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Principales enfoques psicológicos sobre

el trabajo humano
Prof. Mg Claudio Alonzo

Psicología del Trabajo


Cátedra II

Facultad de Psicología Universidad de


Buenos Aires
2022

Índice y contenidos

Introducción.........................................Pagina 3

El significado del Trabajo......................Pagina 4

La centralidad del trabajo.....................Pagina 6

Concepto de Trabajo.............................Pagina 8

1
La diferencia entre trabajo y empleo…Pagina 11

Los aportes de la Psicología..................Pagina 12

El trabajo en la Argentina.....................Pagina 16

Las categorías de análisis


del trabajo humano..............................Pagina 17

El trabajo como
categoría antropológica........................Pagina 17

El trabajo como
categoría económica.............................Pagina 19

El trabajo como
categoría histórica................................Pagina 21

El trabajo como categoría social...........Pagina 23

El trabajo como
categoría psicológica............................Pagina 24

Introducción

Casi con seguridad hemos escuchado desde pequeños, frases como estas:

• Maldita sea la tierra por tu culpa, con fatiga sacaras de ella tu sustento
todos los días de tu vida.... ganaras el pan con el sudor de tu frente.

• El trabajo es la ocupación cotidiana a la que el hombre por necesidad está


condenado, y a la que debe su salud, su subsistencia, su serenidad, su buen
juicio y quizás su virtud

• El trabajo significa perder la vida, ganándosela

• Salud mental es la capacidad de amar y trabajar

• El que no quiera trabajar que no coma

2
• Trabajas, te cansas, ¿qué ganas?

• En la Argentina, los trabajadores, de casa al trabajo y del trabajo a casa

• Barriga llena aguanta trabajo

• El trabajo y la economía son la mejor lotería

• Vale mas una hora de trato, que cien años de trabajo

• Andas buscando trabajo y rogándole a dios no encontrar

• Si el ocio te causa tedio, el trabajo es buen remedio

• Si el trabajo es salud, viva la enfermedad

• El trabajo es de los mas divertido, podríamos pasar horas observándolo

Estos dichos generados por el saber popular expresan las distintas


representaciones que, a través de la historia definieron cual es el significado
que las personas le otorgamos al trabajo. Algunos refranes expresan desdén,
otros reconocimiento, algunos veneración, son seguramente el emergente de
un conjunto de estados de animo referidos a la relación compleja entre el
hombre y el trabajo, relación que ha intentado ser explicada desde distintas
perspectivas. En este trabajo me propongo desarrollar las características más
sobresalientes, de varios enfoques, entre ellos el psicológico.

El significado del trabajo

La importancia que tiene el trabajo en la vida de las personas es un dato objetiv o .


El lugar que ocupa durante casi todo nuestro desarrollo es indiscutible, y es casi
incuestionable aceptar que, en la mayoría de las sociedades humanas en estos
tiempos, el trabajo representa aproximadamente el 70% de nuestra vida útil.
Quizás muchos se sientan sorprendidos al leer estas afirmaciones, más cuando la
curiosidad los lleve a pensar a que aspectos de la vida le dedicamos el 30%
restante. En algunos casos las personas utilizamos entre 40 y 50 años de nuestras
vidas trabajando, a razón de 5 o 6 días por semana, utilizando para ello entre 6 y
10 hs por día en promedio

El trabajo ha representado desde siempre, un fenómeno trascendental en la vida


de las personas y en el desarrollo de las sociedades humanas. Durante siglos
ocupó un lugar destacado en el mundo de las ideas y de las ciencias, poniendo de
relieve la profunda significación que ha tenido en las distintas épocas de la historia

3
humana. Aún hoy, a pesar de las múltiples revisiones que intentan reformular su
significado, el trabajo se erige como una de las actividades fundamentales del ser
humano.

Tal como puntualiza Jeremy Rifkin en su libro “El fin del trabajo” 1, “desde el
principio de los tiempos, las civilizaciones han quedado estructuradas, en gran
parte, alrededor del concepto de trabajo.
Desde el hombre cazador y recolector del paleolítico y el agricultor sedentario del
Neolítico, hasta el artesano del medioevo y el trabajador de cadena de producció n
de nuestros tiempos, el trabajo ha sido una parte esencial e integral de nuestra
existencia cotidiana”

Durante mucho tiempo distintos enfoques intentaron explicar la práctica del


trabajo desde una concepción económica, jurídica y política. No significa que esto s
abordajes sean equivocados, pero siempre tuvieron un sesgo, que los hizo
insuficientes para comprender aquella parte de la realidad en la cual las personas
ponemos en relieve nuestros sueños, esperanzas, ilusiones, pasiones, enojos,
displaceres, insatisfacciones, alegrías, tristezas, ansiedad, angustia y tantas otras
emociones, que son propias del monto de energía física, pero sobre todo mental,
que las personas invertimos en situaciones de trabajo

Distintas corrientes de pensamiento sostienen todavía que el trabajo es una


actividad facilitadora de la integración social y que constituye una de las formas
principales del vínculo social, además de representar una de las modalidades
privilegiadas del aprendizaje en sociedad. Otros enfoques más audaces, reservan
para el trabajo, sobre todo el desarrollado en organizaciones empresariales, un
lugar protagónico en la construcción de socialización y en la formación de las
identidades individual y colectiva.

La notoria complejidad de la naturaleza del trabajo fue objeto, de análisis,


investigaciones y estudios rigurosos por ciencias como la economía, la política, la
filosofía, la sociología, la educación, la antropología y más recientemente por la
psicología.

A pesar de los esfuerzos de las ciencias sociales de pensar el trabajo desde una
perspectiva humanística, prevalecieron durante mucho tiempo, casi de manera
hegemónica, los enfoques económico - tecnocráticos, mercantilistas y racional-
instrumentales, teniendo en el empleo el más fiel exponente de un modelo
representativo de un contrato que reflejaba una transacción: salario por tiempo y
fuerza de trabajo. A partir de este modelo, las personas tienen en el trabajo el
principal medio para cubrir sus necesidades de subsistencia y para las

1
Rifkin, Jeremy. El fin del trabajo – Ed. Paidos

4
organizaciones laborales el recurso privilegiado para la creación y acumulación de
riqueza.

Estos enfoques fueron aislando y recortando con mayor énfasis el hecho


esencial del trabajo: que representa un proceso esencialmente humano, individual
y colectivo. Y con profundas implicancias para la vida social y la psicología de las
personas. Fue recién promediando el siglo XX que comienza a transformarse esta
representación sobre el trabajo, aunque la percepción del trabajo como un factor
de producción y como una relación contributiva en virtud de la cual quedan
vinculados el individuo y la sociedad, tiene todavía una notoria vigencia,
observándose todavía en muchos procesos de trabajo y en ciertos estilos
organizacionales la tendencia a concebir al trabajo como algo mecánico y
abstracto, sin que su naturaleza intrínseca sea todavía ponderada.

Desde el punto de vista productivo, podemos concebirlo como la actividad


humana por excelencia, una practica a través de la cual las personas contribuyen a
la construcción y transformación del mundo en el que vivimos, y que además
procura la supervivencia de los grupos humanos por su capacidad generativa.

La centralidad del trabajo

Aquello que se discute hoy con cierta preocupación es el grado de


centralidad que el trabajo tiene para la vida de las personas, que lugar ocupa en la
dimensión humana y colectiva, y como el riesgo tangible es que se constituya en el
hecho humano individual y social total, la actividad que puede regular enteramente
nuestras relaciones, que encauza nuestros vínculos, estructura nuestro tiempo y
espacio, además de llevarse la mayor parte de nuestras energías físicas y
psicologicas. Estas consideraciones entrañan reflexiones profundas acerca del
carácter político del trabajo y de la incuestionable afirmación que explica que tiene
un rol fundamental en el sostén de nuestro orden social. En una dimensión un
tanto más pragmático, la discusión sobre el grado de centralidad del trabajo, se
refleja hoy en la preocupación sobre el equilibrio precario entre la vida personal y
la vida laboral

Distintos enfoques expresados por corrientes científicas significativas como el


marxismo y el psicoanálisis reforzaron desde sus postulados la idea de centralidad
del trabajo.

Carlos Marx sostenía desde una impronta hegeliana: “el trabajo es la esencia del
hombre, porque la historia demuestra que el hombre se ha convertido en lo que es
gracias al trabajo, la historia llamada universal, no es otra cosa que la generación
del hombre mediante el trabajo humano no es otra cosa que el devenir de la
naturaleza en beneficio del hombre. El hombre solo puede existir trabajando,
creando artificio, sustituyendo lo natural por sus propias ob ras”.

