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DIPLOMATURA EN SEX COACHING

Coaching Sexual y de Pareja


NIVEL I
Lic. Lidia Bequer

SEXOLOGÍA
UNIDAD I: ¿Qué es la Sexualidad?

Formamos en el Presente Enfocándonos en el Futuro


UNIDAD I
¿Qué es la Sexualidad?

Se utiliza la palabra "sexo" para hablar de sexualidad, de "relaciones


sexuales", de "coito". La cultura machista en la cual nos formamos, denomina
“sexo”, expresión masculina a la “sexualidad”, término femenino.
En este proceso de aprendizaje vamos a descubrir lo que implica ser personas
integradas por el cuerpo, las emociones y el lenguaje, dándonos las
posibilidades de expresar la propia sexualidad placenteramente.

La Sexualidad Humana
La sexualidad no es algo que tenemos, sino algo que determina quienes
estamos siendo. Nos acompaña en todo lo que realizamos en nuestra vida.
Para comprender la sexualidad humana lo primero que hay que distinguir son
los conceptos de: sexo, género y sexualidad:

Sexo
Es el conjunto de las particularidades determinadas biológicamente
que caracterizan a las personas, clasificándolos en dos grandes grupos:
masculino y femenino. Estás características hacen posible la reproducción,
determinada por la transformación genética.
En la evolución de los seres vivos apareció el sexo, es decir, que en una misma
especie aparecieron dos formas sexuales que los científicos llaman a esta
cualidad de los seres vivos dimorfismo, que quiere decir dos formas.

Género
Es la construcción psicosocial del sexo. Es un término técnico de
las ciencias sociales, referido al conjunto de características que cada
sociedad asigna a hombres y mujeres. Se vincula con los estereotipos
establecidos, comportamientos, valores, actividades, maneras de ver el mundo
y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y
mujeres. Se ven las diferencias y desigualdades sociales entre hombres y
mujeres que provienen de las pautas sociales aprendidas, prejuicios y la
influencia de las relaciones que establecemos con las personas.
El género varón o mujer, lo aprendemos y lo podemos cambiar.
Las personas de cada sociedad y cultura pautan las diferencias corporales,
emocionales, lingüísticas, afectivas, intelectuales del hombre y de la mujer.
Estos aspectos se acoplan a los ideales de la masculinidad y la feminidad que
son asignados como propios y naturales de los comportamientos de hombres y
mujeres.
Ejemplos de esta adscripción en nuestra sociedad es pensar que las mujeres
son habladoras, cariñosas y organizadas y que los hombres son activos,
fuertes y emprendedores.
Sexualidad
La Organización Mundial de la Salud, OMS, considera que la sexualidad
humana es un aspecto central del ser persona, presente a lo largo de nuestra
vida. Según la OMS, “nos motiva a buscar afecto, placer, amor e intimidad.
La sexualidad es un conjunto de expresiones múltiples, de acciones y
comportamientos verbales y no verbales, promovidos por la reproducción, la
atracción y el placer sexual, siendo fuente de salud, afectividad y creatividad.
La sexualidad se va estructurando desde antes del nacimiento, con el inicio de
nuestra conformación orgánica, a través del deseo de nuestros padres, de lo
que hacen, sienten, piensan, creen, creando la persona en la que nos
constituiremos al nacer.
La sexualidad comienza a expresarse desde que nacemos. Llegamos al mundo
en situación de absoluta indefensión y una persona adulta nos espera y recibe
en sus brazos. Luego viene el alimento, la leche, su tibieza. Junto con el
alimento recibimos miradas, caricias y mimos de las personas con las que
comenzamos a contactar, constituyéndose en la primera fuente de placer. Esta
interacción comienza a desarrollar nuestro ser sexual. El desarrollo sexual
forma parte del proceso vital de las personas.
La sexualidad se modifica a lo largo de toda la vida. Desde ese primer estadío
hasta la conformación plena de nuestra sexualidad, recorremos varias etapas,
cambios, modificaciones que se manifiestan a través del desarrollo del cuerpo,
del devenir del lenguaje y de la expresión de las emociones, en un
determinado entorno familiar, bajo la influencia del contexto social.
Por eso es valioso qué aprendemos a enriquecerla, favoreciendo
el desarrollo saludable y placentero, que influye en toda la evolución de
nuestro crecimiento. Es por esto que forma parte esencial de quienes estamos
siendo.
La sexualidad es la estrecha relación del cuerpo, las emociones, el lenguaje, la
edad, el nivel de desarrollo, los principios y las creencias. Es expresada de
modo personal y a través de las relaciones que establecemos con las personas
por el hecho de ser sexuadas. Es la posibilidad de sentir placer, de conectarnos
con la vida, con el intercambio afectivo, con la satisfacción y la felicidad. La
genitalidad es una de las expresiones de la sexualidad, vinculada con la
procreación, pero no es exclusiva.
La sexualidad humana no se vincula con la necesidad, como sucede con el
resto de los seres vivos, sino con el “deseo”. Lo que para los animales es una
respuesta a su “período de celo”, un “llamado a la reproducción”, en nosotros
se vuelve una expresión multi determinada que se vincula a la satisfacción, la
afectividad, el erotismo, la intimidad.
Si bien el deseo sexual y la excitación sexual la podemos enfocar con
fines reproductivos, la desplegamos para establecer vínculos amorosos donde
se expresa el goce y el placer personal y de la otra persona.
La expresión de la sexualidad trasciende la suma de aspectos biológicos,
familiares, emocionales y sociales.
No existe una sexualidad única, sino que existen tantas sexualidades como
seres humanos en el mundo, ya que cada persona posee una construcción
individual de la propia.
La sexualidad es trascendente para la vida humana y modula la percepción de
nuestra persona y del contexto en el cual vivimos.
El poder comunicar nuestros gustos, deseos, fantasías al acercamos a la otra
persona nos genera placer sexual y nos brinda bienestar al vivenciar
sensaciones de disfrute, goce, satisfacción percibidas a través de los cinco
sentidos: visuales, olfativas, auditivas, táctiles y gustativas. Estos factores
hacen que el encuentro sexual sea uno de los momentos más intensos.

