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Jorge Alberto Chavira Barragán.

Metodología de la Investigación.

“El Paciente del Trastorno Depresivo y la Interacción con su Familia”.


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Introducción

“¿Quid est veritas sine dolo?” que significa: ¿cuál es la verdad sin mentir? Implica

dar a conocer los pormenores de lo que significa ser víctima del monstruo de la depresión,

sin tapujos, sin tergiversaciones, desprendiéndonos de usar conceptos “azucarados” para

designarla, destapar el velo de desinformación que la cubre y lograr que el paciente y su

familia conozcan esos extremos, colocándose en una plataforma que los dirija a la búsqueda

del tratamiento efectivo, a prodigarse la ayuda y apoyo mutuo de manera incondicional así

como sacudirse la vergüenza o cualquier sentimiento que provoque llevar a cabo un

camuflaje de la situación. La depresión es una condición mental que constituye un mal

generalizado en todos los países de cultura occidental, de manera que se convirtió en

ocupación de filósofos y escritores desde Aristóteles hasta los autores contemporáneos

(2006 Muriana E., at al); se llega a calcular estadísticamente que hasta el 15% de la

población mundial la padece (2003 Claro I) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)

estima que más de trescientos millones de personas en el mundo la sufren y orilla a

ochocientas mil personas a cometer suicidio cada año, según sus cálculos realizados en el

año 2020. Es tan antigua que se le menciona en el Libro de Job, capítulo 3, versículos 20-26

(La Santa Biblia).

En nuestro país las estadísticas también son desalentadoras; el Instituto Nacional

de Estadística y Geografía, INEGI, nos comparte en su portal en línea los datos del período

correspondiente al año 2019, con un registro de 7,223 suicidios por causa del trastorno

depresivo; resaltando que el porcentaje más alto corresponde al estado de Yucatán, con un

27.6%; el más bajo, al estado de Guerrero con un 2.7% y Chihuahua cuenta con 9.7 puntos

porcentuales; estando por debajo de la media (que le pertenecería a Baja California Sur con
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un 15.4%) y teniendo un porcentaje igual al del estado de Nayarit, significa que por causa

de la depresión en nuestro Estado se quitaron la vida casi 701 personas durante el

mencionado período. Es preocupante el pronóstico que la Organización Mundial de la

Salud anunció afirmando que la depresión para el año 2020 constituiría la segunda causa de

discapacidad en el mundo y la primera en países subdesarrollados como México,

constituyendo un gravísimo problema de salud pública, lo anterior se ve corroborado con la

información desplegada en el portal de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, A.C. El

INEGI vuelve a confirmar las antecitadas afirmaciones, al publicar que dicho padecimiento

en nuestro país constituye la primera causa de discapacidad en mujeres y la novena en

hombres, que en el año 2017 un 32.5% de las personas ha sufrido de alguna forma de

depresión; dicho organismo nos informa también que una de cada cinco personas sufrirá

depresión antes de cumplir 75 años de edad y que la tasa en jóvenes va en aumento.

El rechazo a la depresión como enfermedad (2013 Gerard A), denota que una

sociedad dada, en este caso la nuestra, desconoce lo que es y lo que implica y como la base

de toda sociedad es la familia, hemos de inferir que un gran número de las familias

mexicanas no comprenderán lo que desconocen y en lo tocante a las que cuentan con un

miembro que sufre de este padecimiento le harán pasar una doble y acelerada tortura; por lo

tanto, este trabajo se encuentra encaminado a verificar que la comprensión y el apoyo de las

familias hacia el miembro que sobrelleva el trastorno depresivo, logran con mayor éxito

rescatarlo de espirales descendentes que acarrea este mal y evitan que ingrese en fases de

tendencias suicidas.

Igualmente, esta investigación científica se dirigirá a sus resultados con base a los

métodos sintético y analítico; las fuentes que cimentarán esta labor serán los documentos
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producidos por autores que anteriormente se entregaron a la investigación de la depresión y

a su clara explicación, causas, modos y técnicas preventivas y tratamientos

psicoterapéuticos, todos ellos reconocidos por sus logros en el campo clínico como en la

práctica académica y de investigación científica.

La depresión es uno de los más enigmáticos de los sufrimientos mentales y

enmudece a quien la sufre igual que a su familia que atestigua este amargo trance, por lo

que también este trabajo propone salvar a ambas partes a través de brindarles la

oportunidad de conocer los extremos de este mal, denominado Trastorno Depresivo; por

ello, no en vano el aclamado padre del psicoanálisis, Dr. Sigmund Freud, dijo: “Las

emociones inexpresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde de peores

formas”.
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Antecedentes.

“Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza.” Benedetti, M., frases

célebres. Hago aquí la inclusión de tan significativa frase del ilustre escritor ya que

comúnmente se ha confundido la tristeza con la depresión; partiremos entonces del punto

de la difusa diferencia entre ambas, que a la vez lo tomamos como cimiento de que la

primera es una de las emociones básicas y al mismo tiempo constituye uno de los síntomas

más visibles en quien padece la segunda (Cuervo Martínez, Angela, & Izzedin Bouquet,

Romina (2007a). Tristeza, Depresión y Estrategias de Autorregulación en Niños. Tesis

Psicológica, (2),35-47. [fecha de Consulta 13 de Febrero de 2021]. ISSN: 1909-8391.

Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=1390/139012670004.

La depresión en sí, es una enfermedad, desafortunadamente de difícil tratamiento,

delimitación y prevención (Gerard A., 2012 a), tal y como lo son la gastritis, los resfríos,

pero cuyos factores de riesgo son tratados en la literatura de manera enunciativa y no

limitativa y pueden ser clasificados como genéticos, sociológicos, de vulnerabilidad,

psíquicos y culturales, también por nombrar algunos de los más significativos (Gerard A.,

2012 b).

A pesar de que son conceptos distintos, depresión y tristeza, ésta emoción es

síntoma claro de aquella y su detección oportuna (Cuervo Martínez, Angela, & Izzedin

Bouquet, Romina (2007b) sobre todo en niños y niñas de temprana edad, y aún de
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adolescentes, es importantísimo a efecto de evitar que caigan en la espiral depresiva con

consecuencias funestas y sobre todo irremediables.

