por un hecho no imputable al deudor”.
a. ara ellos tenemos que recurrir a la regla general del art 1670 de la perdida de la cosa
que se debe.
b. Y ver las excepciones que se establece en el título XIX, del libro IV, es decir 1671 y ss.
Art 1671 y siguientes excepciones:
1671 si se logra acreditar que la cosa se destruye i perece en manos del sujeto deudor
va a existir una presunción simplemente legal de que la cosa perece por su hecho o
culpa es decir basta con que se acredite que la cosa se destruye en las manos del sujeto
del deudor para decir que fue por hecho o culpa suya, es necesario acreditar una
relación de custodia (1679)
1674: los supuestos del 1672 deben ser probados cada vez que se alega caso fortuito
debe probarlo quien lo alega pues es un régimen de exención de responsabilidad
1676: sanciona civilmente el hurto i robo de la cosa, no le será permitido alegar que la
cosa pereció por casi fortuito
1677: Puede el acreedor ceder los derechos por aquellos que por ellos o por culpa suya
la cosa perece con el objetivo de subrogar los derechos a un tercero
1678: no extiende la indemnización por que el deudor ignora con justa causa la
obligación.
1680: Deudor quiere entregar la especie o cuerpo cierto pero el acreedor se retarda en
recibirla aquí la obligación disminuye pues responde por culpa grave o dolo
Obligaciones genéricas: son aquellas obligaciones en que el deudor debe dar al acreedor
un individuo indeterminado de un género determinado, es decir en estas obligaciones el
objeto de la prestación de esta obligación es una cosa genérica, es decir una cosa cuya
singularización no se encuentra determinada solo en la medida que se determine si clase
o género
“La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que se vende, pertenece al
comprador, desde el momento de perfeccionarse el contrato, aunque no se haya entregado
la cosa; salvo que se venda bajo condición suspensiva, y que se cumpla la condición, pues
entonces, pereciendo totalmente la especie mientras pende la condición la pérdida será del
vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al comprador.”
1820 primero. Regla que hipotéticamente es similar a la anterior, se supone que en ese caso
el comprador es el sujeto acreedor. Hay contrato perfecto pero no hay tradición.
Los problemas que generan estos artículos, es que a lo menos dogmáticamente las hipótesis
que regulan no se encuentran en armonía con el sistema adquisitivo dual del derecho de
dominio, ese es el gran problema. Para ello entonces para interpretar y dar solución a estos,
la CS sigue un principio general que ya viene del derecho romano, que las cosas perecen
para su dueño, porque se encuentra en armonía con el sistema dual de adquisición del
derecho real de dominio, este es la concurrencia de título y modo. La CS ha manifestado a
la hipótesis si ha existido o no tradición de la cosa, pues mientras no exista tradición de la
cosa, perdida o destrucción por caso fortuito le corresponde al dueño, es decir al tradente,
solo en la medida que exista tradición el riesgo va a ser del sujeto adquiriente. Se incluye
en este supuesto la tradición simbólica.
d) Cual va ser el destino de la obligación y sus consecuencias jurídicas. Nos va a permitir
estudiar el primer modo de extinguir las obligaciones, que se llama perdida de la cosa
que se debe. Alessandri denomina este modo de extinguir como “perdida de la cosa que
se debe por un hecho no imputable al deudor”.
a) Para ellos tenemos que recurrir a la regla general del art 1670 de la perdida de la cosa
que se debe.
b) Y ver las excepciones que se establece en el título XIX, del libro IV, es decir 1671 y ss. Art
1671 y siguientes excepciones:
1671 si se logra acreditar que la cosa se destruye i perece en manos del sujeto deudor
va a existir una presunción simplemente legal de que la cosa perece por su hecho o
culpa es decir basta con que se acredite que la cosa se destruye en las manos del sujeto
del deudor para decir que fue por hecho o culpa suya, es necesario acreditar una
relación de custodia (1679)
1674: los supuestos del 1672 deben ser probados cada vez que se alega caso fortuito
debe probarlo quien lo alega pues es un régimen de exención de responsabilidad
1676: sanciona civilmente el hurto o robo de la cosa, no le será permitido alegar que la
cosa pereció por casi fortuito
1677: Puede el acreedor ceder los derechos por aquellos que por ellos o por culpa suya
la cosa perece con el objetivo de subrogar los derechos a un tercero
1678: no extiende la indemnización por que el deudor ignora con justa causa la
obligación.
1680: Deudor quiere entregar la especie o cuerpo cierto pero el acreedor se retarda en
recibirla aquí la obligación disminuye pues responde por culpa grave o dolo
3. Obligaciones facultativas (1505 y sgtes): es aquella que tiene por objeto una cosa
determinada pero concediéndole al deudor la facultad de pagar con esta o con otra que se
designa. Es una la cosa debida lo que la distingue de las obligaciones alternativas. La facultad
de elección recae exclusivamente en el deudor lo que es distinto en las obligaciones
alternativas pues puede ser del acreedor o deudor. Para el pago se da una facultad de
elección: se paga con la cosa debida o con otra. Esta facultad debe ser designada en el
contrato, es decir la facultad de sustituir la cosa que se debe por otra debe estar expresada
en el contrato. Por ejemplo, A en su testamento le lega a B un auto, pero se deja establecido
en el testamento que el ejecutor testamentario puede cumplir entregando el auto o
5.000.000
Legado: asignación testamentaria a título singular
La institución es distinta pero los límites son muy tenues
Si al momento de interpretar un contrato se tiene dudas se entenderá según el art 1507
como alternativa
El legatario lo único que puede pedir es el auto pues la facultad de elección la tiene el
deudor en este caso los ejecutantes y si dicha cosa perece sin culpa del deudor y antes de
haberse esté constituido en mora, no tiene derecho para pedir cosa alguna.
Art 1505 se debe una cosa pero se le concede al deudor la forma de pagar con la que se
debe o con otra, por ello el deudor debe entregar una cosa sujeta a una condición que es
elegir esto no existe en las alternativas por lo que lo más relevante para distinguirla está en
la redacción de la cláusula teniendo en cuenta la norma del 1507 si es que hay una confusión
En las facultativas se determina la forma de pago en el momento del perfeccionamiento del
contrato
Esta debe ser expresada al momento de la celebración del contrato
Si es al momento de la ejecución sería una novación por cambio de objeto. Según el art
1628 la novación es la sustitución de una nueva obligación a otra anterior, la cual queda por
tanto extinguida
Si es al momento del cumplimiento estaríamos frente a una sanción en pago del art 1569
inc 2 el acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aún a
pretexto de ser igual o mayor valor la ofrecida.
4. Obligaciones facultativas (1505 y sgtes): es aquella que tiene por objeto una cosa
determinada pero concediéndole al deudor la facultad de pagar con esta o con otra que se
designa. Es una la cosa debida lo que la distingue de las obligaciones alternativas. La facultad
de elección recae exclusivamente en el deudor lo que es distinto en las obligaciones
alternativas pues puede ser del acreedor o deudor. Para el pago se da una facultad de
elección: se paga con la cosa debida o con otra. Esta facultad debe ser designada en el
contrato, es decir la facultad de sustituir la cosa que se debe por otra debe estar expresada
en el contrato. Por ejemplo, A en su testamento le lega a B un auto, pero se deja establecido
en el testamento que el ejecutor testamentario puede cumplir entregando el auto o
5.000.000
Legado: asignación testamentaria a título singular
La institución es distinta pero los límites son muy tenues
Si al momento de interpretar un contrato se tiene dudas se entenderá según el art 1507
como alternativa
El legatario lo único que puede pedir es el auto pues la facultad de elección la tiene el
deudor en este caso los ejecutantes y si dicha cosa perece sin culpa del deudor y antes de
haberse esté constituido en mora, no tiene derecho para pedir cosa alguna.
Art 1505 se debe una cosa pero se le concede al deudor la forma de pagar con la que se
debe o con otra, por ello el deudor debe entregar una cosa sujeta a una condición que es
elegir esto no existe en las alternativas por lo que lo más relevante para distinguirla está en
la redacción de la cláusula teniendo en cuenta la norma del 1507 si es que hay una confusión
En las facultativas se determina la forma de pago en el momento del perfeccionamiento del
contrato
Esta debe ser expresada al momento de la celebración del contrato
Si es al momento de la ejecución sería una novación por cambio de objeto. Según el art
1628 la novación es la sustitución de una nueva obligación a otra anterior, la cual queda por
tanto extinguida
Si es al momento del cumplimiento estaríamos frente a una sanción en pago del art 1569
inc 2 el acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aún a
pretexto de ser igual o mayor valor la ofrecida
1. La tesis tradicional del art 1547 sostiene que el legislador consagra una presunción
de culpa en el incumplimiento, esto es acreditado el incumplimiento este incumplimiento
de presume culposo, se presume negligente. Este nace de la interpretación literal por qué
la prueba debe recaer sobre la diligencia ¿que osa con la negligencia? Se presume, por eso
se establece en materia contractual que la culpa se presume, de manera legal pues permite
prueba en contrario. Aplicándola a la responsabilidad médica
El paciente debe probar qué hay un contrato y luego el incumplimiento del contrato, es
decir probar un estándar de conducta y que se alejó de esta
El médico debe probar que fue diligente, tiene que probar que su comportamiento se
adecuó a la ley artis médica
Parte del supuesto que la prueba de la culpa se presume pero la cs lo a entendido en un
sentido opuesto pues le corresponde al paciente acreditar los niveles de diligencia para
asegurar que se ha alejado de estos.
2. La tesis del profesor Daniel peñailillo: sostiene que las discusiones en torno a la
prueba del art 1547.3 es insuficiente si no se interpreta armónicamente con el 1698 es decir
la regla expresa del onus probando en el código civil, este expresa que le incumbe probar
la existencia o extinción de una obligación a quien lo alega. Sostiene que la regla es más
sencilla así entonces
El paciente debe alegar la existencia de una obligación por lo que debe probar la existencia
El médico debe acreditar el cumplimiento por lo que debe probar la extinción d Euán
obligación
Se puede impugnar la sentencia por un recurso de casación al no aplicar la regla de prueba
del art 1698
3. La tesis del profesor Hugo cardenas: sostiene qué hay que desarrollar un proceso de
reinterpretación del art 1547: cardenas sostiene que en la discusión del art 1547. Urge
distinguir entre obligación de resultado y obligaciones de medio así entonces sostiene que
aún cuando la clasificación de estas obligaciones no esté contemplada en el código civil el
art 1547 se refiere a solo una de las clasificaciones. Cardenas dice que la aplicación de la
presunción se aplica única y exclusivamente a las obligaciones de resultado, es decir se
aplica de manera más concreta a las obligaciones de dar de resultado. Por lo que sostiene
bajo tres argumentos:
A. De la lectura del artículo: Hugo cardenas sostiene que de la lectura completa del 1547 es
posible afirmar que sólo las obligaciones de resultado pueden regularse a través de ellas, es
decir un resultado final objetivo y definitivo porque:
1. Son las únicas en las que uno puede estar en mora
2. Son aquellas en las cuales uno puede identificar el reporte de la obligación
3. El legislador resalta que las obligaciones son precisamente obligaciones de dar o de
entrega
B. De la geografía del artículo: en los art 1545 y 1546 se habla de los efectos de las
obligaciones y en el 1548 habla de las obligaciones de dar, por lo que este deber de
diligencia se debe aplicar según su sentido geográfico es decir en las obligaciones de dar
esto es obligaciones de resultado
C. Respecto de la Fuente de inspiración de bello: cardenas sostiene que el art 1547 tiene su
fuente de inspiración en la obra de pottier relevante para el code francés. Cardenas en su
tesis doctoral suscribo que en esta materia el autor en que se inspira es pottier y la norma
del art 1547 en su parangón con el code francés también se encuentra en las reglas de las
obligaciones
Así teniendo en cuenta la tesis de cardenas, que solo aplicaría en las obligaciones de dar
seguirá existiendo la duda de si existiría una presunción
La regla tercera estaría pensada en las formas en las cuales el deudor puede eximirse de
responsabilidad y de esa manera en las obligaciones de resultado tiene dos eximentes de
responsabilidad; plantear el caso fortuito O un hecho externo
Así si un sujeto se obliga a construir un segundo piso va a cumplir cuando se construya o va
a incumplir cuando no se construya y puede eximirse de responsabilidad por el caso fortuito
o que se produzca un hecho externo
Cardenas dice que en las obligaciones de medio hay que seguir la máxima general: el que
alega debe probarla. El gran problema de cardenas es que este supuesto genera un gran
perjuicio al acreedor por que le va a corresponder al acreedor no tan solo probar el
contrato, que se incumplió si no también tiene que elaborar la hipótesis de incumplimiento,
entonces lo que debe probar es desarrollar el estándar ordinario y el estándar calificado por
lo cual si seguimos las reglas generales de prueba el acreedor tendrá que probar la
existencia del contrato, su incumplimiento y los estándares de cumplimiento
22.Defina y explique las obligaciones solidarias activas y explique sus efectos (relaciones
externas e internas).
23.Defina y explique las obligaciones solidarias pasivas y señ ale sus caracteri ́sticas.
Refiérase a sus efectos (obligación a la deuda y contribución a la deuda).
Características
⁃ es la más eficaz de las garantías personales
⁃ Tiene bastante aplicación en el derecho mercantil, el derecho societario y el régimen
bancario de créditos con instituciones financieras
⁃ Como toda solidaridad de acuerdo al art 1511.2 tiene que tener una fuente y la fuente
puede ser convención, testamento o ley. Aquí volvemos al caso del art 2317 cuando se
comete un delito o cuasidelito y responden de forma solidaria
⁃ En la regla de solidaridad pasiva Andrés bello sigue la tesis francesa es decir la tesis del
mandato tácito recíproco en definitiva cada deudor actúa como mandatario de los otros lo
que le va a permitir que luego d pagar la obligación en reglas de contribución se pueda
aplicar una regla de mandato
• se puede subrogar los derechos del acreedor y exigir el pago a los demás deudores
• Optar por la tesis del mandato (es relevante para las reglas de contribución)
Efectos de la solidaridad pasiva:
1. De acuerdo al art 1511.2 y el art 1514 el acreedor podrá dirigirse en contra de todos los
deudores solidarios conjuntamente o contra cualquiera de ellos a su arbitrio sin que por
ello estos deudores puedan oponer el beneficio de división (derecho absoluto del
acreedor) no puede uno de los deudores utilizar la teoría del abuso del derecho.
Consecuencias
⁃ Si el acreedor demanda los bienes de uno no puede embargar los bienes de los otros
⁃ La demanda intentada por el acreedor contra alguno de los deudores solidarios no
extingue la obligación solidaria de alguno de ellos sino en la parte en que hubiera sido
satisfecha por el demandado, es decir el hecho de que el acreedor demande un deudor no
se sigue de ello que no pueda demandar a otros el límite está en la satisfacción que pueda
dar cada uno de los demandados
Aveliu dice que sería violento pues se permite que el acreedor pueda tener demandas
paralelas por la misma causa, por ello el límite de esta posibilidad un tanto abusiva estará
en la satisfacción pecuniaria que le entrega el deudor en cualquiera de los juicios
2. El pago realizado por cualquiera de los codeudores como también cualquier mismo de
extinguir la obligaciones que opera un codeudor se extiende al recto de los codeudores de
tal manera que los efectos del pago como también los efectos de la extinción de un
deudor solidario se extiende respecto a todos
3. Si el acreedor demanda a un deudor y este crédito no es satisfecho puede dirigirse en
contra de los otros por el SALDO no por el total
4. La prórroga de la competencia que beneficia a un deudor solidario se extiende a los
otros codeudores solidarios
5. En cuanto a la pérdida de la cosa, opera de acuerdo a las reglas generales de esa
manera si se pierde la cosa de manera fortuita lo que habría que distinguir es que
naturaleza jurídica tiene la cosa debida, por que si es especie o cuerpo cierto se extingue
la obligación y opera la teoría de los riesgos, pero si es una cosa genérica y el género
perece subsiste la obligación (no se altera el régimen de responsabilidad). El punto va a
estar en la pérdida de la cosa que se debe solidariamente por hecho o culpa d rubí de los
codeudores aplicándose entonces el art 1521 solo opera cuando la cosa perece o se
destruye por hecho o culpa de uno de los codeudores mientras se encuentren en mora de
pagar el legislador distingue dos situaciones:
• Como concurren en cuanto al precio: los codeudores solidarios quedan todos obligados
a pagar el precio de manera solidaria salvo la acción contra el codeudor que haya sido
culpable o moroso
• Como concurren en cuanto a la indemnización de perjuicios: la acción de indemnización
de perjuicios que deriva de esta pérdida imputable el acreedor no puede dirigirla
solidariamente si no que solo contra el deudor culpable moroso. No se puede perseguir
solidariamente aún cuando se hayan obligado de manera solidaria.
24. Explique los efectos de las obligaciones solidarias pasivas (obligación a la deuda y
contribución a la deuda).
Estas las encontramos en el artículo 1526 del código civil, estas son:
iii. Es indivisible en cuanto al legitimado pasivo, que es quien posea en todo o en parte la
cosa empeñ ada o hipotecada.
2. Deuda de una especie o cuerpo cierto: El deudor que posee la especie o cuerpo cierto
debe entregarla. Se refiere a la entrega material, no a la juri ́dica, que es divisible.
Para ello, es menester recordar que las deudas que recaen en una especie o cuerpo cierto
son aquellas en que recae sobre un individuo determinado, de un género determinado;
por ejemplo, si varios deudores deben entregar un caballo determinado fina sangre, con
caracteri ́sticas especi ́ficas, quien posea el caballo debe entregarlo, pues su entrega no
puede llevarse a cabo por partes o de forma fraccionada.
4. Pago total de una deuda impuesta a un heredero: La disposició n regula tres situaciones
diferentes:
(i) Pago de una deuda impuesta a un heredero (art. 1526 N° 4 inc. 1o CC): Las deudas del
causante se reparten entre los herederos a prorrata de su interés en la herencia. Lo
dispuesto por el causante, o acordado por los herederos, o determinado en la partició n,
en el sentido de hacer una división diferente, no obliga a los acreedores, los que pueden, a
su elecció n, dirigirse por el total en contra del heredero al que se le impuso la deuda, o
bien en contra de cada heredero por su cuota.
(ii) Indivisibilidad estipulada con el causante (art. 1526 N° 4 inc. 2o CC): en este caso, cada
heredero puede ser obligado a entenderse con sus coherederos para pagar el total de la
deuda, o a pagarla él mismo.
(iii) No cabe la indivisibilidad de pago activa (art. 1526 N° 4 inc. 3o CC): si los herederos del
acreedor no entablan conjuntamente su acció n, sólo pueden exigir el pago de su cuota.
Pero es posible plantear el siguiente problema: los créditos (y sus cuotas) no pertenecen a
ningún heredero mientras no se haga la partició n, por lo que esta disposició n se
contradice con el art. 1344 CC. Para dar respuesta a ella, nacen dos posturas doctrinarias:
5. Pago de una cosa indeterminada: Se refiere a una cosa indeterminada cuya división
ocasiona grave perjuicio al acreedor. En este caso, cada uno de los deudores puede ser
obligado a entenderse con los demás para el pago de la cosa entera, o a pagarla él mismo.
Sobre lo anterior, es menester considerar nuevamente el principio de que no hay
indivisibilidad de pago activa (RAMOS PAZOS, MEZA BARROS).
Se produce una cuestión interesante respecto a los remedios establecidos en el art. 1489
CC: pretensión de cumplimiento especi ́fico o la resolución del contrato. Algunos autores
dicen que en ese caso hay una obligación alternativa, por lo tanto, si los acreedores son
varios, deben ponerse de acuerdo para pedir el cumplimiento o la resolució n.
27. Defina y explique las obligaciones puras y simples y las sujetas a modalidad. Defina
modalidad y señ ale sus caracteri ́sticas.
La regla es que las obligaciones sean puras y simples, esto es, que produzcan sus efectos
normalmente desde su nacimiento hasta su extinció n.
Sin embargo, en virtud del testamento, de la voluntad de las partes o de la ley, se puede
agregar a la obligació n una modalidad, con el objeto de alterar sus efectos normales, sea
en cuanto a su nacimiento, a su ejercicio o a su extinción.
La doctrina tradicional estima que la condición, el plazo y el modo son las principales
modalidades que contempla nuestro ordenamiento juri ́dico. Sin embargo, los autores
contemplan también como modalidades la solidaridad, las obligaciones alternativas o
facultativas, y la representación
(i) Son elementos accidentales de los actos juri ́dicos (art. 1444 CC). Pero
excepcionalmente son elementos de la naturaleza (ej. Condició n resolutoria tácita del art.
1489 CC) o incluso de la esencia (ej. Condición o plazo en el contrato de promesa, art.
1554 n°3 CC).
(ii) Son excepcionales, toda vez que la regla general es que los actos sean puros y simples.
Por eso, quien alegue la modalidad debe probarla (art. 1698 CC), permitiendo una
interpretació n restringida, por lo que no se presumen. Excepcionalmente se presume la
condición resolutoria tácita, pues conforme el art. 1489 CC, esta condició n va envuelta en
todo contrato bilateral.
(iii) Requieren de una fuente que las cree, que puede ser el testamento, la convención o la
ley. RAMOS PAZOS advierte que la sentencia judicial no es fuente, salvo que la ley lo
autorice, por ejemplo: art. 904 CC.
(iv) Por regla general, cualquier acto juri ́dico puede ser objeto de modalidades.
Excepcionalmente la ley no lo permite respecto de ciertos actos. La regla general es
contraria en el derecho de las familias en que no se aceptan las modalidades, pues no
opera el principio de autonomi ́a de la voluntad, ya que sus normas son de orden público;
por ejemplo, el matrimonio y el reconocimiento de un hijo no admite modalidad alguna.
El art. 1473 CC dispone: “Es obligación condicional la que depende de una condición, esto
es, de un acontecimiento futuro que puede suceder o no.”
Doctrinariamente, se define la condició n como ‘aquel hecho futuro e incierto del cual
depende el nacimiento o la extinció n de un derecho y su correlativa obligació n’. Esta
definición presenta la virtud de comprender sus elementos constitutivos (futuridad e
incertidumbre), como también su clasificació n más relevante (suspensiva y resolutoria).
Nuestro Código Civil ofrece una comprensión unitaria de la condición que, a pesar de
tener regulación en tres ámbitos, permite tener una institución única y con caracteres
comunes:
a) A propó sito de las disposiciones testamentarias condicionales (arts. 1070 y ss. CC).
(i) Hecho futuro: el hecho que la constituye debe ocurrir con posterioridad a la celebración
del acto (art. 1071 inc. 2o CC). Si se fija como condición un hecho presente o pasado, no se
suspende el cumplimiento de la obligación: si existe o ha existido el hecho, se mira como
no escrita la condició n; si no existe o no ha existido, no vale la obligació n (art. 1071 CC).
Esto es independiente de si las partes sabi ́an o ignoraban la existencia del hecho.
(ii) Hecho incierto: puede acontecer o no (art. 1081 inc. 3o CC). La incertidumbre debe ser
objetiva, no la determinan las partes.
Suspensivas y resolutorias: Como dispone el art. 1479 CC, “La condició n se llama
suspensiva si, mientras no se cumple, suspende la adquisició n de un derecho; y
resolutoria, cuando por su cumplimiento se extingue un derecho.” En consecuencia, si es
suspensiva, el derecho no nace; si es resolutoria, el derecho nace, pero está expuesto a
extinguirse. Desde luego, la definició n doctrina de condición ofrece esta clasificació n que,
en materia de efectos y cumplimiento, es la más relevante. Asi ́, la condición suspensiva es
aquel hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento de un derecho; y la
condición resolutoria es aquel hecho futuro e incierto del cual depende la extinció n de un
derecho.
Positivas y negativas: Como dispone el art. 1474 CC. “La condición es positiva o negativa.
La positiva consiste en acontecer una cosa; la negativa, en que una cosa no acontezca.”
Esta clasificación importa (i) para determinar cuándo debe considerarse cumplida o fallida;
y (ii) para comprender la imposibilidad de las condiciones.
Respecto al primer elemento (i) el art. 1482 CC dispone: “Se reputa haber fallado la
condición positiva o haberse cumplido la negativa, cuando ha llegado a ser cierto que no
sucederá el acontecimiento contemplado en ella, o cuando ha expirado el tiempo dentro
del cual el acontecimiento ha debido verificarse, y no se ha verificado.” En cuanto al
segundo elemento de importancia (ii), es menester comprender dos arti ́culos. El art. 1475
inc. 1o CC dispone que: “La condición positiva debe ser física y moralmente posible.”. Por
su parte, el art. 1476 CC agrega: “Si la condición es negativa de una cosa físicamente
imposible, la obligación es pura y simple; si consiste en que el acreedor se abstenga de un
hecho inmoral o prohibido, vicia la disposición.”
Posibles e imposibles, lícitas e ilícitas: Las condiciones fi ́sicamente imposibles son aquellas
contrarias a las leyes de la naturaleza fi ́sica. Por otra parte, las obligaciones moralmente
imposibles son aquellas en que el hecho que la constituye es prohibido por ley, o es
opuesto a las buenas costumbres o al orden público, tal como dispone el art. 1475 inc. 2o
CC. A su vez, se mira como imposible la condición concebida en términos ininteligibles
(art. 1475 inc. final CC).
́
e.1) Limite en el tiempo de la condición indeterminada
Es menester comprender el tiempo límite que debe esperarse para que la condición
indeterminada deba cumplirse. Para ello, existen dos posiciones doctrinarias. La primera
sostiene que se debe aplicar el art. 739 CC, en materia de fideicomiso, por lo que el plazo
sería 5 años. Otros autores, advierten que por no tener norma expresa en materia de
obligaciones en general, se debe aplicar la norma de la prescripción extraordinaria (art.
2511), esto es, 10 años. Así, RAMOS PAZOS señala que la segunda doctrina es la correcta,
pues 10 años es el tiempo má ximo establecido por el Código para dar estabilidad a todas
las situaciones jurídicas. De pronto, la regla del Art. 739 CC es excepcional.
Potestativas, casuales y mixtas: Conforme el art. 1477 CC: “Se llama condició n potestativa
la que depende de la voluntad del acreedor o del deudor; casual la que depende de la
voluntad de un tercero o de un acaso; mixta la que en parte depende de la voluntad del
acreedor y en parte de la voluntad de un tercero o de un acaso.”
La disposición omite dentro de las mixtas la que en parte depende de la voluntad del
deudor y en parte de la voluntad de un tercero o del acaso.
Como la condición presenta una regulación orgánica, pero dispersa en nuestro Código
Civil, es posible comprender ciertas reglas comunes a todas las condiciones, conforme los
siguientes criterios:
- Fallida: (i) Si es positiva: cuando ha llegado a ser cierto que no sucederá el hecho, o ha
expirado el plazo sin que suceda. (ii) Si es negativa: cuando sucede el hecho.
- Cumplida:
(ii) Si es negativa:
a) Determinada: cuando expira el plazo dentro del cual no debi ́a realizarse, sin que
suceda.
Forma de cumplimiento: Art. 1483 inc. 1o CC. “La condición debe ser cumplida del modo
que las partes han probablemente entendido que lo fuese, y se presumirá que el modo más
racional de cumplirla es el que han entendido las partes.”
Esto concuerda plenamente con el art. 1560 CC sobre la interpretació n de los contratos
(art. 1560 y ss. CC), que dispone que “Conocida claramente la intenció n de los
contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las palabras”
Pero luego, entra a operar la regla del art. 1484 CC, que dispone: “Las condiciones deben
cumplirse literalmente, en la forma convenida.”
Es decir, determinada la forma como las partes queri ́an que se cumplieran, tienen que
cumplirse de esa manera y no de otra, por lo que no pueden cumplirse por equivalencia,
siendo estrictamente necesaria la interpretación de la condición antes de verificar o llevar
a cabo su cumplimiento.