Factores que determinan la sexualidad

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 2001 en


Guatemala señala que la sexualidad es el resultado de la interacción de
factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos
y espirituales.
La sexualidad es una compleja manifestación que caracteriza de manera
decisiva a las personas en todas las fases de su desarrollo.

En la sexualidad intervienen:

 Factores Biológicos
 Factores Emocionales
 Factores Familiares
 Factores Sociales y Culturales

Los factores biológicos guardan relación con nuestro cuerpo, núcleo sobre el
que se va a fundar la sexualidad. La dimensión biológica se refiere a lo físico y
orgánico. Es los que nos hace ser mujer o varón, siendo el soporte de nuestra
condición de personas.
Dentro de lo biológico está lo cromosómico, lo gonadal, lo hormonal.
Lo cromosómico implica el predominio de los cromosomas XY para el varón, y
los cromosomas XX en la mujer.
Lo gonadal genera los ovarios en la mujer y los testículos en los hombres
produciendo las células sexuales. Los ovarios producen óvulos. Los testículos
espermatozoides.
Lo hormonal se produce en los ovarios: estrógenos y progesterona y los
testículos los andrógenos, especialmente la testosterona.
Existen personas que poseen combinaciones de cromosomas, hormonas y
genitales que no se adecuan a esta particularidad. Las investigaciones sugieren
que uno de cada cien niños, pueden nacer con rasgos intersexuales, es decir
hermafroditas.
Estos aspectos biológicos se dan desde antes del nacimiento y se plasman a lo
largo de la vida con sus particularidades.
Los órganos genitales, (pene y vulva) han monopolizado todos los aspectos
placenteros de la sexualidad en detrimento del placer proveniente del cuerpo
como una totalidad.
La piel, en su totalidad, constituye el órgano sensorial sexual más amplio,
junto con las mucosas. Por ejemplo, cuando una persona recibe una caricia en
la piel o un beso en la boca, la respuesta puede ser de placer, lo cual genera
una activación cerebral que produce una respuesta sexual como de excitación,
que aumenta las pulsiones cardiacas, entre otras.
Los estímulos visuales y auditivos favorecen la excitación sexual. Esto, se hace
evidente en los hombres a través de su erección. Con las mujeres pasa los
mismo, aun cuando el prejuicio les condiciona suponer que son muy sensibles
a los estímulos táctiles, como besos y caricias.
La respuesta sexual humana implica los diferentes sistemas de nuestro
organismo: nervioso, endocrino y vascular.

Los Factores Emocionales implican lo que sentimos y percibimos. Por


ejemplo, los miedos ante las primeras relaciones sexuales, la alegría cuando
nos enamoramos, la gozo cuando sentimos el orgasmo. Así se va
constituyendo la sexualidad emocional.
Cuando surgen problemas sexuales, por leves que sean, los factores
emocionales nos generan reacciones de ansiedad, temor al fracaso que
repercuten en la relación de pareja, provocando desconfianza e inseguridad.
Esta situación nos puede llevar a responder con una actitud comprensiva, de
colaboración o de rechazo e irritación. En general no suelen dejarnos
indiferentes.
Los factores emocionales vinculados a la sexualidad que dan origen al placer,
el gozo y la satisfacción, alteraciones y disfunciones sexuales, están sobre
determinados por las creencias del sistema familiar y el medio social en el que
vivimos.
La sexualidad emocional se va estructurando en cada persona y constituye su
identidad sexual acorde o no con los factores de la sexualidad biológica.