El desconocimiento, la incomprensión, o ambos, respecto al mal de la depresión

por parte de la familia del paciente agrava su situación y acelera su caída en la espiral de

dicha enfermedad; por ello es altamente necesario, además de urgente, dar a conocer que

contar con un miembro de la familia con este padecimiento no constituye un motivo de

vergüenza y por lo tanto una razón para su encubrimiento, mucho menos lo es para

mantenerse la creencia de que el familiar solamente “está triste para todo”. Para ello, se ha

tornado necesario una reeducación tanto del paciente de depresión como de sus familiares

(Organización Médica Colegial de España, s.f.).

Tomando en cuenta que el aspecto detallado en el párrafo anterior es un problema

social, tal como lo es la disfuncionalidad, la violencia intrafamiliar, la incomprensión y/o el

desconocimiento de los extremos de esta enfermedad, causa que el mal del paciente se

agrave, pues este también en la mayoría de los casos y en un entorno como el de nuestro

país, tiende a ocultarse y aislarse de su propio núcleo familiar o pareja y distanciarse de su

entorno social, truncar sus actividades cotidianas de las que decía disfrutar e incluso se deja

venir la pérdida de trabajo o el abandono de la actividad económica que constituiría su

regular sustento (Servicio Andaluz de Salud, Consejería de Salud y Bienestar Social, Junta

de Andalucía, 2013).

También provoca la dificultad de un oportuno diagnóstico y tratamiento de la

enfermedad, misma que ha de ser tratada por especialistas dependiendo del grado de

intensidad de la depresión que se esté experimentando y esto puede llevar a fatales

consecuencias, que van del rango de autoinfligirse daños que van de ligeros a severos (uso
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de drogas e ingesta excesiva de alcohol, tentativas de suicidio) o definitivamente llegar a

quitarse la vida (Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Galicia [avalia-t];

2014).

Planteamiento del Problema

El trastorno Depresivo se conoce desde hace aproximadamente dos mil quinientos

años y era materia de preocupación de los pensadores de la Grecia Clásica; solo hasta

recientes tiempos ha constituido foco de esmerado estudio puesto que se ha convertido en

un grave problema de salud pública a nivel mundial.

La práctica médica ha descubierto sus causas exógenas y endógenas, así como

eficaces formas de tratamiento, resultando, sin embargo, que las bases de sus mecanismos

fisiológicos constituyen misterios que no han sido totalmente desentrañados.

A lo anterior se le suma el hecho que aún en esta época de modernidad y adelantos

científicos, las sociedades, aún de países de primer nivel, tiendan a confundirla con una

tristeza de “prolongada duración”, que provoca una limitación para entender al miembro de

la familia que la manifiesta; también, le añadiremos que los individuos que son

diagnosticados y comunican a sus familiares acerca de su padecimiento, tiendan a querer

ocultarlo por el solo hecho de enterarse que se trata de un padecimiento de índole mental,

perdiendo de vista que es perfectamente controlable.

Los anteriores son factores que “aíslan” al paciente depresivo de un entorno

familiar de acogimiento, comprensión y ayuda, formando factores agravantes del mal que

aqueja a dichas personas.


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Necesitamos corroborar sólidamente dichas afirmaciones para estar en aptitud de

dar a conocer los pormenores de un manejo favorable de la situación alrededor del paciente

depresivo y la modificación de la atmósfera en el hogar y los cambios necesarios a realizar

dentro del núcleo y la dinámica familiar para favorecer el mejoramiento de la situación del

miembro que es paciente de depresión.

Haremos acopio de la mayor cantidad posible de información respecto de esta

llamada “enfermedad de la nueva era”, puesto que se le llamó “enfermedad del siglo XX” y

que con su mote se trasladó de manera agravada al siglo XXI, por medio de los documentos

arrojados por la investigación en la específica área del Trastorno Depresivo, para traducir

toda esa información de manera perceptible, en una forma sensible y de fácil asimilación,

comunicarla a la sociedad y en especial a las familias que tengan un miembro que lo

padezca, concientizar acerca de los peligros que implica no brindarle su apoyo con afecto y

cariño así como su comprensión, insistiendo que para ello también resulta imperioso

desprenderse del egoísmo de sentirse avergonzados por ello, ya que esto último resulta

infundado ante dicha situación.


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Objetivos

Demostrar que el desconocimiento de los extremos, detalles, síntomas (la

confusión de los mismos con la enfermedad en sí) y consecuencias del Trastorno Depresivo

en la gran proporción de la población de nuestro país, en primer lugar, por parte de los

pacientes del mismo, y en subsecuente término, por parte de sus familiares, da lugar a una

situación que constituye una agravante provocando que el trastorno afecte de manera más

incisiva a quien la padece y haciendo también sufrir a los otros integrantes de la familia.

Describir el grado de declinación del estado de salud por parte de quien padece el

Trastorno Depresivo originado por la falta de apoyo de los familiares, así como el nivel de

ayuda profesional que el paciente busca u omite buscar por sí mismo ante dicha situación.

Categorizar las causas de la falta de apoyo por parte de los familiares hacia el

pariente quien padece el Trastorno Depresivo, en cuanto a si se trata de ignorancia,

impotencia de tomar una vía de acción o existe evitación y/o negación a causa del

sentimiento de vergüenza por sospechar que se trata de un mal mental.

Determinar cuáles son las más claras, eficientes y eficaces formas de informar a

las familias que cuenten con un pariente sufriendo de depresión acerca de los pormenores

de este trastorno a efecto de que logre deshacerse de los tabúes, las falsedades y prejuicios

sobre la enfermedad y fomentar el apoyo hacia el enfermo, y propiciando para el mismo un


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ambiente benigno que coadyuve a mejorar su salud y recupere cabalmente su lugar como

miembro funcional de la familia.

Justificación.

Ahondar en el estudio de las causas que agravan el Trastorno Depresivo dentro de

la atmósfera familiar, nos pone en aptitud de darles a conocer a las familias de qué trata

dicho trastorno así como sus causas y sus efectos y nos coloca en una plataforma para dar a

conocer a las familias que cuentan con un miembro con dicho padecimiento, la forma y

modalidades de tratar con su pariente en depresión; igualmente, pondremos a la vista

cuestiones que se esconden tras el velo de la ignorancia, indiferencia, falsas creencias e

infundados sentimientos de vergüenza que impiden a los miembros del núcleo familiar que

rodean al paciente depresivo, admitir una realidad innegable: cuentan con un familiar que

padece una enfermedad que si todavía es incurable, bien puede hacerles la vida, a todos,

llevadera a un nivel casi normal. También es necesario hacerles saber con precisión qué es

el Trastorno Depresivo y qué pormenores contiene, porque nadie puede combatir un

enemigo que le es “invisible” o desconocido.

