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Estimulación temprana

La estimulación temprana es la atención que se le da al niño en las primeras


etapas de su vida, con el fin de potenciar y desarrollar al máximo sus habilidades
físicas, intelectuales y psicosociales, mediante programas sistemáticos y
secuenciales que abarcan todas las áreas del desarrollo humano.

La estimulación temprana está dirigida a niños con déficit en su desarrollo, niños


con factores de riesgo pre, peri y postnatales y niños sanos que deseen mejorar las
habilidades motrices, del lenguaje, cognitivas y adaptativas.

Las actividades de estimulación tienen su base en el conocimiento de las pautas de


desarrollo que siguen los niños, por lo que deben ser aplicadas de acuerdo con la
edad y nivel de desarrollo, ya que no se pretende forzar al niño a lograr metas para
las que aún no está preparado.

Las áreas de desarrollo que abarca la estimulación temprana son:

 Conducta Adaptativa:
Es precursora de la futura inteligencia que utiliza la experiencia, que utiliza la
experiencia previa para la solución de nuevos problemas.

Organización de los estímulos, percepción de relaciones, la descomposición de las


totalidades de sus componentes y reintegración ⁶ de estas; las más delicadas,
adaptaciones sensorio motrices ante objetos y situaciones como la coordinación de
movimientos oculares, y manuales para alcanzar y manipular objetos, habilidad
para utilizar con propiedad la dotación motriz.
 Conducta Motriz:
Se define como la capacidad de producir movimientos, o como el dominio que una
persona puede ejercer sobre su propio cuerpo

o Conducta Motriz Gruesa: Es la reacción que rigen los movimientos de


cabeza, cuello y de los nervios espinales. Comprende las reacciones
posturales (Equilibrio de la cabeza, Sentarse, Pararse, Gatear, Etc.) que el
infante logra realizar.
o Conducta Motriz Fina: Es la exploración y Manipulación de objetos a través
del uso de sus manos. Consiste en el uso de manos y dedos para la
aproximación, presión y manipulación de un objeto.
 Conducta de Lenguaje:
Se usa el término lenguaje en un sentido amplio, quiere decir, incluyendo toda
forma de comunicación visible y audible, también compuesta por imitación y
comprensión de lo que expresan otras personas.

Sistemáticamente, estos son sus componentes:

Comunicación visible y audible: gestos, movimientos postulares, vocalizaciones,


palabras, frases u oraciones. Imitación y comprensión.

Lenguaje articulado: función que requiere de un medio social, sin embargo,


dependiente de las estructuras corticales y sensorio-motrices

Conducta Personal-Social:
Comprende las relaciones personales del niño ante la cultura social del medio en
el que vive, dichas reacciones son tan múltiples y a variadas que parecerían caer
fuera del alcance del diagnóstico evolutivo; fundamentalmente determinados por
Factores Intrínsecos del crecimiento: control de la micción y defecación, capacidad
para alimentarse, higiene, independencia en el juego, colaboración y reacción
adecuada a la enseñanza y convecciones sociales.

Se le llama “Temprana” por qué los estímulos son brindados a los niños o niñas
desde recién nacidos hasta los 5 primeros años de vida.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA?
La infancia se considera como el momento del desarrollo más significativo en la
formación de las personas; en ella se establecen las bases fisiológicas de las
funciones cerebrales que determinarán su capacidad de aprendizaje. El cerebro se
triplica en tamaño en los dos primeros años de vida y en este período alcanza el
80% del peso de adulto. El sistema nervioso central del niño o niña, que es muy
inmaduro al nacer, alcanza casi su plena madurez entre los 5 a 7 años de edad.

Las posibilidades de desarrollo de potencialidades a partir de los 7 años son muy


escasas, a los 18 meses son mayores y en el menor de 6 meses son ilimitadas, por
lo tanto, una persona a los 15 o a los 20 años, aprende nuevas cosas, nuevas
habilidades, pero las aprende utilizando conexiones que ya fueron establecidas. Y
esto es importante, porque aquello que no se ha constituido en los primeros años
de vida ya no se va a constituir, va a ser muchísimo más difícil de lograr, por no
decir imposible. El desarrollo del cerebro se asocia comúnmente al desarrollo de la
inteligencia; que se define como la capacidad de resolver problemas, por lo tanto,
se puede asegurar que la estimulación temprana favorecerá que el niño o niña sea
más inteligente pues su capacidad de aprendizaje y análisis será mayor.
BENEFICIOS DE LA ESTIMULACION TEMPRANA
Conocer las distintas etapas del desarrollo infantil temprano es muy útil para los
padres o cuidadores, ya que les permite saber qué pueden esperar en cada etapa y
cómo ayudar a sus hijos durante el proceso de crecimiento y desarrollo.
Estas actividades se aplican de manera sistemática, aunque es importante hacerlas
de manera continua y secuencial, ya que existe un orden predeterminado para
hacerlas.
La estimulación temprana ayuda a fortalecer el cuerpo y a desarrollar las
emociones y la inteligencia de los menores.
Los programas de estimulación temprana ayudan a que los niños tengan un mejor
desarrollo psicomotor y tengan mayor autonomía personal, también contribuye al
desarrollo del lenguaje y la comunicación, además de fortalecer las habilidades
para relacionarse con el entorno físico y social.

Los beneficios que podemos brindarle a nuestros hijos a través de la estimulación


temprana son:
 Mejora la capacidad de concentración, memoria y creatividad del niño:
tres pilares para un buen aprendizaje.
 Impulsa sus competencias motrices. No olvidemos que motricidad y
lenguaje van de la mano durante el neurodesarrollo.
 Facilita la adquisición del lenguaje: articulación del habla, comprensión y
expresión oral, capacidad de retener más vocabulario.
 Despierta en el niño el interés por explorar y aprender; y, todavía más
importante, va a disfrutar aprendiendo.
 Establece las bases para una rutina de trabajo que le ayudará a su
inclusión en la etapa escolar. El niño será mucho más autónomo tanto en
el aprendizaje como en el cuidado personal.
 Favorece las habilidades sociales del pequeño (empatía, asertividad,
convivencia…) y su buena adaptación al entorno.
 Refuerza la autoestima.

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