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Si el causante falleció luego del primero de agosto del 2015 lo regula el nuevo código sino tenemos
que recurrir a Vélez.
Si hay contradicción entre código civil y el de procedimiento se debe aplicar el ccc.
Títulos que nos tira el ccc en materia sucesoria, transmisión de derechos por causa de muerte:
1) Sucesiones
a. Disposiciones grales.
b. indignidad
2) Aceptación y renuncia de herencia
a. Derecho de opción
b. Aceptación de la herencia
c. Renuncia de la herencia
3) Cesión de herencia
Silvina Guevara
4) Petición de herencia
5) Responsabilidad de herederos y legatarios. Liquidación del pasivo.
6) Estado de indivisión
a. Administración extrajudicial
b. Indivisión forzosa
7) Partición de la herencia
a. Acción de partición
b. Modos de hacer la partición
c. Colación de donaciones
d. Colación de deudas
e. Efectos de la partición
f. Nulidad y reforma de la partición
g. Partición por los ascendientes
8) Sucesiones intestadas
a. Disposiciones grales.
b. Sucesión de los descendientes
c. Sucesión de los ascendientes
d. Sucesión del cónyuge
e. Sucesión de los colaterales
f. Derechos del estado
9) Porción legitima
10) Sucesiones testamentarias
a. Disposiciones grales.
b. Formas de los testamentos
c. Inhabilidad para suceder por testamento
d. Institución y sustitución de herederos y legatarios
e. Legados
f. Revocación y caducidad de las disposiciones testamentarias
g. albaceas
distinción entre sucesores a los que se transmite una universalidad o una parte indivisa de
la herencia —heredero legítimo, testamentario y de cuota—y a los que se transmite un bien
particular o un conjunto de ellos, que son los legatarios;
Precisiones en materia de aceptación y renuncia de la herencia;
regulación de la cesión de herencia;
determinación de la situación de los créditos y deudas del causante;
inclusión de normas que regulan la indivisión hereditaria, el proceso sucesorio y la
administración de la herencia;
ordenación de la partición de la herencia y modificaciones en la partición por ascendientes;
disminución de las cuotas de legítima y la mejora al heredero con discapacidad; y
precisión en la regulación de la sucesión testamentaria, la supresión de la desheredación y el
derecho hereditario de la nuera viuda.
Los principios del derecho sucesorio
Por su alto grado de abstracción, los principios generales no pueden suministrar la solución
exacta del caso. Pero ellos sirven para orientar la actividad creadora del juez, cuando exista una
laguna del derecho positivo. Como elemento de interpretación de la ley, los principios generales
sirven para solucionar las posibles contradicciones entre las disposiciones positivas concretas y
para inspirar frente a las dudas sobre interpretación de las normas.
Concepto de sucesión
Es la situación que se produce a la muerte de la persona.
El art. 398 del CCCN dispone al respecto: "Todos los derechos son transmisibles excepto
estipulación válida de las partes o que ello resulte de una prohibición legal o que importe
transgresión a la buena fe, a la moral o a las buenas costumbres". De esta norma surgen dos
consideraciones importantes a tener en cuenta.
Por una parte, es preciso remarcar que la transmisión de los derechos de una persona puede
producirse por actos jurídicos entre vivos o como consecuencia de un hecho jurídico como es el
fallecimiento de su titular, dando origen, en este último caso, a la transmisión de derechos por
causa de muerte que está contemplada en el Libro Quinto del Código Civil y Comercial.
En lo que atañe a nuestra materia, la limitación a la transmisibilidad de los derechos a raíz
de la muerte de una persona debe surgir de una disposición expresa de la ley aunque también sería
posible que esta restricción se genere por el acuerdo de voluntades como ocurre en un contrato
intuitu personae o bien que implique infringir los principios señalados de buena fe, la moral o las
buenas costumbres. Otra de las reglas esenciales en cuanto a la transmisibilidad de los derechos se
encuentra establecida en el art. 399 del CCCN: "Nadie puede transmitir a otro un derecho Mejor o
más extenso que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente dispuestas". Como
consecuencia de esta norma, el derecho transmitido conserva los contenidos y alcances de los que
gozaba su titular.
El CCCN, con algunas diferencias con el anterior, ha defi n ido en el art. 400 los distintos
tipos de sucesores que se reconocen: "Sucesor universal es el que recibe todo o una parte indivisa
del patrimonio de otro; sucesor singular el que recibe un derecho en particular".
FUENTES DE TRANSMISIÒN
SUCESIÒN INTER VIVOS/MORTIS CAUSA
El criterio para efectuar esta distinción se encuentra en los hechos que causan esta transmisión.
La sucesión inter vivos es un acto jurídico realizado por el titular del derecho.
En la sucesión mortis causa el hecho jurídico generador de la transferencia de los derechos es la
muerte de su titular.
CLASES DE SUCESIONES
1. SEGÚN EL ORIGEN DE LA TRANSMISIÓN:
a. SUCESIÓN LEGAL
b. VOLUNTARIA
En este caso, la sucesión puede ser legal o voluntaria. Existen supuestos en los que la ley
determina la existencia de la sucesión. Por ejemplo, la sucesión mortis causa. En cambio, la
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sucesión también puede provenir de la voluntad del individuo en cuyos derechos se sucede. Por
ejemplo, el comprador que sucede en los derechos del vendedor.
2. SEGÚN LA EXTENSIÓN DE LA TRANSMISIÓN. Es decir en cuanto su
contenido:
a. SUCESIÓN UNIVERSAL
b. SUCESIÓN SINGULAR
Sucesor universal, es aquel a quien pasa todo, o una parte alícuota del patrimonio de otra
persona. Quien sucede a título universal, sucede, esencialmente, en la posición jurídica del
causante como titular del patrimonio.
Sucesor singular, es aquel al cual se transmite un objeto particular que sale de los bienes de otra
persona.
3. SEGÚN LA CAUSA FUENTE DE LA TRANSMISIÓN:
a. SUCESIÓN INTER VIVOS
b. MORTIS CAUSA
Son sucesiones inter vivos aquellas que reconocen su causa (fuente), directa o
indirectamente, en actos jurídicos cuya eficacia es contemporánea al otorgamiento, aunque sus
efectos puedan diferirse o subordinarse a condición o con otras modalidades.
En la sucesión mortis causa, el fallecimiento provoca la extinción de la personalidad, y ello
plantea el problema de la subsistencia o extinción del complejo de relaciones jurídicas existentes
en el momento de la desaparición física de la persona. La sucesión mortis causa involucra todo lo
atinente a la atribución de las relaciones jurídicas cuya titularidad será continuada por los
sucesores.
Sucesión por causa de muerte. Hechos que la producen:
La muerte: La muerte es un hecho de la naturaleza que produce consecuencias jurídicas y
encuadra dentro del concepto que trae el art. 257 del CCCN en tanto establece que "... es el
acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas"
Dos son las situaciones que producen, en nuestra materia, el traspaso de los derechos: una es la
muerte real y otra la muerte presunta, conforme resulta del art. 2277.
medio de ausencia; en el primer caso extraordinario, el día del suceso o el día del término
medio de la época en que ocurrió o pudo haber ocurrido y en el segundo caso
extraordinario, el último día que se tuvo noticias de buque o aeronave perdidos (art. 90,
CCCN).
causante no quedan ni un solo momento sin titular; el difunto es reemplazado por los sucesores
universales en el mismo momento en que se produce su deceso, es decir, entre la muerte del
causante, la apertura de la sucesión y la transmisión de la herencia, no transcurre el menor
intervalo de tiempo, aunque en nuestro sistema sucesorio esta adquisición automática de la
herencia ministerio legis es provisoria y queda subordinada a la aceptación.
Legatario
Legatario es el que recibe un bien particular o un conjunto de ellos. El legatario no sucede en la
posición jurídica del causante sino que efectúa esencial y directamente una adquisición, su género
próximo es el donatario, del que se distingue por adquirir por causa de muerte —mortis causa—.
ARTICULO 2494.- Norma aplicable. El heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el
testador conforme a lo dispuesto en este Código sobre las obligaciones en general, excepto
disposición expresa en contrario de este Capítulo.
fallecimiento por reunir determinados elementos que revisten interés para el orden jurídico. En los
casos denominados “ordinarios”, la presunción de fallecimiento deriva del prolongado transcurso
del plazo o del término previsto por la ley.
Para que se configuren esos supuestos se requieren tres requisitos:
1) el hecho de que la persona se encuentre ausente de su domicilio;
2) la falta de noticias sobre la existencia de esa persona; y
3) el transcurso del término o plazo de tres años.
La finalidad del instituto es proteger los intereses pecuniarios del ausente, de su familia, de sus
eventuales herederos y de todos aquellos que tengan algún derecho sobre sus bienes supeditados a
la condición de su muerte.
ARTÍCULO 86.- Casos extraordinarios. Se presume también el fallecimiento de un ausente:
A) si por última vez se encontró en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra u otro
suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte, o participó de una actividad que
implique el mismo riesgo, y no se tiene noticia de él por el término de dos años, contados
desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido;
B) si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese noticia de
su existencia por el término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber
ocurrido.
El artículo regula los casos extraordinarios de ausencia con presunción de fallecimiento. Se
contemplan dos supuestos, el primero ocurre cuando la ausencia sucede en circunstancia de
encontrarse la persona en el lugar donde ocurrió un incendio, un terremoto, una acción de guerra
u otro suceso semejante. El segundo caso extraordinario se configura cuando la persona ausente se
hallaba en un buque o una aeronave naufragado o perdido. En ambos casos debe cumplirse con un
requisito temporal, que es menor al exigido para los casos ordinarios, por las circunstancias
fácticas en las que se encontraría la persona al momento de la última noticia de su existencia.
ARTICULO 87.- Legitimados. Cualquiera que tenga algún derecho subordinado a la muerte de la
persona de que se trate, puede pedir la declaración de fallecimiento presunto, justificando los
extremos legales y la realización de diligencias tendientes a la averiguación de la existencia del
ausente. Es competente el juez del domicilio del ausente.
previstos en el art. 561 CCyC. El art. 561 CCyC se refiere a la forma de prestar el consentimiento en
las técnicas de procreación asistida. Por lo tanto, debe entenderse que se le atribuye la paternidad
o maternidad, según el caso, al causante que prestó ese consentimiento con las formalidades
impuestas por ley, y el hijo nacido lo hereda si ha sido concebido antes de su muerte.
ARTICULO 560.- Consentimiento en las técnicas de reproducción humana asistida. El
centro de salud interviniente debe recabar el consentimiento previo, informado y libre de las
personas que se someten al uso de las técnicas de reproducción humana asistida. Este
consentimiento debe renovarse cada vez que se procede a la utilización de gametos o
embriones.
ARTÍCULO 561.- Forma y requisitos del consentimiento. La instrumentación de dicho
consentimiento debe contener los requisitos previstos en las disposiciones especiales, para su
posterior protocolización ante escribano público o certificación ante la autoridad sanitaria
correspondiente a la jurisdicción. El consentimiento es libremente revocable mientras no se
haya producido la concepción en la persona o la implantación del embrión.