Para los profesionales de la salud mental será más fácil detectar a tiempo pacientes

de depresión si los familiares contribuyen a colocarlos cerca de quienes pueden tratarlo e

igualmente podrán convencer a los familiares de tomar terapia junto con su pariente o

tomar la opción de llevar cursos para informarse y sesiones de sensibilización y

comprender a su miembro familiar que sobrelleva este terrible mal. De la misma manera,
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más se comprenderá por profesionales y estudiantes de carreras de la salud mental que, aún

de manera involuntaria las más de las veces, son las familias desinformadas un factor que

contribuye a reforzar el gradiente de descenso en el que el paciente de este trastorno cae,

muchas veces con consecuencias irremediables.

Los problemas de salud pública en nuestro país que se deben a enfermedades del

estado de ánimo se han incrementado y las estadísticas lo han demostrado; los costos,

materiales y humanos han sido demasiado altos como para continuar volteando la vista a

otro lado sin dirigir esfuerzos ni recursos de manera no solamente más eficiente, sino de

manera eficaz; de forma convencida hemos de destinar también esfuerzos a comunicar,

informar, educar y concientizar a las familias que la depresión no es una tristeza pasajera o

que quien la demuestra se convierte en una carga porque quiere, ya que toda esa

indiferencia en la mayoría de los casos ha dejado ver, tristemente, demasiados suicidios que

se hubieran podido evitar.

Todo conocimiento es útil: el conocimiento de que existe el mal servirá para

evitarlo, pero para acercarnos al bien; conocer el bien, nos impulsará a la consecución de lo

bueno. Lograr que las familias, como pilar de la sociedad, sean un factor que coadyuve al

tratamiento y a lograr la mejoría del miembro que padece el Trastorno Depresivo, como

sociedad, nos acerca más y de mejor manera al bien.

El Trastorno Depresivo Mayor es una enfermedad mental muy diseminada en

nuestra sociedad (y en todas las sociedades del mundo) ha sido muy investigada y se han

obtenido muchos resultados favorables en cuanto a sus detalles, tratamientos, terapias a

aplicar en pro de la sanación de dicho padecimiento; sin embargo, todavía esconde muchos

enigmas: uno de ellos es el porqué de esos estadios de depresión no se puede salir por sí
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mismo y por ende es encontrar entonces la explicación de la ausencia de apoyo del núcleo

familiar hacia el miembro que se encuentra inmerso en ese frío, asfixiante y oscuro océano

de la depresión.

Viabilidad.

Además de ser necesaria la realización del presente trabajo de investigación, es

posible gracias a contar con el auxilio de los avances científicos hechos constar en

resultados debidamente publicados, acreditados y certificados que se encuentran a nuestro

alcance y el acopio de conocimientos que brinda el cursar la carrera de la licenciatura en

Psicología durante la realización del presente trabajo de investigación.

Contamos y previamente se aseguraron, los recursos materiales y financieros (el

presupuesto para ejecutarlo ha sido debidamente apartado) para llevar a cabo este trabajo de

investigación: se ha realizado el acopio de la información pertinente, así como se ha

asegurado el futuro acervo de material para la obtención de datos frescos durante la

ejecución de la misma; se tiene contemplada la participación de dos médicos especialistas

en Psiquiatría para consulta y asesoría en comprobación y cotejo de información así como

su participación siendo entrevistados y se ha previsto la ejecución en el tiempo necesario en

que se llevará a efecto, siendo este el que abarca los siguientes dos tetramestres de ciclo

escolar.

La consulta de especialistas en el ramo médico y terapéutico respecto al tema del

Trastorno Depresivo Mayor se ha contemplado debidamente para documentar y

fundamentar con mayor amplitud de la presente investigación.


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La realización de este trabajo de investigación científica se realizará con base a los

métodos sintético y analítico; las fuentes que nos servirán de fundamento serán los

documentos producidos por autores que han llevado a cabo las investigaciones acerca de la

depresión, sus causas, modos y técnicas preventivas y tratamientos psicoterapéuticos.

Lo anterior llevará a la comprobación de que el poco o nulo apoyo por parte de la

familia para con el miembro afectado por el trastorno de depresión lo transforma en un

enfermo prácticamente carente de posibilidades de ser rescatado de dicha enfermedad y, a

contrario sensu, se verificará que una familia informada y sensibilizada con respecto al

tema, se convierte en un refugio de calma, cariño y comprensión y al mismo tiempo se

vuelve una catapulta que saca de estados depresivos profundos al familiar deprimido; estos

hechos comprobados llevan a verificar que el mal es más fácil de detectar y de tratar al

paciente de manera eficaz por especialistas en salud mental, puesto que los mimos

familiares lo alientan o lo empujan a la búsqueda de la ayuda profesional y aún más, la

misma familia se constituye en una defensa preventiva contra las consecuencias perniciosas

del trastorno cuando todos participan de la terapia.


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Preguntas de Investigación

Pregunta General.

¿Cuál es la diferencia entre estar triste y padecer del trastorno depresivo de manera

que entonces resulta esta interrogante el punto de partida del presente trabajo de

Investigación, para dar a conocer a quienes sufren dicho trastorno y sus familiares, de lo

que enmarca el padecimiento de la depresión?

Preguntas Específicas.

¿En qué medida ayudará al paciente del Trastorno Depresivo y sus familiares el

conocer lo que implica dicha enfermedad? y de la misma forma continuamos cuestionando:

¿Cómo ayudará a los profesionales de la salud mental el hecho de que a los pacientes y sus

familiares se les haga saber lo que significa padecer depresión?

¿Dar a conocer a los familiares acerca del trastorno depresivo, facilitará la

aceptación del hecho de contar con un pariente cuyo padecimiento y el reconocimiento de

que el mismo es tratable mediante la ciencia médica moderna y sus especialistas en el área

de salud mental?

Cuando los parientes se encuentren debidamente enterados acerca del trastorno

depresivo y sus pormenores, ¿conducirá a la aceptación que un miembro de su familia tiene


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una enfermedad que es necesario sea tratada y de que, en caso contrario, llevaría a

consecuencias irremediables como lo puede ser la muerte de ese familiar?

¿Por qué deberá diseñarse un medio eficaz de distribuir el conocimiento de los

resultados obtenidos mediante esta labor de investigación?