Art. 1483 inc. 1o CC. “La condición debe ser cumplida del modo que las partes han
probablemente entendido que lo fuese, y se presumirá que el modo más racional de
cumplirla es el que han entendido las partes.”
Esto concuerda plenamente con el art. 1560 CC sobre la interpretació n de los contratos
(art. 1560 y ss. CC), que dispone que “Conocida claramente la intención de los
contratantes, debe estarse a ella má s que a lo literal de las palabras”
Pero luego, entra a operar la regla del art. 1484 CC, que dispone: “Las condiciones deben
cumplirse literalmente, en la forma convenida.”
Es decir, determinada la forma como las partes queri ́an que se cumplieran, tienen que
cumplirse de esa manera y no de otra, por lo que no pueden cumplirse por equivalencia,
siendo estrictamente necesaria la interpretación de la condición antes de verificar o llevar
a cabo su cumplimiento.
Para comprender su cumplimiento, es menester tener en cuenta el art. 1481 inc. 2o CC,
que dispone: “Con todo, si la persona que debe prestar la asignación se vale de medios
ilícitos para que la condición no pueda cumplirse, o para que la otra persona de cuya
voluntad depende en parte su cumplimiento, no coopere a él, se tendrá por cumplida.”
Esto es aplicación del principio de que nadie se puede favorecer con su propio dolo.
1. Los términos en que está consagrado son propios de las asignaciones condicionales,
pese a estar ubicado en la parte de las obligaciones condicionales.
b) Es una sanció n, y además es una excepció n pues la regla general es que las condiciones
deben cumplirse de manera efectiva. Por eso debe interpretarse restrictivamente.
b) La norma se justifica plenamente tanto para las asignaciones como para las
obligaciones condicionales.
Esto es importante frente al caso en que la condición de todas formas habri ́a fallado. Si
optamos por la primera opció n, hay que tenerla por cumplida de todos modos; si optamos
por la segunda, la conclusión es la contraria.
(ii) Se refiere a cualquier hecho que en abstracto puede no ser reprobable, pero se estima
ili ́cito por la finalidad con que se realiza. Esta es la adecuada, pues de lo contrario se
estari ́a permitiendo el fraude.
b.1.e) Para que se aplique el Art. 1481 CC, ¿tiene que existir dolo, o basta la culpa?
b.1.f) En el supuesto de que la condición establecida por las partes constituya al mismo
tiempo un requisito establecido por la ley para que se pueda cumplir la obligación o
ejecutar el negocio, ¿cabe también el cumplimiento ficto? Ej. Contrato de promesa.
(i) No, porque una parte no puede llevar a la otra a una contravenció n de la ley.
(ii) Hay que distinguir dos etapas: la contratación, que da nacimiento a la obligación, y el
cumplimiento efectivo de ésta. Si se cumplen las exigencias para la aplicació n de la regla,
ella debe aplicarse, provocándose el cumplimiento ficto de la condició n y naciendo la
obligación. Otra cosa es que después, por imposibilidad legal o administrativa, no pueda
exigirse el cumplimiento de la obligación en especie.
(i) No, porque el Art. 1481 CC al hablar de medios ili ́citos, parece exigir un actuar.
(ii) Si la inactividad tiene por objeto justamente que la condición no se cumpla, debe
aplicarse la institución.
b.1.g) ¿Qué ocurre cuando el acreedor despliega medios para que la condición se
cumpla, con el objeto de que nazca el derecho y demandarlo? Aplicar la regla implica
tenerla por fallida.
Hay quien opina que aplica la regla, no por el Art. 1481 CC, sino porque se trata de un
vaci ́o legal, que se integra con la misma solución aplicable al deudor.
Para comprender su indivisibilidad, es menester comprender el art. 1485 inc. 1o CC, que
dispone: “No puede exigirse el cumplimiento de la obligación condicional, sino verificada la
condición totalmente.” Por ello, es imposible que se cumpla la obligación debida
condicionalmente por partes o de forma fraccionada.
(ii) Si es resolutoria: las partes quedan como si jamás hubieran estado vinculadas entre si ́,
el deudor condicional debe restituir lo que recibió al momento de celebrarse el acto.
En Chile no hay una norma expresa que la establezca. Esto genera un problema porque
hay casos en que se acepta y casos en que se rechaza.
(i) Casos en que se acepta el efecto retroactivo (arts. 1486, 2413, 1487, 1490 y 1491).
a) Art. 1486 inc. 2o CC: el acreedor tiene derecho a los aumentos y mejoras de la cosa
ocurridos cuando estaba pendiente la condición.
b) Art. 2413 inc. 2o CC: vale la hipoteca desde la fecha de su inscripción una vez cumplida
la condición suspensiva bajo la cual se otorgó .
c) Art. 1487 CC: cuando se cumple la condició n resolutoria, el deudor debe restituir todo
lo recibido.
d) Arts. 1490 y 1491 CC: privan de valor a las enajenaciones hechas por el deudor en el
tiempo intermedio, a menos que se cumplan ciertos requisitos.
a) Art. 1488 CC: cumplida la condició n resolutoria, no se deben restituir los frutos
producidos por la cosa mientras estuvo pendiente la condició n.
c) Art. 758 CC: el fiduciario puede mudar la forma del fideicomiso. Además, se acepta que
cumplida la condición y operada la restitución, subsisten los arrendamientos hechos por el
fiduciario.
d) Arts. 1490 y 1491 CC: las enajenaciones hechas por el deudor estando pendiente la
condición generalmente valen.
b) Otros señ alan que la retroactividad es la excepció n, pues al comprenderse como una
ficción, no puede extenderse a otros casos que los previstos expresamente.
Riesgos de la cosa debida bajo condición: En cuanto al riesgo de la cosa debida bajo
condición, el art. 1486 inc. 1o primera parte CC dispone: “Si antes del cumplimiento de la
condición la cosa prometida perece sin culpa del deudor, se extingue la obligación; (...)”
RAMOS PAZOS advierte que es falso que se extinga, porque no ha existido nunca. Lo que
ocurre es que deja sin objeto una obligació n que posteriormente puede nacer, dejando sin
causa a la obligació n correlativa. En consecuencia, lo que se extingue es el contrato.
En esta materia no se sigue la regla general del art. 1550 CC, según la cual el riesgo es del
acreedor. Es justo que asi ́ sea, porque las cosas se pierden para su dueñ o, que es el
deudor mientras pende la condición.
Asi ́, el art. 1486 inc. 1o segunda parte CC., dispone “...y por culpa del deudor, el deudor es
obligado al precio, y a la indemnización de perjuicios.”
Finalmente, el art. 1486 inc. final CC, dispone “Todo lo que destruye la aptitud de la cosa
para el objeto a que según su naturaleza o según la convención se destina, se entiende
destruir la cosa.”
30. Explique los efectos de la condició n suspensiva.
b) Si el deudor paga antes del cumplimiento, paga lo no debido y puede pedir restitució n
(art. 1485 inc. 2o CC).
c) El acreedor no puede ejercer la acción pauliana (art. 2468 CC), pues todavi ́a no es
realmente acreedor.
d) No hay obligación actualmente exigible. Por ello la prescripción no está corriendo (art.
2514 inc. 2o CC), no se puede novar (art. 1633 CC), no puede operar compensación (art.
1656 N° 3 CC) y el deudor no está en mora.
́
(ii) El vinculo ́
juridico existe
El acto o contrato se generó , pues nació en la vida del derecho, pero el derecho y la
obligación no han nacido. Ello, genera las siguientes consecuencias:
b) El deudor no puede retractarse; el contrato es ley para los contratantes (art. 1545 CC).
Algunos dicen que tiene un germen de derecho. Ello, genera las siguientes consecuencias:
a) El acreedor condicional puede impetrar providencias conservativas (arts. 1492 inc. 3o,
1078 inc. 1o y 761 inc. 2o CC).
b) Este germen se transmite a los herederos (art. 1492 inc. 1o CC), lo que no ocurre en 2
casos:
c) Si el deudor paga, el pago es válido y no puede repetir (Art. 1485 inc. 2o CC).
f) Por regla general no se entregan los frutos que la cosa produjo en el tiempo intermedio
(Arts. 1078 inc. 3o y 1488 CC).
31.Explique los efectos de la condición resolutoria (ordinaria; tá cita y pacto comisorio).
La condición resolutoria puede tener tres modalidades, a saber: ordinaria, tácita y pacto
comisorio.
d.2) Condición resolutoria tácita Es la que va envuelta en todo contrato bilateral para el
caso de no cumplirse por la otra parte lo pactado (art. 1489 CC). Por ello,
doctrinariamente, se advierte que la condició n resolutoria tácita es aquel hecho futuro e
incierto del cual depende la extinció n de un derecho, que nace a consecuencia del
incumplimiento de una de las partes de lo pactado.
Asi ́, la gran diferencia conceptual entre la condición resolutoria ordinaria con la condición
resolutoria tácita está dada por el incumplimiento o no de las partes de lo pactado. Si la
condición resolutoria no depende de un incumplimiento, esta será ordinaria; pero si
depende del incumplimiento de lo pactado, la condición resolutoria será tácita.
32. Defina y explique la condición resolutoria tácita. Explique sus caracteri ́sticas y
requisitos de procedencia: (a) que se trate de un contrato bilateral; (b) incumplimiento
imputable; (c) que se haya cumplido o se allane a cumplir por quien invoca; (d) declaración
judicial: El incumplimiento de una obligació n en un contrato bilateral da a la otra parte un
derecho alternativo (remedio contractual) para solicitar el cumplimiento (pretensió n de
cumplimiento especi ́fico) o la resolución del contrato, y en ambos casos con
indemnización de perjuicios.
1) Justificaciones de equidad.
3) Falta de causa (si una de las partes no cumple su obligación, la obligació n de la otra no
tiene causa). Se le critica que, si faltara la causa, el contrato seri ́a nulo, por lo que no se
podri ́a pedir el cumplimiento. La causa se ve al momento de celebrarse el contrato; el
incumplimiento posterior no la hace desaparecer.
d) Es simplemente potestativa, toda vez que depende de un hecho voluntario del deudor.
Para estar en presencia de la condición resolutoria tácita, los autores (RAMOS PAZOS)
sostienen que deben cumplirse con los siguientes requisitos copulativos:
(iii) Que quien la invoca haya a su vez cumplido o esté llano a cumplir su obligació n.
(i) Que se trate de un contrato bilateral: A propósito de este primer requisito existen
posturas doctrinarias diversas. Por una parte, CLARO SOLAR cree que oper a incluso en los
contratos unilaterales, ofreciendo los siguientes argumentos:
1. Enelcomodato,sedaalcomodantelafacultaddepedirlarestitución de la cosa si el
comodatario no la destina al uso convenido (art. 2177 CC).
2. En la renta vitalicia, la ley ha tenido que decir expresamente que el acreedor no puede
pedir la resolución aun si no se le paga la pensió n (art. 2271 CC).
3. En la prenda, el deudor puede pedir restitución inmediata si el acreedor abusa de la
cosa (art. 2396 CC).
4. No obstante, la mayori ́a de la doctrina (PEÑ AILILLO, ABELIUK) y la jurisprudencia
mayoritaria estima que sólo cabe en los contratos bilaterales, ofreciendo los siguientes
argumentos:
La resolución en los contratos de tracto sucesivo pasa a llamarse terminación, porque sus
efectos no operan retroactivamente, sino sólo para el futuro, debido a que las
prestaciones de una de las partes no se pueden devolver en el tiempo. Por ello, la
terminació n constituye otro remedio contractual, por el cual el contrato de tracto
sucesivo se extingue y, con ello, deja de producir sus efectos; por ejemplo, en el contrato
de arrendamiento.
a) No es un contrato bilateral.
d) El Art. 1348 CC hace aplicables a la partició n acciones de los contratos, como nulidad y
rescisión, pero nada dice de la resolución.
e) La hipoteca legal del Art. 662 CPC está establecida justamente porque los comuneros
no tienen acció n resolutoria frente al comunero que no paga la diferencia.
́
ii.c) Incumplimiento reciproco de los contratantes. ¿Qué pasa cuando ambos
contratantes incumplen?
ii.d) Quien demanda la resolució n debe hacer cumplido su propia obligació n o allanarse
a cumplirla.
Esto se deriva del art. 1552 CC. “En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes
está en mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o
no se allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.”
(iii) Que una sentencia judicial declare la resolució n del contrato: Siempre será necesario
que se declare la resolució n del contrato por sentencia judicial, y esto la diferencia de la
condición resolutoria ordinaria.
Si operara de pleno derecho, el acreedor no podri ́a usar los remedios contractuales que le
da el art. 1489 CC de pedir el cumplimiento. Aunque se critica que de todos modos el
acreedor puede renunciar a la resolució n.
En todo caso, el acreedor tiene que ejercer su opció n, para lo cual debe entablar la acció n
correspondiente, que será resuelta en una sentencia judicial.
iii.b) ¿Es cierto que demandada la resolució n el deudor puede enervar la acció n,
pagando?
a) Asi ́ se ha sostenido casi invariablemente por la doctrina, lo que se funda en el art. 310
CPC, que permite oponer la excepción de pago en cualquier estado de la causa hasta la
citación para oi ́r sentencia o la vista de la causa (primera/segunda instancia).
- Se vulnera el art. 1489 CC, que otorga la opción y el remedio contractual exclusivamente
al contratante cumplidor. Si se le da al deudor la opció n de pagar durante el juicio, se le
estari ́a dando a él la elección (al deudor), lo que atenta con la idea de los remedios
contractuales por incumplimiento contractual.
- Una cosa es poder oponer la excepción de pago, y otra muy distinta es poder pagar, lo
que se desprende el mismo arti ́culo 310 CPC.
- Todo contrato es ley para los contratantes, por lo que las partes debe cumplir sus
obligaciones en la forma y oportunidad convenidas.
Lo único que atenta contra esta tesis es el art. 1879 CC, relativo al pacto comisorio
calificado, que permite al comprador enervar la acción de resolución pagando dentro de
24 horas subsiguiente de la notificación de la demanda. Si en este caso el legislador lo
permite, por ló gica deberi ́a permitirse en el caso de la simple condició n resolutoria tácita.
Pero esta disposición es especial, y no permite sacar conclusiones generales (RAMOS
PAZOS)
Y. CUBILLOS ROMÁ N
Surge la duda por la ubicación de la disposició n, pero hoy está claro que su alcance es
general, pudiendo establecerse en cualquier contrato (incluso unilaterales) y por el
incumplimiento de cualquier obligación. Razones:
a) El pacto comisorio no es otra cosa que la condició n resolutoria tácita expresada.
Esta clasificación se desprende del art. 1879 CC. El pacto comisorio simple es aquella
condición resolutoria tácita expresada en el contrato. Por otro lado, el pacto comisorio
calificado o con cláusula de resolución ipso facto es aquel acuerdo de las partes en orden
a dejar sin efecto el contrato, de inmediato, ipso facto, si el deudor incumple sus
obligaciones.
(i) Efecto del pacto comisorio simple en el contrato de compraventa por no pago del
precio
Se desprende del art. 1878 CC. “Por el pacto comisorio no se priva al vendedor de la
elección de acciones que le concede el artículo 1873.”
(iii) Efectos del pacto comisorio calificado en el contrato de compraventa por no pago
del precio
Conforme el art. 1879 CC. “Si se estipula que, por no pagarse el precio al tiempo
convenido, se resuelva ipso facto el contrato de venta, el comprador podrá , sin embargo,
hacerlo subsistir, pagando el precio, lo más tarde, en las veinticuatro horas subsiguientes a
la notificación judicial de la demanda.”
Queda claro que la resolució n no opera de pleno derecho, sino que requiere declaració n
judicial. Esto se debe a que hay un interés social en las transferencias de dominio que
sigue a los ti ́tulos traslaticios. La resolució n no só lo afecta a las partes, sino que puede
alcanzar a terceros poseedores.
El plazo para pagar es de horas y fatal: se empieza a contar desde el momento mismo de
la notificación de la demanda. La discusión se da si el plazo es de veinticuatro horas o de
cuarenta y ocho, por la interpretació n de la frase “subsiguientes”. La jurisprudencia se
inclina por la primera posición.
Incluso, se ha advertido que la resolución requiere sentencia judicial, por las siguientes
razones:
Parece claro que opera de pleno derecho, porque eso es lo que las partes pretendieron al
estipularlo. No se trata del pacto comisorio del art. 1879 CC, por lo que no hay razón para
aplicar sus reglas. Esa disposició n es excepcional y su aplicació n debe ser restrictiva. Como
no hay reglas especiales, hay que recurrir a las reglas de interpretación de los contratos,
en que resulta relevante el Art. 1560 CC, segú n el cual hay que atender a la intención de
las partes.
Es menester tener en cuenta el art. 1880 CC dispone que: “El pacto comisorio prescribe al
plazo prefijado por las partes, si no pasare de cuatro años, contados desde la fecha del
contrato.
Transcurridos estos cuatro años, prescribe necesariamente, sea que se haya estipulado un
plazo má s largo o ninguno.”
g.4.a) Prescrita la acció n del pacto comisorio, ¿podriá demandarse la resolució n fundada
́
en el articulo 1489?
a) La acción resolutoria se extingue irremediablemente. El Art. 1880 CC se refiere a la
acción comisoria del Art. 1878 CC, que a su vez se remite a la resolutoria del Art. 1873 CC.
Si se estipuló pacto comisorio es porque las partes quisieron someterse a estas reglas, y
no a las de la condició n resolutoria tácita; su renuncia a la acción de esta condición se
presume.
34.Defina y explique las obligaciones modales. Defina modo y señ ale los requisitos que
deben cumplir. Explique sus efectos (incumplimiento del modo) y la cláusula resolutoria: El
Código trata las asignaciones modales en los arts. 1089 y siguientes del Código, esto es, en
el Libro III, a propósito de las “sucesiones por causa de muerte y las donaciones entre
vivos”, y que de acuerdo al art. 1493 CC, estas normas se aplican a las convenciones en lo
que no pugnen con los arti ́culos anteriores.
Los autores advierten que su tratamiento y regulació n en el Libro III del Código es lógica,
pues es alli ́ donde normalmente suele tener aplicación, a propó sito de las asignaciones
testamentarias, en que el causante, en su testamento, dispone de una obligación modal (u
obligaciones a modo, como señ ala PEÑ AILILLO).
El art. 1089 CC no define modo, sino sólo lo diferencia de la condición, por lo que es
posible desprender una conceptualizació n de esta modalidad:
Art. 1089 CC. “Si se asigna algo a una persona para que lo tenga por suyo con la obligación
de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas obras o sujetarse a ciertas cargas,
esta aplicación es un modo y no una condición suspensiva. El modo, por consiguiente, no
suspende la adquisición de la cosa asignada.”
Por ello, con lo dispuesto en el arti ́culo en comento, puede concluirse, siguiendo a
PEÑ AILILLO, que el modo “es una carga consistente en destinar un objeto a cierta
finalidad”. Otros advierten (RAMOS PAZOS), que el modo “la carga que se impone a quien
se otorga una liberalidad”. Incluso, exegéticamente, puede advertirse que el modo “es el
fin especial al que debe aplicarse el objeto asignado”.
Por ello, los autores (CUBILLOS) señ alan que el modo debe cumplir con ciertos elementos:
(i) Debe surgir de una liberalidad44, esto es, de una entrega a ti ́tulo de dominio
(trasferencia y transmisió n del dominio) de una cosa, sin que se espere algo a cambio,
existiendo por una parte un gravamen y por otra un beneficio o utilidad. Algunos autores
del derecho comparado se refieren expresamente a un “acto gratuito”. Ello se explica,
pues su regulación se da en sucesión testamentaria o en donaciones, inclusive.
(ii) Debe existir una carga, esto es, la imposición de que la cosa entregada se destine a una
cierta finalidad, establecida previamente.
(iii) Debe señ alarse expresamente el contenido y forma de cumplimiento del modo, pues
depende necesariamente de la redacció n en la que se establezca. Por lo demás, puede
agregarse una ‘clausula resolutoria’ en caso de incumplimiento del modo.
Por ello, PEÑ AILILLO señala que conforme la doctrina más difundida y a algunos textos
legales, se pueden mencionar las siguientes caracteri ́sticas principales:
(i) La accesoriedad,
La liberalidad implica que un agente se desprende de una cosa singular, ya sea por
trasferencia (entre vivos, como una donació n), o por transmisió n (por causa de muerte,
como el legado), del cual solo una parte reporta un beneficio o utilidad (quien recibe la
cosa) frente a otra que se grava (quien transfiere o transmite). Este desprendimiento de
un bien del patrimonio supone que la persona enajena una cosa, ya sea constituyendo un
derecho de dominio, en sentido estricto. Esta liberalidad deviene de la tradició n de que la
causa de los contratos gratuitos deriva de la “intención liberal” de dar una cosa
determinada sin esperar algo a cambio, tal como advirtió POTHIER, que al reformular la
teori ́a causalista de DOMAT, consagra esta regla que posteriormente BELLO plasmó
elegantemente en el arti ́culo 1467 inciso 1° del Código Civil.
- En este sentido, PEÑ AILILLO advierte en una cita al pi ́e de página de su tratado, que se
puede referir a una carga, fin, u obligació n accesoria.
- El legado es una disposició n testamentaria a ti ́tulo singular.
Por otro lado, PEÑ AILILLO ofrece el siguiente ejemplo: A se obliga a trasferir un predio a B,
quien destinará cierta superficie a una experiencia agri ́cola.
Por ello, los contornos entre la condición y el modo muchas veces no son fáciles de
comprender, por lo que siempre dependerá, en la práctica, de la forma en que se
encuentren redactadas y expresadas en el contrato, primando en esto, la autonomi ́a de la
voluntad. El profesor ABELIUK señ ala que, si la cosa se adquiere una vez que se haga algo,
será una condición; pero si se adquiere la cosa para que se haga algo, será un modo.
(ii) Si la imposibilidad es relativa, se puede cumplir por equivalencia (art. 1093 inc. 2o CC).
a) Si no hay hecho o culpa del deudor: no se cumple el modo. b) Si hay hecho o culpa del
deudor:
De acuerdo al art. 1090 CC: “En las asignaciones modales se llama clá usula resolutoria la
que impone la obligación de restituir la cosa y los frutos, si no se cumple el modo.
Para algunos autores (RAMOS PAZOS), en los contratos esta cláusula seri ́a un pacto
comisorio, pero presenta diferencias, por ejemplo, en los frutos, en que en las
obligaciones modales el deudor debe restituir la cosa y los frutos, lo que no ocurre con el
deudor condicional.
35. Defina plazo a la luz del Código Civil (explique la forma de interpretación del artículo
1494 del Código) y a la luz de la doctrina. Señ ale los elementos constitutivos.
El profesor ABELIUK señ ala que el Código fue algo desordenado para la reglamentació n del
plazo: dio reglas de su computación en el Ti ́tulo Preliminar (arts. 48 y ss. CC), las trató en
el ti ́tulo “De las obligaciones a plazo” (arts. 1494 a 1498 CC); finalmente y de acuerdo al
arti ́culo 1498 CC, lo dicho en el Ti ́tulo IV del Libro III, sobre las asignaciones testamentarias
a di ́a se aplican a las convenciones”, esto es, también rigen las disposiciones dadas para el
Código para la sucesió n por causa de muerte. Incluso, Ramos Pazos señ ala que incluso se
regula el plazo como un modo de extinguir las obligaciones de un contrato de tracto
sucesivo, como seri ́a, por ejemplo, el arti ́culo 1950 número 2 del CC, en materia de
arrendamiento.
En materia de Derecho Civil Patrimonial, la regla es que toda obligación puede ser
sometida a plazo, salvo que expresamente el legislador establezca lo contrario, por
ejemplo, el art. 1192 CC que prohi ́be modalidades respecto de la legi ́tima, o el art. 1723
CC en los pactos de modificació n de régimen. Lo mismo se aplica, en materia de
matrimonio o reconocimiento de un hijo, que no admiten modalidad alguna.
El art. 1494 inc. 1o CC dispone que: “El plazo es la época que se fija para el cumplimiento
de la obligación (...)”; comprendiendo exclusivamente el plazo suspensivo.
El decano ALESSANDRI advierte que la palabra ‘época’ debe ser interpretada de acuerdo a
la regla del art. 21 del CC, esto es, entendiendo que dicha palabra corresponde a una
determinada ciencia o arte, pues se debe tomar en el sentido que les den aquellos que
profesan la misma ciencia o arte. Asi ́, señ ala que la palabra época deviene del estudio de
la astronomi ́a o astrologi ́a que significa “un punto determinado en el espacio”. Por ello, el
decano señ alaba en sus clases (como advierte elegantemente VODANOVIC), la época no
se circunscribe a una fecha o a un tiempo determinado, sino que simplemente a cualquier
evento o punto que se refleja en el espacio.
Doctrinariamente, se define al plazo como “aquel hecho futuro y cierto del cual depende
su ejercicio (exigibilidad) o la extinción de un derecho, y que produce sus efectos sin
retroactividad”. Esta definición es la más aceptada en la doctrina, pues contiene sus
elementos constitutivos, como también se refiere a su clasificació n más relevante: plazo
suspensivo y plazo extintivo.
Respecto de las asignaciones testamentarias, los arts. 1081 a 1088 CC van señ alando los
casos en que hay plazos o en que hay condiciones. Desde luego, el profesor RAMOS PAZOS
ofrece las siguientes dos reglas:
1. a) Todaslasasignaciones“desde”soncondicionales,salvolasdesdedi ́acierto y
determinado, que son plazos.
2. b) Todas las asignaciones “hasta” están sujetas a plazo, salvo las hasta di ́a incierto
e indeterminado, que son condicionales.
iii. Expreso y tá cito: Es menester comprender el art. 1494 inc. 1o CC que dispone “El plazo...
puede ser expreso o tácito. Es tá cito el indispensable para cumplirlo.” Por ello, el plazo
expreso es el que estipulan las partes, en términos formales y explícitos. Esto tiene
importancia para efectos de constituir en mora al deudor (art. 1551 N° 2 CC).
iv. Convencional, legal y judicial: El plazo convencional es aquel que estipulan las partes
para su exigibilidad o extinción. El plazo legal es aquel que es establecido por el
legislador, y finalmente, el plazo judicial es aquel que lo determina el juez.
Los plazos judiciales son excepcionales: art. 1494 inc. 2o CC. “No podrá el juez, sino en
casos especiales que las leyes designen, señalar plazo para el cumplimiento de una
obligación: sólo podrá interpretar el concebido en términos vagos u oscuros, sobre cuya
inteligencia y aplicación discuerden las partes.” No obstante, se pueden encontrar casos de
plazos judiciales en el Código Civil: Ej. arts. 904 (para restituir la cosa en la reivindicatoria),
art. 1094 CC (para cumplir el modo), art. 2201 CC (para que el mutuario pague).
* Plazo de gracia
Conforme lo que dispone el art. 1656 inc. final CC. “Las esperas concedidas al deudor
impiden la compensación; pero esta disposición no se aplica al plazo de gracia concedido
por un acreedor a su deudor.”
Este plazo de gracia no se refiere al que otorga el juez para que el deudor pueda cumplir
más allá del plazo convencional, pues este tipo de plazo atentaría contra la ley del
contrato y contra el art. 1494 inc. 2o CC.
El plazo de gracia a que se refiere el art. 1656 CC es una espera o prórroga que otorga el
acreedor.
La regla general es que los plazos sean corridos, como lo dispone el art. 50 CC. La
excepción má s importante es la del art. 66 CPC respecto de los plazos de días. En general,
los plazos procesales son de días útiles, esto es, de días há biles.
vi. Suspensivo y extintivo: El plazo suspensivo es aquel que marca el momento desde el cual
empieza el ejercicio de un derecho o el cumplimiento de una obligación.