INCISO D: Las personas jurídicas existentes al tiempo de su muerte y las fundaciones creadas por
su testamento Pueden heredar las personas jurídicas, o sea los entes a los cuales el ordenamiento
jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento
de su objeto y los fines de su creación.
motivo de la muerte provienen del causante, ni tienen relación con el fenómeno sucesorio,
ya que hay algunas relaciones que surgen motivadas por el fallecimiento pero son
independientes del fenómeno sucesorio, como lo son el derecho de pensión y la
indemnización por la muerte del trabajador, entre otras.
Derechos y obligaciones de titularidad del causante que no se transmiten a sus herederos
sino que se extinguen o caducan a su muerte: En materia contractual, entre las situaciones
especiales en que la ley establece la intransmisibilidad mortis causa de las relaciones
patrimoniales cabe mencionar: al contrato de mandato que finaliza por muerte del
mandatario (art. 1329 CCyC); el pacto de preferencia en el contrato de compraventa que no
se transmite mortis causa a los herederos del vendedor pero sí a los del comprador (art.
1165 CCyC);ENTRE OTROS.
En materia de derechos reales, la excepción a la transición mortis causa viene dada por el
derecho real de uso (art. 2154 CCyC) y el de habitación (art. 2158 CCyC).
Algunos beneficios otorgados por leyes de la seguridad social, como las jubilaciones y
pensiones, e igualmente las pensiones, seguros y subsidios que pagan las mutualidades a
sus asociados, se extinguen con la muerte de su titular.
El derecho y la obligación alimentaria también se extinguen con el fallecimiento del
alimentante o del alimentado (art. 554 CCyC).
Los derechos personalísimos regulados en el Libro Primero, Capítulo 3, como regla, se
extinguen con la muerte; sin embargo, el derecho a la imagen previsto en el art. 53 CCyC,
dispone que en caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus herederos
o el designado por el causante en una disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo
entre los herederos de un mismo grado, resuelve el juez. Pasados veinte años desde la
muerte, la reproducción no ofensiva es libre.
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UNIDAD 2
1. Vocación sucesoria. Concepto. Causas de exclusión de la vocación sucesoria
2. Indignidad. Concepto y naturaleza. Fundamento. Momento en que debe existir la indignidad. Personas
que pueden ser declaradas indignas. Causales de indignidad. Perdón de la indignidad. Acción de indignidad.
Ejercicio de la acción. Caducidad. Efectos de la declaración de indignidad
3. Jurisprudencia temática aplicable:
Caso N°1: “R., M. A. y Otra c/ R., B. A.” – Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala A – 16 de
Agosto de 1976. (Causal de Indignidad - Tentativa de homicidio - Perdón del causante). (ED, t.71, pág.
263/264);
Caso N°2: “L. G. D. c/ L. L. L.” – Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial del Departamento
Judicial de Morón, Sala I – 29 de mayo de 1997. (Causal de Indignidad - Denuncia Voluntaria). (LLBA –
1997, pág. 1420/1421).
Voluntad del sucesible: Renuncia a la herencia. La exclusión por voluntad del llamado a
suceder se presenta cuando éste manifiesta de una manera expresa su voluntad de no
recibir la herencia. Por ello, la renuncia a la herencia contraría la vocación sucesoria,
provoca la exclusión total del sucesible y la sucesión se defiere como si el renunciante
nunca hubiese sido llamado a la herencia.
por sentencia judicial: La exclusión por sentencia judicial tiene lugar cuando ha incurrido
en una causal de indignidad.
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por disposición legal: La pérdida de la vocación sucesoria por disposición legal puede
originarse en diversas situaciones dadas en el ccc. Como por ej. Matrimonio «in extremis»,
Divorcio, La separación de hecho sin voluntad de unirse, Matrimonio extranjero…
Indignidad
En Vélez se preveía la desheredación por voluntad del causante. El Código Civil había
incorporado la mencionada sanción civil en los arts. 3291 a 3310 CC dentro de las incapacidades
para suceder. El ccc hizo desaparecer ese instituto. La indignidad acarrea la pérdida de la vocación
hereditaria, no siendo por lo tanto un supuesto de incapacidad; esta debe ser entendida como la
carencia de aptitud para ejercer determinados actos o ser titular de derechos hereditarios, y no la
pérdida del acceso a los mismos en virtud de una sanción legal como lo es el instituto de la
indignidad.
Naturaleza y Fundamento: La indignidad es una institución, no es una incapacidad, no es
una sanción jurídica. Es un reproche formulado por el ordenamiento hacia ciertas conductas
consideradas disvaliosas porque provocan menoscabo o agresiones a la integridad, al honor, a la
libertad, a la salud, o a la memoria del causante; que provocan que se excluya de la herencia al
heredero declarado indigno.
Concepto: La indignidad puede ser definida como la exclusión de la herencia decretada contra
un heredero o legatario por una sentencia judicial en virtud de una causa legal. Como se dijo, la
indignidad contraría la vocación sucesoria y, por lo tanto, resulta una causa que impide mantener
la herencia a la cual el heredero ha sido llamado por la ley o por el testador.
La indignidad puede ser decretada tanto respecto del heredero como de un legatario porque
el fundamento moral que la justifica posibilita ambos supuestos. La referencia al legatario surge de
lo dispuesto en forma expresa respecto de la caducidad del derecho que contempla el art. 2284 del
CCCN.
ARTICULO 2284.- Caducidad. Caduca el derecho de excluir al heredero indigno por el transcurso de
tres años desde la apertura de la sucesión, y al legatario indigno por igual plazo desde la entrega del
legado.
Sin embargo, el demandado por el indigno por reducción, colación o petición de herencia, puede
invocar la indignidad en todo tiempo.
Causales de indignidad
ARTÍCULO 2281. Causas de indignidad
Son indignos de suceder:
A) los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra la persona, el honor,
la integridad sexual, la libertad o la propiedad del causante, o de sus
descendientes, ascendientes, cónyuge, conviviente o hermanos. Esta causa de
indignidad no se cubre por la extinción de la acción penal ni por la de la pena;
(ya no se expresa la necesidad de condena en juicio para la configuración de esta
causal, y se añaden con amplitud otros delitos y personas como posibles víctimas)
B) los que hayan maltratado gravemente al causante, u ofendido gravemente su
memoria; (que el heredero ha inferido un maltrato grave de palabra o hechos
que menoscaben la dignidad. Se ha interpretado que este maltrato puede
materializarse por acciones u omisiones).
C) los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito penado con
prisión o reclusión, excepto que la víctima del delito sea el acusador, su cónyuge
o conviviente, su descendiente, ascendiente o hermano, o haya obrado en
cumplimiento de un deber legal; (Quien formula una acusación o denuncia está
evidenciando animosidad o carencia de vínculos afectivos hacia el
denunciado).
D) los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del causante, dentro de un mes
de ocurrida, excepto que antes de ese término la justicia proceda en razón de
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JURISPRUDENCIA APLICABLE
Caso N°1: “R., M. A. y Otra c/ R., B. A.” – Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala A –
16 de Agosto de 1976. (Causal de Indignidad - Tentativa de homicidio - Perdón del causante). (ED,
t.71, pág. 263/264);
Resumen del fallo:
Los actores demandan para que se excluya de la sucesión a la demandada, la cónyuge, por
indigna. La sentencia de primera instancia acoge la demanda declarando que pierde la vocación
sucesoria por razón de indignidad. La vencida apela. Se confirma la sentencia en recurso.
La demanda se fundó en la tentativa de homicidio de la demandada contra el causante. La
cual ha sido condenada a la pena de 10 años de prisión por ese mismo delito de tentativa. La
demandada invoca el perdón del causante. El cual no se halla en testamento pero puede probarse
con pruebas fehacientes. Del material probatorio que presento la demandada se encuentra un
convenio de alimentos agregado al juicio sucesorio, que se celebró luego de que ella recobró la
libertad. Se entiende que por temor a represalias y aún más luego de que saliera en libertad, y no
por perdón, el causante celebró ese acuerdo alimentario. Y habida cuenta de que la demandada y el
causante no reanudaron la vida en común, y que le pasara alimentos no es demostrativo de que la
hubiera perdonado sino que demuestra el temor que tenía el causante luego de lo vivido y que lo
hiciera nuevamente. Por eso se confirma la sentencia que la demandada apeló.
eventual delito, además de cargar con sus consecuencias sería sancionada con la exclusión por
indignidad por el ejercicio regular de un derecho. Coincido con el sentenciante que no se halla
configurada la causal de indignidad.
UNIDAD 3
ACEPTACION Y RENUNCIA DE LA HERENCIA.
Prohibición de pactos sobre la herencia futura
Como la transmisión hereditaria tiene lugar cuando se produce el fallecimiento del
causante, hasta ese momento no se pueden realizar actos jurídicos referidos a la herencia:
En tal sentido, el art. 1010 del CCCN sienta este principio, pero al mismo tiempo establece una
excepción:
ARTICULO 1010.- Herencia futura.
La herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni tampoco pueden serlo los
derechos hereditarios eventuales sobre objetos particulares, excepto lo dispuesto en el párrafo
siguiente u otra disposición legal expresa.
Los pactos relativos a una explotación productiva o a participaciones societarias de
cualquier tipo, con miras a la conservación de la unidad de la gestión empresaria o a la prevención
o solución de conflictos, pueden incluir disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y
establecer compensaciones en favor de otros legitimarios. Estos pactos son válidos, sean o no parte
el futuro causante y su cónyuge, si no afectan la legítima hereditaria, los derechos del cónyuge, ni
los derechos de terceros.
En cuanto al principio general de la prohibición de hacer contratos sobre herencias futuras
se reitera la solución que traía el Código Civil derogado. Resulta importante la excepción que se
introduce porque se procura resguardar la integridad de la explotación productiva frente al
fallecimiento de uno de sus integrantes y la consiguiente incorporación de sus herederos. Es
posible que éstos no tengan conocimientos referidos a esa actividad, o no tengan interés en
participar, o bien, simplemente procuren liquidar la explotación para incorporar a su patrimonio
los bienes resultantes de ese proceso. Para evitar esos posibles conflictos, en el contrato se admite
incorporar previsiones que establezcan la forma de compensar a esos herederos ya la manera en
que deberán ser solucionados los conflictos que puedan presentarse. No puede resultar del
contrato una vulneración de normas de orden público del derecho sucesorio ni afectar los derechos
de las personas ajenas a ese conflicto.
Como se acaba de señalar, en nuestra legislación no está permitido realizar actos jurídicos
sobre la posible herencia de una persona que todavía esté viva. Recién con el fallecimiento se abre
la posibilidad de expedirse sobre esa herencia.
ARTÍCULO 2286. Tiempo de la aceptación y la renuncia
Las herencias futuras no pueden ser aceptadas ni renunciadas.
El titular de la vocación hereditaria —a partir de la muerte del causante— puede consolidar
o resolver la vocación mediante la aceptación o la renuncia, respectivamente. Queda sentado un
principio: la aceptación y la renuncia no pueden hacerse sino después de la apertura de la
sucesión.