5
En tiempos más recientes, Christophe Dejours sostenía: “la identidad no puede
construirse solamente desde el ámbito privado, el ámbito del amor por si solo es
insuficiente. Ningún ser puede empeñar el desarrollo de su identidad
exclusivamente en el ámbito de la economía erótica, porque esto significaría
ubicarse en una situación extremadamente arriesgada. Todos buscamos, por
tanto, sustituciones que nos permitan conseguir lo que no pudo obtenerse en el
ámbito del amor, procurándolo en otro campo por medio de un desplazamiento
que la teoría denomina sublimación, y que se expresa en una actividad
socialmente tolerada y valorada, como el trabajo”, refuerzan con creces la
importancia y el grado de centralidad adjudicado al trabajo.

Desde el punto de vista psicosocial, reúne múltiples significados asociados a los


más diversos estados psíquicos y emocionales. Manifestaciones psicoemocionales
como la ansiedad, el placer, el malestar, la satisfacción, la depresión, pueden
objetivarse en el vinculo entre las personas y la practica del trabajo.

Desde otra óptica, también puede ser considerado como promotor de la


satisfacción de necesidades psicosociales, como la pertenencia, la identidad
individual y social, la autodeterminación, la ubicación en lo social, la construcción
de vínculos y el desarrollo humano en general.

Desde un enfoque estrictamente psicológico y tomando como referencia los


estudios de José María Peiró (Universidad de Stanford), el trabajo puede
concebirse desde cuatro perspectivas básicas:

a. El trabajo como actividad: aspectos conductuales del hecho de trabajar


b. El trabajo como situación o contexto: aspectos físico -ambientales de un trabajo
c. El trabajo como significado: aspectos subjetivos del trabajo
d. El trabajo como fenómeno social: aspectos socialmente subjetivados del trabajo

Concepto de Trabajo

El trabajo representa un constructo complejo y multidimensional que esta


condicionado por las distintas percepciones individuales y sociales del mismo.
Siguiendo a José Maria Peiró 2, a menudo, nos referimos al trabajo como una
actividad o tarea (“estoy trabajando duro”), como una situación ocupacional (“he
encontrado un trabajo”), como ambiente o contexto físico (trabajo al aire libre,
puesto de trabajo), como una técnica o método de producción, (trabajo artesanal,
trabajo a destajo), como un significado subjetivo (“tengo derecho a trabajar”),
como una actitud o creencia (“es bueno trabajar”), como resultado (“he hecho un

2
Peiró, José María, Tratado de Psicología del Trabajo: la actividad laboral en su contexto, volumen 1 –
Editorial síntesis psicológica

6
buen trabajo”), como un valor (“el trabajo es lo mas importante en mi vida”),
como estructuración temporal (“es hora de trabajar”), como símbolo social y
cultural, (“posee un buen trabajo, los japoneses son muy trabajadores”), como
costo o esfuerzo (esto me llevó mucho trabajo”), como intercambio social y
económico (“vive de su trabajo”), como ético (“el trabajo redime”)

Apoyándonos en los aportes del mismo autor, el trabajo puede ser conceptualizado
como: “el conjunto de actividades humanas, retribuidas o no, de carácter
productivo y creativo, que, mediante el uso de técnicas, instrumentos, materias o
informaciones disponibles, permite obtener, producir o prestar ciertos bienes,
productos o servicios. En esta actividad las personas aportan energías, física y
psíquica, habilidades, conocimientos y otros diversos recursos, obteniendo a
cambio, algún tipo de compensación material, psicológica y/o social”.

Esta definición concibe al trabajo no solo como una actividad remunerada, sino
como una practica que permite obtener determinados resultados vinculados a un
conjunto de recompensas, que pueden ser intrínsecas o extrínsecas al propio
trabajo.

Resulta útil también complementar este concepto con el de “proceso de


trabajo”, es decir como se materializa la disposición u orientación al trabajo: Julio
Cesar Neffa lo define como la articulación entre el ejercicio de la fuerza de trabajo ,
o trabajo, que se aplica sobre los objetos de trabajo (materias primas, insumos
intermedios) apoyándose en los medios de trabajo ( herramientas, maquinas,
infraestructura, fuentes de energía ) para generar bienes y servicios que tengan un
valor de uso social.

Resulta útil también aproximarse al concepto de trabajo a partir de la investigació n


empírica, a través de distintas definiciones que las personas le dan al trabajo y el
significado que le otorgan, de esta manera los investigadores del proyecto MOW,
identifican cuatro categorías definitorias del trabajo:

a. Definición concreta del trabajo: las personas que conciben el trabajo de esta
manera resaltan los aspectos más tangibles y objetivos de la actividad
laboral, por lo tanto, una actividad es considerada trabajo si se hace en un
lugar de trabajo, si se hace en un horario determinado y si se recibe una
remuneración económica a cambio de dicha actividad. Es un concepto
ligado a la noción tradicional de empleo
b. Una definición social. En este caso las personas destacan los aspectos o
funciones de carácter social, tales como él hacerles sentirse miembros de
grupos o colectivos más amplios, o el de contribuir al desarrollo de la
sociedad, a través del trabajo

7
c. La definición del trabajo como carga. Desde esta perspectiva el trabajo es
percibido como una carga, en la medida en que implica el desarrollo de un
gran esfuerzo, físico y mental
d. Definición del trabajo como deber. Se destaca el carácter
obligatorio de dicha actividad

En una investigación realizada por Salanova, Peiró y Prieto 3, los autores señalan
once funciones positivas que puede proveer el trabajo a las personas:

1. La función integrativa o significativa: función ligada al trabajo como ámbito


de realización personal
2. El trabajo como promotor de status y prestigio social: relacionado con la
posición o rango social en el que se ubica una persona de acuerdo al
trabajo que tiene
3. El trabajo como fuente de identidad personal: las experiencias laborales
exitosas o frustrantes tienen un fuerte impacto sobre el desarrollo de la
identidad personal
4. Función económica: procurar supervivencia, acceso a bienes de consumo y
satisfacción de necesidades básicas
5. Fuente de obtención de oportunidades para la interacción y los contactos
sociales: actividad generadora de vínculos y lazos sociales
6. Estructura el tiempo: encuadra el tiempo en periodos temporales regulares
y predecibles, proveyendo un marco de referencia temporal útil para la vida
de las personas
7. Mantener a las personas bajo una actividad más o menos obligatoria. El
trabajo suministra un marco de referencia útil de actividad regular,
obligatoria y con propósito
8. Fuente de oportunidades para desarrollar habilidades y destrezas. Resulta
de particular importancia este aspecto por su relación con la motivación en
el trabajo. Se relaciona con la necesidad de autorrealización, explicitada por
Abraham Maslow en su modelo de jerarquías de necesidades.
9. La función de transmitir normas, creencias y expectativas sociales. Alude al
rol socializador del trabajo al facilitar la inserción de las personas en un
encuadre cultural de reglas compartidas
10. Proporciona poder y control. Se relaciona con la capacidad de administrar
personas, objetos, recursos, datos e información.
11. Función de comodidad. El trabajo puede permitir la obtención de buenas
condiciones físicas, seguridad y confort.

Es preciso también referir a los aspectos disfuncionales del trabajo, también


relevados por observación empírica, que se manifiestan en procesos productivos

3
Salanova, Peiró, Prieto (1993): el significado del trabajo y su medida, nau libres Valencia

8
de carácter repetitivos, monótonos, no proclives a la autonomía de las p erso nas y
negativos en cuanto a las condiciones y medio ambiente de trabajo.

La relación entre condiciones de trabajo y la presencia de enfermedades como el


burn out, el stress, y otros, constituyen hoy el foco de preocupación para las
intervenciones profesionales en psicología del trabajo.

La diferencia entre trabajo y empleo


Para entender las distintas formas que ha adoptado el trabajo humano, de acuerdo
con las corrientes científicas y políticas que influyeron sobre el mismo, es necesario
diferenciar las nociones de empleo y trabajo.