Doctrinariamente, se señala que el plazo suspensivo es aquel hecho futuro y cierto del
cual depende la exigibilidad de un derecho.
El plazo extintivo es aquel que por su cumplimiento extingue un derecho y la correlativa
obligación. Doctrinariamente, se señala que el plazo suspensivo es aquel hecho futuro y
cierto del cual depende la extinción de un derecho.
Para estudiar los efectos del plazo es menester distinguir entre el plazo suspensivo o el
plazo extintivo, en sus 2 estados (pendiente o cumplido).
Pendiente el plazo el derecho ha nacido (art. 1084 CC), pero no es exigible. La obligación
no es actualmente exigible. Este efecto, produce las siguientes consecuencias:
ii. Si el deudor paga antes, paga lo debido, y no puede pedir restitución (art. 1495 CC). El
pago anticipado es una renuncia al plazo. Pero esto no se aplica al caso del art. 1085 CC,
referido a las asignaciones desde di ́a cierto pero indeterminado.
iii. El acreedor puede impetrar medidas conservativas. La ley no lo dice, pero si puede el
acreedor condicional, con mayor razón puede el a plazo, que ya tiene el derecho.
La obligación del deudor pasa a ser actualmente exigible, por lo que empieza a correr la
prescripción, y puede operar la compensación legal. Si el plazo es convencional, su solo
cumplimiento constituye en mora al deudor (art. 1551 N° 1 CC).
c.1) Pendiente: el acto produce todos sus efectos, como si fuera puro y simple.
c.2) Cumplido: se extingue el derecho por el solo ministerio de la ley, pero sin efecto
retroactivo. En los contratos de tracto sucesivo, se extingue el contrato.
38.Explique las formas de extinción del plazo: (a) vencimiento; (b) renuncia; (c) caducidad
legal y convencional.
El plazo está establecido en beneficio de una o ambas partes, por lo cual es perfectamente
renunciable de acuerdo a la regla general del art. 12 CC. Por ello, corresponderá el
derecho a renunciar el plazo solo aquel en cuyo beneficio está establecido, siendo lo
normal que sea en favor del deudor.
Asi ́, el art. 1497 CC, se refiere exclusivamente a la renuncia realizada por el deudor, al
disponer: “El deudor puede renunciar el plazo, a menos que el testador haya dispuesto o
las partes estipulado lo contrario, o que la anticipación del pago acarree al acreedor un
perjuicio que por medio del plazo se propuso manifiestamente evitar.
De acuerdo al art. 2204 CC, si el mutuo es con interés, no se puede pagar antes, pues el
plazo está establecido en beneficio de ambas partes. Sin embargo, el art. 10 de la ley
18.010 sobre operaciones de créditos de dinero, contiene una contra excepció n en que,
aun habiéndose pactado intereses, el deudor puede anticipar el pago de su deuda, incluso
contra la voluntad el acreedor.
Como señ ala el profesor ABELIUK, la caducidad del plazo consiste en la renuncia
anticipada de este en los casos previstos por el legislador o por la convenció n. En este
sentido, no obstante, no haber transcurrido i ́ntegramente la época, el acreedor puede
exigir el cumplimiento anticipado de la obligación, por las situaciones que le propio
legislador o la convención lo han señ alado.
La caducidad legal del plazo se encuentra en el art. 1496 CC, el que dispone:
“Art. 1496. El pago de la obligación no puede exigirse antes de expirar el plazo, si no es:
1o Al deudor que tenga dicha calidad en un procedimiento concursal de liquidación, o se
encuentre en notoria insolvencia y no tenga la calidad de deudor en un procedimiento
concursal de reorganización; 47
2o Al deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se han extinguido o han disminuido
considerablemente de valor. Pero en este caso el deudor podrá reclamar el beneficio del
plazo, renovando o mejorando las cauciones”
Para que opere el nú mero 2, es menester cumplir con los siguientes requisitos:
3. Que ello se deba a un hecho o culpa del deudor. Si se debe a un caso fortuito, no
caduca el plazo, salvo en el caso de la hipoteca.
Se produce cuando las partes en forma expresa acuerdan que el acreedor pueda exigir el
cumplimiento inmediato y total de la obligació n, si el deudor incumple. En doctrina y en la
práctica esto se denomina “clá usula de aceleración”, que crea problemas en cuanto al
momento en que empieza a correr la prescripció n. En este sentido, la jurisprudencia ha
fallado en 2 ámbitos.
2. La cláusula está establecida en beneficio del acreedor, asi ́ que, aunque sea ipso facto,
debe existir una manifestació n expresa del acreedor para hacer exigible la obligación.
Mientras ello no ocurra, cada cuota es exigible desde la respectiva fecha de vencimiento.
40.Defina pago o solución conforme el Có digo Civil. Explique su naturaleza juri ́dica y sus
caracteri ́sticas: (a) específico; (b) completo; (c) indivisible; (d) oportuno. 41. ¿Quién puede
hacer el pago? Refiérase a las reglas del pago realizado por el deudor (3), por un tercero
interesado (casos) y por un tercero extrañ o. Explique los efectos de este último caso (con
consentimiento del deudor; sin el consentimiento del deudor; contra la voluntad del
deudor).
El arti ́culo 1568 CC señ ala que “el pago efectivo es la prestación de lo que se debe”, por lo
que es perfectamente posible colegir que el pago es el cumplimiento de la obligació n, en
la forma en la que ella se encuentra establecida, es decir, consiste en la satisfacció n del
interés negocial del acreedor y es la forma en la cual se lleva a cabo la prestación, por
parte del sujeto deudor.
Por ello, aun cuando el pago se encuentre regulado en el epi ́grafe de los “modos de
extinguir las obligaciones”, este es un efecto que se produce solo a consecuencia del
cumplimiento (pago) i ́ntegro de la obligación. Pues puede ocurrir que el pago sea solo
parcial, o que se pague por subrogació n, lo que no producirá su extinción, pues
precisamente la obligació n va a subsistir en el resto (en cuanto al primero caso) o quedar
i ́ntegra la obligación respecto del tercero que paga y reemplaza al acreedor (en cuando al
segundo caso). Por ello, no siempre el pago producirá el efecto de extinguir las
obligaciones; si la extingue, es porque es consecutivamente considerada luego de su
cumplimiento i ́ntegro y oportuno.
Con aun mayor precisió n, como advierte ABELIUK, el pago o solución, son en nuestro
Código términos sinó nimos, como lo revela el epi ́grafe del Ti ́tulo XIV y el nú mero 1° del
art. 1567, que usan precisamente la preposició n “o”; solució n proviene del lati ́n “solvere”,
que significa “desatar”. Asi ́ como la obligación ata al deudor, el cumplimiento de ella lo
desliga.
En la literatura se ha discutido latamente sobre la naturaleza juri ́dica del pago, aun cuando
es indiscutible que se trate de un acto juri ́dico bilateral, pues supone el concurso real de
dos voluntades, por una parte, un acreedor y, por otra parte, un deudor. Pero para
nuestra comprensión, el pago solo tiene el efecto de
extinguir las obligaciones que nacen del vi ́nculo obligacional, por lo que es perfectamente
posible colegir que el pago es una convención extintiva de obligaciones.
A pesar de ello, hay ciertos autores que han discutido esta naturaleza, pues puede ocurrir
que el pago puede realizarse contra la voluntad del acreedor mediante el pago por
consignación. Pero como advierte ABELIUK, lo que ocurre es que, junto al deber de pagar,
el deudor tiene el derecho de liberarse, y la voluntad del acreedor, si se ha negado, se
suple con la declaració n judicial de suficiencia del pago.
Incluso, y siguiendo el mismo sentido, el profesor Alessandri señ alaba en sus cátedras que,
en las obligaciones de dar, el cumplimiento de dicha obligación se efectuaba a través de la
tradición de la cosa debida, por lo que la tradició n constituye pago, para todos los efectos
legales.
Desde luego, si consideramos al pago como una convenció n, esta debe cumplir con los
requisitos generales de todo acto juri ́dico, tal como dispone el art. 1446 del Código.
El pago constituye una convención que se efectúa en razó n de las partes que participan
del concurso de voluntades. Desde luego, si por error se hace a una persona distinta del
acreedor, no extingue la obligació n, pues en este caso, y como señ ala el aforismo juri ́dico,
quien paga mal, paga dos veces, sin perjuicio del derecho a repetir (art. 2295 CC).
4. Caracteri ́sticas (requisitos) del pago: El profesor RAMOS PAZOS señ ala que el pago tiene
las siguientes caracteri ́sticas (en tanto requisitos): (a) debe ser especi ́fico; (b) debe ser
completo; (c) debe ser indivisible. Por nuestra parte, agregamos que el pago también debe
ser (d) en tiempo oportuno.
El art. 1569 CC dispone: “El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al tenor de
la obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan las leyes.
El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a
pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida.”
Desde luego, la especificidad del pago depende del tenor de la obligación, y con ello, el
deudor debe cumplir y el acreedor debe exigir, lo que estrictamente señ ala el objeto de la
prestación.
El pago debe comprender i ́ntegramente lo debido, incluidos los accesorios, tal como
dispone el art. 1591 inc. 2o CC: “El pago total de la deuda comprende el de los intereses e
indemnizaciones que se deban.”
Incluso, y por regla general, los gastos del pago son del deudor (art. 1571 CC).
c) El pago es indivisible
Esta regla de divisibilidad se comprende de la lectura del art. 1591 inc. 1o CC: “El deudor
no puede obligar al acreedor a que reciba por partes lo que se le deba, salvo el caso de
convención contraria; y sin perjuicio de lo que dispongan las leyes en casos especiales.”
A pesar de esta regla general, el pago se puede dividir en los siguientes casos:
1. Pago hecho por el representante legal del deudor (art. 43 y 1448 CC)
2. Pago hecho por un mandatario del deudor (art. 2116 CC)
3. Pago hecho por un heredero del deudor, pues los herederos son continuadores de
la persona del causante.
i. Pago hecho por el codeudor solidario: por el hecho de pagar, se extingue la obligación
respecto de él, pero se subroga en los derechos del acreedor.
ii. Pago hecho por un fiador: también se subroga en los derechos del acreedor.
iii. Pago hecho por el tercer poseedor de la finca hipotecada: es el poseedor del inmueble
hipotecado que no está obligado personalmente al pago de la deuda. Se pueden dar dos
situaciones:
En estos casos, el pago no produce la extinción de la obligación, pues ésta subsiste entre
el que hizo el pago y el deudor, pues se identificará un pago por subrogació n.
Tal como dispone el art. 1572 CC. “Puede pagar por el deudor cualquiera persona a
nombre del deudor, aun sin su conocimiento o contra su voluntad, y aun a pesar del
acreedor.
Se acepta el pago por un tercero extrañ o porque al acreedor le interesa que le paguen, sin
importar quién lo haga, y porque precisamente a la sociedad le interesa que las deudas se
paguen, siendo un criterio de seguridad y de certeza juri ́dica.
Para identificar los efectos del pago hecho por un tercero extrañ o es menester distinguir
la forma en la cual se llevó a cabo el pago:
El que paga con el consentimiento expreso o tácita del deudor se subroga en los derechos
del acreedor a quien paga. Si se entiende de forma estricta el que paga es un mandatario
del deudor, por lo que este tiene dos acciones:
Tal como dispone el art. 1573 CC. “El que paga sin el conocimiento del deudor no tendrá
acción sino para que éste le reembolse lo pagado; y no se entenderá subrogado por la ley
en el lugar y derechos del acreedor, ni podrá compeler al acreedor a que le subrogue.”
En este caso, no hay subrogació n legal, sino só lo convencional si el acreedor le subroga
voluntariamente en sus derechos (art. 1611 CC). Si no es asi ́, el tercero só lo tendrá la
acción de reembolso.
El art. 1574 CC dispone: “El que paga contra la voluntad del deudor, no tiene derecho para
que el deudor le reembolse lo pagado; a no ser que el acreedor le ceda voluntariamente
su acción.”
Este tercero que paga contra la voluntad del deudor es considerado un agente oficioso, lo
que es importante porque el art. 2291 CC establece una regla que se contradice con el art.
1574 CC: si el pago fue útil al deudor (extinguió la obligación), hay acció n de repetición.
a) Unos sostienen que el art. 1574 CC debe aplicarse cuando el pago no ha sido ú til al
deudor, y el art. 2291 CC cuando le fue ú til.
b) Por otro lado, hay quienes señ alan que el art. 1574 CC rige para pagos aislados, que no
corresponden a la administració n de un negocio, y el art. 2291 CC se debe aplicar a la
agencia oficiosa, en que hay administración de un negocio.
c) Finalmente, hay otros que sostienen que el art. 2291 CC se aplica cuando concurren
copulativamente 2 requisitos:
42.¿A quién debe hacerse el pago? Refiérase a las reglas del pago realizado al acreedor
(casos en que no puede recibir el pago el acreedor); a los representantes del acreedor
(legal, judicial y convencional o diputado para el pago); al actual poseedor del crédito.
Explique los efectos del pago realizado a una persona extrañ a.
Es de suma relevancia poder distinguir la persona a quien debe hacerse el pago, pues
supone la satisfacción del interés negocial depositada en la obligació n. Desde luego, si se
cumple i ́ntegramente el deudor queda liberado de la obligació n: “se desliga”.
1. a) Al acreedor mismo.
2. b) A sus representantes.
3. c) Al poseedor del crédito.
El art. 1576 inc. 1o primera parte CC dispone que: “Para que el pago sea válido, debe
hacerse o al acreedor mismo (bajo cuyo nombre se entienden todos los que le hayan
sucedido en el crédito, aun a ti ́tulo singular) ...”
Tal como dispone el profesor RAMOS PAZOS, y según el art. 1578 CC. “El pago hecho al
acreedor es nulo en los casos siguientes:
1.o Si el acreedor no tiene la administració n de sus bienes; salvo en cuanto se probare que
la cosa pagada se ha empleado en provecho del acreedor, y en cuanto este provecho se
justifique con arreglo al arti ́culo 1688;
3.o Si se paga al deudor insolvente en fraude de los acreedores a cuyo favor se ha abierto
concurso.”
a.2) Pago hecho al acreedor que no tiene la libre administració n de sus bienes
Tal como se indicó en la naturaleza juri ́dica del pago, esta es una convenció n que requiere
capacidad de ambas partes. Si no existe esta regla de capacidad, su sanción será la nulidad
relativa o absoluta, dependiendo del incapaz de que se trate.
Pero el pago va a ser válido si quien lo hizo prueba que fue útil al acreedor, justificándolo
de acuerdo al art. 1688 CC (probando que el acreedor se hizo más rico).
a.3) Pago hecho al acreedor cuyo crédito se ha embargado u ordenado retener por
decreto judicial
Si el deudor paga, el pago adolece de nulidad absoluta por objeto ili ́cito de acuerdo a la
regla del art. 1464 N° 3 CC.
De acuerdo a la parte final del inc. 1° del art. 1.576, puede recibir el pago por el acreedor
“la persona que la ley o el juez autoricen a recibir por él, o (...) la persona diputada por el
acreedor para el cobro”. Por su parte, el art. 1.579 ampli ́a los conceptos, pero todo ello
puede sintetizarse diciendo que reciben válidamente el pago los representantes legales,
judiciales y convencionales del acreedor facultado para ello.
Esta regla de pago hecho a los representantes del acreedor se justifica pues por regla
general es nulo el pago que se efectúa a un incapaz, pues él debe hacerse a sus
representantes legales.
Por ello, los representantes del acreedor pueden ser: (1) Legales; (2) Judiciales; y (3)
Convencionales.
Asi ́ lo dispone el Código: “Reciben legi ́timamente los tutores y curadores por sus
respectivos representados; los albaceas que tuvieren este encargo especial o la tenencia
de los
bienes del difunto; los maridos por sus mujeres en cuanto tengan la administración de los
bienes de éstas; los padres o madres que ejerzan la patria potestad por sus hijos; los
recaudadores fiscales o de comunidades o establecimientos públicos, por el Fisco o las
respectivas comunidades o establecimientos; y las demás personas que por ley especial o
decreto judicial estén autorizadas para ello”
Tal como indica al final de la disposición, esta no es una enunciació n taxativa, pues puede
la ley o el juez autorizar el pago a una persona no indicada en la disposición.
Es la persona designada por el juez para recibirlo. A ello, alude el art. 1576 y 1579 CC, en
que son aquellas personas que el juez nombra con el objeto de recibir el pago. Estas
personas pueden ser un secuestre o un depositario judicial.
Como señ ala el profesor ABELIUK, el secuestro es una medida precautoria reglamentada
por los arts. 290 y 291 del CPC, y consiste en la entrega a un tercero de la cosa objeto de la
demanda para su custodia; al secuestre se aplican las mismas normas del depositario
judicial.
Como advierte ABELIUK, el mandato que otorga el acreedor para recibir el pago toma el
nombre especial de diputació n para recibir el pago, y el mandatario, de diputado para
percibirlo; se refieren a él los Arts. 1.580 a 1.586, que se limitan, en general, a aplicar las
reglas comunes del mandato.
El mandatario para el pago puede ser relativamente incapaz; asi ́ lo señ ala el art. 1.581,
aplicando la regla general que para el mandato señ ala el art. 2.128.
De acuerdo al art. 1.580 el mandatario tiene facultad para recibir el pago del crédito en
tres casos:
b) Mandato especial para administrar el negocio en que incide el pago, siendo un poder
menos amplio que el anterior, que el diputado solo puede legi ́timamente recibir el pago
de los créditos que incidan en el negocio a que se refiere el poder especial.
c) Mandato especial para cobrar un determinado crédito, como indica el art. 1580 CC “un
simple mandato comunicado al deudor”.
Es menester considerar en estos casos que el art. 1582 CC dispone que: “El poder
conferido por el acreedor a una persona para demandar en juicio al deudor, no le faculta
por si ́ solo para recibir el pago de la deuda.”
Para que el pago hecho a un diputado sea eficaz es necesario que el mandatario actúe
dentro de la esfera del mandato (art. 2160 inc. 1o CC) y que aparezca recibiendo en su
carácter de tal para el mandante o ello aparezca del tenor o espi ́ritu del acto.
Tal como señ ala el art. 1586 CC. “La persona diputada para recibir se hace inhábil por la
demencia o la interdicción, por haber hecho cesión de bienes o haberse trabado ejecució n
en todos ellos; y en general por todas las causas que hacen expirar un mandato.”
Por ello, el Có digo advierte que puede extinguirse “en general por todas las causas que
hacen expirar un mandato”, lo que permite interpretarlo con el art. 2163 CC, y
especialmente, a propó sito de la muerte, revocación e inhabilidad del mandatario
(ABELIUK pp. 22)
De acuerdo con el art. 1576 inc. 2o CC: “El pago hecho de buena fe a la persona que
estaba entonces en posesión del crédito, es válido, aunque después aparezca que el
crédito no le perteneci ́a.”
Como señ ala el profesor ABELIUK, la disposición tiene un gran interés doctrinario desde
dos aspectos: primero, porque recoge la teori ́a de la apariencia y del error común, y
enseguida, porque es la ú nica que se refiere a la posesió n de los derechos personales.
El profesor RAMOS PAZOS señ ala que el caso más corriente en esta situació n es aquel
pago hecho al heredero a quien se concedió la posesió n efectiva, o al legatario cuyo
legado habi ́a sido revocado por un testamento posterior. Para ello, es menester que se
cumpla con dos requisitos copulativos: (i) el que recibe debe encontrarse en posesión del
crédito; (ii) el que paga debe hacerlo de buena fe, entendiendo que está pagando al
dueñ o del crédito.
2.° “Si el que ha recibido el pago sucede en el crédito, como heredero del acreedor, o bajo
otro ti ́tulo cualquiera” (parte final de inc. 1° del precepto). Este otro ti ́tulo puede ser un
legado o una cesió n de créditos.
43.Explique las reglas de la época y lugar del pago. Refiérase al contenido del pago (en
atención a las diversas clasificaciones de las obligaciones).
El pago debe hacerse en el lugar y época convenida. Si nada se ha convenido, y la
obligación es pura y simple, el pago debe hacerse de inmediato, una vez celebrado el
contrato. Si está sujeta a un plazo o condición suspensiva, debe hacerse desde que venza
el plazo o se cumpla la condición. Si el plazo está establecido en el solo beneficio del
deudor, puede pagar antes del vencimiento.
Por ello, para determinar el lugar del pago, se debe seguir las siguientes reglas:
(i) Art. 1587 CC. “El pago debe hacerse en el lugar designado por la convención.”
(ii) Art. 1588 CC. “Si no se ha estipulado lugar para el pago y se trata de un cuerpo cierto,
se hará el pago en el lugar en que dicho cuerpo existi ́a al tiempo de constituirse la
obligación. Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el domicilio del deudor.”
Sin embargo, se ha producido una pequeñ a discusió n respecto a qué debe entenderse por
domicilio del deudor, si el que teni ́a al tiempo de la convención o en el momento del pago.
Tal como señ ala Abeliuk y Claro Solar, compartimos la idea de que el domicilio del deudor
es aquel que teni ́a al momento de celebrar el contrato (al tiempo de la convenció n), pues
se encuentra en armoni ́a con el art. 1589 CC, que dispone: “si hubiere mudado de
domicilio el acreedor o deudor entre la celebración del contrato y el pago, se hará siempre
éste en el lugar en que sin esa mudanza corresponderi ́a, salvo que las partes dispongan de
comú n acuerdo otra cosa”.
La idea central del contenido del pago está en los arts. 1569 y 1591 CC ya vistos. Hay que
atender a la naturaleza de la obligació n para ver có mo se hace el pago:
a) Género: entregando cualquier individuo del género, de una calidad a lo menos mediana
(Art. 1509 CC).
Si la cosa se deterioró por hecho o culpa del deudor, o durante su mora, hay que distinguir
si los deterioros (art. 1590 CC):
- Son importantes: puede pedirse resolució n o aceptar la cosa como esté, en ambos casos
con indemnización.
- No son importantes: debe recibirse la cosa como está, pero con indemnizació n.
Si el deterioro ocurrió antes de la mora, por culpa de un tercero por quien el deudor no
responde, es válido el pago de la cosa en el estado en que se encuentre, pero el acreedor
puede exigir que se le ceda la acció n del deudor contra el tercero.
44.Defina y explique la imputació n del pago; explique sus requisitos (varias obligaciones
de una misma naturaleza y el pago del deudor no alcanza a cubrir todas las obligaciones) y
explique las reglas de procedencia.
Siguiendo fielmente al profesor ABELIUK, puede ocurrir que entre dos personas existan
varias obligaciones de la misma naturaleza, o una obligació n principal y accesorios de la
misma, como intereses, y el pago que realice el deudor no sea bastante para extinguirlas
todas con sus correspondientes accesorios. Ello es muy frecuente entre comerciantes,
industriales, etc., y se presenta entonces el problema de determinar cuál de todas las
obligaciones debe considerarse cumplida i ́ntegramente (extinguida), o sea, a cuál o cuáles
se imputa el pago efectuado. Lo soluciona el párrafo 6° del Ti ́tulo 14, arts. 1.595 a 1.597,
ambos inclusive.
1. Que existan varias obligaciones entre las mismas personas, o una obligación con
accesorios, intereses generalmente, y que estas personas desempeñ en en ellas el
mismo papel juri ́dico: acreedor y deudor;
2. Que las obligaciones sean de la misma naturaleza; generalmente lo serán de
dinero, y
3. Que el pago efectuado por el deudor no sea bastante para extinguir todas las
obligaciones y sus accesorios.
Para resolver la imputació n del pago, es menester que se sigan las siguientes
(i) Si se debe capital e intereses, el pago se imputa primero a los intereses (Art. 1595 CC).
(ii) Si hay diferentes deudas, el deudor puede imputarlo a la que elija. Limitaciones:
a) Nopuedepreferirladeudanodevengadaalaqueloestá(Art.1596CC).
b) Debe imputar el pago a la deuda que se alcanza a pagar en su integridad (Art. 1591 CC).
(iv) Si ninguna de las partes hace la imputació n, la hace la ley: se prefiere la deuda que al
tiempo del pago está devengada a la que no lo está, y si no hay diferencia, a la que el
deudor elija (Art. 1597 CC).
45.Defina y explique el pago por consignació n, como también los casos de procedencia.
Explique su procedimiento: (a) oferta y sus requisitos (forma y fondo); (b) Consignació n
(b.1. depósito; b.2. calificación de suficiencia). Explique los efectos del pago por
consignación y los gastos.
Tal como se señ aló anteriormente, el pago por consignació n es una modalidad del pago
regulada en los arts. 1598 a 1607 CC, a través de un procedimiento minuciosamente
regulado.
Si bien, el pago es una convenció n, que requiere acuerdo de voluntades tanto del
acreedor como del deudor, esta regla se altera con el pago por consignació n, en que no es
necesario el consentimiento del acreedor, frente a un deudor que quiere cumplir con
obligación, expresándolo asi ́. Por ello, el art. 1598 CC dispone que: “Para que el pago sea
válido, no es menester que se haga con el consentimiento del acreedor; el pago es válido
aun contra la voluntad del acreedor, mediante la consignació n.”
Por ello, el art. 1599 CC, con una clara pretensió n conceptual, define la institución de la
siguiente manera: “La consignació n es el depó sito de la cosa que se debe, hecho a virtud
de la repugnancia o no comparecencia del acreedor a recibirla, o de la incertidumbre
acerca de la persona de éste, y con las formalidades necesarias, en manos de una tercera
persona.”
Este pago procede en todo tipo de obligaciones y no solo en las de dinero, aunque es más
sencillo y posible en estas ú ltimas.
El pago por consignació n consta de dos etapas bien diferenciadas2: la oferta por medio de
la cual el deudor manifiesta al acreedor su intención de cumplir la obligació n, y la
consignación. Esta se descompone, a su vez, en dos operaciones: el depósito de lo debido,
y la calificació n de la consignació n, a fin de determinar la eficacia del pago asi ́ efectuado.
Tanto la oferta como la consignación propiamente tal (depósito) son etapas de carácter
extrajudiciales, tal como advierte el art. 1601 inc. 3o CC: “No será necesario decreto
judicial previo para efectuar la oferta ni para hacer la consignació n.”
Por ello, sólo cuando el deudor ha terminado sus diligencias y se pone en conocimiento
del acreedor la consignación, éste puede entrar a la discusión sobre la validez y eficacia
del pago que le ha sido hecho, de forma judicial, la que se realiza a través de la calificación
de la consignación (que RAMOS PAZOS denomina suficiencia de pago)
23. La oferta
Como señ ala ABELIUK, la oferta es el acto por el cual el solvens, que puede ser el propio
deudor o un tercero, manifiesta al acreedor su intención de pagar. Por regla general la
oferta no puede faltar y por ello el art. 1600 comienza diciendo que “la consignació n debe
ser precedida de oferta”.
De ahi ́ que se haya fallado reiteradamente que la oferta que no cumpla los requisitos
establecidos por el mismo precepto resta toda eficacia al pago por consignación efectuado
El Art. 1.600 comienza diciendo que la consignació n debe ser precedida de oferta “y para
que la oferta sea válida, reunirá las circunstancias que siguen”. Por ello, siguiendo una
metodologi ́a, es menester distinguir los requisitos de fondo de la oferta de la siguiente
manera:
1. Capacidad. La oferta debe hacerla una persona capaz de pagar (art. 1600 N° 1 CC).
2. Sujetoaquiensehacelaoferta.Debeserhechaalacreedor,siescapazderecibir el pago, o
a su legi ́timo representante (art. 1600 N° 2 CC). Si no tiene domicilio en el lugar en
que deba efectuarse el pago, o no es habido, o hay incertidumbre acerca de la
persona del acreedor, la oferta se hace al tesorero comunal (art. 1602 CC).