Derecho de opción
El derecho de opción es la facultad que tiene el sucesible de elegir entre la aceptación o la
renuncia de una herencia determinada. En realidad, al llamado a suceder se le presenta una
tercera alternativa, ya que además de aceptar o repudiar la herencia, puede guardar silencio.
ARTÍCULO 2287. Libertad de aceptar o renunciar
Todo heredero puede aceptar la herencia que le es deferida o renunciarla, pero no puede hacerlo
por una parte de la herencia ni sujetar su opción a modalidades. La aceptación parcial implica la
del todo; la aceptación bajo modalidades se tiene por no hecha.
La aceptación y la renuncia deben ser lisas y llanas, o sea no pueden ser hechas a término ni
bajo condición. La aceptación es indivisible, de manera que si es parcial se juzga que lo es por el
todo. La indivisibilidad se funda en la necesidad de brindar seguridad jurídica a terceros en
general y en particular a los acreedores.
ARTÍCULO 2288. Caducidad del derecho de opción
El derecho de aceptar la herencia caduca a los diez años de la apertura de la sucesión. El
heredero que no la haya aceptado en ese plazo es tenido por renunciante. El plazo para las
personas llamadas a suceder en defecto de un heredero preferente que acepta la herencia y luego
es excluido de ésta, corre a partir de la exclusión.
Aceptación de la herencia
Concepto de aceptación de la herencia: La aceptación de la herencia es el acto voluntario
lícito por el cual una persona llamada a suceder asume de manera irrevocable los derechos y
obligaciones que corresponden a la calidad de heredero. Se dice que es un acto voluntario porque
tiene que haber sido ejecutado con discernimiento, intención y libertad.
Caracteres:
acto voluntario
irrevocable
irretractable
fija la posición de heredero
se trata de actos unilaterales
Capacidad para aceptar la herencia y situaciones especiales
A diferencia de lo que se había dispuesto en el Código Civil derogado, no hay norma
específica que establezca la capacidad necesaria para aceptar una herencia. Debe diferenciarse la
capacidad para recibir una herencia de la capacidad para aceptarla, ya que para gozar de la
primera es suficiente existir al tiempo del fallecimiento, mientras que para la segunda se tiene que
encontrar en condiciones de ejercer por sí mismo ese derecho. Por lo tanto, la persona capaz podrá
aceptar la herencia por sí o por medio de un mandatario con facultades expresas para realizar
dicho acto. Mientras que el incapaz deberá hacerlo a través de su representante legal.
Las personas con capacidad restringida y los inhabilitados por prodigalidad podrán aceptar
la herencia en la medida en que en la resolución judicial se haya previsto expresamente esa
posibilidad y su voluntad deberá ser complementada con la intervención de los apoyos que se le
hayan impuesto.
ARTICULO 2297.- Aceptación por una persona incapaz o con capacidad
restringida.
La aceptación de la herencia por el representante legal de una persona incapaz nunca puede
obligar a éste al pago de las deudas de la sucesión más allá del valor de los bienes que le sean
atribuidos. Igual regla se aplica a la aceptación de la herencia por una persona con capacidad
restringida, aunque haya actuado con asistencia, o por su representante legal o convencional.
El art. 2297 CCyC, al referirse a la aceptación de la herencia por el representante legal de
una persona incapaz, establece que nunca puede obligar a este al pago de las deudas de la sucesión,
más allá del valor de los bienes que le sean atribuidos al incapaz. Por tanto, estas personas
incapaces tienen siempre responsabilidad intra vires pro viribus hereditatis, o sea una
responsabilidad limitada a los bienes de la herencia o a su valor en el caso de haber sido
enajenados y que corresponda. La aceptación de la herencia por el representante legal de una
persona incapaz nunca puede obligar a este al pago de las deudas de la sucesión más allá del valor
de los bienes que le sean atribuidos.
Se trata de una norma claramente proteccional de las personas que no gozande la plena
capacidad civil.
ARTÍCULO 2293. Formas de aceptación
La aceptación de la herencia puede ser expresa o tácita. Es expresa cuando el heredero toma
la calidad de tal en un acto otorgado por instrumento público o privado; es tácita si otorga un acto
que supone necesariamente su intención de aceptar y que no puede haber realizado sino en calidad
de heredero.
Esto significa que los casos de aceptación tácita encuadrarán dentro del concepto de simple
acto lícito, mientras que los casos de aceptación expresa serán concretamente actos jurídicos.
En ambos supuestos se trata de actos unilaterales porque se perfeccionan con la sola
voluntad del aceptante. Este concepto admite una excepción en los casos de aceptación forzada.
Aceptación expresa: En la aceptación expresa el heredero toma la calidad de tal en forma
escrita, mediante instrumento público o privado.
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Nulidad de la aceptación
A diferencia de lo que se regulaba en el Código Civil derogado, en la nueva legislacion no se
han previsto normas específicas para la nulidad de la aceptación y por ello resultan de aplicación
las normas referidas a las nulidades de los actos jurídicos.
Una causa de nulidad, por cierto muy poco posible, es que se haya pretendido efectuar una
aceptación en forma verbal, ya que el art. 2293 del CCCN exige la forma escrita para la
aceptación expresa y los actos que significan la aceptación tácita también resultan de una
expresión escrita, conforme lo establece el art. 2294.
También puede haber una causa de nulidad cuando no se ha suplido la incapacidad del
heredero al no actuar a través de su representante legal o con la asistencia del apoyo que se
le hubiera impuesto a quien tiene capacidad restringida o al inhabilitado por prodigalidad.
Otra causa de nulidad se encuentra en la realización del acto de aceptación expresa o del
acto del que se infiere la aceptación tácita existiendo los vicios de error, dolo o violencia.
Personas interesadas en pedir la nulidad: La nulidad de la aceptación puede ser planteada
por el propio aceptante que es quien tiene interés en dejar sin efecto el acto viciado. En el caso de
que el vicio se encuentre manifiesto en el acto podría ser declarada de oficio por el juez por tratarse
de un caso de nulidad absoluta, como sería un caso de aceptación verbal. No se ha previsto que
pueda ser solicitada por un acreedor del aceptante, tal como se contemplaba anteriormente,
aunque la posibilidad de que actúe en virtud de la acción subrogatoria no puede descartarse.
Efectos de la nulidad: De prosperar la acción de nulidad de la aceptación, cesan todos sus
efectos y las cosas vuelven al estado anterior y en consecuencia podrá nuevamente ejercer su
opción entre aceptar, renunciar o guardar silencio.
Renuncia de la herencia
ARTÍCULO 2298. Facultad de renunciar
El heredero puede renunciar a la herencia en tanto no haya mediado acto de aceptación.
La renuncia a la herencia es el acto expreso mediante el cual una persona renuncia a la herencia,
mediante declaración formal manifiesta su voluntad de no ser heredero. Frente a este repudio se
juzga al renunciante como si nunca hubiere sido heredero y la sucesión se defiere como si el
renunciante no hubiese existido.
Caracteres:
Se trata de un acto jurídico porque tiene por fin extinguir derechos.
Es un acto unilateral porque se perfecciona con la sola voluntad del renunciante, sin que se
requiera que esa renuncia sea aceptada por los que van a ocupar su lugar en la herencia.
Silvina Guevara
Esto significa que si hay coherederos del renunciante, éstos verán acrecida su porción
hereditaria y si fueran llamados herederos de un grado posterior, verán actualizado su derecho a la
herencia.
Acción de los acreedores del heredero renunciante
Cuando el heredero es insolvente y renuncia a una herencia de la que puede resultar un
incremento patrimonial, se produce un evidente perjuicio a sus acreedores personales. Ubicado
dentro del capítulo referido al derecho de opción, se encuentra el art. 2292 del CCCN que concede
la acción antes llamada de revocación de la renuncia en los siguientes términos: "Si el heredero
renuncia a la herencia en perjuicio de sus acreedores, éstos pueden hacerse autorizar judicialmente
para aceptarla en su nombre.
Aunque la norma no lo específica, es indudable que tiene que tratarse de un acreedor
anterior a la renuncia, puesto que si es posterior no ha sufrido un perjuicio por ese acto. La acción
es concedida al acreedor del renunciante y sólo beneficia a quienes la intentan y en la medida de su
interés.
No significa que el renunciante queda como aceptante ni que asume otros derechos y
deberes inherentes a la herencia. Los restantes bienes que queden después de pagados los créditos
de los acreedores del renunciante corresponden a los herederos llamados en lugar de éste.
Nulidad de la renuncia
Ya no hay normas específicas sobre la nulidad de la renuncia, por lo que se aplicarán las
disposiciones generales referidas a la nulidad de los actos jurídicos. En consecuencia, podrá haber
nulidad de la renuncia:
Porque no se instrumentó en escritura pública y cuando se den las condiciones establecidas
en el art. 2299 del CCCN,
cuando no se haya instrumentado en el expediente judicial.
Podrá haber nulidad por incapacidad del renunciante y
también por haber existido vicios del consentimiento.
La nulidad de la renuncia coloca al sucesible en condiciones de expedirse nuevamente sobre la
herencia que le ha sido deferida.
JURISPRUDENCIA APLICADA A ESTA UNIDAD:
Caso N°1: “Z., M. V. s/ Sucesión” – Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala M - 19 de
septiembre de 1994. (Renuncia a una herencia - Forma) – Comentario de Delia B. IÑIGO –
“Aspectos formales de la renuncia de la herencia (Una cuestión controvertida). (La Ley, 1995 - C,
pág. 115/118).
RESUMEN:
Recurso de apelación interpuesto por la madre del causante contra la resolución que
desestimó el pedido de rectificación de la declaratoria de herederos, excluyéndose de la misma al
padre del causante. Ahora bien, en el escrito de inicio del sucesorio, el padre del causante renunció
a los derechos hereditarios que le pudieran corresponder. Los términos de la renuncia que
contiene el escrito son claros y precisos en cuanto a lo manifestado por V. S. Z., que renuncia a los
derechos a que hubiere lugar en el presente sucesorio. La renuncia es gratuita y no existe
condición, ni reserva, ni alteración de las porciones hereditarias, ni ningún término que pueda
interpretarse como encubridor de una aceptación de la herencia. Por otra parte, si bien el padre del
causante no ratificó su renuncia ante el actuario, conforme lo peticionado por la Fiscalía porque
falleció poco tiempo después, se encuentra abonada su firma por la declaración testimonial
obrante.
En primer término, cabe señalar que sólo el que tiene un llamado a una sucesión y a quien le
corresponde una herencia puede renunciar o aceptar. La condición hereditaria no es impuesta a
nadie: el heredero electo o provisional puede aceptar la herencia ya adquirida o repudiarla. El
aceptante ya es titular de la herencia, la aceptación no hace más que reafirmar esa condición. La
renuncia de la herencia es una declaración expresa de voluntad en la cual el heredero llamado a la
herencia manifiesta en la forma dispuesta por la ley no querer asumir los derechos y obligaciones
hereditarios. El problema se plantea cuando se debe determinar en qué casos existe aceptación
tácita de la herencia o configura una verdadera renuncia a los derechos hereditarios.