El empleo es un modelo de trabajo, surgido como resultado de la revolución


industrial, que se caracteriza por conformar un sistema de relación de
dependencia, asalariado y contractual. Una forma transaccional entre fuerza de
trabajo, tiempo y dinero, que se da en general en el marco de una organización
productiva que propone una relación contractual que define derechos y
obligaciones para ambas partes, definiendo entre otras cosas: salario, beneficios,
tareas, objetivos, procedimientos etc…

La crisis del sistema del empleo asalariado (el desequilibrio acentuado entre
ofertas laborales y demanda de trabajo) muestra que este enfoque no debe
colocar el trabajo asalariado como el único vector de la actividad social, ni la
empresa el único lugar de socialización

Esto supone recuperar el verdadero significado de trabajo, entendido como fuente


de autorrealización, del vínculo social y de subsistencia

La diferencia entre trabajo y empleo abre las puertas a entender la presencia de


“nuevas formas de trabajo”, que revelan hoy, realidades complejas:
microemprendimientos, sistemas de trueque, organizaciones virtuales, teletrabajo,
autoempleo, organizaciones productivas autogestionadas p or sus trabajadores,
modelos cooperativos, asociaciones de trabajo transitorias, modelos de equipos
autogestivos, trabajo en plataformas digitales.

Los aportes de la Psicología

A partir de precisar la importancia del trabajo y arribar a una


conceptualización de referencia, se hace necesario explicitar que aportes realiza la
psicología para el estudio, análisis e investigación del fenómeno del trabajo
humano, y que modelos de intervención profesional utiliza para operar en la
relación entre el hombre y el trabajo.

9
Desde aquí el aporte de la psicología del trabajo se hace indispensable ya
que incursiona en el campo del trabajo humano, una actividad en la que las
personas invierten casi el 70% de sus vidas útiles, y que además genera
repercusiones importantes en los ámbitos del ocio y de la vida familiar.

Resulta imprescindible para la formación profesional del psicólogo, contar con


marcos referenciales y modelos operativos que le permitan concebir intervenciones
profesionales sobre una actividad que está siendo fuertemente impactada por la
globalización: esto es, por la internacionalización de los intercambios económicos,
comerciales, culturales, sociales, políticos, tecnológicos, demográficos y climáticos.

También es importante destacar que, en la República Argentina, la psicología del


trabajo forma parte del conjunto de incumbencias profesionales encuadradas en la
ley del ejercicio profesional, y que, en los últimos años, se ha incrementado
notoriamente la cantidad de graduados en psicología que comienzan a participar
de acciones profesionales en el campo del trabajo, dentro y fuera de las
organizaciones laborales.

Son las nuevas concepciones del trabajo las que ameritan un graduado en
psicología que pueda realizar aportes profesionales en un campo de gravitación
fundamental para la vida humana.

Históricamente los cambios en los procesos de trabajo se produjeron en forma


drástica y generaron impactos profundos en los intercambios entre las personas,
tensiones entre los individuos y las organizaciones, y repercusiones de lo más
diversas en los distintos aspectos de la vida humana. Ya a partir de la revolución
industrial, a finales de los siglos 18 y durante todo el siglo 19, se asistió a un
proceso de rápida industrialización , con fuerte aumento de la producción, la
aparición de nuevos modelos de gestión organizacional, nuevas maquinas, nuevas
tecnologías, nuevas fuentes de energía, el abandono del trabajo en zonas rurales y
agrícolas, desplazándose en forma masiva, la mano de obra humana hacia las
grandes ciudades, donde se establecían las grandes empresas de producción
masiva, las fabricas, las industrias, las grandes burocracias administrativas y
políticas.

Esto determinó la aparición de nuevas necesidades, y la necesidad de


comprender nuevas realidades: la adaptación del hombre a la maquina y a las
nuevas formas de realizar el trabajo, lo que derivo en la necesidad de generar
desde la psicología modelos de abordaje frente a situaciones y problemas que
antes no existían

Un ejemplo de ello: como los trabajos que hasta el momento se realizab an


en forma individual o a veces en familia, comienzan a realizarse junto a otras
personas ajenas al círculo conocido de socialización primaria, con lo que las

10
relaciones interpersonales dentro y fuera del entorno laboral cobraron una
fisonomía impensada hasta ese momento.

Durante todo el siglo 20 la psicología del trabajo como rama de la psicología


que aplica los principios psicológicos al ámbito laboral incursionó en fenómenos
tales como: la relación entre la insatisfacción laboral y distintos cuadros de
deterioro físico, enfermedades fisiológicas y psicológicas, trastornos psicosomáticos
de diferente índole. El estudio del impacto de condiciones y medio ambientes de
trabajo nocivos y alienantes para el trabajador, y su impacto sobre la productividad
individual y organizacional, formo parte también de los campos de intervenció n de
la psicología del trabajo. Incluso problemas como la falta de ajuste o
correspondencia entre las capacidades y requerimientos acerca de la tarea, el
campo de la motivación, los intereses y valores del trabajador o emergentes co mo
el ausentismo laboral, el incremento de las tasas de accidentes, el estrés laboral y
enfermedades mas sofisticadas como el burn out, también formaron parte de los
distintos frentes de intervención profesional.

Desde otra perspectiva, mas vinculada a la gestión de los recursos humanos en las
organizaciones y a los estudios de comportamiento organizacional, la psicología del
trabajo ha producido valiosos aportes a los procesos de búsqueda y selección de
personal, capacitación laboral, desarrollo de recursos humanos, gestión del
rendimiento, evaluación de potencial y desempeño, diseño de sistemas de puesto s
y planes de carrera, procesos de desvinculación laboral, desde una franca
orientación profesional que intenta contribuir al desarrollo y bienestar personal,
como así también al crecimiento de las organizaciones de trabajo, con un fuerte
protagonismo en el fortalecimiento de los sistemas económico-productivos de las
sociedades humanas.

En el transcurso del siglo 21 en tanto, los desafíos de la psicología del


trabajo se dirigen a generar nuevos modelos de intervención frente a una segunda
ola de cambios y transformaciones que impactan sobre el mundo laboral:

1. Las transformaciones de los puestos de trabajo y de las formas de organizar


el trabajo que tienen clara incidencia sobre la estructura ocupacional del
mercado laboral. La influencia de la tecnología digital y la automatización de
procesos genera un impacto sobre las capacidades requeridas.
2. Los cambios en las ofertas laborales de los diferentes sectores (primario,
secundario, terciario) y en la propia estructura ocupacional
3. La aparición de una nueva revolución tecnológica que modifica
sustancialmente las formas de producción y los modelos de gestión
asociados.
4. El impacto de las transformaciones tecnológicas sobre las organizaciones
laborales, sus culturas, sus estructuras.

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5. Los cambios jurídico-legales que regulan la actividad laboral, la precarización
del trabajo.
6. la globalización de mercados y los cambios macroeconómicos que inciden
sobre las formas de realizar el trabajo
7. La crisis del régimen de acumulación, las tendencias a la descentralización,
desconcentración, miniaturización, fusión y subcontratación de empresas, el
proceso de migraciones rural-urbano, hechos que han generado condiciones
para incrementar las actividades informales, el trabajo por cuenta propia, las
actividades no registradas, las microempresas, formas de trabajo autó no mo
y unipersonal, y distintas variantes de trabajo no asalariado
8. La propia forma de concebir el trabajo por parte de la sociedad y de la
cultura occidental, y las transformaciones sobre las personas, en tanto la
aparición de una nueva subjetividad con relación al trabajo, y cambios
profundos en las representaciones sociales, los valores y las estructuras de
significado asociadas al trabajo.
9. Una nueva relación entre lo humano y el trabajo a partir de la experiencia
vivida con la pandemia del COVID 19 y sus derivaciones políticas,
económicas, epidemiológicas y sociales: la aparición de formas de trabajo
hibridas, la profundización del teletrabajo en algunos rubros económicos, y la
flexibilización de los tiempos de las jornadas laborales son ejemplos del
impacto observado.