¿Cuáles serían las consecuencias de fracasar en diseminar los resultados obtenidos

mediante este trabajo entre las familias de nuestra sociedad mexicana que cuentan con

parientes en depresión, ante las predicciones de incremento de este mal, dato mencionado

desde el inicio del presente documento?


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Marco Teórico

“Si la familia no puede ayudarle, busque la ayuda de buenos amigos”, lo dijo

Izaías Claro en su obra Depresión: Causas, Consecuencias y Tratamiento, página 203.

Pero, ¿qué es la depresión? Podemos comenzar a aclarar lo que no es: no se trata de tristeza

ya que esta es pasajera y se trata de un sentimiento, utilizado por la mente como un

mecanismo adaptativo y por lo tanto pasajero; no se ha precisado qué tan grave es, a no ser

en relación a conocer la mayor eficacia del uso de un medicamento u otro en proporción a

su costo beneficio Gerard A, 2012 y también se desconoce si con exactitud hay un

acontecimiento externo que influya de manera determinante en desencadenar la espiral

depresiva en el sujeto (se sabe que pueden ser muchas, pero lo que a una persona afecta de

manera negativa y por tiempo prolongado a otro sujeto parece no incidirle de manera

grave).

Conocido es ya que la depresión es un trastorno, una enfermedad con trasfondo de

causas anatómicas como malformación en el hipocampo, lóbulo frontal y la amígdala

dentro del cerebro y causas químicas como una deficiente producción de serotonina y

norepinefrina y su respectiva reabsorción.

También es sabido que el depresivo no puede salir de ese estadio, ya que dicho

padecimiento implica un mecanismo de lucha de la parte del cerebro “cognitivo” con su

contraparte “ejecutiva”, y no encontrando soluciones tampoco se llega a la cura, es


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entonces cuando se da el agotamiento; Gerard A, 2012. Y una vez que se instala un

episodio depresivo, el siguiente será más grave. Igualmente, si el primer episodio fuera

“curado”, la recidiva se presentará con mayor ímpetu.

Estamos frente a un padecimiento de naturaleza mental y estructural del sistema

nervioso con implicaciones químicas. Es difícil diagnosticar hasta qué grado se encuentra la

persona hundida en su mal, y generalmente, el mismo paciente no lo comunica con

precisión; ante lo anterior, tampoco lo harán sus familiares y el paciente continuará sin

acudir a consulta.

Presentará falta de interés por lo que solía mostrar gusto de hacer, torpeza y por

consecuencia una grave disminución de su autoestima, un sentimiento de profunda tristeza

que visiblemente no lo abandonará, manifestaciones de sentimientos de culpa; sufre un

resquebrajamiento que no le avisa por lo que se verá agotado, desdichado, insomne, sin

motivo, pero no lo nota. Tampoco se percatará de sus repentinos cambios de humor, sus

aislamientos se harán cada vez más frecuentes.

Lo antedicho, le acarreará problemas laborales, sociales, afectivos y tras de

semanas de presentarse tales eventos, se hará cada vez más patente que la persona ha caído

en la espiral del Trastorno Depresivo.

A pesar de las manifestaciones descritas, los miembros de la familia interpretarán

que por lo que está pasando su pariente es “pasajero, que ya se repondrá en cuanto obtenga

un nuevo trabajo que le vendrá mejor o cuando conquiste una nueva pareja que le haga

olvidar a la anterior…” actitudes que llevan a conductas de indiferencia ante lo que su

familiar está atravesando o si llegan a reconocer que la depresión hizo presa de ese
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miembro de la familia, tenderán a ocultarlo por tratarse de una enfermedad de índole

mental, desentendiéndose de las funestas, nefastas e irreparables que ello puede acarrear.

En cuanto al depresivo que decide suicidarse, no decide en realidad poner fin a su vida, al

aspecto orgánico, sino truncar el sufrimiento que lo ha estado atormentando, esto es, a

finalizar lo que su mente percibe como una interminable pesadilla.

Marco Conceptual.

La tristeza, manifestación con la que más frecuentemente el depresivo demuestra

que algo no está bien, es uno de los sentimientos básicos conocidos por la Psicología.

La disminución de la voluntad de parte del paciente del Trastorno Depresivo para

realizar las cosas deberes y tareas que el sujeto tiene que realizar obligadamente ante la

cotidianidad, de esforzarse por conseguir metas y objetivos, logros laborales, deportivos, de

reconocimiento o grados académicos es conocida como abulia.

La demostración del desinterés por realizar las cosas, actividades, pasatiempos y a

veces hasta del trabajo u oficio que realiza para la obtención de su sustento se conoce como

anhedonia.

La mengua de la autoestima es la baja apreciación que de sí mismo manifiesta el

paciente de depresión; interesante y verdaderamente conmovedor es observar cómo el

depresivo se desvalora y/o deja de reconocer cuán valioso es como ser humano, como

miembro de una familia, como integrante de una estructura u organización laboral.

La tristeza y los episodios de llanto y aislamiento llevan a quien padece de

depresión a tener deseos de quitarse la vida, la última y más grave consecuencia del

trastorno que es el suicidio.


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Las múltiples causas de la enfermedad que están concatenadas a los factores de la

misma, tan variadas que pudieran resultar enigmáticas aún para algunos estudiosos y

profesionales especializados en el trastorno que nos ocupa, constituye su etiopatología; a

pesar de ello, es diagnosticable por medio del conjunto de síntomas que muestran quienes

sufren de depresión, llamado síndrome.

Marco Referencial.

Por lo que sabemos de la depresión es un trastorno que pertenece al grupo de los

trastornos de desregulación disruptiva del estado de ánimo (DSM-V, 5ª Ed., 2014), donde

los sentimientos de tristeza, abandono, desánimo y desesperación están casi perennemente

acompañando al paciente; es similar a vivir dentro de una niebla que induce siempre un

sentimiento de horror por incertidumbre y causa un dolor que no es identificable, viviendo

aprisionado en un aposento sintiendo constante sofocación y del cual al no poder salir, la

persona prefiere olvidarse de todo (Dr. William Stiron, citado por Claro I., 2003).

Otros rasgos psicológicos de la enfermedad son: que el paciente tiene dificultad

excesiva de los recuerdos gratos, aquí es donde observamos que resulta que la depresión los

aparta de lo que es o fue positivo en su vida, adquiriendo una visión negativa de sí mismos

y ese sentimiento de “inutilidad”; se sienten vivir en un “mundo que les exige demasiado”,

que se hayan frente a un futuro portador de fracaso y sufrimientos y la repetición de dos o

tres episodios depresivos les confirma esa percepción. (Gerard A., 2012).

