Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
INTRODUCCIÓN
Del tercer milenio data el primer poema sumerio a la creación: creaciones cosmológicas y
religiosas en torno a lugares míticos como la ciudad de Ur. Del segundo milenio data el primer
texto legal conocido: el código de Hammurabi, y también en esos años hallamos ya completo el
gran poema épico babilonio: el Enuma Elish o Poema de la creación.
No mucho después, alrededor del Nilo, se desarrolla la otra gran civilización, la egipcia, cuna
de Occidente, con su propia escritura ideográfica o pictográfica: los jeroglíficos.
1
TEMA 41: LAS FUENTES Y LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
Si bien, entre las literaturas semíticas, la hebrea-israelita debe ceder el primer lugar
cronológico a la mesopotámica, merece un lugar preeminente por su enorme influencia en la
evolución cultural del mundo. La gran obra literaria de la cultura hebrea es el Antiguo
Testamento, que conocemos con el nombre griego Biblia.
2.1. La Biblia
Se trata de 24 textos que se dividen en tres grupos:
a) Torá, que es la ley o enseñanza. Los cinco primeros libros o PENTATEUCO son el relato de la
creación del mundo y la historia de los hebreos hasta su llegada a la tierra prometida.
b) Nebim (profetas) son ocho libros tanto históricos como proféticos.
c) Ketubim (escritos): conjunto heterogéneo de materiales poéticos, narrativos y gnómicos. En
ellos hallamos desde vidas de profetas, hasta los libros sapienciales o didácticos (Proverbios,
Eclesiastés, Sabiduria), textos filosóficos como El libro de Job o los 150 poemas atribuidos al Rey
David que componen los Salmos y que recogen desde composiciones líricas (Cantar de
los cantares) hasta versos filosóficos y épicos.
d) El NUEVO TESTAMENTO sería el resumen escrito de la tradición oral basada en testigos
oculares de los hechos de Jesús.
3. LITERATURA ÁRABE
1. Preislámica (500-622). Según sus propios historiadores es una “época de ignorancia”. Las
producciones de esta época preliteraria se conservan de modo deficiente, en reelaboraciones
posteriores orales y escritas. Data ya de esta época la “qasida”, prototipo de canción árabe.
2
TEMA 41: LAS FUENTES Y LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
2. La expansión (622-750). El Islam, fundado por Mahoma, da a la literatura árabe una fisonomía
propia y particular, la vitaliza y renueva y, lo más importante, con su avasallador empuje
guerrero la lleva a tierras lejanas y la integran en las tradiciones literarias de todo el
Meditérraneo y Asia Menor. El Corán es el libro sagrado para el Islam, que se considera revelado
directamente a Mahoma (570-632) por Dios. El Corán fue durante muchos años la única obra
escrita en prosa, y ejerció por ello una enorme influencia en la literatura árabe, tanto por la
cantidad de estudios y comentarios que motivó, como por ser modelo gramatical y estilístico del
árabe clásico de todas las épocas.
3. La literatura árabe en Oriente. El Corán abre un período de predominio de literatura religiosa:
interpretaciones y comentarios sobre la obra del profeta, exégesis de los textos, aparición de
escuelas y sectas….
La prosa árabe, enormemente enriquecida en esta época islámica, se perfecciona, se hace
rebuscada, alambicada, retórica, llena de recursos rítmicos y de sonoridad, y se manifiesta en
forma de relatos breves que recogen tradiciones antiquísimas de Oriente y que llegarán a toda
Europa. Las mil y una noches es el más importante conjunto de relatos, aunque no llegó a
Occidente hasta el siglo XVIII. Reúne cuentos que habían circulado oralmente durante siglos. Se
trata de un conjunto de cuentos sin finalidad moralizante ni didáctica, sino de puro
entretenimiento basado en historias de magia, aventuras y amores
4. Literatura arabigoespañola. Destacan las obras filosóficas como el neoplatonismo de Ibn-
Masarra o de Ibn Tufayl, o la corriente aristotélica de Avempace y Averroes.
La poesía árabe, fomentada y protegida por los soberanos, perduró años en tierras
españolas a la vez que se mezcló con las tradiciones culturales de los mozárabes, dando lugar a
una curiosa modalidad de popular de poesía árabe que convivía con la recargada poesía de corte
clásico basada sobre todo en alardes de ingenio y agudeza. En la poesía popular no podemos
dejar de mencionar a Muqaddan ibn Muafá al-Qabrí (el ciego de Cabra), presunto inventor de la
moaxaja [conjunto de estrofas de distinta rima seguidas de un refrán o estribillo] y el zéjel [lo
mismo en árabe vulgar], en ambas el estribillo, llamado jarcha, está total o parcialmente en
mozárabe, muchas veces tomado de cancioncillas populares tradicionales.
