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Literaturas Orientales

La historia califica a los pueblos orientales en un solo grupo debido a las características comunes
entre ellos, especialmente en la creación literaria.
Del mundo antiguo el orden de aparición de las más importantes es la siguiente:
– Literatura China, desde el siglo XXIV A.C:
– Literatura Persa, desde el siglo XV A.C.
– Literatura India, desde el siglo XV A.C.
– Literatura Hebrea, desde el siglo XI A.C.

 Características generales de las literaturas orientales

Sus caracteres son: sustancia filosófica y religiosa, predominio de la imaginación y la fantasía e


influencia marcada sobre las literaturas occidentales tanto antiguas como modernas.
De las literaturas orientales tomadas en conjunto, hay una que “es nervio y sangre de todas las
literaturas modernas y mar intenso del que han nacido los grandes ríos del pensamiento humano:
la Hebrea”, cuya obra inmortal, La Biblia, atestigua decididamente la presencia de la mano de Dios,
su autor principal.
La historia de la cultura universal se desenvuelve a través de tres grandes ciclos, de oriente a
occidente: el oriental, el clásico, o greco-latina y el cristiano-occidental.
Los símbolos de estos tres ciclos podrían ser, respectivamente, La pagoda, el templo griego y la
catedral cristiana.

 literatura egipcia

El dinamismo de la sociedad egipcia propicio un amplio desarrollo de su cultura;son famosas las


escrituras jeroglíficas, las pirámides, la esfinge y también la momificación ralizada a los faraones o
reyes y a otras personalidades del mundo egipcio. seguramente conoces algunos elementos de
esta cultura ya sea por tus estudios de historia o por influjo de otros medios por ejemplo el cine a
continuación te hablaremos de la literatura elaborada en el periodo mas arcaico de los egipcios;
como podras observar, las momias y el culto a los muertos están inmersos en un contexto religioso
que tiene muy poco que ver con los que nos presentan las películas.

 
 

                 Literatura egipcia del imperio antiguo

La literatura egipcia antigua se remonta al Imperio Antiguo, en el tercer milenio a. C. La literatura


religiosa se conoce mejor, por sus himnos a varios dioses y sus textos funerarios. La obra literaria
más antigua que nos ha llegado la forman los Textos de las Pirámides: la mitología y los rituales
inscritos en las cámaras funerarias de las pirámides de varios faraones del Imperio Antiguo. Más
tarde, surge la literatura de textos seculares, como los «textos sapienciales», en forma de
instrucción filosófica. Las Instrucciones de Ptahhotep, por ejemplo, es una colección de proverbios
morales escritos por un cortesano egipcio.

También existe una amplia colección de papiros con textos técnicos y médicos, como los papiros
de Lahun sobre matemáticas, aunque los hay de literatura recreativa, como el Papiro Westcar que
contiene una colección de cuentos de la Dinastía IV. Se conservan la Historia del habitante del
oasis y la Disputa entre un hombre y su ba, conocida también como Diálogo del desesperado de la
vida con su alma (siglo XXI a. C.). Este último texto parece ser una muestra de un género literario
muy antiguo (hay expresiones semejantes en un escritor algo anterior, Ipuur); ecos de este género
resuenan en el muy posterior Libro de Job hebreo. El desesperado expone las amarguras de la vida
y su alma trata de rebatirlo exponiéndole las bondades de la misma. Por el contrario, el Canto del
arpista, grabado en numerosas tumbas de la época, se identifica con el alma y busca una evasión a
estas amarguras.

Los autores de la literatura de los Imperios Antiguo y Medio (mediado el segundo milenio a. C.)
parecen haber sido una élite de la clase administrativa, y fueron celebrados en el Imperio Nuevo
(al final del segundo milenio).

Disputa entre un hombre y su ba.

Durante el Primer periodo intermedio de Egipto, fundándose en los Textos de las Pirámides,
surgieron los Textos de los Sarcófagos y, finalmente, la literatura del Más Allá produjo su obra más
célebre, el Libro de los Muertos, durante el Imperio Nuevo, época en la que se escribieron también
los Papiros de Berlín. El Imperio Nuevo fue el siglo de oro de la literatura egipcia. Entre los textos
notables se incluyen la Profecía de Neferti, las Instrucciones de Amenemhat, La Historia de Sinuhé,
la del Marinero náufrago, datada hacia el siglo XVIII a. C. y que parece ser el antecedente no sólo
de la historia de Ulises entre los feacios que se muestra en la Odisea de Homero, sino de la historia
de Simbad que aparecerá más reelaborada en las Mil y una noches; la del Campesino elocuente, o
el relato de la toma de Yapu (Jaffa).

Fragmento de la piedra Rosetta.