Las causas exactas son, hasta cierto punto, un enigma; sin embargo, se le atribuyen

causas genéticas, biológicas y sociales. Los activadores genéticos se explican por medio de
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la historia clínica del paciente en cuanto a que si un antecesor (o varios) han padecido este

trastorno, es hasta cierto punto muy lógico que reaparezca en el sujeto.

Las causas biológicas, más complejas en sí, se dan por disminución o deficiencia

en la producción de determinados neurotransmisores de categoría monoaminas biógenas:

serotonina, noradrenalina y dopamina a nivel del sistema nervioso central, además de

alteraciones neuroendocrinas, modificaciones neuroanatómicas y desarreglos de interacción

entre los sistemas inmune y neuroendocrino. Actualmente existe un mayor conocimiento de

los factores biológicos, debido al avance de las investigaciones sobre esta área.

Particularmente, la psiconeuroimnunología ha descrito la importante relación entre el

sistema nervioso central y el sistema inmunológico, demostrando que una perturbación en

un sistema puede ser reflejada en el otro. Esta interacción ha sido documentada en distintos

niveles, como, por ejemplo, la modulación del eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal por

neurotransmisores o por citoquinas, y también por la expresión de marcadores neurales en

una variedad de células del sistema inmune. Esta interacción no solo es bidireccional

mediante la inervación autonómica, sino que también se ve afectada por la presencia de

receptores y transportadores de neurotransmisores (como los de serotonina, noradrenalina y

dopamina) en células del sistema inmune.

Los factores sociales o psicosociales se refieren a cualquier acontecimiento

estresante en el transcurso de la vida del paciente: pérdida de empleo, fallidos intentos de

éxito financiero, pérdida de un pariente cercano, amigo o separación de la pareja o familia.

(C. Montes - Academia Biomédica Digital, ISSN-e, 2004 - caibco.ucv.ve).

¿Cuántos tipos de depresión existen? También encontrar una respuesta ciento por

ciento precisa es difícil pero los resultados de las investigaciones concluyeron durante
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mucho tiempo que existían tres tipos de pacientes: los que presentan síntomas de depresión,

sea cual sea su intensidad sospechándose que son el 20% de la población en general, los

que sufren síndromes depresivos y muestran ciertos síntomas relacionados calculando que

se trata del 5% de la población; y los que tienen trastornos bipolares, que son entre el 1 y

2% de la población.

La imprecisión imperante causó que esos tres motes (“síntoma”, “síndrome” o

“enfermedad”, impulsara hacia la necesidad de una investigación más profunda, más seria y

continua para obtener mayor precisión en la explicación de los casos, por ello hoy se

distinguen cuatro categorías: los trastornos de adaptación, el episodio depresivo mayor (en

su sentido típico y materia del presente trabajo de investigación), la distimia, que significa

una irregularidad en el estado de ánimo y los trastornos bipolares (que no son materia de

nuestra investigación) caracterizados por la alternancia de depresión y de fases de

excitación. (Gerard A., 2012).

Anteriormente acentuamos que la depresión o Trastorno Depresivo Mayor es una

enfermedad cuyos sentimientos están atormentando casi continuamente a la persona por

períodos de dos semanas (generalmente estos plazos son más prolongados), y causan

malestar y dificultades graves operantes en la vida de la persona, tales como: dificultad o

imposibilidad de levantarse de la cama, acudir a trabajar o a realizar su actividad

remunerativa, desinterés manifiesto de ejecutar las actividades que le fueran anteriormente

placenteras al sujeto, insomnio, desapego a realizar las compras de los víveres y enseres de

necesidad cotidiana (Servicio Andaluz de Salud, Consejería de Salud y Bienestar Social,

Junta de Andalucía, 2013).

Lo indicado por el DSM-5


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Los extremos para el diagnóstico del Trastorno Depresivo Mayor aparecen

generalmente día a día a efecto de tomarlos como síntomas denotativos de la enfermedad,

excepto la intención de quitarse la vida y la pérdida de peso. Es notorio un muy bajo estado

de ánimo la mayor parte de los días; manifestaciones por parte del paciente de insomnio y

fatiga; pero el mal se puede malinterpretar si no se perciben los otros signos que le

acompañan. En un inicio, el paciente asegurará que no se siente triste, reconocible si se

ejerce una detenida observación durante la entrevista y/o se deduce de la expresión facial o

del comportamiento. Quienes manifiestan quejas somáticas, muestran fatiga y alteración del

sueño y aun las menos frecuentes alteraciones psicomotoras pero que son indicativas de una

gravedad mayor, igualmente la culpa grave y la culpa delirante.

Puede dar inicio casi a cualquier edad, pero la mayor probabilidad es que

comience en la pubertad; la incidencia más alta en Estados Unidos es a los 20 años de edad,

pero no es improbable que se manifieste en individuos cercanos a los 60 años de edad.

El aspecto más grave del Trastorno Depresivo Mayor es que el riesgo de que el

paciente se quite la vida en cualquier momento persiste mientras duren los episodios

depresivos. Algunas personas que sufren de depresión son funcionales y quienes les rodean

no se percatan de los signos de la enfermedad; en otros casos de gravedad extrema puede

llegar a ser casi incapacitante de manera que el individuo deja de tomar medidas de su

cuidado personal, sufrir mutismo y catatonia; aquellos pacientes que tienen que ser

atendidos en centro hospitalario sufren de más dolor, más enfermedades físicas y mayor

disminución del funcionamiento en las áreas físicas, social y personal.

Criterios Diagnósticos (DSM-5)


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A.- Cinco o más de los siguientes síntomas se presentan en un lapso de 2 semanas

y significan un cambio en el funcionamiento anterior: (1) Estado de ánimo deprimido o (2)

Pérdida de interés o de placer [sin incluir síntomas que corresponden a otra afección].

1.- Estado deprimido la mayor parte del día, casi todos los días (triste, vacío, sin

esperanza). Nota. - en niños y adolescentes el estado de ánimo es irritable.

2.- Disminución del interés o placer por las actividades la mayor parte del día, casi

todos los días.

3.- Pérdida significativo de peso corporal sin dieta, o aumento de peso (más de un

5% de ganancia del peso corporal/mes) o disminución o pérdida de apetito casi todos los

días.

4.- Insomnio o hipersomnia.

5.- Agitación o retraso psicomotor (observable) como inquietud o enlentecimiento.

