ESCUELA DE LIDERAZGO KYROS DOCENTE: DAVID INUMA ALVAN

ESTRATEGIAS DEL LIDERAZGO BÍBLICO SEGÚN EL MODELO DE NEHEMÍAS

Y MOISÉS
DOCENTE: DAVID INUMA ALVÁN
OBEJETIVO DE CURSO:
Mediante el estudio y análisis de las Escrituras se pretende reconocer las cualidades y
estrategias en el ejercicio del liderazgo de Nehemías y Moisés, con el fin de que sean
asimiladas y puestas en práctica en la vida y labor de los estudiantes en el ejercicio del
liderazgo.
INTRODUCCIÓN:
En este curso observaremos a la luz de la Palabra algunos principios más resaltantes del
ejercicio del liderazgo de dos grandes personajes de la historia Bíblica del Antiguo
Testamento Moisés y Nehemías. En la vida de estos personajes podemos observar y
resaltar muchos principios y estrategias en cuanto al liderazgo bíblico, pero para los
propósitos de este curso estudiaremos tres de estos principios y estrategias por cada
personaje. Además, del estudio bíblico que lo resaltan y validan, utilizaremos algunas
enseñanzas y consejos de autores cristianos en relación a los temas tratados.
PLAN DE CLASES:

• LIDERAZGO DE MOISÉS
SEMANA 1 (28 Marzo): AMAR A QUIENES DIRIGES
SEMANA 2 (04 Abril): ESTAR DISPUESTO APRENDER Y SER GUIADO
SEMANA 3 (11 Abril): CONTINUAR EL LEGADO

• LIDERAZGO DE NEHEMÍAS
SEMANA 4 (18 Abril): CONOCER LA VISIÓN Y PREOCUPASE EN TRANSMITIRLA
SEMANA 5 (02 Abril): PLANIFICAR EL TRABAJO PARA CUMPLIR LA VISIÓN
SEMANA 6 (09 Mayo): DAR IMPORTANCIA A LA COMUNIÓN CON DIOS
EVALUACIÓN DEL CURSO:

• Cada término de clase, el alumno responderá una pregunta en el foro (F) del
curso, 50% de la nota final.
• Al final del curso, el alumno elaborará un ensayo (E) en relación a los temas
tratado, 30% de la nota final.
• Actitud ante el curso (A), 20% de la nota final.
• Fórmula de Nota Final (N.F.):
N.F. = (Promedio F) * 0.5 + (A)*0.2 + (E) * 0.3

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LIDERAZGO DE MOISÉS
1. AMAR A QUIENES DIRIGES
Moisés llegó amar al pueblo de Israel, se sintió responsables por sus vidas, sus
necesidades físicas y especialmente la espiritual, aprendió a conocerlos y tratar con
ellos. Es interesante denotar que la labor que tuvo Moisés durante más de 40 años,
fue la de pastorear ovejas (Ex. 3:1), para que luego Dios le llevara de ser pastor de
ovejas a guiar a todo un pueblo. Moisés aprendió la gran diferencia de lo implicaba
esta nueva labor, ya que esta vez eran seres con razonamiento, con caracteres, con
personalidades diferentes y con la capacidad de expresar lo que sienten y a pesar de
ello Moisés aprendió a amarlos, a velar por ellos, a conocer sus necesidades, sus
problemas, a interceder por ellos, a guiarlos y siempre estar disponibles para ellos
(Gene A. Getz, 2003).
1.1. SÉ SIERVO DE DIOS PARA ELLOS
Un líder cristiano, es un siervo de Dios. El cargo u oficio que ocupa no es dado por
designio humano, Dios lo llama, encomienda y lo capacita cada día para ejercer esa
tarea. Dios llamó a Moisés para ser siervo suyo, a pesar de que él no se sentía con la
capacidad de ejercer esa labor, ya que respondió con excusas a Dios (Ex. 3; 4:1-17),
pero Dios llegó a hacer de él un gran siervo suyo, por lo cual él se dedicó por
completo a ser servidor del pueblo de Israel.
Existen muchas referencias acerca de Moisés como siervo de Dios (Ex. 14:31; Núm.
12:7, 8; Dt. 34:5, etc.), denotando esta cualidad en él reiterada con mucha más
frecuencia en la Biblia al igual que nuestro Señor Jesucristo.
Un ejemplo de la dedicación altruista como siervo de Dios en Moisés, lo podemos
notar en Ex. 18: 13, donde se muestra a Moisés con esa disposición de estar desde
la mañana hasta la tarde juzgando al pueblo de Israel, ayudándoles a resolver sus
conflictos. No cualquier persona estaría dispuesta a ejercer esta sacrificada labor,
solo un verdadero líder con corazón de siervo.
Jesús lo mencionó y enseño en reiteradas ocasiones la importancia del servicio
durante su ministerio (Mar. 9:35; 10:45, etc.), sus discípulos comprendieron esta
cualidad cuando Él los lavo los pies (Jn. 13: 14). Un líder cristiano existe no para que
las personas trabajen por él sino para que él sirva a las personas, “el liderazgo servil
torna al revés las ideas mundanas respecto al poder: en lugar de personas trabajando
para servir a un líder, el líder existe para servir a las personas” (Abigail Gilberth,
2018).
Jhon C. Maxwell (2018), provee algunas pautas que debe tener en consideración
para lograr ser un líder con un corazón de siervo:
a) No confíe en su posición o título: ¿Cómo debe cambiar usted su modo de
liderar para reunirse con la gente en un terreno común en vez de su posición?

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b) Crea en la gente y en su potencial: ¿Cómo puede animar el éxito en las

personas que lo rodean, incluso en los que no le cae bien?
c) Vea las cosas desde la perspectiva del otro: ¿Cómo puede conectarse con
alguien con quien choca de frente o lo deja helado cuando escucha su
perspectiva?
d) Cree un entorno lleno de ánimo: ¿Qué cosas positivas puede decir cada día a
la gente de su equipo para motivarlos e inspirarlos?
e) Mida su éxito por el valor que añada a otros: ¿Qué debe cambiar para que
mida el éxito de su día por cómo éxito los demás?