Silvina Guevara
UNIDAD IV
CESIÓN DE HERENCIA. PETICIÓN DE HERENCIA. HEREDERO
APARENTE
Es sabido que el Código Civil de Vélez Sarsfield no reguló la cesión de la herencia sino que
sólo tenía algunas disposiciones aisladas en la parte dedicada al contrato de cesión de derechos.
Esta omisión ha sido subsanada por la legislación actual que regula los aspectos más importantes
de la cesión de la herencia.
El contrato de cesión de herencia puede ser definido como aquel por el cual el
heredero, cedente, transmite a un coheredero o a un tercero, cesionario, la
universalidad jurídica, herencia, o una cuota parte de ella, sin consideración
especial de los elementos singulares que la componen. El art. 1614 del CCCN al definir el
contrato de cesión de derechos dispone: "Hay contrato de cesión cuando una de las partes
transfiere a la otra un derecho...", por lo que se encuadra perfectamente la cesión de la herencia
como un caso particular de cesión de derechos.
De este concepto surge que la cesión de la herencia es un contrato bilateral, lo que implica
un acuerdo de voluntades entre el cedente y el cesionario. Hay que tener en cuenta que nunca
podrá tener lugar antes de la muerte del causante, por la prohibición existente de realizar
contratos sobre herencias futuras. Por lo tanto, el tiempo oportuno para hacer el contrato de cesión
de la herencia comienza a partir de la muerte del causante.
El otro tema a dilucidar es hasta qué momento puede otorgarse este contrato y ello podrá
ocurrir mientras los bienes hereditarios se encuentren indivisos; es decir que luego de la partición
ya no podrá celebrarse la cesión de la herencia.
Silvina Guevara
Contenido
La cesión de la herencia se refiere a un contenido patrimonial y no implica en ningún caso la
transmisión de la calidad de heredero. Este contenido patrimonial está formado por la herencia o
por una parte indivisa de ella.
ARTÍCULO 2303. Extensión y exclusiones
La cesión de herencia comprende las ventajas que pueden resultar ulteriormente por
colación, por la renuncia a disposiciones particulares del testamento, o por la caducidad de éstas.
No comprende, excepto pacto en contrario:
A) lo acrecido con posterioridad en razón de una causa diversa de las expresadas,
como la renuncia o la exclusión de un coheredero;
B) lo acrecido anteriormente por una causa desconocida al tiempo de la cesión;
C) los derechos sobre los sepulcros, los documentos privados del causante,
distinciones honoríficas, retratos y recuerdos de familia.
Queda claro que la doctrina ha interpretado que el contrato de cesión de derechos
hereditarios comprende la universalidad de bienes que le corresponden a una persona en su
carácter de heredera, con prescindencia de esa calidad —que no es cesible—, y que el cesionario
adquiere de esa forma la totalidad o la parte indivisa de la herencia. Es decir, el cesionario asume
la posición del cedente y adquiere, en el espectro patrimonial, todos los derechos y obligaciones
que el cedente tenía respecto de sus coherederos. Este artículo, al definir la extensión de la cesión
de derechos hereditarios, rige en tanto no exista un pacto que especifique el alcance de ella.
Silvina Guevara
La cesión de derechos sobre bienes determinados que forman parte de una herencia no se
rige por las reglas de este Título, sino por las del contrato que corresponde, y su eficacia está sujeta
a que el bien sea atribuido al cedente en la partición.
La doctrina ha interpretado que el contrato de cesión de derechos hereditarios comprende
la universalidad de bienes que le corresponden a una persona en su carácter de heredera, con
prescindencia de la calidad de heredero que no es cesible. El cesionario adquiere de esa forma la
totalidad o la parte alícuota del acervo sucesorio que le corresponde cuando el cedente integra la
comunidad hereditaria con otros coherederos.
Petición de herencia
Concepto de petición de herencia: Como en nuestro derecho son llamados a suceder por la
ley diversos miembros de la familia del causante, o bien por la voluntad de éste expresada en su
testamento, es posible que existan conflictos acerca de la determinación del verdadero heredero de
la persona fallecida. Esta controversia se plantea en forma judicial a través de la acción de petición
de herencia.
Doctrinariamente se puede definir de la siguiente manera: la acción de petición de herencia
es la acción que tiene un heredero para desplazar a otra persona que también invoca la calidad de
heredero o para concurrir con ella en la sucesión del causante y obtener la entrega de la herencia.
ARTÍCULO 2310.- Procedencia.
La petición de herencia procede para obtener la entrega total o parcial de la herencia, sobre
la base del reconocimiento de la calidad del heredero del actor, contra el que está en posesión
material de la herencia, e invoca el título de heredero.
La petición de herencia procede para obtener la entrega total o parcial de la herencia, sobre
la base del reconocimiento de la calidad del heredero del actor, contra el que está en posesión
material de la herencia, e invoca el título de heredero —sin mencionar alguna probable excepción.
La legitimación activa: La legitimación activa corresponde a las personas que tiene igual o
mejor derecho que quien ostenta hasta el momento la calidad de heredero.
La legitimación pasiva: La acción se dirige contra quien se encuentra ostentando la calidad
de heredero y controvierte el derecho del accionante.
ARTÍCULO 2311.- Imprescriptibilidad.
La petición de herencia es imprescriptible, sin perjuicio de la prescripción adquisitiva que puede
operar con relación a cosas singulares.
El fundamento de la imprescriptibilidad de la acción de petición de herencia radica en que las
acciones de estado de familia no admiten la posibilidad de prescripción como regla general.
Competencia
Resulta incuestionable que el proceso en el que se discuta la petición de herencia del que
resultará la calidad de heredero debe tramitar ante el juez que interviene en el proceso sucesorio.
Así surge de lo establecido en el segundo párrafo del art. 2336 del CCCNque impone la
competencia del juez de la sucesión a la acción de petición de herencia, entre otros supuestos.
Como el proceso sucesorio no es un trámite controversial, la petición de herencia debe tramitarse
por un juicio separado e independiente, pero ante el mismo juez que entiende en la sucesión. La
necesidad de un amplio debate y prueba de la calidad de heredero y la entrega de los bienes hace
que el tema sea ajeno al juicio sucesorio en sí mismo. Además, la acción de petición de herencia
puede acumularse a otros procesos que sean necesarios para la determinación de la calidad de
heredero, como por ejemplo, una acción de reclamación de la filiación o una acción de
impugnación.
ARTICULO 2336.- Competencia.
La competencia para entender en el juicio sucesorio corresponde al juez del último
domicilio del causante, sin perjuicio de lo dispuesto en la Sección 9a, Capítulo 3, Título IV del
Libro Sexto.
El mismo juez conoce de las acciones de petición de herencia, nulidad de testamento, de los
demás litigios que tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de la herencia, de la
Silvina Guevara
Heredero aparente
Concepto: El heredero aparente es aquel que, ostentando tal calidad, resulta vencido en una
acción de petición de herencia.
También hay que tener en cuenta que existe el heredero aparente aunque no haya conflicto porque
si éste reconoce voluntariamente al que ostenta un mejor o igual derecho la acción de petición de
herencia resulta innecesaria, pero ello no impide considerar al que ha perdido su condición como
heredero aparente.
Efectos de los actos de administración realizados por el heredero aparente
Debe recordarse que, de acuerdo al art. 399 del CCCN, nadie puede transmitir a otro un
derecho mejor o más extenso que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente
dispuestas. La situación del heredero aparente es, precisamente, uno de los casos de excepción, ya
que puede haber realizado actos de administración y eventualmente de disposición sobre bienes de
la herencia sin haber tenido en definitiva derecho para efectuarlo porque no se trataba del
heredero real.
Los actos de administración: son aquellos que implican la conservación del capital de
un patrimonio haciéndole producir los beneficios de que ellos san súsceptibles de acuerdo
con su naturaleza y destino.
Por el contrario, los actos de disposición son los que alteran fundamentalmente los
elementos que constituyen el capital del patrimonio
ARTÍCULO 2315.- Actos del heredero aparente.
Son válidos los actos de administración del heredero aparente realizados hasta la
notificación de la demanda de petición de herencia, excepto que haya habido mala fe suya y del
tercero con quien contrató.
Silvina Guevara
Son también válidos los actos de disposición a título oneroso en favor de terceros que
ignoran la existencia de herederos de mejor o igual derecho que el heredero aparente, o que los
derechos de éste están judicialmente controvertidos.
El heredero aparente de buena fe debe restituir al heredero el precio recibido; el de mala fe debe
indemnizar todo perjuicio que le haya causado.
Efectos de los actos realizados por el heredero aparente: La buena o mala fe del heredero
aparente es determinante en relación al alcance de la restitución que el vencido deba realizar al
heredero real, ya sea que lo excluya o concurra con él.
Actos de disposición: En cuanto a los actos de disposición es preciso distinguir los realizados a
título gratuito de los onerosos.
Cualquier acto de disposición a título gratuito realizado por el heredero aparente, ya sea
sobre bienes muebles o inmuebles, no es válido y puede ser cuestionarlo por el heredero real.
Los actos de disposición a título oneroso que realiza el heredero aparente tienen varios
condicionantes para que sean válidos. En principio, los actos de disposición serán válidos si el
tercer contratante es de buena fe porque no conocía que el heredero aparente podía perder esa
condición.
En definitiva, para que el acto de disposición sobre bienes registrables sea válido tiene que
haber sido oneroso, el heredero aparente tiene que haber obtenido una declaratoria de herederos a
su favor o la aprobación formal del testamento en el que fue instituido y el tercer adquirente tiene
que ser de buena fe.
Como se puede apreciar, la buena o mala fe del heredero aparente no es un requisito para la
validez del acto de disposición, sino que tendrá trascendencia respecto de la responsabilidad que le
cabe frente al heredero real.
Jurisprudencia temática aplicable:
CASO 2: “SCANDAR, Héctor Antonio s/ Sucesión Ab Intestato”
Tema relacionado: forma de la cesión de herencia
RELACIONADO CON EL ART. 2309 CESION DE BIENES DETERMINADOS
DIJO EL Dr. En clase: 2302/2309
398/399/400
969/1017/1618
✿ Hechos: se trata acerca de una cesión de derechos hereditarios que tiene por beneficiaria a
la recurrente (viuda del causante), siendo la parte cedente Federico Scandar (hijo del
causante en un matrimonio anterior)
El objeto del acto es un automóvil Fiat Duna (la totalidad del acervo hereditario). El acto se
concretó mediante un convenio por el cual hubo una contraprestación de $700. La cesionaria y
recurrente solicita que se homologue lo expresado y se cite a primera audiencia a ratificar.
La sentencia recurrida resuelve no hacer lugar a lo peticionado entendiendo que por regla, el acto
debe ser efectuado por escritura pública.
Cuestión: ¿Es arreglada a derecho la resolución apelada?
Votación:
Dr. Posca: las cesiones por las que se atribuyen a favor de un solo heredero los derechos sobre el
único automotor del sucesorio, constituyen una forma de acordar una partición.
En este contexto resultan aplicables las reglas de la partición judicial que no requiere la
forma de escritura pública para su perfeccionamiento.
En consecuencia puede realizarse en instrumento privado la cesión a un coheredero,
efectuada por un precio en dinero, como también los derechos y acciones hereditarias sobre el
automotor, efectuadas en favor de otro coheredero, puesto que en definitiva esta cesión constituye
un convenio sobre la partición. Voto por la negativa.