El Trabajo en la Argentina

Algunos datos de la realidad del trabajo en la Argentina:

- En el mes de octubre de 2022 se contabilizaron 10,085 millones de


personas con empleo asalariado registrado (incluyendo al sector privado , el
sector público y el trabajo en casas particulares) y 2,852 millones de
personas con trabajo independiente (monotributistas y autónomos) (Indec y
Ministerio de trabajo de la Nación)
-
- Del total de personas con ingresos (once millones), el 76,2 % son
asalariados, donde el sector servicios concentra el 27,3% del empleo, el
sector comercio el 23,8 %, la actividad industrial el 14,1 % y la actividad
bancaria y de seguros el 10,1 % (INDEC)
-
- El empleo en negro en la argentina asciende a un 39 % de los asalariados
(tercer trimestre del 2022). Se trata de trabajadores que no cuentan con
aportes jubilatorios, servicios de salud o cobertura de accidentes de trabajo,
y además no recibe beneficios como vacaciones, aguinaldo o indemnizació n
en casos de despido (Ministerio de Trabajo de la Nación)
-

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- En la argentina hay 18 millones de pobres (43% de la población) y 3
millones de indigentes (8,8% de la población) los que en su gran mayoría
están excluidos del sistema formal de trabajo (INDEC)
- El desempleo es de un 10,1 % de la población, siendo de esta proporción,
el 40 % correspondiente a desempleo juvenil. (estos datos son inciertos,
dada la poca rigurosidad en las mediciones que realiza el organismo
responsable de investigar las tasas de desocupación (INDEC – Laboratorio
de la deuda social UCA)
-
- En Argentina el 23% de los niños, niñas y adolescentes entre 13 y 17 años
trabaja. El trabajo infantil refleja la existencia de alrededor de 700.000
niños ocupados en actividades laborales (OIT – Unicef)
-
- En el segundo semestre del 2022 los rubros económicos que concentraron
mayor empleo fueron: Actividad industrial manufacturera (10,9%)
Construcción (9%) Comercio (18,2%) Hoteles y Restaurantes (4,1%)
Transporte y almacenamiento (7,6%) Servicios financieros (10,5%)
Administración pública ((8,2%) Enseñanza (8,2%) Servicios sociales y de
salud (6,5%) Servicio doméstico (7,6%) (Indec) Industria Tecnológica
(6,9%)
-
- El 23,5 de los trabajadores en la argentina, se desempeña como trabajador
por cuenta propia

Esta realidad se aleja mucho de una situación de prosperidad, y arroja datos de un


país aun alejado de una dimensión de desarrollo e igualdad de oportunidades.

El trabajo en la argentina tiene la fisonomía de las sucesivas crisis políticas y


económicas que azolaron el país, y agravadas a partir del 2020 con el declive
económico promovido por el aislamiento social y económico decidido para afro ntar
la pandemia de COVID.

No contribuye tampoco la falta de rigurosidad estadistica de los datos oficiales


sobre el desarrollo del trabajo en la Argentina, que tampoco permite tener una
comprensión mas precisa sobre la magnitud de la situación

La cara humana de esta realidad nos muestra un imperativo ético, que reside en
ocuparnos de la comprensión, el análisis y la elaboración de propuestas orientadas
a asistir, orientar, asesorar a la numerosa cantidad de personas con dificultades
para tener una vida laboral plena y productiva.

13
Las categorías de análisis del trabajo humano

El trabajo como categoría antropológica

Un conjunto importante de enfoques teóricos y distintas líneas de pensamiento


sostienen que el trabajo es una categoría antropológica, un aspecto invariable de
la naturaleza humana, reconocible en cualquier momento de la histo ria del
hombre, la actividad humana por antonomasia, uno de los aspectos centrales en la
vida de las personas, practica que favorece la realización personal y que se
constituye como el punto neurálgico y fundamento del vinculo social. El hombre se
constituiría en ser social a partir de su desarrollo en acciones de trabajo

Estos enfoques a pesar de señalar la función decisiva del trabajo no dejan de


poner de relieve las maneras específicas que el trabajo ha ido adquiriendo en
nuestras sociedades, así como también son críticos con las acciones políticas que
han estimulado esas formas de trabajar

El trabajo mercantilizado, el trabajo asalariado, el trabajo relacionado con el


consumo, el trabajo en su aspecto más instrumental y utilitario es el objeto de
posiciones criticas, que según Dominique Meda4, requeriría “pensar desde dos
lógicas de pensamiento y de acción: la primera que llamamos “lógica del empleo
asalariado”, la cual confunde trabajo y empleo y la segunda más innovadora que
es “la lógica de la actividad”. Esto según la autora, “nos conduce a desprendernos
del concepto estrecho de empleo para recuperar el verdadero significado del
trabajo, entendido como fuente de autorrealización, del vinculo social y de
subsistencia”

Estos enfoques que marcaron el pensamiento humano sostienen en definitiva que


el trabajo humano ha sido desplazado de su sentido fundante, que ha sido
desfigurado de su impronta fundamental, y que se hace necesario recobrar
aquellos medios por los que se pueda expresar plenamente., para devolverle al
trabajo su lugar de vector de la actividad social y de promotor privilegiado del
desarrollo personal

Las tres grandes corrientes del pensamiento del siglo XX, para las cuales el trabajo
es la actividad fundamental del ser humano, son el pensamiento cristiano, el
enfoque marxista y la corriente humanista

4
Meda, Dominique, el trabajo: un valor en peligro de extinción – Gedisa Editorial, Barcelona – España.
Primera Edición

14
Las principales premisas del pensamiento cristiano sugieren que: “el trabajo es
para el ser humano un medio necesario de su realización personal, el mundo en
que se encuentra inserto es para el hombre un mundo de tareas en el que ha de
obrar (...) El trabajo humano, es por tanto, la continuación terrenal de la creación
divina, pero también un deber social que cada uno ha de cumplir como mejor
pueda”5

La iglesia católica ya desde su encíclica social “la FERUM novarum” señalaba que
los ajustes estructurales de la economía mundial, suponen el resurgimiento y
primacía de un capitalismo liberal, salvajemente competitivo e insolidario,
atentando contra la razón de ser del trabajo. La Iglesia empezó oponiéndole desde
allí, a este sistema económico, la propuesta de una justa distribución de los bienes
-principalmente por medio de un salario justo-, aunque defendiendo, "como madre
común de ricos y pobres", la armonía y el equilibrio entre el capital y el trabajo y el
derecho natural a la propiedad privada.

Años después, en 1981, la encíclica "Laborem Exercens" llega a posiciones mucho


más radicales: desde la óptica de una "Iglesia de los pobres" -que defiende ahora
la prioridad del trabajo sobre el capital, solidarizándose con los movimientos de lo s
trabajadores-, proponiendo una planificación económica global que haga realidad
el derecho a la propiedad privada se subordine al derecho al uso común de los
bienes; en este contexto, se expone el proyecto de una socialización de los medio s
de producción, tal que promueva la personalización o subjetivización del trabajo
humano, transformando con justicia lo terrenal, y convirtiéndose así en anuncio y
anticipo del Reino de Dios

En tanto el pensamiento marxista, históricamente hasta nuestro día reivindica la


idea de centralidad del trabajo, como actividad constitutiva de la esencia del
hombre

El trabajo como categoría económica

El papel económico que el trabajo desempeña en la sociedad está especialmente


representado por su importancia como mecanismo regulador de la distribución de
bienes y oportunidades sociales. Procura la supervivencia de los grupos humanos,
por su capacidad generativa

Fue el liberalismo económico como corriente de pensamiento hegemónica, quien


concibió históricamente al trabajo como una actividad cuyos propósitos
fundamentales eran la producción de riqueza, abundancia, y prosperidad. En los
hechos esta visión se materializó para unos pocos, y el confinamiento de buena

5
H, Bartoli: Science économiqu et travail – Dalloz 1957

15
parte de la humanidad al subdesarrollo, tuvo en el liberalismo económico a la
fuente ideológica que lo justificó

Fue Adam Smith (exponente máximo del liberalismo económico) quien sostuvo que
la riqueza de una nación depende exclusivamente de dos factores: La destreza del
trabajo y la proporción entre el número de trabajadores útiles e inútiles. Esta
posición se constituyo en uno de los argumentos principales que dieron origen a
una concepción acerca del trabajo, en la cual las personas fueron estigmatizadas
como “una especie económica”. El homo economicus, un ser que solo está
dispuesto a trabajar, siempre y cuando se lo incentive con dinero.

Lo que fascinó a Smith es la facultad de que dispone el trabajo humano


adecuadamente organizado, para crear valor de manera exponencial. Es el medio
principal para hacer crecer la riqueza, es la fuerza humana y/o mecánica que
permite crear valor

Para las concepciones mecanicistas del siglo 16 y 17, el valor del trab ajo puede
entenderse como un proceso de desgaste físico, asociado a estados de cansancio y
sufrimiento, cuyo resultado observable es la transformación material de un objeto

Smith analizando la naturaleza de los intercambios económicos y comerciales,


sostuvo que solo el trabajo como actividad es la que permite el intercambio de
objetos, cualquier cosa es transformable y descomponible en trabajo, en unidades
de cansancio o desgaste físico.