1.2. INTERCEDE POR ELLOS

Todo buen líder que ama a quienes dirige, es capaz de interceder por ellos ante los
hombres y a Dios en oración. El compromiso de amar a sus dirigidos, resulta de la
estrecha vinculación y comprensión con los mismos, resulta de un claro sentido de
responsabilidad por sus vidas.

1.2.1. A pesar de sus falencias

Moisés fue un líder siervo que llego a amar a los que dirige de tal manera que
cuando Dios le propuso destruir al pueblo de Israel y darle otra nación a quien
dirigir, él intercedió por ellos (Ex. 32: 9-10). Ante esta situación, es de gran
admiración la respuesta de Moisés a Dios, mencionándole las promesas que les hizo
a ellos (Ex. 32: 13), además incluso estuvo dispuesto a que sea su nombre borrado
del libro de la vida con tal de que ellos no fueran destruidos (Ex. 32: 31, 32) (Abigail
Gilberth, 2018). Moisés se sintió responsable por la vida de los Israelitas, los amo a
pesar de sus falencias, los amo no con un amor ciego y permisivo sino con la entrega
y disposición de ayudarles a crecer en sus vidas, es por ello que vemos a Moisés
siempre guiando, aconsejando y exhortando al pueblo de Israel.
El líder servil que tiene un corazón de pastor no pretende solapar o excusar los
pecados o errores de quienes dirige, sino que los aconseja e intercede por ellos.
Trabaja para ayudarles a vencer los pecados que lo aquejan y los errores que
impiden su crecimiento eficaz. El apóstol Pablo aconseja de esta manera a Timoteo
“que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende,
exhorta con toda paciencia y doctrina.” (2 Tim. 4:2), la labor de un líder pretende en
todo momento trabajar de esta manera en la vida de quienes dirige. Por otro lado,
es menester reconocer que en esta tarea se necesita la ayuda y dirección de Dios,
solo Dios puede conocer los corazones y pensamientos de las personas (Jer. 17:9,
10) y Él puede darle la sabiduría para tratar con ellos, sólo Dios puede obrar de una
manera profunda en la vida de cada uno de los que dirige.
Moisés intercedía constantemente por el pueblo de Israel, él llegó a ser el intercesor
entre el pueblo de Israel y Jehová su Dios, de la misma manera el libro de Efesios

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nos muestra como el apóstol Pablo intercedía constantemente por la iglesia en

Éfeso (Ef. 1:15-18; 3:14-18), esta actitud de oración intercesora constante debe ser
una práctica común en un líder que ama y sirve a los que dirige.
Asimismo, un líder que ama es capaz de interceder por quienes dirige ante otras
personas o líderes, no tratando de minimizar sus faltas sino buscando ayuda y
comprensión para con ellos, como un verdadero pastor. El líder tendrá que
enfrentar en algún momento estas situaciones y tendrá que definir el verdadero
compromiso y amor por quien dirige.
1.2.2. A pesar de su oposición a él.
Moisés tuvo que enfrentar muchas oposiciones, críticas y murmuraciones, hasta el
punto en que pusieron en tela de juicio su labor de liderazgo y el respaldo que tenía
de Dios (Ex. 15: 24, 25; 17:4). En una ocasión María y Aaron hablaron contra la labor
de Moisés como intermediador entre Dios y ellos, por lo cual Dios castigo con lepra a
María y al ver esta situación Moisés clamó a Dios para que sanara a María, teniendo
una actitud de intersección a favor de ellos a pesar de su oposición (Núm. 12: 13).
Otro ejemplo claro de esta actitud de Moisés fue cuando los hijos de Coré se
rebelaron contra Moisés y Aarón, Dios se encendió en furor contra todo el pueblo,
pero Moisés y Aaron pidieron a Dios que no los destruyera (Ex. 16:22). En síntesis,
Moisés a pesar de las oposiciones y falta de reconocimiento de parte del pueblo, él
siempre estuvo dispuesto a interceder por ellos.
El líder debe tener la capacidad de perdonar constantemente las ofensas de quienes
dirige, solo esta actitud de perdón le permitirá interceder por ellos en amor con un
corazón libre de carga, por quienes en algún momento lo han tratado mal.
Por otro lado, el líder debe tener temple de acero, porque cuando se vea envuelto en
las diferentes situaciones de actitudes contrarias hacia él, éstas no deben afectar su
ánimo y cambiar su carácter hacia quienes dirige; para ello es importante que tenga
en cuenta la fragilidad e incertidumbre del carácter humano de quienes dirige y
reconocer que la lucha no es contra sangre ni carne sino contra los enemigos de las
tinieblas (Ef. 6:12). Teniendo en cuenta estos principios, el líder con un corazón de
siervo que ama a quienes dirige tendrá la capacidad y libertad de interceder siempre
por ellos.

1.3. CAMINA CON ELLOS

Desde que comenzó su llamado a dirigir al pueblo de Israel, Moisés, camino con ellos
durante 40 años en el desierto, experimentando juntamente con ellos diversas
situaciones de contentamiento y adversidades. Viendo junto a ellos el favor de Dios,
sus enseñanzas y su disciplina. Esta forma de experimentar su labor de siervo de Dios
le ayudo a conocer al pueblo de Israel, a tratar con ellos y a llegar a amarlos. En este
proceso de caminar con ellos, él pudo también enseñarles con el ejemplo, el hacía
lo que enseñaba y soportaba también con ellos.

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Un líder que llega a amar a los que dirige, es porque camina con ellos, ha buscado
vivenciar muchas experiencias con ellos ya sea situaciones difíciles o adversas, ha
buscado conocerlos, aconsejarlos y sobre todo de que sean verdaderos discípulos
(Mat. 28:19). Esta labor requiere sacrificio económico, de tiempo, de fuerzas físicas,
entre otros, se convierte en un liderazgo sacrificial y de servicio.
Por otro lado, el líder debe enseñar también con el ejemplo, ya que, al caminar con
ellos, las personas que dirige le conocerán de cerca y tratarán de relacionar lo que
enseña con lo que vive. El apóstol Pablo llegó a escribir que un creyente debe seguir
el ejemplo suyo como él sigue de Cristo, así como también el ejemplo de los que
igual se conducen (1 Cor. 11:1; Fil. 3:17), esto es muy importante para la labor del
liderazgo, si desea lograr algo en los que dirige, enséñalos cómo hacerlo, hágalo
usted primero o hágalo junto a ellos si la situación lo requiera. Sé como Jesús, quien
durante tres años caminó con sus discípulos, y los enseño con el ejemplo.
No hay mejor forma aprender a amar a quienes dirige caminando con ellos y
enseñándoles con el ejemplo. Finalmente, John C. Maxwell (2007), muestra algunas
pautas que debemos considerar en seguir lo que él llama la “Ley de la imagen”:
a) Los seguidores están siempre observando lo que usted hace.
b) Es más fácil enseñar lo que es correcto que hacer lo que es correcto.
c) Debemos esforzarnos en cambiarnos a nosotros mismos antes de intentar
mejora a los demás
d) El regalo más valioso que un líder le puede dar a los demás es dar un buen
ejemplo.