Los Factores Familiares se vinculan al primer contexto social con el que


contactamos. Este determina el sistema de creencias que “custodian” al
cuerpo, las emociones y el lenguaje, determinando quienes vamos a estar
siendo.
Desde la infancia, las primeras actitudes hacia la sexualidad se basan en lo que
oímos y percibimos de nuestros padres, madres, familiares, docentes,
amistades, sociedad. Este contexto perfila que actitud tendremos sobre la
sexualidad, nuestras actitudes corporales, emocionales y expresiones verbales,
condicionando nuestras creencias sobre la propia sexualidad y la ajena. Será
facilitador o inhibidor de la sexualidad, según las experiencias e
interpretaciones del entorno social de manera significativa

Los Factores Sociales y Culturales nos inundan de información teñida por


principios y creencias de la familia de origen, de la escuela, las congregaciones
religiosas, el contexto social del país al que pertenecemos. Los modos de
manifestarse la sexualidad, siempre se dan en un contexto social determinado.
La sexualidad es comprendida y vivenciada de maneras diferentes a lo largo y
lo ancho de la geografía mundial, que se vincula con los diferentes modelos
sociales, educativos y culturales. Cada época, cada lugar, determinan
conductas y creencias que aceptan o rechazan las expresiones sexuales.
La sexualidad se constituye socialmente por las actitudes que percibimos desde
que nacemos, por lo que cada papá, mamá, familiares, personas cuidadoras
nos transmitieron. Por eso cada persona crea y comprende la sexualidad de
manera diferente, dependiendo de sus experiencias, del condicionamiento de
otras personas, del entorno sociocultural donde vive.
Por ejemplo, cuando un niño o una niña de 2 ó 3 años comienza a tocar su
cuerpo de manera exploratoria delante de su familia y suele recibir la reacción
crítica: “eso no se toca…” o “no te toques que es cochino, se empieza a asociar
que sus genitales son sucios, prohibidos. Si el tocarse le produjo placer, puede
provocar una emoción de culpa, por esa sensación agradable, ya que escuchó
que eso no se hace, que es malo.
Sancionar las acciones, no hablar de sexualidad porque es un tema tabú
transmite un mensaje de una acción prohibida. Así se cercena la curiosidad y el
deseo.
Los niños y niñas suelen crecer en ambientes sociales que no les pueden tapar
los ojos para que no vean lo que sucede en su entorno en el que existen
personas besándose en la calle, en la TV, hombres que se visten con ropa de
mujer, con cabello largo y aros. El quiebre se da cuando a un niño le obligan a
no llorar y ser violento para demostrar su hombría o cuando a una niña le
hacen creer que “es normal” que sean “el sexo débil” y sumisas ante los
hombres.
En función de esto, vamos formando nuestra identidad sexual y a la vez
creando la propia identidad como personas.

Las Potencialidades de la Sexualidad

Las potencialidades de la sexualidad son los elementos que dan pie a su


práctica y juegan una relación importante para que ésta se promueva.
La sexualidad es el resultado de la integración de cuatro potencialidades:
Reproductividad, Vinculación Afectiva, Erotismo. La integración de las
potencialidades es un proceso anterior a concretar una relación sexual. Estos
factores se les caracterizan como potencialidades, ya que son una especie de
potenciadores o motores para que se manifieste la sexualidad.

Reproductividad
El término reproductividad se refiere a la capacidad biológica de reproducirnos.
La sexualidad humana se viene desarrollado como resultado de la necesidad de
la especie humana de reproducirse y perpetuar.
La reproductividad que origina la maternidad y la paternidad es una
potencialidad valorada socialmente por las personas.
La potencialidad reproductiva está asociada a la fertilidad, de que nazcan hijas
e hijos, descendencia, siendo posible entre los 12 y los 55 años de edad en las
mujeres, aproximadamente. Este periodo puede ser regulado de diversas
maneras para decidir cuándo, con quién y qué cantidad de hij@s se desean.

Vinculación Afectiva
La sexualidad se complementa de las vinculaciones afectivas entre las
personas. Los vínculos afectivos nos dan la potencialidad de sentir y expresar
emociones, manifestaciones de cariño, cordialidad, ternura, amorosas,
cuidadosas, mimosas, eróticas.
Desde que nacemos las expresiones de afecto de las personas constituyen la
forma de garantizar el cuidado y el desarrollo que nos brinden sensaciones
positivas y placentera. Sentir que nos aman a través de las palabras y del
contacto corporal. El deseo de amar y ser amados suele ser valioso para
niñ@s, jóvenes.
Generalmente se educa a los niños confundiéndolos acerca del amor, sobre
todo el modelo de masculinidad patriarcal. Si eres un varón amoroso y sensible
es que eres vulnerable y te anulas como hombre perdiendo poder.
A las niñas les motivan a mostrarse amorosas, dulces y emocionadas. Esto
permite a las mujeres enriquecerse y valorar las relaciones, aunque, a veces,
les lleve a ser vulnerables al estereotipo con del modelo del "amor romántico".
La sexualidad y el amor son dos manifestaciones estrechamente relacionadas
entre sí. En la sexualidad todo vale si es consensuado. Privilegiemos el amar y
expresémoslo en palabras reconociendo las experiencias amorosas.