Los demás jueces adhirieron a los fundamentos y votan por la negativa
Sentencia: se revoca la resolución, debiendo previamente citarse a las partes intervinientes a la
ratificación del convenio a efectos de proseguir los tramites de estilo, sin costas.
Silvina Guevara
UNIDAD 5
RESPONSABILIDAD DE LOS HEREDEROS Y LEGATARIOS
Liquidación del pasivo
Lo que en el Código Civil derogado se denominaba erróneamente separación de
patrimonios, ahora es regulado bajo el correcto nombre de la preferencia que existe entre los
acreedores del causante y los legatarios para cobrarse sobre los bienes de la herencia antes que los
acreedores de los herederos
ARTÍCULO 2316.- Preferencia.
Silvina Guevara
Los acreedores por deudas del causante y por cargas de la sucesión, y los legatarios tienen
derecho al cobro de sus créditos y legados sobre los bienes de la herencia, con preferencia sobre los
acreedores de los herederos.
El art. 2316 CCyC otorga el derecho preferente a los acreedores y a los legatarios del
causante para cobrarse sus créditos y legados sobre los bienes de la herencia, con preferencia sobre
los acreedores de los herederos. Se trata de una consecuencia de la responsabilidad limitada del
heredero a los bienes recibidos, y la separación de los bienes “personales”. El fundamento reside
en el reconocimiento del carácter preferente del título del acreedor hereditario sobre el acreedor
personal del heredero.
ARTICULO 2359.- Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión.
Los acreedores del causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios pueden
oponerse a la entrega de los bienes a los herederos hasta el pago de sus créditos o legados.
D) enajena bienes de la sucesión, excepto que el acto sea conveniente y el precio obtenido
ingrese a la masa.
ARTÍCULO 2322.- Prioridad de los acreedores del heredero sobre los bienes del
heredero.
En los casos previstos en el artículo 2321, sobre los bienes del heredero, los acreedores del
heredero cobran según el siguiente rango:
A) por los créditos originados antes de la apertura de la sucesión, con preferencia respecto de
los acreedores del causante y de los legatarios;
B) por créditos originados después de la apertura de la sucesión concurren a prorrata con los
acreedores del causante.
UNIDAD 6
INDIVISION HEREDITARIA
Silvina Guevara
El estado de indivisión es una persona jurídica distinta de los herederos: es posible objetar
que no hay tal entidad diferenciada porque no es sujeto de derechos y obligaciones y no
tiene un patrimonio propio porque los bienes de la herencia pertenecen a los herederos
desde la misma muerte del causante.
El estado de indivisión es un condominio: tampoco tiene hoy asidero porque las normas que
regulan su administración, el uso y goce y los frutos son diferentes.
Luego de reglar que los artículos de este Capítulo se aplican a las sucesiones en que concurran
más de un heredero, desde la muerte del causante hasta la partición, cuando no haya
administrador designado judicialmente, se procede por el legislador a analizar los actos que deben
o pueden ser realizados u otorgados durante la indivisión:
A) En el art. 2324 CCyC se regulan los actos conservatorios;
B) en el 2327 CCyC , las medidas urgentes;
C) en el art. 2325 CCyC se contemplan los actos de administración y de
disposición durante la indivisión.
Silvina Guevara
Así resulta del art. 2280 del CCCN: "Desde la muerte del causante, los herederos tienen
todos los derechos y acciones de aquél de manera indivisa, con excepción de los que, no son
transmisibles por sucesión, y continúan erija posesión de lo que el causante era poseedor...".
No puede existir la posesión material por cuotas ideales, ya que se trata de un hecho; es
decir que cada heredero se comporta como poseedor de todo el bien. Esto no significa que en las
relaciones entre ellos se reconozca que cada uno tiene una parte indivisa.
En este entendimiento, cuando un heredero ejerce la posesión de un bien cuya posesión
ejercía el causante, no está actuando como su único dueño sino como un comunero sobre la cosa
que pertenece a todos.
Como consecuencia de esto, cualquiera de los coherederos puede oponer a terceros la
posesión que tenía el causante y que es continuada por ellos.
Reivindicación
Del mismo art. 2280 del CCCN surge que los coherederos tienen las acciones que tenía el causante
y, por esa razón, podrán ejercer la acción reivindicatoria cuando un bien que perteneciera al
fallecido se encontrase en poder de un tercero.
En el Código civil anterior existía una norma expresa, el art. 3450, que contemplaba esta
posibilidad, pero no ha sido reproducida sino que se ha derivado al artículo mencionado. Como la
reivindicación no puede ser ejercida por partes indivisas sino sobre la totalidad de los bienes que
se encuentren en poder de terceros, cualquiera de los copartícipes puede ejercer esta acción
contemplada en el art. 2252 del CCCN.
El resultado de esta acción provocará que el bien reivindicado se incorpore a la masa
hereditaria indivisa y su destino final se determinará en la partición.
Indivisión forzosa
Si bien el destino final de la masa indivisa será la partición, puede suceder que, por diversos
motivos, esta división no se pueda realizar sobre toda esa masa o sobre alguno de los bienes que la
integran. Una de esas causas es la indivisión forzosa que puede ser impuesta por el testador,
acordada por los coherederos, o resultar de la oposición a la partición por parte del cónyuge
supérstite o de un heredero.
Distintos supuestos
B) Si existen herederos menores de edad, la indivisión puede extenderse hasta que todos
estos herederos cumplan la mayoría de edad (18 años, art. 25 CCyC). Es decir que en
este supuesto puede exceder los 10 años.
ARTÍCULO 2331.- Pacto de indivisión
Los herederos pueden convenir que la indivisión entre ellos perdure total o parcialmente
por un plazo que no exceda de diez años, sin perjuicio de la partición provisional de uso y goce de
los bienes entre los copartícipes. Si hay herederos incapaces o con capacidad restringida, el
convenio concluido por sus representantes legales o con la participación de las personas que los
asisten requiere aprobación judicial.
Estos convenios pueden ser renovados por igual plazo al término del anteriormente
establecido.
Cualquiera de los coherederos puede pedir la división antes del vencimiento del plazo,
siempre que medien causas justificadas.
Puede pactarse por los coherederos la indivisión de los bienes, total o parcial, por un plazo
máximo de diez (10) años.
Herederos incapaces o con capacidad restringida
El pacto de indivisión puede celebrarse entre coherederos mayores y capaces,
entendiéndose que debe contarse con la unanimidad de todos.
Pero puede acaecer que existan herederos incapaces o con capacidad restringida (arts. 24,
32 CCyC), en cuyo caso el convenio concluido por sus representantes legales o con la participación
de los apoyos (art. 102 CCyC) requiere siempre aprobación judicial.
ARTÍCULO 102.- Asistencia. Las personas con capacidad restringida y las inhabilitadas son
asistidas por los apoyos designados en la sentencia respectiva y en otras leyes especiales.
Cuando se presenta en sede judicial el acto de indivisión que incluye herederos incapaces o
con capacidad restringida, para su homologación, se requiere la intervención del defensor y/o
asesor de menores e incapaces por recaer en él la representación promiscua (art. 103 CCyC).
ARTÍCULO 103.- Actuación del Ministerio Público.
La actuación del Ministerio Público respecto de personas menores de edad, incapaces y con
capacidad restringida, y de aquellas cuyo ejercicio de capacidad requiera de un sistema de apoyos
puede ser, en el ámbito judicial, complementaria o principal.
a) Es complementaria en todos los procesos en los que se encuentran involucrados
intereses de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida; la
falta de intervención causa la nulidad relativa del acto.
b) Es principal:
1. cuando los derechos de los representados están comprometidos, y existe
inacción de los representantes;
2. cuando el objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a
cargo de los representantes;
3. cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la
representación.
En el ámbito extrajudicial, el Ministerio Público actúa ante la ausencia, carencia o inacción
de los representantes legales, cuando están comprometidos los derechos sociales, económicos y
culturales.
En estos casos, la indivisión se mantiene hasta diez años a partir de la muerte del causante,
pero puede ser prorrogada judicialmente a pedido del cónyuge sobreviviente hasta su
fallecimiento.
Durante la indivisión, la administración del establecimiento, de las partes sociales, cuotas o
acciones corresponde al cónyuge sobreviviente.
A instancia de cualquiera de los herederos, el juez puede autorizar el cese de la indivisión
antes del plazo fijado, si concurren causas graves o de manifiesta utilidad económica que justifican
la decisión.
El cónyuge supérstite también puede oponerse a que la vivienda que ha sido residencia
habitual de los cónyuges al tiempo de fallecer el causante y que ha sido adquirida o construida total
o parcialmente con fondos gananciales, con sus muebles, sea incluida en la partición, mientras él
sobreviva, excepto que pueda serle adjudicada en su lote. Los herederos sólo pueden pedir el cese
de la indivisión si el cónyuge supérstite tiene bienes que le permiten procurarse otra vivienda
suficiente para sus necesidades.
Oposición a la inclusión de la vivienda en la partición
En cuanto al derecho que se adjudica al cónyuge sobreviviente de imponer, al tiempo de la
muerte del causante, la indivisión sobre los muebles y la vivienda que haya sido residencia habitual
de los esposos y que haya sido adquirida o construida —total o parcialmente— con fondos
gananciales, hay que destacar dos aspectos: a) se faculta al cónyuge a oponerse a la partición
mientras él sobreviva, o sea, es vitalicio en este sentido, innovando respecto de la derogada ley
14.394 —esta solo concedía el derecho a oponerse a la partición por un máximo de diez años (art.
53, párr. 4°)—; y, b) este beneficio es independiente del derecho real de habitación del cónyuge
supérstite vitalicio y gratuito, que funciona de pleno derecho sobre el inmueble propiedad del
causante, que no se encuentra en condominio con otras personas (art. 2383 CCyC).
ARTÍCULO 2333.- Oposición de un heredero.
En las mismas circunstancias que las establecidas en el artículo 2332, un heredero puede
oponerse a la inclusión en la partición del establecimiento que constituye una unidad económica
si, antes de la muerte del causante, ha participado activamente en la explotación de la empresa.
El heredero se puede oponer a la partición de un establecimiento comercial, industrial,
agrícola, ganadero, minero o de otra índole que constituye una unidad económica, si ha
participado activamente antes de la muerte del causante en la explotación de la empresa.
ARTÍCULO 2334.- Oponibilidad frente a terceros.
Derechos de los acreedores. Para ser oponible a terceros, la indivisión autorizada por los
artículos 2330 a 2333 que incluye bienes registrables debe ser inscripta en los registros
respectivos.
Durante la indivisión, los acreedores de los coherederos no pueden ejecutar el bien indiviso
ni una porción ideal de éste, pero pueden cobrar sus créditos con las utilidades de la explotación
correspondientes a su deudor.
Las indivisiones no impiden el derecho de los acreedores del causante al cobro de sus
créditos sobre los bienes indivisos.
Se distinguen los acreedores de los coherederos y los acreedores del causante.