6.- Fatiga/pérdida de energía todos los días.

7.- Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva (puede ser delirante, no

solamente un autoreproche).

8.- Disminución de la capacidad para concentrarse, pensar o tomar decisiones.

9.- Pensamientos de muerte recurrentes (no miedo a morir) ideas suicidas

recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para ello.

B.- Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo

social, laboral u otras áreas de funcionamiento.


24

C.- El episodio no se puede atribuir a los efectos de una sustancia u otra afección

médica.

Nota. - Los criterios del A-C constituyen un episodio de Depresión Mayor.

Nota. - La respuesta a una pérdida significativa (duelo, ruina económica, pérdidas

debidas a una catástrofe natural, una enfermedad o discapacidad grave) con tristeza intensa,

rumiación acerca de la pérdida, insomnio falta de apetito y pérdida de peso como lo indica

el criterio A pudiendo simular el episodio depresivo. Son sentimientos comprensiblemente

asociados a la pérdida y podría pensarse estar ante el episodio depresivo, pero se requiere

ejercer el criterio clínico basado en la observación tomando en cuenta la historia del

individuo, las normas culturales para la explicación del malestar del sujeto en el contexto

de la pérdida.

D.- El episodio depresivo no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo,

esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante u otro especificado o

no especificado del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

E.- Nunca ha habido un episodio maniaco o hipomaniaco.

Nota. – Esta exclusión no se aplica si todos los episodios de tipo maníaco o

hipomaníaco son inducidos por sustancias o se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de

otra afección médica.

Especificador de gravedad/curso [Se omiten los códigos de especificación del

DSM5 para consultarlos directamente en el manual].

-Leve.
25

-Moderado.

-Grave.

-Con características psicóticas.

-En remisión parcial.

-En remisión total.

-No especificado.

Para especificar el nombre de un diagnóstico, enumerar los términos en el

siguiente orden: trastorno de depresión mayor, episodio único o recurrente, especificadores

de gravedad/psicótico/remisión, y a continuación todos los especificadores siguientes sin

código que resulten aplicables al episodio actual.

Especificar:
-Con ansiedad.
-Con características mixtas.
-Con características melancólicas.
-Con características atípicas.
-Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo.
- Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo.
-Con catatonia.
-Con inicio en el periparto.
-Con patrón estacional (solo episodio recurrente).

Posibles Tratamientos.

El objetivo de los tratamientos de la depresión es hacer que los síntomas mejoren,

que el paciente se sienta bien y que su actividad vuelva a ser como antes. A veces es

necesario probar más de uno hasta encontrar el adecuado, pero esto no quiere decir que no
26

vayan a funcionar. Los fármacos antidepresivos y las terapias psicológicas también son

útiles en algunos casos.

Existen profesionales de la salud expertos en la evaluación y tratamiento de la

depresión que pueden ayudar al paciente a decidir. El tratamiento más adecuado depende de

cada caso concreto y de las preferencias de cada paciente. Lo principal es utilizar un

tratamiento que funcione, dándole el tiempo necesario para que eso ocurra. Para la

depresión moderada, las terapias psicológicas y los fármacos antidepresivos son las

opciones de tratamiento.

Para la depresión grave, lo más recomendable son los fármacos combinados con

terapia psicológica.

En algunos casos, cuando otros procedimientos no han funcionado y la

sintomatología es grave e incapacitante está indicada la terapia electroconvulsiva (TEC)

que, pese a comentarios que se hayan dejado escuchar, es un tratamiento rápido y eficaz,

que se administra en el hospital bajo anestesia general.

Las recomendaciones que se explican a continuación suelen ir bien a personas con

depresión. -

Planifique su día:

-Puede hacer un listado con las actividades que se propone hacer cada día (con la

ayuda de alguien si es necesario).

-Al principio, no sea muy exigente consigo mismo.


27

-Es recomendable que, en la medida de lo posible, haga actividades gratificantes al

menos una vez al día.

-Planifique hacer alguna actividad física cada día.

-Si incumple algún punto del plan, salte a la siguiente actividad.

-Si no apetece hacer nada en absoluto, puede ayudarte planificar realizar alguna

actividad con otras personas.

-Compruebe cómo varía su estado de ánimo en función de sus progresos y

compártalo con los demás.

Manejo del estrés:

-Si los problemas parecen asfixiantes, considérelos de uno en uno, si es posible.

-Dedicar un tiempo a sus propios intereses.

-Aprenda a reconocer cuando necesita parar, todos tenemos un límite. No sea

severo consigo mismo.

Actividad física:

-Si puede, aumente su actividad física poco a poco. Mejor si es al aire libre.

-Es preferible una rutina regular de ejercicio, aunque cualquier actividad física es

mejor que ninguna.

-Es posible que una actividad física en grupo pueda facilitar el cumplimiento de

este objetivo.
28

-Si tiene dudas sobre el tipo de ejercicio físico más adecuado, consúltelo con su

médico.

Higiene del sueño:

-Quédate en la cama descansando mientras duerme. Si no puede dormir, ni estar a

gusto en la cama, levántese y vaya a otra habitación (puede ver la televisión o leer) hasta

que le apetezca volver a la cama.

-También puede escuchar la radio desde la cama poniéndola en un volumen bajo,

que suponga cierto esfuerzo oírla.

-Puede venirle bien tener unos mismos horarios para acostarte.

-Realizar algo entretenido e interesante antes de ir a dormir, como leer o escuchar

música.

-Evita siestas o dormir durante el día si en su caso contribuyen a que no tenga

sueño por la noche.

-Evitar o reducir las sustancias excitantes (café, bebidas energéticas o con cola,

tabaco o alcohol, especialmente por la tarde).

Evite el abuso del alcohol y otras drogas:

-El abuso de alcohol o el consumo de otras drogas no son buenas soluciones para

no sentirse deprimido. Al contrario, pueden contribuir a generar otros problemas.

-Pide ayuda a amigos, familia o al médico de familia si desea disminuir el

consumo o lograr la abstinencia.


29

-Si lo considera necesario, existen dispositivos sanitarios especializados en el

tratamiento de estos problemas.

Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Galicia [avalia-t]; 2014.