1.4. ACTIVIDAD DE EXTENSIÓN

Leer el capítulo 5 “Ley de la Adición” del libro “Las 21 Leyes irrefutables del
Liderazgo” escrito por John C. Maxwell y responda a la siguiente pregunta en el foro:
¿Qué enseñanzas considera usted más resaltante que le pueden ayudar en el
ejercicio del liderazgo?
1.5. BIBLIOGRAFÍA
• MAXWEEL, John C. Las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo. Editorial Grupo
Nelson, 2007. ISBN-10: 1-60255-027-1
• MAXWEEL, John C. Desarrolle el Líder que está en usted 2.0. Editorial Grupo
Nelson, 2018. ISBN: 978-1-4185-98051
• GETZ, Gene A. Principios del Liderazgo de la Iglesia: Una Perspectiva Bíblica,
Histórica Y Cultural. Moody Publishers, 2013. ISBN: 9780802410740
• GUILBERT, Abigail. El liderato servil de Moisés. Vol. # 771118S, Revista: Los
Estudios de Israel, de Bridges for Peace, noviembre 2018. Disponible en:
https://www.bridgesforpeace.com/letter/el-liderato-servil-de-
moises/?lang=es

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LIDERAZGO DE MOISÉS
2. ESTAR DISPUESTO APRENDER Y SER GUIADO
Este es uno de los principios más difíciles de aplicar para algunos líderes,
comúnmente el líder se verá tentado a la autosuficiencia y la falta de humildad. Para
que un líder pueda aplicar este principio en su vida y labor ministerial, es necesario
que tenga en cuenta las enseñanzas de Jesús de negarse a sí mismo (Lucas 9: 23, 24),
la misma actitud que tuvo Nicodemo cuando llegó a Jesús, dispuesto a ser enseñado
por él (Juan 3:1-15) a pesar de ser un maestro de la Ley. La humildad en un líder debe
estar en constante crecimiento a lo largo de su vida (J. Oswald Sanders, 1995, pág.
63).
Por otro lado, para tener una actitud de aprender, escuchar y ser guiado es necesario
dejar de vivir fingiendo ser perfectos. El líder debe reconocer que nadie es perfecto,
por más alto nivel de preparación que tenga sobre alguien. Esta actitud de reconocer
sus debilidades y las áreas fuertes de su vida y desempeño en el liderazgo, creará
confianza y accesibilidad en quienes dirige. Sea un líder auténtico, no trate de
impresionar a los demás (John Maxwell, 2013, pág. 203, 204).
2.1. EL APOYO DE LOS DEMÁS
En el proceso de guiar al pueblo de Israel, Moisés tuvo el apoyo de muchas personas.
Al principio cuando Dios llamo a Moisés, el reconoció su dificultad de no poder
hablar y quizás le embargaba el temor por lo que implicaba cumplir la misión que
Dios le había encomendado (Ex. 4:14-16). Dios tenía preparado un compañero con
quien podría contar para iniciar esta misión, su hermano Aarón (Gene Mims, 2013,
pág. 38, 39). Aaron fue de gran soporte y ayuda para Moisés, lo vemos desde los
inicios acompañando a Moisés frente al Faraón, hablando con los Ancianos de Israel
y cumpliendo la labor sacerdotal en el pueblo.
Además de Aarón, en toda su labor de liderazgo Moisés se apoyó de distintas
personas para cumplir su labor, entre ellos estaban, su fiel servidor Josué que lo
acompañaba en todo momento y era su mano derecha, los ancianos y líderes de
Israel quienes representaban a las familias del pueblo y transmitían las palabras de
Moisés al pueblo; también estaban los jueces que elegio para ayudarle a jugar sobre
el pueblo.
Cuando Dios llama a un líder para realizar una tarea, provee de las personas
adecuadas para que le ayuden a lograrlo, para ello también es necesario capacitarlos
y ayudarlos a desarrollarse (Gene Mims, 2013, pág. 38).
Un gran líder cristiano no utiliza a las personas para triunfar, no se aprovecha de
ellas para envanecerse de lo exitoso que es, por el contrario, dirige a las personas
para que todos juntos puedan triunfar (John Maxwell, 2013, pág. 165). Considera
valioso el apoyo de los demás y reconoce que se complementa con ellos, ya que
otros poseen ciertos dones y habilidades del cual carece y que pueden ser de gran
provecho para el crecimiento de la organización o la iglesia (Efe. 4:11).
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Un buen líder valora a las personas, se preocupa por conocerlos y respetarlos, por
reconocer la experiencia que tienen, considera sus habilidades y dones, y los
encaminan para lograr juntos el éxito.
2.2. EL CONSEJO DE OTROS
Moisés también aprendió a aceptar el consejo, y uno de ellos vino de parte de su
suegro Jetro. Moisés se encontraba realizando una labor muy cansada, pesada y
tediosa juzgando las diferentes situaciones y conflictos que se presentaban en el
pueblo. El consejo de Jetro fue que pusiera jueces sobre el pueblo de Israel para que
le ayudaran, Moisés recibió el consejo sin pensarlo dos veces (Ex. 18: 13-27).
Así como Dios puso muchas personas que pudieran contribuir en la labor de
liderazgo de Moisés, también puso en su camino a personas para ayudarle con su
consejo, sus ideas y experiencia.
Un buen líder cristiano aprende a escuchar el consejo, valora las ideas, las analiza,
pone a un lado el orgullo y egoísmo y acepta el consejo sabiamente. Reconoce que
otros pueden ver las cosas desde otra perspectiva, haciendo esto logrará tener éxito
en su labor de liderazgo ya sea en la labor eclesiástica o en cualquier otra
organización.
John Maxwell (2013, pág. 197-202), considera que un líder debe resistir a la
tentación de luchar por su idea si no es la mejor, así mismo menciona que el mejor
activo que tiene una organización son las grandes ideas, un “Líder de 360”, como lo
llama en su libro, considera lo siguiente:
a) El líder de 360° escucha todas las ideas.
b) Un líder de 360° Nunca se queda solo con una idea.
c) Un líder de 360° busca ideas en lugares pocos comunes.
d) Un líder de 360° no deja que la personalidad opaque el propósito.
e) El líder de 360° protege a las personas creativas y a sus ideas.
f) El líder de 360° no considera el rechazo de manera personal