Erotismo
El erotismo es una expresión de la sexualidad que nos remite al placer de las
experiencias vividas individualmente o en interacción con otras personas. En
ellas se presentan los procesos que activan la respuesta sexual: deseo de la
relación sexual, la excitación y el orgasmo.
Lo que promueve la sexualidad es la calidad placentera de estas vivencias
humanas. Se desencadena ante estímulos visuales, sonoros o kinestésicos, que
adquieren significación sensual a través del lenguaje, del cuerpo y de las
emociones. Puede estar relacionado o no con el acto amatorio, ya que puede
darse dentro de contextos en los que no está presente el amar a la otra
persona.
En la adolescencia suelen surgir las primeras manifestaciones de la sexualidad
como expresión erótica. Esta relación florece exclusivamente en el ámbito de la
fantasía, aspecto de gran jerarquía en la vida de todo ser humano, de vivenciar
el placer.
Durante la adolescencia se pueden crear y recrear un sin número de
encuentros románticos que pueden ser ensayados una y otra vez por cada
persona. La figura amada se coloca en situaciones diversas, de cortejo y
culminación sexual sin mayores consecuencias.
En un segundo periodo de la adolescencia se coloca el amor en una persona
cercana y alcanzable, generalmente la elección se hace entre los grupos de
amistades. Conforme evoluciona la relación, la pareja busca oportunidades
para estar a solas. En esta etapa las expresiones amorosas pueden ser muy
variables, desde besos y caricias hasta llegar a la relación sexual sin o con
penetración.
La manera individual de interpretar y relacionarse con lo erótico constituye la
identidad erótica de cada persona, constituyendo la manera en la que se
concibe a sí misma como ser sexual.

Mitos Sexuales

En un Instituto de Educación Secundaria, una educadora le preguntó a un


grupo de chicas y chicos adolescentes a qué edad creían que empezaba la
sexualidad en el ser humano. La gran mayoría dijo que la sexualidad empieza
en el momento en que se tiene una mayor maduración física y emocional.
Hubo incluso quienes pusieron una edad concreta, los 18 años.
Ante esta respuesta, la educadora les preguntó: ¿Qué es para ustedes la
sexualidad? Salvo alguna excepción, ellas y ellos hicieron referencia a prácticas
coitales. Hubo quien dijo que la sexualidad es aquello que se hace para tener
bebés. Sólo dos chicas plantearon una visión más amplia de la misma.
Con esta conversación, la educadora descubrió que, en general, tanto las
mujeres como los varones tienen una visión reducida de la sexualidad que deja
fuera una amplia expresión corporal, de relación piel con piel. Hablaron de la
sexualidad como si ésta sólo estuviera ligada a los genitales, no a la persona
como totalidad. Consideran que sólo se manifiesta a través de las relaciones
sexuales coitales entre un hombre y una mujer, no que puede ser vivida de
otras maneras y entre personas del mismo sexo. Sólo existe en la edad adulta
y no a lo largo de toda la vida.
En general, las mujeres y algunos varones comentaron que las relaciones
sexuales se dan entre dos personas que se aprecian y aman o que, al menos,
sienten cariño e interés por el otro o la otra. Otros varones, en cambio,
plantearon un modelo de sexualidad desvinculado de las emociones,
nombrándola con palabras burlonas. Uno de ellos intentó provocar a la
educadora diciéndole que él no necesitaba que nadie le explicara qué era o qué
no era la sexualidad, ya que, según él, le bastaba pagar a una mujer para
aprenderlo.
De este modo burdo y violento, este joven expresó una forma de entender la
sexualidad que también circula en nuestro entorno: una cuestión técnica y
mecánica desvinculada de las emociones y de los afectos, concibiendo a la
mujer cómo un simple objeto de consumo.
Se trata, por tanto, de una forma violenta de entender las relaciones sexuales,
ya que lo que se pone en juego no es la relación de intercambio, sino de uso
otro cuerpo. Y, allí donde existe violencia, hay un repliegue de la
sexualidad. De allí es que surgen los mitos sobre la sexualidad de la mujer y
del hombre.
Mitos sobre la sexualidad de la Mujer

 La mujer debe entregarse al hombre para satisfacer el deseo de él.