3. Oportunidad. Si la obligación es a plazo o bajo condició n suspensiva, debe haber
expirado el plazo o haberse cumplido la condición (art. 1600 N° 3 CC). Si es a plazo,
puede hacerse en los dos últimos di ́as del plazo, y de acuerdo al Art. 1605 inc. 2o
CC, se puede hacer hasta el di ́a siguiente hábil al vencimiento.
4. Lugar de pago. La oferta se debe ofrecer en el lugar debido (art. 1600 N° 4 CC).
Las reglas 5 a 7 del Art. 1600 fijan el procedimiento de la oferta, que puede resumirse asi ́:
un funcionario pú blico que actú a como ministro de fe efectúa una oferta labial al
acreedor, y levantar un acta de lo obrado con el resultado de la diligencia.
1. Si existe una demanda judicial: art. 1600 inc. final CC. “Sin embargo, si el acreedor
demanda judicialmente el cumplimiento de la obligació n o deduce cualquiera otra acción
que pueda enervarse mediante el pago de la deuda, bastará que la cosa debida con los
intereses vencidos, si los hay, y demás cargos li ́quidos, se consigne a la orden del tribunal
que conoce del proceso en alguna de las formas que señ ala el arti ́culo 1601, sin necesidad
de oferta previa. En este caso la suficiencia del pago será calificada por dicho tribunal en el
mismo juicio.”
2. Si hay pagos periódicos: art. 1601 inc. 5o CC. “Cuando se trate del pago periódico de
sumas de dinero provenientes de una misma obligación, las cuotas siguientes a la que se
haya consignado se depositarán en la cuenta bancaria del tribunal sin necesidad de
nuevas ofertas.”
2. Letra de cambio Art.70 Ley 18.092 sobre letras de cambio: los notarios, antes de
estampar el protesto por falta de pago, deben verificar en la tesoreri ́a si se ha efectuado
algún depó sito destinado al pago. En consecuencia, si el di ́a del vencimiento de una letra
nadie aparece a cobrarla, se puede consignar sin más trámites su valor en la tesoreri ́a,
para evitar su protesto.
Luego de realizar la oferta, pueden dar dos situaciones juri ́dicamente relevantes:
b. Que el acreedor la rechace, o no sea habido, o subsista la incertidumbre sobre quién es:
se pasa a la etapa siguiente.
Es menester recordar, que la consignación, al tenor del art. 1599 CC “es el depó sito de la
cosa que se debe, hecho a virtud de la repugnancia o no comparecencia del acreedor a
recibirla, o de la incertidumbre acerca de la persona de éste, y con las formalidades
necesarias, en manos de una tercera persona.”
Por ello, en la consignació n hay, a su vez, dos etapas: el depósito mismo y la calificación de
si ella ha sido suficiente para extinguir la obligación.
30. El depósito
El depósito, a diferencia de la calificació n, es parte de un procedimiento extrajudicial, en
que el acreedor no puede impedirlo, pues solo una vez que se ha efectuado y le sea
notificado del acuerdo, puede hacerse presente.
Como dispone el art. 1601 incs. 1o y 2o CC, es menester considerar los lugares donde
debe hacerse el depó sito: “Si el acreedor o su representante se niega a recibir la cosa
ofrecida, el deudor podrá consignarla en la cuenta bancaria del tribunal competente, o en
la tesoreri ́a comunal, o en un banco u oficina de la Caja Nacional de Ahorros, de la Caja de
Crédito Agrario, feria, martillo o almacén general de depó sito del lugar en que deba
hacerse el pago, segú n sea la naturaleza de la cosa ofrecida.
La ley no establece un plazo para realizar el depósito, y con ello, consignar. A pesar de
ello, los autores (RAMOS PAZOS, ABELIUK) señ alan que no importa que el legislador no
haya establecido un plazo para el depósito, porque el pago se va a entender realizado el
di ́a en que se efectú e la consignación (art. 1605 inc. 1o CC).
Una vez realizada la consignació n, el deudor debe pedir al juez competente que ordene
ponerla en conocimiento del acreedor, con intimación de recibir la cosa consignada (art.
1603 inc. 1o CC). Por ello, aqui ́ recién se inicia una gestión judicial de naturaleza
contenciosa.
Este puede haber sabido de la oferta, pero sea que la conozca o ignore, es necesario que
el deudor, por intermedio de la justicia, ponga en conocimiento del acreedor que ha
efectuado la consignación, con intimació n de recibir la cosa consignada. El tribunal
competente es el indicado en el inc. final del art. 1.601: el de letras de mayor cuanti ́a del
lugar en donde debe efectuarse el pago (art. 1.603, inc. 1°).
Tal como dispone el art. 1603 inc. 2o CC: “La suficiencia del pago por consignación será
calificada en el juicio que corresponda promovido por el deudor o por el acreedor ante el
tribunal que sea competente según las reglas generales.”
- Caso del art. 1603 inc. 3o CC, en que declara la suficiencia el juez que ordenó la
notificació n.
- Caso del art. 1600 inc. final (hay un juicio que se puede enervar mediante el
pago).
El pago por consignació n produce los mismos efectos de todo pago, esto es, comprenderla
a propósito del cumplimiento de la prestació n.
Asi ́ lo dispone el art. 1605 CC. “El efecto de la consignación suficiente es extinguir la
obligación, hacer cesar, en consecuencia, los intereses y eximir del peligro de la cosa al
deudor, todo ello desde el di ́a de la consignación.
De acuerdo con el art. 1604 CC. “Las expensas de toda oferta y consignació n válidas serán
a cargo del acreedor.” Los autores (ABELIUK, RAMOS PAZOS), advierten que esta inversión
de los gastos del pago, porque es la negativa, no comparecencia o incertidumbre del
acreedor las que obligaron al deudor a incurrir en gastos de la oferta y de la consignación.
La Corte Suprema ha fallado que las costas se tasarán una vez que exista sentencia
definitiva que declare la suficiencia de pago.
Los arts. 1606 y 1607 CC ponen su atención en la posibilidad que tiene el deudor para
retirar la consignación una vez efectuada, distinguiéndose:
Esta última situación, advierte RAMOS PAZOS, se parece a la novació n, con la diferencia de
que en la novación debe haber una obligació n preexistente, que no se da en este caso,
pues la obligació n se extinguió.
El arti ́culo 1608 CC dispone que: “La subrogación es la transmisión de los derechos del
acreedor a un tercero, que le paga.”
El profesor RAMOS PAZOS ha señ alado una serie de cri ́ticas a la institución, que se
exponen de la siguiente manera:
ABELIUK, como “una ficción juri ́dica, en virtud de la cual, cuando un tercero paga
voluntariamente con dineros propios una obligació n ajena, ésta se extingue entre el
acreedor y deudor, pero subsiste teniendo por nuevo acreedor al que efectuó el pago”
En la subrogación el tercero que paga tiene diferentes acciones para recuperar lo que
pagó: Cuando un tercero paga una deuda ajena, este puede tener dos grandes tipos de
acciones, que le permitirán recuperar (restituir), aquello que pagó:
Clases de subrogació n: El legislador distingue dos clases de subrogación, tal como dispone
el art. 1609 CC. “Se subroga un tercero en los derechos del acreedor, o en virtud de la ley,
o en virtud de una convenció n del acreedor.”
Subrogación legal: Como dispone el art. 1610 CC. “Se efectúa la subrogació n por el
ministerio de la ley y aun contra la voluntad del acreedor, en todos los casos señ alados
por las leyes, y especialmente a beneficio...”
Los autores (ABELIUK, RAMOS PAZOS) señ alan que la disposició n no contempla una
enumeració n taxativa, por lo que es posible agregar los siguientes casos de subrogación
legal:
1) Tercer poseedor de la finca hipotecada que paga la hipoteca (art. 2429 CC).
2) Legatario que paga la hipoteca con que la cosa legada estaba gravada (art. 1366 CC).
3) El que paga por error una deuda ajena, que para recuperar lo pagado puede intentar
contra el deudor las acciones del acreedor (art. 2295 CC).
4) Acreedores del arrendador (art. 1965 CC).
Art. 1610 N° 1 CC. “Del acreedor que paga a otro acreedor de mejor derecho en razón
de un privilegio o hipoteca;”
La utilidad que tiene esta subrogación para el tercero que paga es que evita que el
acreedor de mejor derecho haga efectivo su crédito, lo que podri ́a perjudicarlo si
rematado el bien, no alcanza para satisfacer ambos créditos.
Para que opere este número uno, es menester que se cumpla con los siguientes requisitos
copulativos:
necesario hacer una nueva inscripción de la hipoteca a nombre del acreedor que paga.
Art. 1610 N° 2 CC. “Del que habiendo comprado un inmueble, es obligado a pagar a los
acreedores a quienes el inmueble está hipotecado;”
La utilidad de la disposició n se produce respecto del que compra un inmueble gravado con
varias hipotecas; por ejemplo, el comprador paga a los dos primeros acreedores
hipotecarios, pero no al tercero. El tercero saca a remate el inmueble, y el resultado
alcanza para las dos primeras. El tercero no se va a pagar, porque reviven las dos primeras
hipotecas, ocupando el comprador el lugar de los dos acreedores, y se le paga a él.
Art. 1610 N° 3 CC. “Del que paga una deuda a que se halla obligado solidaria o
subsidiariamente;”
Se trata del caso del codeudor solidario, en que una vez que paga, só lo puede cobrar a
cada uno su cuota. En el caso del fiador, tiene la misma acció n que teni ́a el acreedor, o
puede usar la acció n de reembolso que le corresponde como fiador.
Art. 1610 N° 4 CC. “Del heredero beneficiario que paga con su propio dinero las deudas de
la herencia;”
El heredero beneficiario es el que goza del beneficio de inventario. En este caso, este
heredero paga más allá de lo que le corresponde, y se subroga por el exceso en los
derechos del acreedor, a quien paga, para cobrarlo a los demás herederos.
Art. 1610 N° 5 CC. “Del que paga una deuda ajena, consintiéndolo expresa o tácitamente
el deudor;”
Esta situación, ya estudiada, se refiere al caso del tercero que paga una deuda ajena,
consintiéndolo expresa o tácitamente el deudor. Es menester recordar, que este tercero
se puede subrogar en los derechos del acreedor, pero además tiene la acció n propia del
mandato.
Para que opere este número, es menester que se cumpla con los siguientes requisitos
copulativos:
1.Que el tercero preste dineros al deudor para que pague. 2. Que el deudor pague la
deuda con ese mismo dinero.
3. Que el mutuo se otorgue por escritura pú blica, en que se exprese que el mutuo se
otorga para pagar la deuda.
4. Que se deje constancia del pago en una escritura pú blica (que puede ser la misma del
requisito anterior) donde se exprese que éste se hace con dineros que el deudor obtuvo
del préstamo.
47. Defina y explique la dació n en pago. Explique su naturaleza juri ́dica (a) teoría de la
compraventa; (b) teoría de la novación por cambio de objeto; (c) teoría de la modalidad de
pago; (c) teoría de la dación como figura autónoma. Explique los requisitos de
procedencia de la dación en pago: (a) existencia de una obligación primitiva; (b)
cumplimiento diferente; (c) consentimiento y capacidad; (d) animus solvendi; (e)
solemnidades. Explique sus efectos.
El profesor ABELIUK define la dación en pago como aquel acuerdo entre el acreedor y el
deudor en que la obligació n se cumplirá con un objeto distinto al debido.
Si bien, algunos autores (ALESSANDRI, RAMOS PAZOS) señ alan que la dació n en pago es
un modo de extinguir las obligaciones no enumerado en el art. 1567 CC, ello se debe pues
esta convención se perfecciona por la entrega voluntaria que un deudor hace a ti ́tulo de
pago a un acreedor, y con el consentimiento de este, de una prestación u objeto distinto
de lo debido. Por ello, los autores advierten que la naturaleza juri ́dica de la dación en pago
seri ́a la de una convención extintiva.
Por nuestra parte, siguiendo de cerca al profesor ABELIUK, la dació n en pago importa, en
consecuencia, un cumplimiento de la obligación, pero no en forma en que ella estaba
establecida. A pesar de ello, consiste pago y, con ello, se extingue consecutivamente la
obligación, pues el deudor se libera de la obligació n y el acreedor, satisface su crédito. Por
ello, ABELIUK la considera como un cumplimiento por equivalencia voluntaria de las
partes.
En esta li ́nea, la Corte Suprema ha dicho que “la dació n en pago consiste en una
convención acerca de un pago por equivalencia, acordada entre el acreedor y el deudor y
en razón de la cual este extingue su obligació n o deuda, entregando una cosa distinta de la
debida”
Naturaleza juri ́dica de la dación en pago: Uno de los temas que más arduamente se ha
discutido en la literatura es la naturaleza juri ́dica de la dación en pago, pues precisamente
su falta de reglamentación legal precisa que se asimile a la institució n que sea más
cercana a la institució n.
De pronto, las principales doctrinas esgrimidas en torno a su naturaleza jurídica son las
siguientes:
Según los autores que sustentan esta tesis, el deudor está vendiendo al acreedor el objeto
dado en pago. El precio de esta compraventa, que el acreedor debe pagar al deudor, se
compensari ́a con la obligació n que el deudor teni ́a.
Esta teori ́a se critica de la siguiente forma:
2) Además, limita la dación en pago a las obligaciones de pagar una suma de dinero.
Por estas razones, esta tesis, como señ ala RAMOS PAZOS, ha sido rechazada por la
jurisprudencia, aun cuando se reconozca ciertos aspectos similares entre la dación en
pago y la compraventa, presenta diferencias sustanciales.
b) La dación en pago seri ́a una novación objetiva, pues se sustituiri ́a a una obligació n por
otra con un objeto distinto
Es menester tener presente que conforme el art. 1628 CC. “La novación es la substitución
de una nueva obligació n a otra anterior, la cual queda por tanto extinguida.”
Esta teori ́a es fuertemente criticada pues en la dació n en pago no nace una nueva
obligación, simplemente se extingue la única obligació n existente. Por lo demás, la
novación requiere animus novandi, que no existe en la dación en pago, en que el ú nico
ánimo es extinguir la obligación con una cosa distinta de la debida.
Aun cuando esta es una tesis sostenida por juristas franceses relevantes (AUBRY Y RAU;
DEMOLOMBE), como también por el decano ALESSANDRI, ha sido fuertemente rechazada
por CLARO SOLAR, BARRIOS Y VALLS.
La consecuencia de estimarla como una modalidad del pago es que se le deben aplicar las
normas de este cumplimiento, salvo las del pago por consignación que definitivamente no
podri ́a tener cabida.
Esta tesis es aquella sostenida por COLIN y CAPITAN y, en la tradició n chilena, por los
maestros ABELIUK y BERRIOS Y VALLS, como también, la cátedra.
Asi ́, el profesor ABELIUK sostiene la individualidad propia de la dació n en pago como un
cumplimiento de la obligació n por equivalencia libremente convenido por acreedor y
deudor. Ello no implica desconocer las semejanzas que presenta con otras instituciones
(como el pago). La semejanza se puede encontrar en razón de un contrato (convenció n
seri ́a para el medio chileno) y con los efectos propios del cumplimiento de la prestació n
(pago).
De pronto, nos parece correcto estimar la dació n en pago como una figura autó noma que
presenta rasgos comunes con otras instituciones, configurándose como un acto complejo
mixto (ABELIUK).
Requisitos de la dación en pago: Para que estemos en presencia de la dació n en pago, los
autores (ABELIUK, RAMOS PAZOS) señalan que deben cumplirse los siguientes requisitos
copulativos:
(i) Existencia de una obligación primitiva que puede ser de dar, hacer o no hacer.
La dació n en pago supone la existencia de una obligació n primitiva que se trata de cumplir
en una forma diferente. Respecto a la naturaleza de esta obligación, el legislador y la
doctrina ha dado la suficiente amplitud, por lo que puede ser de cualquier naturaleza.
Es esencial para que se esté en presencia de una dación en pago que la obligación
primitiva se cumpla en forma diferente a la establecida a la pactada previamente. Para
ello, como señ ala ABELIUK, es menester que la prestació n vari ́e un elemento esencial con
lo respecto a lo previamente convenido.
Como todo acto juri ́dico, la dación en pago requiere del consentimiento y capacidad,
entre acreedor y deudor, según las reglas generales.
Respecto a la capacidad, y siguiendo a RAMOS PAZOS, esta seri ́a una modalidad de pago,
por lo que se requiere la misma capacidad que el pago, esto es, capacidad de disposición
en quien hace el pago y capacidad de administración en quien lo recibe. Pero como la
dación en pago es una renuncia a recibir la prestació n debida, requiere capacidad de
disposición del acreedor.
Esto quiere decir que las partes deben tener la intención compartida de extinguir de esta
manera la obligació n.
La dació n en pago, por regla general, es un acto juri ́dico consensual, pues la ley no lo ha
sometido a ninguna solemnidad. Sin embargo, si lo que se da en pago es un inmueble,
debe hacerse por escritura pú blica e inscribirse, pues la inscripción es la única forma de
realizar la tradición, tal como dispone el art. 686 del Código.
Efectos de la dación en pago: La dació n en pago produce los mismos efectos del pago:
cumple la obligació n (con una prestació n diferente) y con ello, extingue la obligación con
sus accesorios. Si el pago es parcial, subsiste la obligación en la parte no pagada.
48.Defina la novació n a la luz del Código Civil (artículo 1628); explique su naturaleza
juri ́dica (como contrato y convención); y explique sus requisitos de procedencia: (a)
obligación primitiva; (b) obligación nueva que reemplaza; (c) diferencia esencial; (d)
capacidad de las partes; (e) intención de novar. Explique la novación objetiva (por cambio
de objeto y de causa) y subjetiva (por cambio de acreedor y por cambio de deudor).
Explique los efectos de la novación. Refiérase a la reserva de prendas e hipotecas.
El art. 1628 CC la define como “la substitució n de una nueva obligación a otra anterior, la
cual queda por tanto extinguida”. La voz “novación” viene del lati ́n “novaro” que significa
“nueva obligación”, lo que da una idea clara de la institució n; esto es, el nacimiento de
una nueva obligació n, que produce la extinción de la anterior.
Por nuestra parte, la novació n no es sino que una forma distinta de cumplimiento,
diferente del pago, en que el acreedor y el deudor convienen sustituir la obligación
primitiva por otra obligación. Desde luego, el deudor cumple la obligación a través de la
sustitución que se verifica entre el contrato (origen de los derechos y obligaciones) y antes
del cumplimiento propiamente tal, produciendo su consecutiva extinción. Por ello, el
deudor quedari ́a liberado de la obligación luego de la sustitución.
Por ejemplo, siguiendo a ABELIUK, A debe dar a B la suma de $500, y por pacto posterior y
antes del cumplimiento, acuerdan que en vez de dar la suma de $500, A le debe entregar
a B un automó vil, o que A le debe pagar la suma de $500 a C; o en vez de pagar la suma A
a B, se lo pague a este ú ltimo D. La primitiva obligación será reemplazada en el primer
caso, por la entrega de un automó vil (novación objetiva); en el segundo caso, la de A de
pagar a B, queda reemplazada por la de pagarle A a C (novación por cambio de acreedor);
y en el tercer caso, la de A que debe pagar a B, es reemplazada por la de D de pagar a B
(novació n por cambio de deudor).
La novación es una figura hi ́brida de contrato y convención: Tal como señala el profesor
RAMOS PAZOS, esta institución es hi ́brida, pues produce el doble efecto de generar una
obligación nueva (contrato5) y extinguir una obligación anterior (convenció n extintiva de
derechos y obligaciones).
Incluso, ABELIUK advierte que la novación presenta tres caracteri ́sticas fundamentales: (a)
carácter extintivo, pues la extinción de la obligació n anterior es esencial; (b) carácter
sustitutivo, pues es indispensable en la novació n que la extinció n de la obligación anterior
se produzca como nacimiento de una nueva obligación en su reemplazo; (c) carácter
hi ́brido, como convención y contrato
Requisitos de la novación
Esta obligación puede ser una obligació n civil o natural, pero debe cumplir con dos
requisitos:
2. No puede ser condicional suspensiva (art. 1633 CC). Pero las partes pueden convenir
que el contrato quede desde luego abolido sin esperar el cumplimiento de la condición.
Esta nueva obligación también puede ser civil o natural, y no puede estar sujeta a
condición suspensiva (mismos requisitos que la obligació n anterior).
Debe existir una diferencia esencial entre ambas obligaciones, lo que va a ocurrir en los
siguientes casos:
Este requisito aparece establecido en el art. 1631 CC, que señ ala los modos de efectuar la
novación. A su vez, el Código entre los arti ́culos 1646 y 1650, señ ala una serie de casos en
que no hay novació n por no haber diferencia esencial:
- No hay novación si la nueva obligació n consiste simplemente en añ adir o quitar una
especie, género o cantidad a la primera
Art. 1646 CC. “Cuando la segunda obligació n consiste simplemente en añ adir o quitar una
especie, género o cantidad a la primera, los codeudores subsidiarios y solidarios podrán
ser obligados hasta concurrencia de aquello en que ambas obligaciones convienen.”
Si hubiera novación, los codeudores quedari ́an liberados, pues la obligación se encontrari ́a
extinguida.
- No hay novación si la nueva obligació n se limita a imponer una pena o a establecer otra
para el caso de incumplimiento
Art. 1647 primera parte CC. “Si la nueva obligación se limita a imponer una pena para en
caso de no cumplirse la primera, y son exigibles juntamente la primera obligació n y la
pena, los privilegios, fianzas, prendas e hipotecas subsistirán hasta concurrencia de la
deuda principal sin la pena.”
Art. 1648 CC. “La simple mutación de lugar para el pago dejará subsistentes los privilegios,
prendas e hipotecas de la obligación, y la responsabilidad de los codeudores solidarios y
subsidiarios, pero sin nuevo gravamen.”
Art. 1649 CC. “La mera ampliació n del plazo de una deuda no constituye novación; pero
pone fin a la responsabilidad de los fiadores y extingue las prendas e hipotecas
constituidas sobre otros bienes que los del deudor; salvo que los fiadores o los dueñ os de
las cosas empeñ adas o hipotecadas accedan expresamente a la ampliación.”
Art. 1650 CC. “Tampoco la mera reducción del plazo constituye novación; pero no podrá
reconvenirse a los codeudores solidarios o subsidiarios sino cuando expire el plazo
primitivamente estipulado.”
Asi ́ se ha resuelto nuestra Corte Suprema. El acreedor prendario puede cobrar el crédito
en prenda porque actúa como representante legal del dueñ o del crédito.
f) Clases de novació n.
Del art. 1631 CC se desprende que la novació n puede ser: (i) Objetiva (art. 1631 N° 1 CC).
(ii) Subjetiva (art. 1631 N° 2 y 3 CC).
Substituyéndose una nueva obligación a otra, sin que intervenga nuevo acreedor o
deudor:
La utilidad del segundo caso es que si debe $500 como saldo de precio en compraventa, y
se reemplaza por la obligación de pagarlo a ti ́tulo de mutuo, como se extingue la primera
obligación, ya no se puede demandar la resolució n o cumplimiento del contrato de
compraventa por no pago de precio, pues la obligació n de pagar el precio se encuentra
extinguida por la novación.
Por ejemplo, A debe a B la suma de $500, y las partes acuerdan que, en vez de pagar la
suma a B, A se lo debe pagar a C.
Se requiere que las tres partes presten su consentimiento: el deudor porque está
contrayendo una nueva obligació n en favor del nuevo acreedor; el primer acreedor
porque tiene que liberar al deudor; y el nuevo acreedor, en razó n de que nadie puede
adquirir derechos en contra de su voluntad.
El profesor RAMOS PAZOS advierte que esta novació n no tiene mayor utilidad, porque su
objetivo se puede lograr más fácilmente por la cesió n de derechos o el pago con
subrogación.
Esta forma de novación se comprende del art. 1631 N° 3 CC. “Substituyéndose un nuevo
deudor al antiguo, que en consecuencia queda libre.”
Por ejemplo, A pide un préstamo para comprar una casa, que queda garantizada con una
hipoteca. Posteriormente, este deudor vende la misma casa a un tercero que se hace
cargo de la deuda.
Para perfeccionarse requiere el consentimiento del acreedor, pues debe dejar libre al
primitivo deudor y del nuevo deudor, ya que él quedará obligado.
Por otra parte, no es necesario el consentimiento del primer deudor, pero si consiente, el
nuevo deudor se llama delegado del primero (Art. 1631 inc. 2o CC).
De lo anterior, resulta que pueden darse dos modalidades en la novació n por cambio de
deudor:
Se ha entendido que, en estos casos de excepció n, la acción del acreedor es la misma que
teni ́a en contra del primer deudor, y no una nueva generada por la novació n, lo que es
importante cuando la primera goza de privilegios o garanti ́as.
La extinción de la obligació n primitiva incluye sus privilegios, garanti ́as y accesorios. Luego:
El art. 1655 no define la compensación, pero si advierte los casos en que da lugar, al
disponer que: “cuando dos personas son deudoras una de otra, se opera entre ellas una
compensación que extingue ambas deudas, del modo y en los casos que van a explicarse”.
La expresión compensar, como señ ala ABELIUK, implica la idea de comparar, balancear
dos cosas para equipararlas. Por ejemplo, A debe dar a B la suma de $500, pero a su vez, B
es deudor de A en la suma de $200. No hay necesidad de que ambas partes paguen
reci ́procamente, pues lo más fácil es que A deba pagar solo $300. Por ello, se ha
producido una economi ́a en el pago, por lo que, segú n la jurisprudencia, la compensació n
importa un doble pago abreviado.
Desde luego, si la compensació n operara como un doble pago entre dos partes que
reci ́proca y personalmente son acreedoras y deudoras, es precisamente que ambas partes
cumplan con la prestación de lo que se debe; pero por el solo ministerio de la ley, estos
cumplimientos se simplifican evitando un doble cumplimiento. Por ello, la compensación
no puede considerarse sino, que como una forma de cumplimiento diverso del pago.
Asi ́, es claro que la compensación, luego de su cumplimiento reci ́proco (doble) tenga un
evidente efecto extintivo, y por ello, el Có digo la trata como modos que liberan al deudor,
como un equivalente al pago.
Que la compensació n importe un doble pago, como se ha señ alado, surgen las siguientes
consecuencias:
Clases de compensació n
a) Legal: aquella que establece la ley, y es aquella comprendida en el art. 1655 CC.
b) Convencional: que se produce por acuerdo entre las partes; no opera de pleno derecho
por faltar alguno de los requisitos de la legal. Produce los mismos efectos que la
compensación legal.
c) Judicial: se va a producir cuando una de las partes demanda a la otra, que reconviene
cobrando su crédito. El juez acogerá la compensació n si se cumplen los requisitos legales,
por lo que tampoco operari ́a de pleno derecho.
Para que opera la compensación legal, es menester que se cumplan una serie de
requisitos copulativos, generalmente consagrados en el art. 1656 del Código.
Este requisito tiene por objeto que exista equivalencia en el objeto de ambas obligaciones.
Por ello, se permite la compensación de cosas fungibles, es decir, cosas que tienen el
mismo poder liberatorio. Desde luego las obligaciones de especie o cuerpo cierto no se
pueden compensar, pues es menester considerar en este caso que el acreedor no puede
ser obligado a recibir otra cosa que la debida (art. 1569 CC).
b) Las dos partes deben ser personal y reci ́procamente deudoras y acreedoras (art. 1655 y
1657)
Es menester que las partes deban ser personal y reci ́procamente deudoras y acreedoras,
produciendo las siguientes consecuencias:
Excepciones a esta regla: La regla recién establecida (b) tiene calificadas excepciones:
a) Caso en el mandato. Art. 1658 CC. “El mandatario puede oponer al acreedor del
mandante no só lo los créditos de éste, sino sus propios créditos contra el mismo acreedor,
prestando caución de que el mandante dará por firme la compensación. Pero no puede
compensar con lo que el mismo mandatario debe a un tercero lo que éste debe al
mandante, sino con voluntad del mandante.”