2.3. SER GUIADO POR DIOS

En todo el tiempo en que Moisés sirve como líder de Israel, Dios habla con él
constantemente, desde el principio hasta el final, expresando las Escrituras
“Entonces Jehová dijo a Moisés”, “hablo Jehová a Moisés”, “Jehová dijo a Moisés”
entre otras formas. Dios siempre estaba guiando a Moisés y él siempre se dejaba
guiar por Él. Moisés tenía una constante relación de dependencia con Dios.
Como se ha observado anteriormente, el líder tendrá que relacionarse
constantemente con quienes dirigirá y con quienes recibirá ayuda y consejo, pero su
relación con Dios es la más importante, ella la ayudara a tener una mejor relación
con los demás. Nuestra relación con Dios producirá sabiduría para tomar decisiones,

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mejor discernimiento de las cosas, seguridad y fe. Gene Mims (2013, pág. 107, 108)
menciona algunas cosas que ha aprendido en su tiempo con Dios:
a) Disponer de más tiempo para tener una vida equilibrada con la familia,
trabajo, amigos y para hacer cosas personales.
b) Provee de más paciencia y comprensión para lidiar con las personas difíciles.
c) Provee de más poder y autoridad para cumplir con las obligaciones del Reino.
d) Abre más oportunidades para compartir a Cristo, alentar a los que sufren y
prestar ayuda a los necesitados.
e) Disminuye todo tipo de preocupaciones, se duerme mejor.
Para tener una buena relación con Dios, el líder cristiano debe considerar como un
hábito en su vida la oración y el estudio de la Palabra como devocional. Un líder
inteligente no hará nada si antes no ha buscado la guía de Dios en oración (Rick
Warren, 2005, pág. 29), las muchas actividades en el ejercicio del liderazgo, puede
crear una inadecuada y efímera autoconfianza en el líder que lo llevará a olvidarse
de la necesidad de buscar a Dios en oración para ser guiado.
2.4. TRABAJO DE EXTENSIÓN
Trabajo Individual. Leer el libro Liderazgo al estilo de Moisés de Gene Mims, capítulo
2 de las páginas 57 al 62 y responde a la pregunta en el foro ¿Qué consideraciones
debe tener en cuenta para elegir a la gente adecuada que le ayudará en su labor de
liderazgo y cómo puedo equiparles para ejercer esa labor?
2.5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• MAXWEEL, John C. Líder de 360°: Cómo desarrollar su influencia desde

cualquier posición en su organización. Editorial Grupo Nelson, 2005. ISBN:
978-0-88113-903-7.
• MIMS, Gene. Liderazgo al estilo de Moisés: Cómo convertirse en un gran líder
en cuarentena en breves años. Editorial PATMOS, 2013. ISBN: 978-158802-
676-7.
• SANDERS, J. Oswald. Liderazgo espiritual. Editorial Portavoz, 1994. ISBN: 978-
0-8254-1650-7.
• WARREN, Rick. Liderazgo con Propósito. Editorial Vida, 2005. ISBN: 1-4228-
0033-4.

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3. CONTINUAR EL LEGADO
En el ejercicio de la labor de liderazgo, el líder debe ser consiente que su tiempo de
servicio en algún momento tendrá un final, ya sea por envejecimiento, la muerte o
por algún cambio que pueda suscitarse. Esta forma de liderazgo de sucesión permite
que otros líderes surjan y se desarrollen convirtiendo el ejercicio del liderazgo como
un proceso dinámico de desarrollo y permanencia. En todo este proceso dinámico
se puede observar la acción soberana de Dios de levantar nuevos líderes y de
continuar su misión en la iglesia u organización, ninguna obra suya se verá afectado
antes que sus propósitos se cumplan (Hech. 5:38, 39). De esta manera, es menester
reconocer, que no importa cuán importante sea líder, ya que nadie es indispensable
en la obra de Dios (J. Oswald Sanders, 1995, pág. 145, 146).
Así mismo la muerte es algo latente en el ser humano, por lo tanto, el líder no
siempre estará presente para liderar, esta nueva visión de la vida permite al líder
deshacerse del orgullo y la autosuficiencia, le permite ver en retrospectiva que todo
lo que ha construido puede deshacerse en poco tiempo y por lo tanto tiene el deber
de preparar a su sucesor y el legado que seguirá junto a quienes dirigirá (Albert
Mohler, 2017, pág. 195, 196). Moisés tuvo que afrontar la muerte como cualquier
ser humano, la misión de sacar al pueblo de Israel de Egipto y dirigirlos en el desierto
había terminado. Pero su visión y convicción de que sean un pueblo santo que sirva
y se encamine con el Señor nunca terminaría y por eso les dejo como un legado para
ellos, él consideró más importante los propósitos de Dios que él mismo.
3.1. PREPARO A SU SUCESOR
Cuando Moisés murió, un nuevo líder se levantó, éste era Josué (Dt. 31: 1-23). Dios
había preparado a Josué bajo la tutela, consejo y guía de Moisés, así que cuando
llegó el momento, Josué no fue un líder improvisado fue el resultado de la obra de
Dios en su vida, del esfuerzo y adopción de Moisés como un discípulo y siervo suyo
(Dt. 3:28).
Moisés preparó a un grupo de jóvenes, de los cuales Josué fue uno de ellos (Núm.
11:28) llegando a ser su sucesor. Observamos la proyección que Moisés tenía en su
liderazgo, el entendió que tenía que apoyarse de los demás, prepararlos
proyectándose a un liderazgo que perdure. Un liderazgo que perdura es aquel que
prepara líderes en la iglesia u organización, un líder observador puede descubrir el
talento en algunas personas que parecieran menos prometedoras.
J. Oswald Sanders (1995, pág. 153) menciona que el adiestramiento de nuevos
líderes debe hacerse a escala pequeña, ya que se necesita “oración, instrucción,
paciencia y cuidado”, así mismo, es necesario comprender que el adiestramiento
debe hacerse uno por uno, cuanto más tiempo y esfuerzo se dedique en la
preparación de nuevos líderes, mayor serán los frutos que obtendrá de él.
Por otro lado, John Maxwell (2007, pág. 287-300), menciona que existe una gran
diferencia entre formar líderes y formar seguidores, sugiere que “para añadir