Las instrucciones llegaron a ser un género literario popular en el Imperio Nuevo, tomando la forma
de consejos para seguir la conducta apropiada. La Historia de Unamón, el Poema de Pentaur y las
Instrucciones de Anos son los ejemplos más conocidos de este período.

Durante el período grecorromano (332 a. C. a 639), la literatura egipcia fue traducida a otros
idiomas, y la grecorromana se fundió con el arte nativo en un nuevo estilo de escritura. De este
período viene la Piedra de Rosetta, que llegó a ser el texto clave para poder descifrar los misterios
de la antigua escritura egipcia

 Literaturas mesopotámicas

  Introducción general al cercano oriente

En Mesopotamia (territorio que coincide con lo que hoy es Irak), florecieron diversas culturas
desde el IV milenio a.C.: sumerios, acadios, babilonios, asirios, hititas…

Estas culturas desarrollaron las primeras formas de escritura conocidas (la escritura cuneiforme), y
legaron, a través de tablillas de arcilla, una literatura compuesta fundamentalmente por textos e
himnos religiosos y por poemas épicos sobre los orígenes míticos del mundo, como el Enuma Elish,
poema babilónico de la creación.

 Esta cosmogonía, del II milenio a.C., recoge la creación del universo, de los dioses y,
finalmente, del hombre.
 En ella encontramos motivos comunes a otras civilizaciones, recogidos, por ejemplo, en el

Génesis bíblico

Características de la literatura mesopotámica

Por el año 3000 A.C., la Mesopotamia comenzó a desarrollar la escritura, primero pictográfica y
luego fonética. Se supone que este proceso se llevó a cabo por la convivencia entre dos pueblos:
los acadios y los sumerios. Los símbolos pictográficos sumerios comenzaron una progresiva
linealización que derivó en la escritura cuneiforme común a los dos idiomas.

 En principio, la escritura era utilizada para llevar las cuentas administrativas de la


comunidad y más adelante derivó en el nacimiento de la literatura mesopotámica, al
proponer la explicación de distintos hechos y utilizarse para transmitir leyendas.

 Entre ambos pueblos mesopotámicos, la literatura oral sumeria es la más antigua.

Sus relatos se dividen en:

 Mitos (historias sobre la vida de los dioses, como Enlil, Enki y Ninhursag)

  himnos (cantos de alabanza a los dioses, a los reyes y a las grandes obras de la civilización)
y

  Lamentaciones (cantos sobre las guerras y las catástrofes).

La literatura en acadio, por su parte, aparece hacia el siglo XVII A.C. Sus principales temáticas son
los asuntos religiosos (como los poemas Enuma Elish, Erra y Atrahasis) y épicos (destacándose el
poema de Gilgamesh, considerado como uno de los primeros textos escritos de la historia
universal).

Cabe resaltar que el poema de Atrahasis, también conocido como Utnapishtim para los babilonios
o Ziusudra para los sumerios, narra la historia de un gigantesco diluvio. Por su contenido, muchos
especialistas aseguran que este relato inspiró la historia bíblica de Noé, el hombre elegido por Dios
para construir el arca.

Conservación de la literatura mesopotámica


Las obras literarias de la época se fijaban en piedra o en arcilla, y para ella se empleaba una
escritura conocida como cuneiforme, que empleaba cuñas de diversos grosores y en distintas
direcciones y ángulos para expresar diferentes ideas. Algunas de estas piedras talladas aún se
conservan y son auténticas joyas de la literatura universal.

Principales obras mesopotámicas

  Enûma Elish, significa en acadio “cuando en lo alto”, y son las dos primeras palabras de un
poema babilónico que narra el origen del mundo. Está recogido en unas tablillas halladas
en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal

 La epopeya de Erra” del año 1000 A.C. Estrechamente identificado con el dios Nergal, su
centro de culto era Erasalm, en la ciudad de Kutha (perdida). En el período babilonio, fue
conocido como el dios plaga.

 Atrahasis, Atar-hasis, incluso Atram-hasis, es un termino acadio que da nombre a un


manuscrito firmado y datado por un copista llamado Kasap-aya en tiempos de Ammi-
saduqa que reinó desde 1646 hasta 1626 AC. Es un extenso poema que abarca desde el
Origen a la creación del hombre, comprendiendo la narración del Diluvio entre otras.

  La epopeya de Gilgamesh.- considerada como la narración escrita más antigua de la


historia. Se emplearon tablillas de arcilla y escritura cuneiforme, lo cual favoreció su
preservación.

El Primero De Los Escribas

Era muy natural para el faraón el quitarse sus aparatosas vestiduras para ponerse el modesto
atuendo que caracterizaba la vestidura de los escribas.(Solo algunos faraones sabían leer y
escribir) Tocado por la divinidad, el soberano no hacía más que tratar de imitar a un ilustre
modelo: el dios Thot, creador de las lenguas y la escritura, escriba y visir de los dioses, autor de
libros, especialmente de magia y el patrón de los escribas.