 No debe tener la iniciativa frente la sexualidad.
 Existen dos tipos de orgasmo, uno clitorídeo y el otro vaginal.
 La mujer no debe tener relaciones sexuales durante la menstruación.
 No debe tener relaciones sexuales donde no intervenga la vagina como zona
erógena.
 Debe acceder al orgasmo durante el coito por la sola penetración como modo
“correcto” de lograrlo.
 El orgasmo debe ser simultáneo con el del hombre.
 No debe dar a conocer sus preferencias eróticas, porque esto enfría al
hombre.
 Es preferible que finja el orgasmo a desilusionar a su pareja.
 Debe dar por finalizado el acto sexual cuando el hombre eyaculó.

Mitos sobre la sexualidad masculina

 Los hombres no pueden expresar sus emociones.


 En la sexualidad el rendimiento es lo que cuenta.
 Debe tener a su cargo la iniciativa y orquestar todo en cuanto al sexualidad.
 Un hombre desea y siempre está listo para el sexo.
 La sexualidad requiere de una erección.
 Todo contacto físico debe terminar en coito.
 La sexualidad equivale a coito.
 La buena sexualidad es una progresión lineal de excitación creciente que
termina exclusivamente en un orgasmo.
 La sexualidad debe ser natural y espontánea.
 En esta época tan avanzada los mitos precedentes no tienen vigencia.

Cómo se expresa la sexualidad de las personas

Las relaciones sexuales siempre han sido un tema controvertido a lo largo de


la historia de todas las civilizaciones, especialmente en la cultura
judeocristiana. Las religiones han influido de una forma importante en el
concepto acerca de ella.
Las relaciones sexuales pueden incluir el magreo, la sexualidad oral, el coito, la
auto estimulación.
El magreo, conocido coloquialmente como franela, designa las relaciones
sexuales generadas por caricias, sin ningún tipo de penetración vaginal ni anal.
También se lo denomina petting, procedente del verbo to pet, que tiene un
significado mucho más amplio que el sexual y alude al hecho de acariciar,
besar, rozarse con ropa interior.
La sexualidad oral es una práctica en la que se estimulan los órganos
genitales, y el cuerpo tanto de un hombre como de una mujer con los labios, la
boca y la lengua.

El coito consiste en la introducción del pene en la vagina, el ano, conocida


como la penetración. El coito puede estar destinado a la reproducción. Es la
práctica que mayormente consideran las personas como “normal” para
concretar y finalizar sus relaciones sexuales. Esto las aparta de buscar y
descubrir otras maneras placenteras de expresión de la sexualidad.
Las relaciones sexuales no están determinadas por un tiempo específico. Cada
cual dedica al encuentro el período que desea.

La Auto estimulación
La terminología coloquial usa una multiplicidad de términos para referirse a
este tipo de relaciones sexuales que las personas realizan consigo mismas.

LA IDENTIDAD SEXUAL

La Sexualidad es la expresión de la identidad sexual, constituida por la identidad


de género, el rol de género y la orientación sexual.
Es la percepción que cada persona tiene sobre sí misma y la
manifestación de su propio género, independientemente de su sexo
biológico. De allí que elija cómo prefiere actuar, más allá de lo que
la sociedad busca imponer.
En la identidad sexual están implicados factores biológicos, emocionales,
sociales.
La identidad sexual está constituida por 3 componentes:
Identidad de género - Rol de Género - Orientación Sexual.

- IDENTIDAD DE GÉNERO
Es la percepción que cada persona tiene sobre sí misma respecto a su
propio género, al margen de su orientación sexual o sus características
sexuales biológicas.
Las personas sienten, se perciben y se identifican con un determinado género,
además de expresarse y asumir las funciones que son asignadas a su género.
Si la identidad de género de una persona se corresponde con su sexo biológico,
esa persona es cisgénero o cisgenérica, es decir que una mujer se identifica
con el género femenino o un varón con el género masculino.
Si la identidad de género de una persona no se corresponde con su sexo
biológico, es decir una mujer o un varón no se identifican con su género, se
dice que esa persona es transgénero o trans.
Este modo de considerar la identidad de género, desmorona la visión del
binomio hombre y mujer, surgiendo la concepción de esas variantes de la
identidad género.
Es importante diferenciar la identidad de género de la expresión de
género.
La expresión de género es la manifestación externa del género, por ejemplo,
la vestimenta, el habla, el comportamiento, la apariencia. Es la primera
imagen que se ve de una persona. La expresión de género no siempre está
vinculada con el sexo biológico, su identidad de género o su orientación sexual.
Muchas personas trans mantienen su expresión de género en concordancia con
su sexo biológico y, aun así, se consideran personas trans, ya que sienten que
su identidad de género no se corresponde con su sexo biológico.
En el sentido opuesto, la expresión de género no siempre determina la
identidad de género de las personas, Este es el caso por ejemplo de los
transformistas, cuya identidad de género sí se corresponde con su sexo
biológico, o sea que son cisgénero, pero sin embargo con fines artísticos lucen
una apariencia identificada con el otro género.