Es interesante observar como estas concepciones fueron luego retomadas y


modernizadas por Frederick Taylor, el ideólogo de la corriente de la administració n
científica del trabajo, enfoque que influyó notoriamente en los modelos de
organización del trabajo, en el siglo XX.

El trabajo desde una perspectiva económica se define como una actividad que
representa un medio para obtener un fin, realizado para obtener algo a cambio,
constituyendo ese beneficio algo diferente a la actividad laboral misma. Marshall
por ejemplo define al trabajo como un esfuerzo de la mente y el cuerpo, realizado
parcial o totalmente, con el propósito de obtener algún beneficio, diferente a la
satisfacción que se deriva directamente del trabajo 6. Este enfoque responde a un
modelo de definiciones instrumentales sobre el trabajo, que hacen hincapié en el
aspecto material del trabajo, como generador de ingresos que las personas
obtenemos a cambio de esfuerzo físico y mental, una transacción entre fuerza de
trabajo, capacidades, tiempos y dinero, una actividad ligada a la producción de
bienes y servicios a cambio de remuneración, el tiempo por el cual una persona es

6
Marshall, G (1980) Presbiteries and profits: calvinism and the development of capitalism in Scotland –
Clarendon Press, Oxford

16
pagada. En definitiva, concebir el trabajo como una actividad que se considera
como tal, cuando es remunerada económicamente

El trabajo como categoría histórica

Se refiere a las distintas interpretaciones del trabajo que se han dado a lo largo de
la historia humana
A lo largo de la historia humana, el trabajo se ha representado tanto para el
individuo como para sociedades y culturas, de modo diferente.
Para Peiró, el trabajo en la sociedad actual está enraizado en las diferentes
representaciones que este ha tenido a lo largo de la historia. De esta manera, el
trabajo ha sido conceptualizado de formas diferentes, siendo estas congruentes
con las circunstancias históricas, filosóficas, políticas, culturales económicas y
psicosociales propias de cada cultura y época

Fundamentando esta posición, los investigadores del grupo MOW International


Research Team, afirman que el trabajo es un constructo dinámico, cuyo significado
se configura en un momento dado y no permanece inmutable en el tiempo, sino
que se está reformulando, modificándose o reafirmándose constantemente.
Sostienen también que este constructo se constituye a partir de la interacción de
variables personales y ambientales. Distintos cambios en el individuo, en su
ambiente y en la relación que mantienen, pueden precipitar modificaciones en el
significado del trabajo.

Como producto de esta investigación también se concluyó que el significado del


trabajo también puede variar en un mismo segmento histórico, en el que se puede
revelar diferencias entre naciones y grupos ocupacionales, en función de variables
como la edad, el género, la edad y otras características relevantes.

Por ello Peiró propone definir el significado del trabajo como “un conjunto de
creencias y valores hacia el trabajo, que los individuos y grupos sociales van
desarrollando antes y durante el proceso de socialización en el trabajo. Se trata
pues, de un conjunto de cogniciones flexibles y sujetas a cambios y
modificaciones, en función de las experiencias personales y los cambios en
aspectos situacionales o contextuales” 7

Para los habitantes de la antigua Grecia y del imperio romano, el ocio era una
práctica digna y que daba patente de ciudadanía, en tanto el trabajo era una
ocupación considerada innoble y propia de los esclavos. El trabajo como maldición,
como productor de deshonra y descrédito, es un legado de esos tiempos

7
Peiro, José María: Tratado de Psicología del trabajo, aspectos psicosociales del trabajo, volumen 2 – Síntesis
Psicologica

17
En tanto para la tradición judeo cristiana se siguen sosteniendo ideas originadas en
Grecia y Roma, pero agregando la creencia de que el trabajo puede ser al mismo
tiempo producto del pecado original y un vehículo de expiación.

El trabajo como categoría social

Consideraremos algunas de las dimensiones objetivas sobre el trabajo humano


explicitadas por Julio Neffa”8, referidas al sujeto que lo realiza, pero también al
resultado objetivo externo, su obra y el impacto sobre su entorno social.

1. el trabajo tiene una dimensión social, ya que está orientado hacia


otros, a producir algo exterior a la persona que lo ejecuta, de manera
que su finalidad es utilitaria. Las personas, a través del trabajo crean
bienes y servicios dotados de una utilidad social.
2. El trabajo es una actividad socialmente necesaria, ya que, en su
carácter de mediador entre la naturaleza y los seres humanos, al
transformar y dominarla, el trabajador es creador o transformador de
bienes y servicios necesarios para la supervivencia y reproducció n de
la especie humana
3. Es una actividad trascendente, pues los productos (las obras) tienen
una existencia objetiva propia y separada del productor, permanecen
mas allá de su vida, y le permiten superar los limites geográficos que
el espacio impone a la movilidad de las personas, trascender el
medio local y las fronteras geográficas.
4. Por medio del trabajo los seres humanos establecen una relación
particular de intermediación con la naturaleza
5. El trabajo provoca una movilización y la generación de un
compromiso subjetivo: el involucramiento, tanto en el nivel individual
como en el colectivo, requiere la coordinación y la cooperación
dentro del colectivo de trabajo.
6. el trabajo socializa a las personas y es fuente de inserción social.
Necesita y al mismo tiempo permite instaurar relaciones
interpersonales y construir un colectivo de trabajo, una entidad
nueva generada por los lazos e interrelaciones que crean una
solidaridad de hecho. El trabajo crea condiciones para que las
personas tomen contacto, de manera directa o indirecta, con el resto
de la sociedad, desbordando el ámbito estrecho de la familia y
adoptando la forma de una verdadera relación social. El trabajo se ha
convertido desde hace mucho tiempo en un instrumento privilegiado

8
Neffa, Julio C. “El trabajo Humano: contribuciones al estudio de un valor que permanece” .
Lumen/Humanitas

18
para la integración social, pues es creador de lazos y entramados
sociales

El trabajo como categoría psicológica


Actualmente el trabajo humano desde la perspectiva de la psicología se ubica
como:

a. una actividad que es fuente de autorrealización: promotor de


oportunidades para desarrollar habilidades y destrezas, potenciales y
actuales,
b. que estructura el tiempo organizando el ciclo vital de las personas
c. Una experiencia primaria promotora de socialización, favorecedor de
sentido de pertenencia, y moldeador de identidad
d. Una realidad subjetivada y subjetivante, facilitador del desplazamiento
sublimatorio de componentes libidinosos, narcisistas y agresivos, eróticos,
mediador privilegiado entre el inconciente del sujeto y el campo social,
e. de acuerdo con las condiciones: es forjador de autoestima y generador de
satisfacción, da sentido a la vida, es una fuente de trascendencia y
realización personal / generador de malestar y sufrimiento mental

Corrientes teóricas de la psicología más significativas sobre el trabajo


humano.

La psicodinámica del trabajo. El enfoque de Christophe Dejours

El análisis que Dejours realiza del acto de trabajar, incluye la pregunta sobre ¿qué
es el trabajo desde el punto de vista psicologico?

Frente a esta pregunta Dejours plantea una dimensión subjetiva del trabajo y una
dimensión intersubjetiva. Desde una dimensión subjetiva, Dejours considera al
trabajo como una relación “de uno consigo mismo”, donde a través de la practica
del trabajo, las personas nos ponemos a prueba con el mundo y su resistencia a
“mi saber hacer, a mis conocimientos, a mi experiencia”. Desde esta perspectiva
entonces, trabajar sería enfrentarse a la prueba del fracaso frente a la resistencia
del mundo, es lo que se denomina “lo real del trabajo”, aquello que se hace
conocer al sujeto, por su resistencia.