4. LA LITERATURA GRIEGA.
3
TEMA 41: LAS FUENTES Y LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
Con Grecia entramos en las más auténticas raíces de occidente. La cultura griega partió de
un fondo mítico, legendario, en que todo lo que era digno de recuerdo o de explicación era
consignado en un conjunto de tradiciones orales imprecisas que se transmitían de generación en
generación. Los mitos forman un amplísimo conjunto de relatos de enorme valor literario y
humano. Los viejos temas de la prehistoria mítica griega fueron reelaborados por los autores del
esplendor cultural griego y, posteriormente, por todas las artes occidentales.
- La epopeya. Son dos extensos poemas épicos los primeros monumentos literarios que nos
deja la cultura griega: la Odisea y la Ilíada., ambas atribuidas a Homero. El tema principal de
la Ilíada es el asedio a Troya por las fuerzas aqueas tras el rapto de Helena (esposa de Menelao)
por Paris (príncipe de Troya). En la Odisea, por otro lado, se narra la aventura de Ulises en su
regreso a Ítaca tras la toma de Troya.
Hesíodo, más cercano a la vida cotidiana del mundo campesino que a los aristocráticos
héroes homéricos, escribió la Teogonía, sistematización de los principales dioses griegos desde la
creación del cosmos hasta la victoria de Zeus; y Los trabajos y los días, con una primera parte
con preceptos sobre moral y justicia y una segunda que detalla el calendario campesino.
- La lírica. La poesía, tanto épica como lírica, parece nacer en Grecia vinculada al ámbito de
la fiesta, la celebración y el banquete, y que se concibe como un espectáculo acompañado de
música y danza. Las primeras manifestaciones consistentes de lírica griega se deben a autores
cultos de nombre conocido. El estudio de la lírica griega suele dividirla en dos grupos:
- Lírica individual o personal. Por un lado, las elegías suelen tener una intención moralizadora
que contribuye a la racionalización del sentimiento. Se tratan temas de política, sociedad civil,
ética, moral, guerra en tono grave y sentencioso. El poeta elegíaco más antiguo es Calino de
Éfeso. Tirteo, el poeta patriótico que cantó a Esparta en tiempos de guerra, o Mimnermo, el
voluptuoso y hedonista jónico. La poesía yámbica nació a la vez que la elegía, pero solo se cultivó
en Jonia y en relación con fiestas y rituales de tipo dionisíaco. Su más alto representante es el
irreverente Arquíloco de Paros. La oda es lo más subjetivo de la poesía griega, ya que es la vía de
expresión de la vida interior del poeta. Poesía como pura expresión del sentimiento amoroso
encontramos en Safo de Lesbos, y como celebración de los placeres de la vida y el vino en
Anacreonte.
- Lírica coral. El poeta se convierte en este tipo de poesía en portavoz de un sentimiento común y
refleja el alma de la ciudad. Es poesía destinada a ser cantada por un coro, acompañado de danza
y música. En esta poesía entran en juego no solo los valores patrios, las hazañas y cultos locales,
4
TEMA 41: LAS FUENTES Y LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
también el mito, la genealogía, la estirpe. El más representativo es Píndaro. Son famosos sus
epinicios a las victorias de atletas en los juegos olímpicos, y los himnos.
- El teatro. Como el teatro medieval nace en la iglesia, también el griego nació vinculado a
determinadas celebraciones religiosas. Se cree que la tragedia nació del ditirambo (himno
dedicado a Dionisos) que los participantes en sus rituales báquicos dedicaban a las aventuras del
dios, disfrazados de sátiros e intercalando su canto con las palabras de un directo o corifeo. Entre
el siglo VII y VI a.C. se van diseñando las creaciones dramáticas griegas y sus espacios
característicos, aunque los primeros textos conservados son del siglo V a.C. Un origen parecido
debió tener la comedia, pero en ambientes más rurales: se introduce en la fiesta en el 486 a.c.
TRAGEDIA. Es quizá la más eterna de las creaciones griegas, porque a pesar de su origen
legendario y de su ambientación mítica y aristocrática, la tragedia muestra a nuestros ojos
pasiones humanas, constantes a través de los tiempos, eternas: en ella están los grandes temas
que todas las artes han interpretado, reescrito y reeleborado a lo largo de los siglos. De la
ingente producción teatral griega solo conservamos algunas obras de tres de sus autores más
representativos. De Esquilo destaca la trilogía de la Orestíada y el Prometeo encadenado. Es el
más antiguo y conservador de los tres, y en él se trasciende lo mítico o legendario para convertir
a sus personajes en símbolos de valores trascendentes o problemas de conciencia o derecho.
Las tragedias de Sófocles acusan una mayor preocupación escénica y un principio de
humanización de los personajes –que completará Eurípides-. Los temas salen del mismo fondo
mítico, pero Sófocles crea con ellos tramas más densas y elaboradas, más variadas, ampliando los
puntos de vista y los matices psicológicos de los personajes. Destacan Ayante, Antígona, Edipo
Rey, Electra, Filoctetes.