- ROL DE GÉNERO
Es el conjunto de pautas sociales acerca cómo se espera que actuemos,
hablemos, nos vistamos, nos comportemos, según nuestro sexo asignado al
nacer. Es la expresión pública de la identidad de género acerca de lo que esa
sociedad espera para un género determinado.
Por ejemplo, se espera que las mujeres y las niñas se vistan de forma
femenina y que sean educadas, complacientes y maternales.
En casi todas las sociedades se les da diferente valoración a los hombres y a
las mujeres, siendo por lo general ellas devaluadas y ellos sobrevaluados. Esto
hace que las relaciones entre hombres y mujeres no sean equitativas y se
expresen desigualdades en todos los ámbitos de la vida.

- ORIENTACIÓN SEXUAL
La orientación sexual, tendencia sexual o inclinación sexual es la atracción
erótica, emocional, amorosa, que sienten las personas hacia otras por su
género mujer u hombre. o su identidad de género.
La atracción sexual está dada en términos de género y no de sexo biológico.
La orientación sexual se expresa a través del tipo de elección que realiza una
persona:
- Heterosexual: Es la atracción hacia personas del sexo opuesto
- Homosexual: Es la atracción hacia personas del mismo sexo
- Bisexual: Es la atracción hacia personas de ambos sexos
- Asexual: Es la falta de orientación sexual.

Estos otros modos de la sexualidad que aparecen, a diferencia de la


heterosexualidad, aún cuando ya se desarrollaban en la antigua Grecia y en
muchas otras culturas, siguen siendo resistidas en algunos de los sectores de
la sociedad actual, siendo valoradas negativamente e incluso son motivo de
discriminación social.
Es importante diferenciar la orientación sexual y la identidad de género.
También diferenciar la orientación sexual de las conductas sexuales, ya
que éstas hacen referencia a elecciones conscientes de las personas. Por
ejemplo, un comportamiento sexual sería el caso de hombres o mujeres
heterosexuales que, estando privadas de su libertad, mantienen relaciones
sexuales e incluso amorosas con personas de su mismo género mientras están
en prisión.
Es importante diferenciar la orientación sexual de las prácticas
sexuales, posiciones, juegos, acciones que hacen las personas mientras están
en sus relaciones sexuales. Es bastante habitual suponer que algunas prácticas
sexuales se relacionan con la orientación sexual de las personas y no
necesariamente es así. Se cree que la penetración anal en los hombres está
directamente relacionada con la homosexualidad; sin embargo, muchos
hombres heterosexuales disfrutan la penetración anal.

Movimiento LGBTIQ+

En la década de los años 1950 no existían palabras que denominaran a las


personas no heterosexuales, así que se empleó el término “tercer sexo”.
Más tarde se comenzó a usar la palabra homosexual para referirse a las
personas que gustan de otras de su mismo sexo y, años después apareció la
palabra gay de origen anglosajón, cuyo uso se popularizó.
Esta situación ya representaba un problema, incluso, porque estos nuevos
términos en el vocabulario eran empleados de manera despectiva y no
integradora ya que se afianzaban las costumbres familiares conservadoras.
El 28 de junio de 1969, en un bar de Nueva York llamado Stonewall, se
produjo un acontecimiento que marcó la historia e impulsó los movimientos de
la diversidad sexual.
Desde aquel momento, se iniciaron un conjunto de protestas que se
extendieron por días. Todas las personas que se encontraban en Stonewall se
opusieron a los cuerpos policiales, que tenía la orden de hacer una redada, con
el fin de reclamar igualdad de derechos y respeto.
Para ese entonces, las personas no heterosexuales eran duramente criticadas,
sus actos eran considerados ilegales, eran excluidos en diversos grupos
sociales y, además, sufrían los abusos de la policía.
Por ello, cada 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo
LGBT y el uso de las siglas, se popularizó a partir de ese entonces para
identificar a esta comunidad.
No obstante, con el pasar de los años y de las nuevas tipificaciones acerca de
las tendencias sexuales de las personas, la sigla LGBT se ha modificado
por LGBTIQ+, por ser más integradora.
Estas siglas designan al colectivo compuesto por lesbianas, gay, bisexual,
transgénero, intersexual, queer y más diversidades.
Es un movimiento que se conformó por la lucha de los derechos de igualdad
sexual. Se realizan actividades e iniciativas sociales y políticas que se enfocan
en la aceptación, descartando la discriminación y la violencia homofóbica. Este
movimiento busca que se reconozcan e igualen los derechos de las personas
que lo representan.
Gracias a estos movimientos y a la aceptación y reconocimiento, ya son varios
los países que han modificado sus marcos legales a fin de incluir, preservar y
respetar el derecho y los deberes que todos los seres humanos tenemos.

Lesbianas
La palabra lesbiana procede de las amazonas guerreras que vivían en la isla
de Lesbos en Grecia, mencionadas en la mitología griega. Término español que
se utiliza para hacer referencia a una mujer homosexual que siente atracción
sexual, física, emocional y sentimental únicamente hacia las mujeres.

