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TEMA-4-LITERATURA-LATIN.

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Latín II

1º Prueba de Acceso a la Universidad

Preuniversitario España

Reservados todos los derechos.


No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
.
TEMA 4: LA ORATORIA.

1. CONCEPTO.

La elocuencia ha sido considerada por la crítica literaria antigua como una


manifestación
original del genio romano. Su nacimiento y desarrollo está en íntima relación con el
sistema político romano, basado en la consulta popular.
Los romanos, que desde los orígenes vieron en la oratoria únicamente un instrumento
poderoso para la acción, comenzaron muy pronto a prestarle atención como género
literario, es decir, como un arte sometido a toda una serie de normas.
La oratoria, según la definición clásica, es el arte de la persuasión por medio de la
palabra.
La retórica en la antigüedad era una de las artes liberales que se ocupaba de la
construcción artística del discurso. En el ámbito de la retórica se había formado una
serie de tendencias y escuelas: la escuela aticista defendía un estilo sobrio y severo, y
la asianista un estilo exuberante y grandioso, lleno de adornos y figuras estilísticas.
2. LA ORATORIA ANTERIOR A CICERÓN.
Apio Claudio el Ciego: Primer orador del que tenemos noticias; personaje político del
siglo
III a. C.
Catón el Censor (239 a.C. -149 a. C.). Escribió más de 150 discursos, aunque sólo
nos
quedan fragmentos de 80. Según Catón, el orador es “un hombre de bien, experto en el
arte de la palabra” porque no debe buscar la eficacia del discurso al margen del debate
de los problemas morales.
Durante el siglo II a. C. entra en juego un factor definitivo en el desarrollo de los
géneros
literarios en Roma, y en el de la oratoria: el influjo de la literatura griega. Los griegos
tenían
magníficos oradores y habían elaborado toda una teoría sobre la oratoria para hacerla
más eficaz: la retórica. A partir de ahora empiezan a florecer, no sin una fuerte
oposición al principio escuelas de retórica en Roma.
3. CICERÓN.

Cicerón nació en el 106 a. C. en el seno de una familia perteneciente al orden ecuestre.


El
deseo de gloria lo empujó hacia los cargos públicos y para conseguirlos contaba con la
elocuencia.
Su elocuencia llena los últimos cuarenta años de la República romana de duras
convulsiones
internas. Todos estos acontecimientos los vivió Cicerón muy de cerca. Tras el asesinato
de César vuelve a la palestra política pronunciando sus Filípicas contra M. Antonio, y
esto le costó la
vida.
• Discursos.
Sus discursos pueden dividirse en judiciales, pronunciados ante un tribunal y
políticos,
pronunciados en el Senado o en el Foro, en defensa o en contra de
alguien. Algunos de los más importantes:

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- In C. Verrem (70 a. C.): Siete discursos demoledores contra G. Verres.
concusión. Las Verrinas, obra maestra por su solidez argumental y la brillantez de la
exposición, dispararon a Cicerón hacia la fama.
- In L. Catilinam o Catilinarias (63 a. C.): Catilina trama una conjuración para hacerse
con el poder de Roma, incluyendo en ella el asesinato de Cicerón, . Este pronuncia
contra Catilina cuatro
discursos en el Senado, el primero de ellos en presencia del propio Catilina.
- Pro Archia poeta (62 a. C.): Toma como pretexto la defensa del poeta griego Arquias
para hacer un elogio encendido y entusiasta de las letras en general, y de la poesía en
particular.
- In Antonium orationes Philippicae (44-43 a. C.). Las 14 Filípicas contra M. Antonio
fueron la obra cumbre de Cicerón como orador.
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Cicerón no es encasillable en ninguna escuela, aúna lo mejor del asianismo y del


aticismo.
Su genio oratorio, forma él solo una escuela. Su expresión es ornamental o desnuda,
ajustándose a lo que exijan las circunstancias.
• Tratados filosóficos.

Al final de su vida utilizó el forzado retiro de la política para recopilar en forma de


diálogos
el saber filosófico de su época sobre diversos temas: políticos (De re publica, De
legibus), morales (De senectute, De amicitia) y religiosos (De natura deorum).
• Tratados retóricos.
Cicerón nos ha dejado las mejores obras sobre oratoria. La teoría y la práctica se
funden en
él de manera admirable. Las dos grandes obras retóricas de Cicerón son De oratore y
Orator, que tratan de la formación del orador y de la técnica del discurso.
Por último, Brutus es una obra original y única. Comienza con un excursus sobre la
oratoria
griega y luego resume unos siglos de elocuencia romana. Termina con los oradores de
su generación y con él mismo. Es la consagración de su gloria como orador.
4. QUINTILIANO.

A partir de Augusto desaparecen las condiciones apropiadas para la oratoria y


desaparecen
los grandes oradores. La causa profunda de la muerte de la oratoria en Roma en la
época imperial es la desaparición de las libertades públicas. En el siglo I d. C. destaca
la figura del hispano M. Fabio Quintiliano (35 d. C.), que nos ha dejado, con los 12
libros de su Institutio oratoria, el tratado de retórica más completo de toda la
antigüedad.

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