1) Caso en la cesión de derechos. Art. 1659 CC. “El deudor que acepta sin reserva alguna la
cesió n que el acreedor haya hecho de sus derechos a un tercero, no podrá oponer en
compensación al cesionario los créditos que antes de la aceptación hubiera podido oponer
al cedente.
Si la cesión no ha sido aceptada, podrá el deudor oponer al cesionario todos los créditos
que antes de notificársele la cesión haya adquirido contra el cedente, aun cuando no
hubieren llegado a ser exigibles sino después de la notificación.”
La deuda va a ser li ́quida cuando es cierta y determinada. No es cierta la deuda que está
en litigio. Es li ́quida no só lo la que actualmente tiene esa calidad, sino la que es liquidable
mediante simples operaciones (art. 438 CPC).
Ello implica que las obligaciones deben estar vencidas y puede exigirse su cumplimiento,
tal como exponi ́a el profesor ABELIUK. Por ello, no pueden compensarse las obligaciones
naturales ni las obligaciones condicionales o a plazos suspensivos.
Este requisito se desprende del art. 1664 CC. “Cuando ambas deudas no son pagaderas en
un mismo lugar, ninguna de las partes puede oponer la compensació n, a menos que una y
otra deuda sean de dinero, y que el que opone la compensación tome en cuenta los
costos de la remesa.”
El profesor RAMOS PAZOS justifica este calificado requisito, pues es del todo ló gico que, si
uno de los créditos es inembargable, no cabe la compensació n.
Asi ́ lo establece el art. 1661 CC. “La compensación no puede tener lugar en perjuicio de los
derechos de tercero.
Como dispone el art. 1662 CC. “No puede oponerse compensació n a la demanda de
restitució n de una cosa de que su dueñ o ha sido injustamente despojado, ni a la demanda
de restitució n de un depó sito, o de un comodato, aun cuando, perdida la cosa, sólo
subsista la obligació n de pagarla en dinero.
a) La compensació n legal opera de pleno derecho (Art. 1656 CC). Las calificadas
excepciones son las compensaciones voluntarias y las judiciales.
b) Debe ser alegada, asi ́ lo establece el art. 1660 CC). Se explica que la compensación deba
ser alegada por dos razones:
- Junto con alegarla, el que opone la compensació n debe probar que se cumplen los
requisitos.
c) Extingue ambos créditos hasta el monto del de menor valor. Sin duda, este es el efecto
principal, y lo producen todas las compensaciones.
50. Defina y explique la confusión como forma de cumplimiento (artículo 1665). Explique
las causas de procedencia (sucesión por causa de muerte y por acto entre vivos). Explique
los efectos de la confusión (total y parcial).
El art. 1665 no define a la confusión, pero señ ala sus elementos: “Cuando concurren en
una misma persona las calidades de acreedor y deudor se verifica de derecho una
confusión que extingue la deuda y produce iguales efectos que el pago.”
Por ejemplo, C es deudor de B por el monto de $500 y éste fallece, dejándolo como
heredero ú nico. Asi ́, C pasa a ser deudor de si ́ mismo, y por ello, la obligació n se extingue.
El profesor ABELIUK señ ala que en doctrina se ha pretendido discutir esta equivalencia al
cumplimiento de la confusió n, considerando que el acreedor nada recibe materialmente;
pero la sustitució n del pago está en que, si bien el acreedor nada recibe, en cuanto al
deudor se ha economizado la prestación, y éste es el beneficio que como acreedor
obtiene y le significa cumplimiento.
Causas que pueden generar la confusió n: Como señ ala el profesor RAMOS PAZOS, la
confusión se puede producir por dos causales
1. Sucesión por causa de muerte, pues el heredero representa a la persona del causante
(art. 1097 CC). El profesor ABELIUK sostiene tres casos en esta causa de confusió n: el
deudor es heredero del acreedor, o este le lega el crédito; y el acreedor es heredero del
deudor; un tercero es a la vez heredero del acreedor y deudor, o sea, ambas calidades se
reúnen en una persona ajena a la obligación
2. Por acto entre vivos, en que el deudor adquiere el crédito en su contra. 77. Confusió n
parcial
Como dispone el art. 1667 CC. “Si el concurso de las dos calidades se verifica solamente en
una parte de la deuda, no hay lugar a la confusión, ni se extingue la deuda, sino en esa
parte.”
Por ejemplo (ABELIUK), A le adeuda a B $10.000 y este fallece dejando como herederos
por partes iguales a A y C; se extingue la mitad de la deuda de A, quien deberá pagar a C,
los $5.000 restantes.
Obligaciones que pueden extinguirse por este modo: Como ha señ alado la doctrina
(ABELIUK, RAMOS PAZOS) cualquier tipo de obligació n, de dar, hacer o no hacer, sin que
importe su fuente ni las partes, pues la ley no contempla limitación. El mismo criterio ha
sido el sostenido por nuestra Corte Suprema, quien también ha prevenido en la extensió n
de la institució n.
Situación especial en el caso de existir solidaridad: Tal como dispone el art. 1668 CC. “Si
hay confusión entre uno de varios deudores solidarios y el acreedor, podrá el primero
repetir contra cada uno de sus codeudores por la parte o cuota que respectivamente les
corresponda en la deuda.
Si por el contrario, hay confusió n entre uno de varios acreedores solidarios y el deudor,
será obligado el primero a cada uno de sus coacreedores por la parte o cuota que
respectivamente les corresponda en el crédito.”
Como señ ala RAMOS PAZOS, en el art. 1688 CC se da por supuesto que entre el acreedor y
uno de los codeudores se produjo la confusión, y solo se limita a resolver el problema de
las relaciones internas.
En este sentido, ABELIUK perfecciona lo dicho, esgrimiendo que, para la solidaridad activa,
la solución es la siguiente: si el deudor comú n se confunde con uno de los acreedores
solidarios, será obligado éste a los demás coacreedores por la parte o cuota que
respectivamente les corresponda en el crédito. La deuda se extinguió, pero el acreedor
que recibió la satisfacción del crédito debe darles su parte a los demás (inc. 2° del Art.
1.668).
3. Siguiendo el esquema metodoló gico expuesto por CÁ RDENAS y REVECO (2018), se
distinguen remedios contractuales (a) preventivos y (b) reactivos.
“Es aquella cláusula en que una de las partes del contrato realiza aseveraciones o
afirmaciones a favor de la otra, que recaen sobre hechos, circunstancias e incluso
cuestiones acerca de apreciació n o calificación juri ́dica, a un determinado tiempo, y que
tienen como finalidad reflejar la situació n en que se encuentran determinados hechos
determinados o significativos relacionados con la materia sobre la cual recae la
declaración en un momento determinado”
MODELO 2: “La sociedad, declara ser titular y propietaria de (nú mero de acciones)
acciones (en adelante las acciones), válidamente emitidas, de la sociedad anónima cerrada
denominada (nombre de la sociedad) (en adelante la compañ i ́a), del giro de su
denominación, las cuales se encuentran i ́ntegramente suscritas y pagadas, y que se
encuentran inscritas en el respectivo Registro de Accionistas de la compañ i ́a, bajo el
número (nú mero de acciones). Declara, además, que las acciones representan a la fecha el
(porcentaje) por ciento de la totalidad de la propiedad accionaria de la compañ i ́a”
(cláusula de garanti ́a referida a los activos o bienes sobre que versa el contrato, p. 160).
MODELO 3: “Los bienes rai ́ces, activos y derechos que se venden a (persona), cumplen
todas las leyes, reglas, disposiciones y poli ́ticas de salud y medio ambiente impuestas por
cualquier autoridad y, en consecuencia, el giro de la compradora puede ser desarrollado
en y con dichos bienes, sin requerimiento de permisos adicionales o autorizaciones de
autoridad sanitarias, municipales o relacionadas con el medio ambiente” (cláusula de
garanti ́a de opció n de cumplimiento del derecho y medio ambiente, p. 161).
2. Cláusula de indemnidad
“Es aquella cláusula en que una de las partes, el otorgante, se obliga ante la otra, que será
la beneficiaria, a ‘mantenerla indemne’ frente a la materialización de algún evento
previsto en el contrato, asumiendo las consecuencias patrimoniales que de ello se
deriven, en principio, mediante un pago”. De esta manera, se asumen los costos, riesgos o
pérdidas que pueden derivar del contrato, en caso de que se materialice un determinado
evento descrito.
“Es aquella cláusula en que las partes de un contrato oneroso, conmutativo y de tracto
sucesivo –incluso de ejecució n diferida–, frente al evento de un desequilibrio excesivo y
sobreviniente en la relació n contractual, permite que se restablezca el equilibrio perdida,
ya sea obligándose a modificar de buena fe el contrato, o bien que el juez lo modifique o
derechamente lo resuelva”. De esta manera, la cláusula hardship permite evitar las
discusiones dogmáticas y jurisprudenciales en torno al reconocimiento y aplicació n de la
teori ́a de la imprevisión.
4. Cláusula de confidencialidad
“Aquella cláusula en que una o ambas partes de un contrato, ya sea por la suscripció n de
un memorándum de entendimiento o un contrato definitivo se obligan a no iniciar ni
mantener negociaciones y/o concluir un contrato preparatorio o definitivo con un tercero,
mientras se mantenga vigente la negociación o la relació n contractual en curso” (p. 218).
MODELO: “La parte que suscribe el presente contrato puede únicamente vender,
promover y comercializar los bienes que son objeto del contrato y que son provei ́dos por
la otra parte, obligándose en forma exclusiva. Si la parte decide vender y/o comercializar
productos de una empresa competidora, deberá responder por las acciones y perjuicios
que se causen a la otra parte” (cláusula de exclusividad en un contrato en curso, p. 222).
6. Cláusula de aceleración
También llamada caducidad convencional del plazo, “consiste en aquella cláusula en que
habilita al acreedor de una obligació n a hacerla exigible debido al acaecimiento de algú n
evento establecido en la convenció n, usualmente, el no pago de una cuota a plazo por el
deudor” (p. 233).
7. Pactocomisoriocalificado
Por medio del pacto comisorio –como define Alessandri, “condició n resolutoria tácita
pactada expresamente en el contrato–, los contratantes expresamente determinan que,
tan pronto como se verifica el incumplimiento de determinadas obligaciones del contrato,
este se resolverá ipso facto, de pleno derecho o automáticamente, sin necesidad de
declaración judicial” (p. 241).
MODELO: “La parte A tiene el derecho a terminar este acuerdo por notificación escrita
dirigida al domicilio registrado del deudor, con efecto inmediato y sin necesidad de
declaración judicial alguna, en el evento descrito en la cláusula X (evento de
incumplimiento) del contrato” (p.252).
MODELO 2: “En el caso en que una de las partes no cumpla con alguna de las obligaciones
que le impone el contrato, la parte tendrá el derecho de terminar (resolver) el presente
contrato a la expiració n del plazo de preaviso de sesenta di ́as, a partir de la fecha de
recepción de una carta certificada solicitando se tomen medidas correctivas dentro de ese
plazo. El término tendrá lugar, en el caso que no se tomen las medidas correctivas
correspondientes dentro de los sesenta di ́as, sin perjuicio de la recuperació n de las
cantidades adeudadas o relacionadas con pedidos ya efectuados” (p.252).
8. Cláusula penal
“Es aquella cláusula en que los contratantes convienen que, ante el incumplimiento de
determinadas obligaciones, el deudor deberá, a ti ́tulo de pena o multa, dar o hacer una
determinada prestació n a favor del acreedor” (p. 253). En sentido similar lo define el
arti ́culo 1535 CCCh, esto es, “aquella en que una persona, para asegurar el cumplimiento
de una obligación, se sujeta a una pena, que consiste en dar o hacer algo en caso de no
ejecutar o retardar la obligación principal”.
MODELO: “Para garantizar el cumplimiento de este contrato, las partes acuerdan que en
caso de incumplimiento de las obligaciones que emanan del mismo, la parte diligente
tendrá derecho a cobrar la cantidad de (monto) como avaluació n anticipada de los
perjuicios que aquel incumplimiento le causare, sin perjuicio de la acción de cumplimiento
o resolució n de contrato que pudiere asistirle” (p. 261).
9. Cláusula de arbitraje
“Aquella cláusula en que las partes, de común acuerdo, concurren ante un tribunal
especial, denominado árbitro, elegido por los propios interesados o por la autoridad
judicial en subsidio, con el objeto de resolver un conflicto intersubjetivo de intereses”.
a) Nociones generales
A pesar de que este remedio no cuenta con una regulación sistemática u orgánica en
nuestro ordenamiento juri ́dico, no es menos cierto que gran parte de su estudio,
comprensión y alcance deriva de la ejecución de una obligación indubitada
(procedimiento ejecutivo), ya sea de dar, hacer y no hacer. De esta manera, su estudio se
desarrolla, tradicionalmente, desde una dimensión procesal, en su fase de ejecució n, pero
los esfuerzos no habi ́an estado orientados en estudiarla desde una dimensió n sustantiva
(civil, en sentido estricto). Ello se explica, pues, en la necesidad de que exista, por regla
general, una sentencia definitiva (en tanto ti ́tulo ejecutivo) que declare el vi ́nculo
obligacional y condene al deudor a cumplirla.
Es menester tener en cuenta que el cumplimiento especi ́fico resulta bastante útil cuando
el incumplimiento del deudor es total, esto es, persistiendo el interés del acreedor, no ha
habido un principio de ejecución de la obligación. No obstante, se evidencian problemas
prácticos cuando la prestació n es defectuosa o existe falta de conformidad (aliud pro alio),
por ello, es útil reflexionar acerca de la posibilidad de solicitar sustitución o reparació n.
Estas modalidades se encuentran establecidas en el derecho uniforme de los contratos y
el derecho comparado, por ejemplo, arti ́culo 4:202 y 4:204 PECL, parágrafos 437 y 439 I
BGB y en la Directiva 1999/44/CE del Parlamento y Consejo Europeo, sobre determinados
aspectos de la venta y las garanti ́as de los bienes de consumo.
Para nuestro medio resulta útil destacar los alcances de la garanti ́a legal contemplada en
los arti ́culos 19 y 20 de la Ley 19.496, sobre protecció n de los derechos de los
consumidores (LPDC), la cual permite al consumir, en caso de entrega de una cosa
defectuosa, solicitar (entre otras cosas), la sustitución (reposició n) –previa devolució n de
la cosa– o la reparación, en caso de vicio de calidad.
(v.gr., Saba Park Chile S.A., con Ilustre Municipalidad de Santiago, CS, 9976-2016.
Esto implica, que el actor (acreedor) debe acreditar, en un juicio declarativo, la existencia
del vi ́nculo obligacional, conforme el arti ́culo 1698 CCCh, bastando al deudor la carga de
probar su extinció n, ya sea a través del cumplimiento, según sus reglas generales –a través
del pago–, u otros modos equivalentes.
En cuanto a las obligaciones de hacer, vale la pena recordar el derecho de opción que
dispone el acreedor, conforme el arti ́culo 1553 CCCh, esto es, el acreedor puede solicitar,
a su elección: (1) que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido; (2) que
se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del deudor; (3)
que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato.
Ahora bien, para su cumplimiento ejecutivo, es menester que se cumplan los siguientes
requisitos (arti ́culo 530 CPC): (i) ti ́tulo ejecutivo; (ii) que la acciones no se encuentren
prescritas; (iii) que la obligació n sea actualmente exigible; (iv) que la obligació n se
encuentre determinada, es decir, que se encuentre debidamente precisada la prestación
que debe realizar el sujeto deudor. Para ello, el CPC en su arti ́culo 532, distingue dos
ejecuciones en las obligaciones de hacer: (a) la suscripció n de un contrato o la constitució n
de una obligación (como seri ́a la celebración del contrato prometido y definitivo que
consta en una promesa) y (b) la ejecució n de una obra material.
Para que prospere la acció n de cumplimiento especi ́fico, los autores (BAHAMONDES,
CÁ RDENAS y REVECO) afirman la necesidad que la obligación debe ser posible
actualmente (pues constituye un requisito intri ́nseco al objeto de la prestació n, conforme
el arti ́culo 1461 CCCh), lo que implica, en una interpretació n negativa, que no existan
imposibilidades de cumplimiento.
Para acreditar las imposibilidades, tanto absolutas (como causal de extinció n de las
obligaciones) como transitorias (como li ́mite al cumplimiento), conforme el arti ́culo 1698
CCCh, el deudor deberá probarlas judicialmente, pues, precisamente, es él quien desea
aprovecharse o beneficiarse de sus efectos.
De esta manera, para un estudio comprensivo de las imposibilidades, se han diseñ ados un
conjunto de li ́mites a la acción de cumplimiento especi ́fico, como se afirmará en el
siguiente apartado.
3.1. Imposibilidad de la prestación, la cual puede ser fi ́sica o juri ́dica, según lo prescrito en
el arti ́culo 1461 CCCh.
3.2. Obligaciones de hacer personali ́simas, esto es, aquellas cuya prestació n solamente
puede ser ejecutada por el deudor, en atenció n a sus cualidades o calidades personales.
En nuestro ordenamiento juri ́dico, el arti ́culo 1553 CCCh permite solicitar apremios al
deudor para la ejecución del hecho debido, disposició n que debe ser complementada con
el arti ́culo 543 CPC. No obstante, estas disposiciones merecen un comentario adicional en
torno a la (potencial o eventual) inconstitucionalidad de fondo, por desarrollar un estatuto
de prisión por deuda, proscrito según el Pacto de San José de Costa Rica.
Este li ́mite se encuentra en varios sistemas del derecho comparado, por ejemplo, arti ́culo
9:102 PECL, parágrafo 275(2) BGB y el arti ́culo 3:296 del Código Civil holandés.
Para nuestro medio, este li ́mite no se encuentra contemplado de forma expresa por el
legislador. Con todo, se ha estimado justificado por nuestra jurisprudencia, como se
puede analizar en los supuestos de Servicio Nacional del Consumidor con Personal
Computer Factory Limitada, CS 513-2012, en que presumiblemente la negativa del
proveedor a reparar el bien (disco duro externo) se encontraba amparada en el costo
desproporcionado, no razonable o excesivo que implicada dicha operación.
3.4. La posibilidad razonable de obtener la prestació n por otra vi ́a, contemplado en el
arti ́culo 9:102 PECL. En Chile parece plausible, en razó n del principio de buena fe y
criterios de causalidad, razonar una operació n de reemplazo con estos criterios, aun
cuando se pueda reflexionar en torno al arti ́culo 1555 CCCh, dentro de las opciones del
deudor.
3.5. Derechos fundamentales del deudor (BAHAMONDES), suponiendo que el ejercicio del
cumplimiento del deudor implica una vulneración a los derechos fundamentales del
deudor, como por ejemplo, la integridad fi ́sica y psi ́quica, su derecho a la honra o libertad
de expresió n. No obstante, como se ha advertido (CORRAL), esta li ́mite abre una puerta
bastante amplia pues puede tensionar otros derechos fundamentales, como igualdad ante
la ley o igualdad, que genere un rechazo a la acció n de cumplimiento especi ́fico del
acreedor.
Por su parte, y siguiendo la literatura españ ola, MENRESA la define como “aquella facultad
o remedio que, con carácter principal y genérico, otorga la ley en las obligaciones
reci ́procas parar resolverlas a favor de la parte perjudicada por el incumplimiento del
deber a la otra asignado” (p. 353). En un sentido similar, Á LVAREZ VIGARAY la entiende
como “el derecho de impugnación del contrato bilateral, ejercitable por la parte
cumplidora, mediante demanda judicial o por declaració n dirigida a la otra parte y
encaminada a producir la extinció n (generalmente retroactiva) del contrato, por haber
desaparecido la composició n de intereses inicial en el contrato, en virtud del
incumplimiento culpable de la otra parte” (p. 67-68).
La literatura afirma que existen dos formas de comprender la naturaleza juri ́dica de la
acción resolutoria: por una parte, a propó sito de los efectos de la condición resolutoria
tácita cumplida de todo contrato bilateral (pues supone que es un elemento de su
naturaleza) y, por otra parte, como un remedio contractual que dispone el acreedor frente
al incumplimiento de un contrato bilateral (dentro de un conjunto o catálogo de acciones).
a.1) La acció n resolutoria a propó sito de los efectos de la condición resolutoria tácita
cumplida
Para el profesor PEÑ AILILLO, el fundamento de esta naturaleza juri ́dica descansa en la
voluntad de las partes que entienden obligarse, cumpliendo, siempre que la contraparte
haga lo mismo. Desde luego, esta condició n puede establecerse en forma expresa y
directa por las partes en una cláusula en que asi ́ lo manifiesten, como también puede
establecerse en la ley suponiendo esa voluntad y disponiendo la señ alada condicionalidad
por medio de una condició n resolutoria tácita y legal que iri ́a envuelta en todo contrato
bilateral, consagrado en el arti ́culo 1489 CCCh.
No obstante, esta tesis no resiste dos grandes cri ́ticas que la literatura moderna formula.
Por una parte, respecto a las oportunidades que dispone el deudor para enervar la acció n
resolutoria a través del pago –siguiendo la naturaleza juri ́dica procesal del pago como
excepción perentoria anómala, conforme el arti ́culo 310 CPC–, esto es, hasta la citació n
para oi ́r sentencia, en primera instancia y hasta antes de la vista de la causa, en segunda.
Asi ́, esta oportunidad procesal amplia que tiene el deudor lo deja en una situació n
privilegiada, privando al acreedor de su derecho potestativo a pedir la resolució n (VIDAL,
p. 353); por ello, esta posición no tan solo desconoce el referido derecho potestativo, sino
que desnaturaliza la propia finalidad del remedio resolutorio.
Por otra parte, la comprensión de la condición resolutoria tácita y sus efectos resolutorios
como parte de una condició n que se construye normativamente como un elemento de la
naturaleza de todo contrato bilateral, también es criticable, pues permitiri ́a a los
contratantes prescindir de este elemento, y que –sin afectar su esencia (arti ́culo 1444
CCCh)–, dejari ́a a los contratantes en la situación de tolerar un incumplimiento, privando
la posibilidad de intentar la acció n resolutoria.
Siguiendo a los profesores CÁ RDENAS y REVECO, los requisitos de la acción resolutoria
son: (1) incumplimiento contractual, donde se discutirá su (a) entidad y (b) la
imputabilidad; y (2) mora del deudor. En un sentido similar, se pueden encontrar estas
condiciones de procedencia en VIDAL (p. 355).
53. Defina y explique la pretensió n de cumplimiento especi ́fico (en obligaciones da dar,
hacer y no hacer). Explique sus requisitos de procedencia y limites dogmáticos.
a) Nociones generales
A pesar de que este remedio no cuenta con una regulación sistemática u orgánica en
nuestro ordenamiento juri ́dico, no es menos cierto que gran parte de su estudio,
comprensión y alcance deriva de la ejecución de una obligación indubitada
(procedimiento ejecutivo), ya sea de dar, hacer y no hacer. De esta manera, su estudio se
desarrolla, tradicionalmente, desde una dimensión procesal, en su fase de ejecució n, pero
los esfuerzos no habi ́an estado orientados en estudiarla desde una dimensió n sustantiva
(civil, en sentido estricto). Ello se explica, pues, en la necesidad de que exista, por regla
general, una sentencia definitiva (en tanto ti ́tulo ejecutivo) que declare el vi ́nculo
obligacional y condene al deudor a cumplirla.
Es menester tener en cuenta que el cumplimiento especi ́fico resulta bastante útil cuando
el incumplimiento del deudor es total, esto es, persistiendo el interés del acreedor, no ha
habido un principio de ejecución de la obligación. No obstante, se evidencian problemas
prácticos cuando la prestació n es defectuosa o existe falta de conformidad (aliud pro alio),
por ello, es útil reflexionar acerca de la posibilidad de solicitar sustitución o reparació n.
Para nuestro medio resulta útil destacar los alcances de la garanti ́a legal contemplada en
los arti ́culos 19 y 20 de la Ley 19.496, sobre protecció n de los derechos de los
consumidores (LPDC), la cual permite al consumir, en caso de entrega de una cosa
defectuosa, solicitar (entre otras cosas), la sustitución (reposició n) –previa devolució n de
la cosa– o la reparación, en caso de vicio de calidad.
(v.gr., Saba Park Chile S.A., con Ilustre Municipalidad de Santiago, CS, 9976-2016.
Esto implica, que el actor (acreedor) debe acreditar, en un juicio declarativo, la existencia
del vi ́nculo obligacional, conforme el arti ́culo 1698 CCCh, bastando al deudor la carga de
probar su extinció n, ya sea a través del cumplimiento, según sus reglas generales –a través
del pago–, u otros modos equivalentes.
En cuanto a las obligaciones de hacer, vale la pena recordar el derecho de opción que
dispone el acreedor, conforme el arti ́culo 1553 CCCh, esto es, el acreedor puede solicitar,
a su elección: (1) que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido; (2) que
se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del deudor; (3)
que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato.
Ahora bien, para su cumplimiento ejecutivo, es menester que se cumplan los siguientes
requisitos (arti ́culo 530 CPC): (i) ti ́tulo ejecutivo; (ii) que la acciones no se encuentren
prescritas; (iii) que la obligació n sea actualmente exigible; (iv) que la obligació n se
encuentre determinada, es decir, que se encuentre debidamente precisada la prestación
que debe realizar el sujeto deudor. Para ello, el CPC en su arti ́culo 532, distingue dos
ejecuciones en las obligaciones de hacer: (a) la suscripció n de un contrato o la constitució n
de una obligación (como seri ́a la celebració n del contrato prometido y definitivo que
consta en una promesa) y (b) la ejecució n de una obra material.
Para que prospere la acció n de cumplimiento especi ́fico, los autores (BAHAMONDES,
CÁ RDENAS y REVECO) afirman la necesidad que la obligación debe ser posible
actualmente (pues constituye un requisito intri ́nseco al objeto de la prestació n, conforme
el arti ́culo 1461 CCCh), lo que implica, en una interpretació n negativa, que no existan
imposibilidades de cumplimiento.
Para acreditar las imposibilidades, tanto absolutas (como causal de extinció n de las
obligaciones) como transitorias (como li ́mite al cumplimiento), conforme el arti ́culo 1698
CCCh, el deudor deberá probarlas judicialmente, pues, precisamente, es él quien desea
aprovecharse o beneficiarse de sus efectos.
De esta manera, para un estudio comprensivo de las imposibilidades, se han diseñ ados un
conjunto de li ́mites a la acción de cumplimiento especi ́fico, como se afirmará en el
siguiente apartado.
3.1. Imposibilidad de la prestación, la cual puede ser fi ́sica o juri ́dica, según lo prescrito en
el arti ́culo 1461 CCCh.
3.2. Obligaciones de hacer personali ́simas, esto es, aquellas cuya prestació n solamente
puede ser ejecutada por el deudor, en atenció n a sus cualidades o calidades personales.
En nuestro ordenamiento juri ́dico, el arti ́culo 1553 CCCh permite solicitar apremios al
deudor para la ejecución del hecho debido, disposició n que debe ser complementada con
el arti ́culo 543 CPC. No obstante, estas disposiciones merecen un comentario adicional en
torno a la (potencial o eventual) inconstitucionalidad de fondo, por desarrollar un estatuto
de prisión por deuda, proscrito según el Pacto de San José de Costa Rica.
Este li ́mite se encuentra en varios sistemas del derecho comparado, por ejemplo, arti ́culo
9:102 PECL, parágrafo 275(2) BGB y el arti ́culo 3:296 del Código Civil holandés.
Para nuestro medio, este li ́mite no se encuentra contemplado de forma expresa por el
legislador. Con todo, se ha estimado justificado por nuestra jurisprudencia, como se
puede analizar en los supuestos de Servicio Nacional del Consumidor con Personal
Computer Factory Limitada, CS 513-2012, en que presumiblemente la negativa del
proveedor a reparar el bien (disco duro externo) se encontraba amparada en el costo
desproporcionado, no razonable o excesivo que implicada dicha operación.