Gay
El término se comienza a usar en Inglaterra durante el siglo XVI como
sinónimo de alegre o feliz. Hoy se usa este anglicanismo para referirse a las
personas homosexuales, especialmente hombres, que sienten atracción sexual
hacia otra persona de su mismo sexo.

Bisexual
Personas que se sienten atraídas por otras del sexo contrario y de su mismo
sexo. Puede ser de género mujer u hombre.

Travesti
Persona que se viste y asumen la sexualidad del género opuesto. En la
Argentina y otros países de América Latina es muy común la utilización del
término travesti, haciendo referencia a una identidad de género femenina.

Transgénero
Personas que no se identifican con los aspectos de género que están asignados
a su sexo biológico, tienen un concepto flexible de lo que significa ser hombre
o mujer y conservan sus caracteres sexuales sin llegar a realizarse cirugía
plástica de de sus genitales.

Transexual
Personas cuya identidad de género está en discordancia con su sexo biológico
e identidad sexual y se someten a procedimientos hormonales y quirúrgicos
para transformarse.
Los profesionales hablan de "disforia de género" para aludir a la ansiedad que
genera en la persona la disconformidad entre el género asignado
biológicamente y el género con el que se identifica. Una vez que la disforia de
género se diagnostica, profesionalmente, comienza el proceso de
acompañamiento para la transición.

Intersexual
Personas que tienen genitales de ambos sexos, por ejemplo, un órgano
reproductivo interno de una mujer y órgano sexual externo de un hombre.
Queer
La persona queer, palabra inglesa que se traduce como raro o extraño.
Son las personas que no quieren etiquetarse dentro de lo que está
socialmente establecido como norma. Piensan las relaciones y las preferencias
sexuales fuera de la heteronormatividad. Parten del supuesto que los seres
humanos están limitados a la identidad de varón y mujer.

El +, otras identidades que representan a los pansexuales, personas que


sienten atracción sin necesidad de fijarse en el género de la otra persona, las
asexuales, que no tienen ningún interés sexual.

Sexualidad: Cuerpo – Emociones – Lenguaje

Sexualidad y cuerpo
La sexualidad está presente en todo nuestro cuerpo y es una potencialidad que
nos permite sentir, vibrar y comunicarnos a través de nuestra corporalidad.
Cuando hablamos de que la sexualidad se aprende, sea la edad que tuviesen
las personas a través del cuerpo. La sexualidad genera el bienestar corporal.
Es importante que niñas y niños aprendan a cuidar de su cuerpo y el de las
demás personas, mostrarle que el cuidado es la base de amarse y amar.
Este desconocimiento acerca de lo corporal es lo que lleva a la frustración a
hombres y mujeres quienes viven sufriendo su vida sexual, lo cual altera su
vínculo de pareja.

Sexualidad y emociones
Los factores emocionales vinculados a la sexualidad muestran lo que sentimos
y percibimos ante las situaciones sexuales dando origen al placer, el gozo y la
satisfacción o las alteraciones y disfunciones sexuales. La manera cómo
interpretamos los sucesos impactan en el cerebro desatando impulsos
nerviosos, neuroquímicos y hormonales. Allí está el centro de las emociones:
ansiedad, miedo, tristeza, alegría fobia, pánico, depresión.
Estás desencadenan reacciones corporales: taquicardia, sudoración, temblor,
ruborización, cefaleas, náuseas, hipertensión.
Por ejemplo, los miedos ante las primeras relaciones sexuales, la alegría
cuando nos enamoramos, la gozo cuando sentimos el orgasmo. La ansiedad, el
temor al fracaso afectan la sexualidad repercutiendo en la relación de pareja.
Cuando estas emociones perduran se instalan los estados de ánimo
disfuncionales: resentimiento, resignación o la paz y la ambición.

Sexualidad y lenguaje
La sexualidad se expresa a través del lenguaje que se aprende a través de la
interacción social.
Las primeras palabras amorosas las recibimos de mamá y papá, quienes nos
contactan a través del lenguaje con las emociones. A través del lenguaje nos
expresarnos emocionalmente.
El aprendizaje del contacto social a través del lenguaje implica dar
palabras para que logremos manifestar lo que sentimos en nuestro cuerpo y
emociones. El lenguaje nos facilita preguntar, mostrar, expresar, crear
y promueve situaciones que determinan nuestras relaciones.