Esta experiencia con la realidad permite el despliegue de las capacidades del


sujeto frente a la adversidad, y se plantea como una experiencia de aprendizaje y
madurez: “y cuando luego de haber fracasado por largo tiempo, encuentro p o r fin
el medio de superar la resistencia del mundo a mi voluntad, no es solamente el
mundo que cede y se transforma, yo mismo soy transformado porque he adquirido
una habilidad nueva y un registro suplementario de sensibilidad”

19
Dejours agrega: “el trabajo es la prueba capital por la cual se incrementa nuestra
subjetividad. El trabajo no es solo producción ( poiesis), es también (arbeit) en el
sentido freudiano del término: trabajo psíquico. El trabajo es elaboración de lo
vivido y de la experiencia de lo real, de lo que no se sabe las características mas
que a través de la acción de trabajo”

Desde este punto de vista el trabajo puede ser concebido como una actividad
subjetivante y subjetivada, la puesta en marcha de una producción psíquica y
cultural que procede de la experiencia vivida y no de la experimentación regulada
(en un escenario configurado como “una zona de acuerdo” entre el sujeto y la
realidad, en la cual el establecimiento de esta relación dialéctica, supone una
transformación del sujeto y de la realidad al mismo tiempo)

Es lo que debe ajustarse, reordenarse, imaginarse, inventarse, agregarse, para


tomar en cuenta lo real en el trabajo: los límites del saber, de los conocimientos, y
de la concepción con los que chocan los actos técnicos y las actividades de trabajo

La dimensión intersubjetiva en tanto plantea una visión contextualista y


situacional, la que explica que el trabajo expone al sujeto al vínculo social, pero no
desde la perspectiva de la vida erótica o amorosa. En el campo del trabajo no
buscamos amor, dice Dejours, sino reconocimiento, procuramos siempre una
manera de retribución, que debe ser diferenciada del amor. Para Dejours el amor
alcanza a la persona, al sujeto mismo, a su ser. En cambio, el reconocimiento,
tiene poder simbólico en el mundo del trabajo, ya que se dirige al hacer.

Al mismo tiempo, el enfoque de Dejours representa un encomiable esfuerzo


profesional para poner en evidencia algunas de las consecuencias de la actual
división social y técnica del trabajo (la división de las tareas por una parte y por
otra la división de los hombres: el dispositivo de control, de vigilancia, de jerarquía,
de mando, de asignación de responsabilidades, etc..), sobre la salud de las
personas

Su postura contempla tanto el estudio del trabajo como promotor de enfermedad,


frustración y sufrimiento psíquico, (función patógena del trabajo) como así también
la caracterización del trabajo como fuente de placer y satisfacción pulsional
(función estructurante del trabajo)

Al considerar al trabajo como generador de sufrimiento y también como fuente de


placer, la preocupación de Dejours se orienta a como las características de la
organización de trabajo, precipitan desajustes y desequilibrios, que terminan
produciendo consecuencias encuadradas dentro del enfoque de “ psicopatología del
trabajo”

20
Dejours plantea que las condiciones adversas de la organización del trabajo,
pueden generar descompensaciones psicológicas, pero que estas son conjuradas
por la producción de defensas colectivas, de carácter inconciente que tienen co mo
propósito, luchar contra las diferentes formas de sufrimiento y sobre todo contra el
miedo que resulta del trabajo: “ estas funcionan según una lógica rigurosa que
está asegurada por un sistema de prohibició n de ciertos comportamientos, de
silencio en todo lo que se refiere al miedo, de valorización del discurso heroico , de
comportamientos de bravura y de desafío frente al peligro, de rechazos
paradojales de las consignas de seguridad y de practicas colectivas lúdicas, que
ponen en escena situaciones de riesgo que hay que menospreciar, y a veces
bromas peligrosas que siempre están centradas sobre las cuestiones de peligro,
accidente, enfermedad y muerte en el trabajo. La defensa colectiva exige la
participación de todos los trabajadores sin excepciones, y ejerce un poder de
exclusión y de selección frente a los trabajadores que se resisten a las reglas de
conducta establecidas por la defensa colectiva”9

Dejours también advierte que cuando estos dispositivos defensivos sirven de b ase
a la construcción de un sistema de valores, que conducen a promover la defensa
como “un fin en si mismo”, ocultando así su vocación principal de defensa contra
el sufrimiento, ya no estaríamos en presencia de una defensa colectiva, sino frente
a una ideología defensiva del oficio, cuyo impacto sobre las relaciones sociales, es
altamente complejo y problemático.

Estos mecanismos de funcionamiento fueron estudiados por Dejours en la industria


de la construcción y las obras publicas, en la petroquímica, en la energía atómica,
entre marinos y pescadores, fuerzas armadas, etc..

Las ideologías defensivas del trabajo presentan algunas características distintivas:

a. tienen como objetivo primordial, enmascarar, contener y ocultar una


ansiedad particularmente grave
b. está dirigida, no contra una angustia resultante de conflictos intra-psíquicos
de naturaleza mental, sino que está destinada a luchar contra un peligro y
un riesgo, reales (amenazas de perdida del trabajo, muerte, accidente,
sufrimiento físico)
c. La ideología defensiva cobra la forma del modelo de organización del
trabajo en la que se inscribe. (Un grupo de obreros de la construcción
frente al temor de un accidente de trabajo , un grupo de empleados de un
banco, frente a la amenaza de despido )
d. Para ser operativa debe contar con la participación de todos los
involucrados, tarde o temprano aquel que no contribuye o no comparte el

9
Dejours, Christophe. “Trabajo y Desgaste Mental: una contribución a la psicopatología del trabajo” – Ed.
Humanitas

21
contenido de la ideología defensiva, es excluido real o simbólicamente, del
grupo de trabajo
e. Tiene un carácter vital, fundamental y necesario, se torna obligatoria para
los trabajadores que “se afilian” a ella, terminando por reemplazar a los
mecanismos de defensa individuales
f. Para ser funcional, debe estar dotada de una cierta coherencia, lo que
supone hacer adaptaciones relativamente rígidas con la realidad, con el
riesgo de que aparezcan consecuencias mas o menos graves en el plano
practico y concreto (esto se observa claramente en la negativa de grupos de
trabajadores a adoptar medidas de seguridad, frente a situaciones de riesgo
físico)

En la misma línea de análisis, Dejours sitúa al placer, una dimensión estrictamente


individual derivada del deseo (dato irreductiblemente subjetivo) como otra de las
consecuencias del acto de trabajar.

Dejours desarrolla esta idea tomando como referencia, los estudios psicoanalítico s
sobre la sublimación, mecanismo que es explicado por el autor como “tomar el
campo social y en particular el trabajo, como un teatro donde las personas pueden
volver a actuar, donde se ponen en escena sus deseos o las mociones pulsio nales
que no pudieron encontrar en la sexualidad, las condiciones propicias para su
satisfacción. Es así que el trabajo es el mediador privilegiado entre el inconsciente
individual y el campo social, de hecho, el trabajo es capaz, bajo ciertas
condiciones, de ofrecer una vía de salida favorable al deseo, y además puede
inscribirse como una herramienta en la conquista del equilibrio psíquico y de la
salud mental, al lado de la sexualidad y el amor”

El estudio de la naturaleza del trabajo y su relación con el mecanismo de la


sublimación, aportan datos inestimables sobre la necesidad de promover una
organización del trabajo orientada a favorecer “tareas sublimatorias”, ya que al ser
la sublimación un mecanismo que absorbe y transforma principalmente las
pulsiones llamadas parciales, y cuando existe un obstáculo para encauzar
contenidos pulsionales primarios, es relevante la aparición súbita de cuadros de
violencia social, patologías mentales graves (toxicomanías, perversiones,
somatizaciones)

La escuela Tavistock

El instituto Tavistock de relaciones humanas fue fundado en el año 1947 en


Inglaterra y se constituyó desde sus orígenes como una institución dedicada a
realizar trabajos de investigación, consultoría, educación y desarrollo profesional
en el campo de las ciencias sociales y la psicología aplicada.

22
Los primeros equipos de trabajo que desarrollaron las acciones profesionales
iniciales en organizaciones privadas, entidades gubernamentales, y organizaciones
no gubernamentales, estuvieron integrados por psicoanalistas de enorme prestigio
en el campo de la práctica clínica, como Wilfred Bion (para algunos el diseñador de
lo que luego se denominó el método tavistock) Eliot Jacques, John Bowlby, Isabel
Menzies Lith, Eric Trist y durante algún tiempo Kurt Lewin.

Los estudios preliminares de algunos investigadores del Instituto sobre el impacto


de la guerra (segunda guerra mundial) sobre la psiquis de los soldados del ejército
británico (neurosis de guerra), y las técnicas elaboradas para la rehabilitación
social post traumática de los combatientes, fueron progresivamente adaptadas y
aplicadas al mundo de trabajo en las organizaciones, en una dirección ideológica
que estaba apoyada en el diseño de modelos de organización del trabajo mas
focalizados en el factor humano en el trabajo, la combinación entre productividad y
satisfacción laboral, la necesidad de compatibilizar los aspectos humanos y
técnicos dentro de un encuadre organizacional socio técnico y la importancia de la
participación de los trabajadores en la toma de decisiones en los procesos de
trabajo.