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crecimiento, dirija seguidores; para multiplicarse dirija líderes”. Si el líder se limita

solamente a formar seguidores su ministerio o todo lo que logró con tanto esfuerzo
se vera desplomado en un futuro ya que las personas solo dependerán de él,
además, al estar focalizado en él traerá repercusiones en el crecimiento de la
organización.
a) Moisés enseño a Josué primero a ser siervo antes que líder (Ex. 24:13, 33:11; Dt.
1:38). Existen varias referencias en las Escrituras de Josué como un siervo de
Moisés. La preparación que Josué tuvo por parte de Moisés requería muchos
sacrificios y esfuerzo, tenía que andar en todo momento a lado de Moisés
privándose de otras actividades que podría hacer, esperándole durante días que
bajara del monte, obedeciendo sus órdenes en todo momento y posiblemente
haciendo otras labores como el de lavarle los pies. Josué también aprendió el
servicio
b) Le enseño a buscar el consejo y dirección de Dios en cada aspecto de su vida.
Josué, como servidor de Moisés, pudo acompañarle en múltiples ocasiones a los
encuentros que tenía con Dios y mediante su ejemplo pudo entender la
importancia de seguir y buscar su dirección (Ex. 24:13). Por otro lado, Moisés le
cambió de nombre, de Oseas (salvación) a Josué (Jehová salva) (Núm. 13:16)
quizás un recuerdo de que necesitaba en todo momento pedir la ayuda y
dirección de Dios en todos los aspectos de su vida y de la labor que iba a llegar a
cumplir.
c) Le enseñó la humildad, en una ocasión Josué se sintió indignado de que otros
recibieran también el espíritu y profetizaran por Dios a pesar de no haber ido al
Tabernáculo con los otros ancianos, Moisés le respondió que no necesitaba que
el tuviera celos por él, más bien su mayor deseo era que todo el pueblo les pasara
lo mismo (Núm. 11:25-29).
d) Le enseño el legado que tenía que seguir, le dijo cuál era el trabajo que tenía que
seguir que le había sido dado por Dios (Dt. 31:7, 8). El legado que deja el líder es
lo más importante en la labor para el nuevo líder, el sucesor puede cambiar las
estrategias, las formas, pero nunca tiene que cambiar el legado ni la convicción
que deben perdurar en la organización y en el mismo sucesor.

3.2. PREPARO EL CAMINO DE SU SUSESOR

Un liderazgo que perdura es aquel que prepara a la iglesia u organización para
cuando ya no este, así mismo es la que prepara a las personas para cuando un nuevo
líder tenga que asumir el mando. En este sentido, el deber del líder es no solamente
la de preparar al nuevo líder que lo reemplazará en el cargo, sino también es la de
preparar a quienes dirige y que estarán al mando del nuevo líder.
Dios encaminaba al pueblo de Israel por medio de Moisés, por lo tanto, la visión era
dado por Dios, sus propósitos para con ellos había empezado desde la promesa que
le hizo a Abraham, por lo tanto, Moisés fue solo una pieza en un momento específico
y para cumplir una cierta misión de un propósito más grande (1 Corintios 3: 5-9; Juan

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4:36-38). Al entender esto Moisés, se preocupó por enseñar al pueblo siguiendo la

dirección de Dios en todo momento.
Moisés se preocupó también por dejar el legado en el pueblo de Israel, que su
existencia en este mundo es para honrar, amar y servir a Dios, siendo de testimonio
y luz a las naciones (Ex. 19:6; Dt. 30:19, 20).
Ante esto, Dios por medio de Moisés preparó al pueblo de Israel para que estuvieran
preparados a seguir a Josué en la nueva misión que Dios le encomendaría. Al pueblo
se les dio: los Mandamientos (Ex. 20:1-17), las Leyes civiles (Ex. 21; 22; 23: 1-13),
Instituye los aspectos sociales para su convivencia (Ex. 23: 14-19; 34: 18-26), las leyes
ceremoniales (Ex. 26 -30) en otros aspectos. Todos estos aspectos serian de gran
ayuda para cuando Josué tenga que ejercer su labor de liderazgo.

3.3. TRABAJO DE EXTENSIÓN

Trabajo individual (Foro). Leer el libro “Principios del Liderazgo de la Iglesia” de Gene
A. Getz, el tema 37 “UN PLAN DE SUCESIÓN” en las págs. 333 – 341, y responder a la
pregunta: ¿Qué aspectos debemos considerar en el plan de sucesión del liderazgo?
Fecha de entrega límite lunes 18 de abril a las 6:00pm, pasado del tiempo límite se
evaluará con una nota promedio de 15 para abajo.
Trabajo Grupal. En un grupo de 5 personas, realizar un cuadro comparativo de las 3
diferencias y 3 similitudes entre el liderazgo de Moisés y el liderazgo de Nehemías.
Los resultados del trabajo serán expuestos por los alumnos, 2 grupos por cada clase.
3.4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• GETZ, Gene A. Principios del Liderazgo de la Iglesia: Una Perspectiva Bíblica,

Histórica Y Cultural. Moody Publishers, 2013. ISBN: 9780802410740
• MAXWEEL, John C. Las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo. Editorial Grupo
Nelson, 2007. ISBN-10: 1-60255-027-1
• MOHLER, Albert. Un líder de Convicciones: 25 principios para un Liderazgo
Relevante. B&H Publishing Group, 2017. ISBN: 978-1-4627-4528-9
• SANDERS, J. Oswald. Liderazgo espiritual. Editorial Portavoz, 1994. ISBN: 978-0-
8254-1650-7.