Hipótesis

El paciente del Trastorno Depresivo Mayor inmerso en una sociedad que, aun en

esta modernidad plagada de adelantos científicos, tecnológicos y rodeada de esta aura de

globalización (pero no de universalidad), al rechazar las enfermedades que no pueden ser

tratadas por medios físicos, como intervenciones quirúrgicas o la administración de

fármacos que erradiquen la dolencia, encierra al depresivo en la “ostra”. La parte medular

de este problema es que la familia, a pesar de los tiempos modernos en que vivimos, es la

base de la sociedad, y ambas instituciones en este aspecto se retroalimentan, es decir, en

cuanto negar la aceptación de que la depresión es una enfermedad que no se puede ver; que

se trata de un mal del alma o psychè, ese desbalance de los fluidos de la teoría de

Hipócrates, padre de la medicina, que causa desequilibrio en el “hálito de la vida” de la

persona. Así es, se trata de una enfermedad mental. Y en tanto la postura de negación

persista en el seno familiar del paciente de depresión, su camino rumbo al balance de su

existir se convertirá en un calvario, en una vía casi intransitable. Quien padece este mal

pide ayuda muchas veces, de múltiples maneras, a veces a gritos, otras, con silencios;

imposible negar que existen personas con depresión que han salido adelante por sí solas y

sin haber recibido ayuda de sus familiares (a pesar de haberla solicitado), pero en cuanto a

la certeza de que en su mayoría no reciben ese apoyo se basa a que se han encontrado

resultados de otras investigaciones que corroboran la presente aseveración.


30

Si la familia del pariente en depresión interviniera apoyándolo, brindándole auxilio

en la búsqueda de los medios para su mejoría y acogimiento en un ambiente favorable de

cariño y comprensión por el tipo de enfermedad que padece, las estadísticas nefastas

mencionadas al inicio de este trabajo serían menores y el panorama en cuanto al mal “del

presente siglo” (y de varias eras futuras) sería menos oscuro. El pronóstico seguirá siendo

de “clima adverso” en tanto no informemos en nuestra sociedad, a las familias que la

constituyen, de qué trata esta enfermedad, cuáles son sus extremos, la manera en que se

manifiesta en su pariente que la padece, cuáles serían las mejores y más óptimas formas y

medios de ayuda y apoyo acordes a sus circunstancias.

La depresión provoca en el paciente depresivo que no cuenta con el apoyo de sus

familiares, la inevitable caída en la vorágine que implacablemente le devorará inclusive los

deseos de continuar viviendo y la caída por esa espiral, además de irse acelerando en el

transcurso del tiempo, arrastrará consigo a los miembros de su familia a situaciones

desagradables de duda, de rechazo hacia él o hacia ella, a estados de profunda confusión en

cuanto a la manera de sobrellevar la dinámica familiar, pues el no tener una guía, en estado

de desconocimiento de lo que es el Trastorno Depresivo siempre abrirá y ahondará una gran

brecha entre la familia nuclear y el pariente que padece dicho mal y dicho alejamiento

acarreará una serie de consecuencias, la mayoría de las veces, la última será irremediable.

Variables.

Los seres humanos no hemos perdido nuestra naturaleza animal; tendemos a huir

y/o evitar lo que desconocemos, ya sea por temor o por inseguridad de aquello que es ajeno

a nuestro conocimiento; culturalmente, calificamos de malo, feo o desagradable y hasta

inexistente, aquello que está fuera de nuestro saber o simplemente lo lanzamos al reino de
31

la indiferencia, a pesar de que está dentro del rango de lo normal el no saberlo todo pero

que podemos aprender más, conocer más y saber más.

En lo tocante a la depresión, ignorar la enfermedad, sus pormenores, los síntomas

de quien la sufre, acarrea la indiferencia hacia la propia enfermedad, pero lo más grave, es

tornarse apático hacia quien la sufre; experimentar temor orilla al ser humano al

distanciamiento de aquello que desconoce de esta enfermedad. Los miembros de la familia

que ignoran (o que solamente conocen que es una enfermedad mental) de lo que se trata el

Trastorno Depresivo Mayor se alejarán más y más con el tiempo de su pariente y también

por ese mismo desconocimiento, la sola sospecha de que la depresión es una enfermedad

mental de la que ignoran sus pormenores, tenderán a ocultar, por vergüenza, que cuentan

con un miembro de la familia que la sufre; este distanciamiento se dará en lo emocional y

en lo material y le negará los apoyos necesarios a este familiar con depresión para dirigirse

a la mejoría, a volver a encarrilar su vida y reintegrarse a la misma y a la sociedad de la que

esta tremenda enfermedad lo estará sustrayendo de una manera constante y en una

proporción geométrica.

Los familiares del paciente depresivo se confundirán, no podrán lidiar con su

pariente enfermo, muy seguramente algunos otros miembros de la familia podrían también

caer en depresión por no saber manejar esta dinámica en la que hacía ya mucho tiempo

estaban inmersos y no se habían percatado de ello, les causará una gran frustración; el

miembro de la familia con depresión generalmente no busca ayuda por sí mismo y no se le

ha diagnosticado su trastorno; si no recibe tratamiento con terapia y medicación específica

por parte de los profesionales de la salud mental y entonces su trastorno empeorará,

igualmente porque los demás familiares no han sido debidamente informados y


32

sensibilizados para tratar, apoyar, acoger y alentar a su pariente con el trastorno a acudir

con los especialistas y llevar ordenadamente su tratamiento y las indicaciones que le

ayudarán a salir de los estadios más graves de esta terrible enfermedad.

En sentido contrario, si los familiares son informados, si se les da a conocer de lo

que trata el trastorno depresivo, estarán en mejor posición de brindar apoyo, ayuda y

comprensión al miembro de la familia con depresión. Informar a las familias que cuenten

con un pariente sufriendo de depresión acerca de los pormenores de este trastorno a efecto

de que se liberen de los tabúes, las falsedades y prejuicios sobre la enfermedad y fomentar

el apoyo hacia el enfermo, y propiciando para el mismo un ambiente benigno que coadyuve

a mejorar su salud y recupere cabalmente su lugar como miembro funcional de la familia.

OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

VARIABLE DIMENSIONES INDICADORES


INDEPENDIENTE
En lo tocante a la depresión, El distanciamiento será  Confusión en la
desconocer e ignorar la emocional y material negando familia.
enfermedad y los síntomas de apoyos a su familiar para  Imposibilidad de lidiar
quien la sufre, acarrea la volver a encarrilar su vida y con su pariente
indiferencia hacia la reintegrarse. depresivo.
enfermedad, se vuelven  Riesgo de que otros
apáticos hacia quien la sufre; miembros de la familia
orilla al distanciamiento. La caigan en el trastorno.
familia que solo sabe que es  Grave frustración por
una enfermedad mental se no entender cómo
alejará más de su pariente. manejar la situación.