3.5. Derechos fundamentales del deudor (BAHAMONDES), suponiendo que el ejercicio del
cumplimiento del deudor implica una vulneración a los derechos fundamentales del
deudor, como por ejemplo, la integridad fi ́sica y psi ́quica, su derecho a la honra o libertad
de expresió n. No obstante, como se ha advertido (CORRAL), esta li ́mite abre una puerta
bastante amplia pues puede tensionar otros derechos fundamentales, como igualdad ante
la ley o igualdad, que genere un rechazo a la acció n de cumplimiento especi ́fico del
acreedor.
54. Defina y explique la acció n resolutoria y señ ale sus caracteri ́sticas. Explique sus
requisitos de procedencia y refiérase a los efectos de esta acció n (entre partes y
respecto de terceros: estudio de los artículos 1490 y 1491 del Código Civil).
Por su parte, y siguiendo la literatura españ ola, MENRESA la define como “aquella facultad
o remedio que, con carácter principal y genérico, otorga la ley en las obligaciones
reci ́procas parar resolverlas a favor de la parte perjudicada por el incumplimiento del
deber a la otra asignado” (p. 353). En un sentido similar, Á LVAREZ VIGARAY la entiende
como “el derecho de impugnación del contrato bilateral, ejercitable por la parte
cumplidora, mediante demanda judicial o por declaració n dirigida a la otra parte y
encaminada a producir la extinción (generalmente retroactiva) del contrato, por haber
desaparecido la composició n de intereses inicial en el contrato, en virtud del
incumplimiento culpable de la otra parte” (p. 67-68).
La literatura afirma que existen dos formas de comprender la naturaleza juri ́dica de la
acción resolutoria: por una parte, a propó sito de los efectos de la condición resolutoria
tácita cumplida de todo contrato bilateral (pues supone que es un elemento de su
naturaleza) y, por otra parte, como un remedio contractual que dispone el acreedor frente
al incumplimiento de un contrato bilateral (dentro de un conjunto o catálogo de acciones).
a.1) La acció n resolutoria a propó sito de los efectos de la condición resolutoria tácita
cumplida
Para el profesor PEÑ AILILLO, el fundamento de esta naturaleza juri ́dica descansa en la
voluntad de las partes que entienden obligarse, cumpliendo, siempre que la contraparte
haga lo mismo. Desde luego, esta condició n puede establecerse en forma expresa y
directa por las partes en una cláusula en que asi ́ lo manifiesten, como también puede
establecerse en la ley suponiendo esa voluntad y disponiendo la señ alada condicionalidad
por medio de una condició n resolutoria tácita y legal que iri ́a envuelta en todo contrato
bilateral, consagrado en el arti ́culo 1489 CCCh.
No obstante, esta tesis no resiste dos grandes cri ́ticas que la literatura moderna formula.
Por una parte, respecto a las oportunidades que dispone el deudor para enervar la acció n
resolutoria a través del pago –siguiendo la naturaleza juri ́dica procesal del pago como
excepción perentoria anómala, conforme el arti ́culo 310 CPC–, esto es, hasta la citació n
para oi ́r sentencia, en primera instancia y hasta antes de la vista de la causa, en segunda.
Asi ́, esta oportunidad procesal amplia que tiene el deudor lo deja en una situació n
privilegiada, privando al acreedor de su derecho potestativo a pedir la resolució n (VIDAL,
p. 353); por ello, esta posición no tan solo desconoce el referido derecho potestativo, sino
que desnaturaliza la propia finalidad del remedio resolutorio.
Por otra parte, la comprensión de la condición resolutoria tácita y sus efectos resolutorios
como parte de una condició n que se construye normativamente como un elemento de la
naturaleza de todo contrato bilateral, también es criticable, pues permitiri ́a a los
contratantes prescindir de este elemento, y que –sin afectar su esencia (arti ́culo 1444
CCCh)–, dejari ́a a los contratantes en la situación de tolerar un incumplimiento, privando
la posibilidad de intentar la acció n resolutoria.
Esta noció n prima en los distintos instrumentos del derecho uniforme de los contratos,
como por ejemplo, el arti ́culo 26 de la CISG y el arti ́culo 9:301 PECL. Asimismo, el Code
francés, luego de su reforma del año 2016, lo contempla en su arti ́culo 1217 dentro del
catálogo de remedios que dispone el acreedor frente al incumplimiento. En el mismo
sentido, el arti ́culo 1083 del CCC Argentino.
Siguiendo a los profesores CÁ RDENAS y REVECO, los requisitos de la acción resolutoria
son: (1) incumplimiento contractual, donde se discutirá su (a) entidad y (b) la
imputabilidad; y (2) mora del deudor. En un sentido similar, se pueden encontrar estas
condiciones de procedencia en VIDAL (p. 355).
El propio arti ́culo 1489 CCCh, asume que “de no cumplirse por una de las partes lo
pactado” nace este derecho alternativo y potestativo a favor del acreedor para exigir su
resolución.
Para ello, es menester recordar que el contrato debe ser entendido como una garanti ́a de
satisfacción, de manera tal que el incumplimiento seri ́a cualquier desviación del programa
contractual que lleva a frustrar lo que las partes quieren (su interés). Por ello, se afirma
que el incumplimiento es la insatisfacción del interés negocial del acreedor (MORALES
MORENO), entendido este con carácter neutro, amplio y neutro.
Una lectura literal del arti ́culo 1489 CCCh permite esgrimir que el incumplimiento del
deudor no debe revestir cierta gravedad o entidad que habilite al acreedor su opción
resolutoria. No obstante, tanto CLARO SOLAR (sosteniendo las opiniones de POTHIER,
LAURENT y AUBRY et RAU) y FUEYO afirmaron que no cualquier incumplimiento habilitari ́a
la resolución. En un sentido similar, ELGUETA delimitó su concepto de “interés de obrar”,
señ alando que no habri ́a interés si el incumplimiento es insignificante, o como algunos
autores han sostenido, “de poca monta” o “de escasa importancia en la economi ́a del
contrato”.
Aun cuando para el derecho uniforme de los contratos la cuestió n sobre la entidad del
incumplimiento no es paci ́fica, existe un criterio general denominado “incumplimiento
esencial”. Conceptualmente, el arti ́culo 25 CISG dispone que “el incumplimiento del
contrato por una de las partes será esencial cuando cause a la otra parte un perjuicio tal
que la prive sustancialmente de lo que teni ́a derecho a esperar en virtud del contrato,
salvo que la parte que haya incumplido no hubiera previsto tal resultado y que una
persona razonable de la misma condición no lo hubiera previsto en igual situación”. Por
tanto, este concepto se articula en dos nociones: perjuicio sustancial y previsibilidad.
Esta idea de incumplimiento esencial también ha sido asumida por el Code francés, que en
su arti ́culo 1224 exige que el incumplimiento sea “suficientemente grave” para resolver el
contrato. En el mismo el arti ́culo 1084 del CCC Argentino, que establece que el
incumplimiento “debe ser esencial en atención a la finalidad del contrato”.
(ii) La doctrina ha acudido al arti ́culo 1926 CCCh (arrendamiento) para construir, a partir
de dicha norma especial, un régimen general. De esta manera, el incumplimiento seri ́a
resolutoria, en tanto esencial, cuando “se disminuya notablemente al otro contratante la
utilidad del contrato”. Entonces, el mérito de esta disposició n radica en la consagración de
la finalidad práctica perseguida por el acreedor, en cuanto a la disminución de la utilidad
del contrato.
(iii) El profesor VIDAL (p. 358) ha indicado que en el nuevo derecho de la contratación el
supuesto de hecho de la resolución es el incumplimiento esencial y la infracció n
contractual es esencial por tres motivos diversos:
(a) Porque las partes asi ́ lo quisieron previendo expresamente la resolución para un
determinado incumplimiento (Pinilla con Fundació n Educacional Sagrada Familia de
Puerto Aysén, CA de Coyhaique 33-2016).
Como afirma CÁ RDENAS y REVECO (p. 341), un punto relevante desde la perspectiva
judicial es establecer la naturaleza de la determinación por parte del juez del fondo, de la
existencia o no de un incumplimiento al contrato. De esta manera, es una discusión
relevante determinar si la calificació n del incumplimiento –con todos sus criterios vistos–
es una cuestió n de hecho o de derecho.
Como sostienen los autores (p. 342), si se trata de una cuestión de hecho, el juez de
instancia es soberano en su establecimiento y ponderación: su revisión podri ́a realizarse,
excepcionalmente, por el tribunal de casació n, en la medida en que exista una infracción a
las normas reguladoras de prueba, que le habilite anular el pronunciamiento y asentar un
nuevo hecho. Por otra parte, si se trata de una cuestión de derecho, su revisión podri ́a
realizarse por el tribunal de casación si existe una infracció n de derecho, especialmente,
de las normas de los arti ́culos 1489, 1545, 1546 y 1549 CCCh, y las propias del contrato
que la originó, tal como puede encontrarse en los razonamientos de Impresora y
Comercial Publigui ́as con Chilepac S.A, CS 7109-2016; Sersen Michea Janet Roxana con
Inmobiliaria Caleuche Limitada, 41726-2017.
Es menester tener en cuenta que el sistema de nuestro CCCh requiere la imputabilidad del
deudor (criterio subjetivo), aun cuando las propuestas de armonizació n de los contratos
promueven un concepto neutro y objeto de incumplimiento (criterio objetivo), que
prescinde de un juicio de imputabilidad respecto del deudor.
Vale la pena recordar que, en conformidad al arti ́culo 1547 CCCh, la culpa o diligencia del
deudor se presume, lo que exige que sea el deudor quien acredite su debida diligencia o
cuidado o bien una causa extrañ a. Sin embargo, en las obligaciones de resultado el juicio
normativo de imputación ha sido considerado de manera objetivo.
Por otra parte, las propuestas de armonizació n del derecho uniforme prescinden de la
imputació n como requisito de la acció n resolutoria, toda vez que el supuesto de hecho de
la resolución está dado por un incumplimiento grave o esencial.
Nuestra doctrina mayoritaria (v.gr., Contardo, p. 205) y jurisprudencia han reconocido que
la mora constituye uno de los requisitos para que opere la resolución del contrato en los
términos del arti ́culo 1489 CCCh. Esta tesis se fomenta, principalmente, por los supuestos
jurisprudenciales que la acció n resolutoria va acompañ ada de la acció n de indemnizació n
de perjuicios. Por ello, su ejercicio y fallo ha sido conjunto, por lo que su análisis es difuso.
El primer efecto que produce la resolució n del contrato es la extinción o terminación (en
caso de contratos de tracto sucesivo) de las obligaciones que emanan de él. Vale la pena
recordar que los efectos de la condició n resolutoria se encuentran enumerados en el
número 9 del arti ́culo 1567 CCCh.
Aun cuando se discuta la retroactividad, es necesario tener a la vista que el arti ́culo 1487
CCCh ordena la restitución de lo que se hubiera recibido bajo tal condición, por el
contrario, el arti ́culo 1488 CCCh indica que no se deberi ́an restituir los frutos percibidos en
el tiempo intermedio.
Es menester recordar que nuestra jurisprudencia (v.gr., Freire con Pinto, CS, 7936-2012)
hace primar la idea de que las restituciones mutuas son consecuencia del efecto
retroactivo de la resolució n del contrato.
En cuanto a los muebles, el arti ́culo 1490 CCCh prescribe que si el que debe una cosa
mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o resolutoria, la enajena, no habrá derecho
de reivindicarla contra terceros poseedores de buena fe.
Respecto a los inmuebles, el arti ́culo 1491 CCCh prescribe que el que debe un inmueble
bajo condición lo enajena, o grava con hipoteca, censo o servidumbre, no podrá
resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando la condició n constaba en el ti ́tulo
respectivo, inscrito u otorgado en escritura pú blica. A este respecto, el profesor
PEÑ AILILLO afirma que basta que la condición coste en el ti ́tulo.
Con todo, y como afirma la profesora MEJI ́AS, el Có digo Civil permite privar del efecto de
la resolución solo a aquellas enajenaciones en las que el adquirente sabi ́a o debi ́a saber el
derecho resoluble de su causante, es decir, vincula la adquisición a la buena fe subjetiva
para determinar si esta se consolida.
Ya nos hemos referido a las distintas categori ́as de perjuicios, tanto en la indemnización
extracontractual como en esta misma parte. Recapitulándolos podemos señ alar:
2.° Perjuicios ciertos y eventuales, siendo indemnizables únicamente los primeros: lo cual
no excluye a los dañ os futuros, siempre que sean ciertos
3.° Perjuicios directos e indirectos, de los cuales sólo se indemnizan los primeros;
Só lo a estas ú ltimas tres categori ́as nos referiremos especialmente; nada debemos insistir
en las demás. Trataremos igualmente la modificación de las reglas legales por la voluntad
de las partes, la doctrina de la reparació n integral y otros aspectos de interés de la
avaluació n judicial.
En nuestro pai ́s, la jurisprudencia y doctrina en su mayori ́a han declarado que en materia
contractual no es indemnizable el dañ o moral.
Antes por el contrario, el Art. 1.556 limita la indemnización al dañ o emergente y lucro
cesante, ambos perjuicios materiales.
Dice el Art. 1.556: ,La indemnizació n de perjuicios comprende el dañ o emergente y lucro
cesante, ya provengan de no haberse cumplido la obligación, o de haberse cumplido
imperfectamente, o de haberse retardado el cumplimiento.
De manera que por regla general ambos perjuicios son igualmente indemnizables, pero la
ley no ha definido uno y otro. La distinción entre ambos deriva de que el dañ o emergente
es el empobrecimiento real y efectivo que sufre el patrimonio del deudor,256 y el lucro
cesante, la utilidad que deja de percibir el acreedor por el incumplimiento o cumplimiento
tardi ́o de la obligación.
Un ejemplo que permite distinguirlos es clásico en la materia: se contrata a una compañ i ́a
extranjera para una representación en nuestro pai ́s, que posteriormente cancela el viaje.
El dañ o emergente es la totalidad de los gastos en que incurrió el empresario por
contratación de un teatro, reservas de pasajes, propaganda, etc., y el lucro cesante, lo que
habri ́a ganado con la venta de entradas.
El lucro cesante suele resultar difi ́cil de probar, porque no olvidemos que el dañ o debe ser
cierto, y en el lucro cesante siempre se le alega un hecho que pudo haber pasado o no,
una hipó tesis de ganancia; queda entregado enteramente al criterio del juez apreciarlo,
considerando siempre lo que normalmente habri ́a ocurrido.258
El lucro cesante puede ser excluido, segú n deci ́amos, por la ley, como lo señ ala
expresamente el Art. 1.556, o por la voluntad de las partes, segú n se ha resuelto por los
tribunales.259
De acuerdo al Art. 1.558, perjuicios previstos son los que se previeron o pudieron preverse
al tiempo del contrato; imprevistos serán, pues. los que no están en dicha situación.
Como puede apreciarse, al igual que ocurre con el daño emergente y el lucro cesante es
cuestión de las circunstancias de cada caso determinar si los perjuicios son previstos o
imprevistos, y queda mucho entregado al criterio del tribunal apreciarlos; por ello se ha
fallado que es cuestión de hecho determinar si los perjuicios tienen una u otra calidad.
De acuerdo al inc. 1 del Art. 1.558, en principio, el deudor sólo responde de los perjuicios
previstos, y de los imprevistos únicamente en dos casos: cuando hay dolo (que incluye la
culpa grave),263 y cuando asi ́ se ha estipulado. Esto último está expresamente declarado
en el inc. final del precepto, y lo destacaremos en el numero siguiente.
58. Defina y explique la imputabilidad del deudor. Defina dolo según el Código Civil
(explique la definición del artículo 44 inciso final) y su campo de aplicació n e incidencia en
la responsabilidad contractual, como también sus efectos. Defina culpa y explique las
reglas de gradación de la culpa (explicación del artículo 44 y 1547).
Vale la pena recordar que, en conformidad al arti ́culo 1547 CCCh, la culpa o diligencia del
deudor se presume, lo que exige que sea el deudor quien acredite su debida diligencia o
cuidado o bien una causa extrañ a. Sin embargo, en las obligaciones de resultado el juicio
normativo de imputación ha sido considerado de manera objetivo.
Por otra parte, las propuestas de armonizació n del derecho uniforme prescinden de la
imputació n como requisito de la acció n resolutoria, toda vez que el supuesto de hecho de
la resolución está dado por un incumplimiento grave o esencial.
Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios
ajenos con aquel cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen
emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.
Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que
los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra
calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o
cuidado ordinario o mediano.
El que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es responsable de esta
especie de culpa.
Para que el deudor deba indemnizar los perjuicios ocasionados por el incumplimiento,
debe ser colocado en mora; así lo señala el Art. 1.557: “se debe la indemnización de
perjuicios desde que el deudor se ha constituido en mora...” El Art. 1.538 lo exige también
para cobrar la cláusula penal.
Podemos definir la mora del deudor o mora solvendi como el retardo imputable en el
cumplimiento de la obligación unido al requerimiento o interpelación por parte del
acreedor. Este retardo puede significar un incumplimiento definitivo, o meramente un
atraso del deudor. Al momento de la constitución en mora ello se ignora, y por eso
hablamos de retardo. El otro elemento de la mora es la interpelación del acreedor.
En Francia, con una disposición muy semejante a nuestro Art. 1.557 (Art. 1.146 del Cód.
francés), buena parte de la doctrina y jurisprudencia sostienen que la constitución en
mora sólo es necesaria para la indemnización moratoria, porque ésta se funda justamente
en el retardo del cumplimiento.
Esta opinión fue recogida entre nosotros por don Alfredo Barros Errázuriz, pero es
rechazada por todo el resto de la doctrina, por dos razones principales. Primero, porque
ninguno de los preceptos que se refieren a la mora hace distinción entre una y otra
indemnización, y en seguida, porque el Art. 1.553, según sabemos, declara que ante la
infracción de una obligación de hacer, si el deudor se constituye en mora, el acreedor,
además del derecho a cobrar perjuicios por la mora, puede cobrar los perjuicios derivados
del incumplimiento; en consecuencia, sólo cuando el deudor está en mora pueden
cobrarse perjuicios compensatorios.
En las obligaciones de dinero la mora sí que tiene lugar únicamente para cobrar perjuicios
moratorios (Art. 1.559), pero la razón es muy simple: en ellas no existe indemnización
compensatoria, pues siempre es posible obtener el cumplimiento en naturaleza
embargando bienes suficientes del deudor y sacándolos a remate.
I. Retardo imputable.
La obligación es exigible en los momentos que hemos señalado al hablar del pago; si no se
cumple en esa época, pasará a haber retardo, pero normalmente no habrá mora, porque
ésta requiere, además del atraso, la interpelación del acreedor, o sea, una actividad de
parte de éste haciendo saber al deudor que considera que hay retardo, y éste le está
generando perjuicios.
Para la exigibilidad de la obligación no se requiere, a la inversa, constitución en mora del
deudor; ella es necesaria para la indemnización, y presupone que la obligación sea
exigible.
Cuando esto ocurre y no se cumple, pasa a haber retardo; éste es la antesala de la mora;
toda mora supone que lo hay, pero no todo atraso en el cumplimiento es mora, porque,
según decíamos, hace falta la actividad del acreedor.
Por ejemplo el Art. 1826 señala que, a falta de plazo, el vendedor debe entregar la cosa
vendida inmediatamente después del contrato; en consecuencia, sólo corre el plazo
tácito, necesario para cumplir la entrega. Pasado éste, la obligación se hace exigible, y si
no se ha efectuado la entrega en ese momento, ya hay retardo pero aún no hay mora.
Esta distinción entre simple retardo y mora la consagra claramente el Art. 1.537 en la
cláusula penal señala el precepto que constituido el deudor en mora, el acreedor puede
pedir a su arbitrio el cumplimiento de la obligación principal o la pena, “a ,menos que
aparezca haberse estipulado la pena por el simple retardo”, etc.
La jurisprudencia ha exigido, además del retardo para que el deudor quede en mora, la
liquidez de la obligación, principalmente con relación a las obligaciones de dinero,210
salvo que la falla de ella sea imputable al deudor han fundado su posición los tribunales en
que mal puede quedar en mora el deudor si ni siquiera sabe lo que debe, concepción más
que discutible.
De acuerdo al precepto: “la mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a
indemnización de perjuicios”. El lenguaje legal es, por demás, impropio, porque si hay
caso fortuito no puede haber mora, pues éste extingue la obligación. Ello ha permitido
sostener que habría lugar a la mora aun ante un incumplimiento originado por fuerza
mayor, y únicamente el deudor quedaría exento de la indemnización de perjuicios, pero
sujeto a los demás efectos de la mora; semejante opinión es insostenible, porque el Art.
1.547 exime de toda responsabilidad al deudor por el caso fortuito.
La interpelación es el acto por el cual el acreedor hace saber a su deudor que considera
que hay retardo en el cumplimiento, y que éste le está ocasionando perjuicios; por la
interpelación el acreedor requiere a su deudor, manifestándole que hay incumplimiento.
Supone una actividad del acreedor que transforma el mero retardo en mora; el primero se
produce, como
decíamos, sin su intervención, por el solo hecho de pasar a ser exigible la obligación y no
cumplirse en ese momento; cuando interviene el acreedor interpelando al deudor, pasa a
haber mora.
No hay inconveniente alguno que por estipulación previa de las partes se elimine el
requerimiento y se convenga en que la mora se produce por el solo retardo.
De acuerdo al precepto señalado, hay tres clases de interpelación a las cuales se van
refiriendo sucesivamente
A. Interpelación judicial.
De acuerdo al Art. 1.551, “El deudor está en mora: 3.° En los demás casos, cuando el
deudor ha sido judicialmente reconvenido por el acreedor”.
Esta es la regla general en materia de interpelación, aunque el legislador la haya colocado
en tercer lugar; la expresión “en los demás casos” es decidora. En consecuencia, cualquier
situación no comprendida en los números 1.° y 2.° necesita para la constitución en mora
del deudor el requerimiento judicial; si no, no hay mora.
Nuestro Código fue muy estricto, porque apartándose del francés, y de la tendencia
general en las legislaciones, exigió la reconvención judicial; cualquier requerimiento
extrajudicial, por enérgico que sea, ya se efectúe por carta certificada, telegrama, avisos
por diarios, requerimiento por notario, y aun el reconocimiento del deudor de estar en
retardo, no colocan al deudor en mora. Seguramente el legislador quiso evitar discusiones
posteriores, pero la solución resulta francamente injustificable; no se ve el objeto de
obligar siempre al acreedor a recurrir a los tribunales y, por otro lado, se ha otorgado una
preciosa herramienta para los deudores incumplidores, sobre todo en épocas de mayor
inflación, en que cualquier demora significa en definitiva pagar menos, por la
desvalorización monetaria. Creemos que toda la institución de la mora debe ser revisada.
Se la llama interpelación contractual por cuanto en el contrato las partes han fijado el
momento del cumplimiento, con lo cual se considera que el acreedor ha manifestado a su
deudor que hasta esa fecha puede
Es una aplicación parcial del principio o aforismo de que el dia requiere por el
hombre;parcial, porque no se aplica a todo plazo, sino únicamente a los convencionales.
Los ejemplos son múltiples, y todos referidos a determinadas actividades, como sena el
encargo de una construcción por un industial para una exposición, que de nada servirla al
acreedor si se le pretende entregar una vez que ella ha transcurrido, etc.234
En el contrato con prestaciones recíprocas ninguna de las partes está en mora si la otra no
cumple o se allana a cumplir su propia obligación del contrato no cumplido, de la que es
una manifestación. Nos remitimos a los N.° 941 y siguientes, pero debe tenerse presente
que el cumplimiento del acreedor en el contrato bilateral es requisito de la mora del
deudor, ya que el precepto señala que no la hay en caso contrario.
Cumplidos los requisitos ya señalados, el deudor queda colocado en mora, y ella produce
los siguientes efectos principales:
El ya citado Art. 1.557 dispone que “se debe la indemnización de perjuicios desde que el
deudor se ha constituido en mora”.
¿Qué significa la disposición? ¿La mora es un requisito para que nazca la obligación de
indemnización, o debe cumplirse para que ella pueda exigirse? El profesor Fueyo sostiene
que se deben los perjuicios producidos antes de la mora, pero no pueden reclamarse sin
ella.236
Los primeros se habrán siempre producido antes de la constitución de la mora por el solo
incumplimiento del deudor. Lo prueba así el Art. 1.672, según el cual si la cosa perece por
culpa o durante la mora del deudor, la obligación subsiste y varía de objeto: “el deudor es
obligado al precio de la cosa y a indemnizar al acreedor. El precio de la cosa es
evidentemente indemnización compensatoria.
Para los moratorios, aunque el punto dista de ser claro, es necesaria la mora para que
ellos se devenguen. Así parece revelarlo el Art. 1.559, N.° 1.°, en las obligaciones de dinero
en su inc. 12 exige la mora del deudor, y en el número señalado declara que si la deuda no
devengaba intereses “empiezan a deberse los legales”, esto es, comienzan con la mora.
La mora agrava la responsabilidad del deudor, porque le hace responder, con ciertas
limitaciones, del caso fortuito.
Las normas legales que así lo declaran pueden sintetizarse en la siguiente forma:
1.° Por regla general, el deudor moroso responde del caso fortuito.
2.° Salvo que éste hubiese sobrevenido, no obstante haberse cumplido oportunamente la
obligación.
Varios preceptos lo establecen así; desde luego el inc. 2 del Art. 1.547: “el deudor no es
responsable del caso fortuito, a menos que se haya constituido en mora (siendo el caso
fortuito de aquellos que no hubieran dañado a la cosa debida, si hubiese sido entregada al
acreedor)”.
El inc. 2 del Art. 1.672 dispone: “si el deudor está en mora y el cuerpo cierto que se debe
perece por caso fortuito que habría sobrevenido igualmente a dicho cuerpo en poder del
acreedor, sólo se deberá la indemnización de los perjuicios de la mora. Pero si el caso
fortuito pudo no haber sucedido igualmente en poder del acreedor, se debe el precio de
la cosa y los perjuicios de la mora”.
Finalmente, sabemos que el Art. 1.590 impone al acreedor la obligación de recibir la
especie debida en el estado en que se encuentre, “a menos que los deterioros hayan
sobrevenido después que el deudor se ha constituido en mora, y no provengan de un caso
fortuito a que la cosa hubiese estado igualmente expuesta en poder del acreedor”.
3.° El deudor de todos modos deberá los perjuicios por la mora, como lo señala el Art.
1.672, esto es, los moratorios.
4.° El deudor a quien corresponde probar el caso fortuito deberá también establecer que
la obligación se hubiere visto expuesta igualmente al caso fortuito aun si se hubiere
cumplido. Lo señala así el Art. 1.674: “El deudor es obligado a probar el caso fortuito que
alega.
Si estando en mora pretende que el cuerpo cierto habría perecido igualmente en poder
del acreedor, será también obligado a probarlo”.
Se va produciendo así un traspaso del onus probandi; por ejemplo, se debe la entrega de
un automóvil y el acreedor la reclama, a él toca establecer la obligación; el deudor
contesta que el vehículo se destruyó por caso fortuito; a él corresponde probar éste- el
acreedor replica que el caso fortuito ocurrió durante la mora del deudor, él debe
acreditarla, y finalmente, si duplica el demandado que el automóvil se habría destruido
igual en poder del acreedor, la demostración de su aserto le corresponde.
III. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se debe, pasa a ser del deudor. Referencia.
Por regla general, de acuerdo al Art 1. 550, en nuestra legislación el riesgo del cuerpo
cierto cuya entrega se debe es del acreedor, salvo las excepciones, que examinaremos al
analizar la teoría del riesgo, entre las que figura que el deudor esté colocado en mora, en
cuyo caso “será a cargo del deudor el riesgo de la cosa, hasta su entrega”(N.° 1.212, 1.°).