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LIDERAZGO DE NEHEMÍAS
4. CONOCER LA VISIÓN Y PREOCUPASE EN TRANSMITIRLA (Neh.1; 2:17, 18)
Nehemías fue un gran líder que Dios utilizó como parte de sus propósitos en la
historia del pueblo de Israel. Los propósitos de Dios se convirtieron en la visión con
la cual él guiaría al pueblo de Israel. Una visión, un sueño, un propósito o como se
desee llamarlo, es la visualización que describe una expectativa ideal de lo que se
desea lograr en una organización.
4.1. ASEGURARSE DE CONOCER LA VISIÓN (Neh. 1; 2:1-10, 20)
Lo primero que denotamos en Nehemías es esa clara disposición interior de conocer
la visión y de asegurarse en que esta sea la correcta. La historia nos muestra que
Nehemías pregunto a su hermano por una inquietud que le surgió del corazón y
cuando estas dudas fueron confirmadas, esta inquietud se convirtió en un pesar aún
más grande en él (Neh. 1:4). Ese pesar confirmado lo llevo a Dios en oración para
que Él le guiara con respecto a ¿qué es lo que tenía que hacer? y le concediera la
apertura para poner en marcha dicha visión (Neh. 1: 11b; 2:4). Nehemías no se
quedó con un simple sentimiento o curiosidad, fue más allá, Dios guio su corazón
para que el entendiera que tenía que hacer algo más con respecto a lo que se
presentaba. Nehemías mediante este proceso, logró entender de forma clara que
era lo que Dios quería que hiciera, y por lo cual se convertiría en la visión para todo
el tiempo de su liderazgo.
Si usted desea tener una visión clara de su liderazgo tenga en cuenta estos detalles
que siguió Nehemías en su ministerio. Por otro lado, de la misma manera, Jhon C.
Maxwell (2018), menciona algunos detalles que puede tener en consideración:
a) Mire en su interior: ¿Qué siente?
b) Mire hacia atrás: ¿Qué ha aprendido?
c) Mire a su alrededor: ¿Qué le está sucediendo a otros?
d) Mira hacia arriba: ¿Qué espera Dios de usted?
e) Mire hacia adelante: ¿Cuá es el cuadro general? Las alturas de sus
posibilidades; ¿las personas sienten el calor y optimismo que usted le
trasmite?; reconoce los retos y obstáculos; inspiración del líder y la gente; la
visión lleva tiempo, requiere energía y esfuerzo; se necesita dirección; el
compromiso y disposición suya.

4.2. TRASMITIR LA VISION ADECUADAMENTE (Neh. 2)

Conocer la visión es importante, pero lograr transmitirla a quienes dirige lo es aún
más. Este es el siguiente paso que tiene que tomar Nehemías, la de transmitir la
visión adecuadamente. Al observar el capítulo 2 del libro de Nehemías obtenemos
estos detalles que nos pueden servir en el ejercicio del liderazgo.

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4.2.1. Esperar el momento adecuado (Neh. 2:12-16)

Se describe lo cauteloso que fue Nehemías antes de transmitir la visión, él espero
el momento adecuado y oportuno para transmitir lo que Dios le había dado. La
pregunta sería ¿por qué Nehemías no informó de inmediato la visión que tenía
en cuanto a los muros? Al principio Nehemías escuchó reportes acerca de cómo
se encontraban los muros, así que decidió primero hacer un recorrido y observar
por si mismo la realidad de los hechos, fue solo a observar y a meditar. Esto le
permitió interiorizar la visión para hablarles con mayor vehemencia al momento
de compartirles la visión, quería hablarles con fundamentos visible propios.
El líder debe esperar el momento oportuno y adecuado para expresar la visión,
debe pedir a Dios sabiduría y dirección para reconocer el momento, pedirle
también que lo prepare a él y a quienes dirige para que los prepare para ese
momento adecuado.
4.2.2. Identificar y Mostrar primero el problema (Neh. 2:17a)
Después de hacer un recorrido y observar el problema por sí mismo, Nehemías
se encontraba preparado para hablarles de la visión, pero antes de hacerlo les
mostró hábilmente el problema en que se encontraban, la cual era algo palpable
para todos. En la labor de liderazgo, el líder debe identificar el problema y
aprender a transmitirlo a la iglesia o la organización, ya que este será el motor
fundamental para mover a todos hacia la visión. La visión parte de un problema,
de una necesidad, de un deseo inspirado y guiado por Dios. Los seguidores del
líder deben fácilmente identificar el problema, es algo que les compete, que no
son ajeno a ello.
4.2.3. Transmitir la Visión con claridad (Neh. 2:17b, 18)
Finalmente, cuando todos recordaron la realidad en que se encontraban,
Nehemías comenzó a transmitirles la visión. Se tomo su tiempo para hacerlo. Lo
que dio mas peso y confianza en que los demás le siguieran a cumplir la visión no
era solo sus palabras persuasivas y optimistas, sino el hecho de que como la
mano de Dios había sido buena para con él, él empezó a narrarles todo el proceso
para llegar a esa visión y propósito. No solo cuénteles la visión sino menciónales
como Dios le confirmo para hacerlo, recuerde que en el liderazgo cristiano es
Dios quien confirma y da peso al ministerio. Que las personas no le sigan a usted,
sino a lo que Dios quiere hacer por medio de usted y por quienes le siguen, que
sigan la visión, que sigan los propósitos de Dios.
Albert Mohler (2017, pág. 84) menciona que el liderazgo existe cuando existe la
comunicación, un líder es un comunicador, debe tener la destreza de hablar en
distintos contextos y siempre están en constante aprendizaje de como ser
buenos comunicadores.