VARIABLE DIMENSIONES INDICADORES


DEPENDIENTE
EFECTOS: El familiar con Afecta: a toda la familia en las  Disfuncionalidad
depresión si no recibe áreas de vida: familiar.
tratamiento por parte de los Armonía familiar, laboral,
33

profesionales de la salud social, profesional,  Posible ruptura de lazos


mental su trastorno sentimental, emocional. familiares.
empeorará.  Agravamiento de las
condiciones del
trastorno del pariente
depresivo.
 Posible suicidio del
paciente depresivo.

Muestra Probabilística.

Para lograr el propósito de explorar los grados en que el pariente con Trastorno de

Depresión Mayor se encuentre sufriendo según los niveles de apoyo que la familia le brinda

al pariente que padece de depresión, así como corroborar que dicha ayuda, que puede variar

desde omitir cualquier tipo de auxilio hasta el grado de acompañarlo y participar en sus

terapias y tratamientos, y asimismo comprobar si se dan escalas de mejora por las que

evolucione el pariente depresivo en los antedichos supuestos con relación al nivel de apoyo

que los parientes le presten. Se proyecta llevar a cabo una búsqueda mediante una muestra

PROBABILÍSTICA de diez (10) personas mayores de edad, miembros de diez (10)

familias seleccionadas a población abierta.


34

Licenciatura en Psicología

Encuesta
Alumno: Jorge Alberto Chavira Barragán.
Grado: 3º Tetramestre.
Materia: Metodología de la Investigación II.
Docente: Lic. Estela Hernández Briano.

La siguiente ENCUESTA, se realiza como trabajo de investigación de “El Paciente del


Trastorno Depresivo y la Interacción con su Familia” y el objetivo es obtener información
acerca de los niveles de sanación del paciente del Trastorno de Depresión Mayor en
proporción al apoyo que sus familiares le brinden apoyo.
Instrucciones: De las siguientes preguntas marque la opción u opciones con la que se
identifique:
35

Guía de preguntas
Numero Preguntas Respuestas (3 opciones)

1 ¿Conoce lo que es la depresión? a b c


a.- Sí la conozco bien y la describo.
b.- Conozco levemente lo que es, parecido a la tristeza.
c.- No, no sé qué es la depresión
2 ¿Conoce a alguna persona que está deprimida? a b c
a.- Sí conozco a alguien muy deprimido.
b.- Sí conozco a alguien que está medianamente deprimido.
c.- Sí conozco una persona que dice estar en la “depre”.
3 ¿Es la persona deprimida su familiar? a b c
a.- Vive en la misma casa.
b.- Es pariente y vive en otra casa/ciudad.
c.- Es amig@ cercano.
4 ¿Qué hace la persona deprimida? a b c
a.- Trabaja/estudia.
b.- Realiza una actividad/profesión por su cuenta.
c.- No hace ninguna actividad/perdió el trabajo/no estudia.
5 ¿La persona deprimida practica un deporte/socializa/tiene un a b c
pasatiempo?
a.- No, no practica ningún deporte.
b.- No, no socializa.
c.- Solo uno o dos de los tres mencionados.
6 ¿Sabe a qué se debe la depresión de la persona? a b c
a.- Es su estado de ánimo normal.
b.- Porque no soporta que las cosas le salgan mal.
c.- Es una condición de la mente.
7 ¿Alguien de la familia del depresivo le ayuda, le acompaña, a b c
habla y sale con ella(él)?
a.- Sí, le ayuda(mos), acompañamos, hablamos/salimos
juntos.
b.- Solamente le acompañamos y/o hablamos.
c.- No, es preferible no acercarnos a ella(él).
8 ¿La ayuda al pariente deprimido consiste en: a b c
a.- Participar de su tratamiento, comprensión y paciencia?
b.- Techo, comida, ropa, acompañarle/hablar y salir?
c.- Sin salir juntos brindamos techo, comida y ropa?
9 ¿La persona deprimida ha buscado ayuda o tratamiento por a b c
su cuenta?
a.- La familia habló con ella(él) para acudir juntos a
tratamiento.
b.- La familia le obligó a acudir a tratamiento.
c.- La familia no sabemos de qué manera proceder.
10 ¿Considera que la persona con depresión ha mejorado en su a b c
estado de ánimo
a.- mucho por acompañarlo a su terapia/tratamiento?
b.- mucho por haber acudido solo a su terapia/tratamiento?
36

c.- no hay diferencia en su estado de ánimo si acude a su


terapia acompañado o por su cuenta?
Gracias por su colaboración.

1. Benedetti, M., frases célebres.

2. (Cuervo Martínez, Angela, & Izzedin Bouquet, Romina (2007a). Tristeza,

Depresión y Estrategias de Autorregulación en Niños. Tesis Psicológica, (2),35-47.

[fecha de Consulta 13 de Febrero de 2021]. ISSN: 1909-8391. Disponible en:

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=1390/139012670004.

3. Gerard A., 2012

4. Organización Médica Colegial de España, s.f.

5. Servicio Andaluz de Salud, Consejería de Salud y Bienestar Social, Junta de

Andalucía, 2013

6. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Galicia [avalia-t]; 2014.

7. Muriana E., at al, 2006.


37

8. Claro I, 2003.

9. Organización Mundial de la Salud.

10. Libro de Job, capítulo 3, versículos 20-26 (La Santa Biblia).

11. INEGI, 2019.

12. Asociación Psicoanalítica Mexicana, A.C.

13. Izaías Claro en su obra Depresión: Causas, Consecuencias y Tratamiento, página

203.

Índice

Página

1. Introducción ------------------------------------------------------------------------------------- 2

2. Antecedentes------------------------------------------------------------------------------------- 5

3. Planteamiento de problema------------------------------------------------------------------- 7

3.1. Objetivo General---------------------------------------------------------------------------- 9

3.2. Objetivos Específicos---------------------------------------------------------------------- 9

3.3. Justificación-------------------------------------------------------------------------------- 10

3.4. Viabilidad----------------------------------------------------------------------------------- 12
38

3.5. Preguntas de investigación--------------------------------------------------------------- 14

4. Marco Teórico---------------------------------------------------------------------------------- 16

5. Marco Conceptual----------------------------------------------------------------------------- 18

Lista de referencias y bibliografías------------------------------------------------------------- 20

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