Los perjuicios pueden determinarse de tres maneras: por las partes de comú n acuerdo,
producidos ya los perjuicios, o previamente mediante una cláusula penal, por la justicia o
disposición legal que los fije.
2.° La segunda es determinar qué perjuicios son indemnizable, dentro de las varias
categori ́as que hay de ellos, y
3.° Determinar el monto de cada uno de los perjuicios que se deben indemnizar,
operación totalmente prudencial de acuerdo a la prueba rendida.
Estas dos últimas etapas existen sólo en la avaluació n judicial; en efecto, veremos que en
la cláusula penal se ha fijado de antemano por las partes el monto a pagarse por la
infracción, de manera que establecida ésta no hay discusión posible sobre la existencia,
naturaleza y monto de los perjuicios. Tampoco en la legal se discute si ha habido
perjuicios, cuáles son ellos, sino que el tribunal se limitará, establecida la procedencia de
la indemnizació n, a aplicar la tasa que corresponde de intereses, según la ley (N.° 898).
Juri ́dicamente hablando, la regla general es la avaluació n judicial; la legal só lo tiene lugar
en las obligaciones de dinero, y la convencional, si se ha estipulado cláusula penal; en todo
otro caso, si las partes no componen entre si ́ la indemnización, corresponde al juez
avaluar los perjuicios, de acuerdo a las normas que la ley ha fijado y la prueba que las
partes le suministren.
Medidas conservativas: Se las define habitualmente como aquellas que tienen por objeto
mantener intacto el patrimonio del deudor, evitando que salgan de su poder los bienes
que lo forman, a fin de hacer posible el cumplimiento de la obligación;134 o como
aquellas que tienen por objeto garantizar o asegurar el ejercicio de un derecho sin que
constituyan dicho ejercicio en si ́ mismo.135
Los conceptos dados son ampli ́simos, porque la verdad es que el Có digo fue bastante vago
e impreciso; habló de medidas conservativas en las disposiciones que luego citaremos,
pero en parte alguna dijo de qué se trataban, ni qué requisitos debi ́an concurrir a su
otorgamiento.
En el fondo no hay otro requisito que quien las solicita tenga interés en ellas. Y lo tendrá
cuando sea acreedor, pero la liberalidad del legislador es tal que incluso el acreedor
condicional suspensivo que aún no es titular del crédito puede impetrarlas en resguardo
de su legi ́tima expectativa de llegar a serlo (N.° 512). Con mayor razó n corresponderán al
acreedor puro y simple y a plazo.
Podemos citar las siguientes disposiciones que facultan al acreedor para impetrar medidas
de conservació n: 1.° Art. 761, en el fideicomiso.
En el inc. 1.° del precepto declara que el fideicomisario no tiene derecho alguno pendiente
la condición, y el
2.° agrega: “podrá, sin embargo, impetrar las providencias conservatorias que le
convengan, si ́ la propiedad pareciere peligrar o deteriorarse en manos del fiduciario”.
Este asignatario carece de todo derecho pendiente la condición “sino el de implorar las
providencias conservativas necesarias”.
3.° Art. 1.492, inc. final, que da igual derecho al acreedor condicional.
Todo lo anterior se traduce en decir que el Có digo se preocupó en conceder el derecho a
impetrar medidas conservativas al que tiene un derecho sujeto en su nacimiento a
condición, de donde se deduce que con mayor razó n pueden hacerlo otras clases de
acreedores.
4.° Inc. 2.° del Art. 755 del C.P.C. en los juicios de divorcio y nulidad de matrimonio.
Esta disposición le fue agregada al precepto por el Art. 10 de la Ley 10.271, de 2 de abril
de 1952 y faculta al juez en tales juicios para ,la petició n de la mujer, tomar todas las
providencias que estime conducentes a la seguridad de los intereses de ésta”.
Algunas medidas conservativas: Ya hemos señ alado que queda mucho al criterio del juez,
según los diferentes casos, otorgar las que estime conducentes a la situación de las partes.
I. Medidas precautorias.
Las medidas precautorias suponen en todo caso que ya el acreedor ha puesto en marcha,
o lo hará en breve, sus acciones para obtener el cumplimiento u otro amparo a su
derecho, y tienden a prevenir que éste quede burlado por los actos del demandado en el
juicio.
En tal sentido opera también el embargo en el juicio ejecutivo (N.° 802), y la prohibición al
fallido de celebrar actos sobre sus bienes afectos a la quiebra (N.° 964). Ambas medidas
inciden ya en el cumplimiento forzado y tienden a garantizar la efectividad de éste.
Es una de las más ti ́picas medidas de conservación que reglamenta la ley; es una
circunstancia externa, el fallecimiento del deudor, la que pone en peligro el patrimonio
sujeto a la garanti ́a general.
En tal caso el Art. 1.222, para asegurarlo, faculta a todo el que tenga interés en ello, o se
presuma que pueda tenerlo, para pedir al juez en la forma señ alada en los Arts. 872 a 876
del C.P.C., desde el momento de abrirse una sucesión, que los muebles y papeles de ésta
se guarden bajo llave y sello hasta que se proceda al inventario solemne de los bienes y
efectos hereditarios.
Además de los posibles herederos, es evidente que tienen interés en la sucesión los
acreedores del difunto, muy interesados en que no desaparezcan los bienes de la
herencia.
Son numerosas las situaciones en que el legislador como medida de seguridad exige la
confección de inventario solemne. El Ti ́tulo 7.° del Libro 4.° del C. de P.C. reglamenta la
forma de otorgarlo, complementado con las normas que da el C.C. para casos especi ́ficos.
El Art 1.255 se refiere al que se confecciona al fallecimiento del causante y que tiene el
importante efecto, según sabemos, de limitar la responsabilidad del heredero a lo que
recibe por herencia. Nada de extrañ o tiene, pues, que el precepto faculte a los acreedores
hereditarios que presenten el ti ́tulo de su crédito para asistir a la confección del inventario
y reclamar en contra de éste en lo que les pareciere inexacto.
En protección de sus derechos, la ley faculta a los acreedores para ejercitar estos derechos
y acciones, en lugar del acreedor mediante la acción oblicua, que puede definirse, en
consecuencia, como el ejercicio de los derechos y acciones del deudor por parte de sus
acreedores, cuando el primero es negligente para hacerlo. Por ejemplo, el deudor es
acreedor a su turno en un crédito y no lo cobra; los acreedores quedan facultados para
cobrar por él.
También se la llama acción indirecta, para diferenciarla de ciertas acciones directas del
acreedor, que veremos en la tercera sección de este Capítulo, y en que éste también hace
efectivos derechos y acciones del deudor, pero no por cuenta de éste, sino por la propia.
Pues bien, cuando el legislador la otorga, la acción oblicua protege este interés del
acreedor de incrementar el patrimonio del deudor, para asegurar o por lo menos
aumentar las probabilidades del cobro del crédito.
Pero también se desconfía de ella, porque el deudor puede tener muchos motivos y no la
mera negligencia para no ejercer determinados derechos y acciones; puede estimar que
no le convienen, porque implican mayores gastos que lo que va a obtener, etc. Nadie sabe
mejor que su titular qué es lo que le conviene hacer; el acreedor, cegado por el deseo de
cobrar, puede así causarle un daño a su deudor. De ahí que se le coloquen requisitos más
o menos estrictos, aun en las legislaciones que la establecen con amplitud.
Ellos se refieren:
Como toda persona que ejerce una acción debe tener interés en ello: El acreedor tendrá
interés cuando con la negligencia del deudor quede comprometida su solvencia. Hay
quienes sostienen que es necesario que el deudor sea insolvente; creemos que es un poco
exagerada tal afirmación, y veremos que en los casos que en nuestra legislación se
consideran de acción oblicua, el legislador no lo exige.
II. Requisitos del crédito del acreedor que ejerce la acción oblicua.
En buena síntesis, podemos decir que el acreedor, en principio debe ser puro y simple, ya
que se exige que su crédito sea cierto y exigible.
deudor, y en buena doctrina habría que concluir que ni siquiera es necesario oír a éste.
Nos parece, sin embargo, de toda conveniencia emplazar al deudor para evitar discusiones
posteriores sobre el efecto de la acción a su respecto. Así lo exige, por ejemplo, el Código
italiano expresamente (inc. 2.° del Art. 2.900).
IV. Requisitos de los derechos y acciones que se ejercen por cuenta del deudor.
Desde luego estos derechos y acciones deben ser patrimoniales, ya que el objeto que
persigue el acreedor es incrementar el patrimonio en que podrá ejecutar la obligación.
Ningún interés puede tener en los que no tengan significación pecuniaria.
Deben referirse a bienes embargables, porque en caso contrario, aun cuando ellos se
hicieran ingresar al patrimonio del deudor, sus acreedores no podrían después
perseguirlos.
Finalmente, como lo señala el Art. 1.166 del Código francés, tampoco se permite en
aquellas acciones propias de la persona del deudor, o sea, las acciones personalísimas,
aunque ellas se traduzcan finalmente en bienes pecuniarios, como una reclamación del
estado de hijo legítimo, que permitirla cobrar la herencia.
Ellos derivan del hecho de que los acreedores no ejercen una acción propia, sino las del
deudor y por cuenta de éste. De ahí que:
1.° El deudor del deudor negligente, esto es, el demandado por la acción oblicua, puede
oponer las mismas excepciones que le corresponderían si es demandado por su propio
acreedor;
2.° Es muy discutible que la acción oblicua ejercitada por el acreedor del deudor
negligente, produzca cosa juzgada respecto de éste, por lo que hemos considerado
recomendable emplazarlo siempre;
3.° La acción oblicua no requiere una calificación judicial previa; en el mismo juicio en que
se ejerce se determinará su procedencia, si ella es impugnada, pues si no se cumplen los
requisitos legales, el demandante carecerá de legitimación para obrar en el juicio, y
¿Procede en el Código Civil chileno la acción oblicua? : Nuestro Código no consideró una
disposición análoga al Art. 1.166 del Código francés, lo que resulta llamativo, dado que el
propio señor Bello reconoció ser en esta parte de las obligaciones tributario de aquél.
1.° Para algunos autores, el Código si bien no establece la acción oblicua como regla
general, contiene algunos casos particulares en que les permite a los acreedores su
ejercicio. Pero ella no podría pretenderse en otros casos que los señalados por la ley, e
incluso se producen profundas discrepancias cuando se trata de determinar las
situaciones específicas en que se la acepta, según veremos al estudiar los principales.138
Ello significaría, por ejemplo, que no podrían los acreedores cobrar los créditos del
deudor, interrumpir las prescripciones que perjudican a éste, etc.
2.° Para otros autores, entre los que el más decidido es Claro Solar, en otros términos que
en el Código francés, pero igualmente en forma general, la acción oblicua está contenida
en los Arts. 2.461 y 2.466. Esta última disposición la veremos en el número siguiente, y la
primera ya la hemos analizado, pues otorga a los acreedores el derecho a perseguir los
bienes presentes y futuros del deudor que están en su patrimonio, y en éste
indudablemente se encuentran sus derechos, y por ende, los créditos; el ejercicio de la
acción oblicua no sería sino una forma de hacer efectivo dicho derecho de prenda general.
Tras analizar las disposiciones que inciden en la cuestión, nos permitiremos consignar
nuestra opinión. Los casos y disposiciones que constituirían aplicación o permitirían el
ejercicio de la acción oblicua, serían los siguientes:
1.° Derecho de prenda, usufructo y retención del deudor;
2.° Arrendamiento;
Acción pauliana: Se refiere a ella el Art. 2.468 del Código; también contiene normas al
respecto la Ley de Quiebras, cuyo estudio no nos corresponde, pero a la que nos
referiremos brevemente.
El Art. 2.467 dispone que “son nulos todos los actos ejecutados por el deudor
relativamente a los bienes de que ha hecho cesión o de que se ha abierto concurso a los
acreedores”. Donde el Código habla aun de concurso, debe entenderse quiebra.
En consecuencia, el deudor queda inhibido de efectuar acto alguno respecto de los bienes
a que se extiende la quiebra o de que ha hecho cesión; lo primero, porque la quiebra
produce el desasimiento de los bienes del fallido, cuya administración pasa al Síndico de
Quiebras, y en uno y otro caso, porque si el deudor pudiera disponer de sus bienes,
quedarían burlados sus acreedores.
El inc. 1.° del Art. 2.468 señala a continuación: “en cuanto a los actos ejecutados antes de
la cesión de bienes o la apertura del concurso (declaración de quiebra), se observarán las
disposiciones siguientes”, y señala tres reglas que estudiaremos en esta sección.
Con la declaración de quiebra, los acreedores atajan todos los actos del deudor que los
puedan perjudicar, pero es posible de que antes que ella llegue, el deudor haya efectuado
algunos actos de mala fe, con el exclusivo afán de burlar a sus acreedores. En el Capítulo
anterior veíamos la posible negligencia del deudor, que puede privar a los acreedores de
bienes que normalmente debieron ingresar a su patrimonio.
Aquí estamos frente a una situación más grave; el deudor maliciosamente ejecuta actos
destinados a perjudicar la garantía general que sobre su patrimonio tienen los acreedores.
No se trata ya de no enriquecerlo, sino de empobrecerlo intencionalmente, como si por
ejemplo dona todos sus bienes a un tercero no quedando en qué hacer efectivos los
créditos de los acreedores.
Estas acciones fraudulentas del deudor pueden efectuarse de dos maneras: otorgándose
un acto aparente de enajenación, simulando deudas que no existen, etc. Si se prueba la
simulación, los acreedores pueden ampararse en la acción propia de esta institución. En
otras ocasiones, el acto puede ser real, pero celebrado con el solo afán de perjudicar a los
acreedores, como ocurre en el ejemplo antes dado
Podemos, pues, definir la acción pauliana o revocatoria como la que la ley concede a los
acreedores para dejar sin efecto los actos del deudor ejecutados fraudulentamente y en
perjuicio de sus derechos, y siempre que concurran los demás requisitos legales.
Se la llama revocatoria justamente porque su objeto es revocar, dejar sin efecto los actos
ejecutados fraudulentamente por el deudor para disminuir su garantía general ante los
acreedores.
Con la acción pauliana ocurre algo semejante que con la oblicua, ya que el legislador no
puede ser muy liberal en su otorgamiento; si fuera así, quedaría totalmente trabada la
posibilidad del deudor de administrar su patrimonio. Si todos los actos del deudor se
vieran amenazados, por el solo hecho de tener éste deudas, de quedar sin efectos, nadie
se arriesgaría a contratar con él, incapacitándolo de hecho para la vida jurídica.
Por ello deben cumplirse varias circunstancias para que prospere la acción pauliana; ellas
son:
El Art. 2.468, en sus diferentes incisos, habla de actos y de contratos sin efectuar
distinciones, por lo cual se reconoce a la acción pauliana un campo amplio de acción, pero
siempre que se trate de actos voluntarios del deudor; no podrían impugnarse por esta vía
aquellos efectos jurídicos que se producen sin intervención de la voluntad del deudor.
En cambio, todos los actos, sean un¡ o bilaterales, contratos un¡ o bilaterales,
convenciones, donaciones, renuncias de derecho, etc., pueden ser atacados por la acción
pauliana. El pago mismo puede ser fraudulento, siempre que no se trate de una deuda
vencida142 Las cauciones otorgadas por el deudor también quedan incluidas si son
fraudulentas, y por ello el N.° 1.° del Art. 2.468 menciona la prenda, hipoteca, anticresis.
Sería el caso, por ejemplo, de una deuda pendiente que el deudor garantiza con una
hipoteca totalmente innecesaria, puesto que el acreedor no puede aún presionarlo. Otras
legislaciones hablan de actos de disposición, como por ejemplo el Art. 2.901 del Código
italiano.
Los posteriores son lisa y llanamente nulos, de nulidad absoluta, porque están prohibidos
por la ley; no se necesita la concurrencia de otro requisito alguno que la declaración de
quiebra, y que se trate de bienes a que ella se refiere.
Dentro de los actos anteriores a la quiebra, la ley respectiva ha introducido una distinción
en los Arts. 74 y siguientes, estableciendo un período sospechoso que se extiende desde la
fecha que fije el tribunal como de cesación de los pagos, y a veces se retrotrae aún más
allá, con lo que se facilita la impugnación de los acreedores.
En efecto, el precepto comienza diciendo: “en cuanto a los actos ejecutados antes de la
cesión de bienes o la apertura del concurso” (declaración de quiebra, hoy en día), etc.
Pareciere entonces que sólo cabría una acción pauliana, previo alguno de estos actos, y así
lo entendió en un comienzo cierta jurisprudencia, pero esta tesis ha sido totalmente
abandonada:
1.° Porque es absurda; no habría explicación racional y lógica para una exigencia
semejante, ya que actos de fraude del deudor quedarían impunes si no se le declara en
quiebra o hace cesión de su bienes;
2.° Porque la redacción del precepto, deficiente desde luego, se explica en parte
relacionándolo con el anterior: el 2.467, que se refiere justamente a los actos posteriores
a la quiebra o cesión de bienes; el Art. 2.468, conectándose a aquél, quiso referirse a los
efectuados sin que haya mediado anterior cesión de bienes o quiebra;
3.° Porque si no exigencia, la quiebra está presente en todos los preceptos del Título 41 de
la Prelación de
El acreedor que entabla acción pauliana, como el que intenta una oblicua, debe tener
interés, y lo tendrá cuando el deudor sea insolvente, porque si tiene bienes más que
suficientes para satisfacer a sus acreedores, no podrá prosperar la pretensión de revocar
sus actos.
Visto lo mismo desde otro ángulo, el Art. 2.468 exige el perjuicio de los acreedores: que el
acto se haya otorgado en su perjuicio (N.° 1.°), probándose el perjuicio de los acreedores,
dice el N.° 2.°. Y les causará perjuicio cuando en virtud de dicho acto el deudor quede
imposibilitado de pagarles, esto es, haya provocado o aumentado su insolvencia.
Finalmente, el acreedor en principio debe ser puro y simple para intentar la revocación. En
general, no se admite la acción del acreedor cuyo derecho está sujeto a condición
suspensiva, porque no hay obligación, ni a plazo, salvo que la insolvencia del deudor sea
notoria, porque ella provoca la caducidad de éste. Sin embargo, en estricta lógica, esta
exigencia no se justifica, aunque sea generalmente aceptada,146 porque por un lado hay
un acto fraudulento, cuyo perjuicio futuro evidente debe permitirse provenirlo al acreedor
que ya es tal, aunque no pueda exigir su crédito, o tiene la legítima expectativa de llegar a
serlo.
El deudor debe ser fraudulento, esto es, ejecutar o celebrar el acto o contrato con ánimo
de perjudicar a sus
acreedores; es una especie de dolo o mala fe, pero de carácter especial, ya que según
dijimos no es el que vicia el consentimiento, y más se asemeja al que concurre en los actos
ilícitos, en el delito civil.
En Francia, el Código no definió el fraude pauliano, por lo que se discute si basta con que
sepa el deudor el mal estado de sus negocios, o se precisa además la intención de
perjudicar a los acreedores. En Chile, el N.° 1.° del Art. 2.468 definió el fraude pauliano:
consiste en conocer el mal estado de los negocios del deudor. Esta es la circunstancia que
deberán probar los acreedores para ganar la revocación.
Porque, en efecto, ni el dolo ni la mala fe se presumen, por lo cual esta prueba es de cargo
de los demandantes paulianos. Sin embargo, declarado en quiebra el deudor, el Art. 75,
inc. 2.° de la ley respectiva presume que éste sabía el mal estado de sus negocios desde
los diez días antes a la fecha que ha sido fijada como de cesación de los pagos.
Según lo antes señalado, el acto fraudulento debe, además, perjudicar al acreedor, quien
igualmente debe probar esta circunstancia.
V. Requisitos que deben concurrir en los terceros beneficiados con el acto o contrato.
Sé refiere a ellos la regla 1a del precepto: “los acreedores tendrán derecho a que se
rescindan los contratos onerosos, y las hipotecas, prendas y anticresis que el deudor haya
otorgado en perjuicio de ellos, estando de mala fe el otorgante y el adquirente, esto es,
conociendo ambos el mal estado de los negocios del primero”.
Como decíamos, en los actos a títulos onerosos se exige la mala fe de ambas partes:
deudor y adquirente; los dos deben saber el mal estado de los negocios del primero, y el
acreedor deberá rendir esta prueba.
Se refiere a ellos la regla 2a, del precepto: “los actos y contratos no comprendidos bajo el
número precedente, incluso las remisiones y pactos de liberación a título gratuito, serán
rescindibles, probándose la mala fe del deudor y el perjuicio de los acreedores”.
Basta la mala fe del deudor, y la razón de esta diferencia está ya señalada habiendo varios
intereses en juego: del acreedor que quiere mantener la máxima integridad de su
garantía; del deudor que debe conservar la libre administración de sus bienes, y a quien el
legislador sólo sanciona en casos de negligencia o fraude, y del tercero que ha contratado
con el deudor, la ley sacrifica con mayor facilidad el de éste, si no ha efectuado sacrificio
alguno para su adquisición. El tercero no pierde en definitiva nada, queda igual que antes
del acto. En cambio, el que ha adquirido a título oneroso, ha efectuado un desembolso, un
sacrificio económico, que tendrá posteriormente que entrar a recuperar. Por ello el
legislador no puede prescindir de su actitud y sólo lo sanciona si es fraudulento también.
2.° Es una acción personal. El punto se ha prestado a cierta controversia, porque al igual
que otras acciones personales: resolución, pago de lo no debido, nulidad, puede afectar a
los terceros. Antes por el contrario, la acción carece de todo objeto si ella no va a implicar
al tercero adquirente, según lo expresado en el número anterior. Es más, en nuestro
concepto no hay duda alguna que el tercero debe ser parte en el pleito en que se discuta
la revocación, tanto que si es adquirente a título oneroso está en discusión su buena fe.
Pero ello no quita la calidad de acción personal a la pauliana, porque deriva de una
relación de crédito entre el acreedor y deudor, y que involucra al tercero por disposición
de la ley y por su participación en el hecho;
3.° Es una acción patrimonial, y en consecuencia será renunciable, pues está establecida
en beneficio del o los acreedores que la entablen; igualmente es transferible y
transmisible, y
La regla 3a del Art. 2.468 dispone que “las acciones concedidas en este artículo a los
acreedores expiran en un año contado desde la fecha del acto o contrato”. Siendo una
prescripción especial o de corto plazo, no se suspende (Art. 2.524).
Efectos de la revocación.
El efecto que produce la acción pauliana, dicho en términos generales, es dejar sin efecto
el acto impugnado hasta el monto en que perjudique al acreedor o acreedores que han
intentado la revocación.
En consecuencia:
1.° Como toda sentencia es de efectos relativos, la revocación sólo beneficia al o a los
acreedores que intentaron la acción pauliana, pero no a los demás. Estos evidentemente
pueden actuar como coadyuvantes en el juicio, y participar, en consecuencia, de sus
beneficios.
¿Es reivindicatoria la acción que se intenta contra el tercero para privarlo de la cosa
adquirida fraudulentamente? Es evidente que en cuanto éste es privado de la cosa, su
efecto es muy semejante. igualmente, la cosa vuelve al patrimonio del enajenante. Pero
en virtud de la acción de un tercero, el acreedor. No nos parece que lo sea en definitiva,
sino una acción de características muy especiales.
2.° Los efectos de la revocación variarán según el acto de que se trate así, si se trata de
una enajenación quedará total o parcialmente sin efecto, y el adquirente perderá la cosa
de que se trate; si se dirige contra una hipoteca, se cancelará ésta; si ataca a una remisión,
renace el crédito, etcétera.
3.° En virtud de la revocación vuelven al patrimonio del deudor los bienes que habían
salido de él, y en consecuencia, podrán en ellos ejecutar sus derechos los acreedores,
embargándolos y sacándolos a remate.
4.° La acción pauliana, si no tiene otro objeto para el acreedor que preparar su ejecución
sobre los bienes recuperados para el deudor, puede ser atajada por el adquirente
pagándole su crédito al demandante.
5.° Cuando tiene por objeto la recuperación de alguna cosa enajenada, nace para el
adquirente afectado por ella la obligación de restituir. El Código no la reglamentó en esta
parte, por lo que creemos deben aplicarse en todo y por todo las reglas generales de las
prestaciones mutuas (Arts. 904 y siguientes), en cuanto a mejoras, frutos, deterioros,
etcétera.
Efectos entre el deudor y tercero: Ya hemos dicho que la acción pauliana no es de nulidad.
En consecuencia, el acto queda sin efecto sólo en cuanto perjudica al o a los acreedores
que la han intentado. Por ejemplo, el deudor remitió a su propio deudor un crédito por $
10.000. Un acreedor pide la revocación de esta remisión para cobrar su crédito de $ 5.000.
La remisión queda sin efecto hasta esta suma, pero subsiste en el resto.
En virtud del Derecho de Prenda General, según el artículo 2465 del Código Civil, es el
patrimonio del deudor el que está respondiendo por el cumplimiento de sus obligaciones.
Por lo que la ley otorga al acreedor ciertas acciones o medios destinados a mantener la
integridad de ese patrimonio. Se les denomina: Derechos Auxiliares del Acreedor.
No hay una uniformidad respecto de cuales serían esos derechos, pero hay un consenso
en atribuirle este carácter a los siguientes:
a) Medidas conservativas destinadas a evitar que determinados bienes salgan del
patrimonio del deudor.
b) Derecho legal de retención
c) Acción oblicua, indirecta o subrogatoria, destinada a obtener que ingresen ciertos
bienes al patrimonio del deudor que éste negligentemente pretende dejar fuera.
d) Acción pauliana o revocatoria cuyo objetivo es reintegrar al patrimonio del deudor
bienes que han salido de él en perjuicio de sus acreedores (art.2468 Código Civil).
e) El beneficio de separación destinado a impedir que los bienes del causan se
confundan con los del herederos, en perjuicio de los acreedores hereditarios o
testamentarios (arts 1378 al 1385).
Derecho Legal de Retención: Hay varias disposiciones que facultan a quien está
obligado a entregar una cosa, para retenerla, con el fin de asegurarle un derecho
que según la ley le corresponde.
Ejemplo:
- Del arrendatario que puede retener la cosa arrendada hasta que se le pague o asegure
por arrendador el importe de las indemnizaciones que este último le adeuda.
- El mandatario que pueda retener los efectos que se le hayan entregado por cuenta del
mandante para la seguridad de las prestaciones a que este fuere obligado por su parte
- Del comodatario para la cosa prestada mientras no se le paguen las indemnizaciones
contempladas en los artículos 2191 y 2192.
Constituye el derecho legal de retención una verdadera medida precautoria, que
debe ser declarada judicialmente (art.545 CPC) ‘‘los bienes retenidos por resolución
ejecutoriada serán considerados, según su naturaleza, como hipotecados o
constituidos en prenda para los efectos de su realización y de la preferencia a favor
de los créditos que garantizan. El decreto judicial que declare procedente la
retención de inmuebles deberá inscribirse en el Registro de Hipotecas’’
Acción oblicua o subrogatoria: la ley en determinados casos otorga a los
acreedores el derecho a actuar en nombre del deudor, respecto de ciertas acciones
o derechos, que correspondiendo a éste, negligentemente o con el propósito de
perjudicar a sus acreedores, no ejercita. Ello con el objeto de que estas acciones o
derechos ingresen al patrimonio del deudor, mejorando de esa forma el derecho
de prenda general. Estas acciones se denominan acciones indirectas, oblicuas o
subrogatorias. Estas no son acciones que emanen del contrato, sino que la ley las
otorga. Sus diferentes denominaciones se explican: subrogatorias porque los
acreedores pasan a ocupar el lugar del deudor para ejercitar sus derechos y
acciones, haciéndolo por cuenta y a nombre de él. Indirecta u oblicua, porque la
acción o derecho se incorpora al patrimonio del deudor, para que después el
acreedor pueda hacer efectivo su crédito en ese patrimonio.