Uno de los exponentes más relevantes del Instituto Tavistock fue Eliot Jacques
quien tuvo como discípulos en Argentina a Aldo Schlemenson y Harald Solaas. Para
Jacques el campo del trabajo es ambiguo. En el terreno de lo pragmático, advierte
que la ausencia de definiciones y percepciones inequívocas sobre el trabajo es
fuente de “enormes confusiones y de un derroche de esfuerzos costosos”

El autor plantea que al no poder focalizarse con claridad el significado del trabajo,
(en las organizaciones), no es posible evaluar su eficacia, ni conocer la
responsabilidad de quien evalúa que, aunque se tengan sistemas de
remuneraciones plenos de dificultades y que no sea posible formarse un concepto
sobre cual debería ser la naturaleza de la capacidad para el trabajo

Para Jacques cuando se habla de trabajo, se lo refiere a tres acepciones


diferentes, tres cosas distintas pero que deben ser analizadas por separado:

7. Fue un arduo trabajo (alude al esfuerzo personal relacionado con una


tarea, una asignación para producir determinado producto, que
incluye cantidad y calidad, dentro de un tiempo de cumplimiento
previsto y de ciertos limites especificados (políticas, procedimientos),
con los recursos adjudicados para ello)

8. Hacer el trabajo (relacionado con lo que la persona debe hacer para


cumplir con la tarea: el uso del discernimiento y la toma de
decisiones, tendientes a superar los obstáculos que se le presenten)

23
9. que hoy me encargaron en mi trabajo (refiere al rol, esto es, a la
posición ocupada dentro de una organización)

Desde esta categorización, Jacques se inclina por concebir el trabajo como “lo que
una persona hace al llevar a cabo una tarea”, y en este sentido formula la
pregunta: ¿cómo caracterizamos lo que dicha actividad comprende?

Para ello el autor concibe al trabajo como: “el ejercicio de la discrecionalidad, el


discernimiento y la toma de decisiones, dentro de ciertos limites, al realizar una
tarea. Es impulsado por los valores y pone en juego las habilidades cognoscitivas
del individuo”

La implementación de los mecanismos mencionados se relaciona según Jacques


con la complejidad de los procesos mentales , o sea “la máxima dimensión y
complejidad del mundo que una persona es capaz de interpretar, modelar y en la
cual puede funcionar, incluida la cantidad y complejidad de la información que
debe procesar para ello”10. " El trabajo así, siempre constituiría una actividad
creativa de resolución de problemas, porque para hacerlo se necesita poner algo
de si, ejercer el juicio discrecional, esto es, de elección entre opciones. Trabajar
implica analizar, discernir, discriminar, resolver, ejercer destrezas, abstraer
conceptualmente y sintetizar. La integración mental tiene el sentido metafórico de
mantener intacto, no destruido, el pensamiento previamente diferenciado en el
análisis que el trabajo requiere".

Por otra parte, los mecanismos intervinientes en las tareas desarrolladas tienen
para el autor una fuerza motora que son los valores. Un valor definiría aquello
“que uno quiere”, aquello a lo cual se le concede prioridad y mas importancia que
a otros aspectos del trabajo o de la vida, las cosas por las cuales una persona
trabajaría, lucharía o haría un esfuerzo mayor que en relación a otras actividades,
los elementos que le fijarían un rumbo a la vida y que determinarían cuanto
esfuerzo invertiríamos en esos propósitos. Por lo tanto, los valores funcionarían
como vectores, una cantidad de fuerza aplicada en una determinada dirección.

Jaques incursiona también en la relación entre la efectividad, las capacidades y el


compromiso, pensando quizás en la influencia que tiene sobre la productividad, el
grado de ajuste entre las tareas y las capacidades de un individuo. En este sentido,
sostiene que el ser humano: " requiere trabajar no solo para resolver las
necesidades apremiantes de la vida, sino que necesita hacerlo en un niv el
consonante con sus propios limites, intereses y capacidades internas. Cuando esta
relación es equilibrada, el trabajo se transforma en un poderoso factor
objetivamente moldeador de la propia identidad. La realización satisfactoria de
trabajo satisfactorio es sustancial para el desarrollo y estructuración del psiquismo,

10
Jaques Elliott: La organización requerida – ed. granica

24
puesto que redunda en niveles progresivos de integración mental que se producen
cuando dicha experiencia de trabajo confirma la eficacia personal". Esta postura
veremos mas adelante como se relaciona con la teoría de la autoeficacia de
Alberto Bandura.

Otro de los autores relevantes del Instituto Tavistock fue Wilfred Bion quien
trascendió por la creación de un conjunto de técnicas y dinámicas grupales
desarrolladas a partir de su experiencia con soldados del ejército británico en el
hospital de Northfield en Birminghan Inglaterra. Esta experiencia fue el punto de
partida de los primeros desarrollos del dispositivo de comunidad terapéutica, y
tuvo como base de sustentación los conceptos de “grupos sin líder” o
“autointerpretativos”

Bion desarrollo un cuerpo de ideas fundamentales para el estudio de los grupos,


entre ellos los conceptos de mentalidad grupal (refiere a la dinámica inconsciente
de los grupos expresada por los deseos, los intereses, las fantasías y las
motivaciones del grupo). La mentalidad grupal genera un funcionamiento uniforme
del grupo donde se excluyen los criterios individuales. Un concepto
complementario es el de grupo de trabajo, donde aparecen los propósitos
conscientes del grupo (un yo grupal) una modalidad de dirección hacia objetivos
perseguidos por el grupo que incluye también las formas de funcionamiento
(cooperación, mutualidad y confianza) Estos conceptos revisten un carácter
importante a la hora de pensar en el desarrollo de equipos de trabajo en ámbitos
laborales, ya que permiten pensar en dos dimensiones del funcionamiento del
equipo: el aspecto grupal y el aspecto funcional.

El enfoque psicoanalítico

En el malestar de la cultura, Freud sostiene al mismo tiempo una actitud


ambivalente frente al trabajo. Por un lado, pondera positivamente el papel del
trabajo para la economía libidinal, también destaca el rol social que tiene el
trabajo, pero no puede dejar de lado su escepticismo frente a la disposición
natural del hombre a la actividad del trabajo.

“En el marco de un panorama sucinto no se puede apreciar de una manera


satisfactoria el valor del trabajo para una economía libidinal. Ninguna otra técnica
de conducción de la vida, liga al individuo tan firmemente a la realidad como la
insistencia en el trabajo, que al menos lo inserta en forma segura en un fragmento
de la realidad, a saber: la comunidad humana. La posibilidad de desplazar sobre el
trabajo profesional y sobre los vínculos humanos que con el se enlazan una
considerable medida de componentes libidinosos, narcisistas, agresivos y hasta
eróticos le confiere un valor que no le va en zaga a su carácter indispensable para
justificar y afianzar la vida en sociedad. La actividad laboral brinda una satisfacció n
particular cuando ha sido elegida libremente, o sea, cuando permite volver

25
utilizables mediante sublimación inclinaciones existentes, mociones pulsionales
proseguidas o reforzadas constitucionalmente. No obstante, el trabajo es poco
apreciado como vía hacia la felicidad por los seres humanos. Uno no se esfuerza
hacia el como hacia las otras posibilidades de satisfacción. La gran mayoría de los
seres humanos solo trabajan forzados a ello, y de esta natural aversión de los
hombres al trabajo, derivan los más difíciles problemas sociales”. Los postulados
freudianos sobre el trabajo que quedaron inconclusos en su desarrollo,
inclinándose Freud al estudio y la investigación del desarrollo psicosexual del
sujeto humano, fueron retomados y actualizados por el enfoque de Psicodinámica
del Trabajo de Dejours, sobre todo en lo concerniente al trabajo como un hecho
sublimatorio,

El enfoque social cognitivo de Alberto Bandura

Alberto Bandura es el creador de la Teoría Social Cognitiva, cuyo principal enfo que
está orientado a estudiar como los niños y adultos operan cognoscitivamente en
sus experiencias sociales, y como estas cogniciones influyen en su conducta y
desarrollo.