Eurípides es el punto final del proceso que comenzó con los personajes míticos y lejanos de
Esquilo, siguió con la asimilación humanizadora de Sófocles y culmina con la humanización
radical de Eurípides: la materia es la misma, los mitos troyanos, argivos, tebanos, pero el
tratamiento es más personal, más escéptico, sorprendente, renovador, original. Para Eurípides,
las divinidades y los mortales comparten defectos y virtudes, no hay destinos inexorables, sino
una rebelión contra la injusticia que viene del más allá. Lo que los personajes de Eurípides
pierden en grandeza épica lo ganan en humanidad. Sus pasiones y conflictos alcanzan a veces lo
humanamente patológico, pero llevado a la desmesura, hasta llegar incluso a la caricatura.
Destaca Medea, Alcestis, Electra, Hipólito, Hécuba.
5
TEMA 41: LAS FUENTES Y LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
5.1. LA REPÚBLICA
En el teatro, los escritores latinos reprodujeron a los griegos, tomando las estructuras, los
personajes y la acción de obras de autores famosos, pero también compusieron obras sobre
personajes y asuntos romanos. Dentro de la comedia, Plauto, (s. III-II a.C.) produjo numerosas
fabulas palliatas, llamadas así por tratar de personajes griegos que vestían con pallium, pero muy
lejos de la imitación, introducía asuntos y personajes locales, con tramas intrincadas y de acción
rápida para mantener la intriga en el público. Destacan El Anfitrión y La Olla.
Terencio (184-159 a.C.) es más reflexivo y fino que Plauto, sus comedias son más ciudadanas
y sentimentales, de mayor profundidad psicológica. Empleaba un lenguaje más culto y refinado,
pues a ese tipo de público se dirigía.
En la poesía destacan en el s. I a.C. Lucrecio, por De la naturaleza, epopeya científico-
filosófica en la que desarrolla en verso hexámetro las ideas epicúreas de forma apasionada y
6
TEMA 41: LAS FUENTES Y LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. LA
BIBLIA. LOS CLÁSICOS GRECO-LATINOS
visceral. Catulo, del que se recuerdan algunos de poemas satíricos más agresivos y obscenos de
todos los tiempos, pero también algunas de las poesías amorosas más bellas.
En la prosa, destaca sobre todo la oratoria de Cicerón, en el que se dan las pautas de lo que
debería ser el arte de hablar en público, y la historia (Julio Cesar, Tito Livio, Salustio).
5.2. EL IMPERIO
El mayor representante de este período es Virgilio. Las Bucólicas son delicados cuadros de la
vida pastoril tras lo que se ocultan en realidad personajes cultos que se expresan con sutilidad y
preciosismo. El retrato idílico de la naturaleza de Virgilio y las convenciones fijadas en su texto
serán fuente de inspiración para gran parte de la literatura posterior. Las Geórgicas es un poema
en hexámetros sobre la agricultura: el mundo real del trabajo agrario sustituye al mundo
refinado e irreal de las Bucólicas. La Eneida es la gran epopeya romana: una versión trascendente
del pasado, el presente y el futuro de Roma que coloca a los romanos como descendientes de la
estirpe troyana y a César y Augusto como herederos directos del espíritu de Venus y Eneas.
Otro gran exponente latino es Horacio. En los Epodos sigue la poesía viril y severa de
Arquíloco, que reivindica atacando furibunda y violentamente a los poetas y los nuevos ricos de
su tiempo, augurando el peor de los destinos para Roma. Conocídisimo es el épodo que
empieza “Beatus ille…” (tópico). Las Sátiras componen un amable y detallado cuadro de la vida
cotidiana en Roma, de los debates, la gastronomía, las costumbres, en un tono coloquial cercano
a la prosa. Las Odas, escritas con amigable ironía y profunda filosofía, recogen las
preocupaciones y los placeres del campo, los afanes de las gentes, viejos temas transfigurados
por el verso horaciano que dan lugar a versos famosísimo como el tópico carpe diem. La esencia
de su poesía es la capacidad de convertir en arte lo cotidiano. Por último, las Epístolas, entre las
que destaca la Epístola a los Pisones o Arte poética, por ser, con la Aristóteles, la poética más
leída y más influyente en la historia del pensamiento literario occidental.
Se podría hablar de Propercio, de Tíbulo, de Lucano, Marcial (el maestro del epigrama),
Juvenal, pero mejor detenernos en Ovidio y sus dos obras fundamentales: El arte de amar,
divertidísimo y liviano compendio de arte amatorio y de consejos para la seducción y la conquista
amorosas, y las Metamorfosis, ingente enciclopedia de leyendas mitológicas en forma épica.
Por último, una anotación sobre la prosa: Séneca y el estoicismo, Tácito, Suetonio, los Plinios
para la historia y la filosofía. EL alma realista y práctica de la civilización romana no da lugar a
ninguna creación novelesca, más allá del Satiricón de Petronio.