Sexualidad y Amor

¿Qué es el amor?
No hay una respuesta certera que evidencie que es el amor, ya que es un
sustantivo abstracto. No te compliques queriendo definirlo. Déjalo para los
poetas. Si de personas se trata, comienza a expresar esta emoción a través del
verbo Amar. Los verbos se traducen en acciones.
¿Qué es amar a una persona? Amar es ocuparse del bienestar y del cuidado de
las otras personas, de la misma manera que lo haces contigo.
Es la emoción que sentimos hacia si mism@s y hacia otra persona. El amar es
expresado a través de acciones, mensajes, declaraciones. Es una de las
declaraciones valiosas del lenguaje que muestra que comprendes y logras que
te comprendan. Se disuelve tu temor a la soledad y descubres el bienestar que
te brinda el poder conversar y compartir acciones con otros.
Amar también hace referencia a la atracción emocional y sexual que se tiene
hacia alguien con quien deseamos vincularnos.
Suele ser representado simbólicamente a través de un corazón o la figura de
Cupido con arco y flecha. Por ejemplo, un corazón atravesado por la flecha de
Cupido simboliza el amor romántico, en cambio un corazón roto representa el
desamor. Existe la idea del amor como la “media naranja”, que suele
manifestarse usando cada persona la “media medalla”. Suele manifestarse la
idea del amor que puede brindar el “príncipe azul” que viene a rescatarnos a
las mujeres para protegernos y abastecernos frente a un mundo externo hostil.
El término amor se lo emplea con otros significados. Por ejemplo, decir: "Yo
organizo tu fiesta con mucho amor".
La palabra amor es también empleada como adjetivo cuando indica que una
persona es encantadora: "Rosa es un amor de persona".

¿Qué es amar?
El amar es una acción valiosa que nos motiva a concretar los que nos
proponemos. Nos facilita accionar en paz, tranquilidad sintiendo felicidad y
bienestar.
Además de ejercitar el amar, es substancial conversar acerca del amar. La
amistad es la posibilidad de aprender a expresar el amar cuando la vinculamos
con otras personas. Expresarlo a través del lenguaje valorando esta emoción.
La sexualidad está vinculada al amar siendo importante que la diferenciemos
de la momentánea atracción.
Diferenciar el juego de la seducción del de la manipulación que se convierte en
una lucha basada en la posesión. El enamoramiento no confundirlo con el
amar.
El amar ocurre cuando aceptamos que en las relaciones cada cual puede
expresar libremente lo que siente y piensa, respetando las diferencias. Esta
actitud enriquece los vínculos.
Existen diferentes maneras de expresar el amar.

Enamoramiento
Es el estado comúnmente confundido con el amor que hace referencia una
persona que magnifica las cualidades positivas de otra al comienzo de una
relación amorosa.
Durante esta etapa, en la que conocemos muy pocos aspectos acerca de la
otra persona, solemos esforzarnos por ver que encontramos a la persona
perfecta, al amor de nuestras vidas. Esa persona tiene el deseo y la posibilidad
de entender, de retribuir el amor, el cuidado y compartir el día a día contigo.
Es compresible la alegría y la euforia constante que sentimos ante este estado
de enamoramiento.
La atracción física y el enamoramiento tienen esa cualidad inexplicable, solo a
los ojos de quien lo vive. Las señales olfativas y visuales son las responsables
de esta necesidad imperiosa que puedes sentir de acercarte a esa persona que
minutos atrás te era extraña.

Sexualidad Responsable

Para hablar de sexualidad responsable es imprescindible referirnos en primer


término a una Educación Sexual Integral. Es decir que la educación sexual no
solo hable de métodos anticonceptivos sino en desarrollar un aprendizaje
transformador, enfocado en la comprensión de la persona constituida por la
integración del cuerpo, las emociones y el lenguaje.
En la actualidad, la educación sexual que reciben niños y niñas, tanto en su
familia, como durante su escolaridad, se basa sólo en la cuestión anatómica y
cómo se diferencia el varón y la mujer.
Se habla de la sexualidad vinculándola con la regulación de la natalidad, la
autorización para tener relaciones sexuales, la aceptación o rechazo del aborto,
la preservación de enfermedades de transmisión sexual y a la ausencia
capacidad reproductiva durante la niñez, la adolescencia y la vejez.
La formación en sexualidad es un proceso de permanente aprendizaje para la
vida, unido al desarrollo y la transformación de las personas. Consiste en un
aprendizaje para vivir en bienestar jerarquizando el placer, el disfrute, la
afectividad de las personas.

La educación sexual

La educación sexual integral se basa en que aprendamos a conversar sobre la


sexualidad siendo personas competentes, sinceras e íntegras. Esta forma de
abrir conversaciones requiere que se modifiquen juicios y creencias
distorsionadas para generar confianza al educar a niñas y niños que crezcan
sabiendo que la sexualidad está ligada al amar.
La sexualidad es inherente a nuestro ser personas por eso, nos acompaña en
los diversos contextos en los que nos insertamos cuando accionamos e
interactuamos.
El aprendizaje sobre la sexualidad, no es tratar una serie de contenidos claros
y acotados, sino conversar sobre una experiencia que se nos presenta de
modos diversos y a veces imprevisibles en la propia vida.

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