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OBRAS REPRESENTATIVOS
Con la llegada de la democracia, el panorama de la narrativa española se diversifica y
son diferentes las tendencias y subgéneros: novela policiaca, realista, de memoria, de
historia, poemática, sicológica, reflexiva, etc. los cuales se pueden mezclar,
eclecticismo. Se recupera la intriga pues la narrativa es ahora menos intelectual y
formalista para recobrar el placer de contar historias. La novela habla sin tapujo del ser
humano y los valores de la sociedad. Como consecuencia, es frecuente encontrar un
nuevo realismo que retrata la confusión del individuo moderno que busca su nueva
identidad y ha perdido la fe en la sociedad. En este proceso es fundamental el papel de
la memoria en la reconstrucción de la historia, mezclándose los límites de la realidad y
la ficción.
En el panorama actual coexisten autores pertenecientes a diferentes generaciones y de
clara orientación individualista: Generación del 36 inician su carrera en la primera
posguerra, Miguel Delibes con Los santos inocentes (1981). Generación del 50 son los
niños de la guerra plenamente consolidados cuando llega la democracia, Carmen Martín
Gaite con El cuarto de atrás (1978). Generación del 68 empiezan a despuntar con la
democracia y en la actualidad cuentan con el reconocimiento de los premios literarios
más importante del país, Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta (1975).
Generación del 75 se hacen al mismo tiempo que se consolidaba la democracia en
España, Carlos Ruiz Zafón con La sombra del viento (2001). Y la generación del
Afterpop también conocida como generación Nocilla, desarrollan su obra en el nuevo
siglo, Agustín Fernández Mallo con Proyecto Nocilla (2006).