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La Generación del 27 es un grupo de escritores que surge tras el homenaje a Góngora, por su
tercer centenario en el Ateneo en Sevilla en 1927, del que surge un manifiesto a favor de la estética
barroca y de la metáfora como principal recurso poético. Poseían coincidencias en cuanto a su
formación, relaciones de amistad y publicaciones en revista (Litoral); además entendían la poesía
como una síntesis entre tradición y vanguardia. Combinaban las estructuras métricas tradicionales
cultas y populares, y el lenguaje moderno y temáticas estéticas, con otras centradas en problemas
individuales o con un fuerte compromiso político o social.
Sus componentes más relevantes son: Salinas, Gerardo Diego, Aleixandre, Lorca, Alberti y Cernuda,
junto a un grupo de mujeres (“Las Sinsombrero”), menos conocidas, pero no menos importantes,
como: Mª Teresa de León, Concha Méndez, María Zambrano, Josefina de la Torre, Maruja Mallo, etc.
1. Hasta 1929. La poesía pura inspirada en Juan Ramón Jiménez persigue despojar el poema
de todo lo anecdótico y reducir la expresión a lo estrictamente necesario. Les influyen,
además, las vanguardias: el creacionismo (Gerardo Diego, Imagen), el futurismo (Salinas,
Underwood girls) y el cine (Alberti, Yo era un tonto…). Al mismo tiempo se cultiva la poesía
neopopular con Alberti (Marinero de tierra) y Lorca (Romancero gitano), ambos plasman una
Andalucía donde la muerte y la violencia persiguen a los gitanos.
2. 1929-1939. La poesía se humaniza y aboga por una poesía “sin pureza” frente a lo intelectual
y a la frialdad emocional. Intenta expresar la angustia del ser humano y la rebeldía del poeta
ante el entorno hostil. Se da una renovación estilística con metáforas irracionales y
asociación libre de ideas. Destacan: Alberti, Sobre los ángeles; Lorca, Poeta en New York;
Cernuda, Los placeres prohibidos; Aleixandre, Espadas como labios.
3. Tercera Etapa. Tras la Guerra Civil, los autores se dispersan: algunos fallecen (Lorca) o se
exilian, y otros se quedan (Dámaso Alonso, Gerardo Diego). Los temas que se tratan son la
nostalgia de España y crítica al nuevo Régimen, además de otros como el amor y el deseo
de fusión con la totalidad o la naturaleza.
En conclusión, este grupo poético tuvo tanta relevancia que algunos críticos consideran este primer
tercio del siglo XX como la “Edad de Plata” de la literatura española.