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4.3. TRABAJO DE EXTENSIÓN

Trabajo Individual (Foro). Leer el libro “Un líder de Convicciones” de Albert Mohler,
el capítulo 11 denominado “Los líderes son comunicadores” y responder en el foro
la siguiente pregunta: ¿De qué manera el líder debe comunicar la visión y cuantas
veces debe de hacerlo?
4.4. BIBLIOGRAFÍA

• MOHLER, Albert. Un líder de Convicciones: 25 principios para un Liderazgo

Relevante. B&H Publishing Group, 2017. ISBN: 978-1-4627-4528-9
• MAXWEEL, John C. Desarrolle el Líder que está en usted 2.0. Editorial Grupo
Nelson, 2018. ISBN: 978-1-4185-98051

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5. PLANIFICAR EL TRABAJO PARA CUMPLIR LA VISIÓN

La planificación es la manera en que el líder se enfrenta a un reto, o es la forma en
que pondrá en funcionamiento el rumbo para cumplir una visión, por lo tanto, los
buenos líderes son buenos planificadores.
Nehemías recibió la visión y encargo de Dios para construir los muros de Jerusalén
en el mes de Quisleu (Neh. 1:1) y cuando se presento la oportunidad de hablar con
el rey, lo hizo en el mes de Nisán (Neh. 2:1), por lo tanto, ya había transcurrido como
cuatro meses desde que recibió el encargo. Estos cuatro meses le sirvió a Nehemías
para planificar todos los detalles relacionados con cumplir la visión. (Rick Warren,
2005, pág. 47). Nehemías no desperdicio el momento, oró y planifico hasta que
llegare el momento oportuno, prueba de ello es la pronta respuesta y pedidos que
hizo al rey. Supo el tiempo que duraría su misión, ya que en el proceso de
planificación se puso un tiempo meta (Neh. 2:6). Tenía conocimiento de los
gobernadores lo cuales le brindaría seguridad en el camino. Tenía en cuenta los
materiales que necesitaría e incluso conocía a las personas encargadas de dichos
materiales (Neh. 2:7-9).
5.1. RECONOCER LOS RECURSOS DISPONIBLES

En el proceso de planificación Nehemías calculo los recursos intangibles como el

tiempo, la motivación y otros, también calculó los recursos materiales y humanos
que necesitaría:

a) Recursos materiales (Neh. 2:8)

Nehemías supo que necesitaría madera para construir el muro y para la casa
donde este habitaría. Cuando empezaron el trabajo, tuvieron recursos como
piedras, cerraduras y cerrojos para la puerta, la cual requirió de una planificación
previa
b) Recursos humanos (Neh. 2:9; 3; 7:1-4)
Nehemías contó a su disposición con un gran potencial humano para realizar el
trabajo, sin ellos es posible que el trabajo no se hubiera concretado por completo
o finalizado pronto. Nehemías supo organizarlos y motivarlos para realizar la
tarea y cumplir así la visión.

• El ejercito que lo acompaño (Neh. 2:9). En el proceso de dirigirse a

Jerusalén, Nehemías iba a afrontar grandes dificultades y peligros, por lo
tanto, el rey le proveyó de un contingente militar con capitanes y gente
de a caballo. Esta provisión le dio un sentido de protección y autoridad a
Nehemías frente a las amenazas, y al mismo tiempo consolidaba lo dicho
que venía con la venía del rey.
• Las familias con quienes contaba (Neh. 3; 4:16). Nehemías tuvo a
disposición a los pobladores que estaban divididas en familias con sus

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representantes. Cada familia tuvo a cargo una parte del muro, para que
la obra avanzara con prontitud.
• Los otros líderes religiosos y civiles de Jerusalén. Entre ellos estaban los
sacerdotes, nobles y oficiales. El sumo sacerdote Eliasab, el escriba
Esdras, su hermano Hanani, el jefe de la fortaleza de Jerusalén Hananias,
entre otros. (Neh. 2:16; 4:14, 19; 7:2).

5.2. DIVIDIR EL TRABAJO ADECUADAMENTE

Es muy probable que Nehemías, haya dividido con previa anticipación los trabajos
que se realizaría en el muro (Neh. 2: 13-15) por lo cual también dividió al pueblo en
familias (Neh. 4:13) o por grupos de trabajo para que les sea asignados una parte
del muro.
Una de las cualidades que debe tener todo líder es la de aprender a delegar
responsabilidades, dividiendo el trabajo para que se realice con eficacia y prontitud
e incluyendo a todos los que dirige en la labor. Es necesario que el líder tenga la
capacidad de reconocer las aptitudes y limitaciones de otros y que este en
combinación con la capacidad de asignarles en la labor que mejor desempeñe (J.
Oswald Sanders, 1994, pág. 139).
Cuando se selecciona a la persona o grupo equivocado para ejercer una labor se
producirá un caos y habrá problemas de motivación, de ahí parte la importancia de
conocer la tarea y las capacidades del equipo. (Rick Warren, 2005, pág. 95)

5.3. ADECUAR EL TRABAJO FRENTE A LA ADVERSIDAD

Dentro del proceso de planificación se debe considerar las adversidades que
posiblemente se puede presentar en el proceso de cumplir la visión. Un buen líder
se anticipa a las adversidades y está preparado para contrarrestarlo sabiamente. Un
líder siempre debe estar preparado para las críticas y el ridículo, debe ser realista de
entender que no todos estarán a su favor, ya que siempre encontrara adversarios y
adversidades. Se tiene en cuenta los siguientes aspectos:
5.3.1. Identificar la adversidad (Neh. 2:10, 19; 4:1-3)
En el proceso de desarrollo del plan es necesario que el líder sea capaz de
identificar las adversidades y a los adversarios que afrontara (Ef. 6:12). Nehemías
fue muy buen observador al respecto, identifico a sus adversarios, sus posibles
maquinaciones y desprecios, nunca trato de negar la adversidad, sino que los
tenía presente y no se fiaba de ellos.
5.3.2. Encomendar a Dios la adversidad (Neh. 4:4, 9, 20)
Nehemías entendió que, al ser un plan encomendado por Dios, es Dios quien
estaba con él y lo defendía. Se observa en Nehemías una actitud de oración
constante frente a la adversidad, él encomendó a Dios a sus adversarios y sus
maquinaciones. Un buen líder recurre a Dios en oración, no solo trata de luchar