A) En orden a los acreedores de los coherederos, la indivisión impide la ejecución del
bien indiviso o de una porción ideal de este, pero pueden percibir sus créditos con las
utilidades de la explotación que obtenga su deudor-heredero.
B) En cuanto a los derechos de los acreedores del causante, la indivisión no impide el
cobro de sus créditos sobre los bienes indivisos.
Respecto de estos acreedores del causante, resulta fundado que no puedan verse afectados en la
satisfacción de sus respectivos créditos, en tanto encuentran su fuente en un vínculo nacido en
vida del causante y sobre cuyo patrimonio depositaron su expectativa de cumplimiento. Desde esta
perspectiva, los efectos propios de la indivisión no se extenderán a ellos.
Jurisprudencia temática aplicable:
Silvina Guevara
ANTECEDENTES
La Sala Segunda de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Lomas de Zamora revocó
la sentencia de primera instancia, y en consecuencia, rechazó la demanda entablada. La parte
actora interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley.
CUESTIÓN
¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley?
VOTACIÓN
En el marco del proceso sucesorio de sus progenitores, uno de los hijos inició las presentes
actuaciones incidentales contra su hermano coheredero con el objeto de obtener el pago de un
canon locativo por el alegado uso exclusivo del único inmueble perteneciente al acervo, reclamo
que fue acogido en primera instancia.
La Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Lomas de Zamora hizo lugar al recurso
de apelación interpuesto por la parte demandada y, en consecuencia, rechazó la pretensión.
Fundamentó su decisión en que si bien se encontraba fuera de discusión la copropiedad del
inmueble en cabeza de ambas partes, así como que el demandado había venido habitando una
porción de él (la parte trasera alta, no ocupándolo en su totalidad) y que el accionante
oportunamente había exteriorizado su falta de consentimiento con tal situación, de todos modos
en autos no se había demostrado una utilización del bien común de manera exclusiva, ni una
exclusión de hecho de su copartícipe (no surgía de la prueba que el acceso al inmueble le hubiera
sido impedido al actor, ni que se le hubiera vedado su uso en forma igualitaria al ejercido por la
demandada), por lo que no cabía hallar caracterizada la figura que autorizaba la fijación del
pretendido canon locativo. El hecho de que el demandado circunscribiera su habitación a la parte
trasera de la casa no importaba un empleo del inmueble más allá de las facultades que como
cotitular le estaba permitido ejercer.
Agregó además, que el haber efectuado erogaciones por arreglos en toda la propiedad, o el
haber pagado la totalidad de los impuestos de la misma (admitidos por el demandado) no
constituían sino actos de conservación del inmueble y en beneficio de todos los coherederos, razón
por la cual no podían ser opuestos en contra de aquél.
Ahora se alza la parte actora mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el
que alega errónea aplicación tanto de los arts. 2676, 2680, 2684, 2691 y 2699 del Código Civil,
como del art. 375 del Código Procesal Civil y Comercial, y de la doctrina legal de esta Suprema
Corte.
En síntesis, objeta que el tribunal a quo creó -aplicando erróneamente la ley- un nuevo
requisito para la procedencia del reclamo de canon locativo a cargo del condómino que ocupa un
bien del acervo hereditario, esto es, la existencia de una conducta privativa por parte del
coheredero ocupante, tendiente a impedir o privar de hecho a los restantes condóminos el ejercicio
de iguales derechos (en el caso, el acceso y uso de la parte desocupada del inmueble.)
Reputa improcedente tal adicional recaudo y sostiene que resulta absurda la argumentación
de la alzada que arriba a dicha conclusión a partir de citas jurisprudenciales parcializadas y
descontextualizadas, conducentes a una errónea interpretación de los arts. 2680 y 2684 del Código
Civil (fs. 490/9).
Remarca que empíricamente el sólo hecho de ocupar la vivienda, aunque sea en una parte
determinada, importa la automática exclusión de hecho de terceros comuneros (en donde uso
Silvina Guevara
"exclusivo" o "excluyente" del bien representan la misma situación), pues no resulta factible
disponer materialmente de una parte indivisa, sino sobre la totalidad de la cosa.
Por lo que finalmente insiste en que en el caso se encuentran presentes todos los elementos
necesarios para la procedencia de la fijación del canon locativo pretendido:
que se trate de condóminos,
de un bien común,
que un coheredero ocupe exclusivamente el bien (el demandado, aun no habitando
en la totalidad del inmueble)
que otro de los condóminos manifieste su disconformidad u oposición; por lo que
solicita se case la sentencia impugnada.
El recurso merece favorable acogida. Vigente el estado de indivisión hereditaria, considero que el
derecho de un coheredero tendiente a obtener un resarcimiento por el uso y disfrute de la cosa
indivisa (uno de los bienes del acervo) que otro condómino ejerza privativamente, dado que debe
ser expresamente requerido (exteriorización del ius prohibiendi que revierte la reconocida
presunción de tácita autorización de uso exclusivo entre comuneros), surge a partir de este hito, de
modo que la ley aplicable vigente en dicho momento será la que regule su procedencia (doctr. arts.
7º, 2328 y ccdtes., Cód. Civ. y Com.).
Ahora bien, atento a que el derecho a la percepción de un canon locativo como
compensación por el uso exclusivo del inmueble del acervo se devenga mensualmente mientras la
ocupación del bien se mantenga y no se concrete la partición, las nuevas leyes regulatorias -salvo
que hubiera mediado un acuerdo sobre el ejercicio de tal derecho por los coherederos- poseen
aplicación inmediata respecto de aquéllos períodos posteriores a su entrada en vigencia, por
alcanzar las consecuencias no producidas de relaciones nacidas bajo el régimen anterior (doctr.
arts. 7º, 2328 y ccdtes., Cód. Civ. y Com.).
Habida cuenta de lo expuesto, considerando tanto el aspecto temporal de la pretensión
contenida en la demanda (fs. 19/22 y 427/33) como la entrada en vigor del Código Civil y
Comercial de la Nación a partir del 1º de agosto de 2015 (conf. art. 7º, ley 26.994, texto según ley
27.077), corresponde resolver los agravios aquí traídos a la luz de las normas y doctrina legal
aplicables al caso; por los períodos anteriores a la fecha referida, a la luz del Código Civil y su
doctrina legal y por los periodos posteriores a aquélla, a la luz del Código Civil y Comercial de la
Nación (doctr. art. 7º y ccdtes., Cód. Civ. y Com.).
Así, normalmente, serían los comuneros quienes acordarían entre sí durante el estado de
indivisión el modo de utilización de la propiedad común: manteniéndola deshabitada; poniéndola
bajo administración, locación o renta; compartiéndola simultáneamente si por sus características
fuera posible; pactando su uso sucesivo en distintas épocas del año; o directamente atribuyéndola
exclusivamente a uno de los cotitulares (a través de la partición provisoria contemplada por el art.
3464, Cód. Civil). Pero cuando nada se hubiera convenido entre éstos, el uso y goce del bien que
uno de ellos realizara en forma exclusiva se encontraba limitado asimismo por el derecho igual de
los demás.
Siendo condóminos, tiene dicho esta Suprema Corte que cada uno gozaba, respecto de su
parte indivisa, de los derechos inherentes a la propiedad, compatibles con la naturaleza de ella, y
podía ejercerlos sin el consentimiento de los demás copropietarios (conf. art. 2676, Cód. Civ.). En
tal sentido, el art. 2684 del Código Civil establecía que todo condómino podía usar y gozar de la
cosa común conforme el destino de ella, con tal de que no la deteriorase en su interés particular.
Ahora bien, teniendo en consideración que cada uno de ellos además era deudor a los otros,
según sus respectivas partes, tanto de las rentas o frutos que hubiera percibido de la cosa común,
como del valor del daño que les hubiese causado (conf. art. 2691, Cód. Civ.), resultaba asimismo
legítimo que, aún uno solo de ellos, sin necesidad de consulta o acuerdo previo con los otros,
pudiera hacerse indemnizar "el valor del daño" que le significaba no percibir las "rentas o frutos"
que el bien podía producir si no lo estuviera ocupando su condómino, pues para el caso, lo mismo
era el cobro indebido de "rentas o frutos" (art. 2691, Cód. Civ.) que disfrutar de la cosa en provecho
propio y sin contraprestación alguna (conf. Ac. 57.020, cit.).
Así, el derecho de uso y goce sobre el bien común que poseía todo condómino no se
respetaba cuando uno de ellos lo ejercía gratuitamente con exclusión de esa misma prerrogativa
Silvina Guevara
para los restantes comuneros. Ello importaba "el ejercicio actual e inmediato del derecho de
propiedad" prohibido por el art. 2680 del Código Civil. De modo que si otro condómino reclamaba
un derecho igual (o exigía que la cosa se diera en locación), tenía derecho a la percepción de una
renta a partir de efectuada la pertinente oposición al uso y goce exclusivo (conf. Ac. 57.020, cit.).
Emana así que la doctrina legal de esta Suprema Corte, elaborada a partir de la
hermenéutica de los preceptos legales actuados por la alzada requería, para la procedencia de la
fijación de un canon locativo en estos casos y bajo el amparo de la normativa del derogado Código
Civil (i), que la ocupación del bien común por parte de uno de sus cotitulares excluyera el posible
ejercicio de igual derecho por otro (ii), así como que éste se hubiera opuesto a dicho uso y goce
gratuito.
A partir de ello cabe observar que la alzada consideró que no se verificaba en autos la nota
característica de la exclusividad en la ocupación del inmueble común (fs. 469 in fine), pues el uso y
goce que el demandado hacía de la vivienda existente no resultaba excluyen te de su coheredero, en
tanto no impedía que éste pudiera valerse de igual derecho (fs. 469 vta.), es decir, que no se había
demostrado que el ingreso a la finca comunitaria hubiera sido impedido o se vedara su uso en
forma igualitaria al ejercido por el demandado.
Fue la circunstancia de que el demandado ocupara sólo la parte trasera (y alta) de la casa la
que llevó al a quo a concluir que ello no importaba un impedimento al accionante para que éste
ejerciera, en igualdad de condiciones, sus derechos. Si bien no lo especificó, sólo cabe entender que
tales derechos del accionante se traducirían en su posible ocupación, uso y goce, de la parte
delantera y baja del mismo inmueble, cuyo acceso no se había demostrado impedido (conf. art.
384, C.P.C.C.).
Ello así incluso a partir de la propia postulación efectuada por el demandado en su contestación
de demanda, cuando sostuvo que el inmueble se encontraba dividido en dos unidades funcionales,
ocupando éste y su familia -desde hacía 20 años, en forma exclusiva y con carácter de vivienda
permanente- una de ellas, que representaba alrededor de un cuarto de la superficie total del lote
(fs. 166 y vta.), por lo que para el actor resultaba de libre acceso y disposición el resto del bien (fs.
168 y 252; conf. arts. 34 inc. 4, 163 inc. 6, 272 y ccdtes., C.P.C.C.).
Pero el recurrente insiste en que el hecho no controvertido de la ocupación de la vivienda por
parte del demandado, aunque fuera en forma exclusiva sólo sobre una parte de ella, importó su
exclusión de hecho, en tanto no resultaba posible a su coheredero disponer materialmente sobre
una parte indivisa de la cosa común (fs. 494 y vta.).