Accion Pauliana o revocatoria: esta acción tiene origen romano. Tratada en el
artículo 2.468 CC, Abeliuk la define como ‘‘la que la ley otorga a los acreedores para
dejar sin efecto los actos del deudor ejecutados fraudulentamente y en perjuicio
de sus derechos y siempre que concurran los demás requisitos legales’’.
- Requisitos de la acción Paulina: estos pueden estudiarse:
a) En relación con el acto: esta puede intentarse para dejar sin efecto cualquier acto o
contrato voluntario del deudor, no forzados, pues en tal caso no se divisa el fraude,
Según el artículo 2468 CC los actos o contratos se distinto tipo 8unilaterales,
bilaterales, gratuitos, onerosos, pesen ser actos de renuncia, etc.) en el caso de que el
contrato sea oneroso, la acción produce la insolvencia del deudor, para revocarlo será
necesario probar la mala fe del deudor y la mala del adquirente. O sea acreditar que
ambos conocían del mal estado del negocio del deudor. Pero en el caso que sea un
contrato o acto gratuito, basta que el acreedor pruebe la mala fe del deudor y el
perjuicio de los acreedores.
b) En relación con el deudor:
c) En relación con el acreedor: el acreedor que entabla la acción debe tener interés, y
solo va a tenerlos cuando se reúnan los siguientes requisitos:
Que el deudor sea insolvente o que con el acto haga aumentar su insolvencia
Que su crédito sea anterior al acto que produce la insolvencia
d) En relación con el adquirente del deudor: en el caso de que el acto sea gratuito, no
se requiere ningún requisito especial en el tercero adquirente, solo basta con la mala
fe del deudor y el perjuicio. Si el acto es oneroso, el tercero debe estar de mala fe es
decir, haber celebrado el acto sabiendo el mal estado del deudor.
e) En el caos del subadquierente: Claro Solar estima que a los subadquierente se les debe
aplicar las mimas reglas que a los adquirentes, Alessandri, parte de la base que la
acción pauliana es una acción de nulidad relativa, por lo que basta con probar la mala
de del tercero subadquierente. Ello porque la nulidad judicialmente declarada produce
los efectos respeto de terceros independientemente de su buena o mala fe.
- Características de la Acción Pauliana:
a) Es una acción directa del acreedor, que ejerce a su propio nombre y no por cuenta del
deudor.
b) Es una acción personal, porque deriva de un hecho ilícito. Luego se debe demandar al
deudor y al tercero
c) Es una acción patrimonial, de donde se sigue que:
Es renunciable
Transferible
Transmisible
Prescriptible. El plazo es de un año contado desde la fecha del acto o contrato.
- Efectos de la acción Pauliana: el efecto propio de esta acción es dejar sin efecto el acto
o contrato impugnado, hasta el monto del crédito del acreedor que intenta la acción.
Consecuencia de ello, es que el deudor puede enervar l acción pagando al acreedor.
Por aplicación del efecto relativo de la sentencia judicial, la revocación solo afecta a las
partes que litigaron.
- Naturaleza de la acción Pauliana: hay diferentes opiniones sobre esto:
a) Alessandri: toma en pie la expresión ‘‘rescindibles’’ que emplea el 2468, entiende que
es una acción de nulidad relativa. Tiene importancia esa conclusión para efectos de
saber si a los terceros subadquirente se les va o no exigir mala fe.
b) Somarriva : piensa que se está frente a una típica acción de imposibilidad por fraude,
esto implica que el acreedor no le afecta el acto y por ello puede pedir su revocación.
El hecho de que el acto se revoque hasta el monto del crédito del acreedor es un buen
argumento en favor de esta posición. Esta es la tesis que sigue Abeliuk
c) Para otros (Planiol): se trata de una acción indemnizatoria por un hecho ilícito. La
reparación adopta una forma especial que es, precisamente, dejar sin efecto el acto
ilícito.
El Art. 1.567, casi copiado del 1.234 del Código francés, encabeza este título, enumerando
los modos extintivos. En su inc. 1 se refiere al mutuo consentimiento de que hablaremos
en el Capítulo que a éste sigue.
Es modo de extinguir las obligaciones también el plazo extintivo, como si por ejemplo se
ha estipulado un arriendo de 3 años, vencidos los cuales se extingue el contrato, y con él
las obligaciones de ambas partes. Igualmente, la revocación unilateral pone fin a las
obligaciones, cuando ella es aceptada, como por ejemplo, en el mandato.
Finalmente, el modo que el Código denomina “pérdida de la cosa que se debe” está
limitado a las obligaciones de dar, y en realidad forma parte de uno más amplio,
comúnmente llamado imposibilidad en la ejecución, y que nosotros preferimos denominar
imposibilidad en el cumplimiento o en la prestación.
Clasificación de los modos extintivos: Suelen los comentaristas efectuar variadas
clasificaciones de los modos de extinguir, con un interés más que nada doctrinario. Y así se
habla:
Hay modos de extinguir en que el acreedor, si no obtiene el pago mismo, obtiene una
cierta forma de cumplimiento. A esta categoría pertenecen además del pago los que le
equivalen, según la expresión del Art. 1.526: dación en pago, compensación, confusión,
transacción y novación.
Esta distinción tiene trascendencia, como lo vimos en la solidaridad, para determinar las
relaciones internas entre los codeudores, una vez satisfecho el crédito del acreedor.
En ciertos modos de extinguir, la extinción opera con la voluntad de las partes, como en el
pago, mutuo disenso, novación, dación en pago, remisión, etc. Son, por lo tanto,
convenciones extintivas; otros operan sin intervención de la voluntad de las partes, como
la compensación, confusión, prescripción extintiva, etc., sin perjuicio de que éstos
también deben ser alegados.
En el pago con subrogación, también se produce una extinción parcial, pero en otro
sentido: la obligación se extingue respecto del acreedor pagado y sobrevive con otro
acreedor: el que pagó.
Efectos de la resolución: Hay que distinguir efectos entre las partes y efectos respecto de
terceros.
Trata el Código de la remisión, que también se llama condonación, en el Título 16 del Libro
4.°, Arts. 1.652 a 1.654, entre los modos de extinguir las obligaciones.
La remisión no es más que un modo extintivo de los créditos; no tiene ningún otro efecto
que éste, y es, además, no satisfactivo, pues nada recibe el acreedor por su derecho
renunciado.
Podemos definirla como la renuncia o perdón que efectúa el acreedor de su crédito de
acuerdo con el deudor.
La remisión es, pues, una renuncia, pero muy particular, pues requiere el consentimiento
del beneficiario de ella: el deudor, según se comprobará luego.
La renuncia, normalmente, es un acto unilateral del renunciante, y así, el Código en el Art.
885, N.° 3, declara extinguida la servidumbre por la renuncia del dueño del predio
dominante, y el inc. final del Art. 806 señala lo propio para el usufructo por la renuncia del
usufructuario, etc., sin que en ninguno de estos casos intervenga otra voluntad que la del
renunciante.
La razón de esta diferencia deriva de que el usufructo y la servidumbre constituyen
derechos reales, que suponen un vínculo entre la persona y la cosa (N.° 6), y de ahí que no
requieran 4t intervención de ninguna otra persona para su renuncia. Como la obligación es
un vínculo entre personas determinadas, lógicamente necesita el consentimiento de ambas
para extinguirse.
En conclusión, la remisión no es sino la renuncia de los derechos personales, y como
renuncia que es, sufre la aplicación del Art. 12. En consecuencia, serán renunciables todos
los derechos personales, siempre que la renuncia no esté prohibida por la ley. Un derecho
personal irrenunciable es el de los alimentos (Art. 334).
Dice la primera parte del Art. 1.653: “la remisión que procede de mera liberalidad, está en
todo sujeta a las reglas de la donación entre vivos”. En armonía con esta disposición el Art.
1.397 declara que “hace donación el que remite una deuda”.
De manera que la remisión puede ser de dos clases, según el espíritu de liberalidad que
anima al acreedor al efectuarla; si no hay más que el interés de favorecer al deudor, es una
donación, y se sujeta a los requisitos de ésta, según veremos.
La remisión no será enteramente gratuita si el acreedor renuncia a su crédito, porque tiene
un interés propio comprometido en la renuncia, y no sólo la intención de beneficiar al
deudor, como, por ejemplo, si condona una deuda menor con tal que el deudor le pague de
inmediato una mayor.
Pero el caso más frecuente de remisión no donación es el que se presenta en los convenios
de acreedores que reglamenta la ley de quiebras. Estos convenios pueden tener objetivos
diversos encaminados a obtener por los acreedores el pago de sus acreencias: darle plazo
al deudor, tomar la administración de sus bienes, y también remitirle parcialmente sus
créditos, a fin de que pueda pagar el saldo no remitido. En efecto, es posible que la situación
del deudor sea muy mala, y que si en esas circunstancias se procede a realizar sus escasos
bienes, los acreedores cobren una parte ínfima de sus créditos o sólo se alcancen a pagar
los preferentes. Optan entonces por no provocar la quiebra y permitir que el deudor
continúe la explotación de sus bienes y pueda pagar una parte mayor de la deuda, pero si
lo gravan con la cancelación íntegra de ella, aparece como imposible el objetivo deseado.
En tal situación condonan una parte de la deuda, lo que el Código llama quita, y que es una
remisión parcial. Lo curioso que tiene esta remisión es que si el convenio es judicial, puede
efectuarse contra la voluntad de algunos de los acreedores. En efecto, de acuerdo al Art.
180 de la Ley de Quiebras, para su aprobación el convenio requiere el consentimiento del
fallido (nueva demostración de la necesaria concurrencia del deudor a la remisión), y una
mayoría de los dos tercios de los acreedores concurrentes que representen las tres cuartas
partes del pasivo con derecho a voto. De manera que si el convenio importa una remisión
parcial, los acreedores que no han concurrido con su voto quedan de todos modos
obligados a ella.
III. Remisión total y parcial.
Será total la remisión cuando el acreedor renuncie íntegramente al crédito y sus accesorios,
y parcial si condona una parte de la deuda, o un accesorio de ella, como por ejemplo los
intereses.
La parte de la obligación no remitida subsiste en los mismos términos anteriores, si no se
ha convenido otracosa.
IV. Remisión expresa y tácita.
Por regla general la remisión será expresa, puesto que de acuerdo al Art. 1.393 la donación
no se presume.
Sin embargo, será tácita en el caso del Art. 1.654: “hay remisión tácita cuando el acreedor
entrega voluntariamente al deudor el título de la obligación, o lo destruye o cancela, con
ánimo de extinguir la deuda”.
La voz “título” está utilizada en este precepto en el sentido de documento que da cuenta
de la deuda; el legislador presume la remisión, porque es lógico deducirla de la actitud del
acreedor que se priva del medio de cobrar su crédito. La presunción es meramente legal, y
el acreedor puede destruirla probando una de dos cosas:
a) que la entrega, destrucción o cancelación del título no fue voluntaria;
b) o que estos actos no fueron realizados con ánimo de condonar la deuda.
Lo favorable para el deudor es precisamente esta alteración de las reglas generales del peso
de la prueba.
Normalmente, de acuerdo al Art. 1.698, la extinción de la deuda debe probarla el que la
alega, o sea, el deudor- en este caso el acreedor deberá acreditar que la deuda no se
extinguió.
1.° Capacidad de disposición del acreedor: La exige el Art. 1.652: “la remisión o condonación
de una deuda no tiene valor sino en cuanto el acreedor es hábil para disponer de la cosa
que es objeto de ella”. Es lógica la exigencia, porque, o bien la remisión es donación, en
cuyo caso, de acuerdo al Art. 1.338, el donante debe tener la libre disposición de lo que
dona, o de todos modos importa una disposición del crédito; el acreedor se desprende de
algo que es suyo, y pasa a extinguirse.
2.° Consentimiento: Si la remisión constituye una donación, se altera la regla general para
la formación del consentimiento del Código de Comercio (N.° 45), y se requiere la
notificación de la aceptación de la oferta al donante. Así lo estatuye el Art. 1.412: “mientras
la donación entre vivos no ha sido aceptada, y notificada la aceptación al donante, podrá
éste revocarla a su arbitrio”. Por ello se ha resuelto que si no medió la notificación de la
aceptación, el deudor no puede oponer como excepción la remisión a la demanda del
acreedor cobrando el crédito remitido.602 En el caso excepcional del Art. 1.654, examinado
en el número anterior, la voluntad puede manifestarse tácitamente.
3.° Formas de la remisión: No hay una regla única al respecto, puesto que la remisión puede
adoptar distintas maneras, y deberá, en consecuencia, cumplir las solemnidades del acto
de que se trate. Y así, si emana de un testamento, éste deberá llenar los requisitos que le
son propios; si va involucrada en un convenio de acreedores, los que la Ley de Quiebras
establece para ellos; si en una transacción, los de ésta. Y si constituye donación, debe
atenerse a las formalidades de este contrato, como lo señala expresamente el Art. 1.653, el
cual destaca, además, que deberá cumplir con la insinuación cuando la donación la
requiere, esto es, autorización judicial a petición del acreedor o deudor, si la donación
(remisión) excede a los dos centavos.
Efectos de la remisión: El efecto propio de la remisión es el de todos los modos extintivo:
poner término a la existencia del crédito, y sus accesorios, y salvo, naturalmente, que el
acreedor limite en cualquier sentido la condonación, como por ejemplo refiriéndola
únicamente a los intereses, etc. En cambio, la remisión de un accesorio no importa la
condonación de lo principal, y por ello el inc. final del Art. 1.654 dispone: “la remisión de la
prenda o de la hipoteca no basta para que se presuma la remisión de la deuda”.
La remisión produce efectos especiales en la solidaridad, según vimos en el N.° 417; si el
acreedor remite a todos los deudores solidarios, se ha extinguido íntegramente la
obligación, pero si condona a alguno de ellos, puede siempre cobrar la deuda a cualquiera
65. Defina y explique la resciliación o mutuo disenso como modo de extinguir las
obligaciones no satisfactorias del acreedor (requisitos de procedencia y efectos).
De acuerdo al inc. 1 del Art. 1.568, “toda obligación puede extinguirse por una convención
en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo,
consientan en darla por nula”.
Ya el Art. 1.545 había señalado que todo contrato es una ley para las partes que lo
celebran, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas
legales; al dejar sin efecto el contrato, cesan de producir efectos las obligaciones
emanadas de él, y esto se extiende a toda clase de obligaciones, aunque más propiamente
el mutuo consentimiento se aplica a las convencionales.
Y si pueden dejarla sin efecto, también pueden componerla como estimen pertinente; así
lo decíamos a propósito de la indemnización de perjuicios cuando procede; y no es fuerza
que sea fijada por el tribunal, porque las partes pueden acordar entre ellas la forma de
solucionarla (N` 295 y 890).
Aplicación del mutuo consentimiento.
Decíamos que este modo de extinguir es más propio de las obligaciones contractuales, ya
que en derecho las cosas se deshacen tal como se hicieron: si la acorde voluntad de los
interesados dio nacimiento a la obligación contractual, es perfectamente lícito que la
misma voluntad puede extinguirla.
Hay contratos que quedan al margen de este modo de extinguirse; así ocurre, por
ejemplo, entre nosotros con el matrimonio, pero en las legislaciones que aceptan el
divorcio con disolución del vínculo por mutuo acuerdo de los cónyuges, también será el
mutuo disenso el que ponga fin al matrimonio.
Pero, según la letra de la ley, este modo de extinguir no limita su aplicación a las
obligaciones contractuales, sino que cualquier derecho puede ser extinguido por él.
Sin embargo, en estos casos normalmente el mutuo disenso va a equivaler a una renuncia
al crédito, a una remisión de la obligación (N.° 1.178); por ejemplo, una persona comete
un cuasidelito civil en la persona de otra; si la víctima y el autor del daño acuerdan que
éste no sea indemnizado, en el fondo está renunciando la primera a la indemnización, lo
que es perfectamente lícito de acuerdo al Art. 12. Hay, pues, una remisión de la obligación
indemnizatoria. Igualmente, las obligaciones legales, por regla general, no pueden ser
dejadas sin efecto por el mutuo acuerdo de las partes, por su carácter irrenunciable.
Requisitos del mutuo disenso: La ley no ha establecido ningún requisito específico para el
mutuo consentimiento como medio de extinguir las obligaciones; deberán concurrir los
propios de todo acto jurídico, ya que se trata de una convención; incluso se ha aceptado la
voluntad tácita. Se exige sí capacidad de disponer del crédito, puesto que se pone término
a éste; así lo señala el precepto: “las partes interesadas, siendo capaces de disponer
libremente de lo suyo”.
Aunque el precepto no lo diga expresamente, la doctrina concluye que para que sea
posible el mutuo disenso es necesario que no estén íntegramente cumplidas las
obligaciones derivadas del mismo negocio jurídico. Y la razón es obvia, porque el Art.
1.567 dispone que la obligación puede extinguirse por la convención de las partes, y sólo
puede extinguirse aquello que aún existe, pero no lo que ha dejado de producir efectos.
De manera que si ha operado ya otro modo de extinguir, no podría tener lugar el mutuo
disenso. Por ejemplo, A vende a B un automóvil, pero ni A ha cumplido su obligación de
entregar, ni B la suya de pagar el precio; si en tales circunstancias acuerdan dejar sin
efecto sus obligaciones, ha habido mutuo disenso, pero si, a la inversa, A entregó el
vehículo y B pagó el precio, ambas obligaciones ya están extinguidas. Si se dejaran sin
efecto, habría un nuevo contrato, restituyéndose las partes el vehículo y precio recibidos,
pero no un modo de extinguir.
En cambio, en los contratos de ejecución sucesiva el mutuo disenso es frecuente. Así, en
un arriendo a 5 años, las partes, de común acuerdo, pueden ponerle término a los 2 años
por mutuo consentimiento.
Efectos del mutuo disenso: Sus efectos son los propios de todos los modos de extinguir la
obligación: poner término a ésta, sus accesorios, garantías, etc.
La expresión que usó el legislador, “consientan en darla por nula”, no es del todo feliz,
porque el acto fue perfectamente válido, lo fue también la obligación y los efectos que
haya alcanzado a producir antes del disenso; éstos quedan a firme, mientras la nulidad
opera retroactivamente. El mutuo disenso opera hacia el futuro, y ya hemos señalado que
en cuanto pretenda hacer desaparecer efectos ya producidos, hay una nueva convención
entre las partes.
Producida la extinción, las partes quedan desligadas de la obligación; ella deja de producir
efectos posteriores, y no podría, en consecuencia, exigirse indemnización de perjuicios
por la obligación así extinguida.
REGLAS COMUNES A TODA PRESCRIPCIÓN: Como dejamos señalado, el párrafo 1.° del
título 42, tras definir la institución, contempla tres reglas que son comunes a toda
prescripción, adquisitiva o extintiva. Son ellas, dicho a modo de enunciación:
Lo dispone así el Art. 2.493: “el que quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla;
el juez no puede declararla de oficio”.
La disposición aplica la regla general en materia civil, en que el pleito avanza de acuerdo al
movimiento que le den las partes, actuando rara vez el juez de oficio; hay una razón
especial para destacar la regla en la prescripción, pues así se otorga una nueva
oportunidad al prescribiente que puede asilarse en ella para no hacerlo absteniéndose de
alegarla.
En materia penal la situación es diametralmente inversa, pues la prescripción debe ser
declarada de oficio por el tribunal, aunque el reo no la alegue (Art. 102 del C. P.),631 lo
que se justifica por la naturaleza propia del procedimiento penal.
Aun en lo civil se suelen señalar algunas excepciones, de las cuales la más característica,
según veremos, es la prescripción de la acción ejecutiva (N.° 1.240), pero todos estos
casos de excepción parecen ser más bien de caducidad y no de prescripción. Ya decíamos
que era difícil en ciertas ocasiones distinguir la tina de la otra, pero el elemento de
abstención del juez resulta muy característico en la prescripción.
Dispone el inc. 1.° del Art. 2.494: “la prescripción puede ser renunciada expresa o
tácitamente- pero sólo después de cumplida”.
La razón de esta prohibición es doble: por un lado, es evidente que los acreedores
exigirían la renuncia anticipada habitualmente en los contratos, perdiéndose el objetivo
de estabilidad perseguido con la institución, y que le da un cierto carácter de orden
público.
2.° “No puede renunciar la prescripción sino el que puede enajenar” (Art. 2.495).
Finalmente, digamos que la renuncia es de efectos relativos, ya que lo normal es que los
actos jurídicos lo sean; el Código se preocupó expresamente del caso del fiador en el Art.
2.496: “el fiador podrá oponer al acreedor la prescripción renunciada por el principal
deudor”. Pero el mismo principio debe aplicarse, verbigracia, al tercer poseedor de la finca
hipotecada, el cual, si es perseguido por la obligación que grava el predio, puede oponer la
prescripción, aunque la haya renunciado el deudor personal.640
Tres son las condiciones indispensables para que el deudor quede liberado por la
prescripción extintiva;
I. Acción prescriptible.
La regla general es que todos los derechos y acciones puedan extinguirse por prescripción;
hay muchos a los cuales el legislador no se ha referido expresamente para indicarles su
prescripción, pero no por eso quedan al margen de ella, pues existe una regla general en
el Código que suple tal silencio (N.° 1.239). A la inversa, se requiere una disposición
expresa que declare la imprescriptibilidad.
El Art. 1.317 dispone que la partición puede siempre pedirse, a menos que se haya
estipulado lo contrario; el legislador desconfia de las comunidades y está interesado en su
pronta liquidación; por ello ,acepta que la acción destinada a ponerles término se ejercite
mientras subsista la indivisión.
Según el Art. 320 ni prescripción ni fallo alguno puede oponerse al que se presente como
padre o madre o hijo verdaderos, y
Pues bien, si las acciones son normalmente prescriptibles, ¿qué ocurre con las
excepciones? ¿Prescribirán éstas?
Pero existen algunas excepciones que pueden hacerse valer no sólo como tales, sino
también como acción. El ejemplo más característico es la nulidad, y así, si se demanda el
cumplimiento de una obligación contraída por un incapaz que ha dejado de serlo, pasados
los 4 años desde la cesación de la incapacidad, no podría el demandado oponer la nulidad
como excepción por estar prescrita. En el Derecho francés, en cambio, se considera que la
nulidad prescribe como acción, y no como excepción.643
Ahora bien, el lapso que se necesita para prescribir varía según los casos, y ha marcado la
separación entre las prescripciones de largo tiempo, y de corto tiempo, y de las distintas
categorías existentes entre ellas.
Hay hechos que impiden el transcurso del plazo de prescripción: son la suspensión e
interrupción de la prescripción de que hablaremos más adelante.
Fuera de los aspectos enunciados y de que nos ocupamos en otra parte, conviene
destacar respecto del requisito en estudio los siguientes puntos:
1.° Desde cuándo corre el plazo de prescripción;
4.° Modificación de los plazos de prescripción del Código por las leyes N”' 6.162 y 16.952.
Lo señala el inc. 2.° del Art. 2.514: el plazo se cuenta “desde que la obligación se haya
hecho exigible”. Nada más lógico que así sea: la prescripción supone una inactividad del
acreedor, pero como éste nada puede exigir mientras no le sea posible cobrar la
obligación, tampoco puede aquélla correr en su contra.
Los plazos se computan de acuerdo a las normas generales de los Arts. 48 a 50 del Título
Preliminar del Código.
Dijimos que el Art. 2.508 para la prescripción adquisitiva ordinaria establecía una norma
especial para computar el plazo, tratándose de ausentes: se contaba un día entre
presentes por dos entre ausentes. Esta parte del
Art. 2.508 fue derogada por la Ley N.° 16.952, ya citada, pero de todos modos se concluía
que la disposición no recibía aplicación en la prescripción extintiva por ser una norma
particular de la adquisitiva. Hoy, en todo caso, la regla es pareja para toda prescripción, no
haciéndose diferencias entre personas presentes y ausentes.
C. ¿Pueden las partes alterar los plazos de prescripción fijados por la ley?
Es un punto que divide a los autores este de determinar si es lícito a las partes estipular un
lapso diferente para la prescripción que el señalado por la ley para el derecho u acción de
que se trata.
No milita el mismo argumento respecto a las convenciones que disminuyen los plazos de
prescripción, pues no hay renuncia a ésta, y antes por el contrario, la estabilidad buscada
se obtiene con anterioridad a lo previsto por el legislador. Además, la ley lo ha autorizado
en varias oportunidades, como ocurre además de la acción redhibitoria, en que las partes
pueden aumentar o disminuir el plazo legal, en el pacto comisorio y en el pacto de
retroventa (Art. 1.885), que no puede pasar de 4 años, siendo posible, en consecuencia,
que se fije uno menor. Sin embargo, en este caso se trata más bien de una caducidad que
de una prescripción.
La verdad es que el punto resulta siempre discutible, pero parece preferible aceptar estos
últimos pactos en virtud de la libertad contractual y la falta de prohibición legal que existe,
en cambio, para los que aumentan los plazos de prescripción (prohibición de renuncia
anticipada).
D. Leyes que han acortado los plazos de prescripción: N.° 6. 162 y 16. 952.
Siendo tan reciente su dictación interesa destacar las normas que rigen su vigencia: ella se
postergó para un año después de la publicación de la ley, esto es, para el 1.° de octubre de
1969- en consecuencia, toda prescripción que comience a correr desde esa fecha se rige
íntegramente por los nuevos plazos establecidos por el legislador.
Para las prescripciones que comenzaron a correr antes del 12 de octubre de 1969 se
habría normalmente aplicado el Art. 25 de la Ley de Efecto Retroactivo de las Leyes de
1861, y en consecuencia, las que no se hubieren completado a la fecha señalada podrían
regirse por la ley antigua o la nueva, a elección del prescribiente, con la limitación en este
último caso de que el plazo tenía que contarse desde la fecha de vigencia de la nueva ley.
La regla general es que desde el 12 de octubre de 1969 ley nuevos plazos se aplican aun a
las prescripciones que estuvieren entonces en curso, y se cuentan no desde la vigencia de
la nueva ley, como establece el Art. 25 citado de la Ley sobre Efecto Retroactivo de las
Leyes, sino desde que se haya iniciado la respectiva prescripción (Art. 12 transitorio).
Dicho de otra manera, ésta sigue transcurriendo, sólo que se cumple cuando se enteren
los plazos actuales, y no los antiguos. Por ejemplo, de una prescripción ordinaria iban
transcurridos dos años; la prescripción se entera al completar en total 5 años, esto es, tres
años después.
1.° Hay disposiciones modificadas a las cuales no se le aplica, como por ejemplo la que
suprimió la diferencia entre ausentes y presentes, pero como ella no regía para la
prescripción extintiva, carece de trascendencia en este estudio;
Para que esta limitación surta efecto respecto de terceros, los incs. 2.° y 3.° del Art. 22
transitorio establecieron una medida de publicidad, cuando se trate de bienes sujetos a un
régimen de inscripción en un registro conservatorio (especialmente bienes raíces,
vehículos, etc.): anotación al margen de la inscripción respectiva, dentro del plazo de un
año contado desde la publicación de la ley, de la circunstancia de existir juicio pendiente,
anotación que el tribunal debió ordenar efectuar de oficio o a petición de parte, de plano
y sin ulterior recurso. No fue necesaria la anotación, si ya se encontraba inscrito un
embargo o medida precautoria. La sanción en caso de no haberse practicado la anotación
es la inoponibilidad del plazo antiguo de prescripción a terceros.
La prelación de créditos tiene entonces por objeto determinar cómo se pagan los distintos
acreedores cuando concurren conjuntamente para el cobro de aquellos.