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con sus propias fuerzas, sino que recurre a la protección y justicia de Dios.
Cuando Dios da sus planes y metas sobre un líder, habrá todo tipo de oposición,
y la pregunta que debe hacerse el líder es si ¿estará dispuesto a continuar los
planes de Dios? Solo las fuerzas del que otorga la visión podrán sostenerlo en la
adversidad.
5.3.3. Continuar el trabajo frente a la adversidad (Neh. 4:16-18)
El proyecto de planificación de Nehemías con respecto a realizar la labor, estaba
sujeto a posibles pequeños cambios dependiendo de lo que tuviera que afrontar,
pero sin ser modificado el propósito central. Hábilmente preparo a los grupos de
trabajo para hacer frente a los adversarios sin que la construcción se vea
afectada, y que esta continuara. Un líder debe estar preparado para responder
a la adversidad sin que la labor en general se vea detenida. La sabiduría de lo alto
ayudará al líder a hacer frente a esta situación y a tener la respuesta necesaria
para adecuar el plan.
5.3.4. Motivar en la adversidad (Neh. 4:14)
El líder debe recordar que la adversidad no solo afectará el plan en sí, sino
también afectara emocionalmente a los que lo realizan, incluido él mismo. La
motivación viene de un corazón que busca y se fortalece en Dios, con esa misma
motivación, el líder podrá motivar a otros a no rendirse y a seguir adelante. El
testimonio personal de Nehemías era una fuente de motivación y seguridad para
ellos. Un líder debe estar preparado en el Señor para motivar a quienes dirige en
el momento de la adversidad y el desánimo.
5.4. TRABAJO INDIVIDUAL
Trabajo Individual (Foro). Leer el libro “Las 21 leyes irrefutables del Liderazgo” de
John C. Maxwell, el capítulo 4 denominado “La ley de la navegación” y responder en
el foro la siguiente pregunta: ¿Qué consideraciones debe tener en cuenta el líder
para tener éxito en el proceso de planificación?
5.5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• MAXWEEL, John C. Las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo. Editorial Grupo

Nelson, 2007. ISBN-10: 1-60255-027-1
• SANDERS, J. Oswald. Liderazgo espiritual. Editorial Portavoz, 1994. ISBN: 978-0-
8254-1650-7.
• WARREN, Rick. Liderazgo con Propósito. Editorial Vida, 2005. ISBN: 1-4228-0033-
4.

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6. DAR IMPORTANCIA A LA COMUNIÓN CON DIOS

Un verdadero Liderazgo cristiano se preocupa por mantener una comunión con Dios
constantemente, entiende la importancia de ello tanto para él como para quienes
dirige. Considera como parte del éxito de su liderazgo su comunión con Dios y el de
sus dirigidos.
La comunión con Dios es una responsabilidad esencial que debe ser parte de la praxis
habitual de todo creyente, y el líder cristiano debe sobrepasar en este aspecto
espiritual.
6.1. LA VIDA DEL LÍDER EN COMUNIÓN CON DIOS
Se considera como el aspecto más importante de todo líder cristiano, ya que es lo
que le diferencia de un líder secular. No existe un adecuado liderazgo cristiano sin la
presencia de Dios en la vida diaria del líder, ya que su ministerio estará camino al
fracaso.
6.1.1. Nehemías era un hombre de oración
Como se observa en las Escrituras, Nehemías era un hombre de oración, de esta
manera demostraba su necesidad y dependencia de Dios en todos los aspectos
de su vida y especialmente en la labor de liderazgo (Neh. 1: 5-11; 5:19; 6:14).
Rick Warren (2005, pág. 30 y 31), menciona por qué debe orar un líder creyente
entre esto están:
a) Porque es una manera de demostrar su dependencia de Dios (Jn. 15: 5).
b) Porque es la única forma en que aligera su carga, Nehemías significa el Señor
es mi consuelo. (Mt. 11:28-30)
c) Porque hace entrar a Dios en el proyecto (Jer. 33:3)
Además, se puede considerar:
d) Porque es la manera de pelear contra los adversarios (1 Ped. 2:23)
e) Porque es la forma de buscar el favor de Dios (Neh. 6:14)
Por otro lado J. Oswald Sanders (1994, pág. 94) menciona que mediante la
oración uno puede llegar directamente al mismo oído de Dios y que por medio
de ella persuadimos directamente a las personas gracias a la influencia de Dios
sobre ellas propiciada por la oración.
Es necesario recordar que los grandes líderes de la Biblia y de la iglesia, fueron
personas de oración, esta fue la clave del éxito en sus ministerios.
6.2. LA VIDA DEL PUEBLO EN COMUNIÓN CON DIOS
Una de las tareas más importantes del líder creyente es la de motivar e incentivar a
sus dirigidos a vivir una comunión con Dios. Entre los aspectos a considerar en la
labor de liderazgo de Nehemías se observan:

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6.2.1. Enseñarles a depender de Dios

Se observa a Nehemías enseñando y llevando a oración las cuestiones que se le
presentaron, pero en estos pasajes no lo hizo solo, lo hizo juntamente con los
dirigentes y con el pueblo (Neh. 4:9). Además de la oración, los llevo a estudiar y
a escudriñar las Escrituras juntamente con el sacerdote Esdras (Neh. 8),
mostrándoles la importancia de leer y aprender las Escrituras.
6.2.2. Motivarles en las fuerzas de Dios
Otra forma en que Nehemías les enseño a depender de Dios es motivándoles a
realizar la labor con las fuerzas de Dios (Neh. 2:20; 4:14, 20), mostrándoles que
por medio del poder de Dios se puede lograr realizar lo planificado,
recordándoles que en medio de toda las dificultades y circunstancias era Dios
quien tenía el control de sus vidas y de todas las cosas que pasaran.
6.2.3. Enseñarles a tener buena comunión unos con otros (Neh. 5)
Parte de la comunión con Dios es tener buena comunión unos a otros, es lo que
enseña las Escrituras. No se puede hablar de una adecuada comunión con Dios
sino existe una buena comunión con el prójimo (1 Jn. 4:12). Nehemías lo
considero como un aspecto primordial, si deseaba desarrollar el plan tendría que
ayudarles a mejorar la buena comunión entre ellos. La falta de una adecuada
comunión entre los miembros del grupo, creara un caos y estancamiento para el
desarrollo del plan y por ende del liderazgo cristiano.

6.3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• SANDERS, J. Oswald. Liderazgo espiritual. Editorial Portavoz, 1994. ISBN: 978-0-

8254-1650-7.
• WARREN, Rick. Liderazgo con Propósito. Editorial Vida, 2005. ISBN: 1-4228-
0033-4.

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