Su aporte al estudio del trabajo se relaciona con la posibilidad de analizar cuales


son las fuentes motivacionales que llevan a las personas a disponer su esfuerzo y
sus capacidades para realizar una tarea, y determinar el papel que las creencias
personales sobre la propia eficacia tienen en la naturaleza de los resultados

Dentro del marco teórico citado, Bandura investigo los criterios que generan las
personas, cuando tienen que establecer que consideran por “éxito ”. En este
sentido explicita que sería posible identificar dos tipos de aproximaciones
claramente diferenciadas:

a. la percepción que tienen cada persona sobre su propio éxito logrado,


generalmente ponderado por la valoración subjetiva, de aspectos básicos
tales como el éxito a nivel personal, su éxito a nivel social, el grado y la
calidad de desempeño alcanzado
b. la percepción que tiene la propia persona sobre su capacidad para conseguir
resultados predefinidos como “satisfactorios”

Tomando como referencia esta ultima premisa, Bandura investigó específicamente


que, las personas en entornos productivos y con requerimientos de resultados,
pueden desempeñar mejores roles, cuando creen poseer las habilidades necesarias
para ello

26
Este enfoque denominado “Teoría de la autoeficacia”, define dicho concepto co mo
“el conjunto de creencias en las capacidades personales, para organizar y ejecuta r
cursos de acción requeridos para gestionar probables situaciones futuras,
representa una creencia en las propias capacidades para movilizar los recursos
cognitivos, la motivación y los cursos de acción requeridos, para afrontar la
demanda de una tarea”

Bandura también sostiene que las expectativas de eficacia personal son las que
determinan si se inicia o no una conducta de afrontamiento, el grado de esfuerzo
que se ejercerá en relación con dicha tarea, así como también el lapso de tiempo
durante el cual se mantendrá dicho esfuerzo, independientemente de las
experiencias desconfirmadoras

La teoría de la autoeficacia intenta demostrar que las personas son mas


persistentes y trabajan mas efectivamente, logrando grados de éxito auto
satisfactorios, en aquellas tareas en las que obtienen resultados valorados
positivamente y cuando tienen la certeza de poseer la capacidad necesaria para
alcanzar dichos logros

De tal manera que, en el campo del trabajo, la diferencia entre conductas de


afrontamiento defensivas o proactivas puede ser explicada en función de las
creencias personales, sobre la naturaleza de la capacidad necesaria para
desempeñarse.

Bandura realiza un aporte significativo para la comprensión del rendimiento


humano en el trabajo y sus factores predisponentes, cuando sostiene que: “lo que
las personas piensan, creen y perciben, influye como ellos se comportan. Estas
creencias comprenden un sistema personal de símbolos autorreguladores, y el
desempeño finaliza siendo el resultado de la interacción entre este sistema
personal y las fuentes externas de influencia”

Según este abordaje entonces, la expectativa sobre desempeño tendría mas peso
que la aptitud para el desempeño. Ya en años anteriores McClelland desde el
enfoque de desarrollo organizacional, sostenía que la motivación es principalmente
un resultado de las creencias de los individuos sobre los resultados probables de
sus acciones y del valor del incentivo que ellos ponen en sus resultados.

La corriente de desarrollo organizacional

Este enfoque proveniente de la psicología aplicada al trabajo en organizaciones


reconoce su impronta en los estudios Hawthorne realizados en la compañía
Western Electric Company en el año 1927, con el liderazgo del profesor de la
Universidad de Harvard Elton Mayo y un equipo de investigadores, quienes se

27
propusieron explorar la relación entre las condiciones ambientales de una planta
industrial y su impacto sobre la productividad.

Luego de varios meses de trabajo el equipo conducido por el profesor mayo , llegó
a la conclusión que factores que se creían determinantes para el desempeño
humano como los aspectos ambientales y las recompensas económicas fo rmab an
parte de una cadena de condiciones dentro de las cuales el interés demostrado por
la empresa sobre el bienestar de los trabajadores, la atención sobre sus
necesidades y el respeto por su condición de trabajadores, se constituían en
factores determinantes que repercutían sobre el compromiso, la fidelidad y el
desempeño de los empleados.

Este experimento fue un vigoroso punto de partida que configuro una corriente de
pensamiento fundamental para entender los fenómenos psicológicos asociados al
trabajo humano, y que tuvo un na enorme influencia a lo largo del siglo XX. Este
enfoque estuvo representado por expertos en psicología del trabajo y las
organizaciones como Douglas Mc Gregor (autor del enfoque sobre supuestos
gerenciales), Kurt Lewin (promotor de estudios sobre la gestión del cambio)
Abraham Maslow (Pionero en los estudios sobre motivación humana en el
trabajo) Renzo Likert (Investigador de los distintos tipos de clima laboral
presentes en una organización y creador de un conjunto de escalas de medición
para ser utilizadas en exploración de fenómenos psico sociales en el trabajo)
Edgar Schein (autor de modelos para el estudio de la cultura organizacional y
creador del modelo de “anclas de carrera”, enfoque indispensable para entender
los itinerarios de carrera laboral en una organización) David Mc Clelland
(estudioso del fenómeno de la motivación y creador del modelo triangular que
incluye la motivación de logro, la de poder y la de afiliación) Chris Argyris (uno
de los autores del constructo “contrato psicológico” junto a Martín Levinson y
Edgar Schein, entendido como la existencia reciproca de expectativas entre
trabajadores y organizaciones perfiladas como determinantes de conducta laboral)

Clínica de la Actividad

El enfoque de clínica de la actividad reconoce en Ives Clot (psicólogo francés,


profesor e investigador del laboratorio de artes y oficios de la Universidad de Paris)
a su creador y desarrollador. Uno de los objetivos centrales de su obra reside en
vincular la cuestión de la subjetividad y del sentido con respecto al hacer del
sujeto.

Clot plantea que lo que transforma a alguien que trabaja en un sujeto son las
tensiones que se producen entre todas las actividades que le preocupan, resolver
esas tensiones, esas preocupaciones, a través de una relación transformadora co n
el entorno que lo moviliza y le permite construir sentido .

28
Y desmarcándose del enfoque de Dejours sobre psicodinámica del reconocimiento ,
Clot remarca que en el trabajo no es suficiente con ser reconocido por alguien,
sino reconocerse además en una historia común, un producto, una técnica, un
lenguaje, una marca, un oficio, una trayectoria, sin la cual resulta difícil construir
sentido de identidad.

En su propuesta de una psicología de los entornos de trabajo y v ida, la clínica de la


actividad resignifica el papel de la eficacia y el sentido en el desarrollo de la
actividad de trabajo: trabajar es “lograr hacer lo que se quería hacer, ahorrando
esfuerzos, pero también es juzgar lo que se hace en función de lo que se hubiera
podido o debido hacer” (Clot, 2008). Así, el sentido de la acción es el valor que el
sujeto instaura entre dicha acción y sus otras actividades posibles y al hacerlo
regula la actividad a través de múltiples recreaciones de los objetivos. En este
marco, las controversias sobre el trabajo bien hecho resultan algo normal en la
vida profesional y su negación, por el contrario, “intoxica las relaciones sociales y
las desvitaliza” (Clot & Gollac, 2014). La clínica tiene por objetivo eliminar esta
inhibición dialógica por la vía de retomar la creación profesional colectiva y la
recreación del género profesional.

Clot considera el trabajo y los escenarios de trabajo como “espacios de


construcción de sentido y conquista de identidades”. A partir de ahí, se llega a una
organización del trabajo que permite afirmar que trabajar es “instrumentar” sin
cesar un entorno para vivir. Trabajar es llevar consigo un universo de
determinaciones y de organización del entorno, interviniendo allí donde el orden
tecnológico-maquinal es insuficiente. Para Yves Clot, esta psicología de los
entornos de trabajo permite entender esa organización del trabajo.

Bibliografía Principal

Dejours, Christophe. “Trabajo y Desgaste Mental: una contribución


a la psicopatología del trabajo” – Ed. Humanitas 2004

Jaques Elliott: La organización requerida – ed. Granica 2012

Meda, Dominique, el trabajo: un valor en peligro de extinción –


Gedisa Editorial, Barcelona – España. Primera Edición. 1999.

Neffa, Julio Cesar: El trabajo Humano: contribuciones al estudio de


un valor que permanece. Lumen Humanitas- Asociación Trabajo y
Sociedad – CEIL- PIETTE / CONICET / Primera Edición – 2003

29
Peiró, José María, Tratado de Psicología del Trabajo: la actividad
laboral en su contexto, volumen 1 – Editorial síntesis psicológica

Rifkin, Jeremy: el fin del trabajo – Ed. Paidos – 1999

Bion Wilfred: experiencias en grupos – Editorial Paidos – Séptima


edición 2014.

Clot Yves: ¿trabajo sin seres humanos? Psicología de los entornos de


trabajo y vida (Ed. Modus laborandi 2009)

30

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