He aquí la errónea aplicación de la ley en la que incurrió la alzada al asumir que la
hermenéutica sobre el juego armónico de los arts. 2680 y 2684 del Código Civil autorizaba la
ocupación en forma exclusiva de una parte de un inmueble del acervo por un coheredero en tanto
al mismo tiempo éste garantizase a los restantes coherederos el ejercicio de semejante derecho en
la restante parcela desocupada del bien. Tal tesitura resulta errada por un triple orden de razones.
Por un lado, pues omite considerar que no devenía exigible que mediara un concreto interés
de ejercer la facultad de gozar del bien común por parte del restante coheredero. En efecto,
el reclamo compensatorio podía ser formulado aún por el comunero que no poseía la
intención de ocupar el bien integrante del acervo, ya que su pretensión se sustenta en una
circunstancia objetiva, como lo es el no consentido aprovechamiento del bien por uno sólo
de los condóminos.
Por otro lado, pues el bien del acervo hereditario en cuestión está constituido por una única
vivienda edificada sobre lote propio, con ingreso por una puerta principal y por un portón a
través de los cuales se accede a una única construcción de dos plantas: una planta baja (hall,
pasillo, comedor, varios dormitorios, baños, cocina, cocina comedor, comedor diario) y otra
planta alta (dormitorios y sala de estar), ambas comunicadas por una escalera caracol
interna (conf. descripción del inmueble y tasación de fs. 254/8, 379/80, 398, 420), de lo
que resulta su insusceptible divisibilidad material (fs. 420, conf. arts. 384, 456 y 474,
C.P.C.C.).
Y finalmente, pues lo sostenido por la alzada -aún si la vivienda pudiera ser funcionalmente
escindible- importaría otorgar al coheredero en uso y goce del bien común su sola autoridad
para forzar una partición provisional del acervo hereditario entre los comuneros con
Silvina Guevara
UNIDAD 7
PROCESO SUCESORIO
El proceso sucesorio es el ámbito donde se materializan —en lo posible— las transmisiones
de las relaciones jurídicas del causante, mutando el elemento subjetivo de ellas: las relaciones
jurídicas cuya titularidad correspondían al causante pasan a aquellos llamados por la ley o el
testador a recibir la herencia.
De este modo, el proceso sucesorio constituye, fundamentalmente, el medio realizador del
derecho hereditario, siendo un proceso judicial cuyo fin es asegurar que la transmisión o
adquisición hereditaria se opere a la persona o personas cuya vocación resulta de la ley o del
testamento válido.
Se trata de un proceso que integra el elenco de los denominados “de jurisdicción
voluntaria”, y por ello se encuentra direccionado a la determinación objetiva de los sucesores, los
bienes que integran la herencia, y el modo de partirlos.
Este proceso tiene como características:
Judicial: Esta tramitación judicial es necesaria porque la determinación de los herederos
debe ser realizada por los jueces, ya sea en la declaratoria de herederos o mediante la
aprobación formal del testamento. Es necesaria también la intervención judicial para que se
pueda proceder a inscribir los bienes registrables a nombre de cada uno de los herederos.
Voluntario: Se trata de un proceso voluntario por cuanto la función jurisdiccional se limita
a constatar la existencia de herederos, ya sean éstos llamados por la ley o por la voluntad del
causante instrumentada en un testamento válido. No obstante pueden suscitarse
controversias que deberán dilucidarse mediante expedientes por separado.
Universal: Dentro del proceso sucesorio tienen que quedar incluidos todos los bienes que
sean objeto de la transmisión por causa de muerte y de allí es que sólo puede haber un juicio
sucesorio de la persona fallecida y si se hubieran iniciado más de uno, deberán acumularse
siguiendo las reglas que resultan de las normas procesales.
ARTÍCULO 2335.- Objeto.
El proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los sucesores, determinar el contenido de
la herencia, cobrar los créditos, pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los
bienes.
Queda así delimitado el objeto, y entonces, el proceso sucesorio no debe ser considerado
como un espacio de gran concentración de pleitos y procesos tendientes a dilucidar toda
Silvina Guevara
controversia en que el causante o sus herederos aparezcan involucrados, ya que se resolverán solo
las que resulten pertinentes.
ARTÍCULO 2336.- Competencia.
La competencia para entender en el juicio sucesorio corresponde al juez del último
domicilio del causante, sin perjuicio de lo dispuesto en la Sección 9ª, Capítulo 3, Título IV del
Libro Sexto.
El mismo juez conoce de las acciones de petición de herencia, nulidad de testamento, de los
demás litigios que tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de la herencia, de la
ejecución de las disposiciones testamentarias, del mantenimiento de la indivisión, de las
operaciones de partición, de la garantía de los lotes entre los copartícipes y de la reforma y nulidad
de la partición.
Si el causante deja sólo un heredero, las acciones personales de los acreedores del causante
pueden dirigirse, a su opción, ante el juez del último domicilio del causante o ante el que
corresponde al domicilio del heredero único.
EL DOMICILIO: la determinación del último domicilio del causante se relaciona con el lugar de su
residencia habitual o el del ejercicio de su actividad profesional, es decir, el domicilio que servirá
para determinar la competencia territorial del juicio sucesorio es el del lugar donde residía con
ánimo de permanecer allí.
PRUEBA DEL DOMICILIO: no existen reglas específicas en materia de prueba del domicilio de
las personas, y cualquier medio de prueba puede ser utilizado para acreditar los recaudos
legalmente exigidos. Solo en supuestos dudosos sobre el último domicilio del causante, habrá
que diligenciar la prueba pertinente a los fines de la determinación del último domicilio que fija la
competencia sucesoria.
PRÓRROGA TERRITORIAL DE LA COMPETENCIA: (Art. 2 CPCCPBA): “Prórroga expresa o
tácita. La prórroga se operará si surgiere de convenio escrito mediante el cual los interesados
manifiesten explícitamente su decisión de someterse a la competencia del juez a quien acuden.
Asimismo, para el actor, por el hecho de entablar la demanda; y respecto del demandado, cuando
la contestare, dejare de hacerlo u opusiere excepciones previas sin articular la declinatoria.”
LA SUCESIÓN INTERNACIONAL: son competentes para entender en la sucesión por causa de
muerte, los jueces del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los bienes
inmuebles en el país respecto de estos.
En el caso de que dentro del acervo hereditario existieran bienes inmuebles que estuvieran
situados en otro país, el juicio sucesorio que deberá ser realizado para perfeccionar su
transmisión tendrá que ser planteado ante el juez que corresponda al lugar donde se encuentren
dichos bienes. Esto significa que si el causante fallece en el extranjero y quedan bienes
inmuebles en la República Argentina, la competencia para la transmisión de estos últimos será la
de nuestro país.
Jurisdicción: (Art. 2643) “Son competentes para entender en la sucesión por causa de muerte,
los jueces del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los bienes inmuebles
en el país respecto de éstos.”
FUERO DE ATRACCIÓN DE LAS CUESTIONES CONEXAS: el mismo juez del último domicilio
del causante debe conocer acerca de las acciones de petición de herencia, nulidad de
testamento, de los demás litigios que tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de
la herencia, de la ejecución de las disposiciones testamentarias, del mantenimiento de la
indivisión, de las operaciones de partición, de la garantía de los lotes entre los copartícipes y de la
reforma y nulidad de la partición. El fundamento del fuero de atracción de las cuestiones conexas
al proceso sucesorio obedece a razones de orden jurídico, economía procesal y seguridad
jurídica.
EL CASO DEL HEREDERO ÚNICO: si el causante deja solo un heredero, las acciones
personales de los acreedores del causante pueden dirigirse, a su opción, ante el juez del último
domicilio del causante o ante el que corresponde al domicilio del heredero único.
I. DERECHO APLICABLE
Silvina Guevara
(Art. 2644): "La sucesión por causa de muerte se rige por el derecho del domicilio del causante al
tiempo de su fallecimiento. Respecto de los bienes inmuebles situados en el país, se aplica el
derecho argentino”.
Como consecuencia de esta disposición, el último domicilio del causante también determina el
derecho aplicable para la transmisión hereditaria, en forma coincidente con la competencia
territorial para tramitar el juicio sucesorio.
Existen dos sistemas para determinar el derecho aplicable a la transmisión hereditaria:
1) el de unidad de ley: se regirá por una única ley, ya que se trata de la transmisión de la
herencia que es una universalidad sin tomar en cuenta los bienes que la componen. Esta
ley única puede ser la del último domicilio del causante o la de su nacionalidad.
2) el de pluralidad de leyes: establece que se aplicarán las leyes locales de los lugares
donde se encuentren situados los bienes, sin que tenga trascendencia si se trata de bienes
muebles o inmuebles.
Hay en principio un sistema de unidad que corresponde al derecho del último domicilio del
causante. Cuando ese domicilio hubiera estado en el extranjero será esa ley la que regirá la
transmisión hereditaria de todos los bienes que se encuentren fuera del país y también sobre los
bienes muebles registrables que carecen de situación permanente aunque estén en la República
Argentina. Pero respecto de los bienes inmuebles situados en el país se aplica el derecho
argentino.
FORMA: (Art. 2645): “El testamento otorgado en el extranjero es válido en la República según las
formas exigidas por la ley del lugar de su otorgamiento, por la ley del domicilio, de la residencia
habitual, o de la nacionalidad del testador al momento de testar o por las formas legales
argentinas.”.
La norma de derecho internacional permite la forma testamentaria si responde a:
a) formas exigidas por la ley del lugar de su otorgamiento;
b) por la ley del domicilio, de la residencia habitual, o de la nacionalidad del testador al
momento de testar; o
c) por las formas legales argentinas.
LEGITIMACIÓN PARA PROMOVER LA SUCESIÓN Y PARA INTERVENIR EN SU
TRAMITACIÓN
LEGITIMADOS:
1. Herederos
2. Acreedores
3. Legatarios
4. Albaceas
5. Cesionarios
6. Cónsules extranjeros
7. Ministerio Público
8. Tutores ad litem
9. Organismo fiscal
10. Defensor de ausentes
ese tipo que se tramiten en su territorio, a los efectos de la certificación sobre la existencia de
cualquier otro juicio similar con relación al mismo causante.
Una vez justificado el fallecimiento, se debe notificar a los herederos denunciados en el
expediente y disponer la citación de los herederos, acreedores y de todos los que se consideren
con derecho a los bienes dejados por el causante, por medio de edicto publicado por un día en el
diario de publicaciones oficiales, para que lo acrediten dentro de los treinta días.
La publicación de edictos se reduce a un día, y solamente en el diario de publicaciones oficiales.
Alcance y efectos: La declaratoria de herederos solo puede dictarse a favor de quienes se
hayan presentado oportunamente en el proceso acreditando adecuadamente el vínculo y la
consecuente vocación hereditaria o, en su defecto, hayan sido reconocidos, debiendo por lo tanto
excluirse a aquellos que en ningún momento expresaron su voluntad de ser considerados como
herederos, ya que los jueces no pueden suplir de oficio la inactividad de los interesados.
