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Facultad: Psicología
Práctica de Psicofisiología
NEUROCIENCIAS
Modalidad: Taller
Grupo: 752 C
Alumna:
Profesor:
Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M. (2009), nos
mencionan que en 1929 Hans Berger acuñó el término “electroencefalograma”, para
describir el registro de las fluctuaciones eléctricas en el cerebro captadas por unos
electrodos fijados al cuero cabelludo.
Estas derivaciones se combinan para formar montajes, que pueden ser de dos tipos
básicos: bipolar (ya sea transversal o longitudinal) y monopolar (también conocido
como referencial). El montaje bipolar registra la diferencia de voltaje entre dos
electrodos ubicados en áreas de actividad cerebral, mientras que el montaje
monopolar detecta la diferencia de potencial entre un electrodo colocado en una
zona cerebral activa y otro colocado en una región sin actividad, como el lóbulo de
la oreja. Alternativamente, se puede medir la diferencia de voltaje entre un electrodo
en una zona activa y el promedio de todos o algunos de los electrodos activos.
(Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M., 2009)
Las señales del EEG proporcionan información sobre la diferencia de potencial entre
electrodos y la frecuencia de estas señales, entre otras características. Esta
actividad es altamente compleja debido a su naturaleza estocástica, que varía
significativamente según la ubicación de los electrodos, el individuo que utiliza el
equipo y otros factores. Esto se debe a la gran cantidad de conexiones neuronales,
las diferencias en la estructura craneal de las personas y las variaciones
relacionadas con el estado mental, la concentración y los movimientos musculares,
incluyendo los involuntarios como los pestañeos. (Gómez, 2016)
Ritmos cerebrales
Ritmo Alpha 8 - 13 Hz
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Ritmo Beta 14 - 30 Hz
Ritmo Delta: También conocido como la onda del sueño, este ritmo suele
manifestarse durante estados de sueño profundo. Su amplitud varía de 20 a 200 V, y
su frecuencia oscila entre 0.5 y 3.5 Hz. (TV UNAM, 2019)
Ritmo Theta (θ): Generalmente se asocia con la activación del lóbulo temporal y
tiene una banda de frecuencia que se encuentra entre 4 y 8 Hz. Su amplitud varía
entre 20 y 100 V. A pesar de otras posibles explicaciones, este ritmo se observa con
frecuencia en niños o en adultos que experimentan niveles elevados de estrés. (TV
UNAM, 2019)
Ritmo Alfa (α): Este ritmo refleja un estado de relajación en el cual la actividad
mental es reducida o la persona tiene los ojos cerrados. Disminuye cuando la
persona inicia actividades mentales que requieren concentración. Las señales
asociadas a este ritmo tienen una frecuencia que oscila entre 8 y 14 Hz y una
amplitud de 20 a 60 MV. La fuente principal de estas señales se encuentra en la
región occipital del cerebro. (TV UNAM, 2019)
Después, el especialista, con una voz tenue y relajada, le solicitó a la paciente que
cerrara los ojos, respirara profundamente por la nariz, y por la boca exhalara el aire.
De igual forma, le indicó que se enfocara únicamente en su voz, ignorando cualquier
otro sonido externo, u otro distractor para ella.
Eventualmente, la paciente se mantuvo con los ojos cerrados por 10 segundos más.
Después se le indicó que abriera los ojos durante otros 10 segundos, una vez más
se le indicó que cerrara los ojos.
Durante ese tiempo, en el programa se iba instalando una marca por cada vez que
la paciente abría y cerraba los ojos. Y una vez que pasaron 30 segundos, se detuvo
la prueba (Véase en la imagen 2).
Sistema 10-20
Iriarte, I. J., Urrestarazu, U., Alegre, A., y Artieda, A., (2012) mencionan que el
sistema de colocación de electrodos 10-20, propuesto en 1958 por el Comité sobre
los Métodos de Examen Clínico en Electroencefalografía, recibe su nombre debido a
que las distancias entre los electrodos representan entre un 10 y un 20% de la
distancia total entre los extremos de la cabeza (desde nasion a inion en el eje
anteroposterior) o de la circunferencia alrededor de la cabeza.
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Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M., (2009)
mencionan que la utilidad del EEG no se limita a la epilepsia. Proporciona
información clínica relevante en diversas condiciones médicas, como el coma, la
muerte cerebral, las migrañas, los accidentes cerebrovasculares, las encefalopatías
metabólicas (como la encefalopatía hepática y otras), las encefalopatías mixtas, los
traumatismos craneoencefálicos, las infecciones del sistema nervioso central
(incluyendo encefalitis y enfermedades como la Creutzfeldt-Jakob), y los tumores
cerebrales.
Epilepsia
Estatus epiléptico
Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M., (2009)
establecen que el estatus epiléptico (EE) es una urgencia neurológica que consiste
en la recurrencia de crisis epilépticas sin recuperación de la consciencia entre ellas,
o la aparición de una crisis epiléptica continua durante más de 30 minutos. Se
puede clasificar en EE generalizado convulsivo o EE no convulsivo.
Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M., (2009)
menciona que el EEG se pueden distinguir tres patrones principales:
Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M., (2009)
mencionan que el electrocardiograma es una herramienta esencial para evaluar el
estado de conciencia y el pronóstico de los pacientes con alteraciones en el nivel de
conciencia. Algunos aspectos clave a analizar incluyen:
Además, Ramos-Argüelles, F., Morales, G., Egozcue, S., Pabón, R., y Alonso, M.,
(2009) mencionan otros patrones en el EEG que son relevantes para el pronóstico
en pacientes con alteración del nivel de conciencia:
- Patrón alfa difuso: Presencia continua de actividad alfa en todo el cerebro, sin
respuesta a la apertura de los ojos, generalmente se asocia con mal pronóstico.
- Patrón brote supresión: Alterna actividad aguda o lenta de alto voltaje con períodos
de supresión eléctrica, típicamente visto en la encefalopatía isquémica-anóxica.
Pero, si observamos los resultados de cada una de las ondas cerebrales, podemos
notar que existe la presencia de ondas alpha, lo cual indica que en el inicio y en la
mitad de la prueba hubo una relajación por parte de la paciente cuando ésta tenía
los ojos cerrados.
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Sin embargo, existe mayor presencia de las ondas beta, en casi toda la
encefalografía, lo que indica que la paciente tenía mayor actividad cognitiva.
Inclusive ella misma lo mencionó al final de la prueba, establece que estaba mayor
mente concentrada en tratar de entrar en estado de relajación, que en relajarse
realmente.
Conclusiones
Referencias bibliográficas