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Ondas Delta
Son ondas lentas de una
frecuencia de entre 0,5 y 4
ciclos (descargas) por segundo
(Hertzios).
Están presentes durante el
estado de sueño profundo y son las que dominan en el cerebro de los infantes.
Las ondas delta con una amplitud alta y rítmica son encontradas comúnmente en
personas adultas con desórdenes mentales o lesiones cerebrales.
Pueden observarse ondas delta en el EEG de los niños con condiciones de déficit de
atención y desordenes de hiperactividad (ADD o ADHD en sus siglas inglesas).
Cuando predominan las ondas delta, tenemos perdida de reconocimiento del cuerpo
físico. Si la persona está en un estado inconsciente, como, por ejemplo, a consecuencia
de un accidente, las ondas delta son las que predominan en el cerebro. Existe un patrón
de ondas delta presentes habitualmente en baja proporción en el cerebro normal de
adolescentes. Son llamadas "Ondas delta de la juventud".
Ondas Theta
Con una frecuencia de 4Hz a 7 Hz., se producen durante los estados de meditación
profunda, entrenamiento autógeno, yoga; así como durante el esfuerzo intelectual
asociado al aprendizaje académico.
Las características de este estado son: memoria plástica, mayor capacidad de
aprendizaje, fantasía, imaginación e inspiración creativa. Sin embargo, la presencia
exagerada de ondas Theta en niños, más allá de la edad esperable, o la asimetría en la
distribución de la frecuencia Theta, es indicador de lento procesamiento de la
información declarativa.
Este predominio Theta es característico de niños con menor plasticidad cerebral y cierto
retraso en su maduración bioeléctrica. Si bien las ondas Theta están relacionadas a altos
niveles de creatividad, emociones y espontaneidad en las personas; cuando el cerebro
produce cantidades excesivas de ondas Theta, la persona puede sentirse deprimida,
sufrir de "soñar despierto" (daydreaming), puede tener desordenes de déficit de
atención o hiperactividad, sentirse distraído y en muchas ocasiones, ansioso.
También cuando el cerebro produce cantidades excesivas de ondas theta, la persona
tiene pensamientos incompletos o borrosos (particularmente en las personas distraídas), la toma
de decisiones es afectada (hace una tarea y no la termina, por ejemplo), la persona sufre de
impulsividad, y baja el tiempo de respuesta y reacción. Los niños generalmente tienen
mucha más actividad de ondas theta en comparación con los adultos.
Estas ondas permiten recuperar nuestra memoria a largo plazo, emociones reprimidas o
represivas y mejorar nuestra conexión espiritual.
Ondas Alfa
Tienen una frecuencia de 7 Hz a
12 Hz y están asociadas con
estados de relajación.
Se registran especialmente
momentos antes de dormirse.
Sus efectos característicos son: relajación agradable, pensamientos tranquilos y
despreocupados, optimismo y un sentimiento de integración de cuerpo y mente.
La desincronización alfa es un fenómeno normal que se observa cuando un individuo
abre sus ojos y se encuentra con una imagen o un texto que llaman su atención. Este
cambio se evidencia cuando la persona pasa de estar con los ojos cerrados (registro
basal) a tener los ojos abiertos (activación por apertura palpebral)
La desincronización se manifiesta generalmente por un leve incremento en el número de
descargas (frecuencia) y una reducción de la potencia de esas ondas. Esta
desincronización es un fenómeno esperable e indica buena reactividad cortical. Por el
contrario, la ausencia de la desincronización alfa es característica en niños que
presentan dificultades de comprensión o de aprendizaje de la lectoescritura.
Las ondas alfa son activadas por el descanso de nuestro sistema óptico (al cerrar los
ojos). Cada vez que usted se relaja o cierra sus ojos, la actividad de ondas alfa aumenta
considerablemente.
Patrones normales de ondas alfa, se encuentran usualmente en personas que tienen
balanceados sus hemisferios cerebrales izquierdo y derecho. Normalmente las ondas alfa
deben ser el ritmo dominante posterior, es decir deben prevalecer en las áreas
occipitales. La progresión alfa, que se inicia en las áreas occipitales para extenderse
progresivamente a las áreas anteriores del cerebro, es un marcador de maduración
neuro bioeléctrica. En electroencefalografía cuantitativa se obtiene un coeficiente que
mide la proporción entre la onda theta y la onda alfa, y que se conoce como ratio
theta/alfa. Los valores esperables deben ser inferiores a 1. Cuando la ratio theta/alfa es
mayor de 2 indica un franco predominio de ondas lentas theta en el territorio evaluado.
Una persona con cuadro de depresión endógena suele presentar ondas alfa en exceso en
el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo de su cerebro. Una significativa cantidad baja
de ondas alfa al momento de levantarse de la cama en la mañana se le conoce como
"Bloqueo Alfa" y sería responsable de la conocida jaqueca matutina.
Un tipo especial de ondas alfa son conocidas como ondas mu. Estas ondas suelen
presentarse en las áreas motoras y premotoras de los lóbulos frontales y son evocadas
toda vez que la persona observa una actividad motora y/o tiene intencionalidad de
realizarla, aunque no la ejecute.
La presencia de ondas mu se asocia a la actividad de las conocidas neuronas espejo,
que interpretan la intencionalidad del otro, por lo que se las relaciona con la empatía.
Estas neuronas espejo no estaría presentes en los cerebros de niños con autismo, por lo
que la falta de ondas mu, post inducción durante el registro electroencefalográfico en
estos niños, sería un marcador bioeléctrico por considerar (junto con la clínica y pruebas
específicas) en el diagnóstico del trastorno de espectro autista.
Ondas Beta
Originan un campo
electromagnético con una frecuencia comprendida entre 13 y 39 Hz. Se registran
cuando la persona se encuentra despierta y en plena actividad mental.
Los sentidos se hallan volcados hacia el exterior, de manera que la atención focalizada y
el contacto con la realidad son propias de este ritmo bioeléctrico.
Característicamente los niños con déficit de atención presentan una relación entre ondas
lentas y rápidas a favor de las primeras. Los programas de neurosincronización con
finalidad educativa que se editan en OPPROSE se construyen sobre frecuencias iniciales
que se determinan para cada paciente conforme el análisis cuantitativo de sus patrones
electroencefalográficos y que progresan a beta.
Según su frecuencia se clasifican distintos tipos de ondas Beta:
NEUROCIENCIAS. AUTISMO
Y NEURODESARROLLO
INFANTIL
EDITORIAL BONUM –
BUENOS AIRES - 2021