En tanto el juez se limita a verificar formalmente la calidad hereditaria, la resolución no causa
estado ni adquiere eficacia de cosa juzgada, pues no configura una sentencia que ponga fin a una
controversia entre partes, razón por la cual no descarta la posibilidad de que, con posterioridad a
su dictado, se incluyan nuevos herederos o se excluyan los que ella menciona.
INVENTARIO Y AVALÚO
INVENTARIO: (Art. 2341): “El inventario debe hacerse con citación de los herederos, acreedores
y legatarios cuyo domicilio sea conocido.
El inventario debe ser realizado en un plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios
hayan intimado judicialmente a los herederos a su realización.”
Concepto: Las operaciones de inventario son aquellas tendientes a la determinación precisa de la
composición del patrimonio del causante, en su faz activa y en su faz pasiva.
DENUNCIA DE BIENES: (Art. 2342): “Por la voluntad unánime de los copropietarios de la masa
indivisa, el inventario puede ser sustituido por la denuncia de bienes, excepto que el inventario
haya sido pedido por acreedores o lo imponga otra disposición de la ley.”
Habrá denuncia de bienes cuando exista acuerdo unánime de los copropietarios indivisos; y no
podrá efectuarse la denuncia de bienes cuando existen copartícipes incapaces, con capacidad
restringida o ausentes, o si los terceros con interés legítimo se oponen, debiendo en estos últimos
casos procederse a la realización del inventario.
AVALÚO: (Art. 2343): “La valuación debe hacerse por quien designen los copropietarios de la
masa indivisa, si están de acuerdo y son todos plenamente capaces o, en caso contrario, por
quien designa el juez, de acuerdo a la ley local. El valor de los bienes se debe fijar a la época más
próxima posible al acto de partición.”
El avalúo constituye la diligencia complementaria a la operación de realización del inventario,
mediante la cual se determina el valor de cada uno de los bienes que lo componen.
El avalúo implica atribuir un valor económico a ese activo y a ese pasivo que el inventario ha
consignado o descripto, a los fines de la conformación de las hijuelas, que harán tangible el fin de
la indivisión y la adjudicación en especie, en cabeza de cada sucesor o heredero, de lo
transmitido a título individual.
IMPUGNACIONES: (Art. 2344): “Los copropietarios de la masa indivisa, los acreedores y
legatarios pueden impugnar total o parcialmente el inventario y el avalúo o la denuncia de bienes.
Si se demuestra que no es conforme al valor de los bienes, se ordena la retasa total o parcial de
éstos.”
Cuestiones:
1) ¿Es arreglada a derecho la resolución apelada?
2) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Fundamentos: el título del donatario solo se perfeccionará cuando venza el plazo de prescripción
de las acciones con las que cuente el heredero en protección de su legítima. En este caso, los
donatarios no son herederos del donante, de modo que al limitar sus agravios a la petición de
apertura de la sucesión del causante, su acción tiende a clarificar la inexistencia de herederos
forzosos legitimados para interponer acciones de reducción y complemento de la legítima.
La donación es siempre un título imperfecto de dominio. La registración inmobiliaria de la
declaratoria de herederos tiene por efecto la convalidación perfeccionante del título. En sus
finalidades no se cuenta la del perfeccionamiento de aquellos títulos que por derivar de una
donación son imperfectos.
Para nuestro ordenamiento es el donatario quien asume todos los riesgos que implica un contrato
a título gratuito.
Sentencia: se confirma la sentencia apelada por la cual se niega la apertura del sucesorio. No se
efectúa imposición de costas ante la falta de contradictor.
CASO 2: “MOLINARI, Horacio E. s/ Sucesión”
Tema relacionado: legitimación activa de acreedores para promover proceso sucesorio
Hechos: la acreedora del causante inició el juicio sucesorio de aquel y cito judicialmente a los
herederos. La heredera apeló la sentencia del a quo que tuvo por legitimada a la acreedora
alegando el incumplimiento de los requisitos. La Cámara confirmó el decisorio.
La jueza de primera instancia consideró que la señora Echenique tiene legitimación para el inicio
del sucesorio y que dado la presentación de la señora Croft ha cesado la intervención de la
señora Echenique.
La recurrente se agravia en que se haya reconocido legitimidad a Echenique para promover el
sucesorio. Alega que, habiéndose presentado en calidad de acreedora del causante, no probó
esa calidad y además efectuó la presentación antes de los 4 meses desde el fallecimiento del
causante.
La señora Echenique inició el juicio sucesorio de Horacio Molinari (de quien se divorció en el año
1997). Invocó razones de “urgencia y necesidad” y manifestó estar legitimada para iniciar el
presente proceso por ser acreedora del causante ya que éste se habría obligado a darle una
renta mensual luego del divorcio y sería beneficiaria de un seguro de vida.
Cuestión: ¿Es justa la resolución apelada?
Fundamentos: los acreedores del causante que sean titulares de un crédito legítimo están
legitimados para iniciar el juicio sucesorio del mismo. Para su presentación deben:
a) Demostrar su calidad de acreedor
b) Haber intimado a los herederos a iniciar el juicio sucesorio
A su vez, los terceros interesados pueden exigir que el heredero acepte o repudie la herencia en
un término que no pase de 30 días. Esto sucedió en el caso por lo tanto nada puede reprocharse
sobre el punto.
En cuanto al plazo de 4 meses, la ley deja al juez la posibilidad que lo amplíe o lo reduzca cuando
las circunstancias del caso lo aconsejen. La sentenciante, consideró que la señora Echenique
está legitimada para iniciar el sucesorio. Consideró que el tiempo transcurrido desde el
fallecimiento del causante (dos meses), sumado a las razones de necesidad y urgencia
denunciadas por la accionante, llevan al convencimiento de que el sucesorio ha sido iniciado sin
violar precepto alguno.
Sentencia: se confirma la resolución apelada con costas a la vencida.
CASO 3: “MARTÍNEZ DE RODRÍGUEZ Nieves Elvira s/ Sucesión Ab Intestato”
Tema relacionado: Acumulación de procesos sucesorios del mismo carácter.
Hechos: los señores Alberto Rodríguez y Manuel Rodríguez Martínez, recurren la resolución en
virtud de la cual el juez de primera instancia se declara incompetente para entender en este caso,
ordenando su remisión a otro juzgado dada la radicación de un expediente sucesorio.
Silvina Guevara
Los recurrentes denuncian con sorpresa la existencia de un juicio similar ante el juzgado de
Moreno iniciado por el padre de los recurrentes y en el que no existe denuncia del nacimiento de
los hijos con evidente fraude en perjuicio de éstos.
Cuestiones:
1) ¿Es justa la sentencia apelada?
2) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Fundamentos: el tema principal es el de la competencia del Juez de esta jurisdicción para seguir
interviniendo en este expediente, o la remisión de las actuaciones al Juzgado de Moreno, donde
tramita la otra sucesión
No sólo se ha violado la regla del último domicilio del causante, sino que se ha obviado la
conformidad necesaria de los restantes “presuntos herederos” que se trata de los propios hijos.
A su vez, la prórroga de jurisdicción respecto de los juicios sucesorios, es procedente en a
medida que exista conformidad de todos los herederos, y ese pacto de prórroga de jurisdicción no
resulta aquí acreditado.
La declaratoria de herederos dictada por el juzgado de Moreno declara como heredero al cónyuge
Manuel Rodríguez Chacón, mencionándose que de la unión con la causante no hubo
descendencia.
Lo primero que se debe analizar en caso de coexistencia de dos sucesorios del mismo carácter
es el grado de avance procesal de cada uno y los trámites útiles realizados. En caso de que
ambos procesos tengan un avance similar, la preferencia deberá acordarse al que se inició
primero.
Se vota la primera cuestión por la negativa.
Sentencia: se resuelve revocar la declaración de incompetencia debiendo el Juez del Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil y Comercial de esta jurisdicción continuar con la tramitación de las
presentes actuaciones.
CASO 4: “PÉREZ, CARLOS s/ Sucesión”
Tema relacionado:
Hechos: contra la resolución deduce el peticionante recurso de apelación, limitando su recurso a
la imposición de las costas derivadas de su pedido de declaración de legitimo abono a su cargo.
Cuestiones:
1) ¿Se ajusta a derecho la resolución apelada?
2) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Fundamentos: el pedido que formula un acreedor para que se declare su crédito contra el
causante como de legítimo abono y que se le abone de inmediato no tiene mas valla que la
voluntad de los herederos, que pueden aceptarlo o no.
Las costas en tal tipo de incidente cabe imponerlas en el orden causado cuando media
disconformidad de algún heredero con la petición del acreedor.
En este caso, el pedido de la declaración de legitimo abono fue desestimado como consecuencia
de la manifestación contraria formulada por el heredero debiéndose imponer las costas deri vadas
de la cuestión.
Sentencia: corresponde revocar la resolución apelada y en consecuencia imponer las costas
devengadas con motivo de la petición de legitimo abono formulada en el orden causado.
CASO 6: “NARDI, Juan Carlos s/ Sucesión”
Tema relacionado: competencia. Sucesiones internacionales
Hechos: interponen recurso la cónyuge e hija del causante invocando la situación del inmueble
relicto, respecto de la declaración de incompetencia decidida sobre la base de que el domicilio al
fallecimiento del causante estaba en Brasil.
Fundamentos: son competentes para entender en la sucesión por causa de muerte los jueces
del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los bienes inmuebles en el país
respecto de éstos.
Habiendo en la Argentina bienes relictos, aunque no hubiese habido en ella el último domicilio del
causante ni tampoco hubiere en la República el domicilio del único heredero, se da jurisdicción
internacional argentina.
Silvina Guevara
La jurisdicción internacional del juez del ultimo domicilio del causante no puede concebirse como
exclusiva y excluyente de toda otra. Según las normas de jurisdicción internacional relativas a
procesos sucesorios establecen que se deberán abrir tantos foros sucesorios cuantos lugares de
radicación de bienes hereditarios existan.
Sentencia: se decide revocar la incompetencia decidida y ordenar la apertura del sucesorio.
CASO 7: “GRASSI, Juan Cesar s/ Sucesión Ab Intestato”
Tema relacionado: Competencia. Sucesiones internacionales
Hechos: el juez de primera instancia rechaza la apertura del proceso sucesorio del Sr. Cesar
Grassi en virtud de que el mismo residía en Brasil.
La apelante centra sus agravios en el hecho de que el último domicilio del causante se sitúa en la
ciudad de Tandil, encontrándose al momento de su fallecimiento en Brasil de visita en el domicilio
de su hija. Agrega que aun en el supuesto de que se considerase dicho domicilio el que resulta
del certificado de defunción, igualmente sería competente el a quo por existir bienes relictos en
nuestro país.
Fundamentos: este Tribunal puede corroborar que efectivamente el causante es heredero de
quien figura como cotitular dominial, es así que ya no resulta gravitante en este caso el último
domicilio del causante, sino los bienes relictos dejados en la República, lo que determina que
resulte competente para entender el juez a quo.
Sentencia: se hace lugar al recurso de apelación y se revoca la resolución. Se devuelven los
autos a la instancia de origen para que continúe su trámite, sin costas.