El Escriba Penatur

Pentaur es el nombre del escriba que narró la famosa batalla de Kadesh. Otra obra atribuída a él
es La disputa de Sekenenre y Apopi, un texto recogido en el papiro Sallier I, una colección de
documentos que es, probablemente, una narración del inicio de la guerra contra los invasores
hicsos.

Sus Obras Literarias Fueron Las Siguientes:

La disputa de Sekenenre y Apopi

“Aconteció pues que la tierra de Egipto estaba en dura aflicción y que no había un Señor como rey
de ese tiempo. Ocurrió que el soberano Sekenenre, era gobernante de la ciudad del Sur. Había, sin
embargo, dura aflicción en la ciudad de los Asiáticos, estando el príncipe Apopi en Avaris. Todo el
país le presentaba ofrendas trayéndole sus tributos…. El rey Apopi tomó para sí a Seth como único
señor y no servía a ningún otro dios que hubiera en todo el país.”

Poema de Pentaur
“Irguiéndose en toda su estatura, el rey viste la fiera armadura de combate y con su carro tirado
de dos caballos lánzase en lo más recio de la contienda. ¡Estaba solo, muy solo, sin nadie junto a
él!… Sus soldados y su séquito le miraban desde lejos, en tanto que atacaba y defendíase
heroicamente. ¡Le rodeaban dos mil quinientos carros, cada uno con tres guerreros, todos
apremiándose para cerrarle el paso! ¡Solo e intrépido, no le acompañaban ni príncipes, ni
generales, ni soldados!…”

 Literatura china

 Aspectos de la cultura china

La tradición literaria de China no es de las más antiguas del mundo. Es superada en miles de años
por las tradiciones literarias del Cercano Oriente y Egipto. Sin embargo se puede afirmar que es la
tradición que puede presumir de mayor continuidad a lo largo de la historia.

Los primeros testimonios literarios, o al menos considerados literarios en China, son las
inscripciones encontradas en los caparazones de tortuga utilizados para adivinar durante
la dinastía Shang (siglo XVI a XI a.C.) y las oraciones grabadas en los bronces sacrificiales de esa
misma dinastía. En estas inscripciones ya aparecen los primitivos caracteres chinos, que con sus
variedades y evoluciones se seguirán utilizando hasta hoy en día.

La literatura china abarca una asombrosa variedad de géneros, muchos de los cuales
habitualmente no son considerados obras literarias en Occidente. Una buena muestra de los
mismos, y la forma en que deben utilizarse se puede tener con la lectura del libro «El Corazón de
la Literatura y el Cincelado de Dragones», una ambiciosa obra de crítica literaria escrita por Liu
Xue que en el siglo V de nuestra era que nos permite asomarnos al complejo mundo literario de la
China antigua.

Los más antiguos poemas de China están contenidos en el Libro de los Cantos (Shi Jing), una
antología de las baladas populares de las diversas regiones de China. Puede que los más antiguos
de ellos hayan sido compuestos antes del siglo XI a. C. En cualquier caso su trasmisión fue oral
hasta el siglo VI a.c. Su temática variada refleja con una impresionante belleza la vida del pueblo
chino en aquellos tiempos lejanos: El paso de las estaciones, las guerras con los bárbaros, el amor
y el desamor, el buen y mal gobierno, la forma correcta de realizar determinados rituales, todo
tiene cabida en el Libro de los Cantos.

Otra obra que precede al periódo clásico del primer esplendor de la literatura china es el I Ching
(o Libro de los Cambios). Su origen se pierde en la leyenda de tal forma que sus fundamentos se
atribuyen al mítico héroe Fuxi, y su desarrollo al Duque Wen, padre del primer emperador de la
dinastía Zhou. Una de las obras más herméticas de la historia literaria. Parece que en un principio
fue compuesta como una guía para interpretar los oráculos antiguos, aunque posteriomente se va
desarrollando como una obra que relacionando la realidad del hombre y el cosmos en un
momento determinado, puede indicar un camino de reflexión ante cada uno de los
acontecimientos que se presentan en nuestra existencia.
El desarrollo de la literatura china acompaña al de su sociedad. Es por ello que pronto se aleja de
la magia y de la lírica, para centrarse en la política y las relaciones humanas, especialmente en la
correcta forma de gobernar que pueda llevar al engrandecimiento del reino. Por los fragmentos
que nos han llegado a través de obras de historia escritas muchos siglos después, desde el siglo VI
se da en China una efervescencia política y filosófica sin precedentes. En medio de ese movimiento
surgen numerosos e importantes pensadores, que proponen nuevos conceptos sobre la vida, el
poder, la educación y el buen gobierno. China es un hervidero de ideas, las escuelas compiten
entre sí, cada una de ellas busca poner en practica sus teorías y alcanzar la fama a la sombra de
algún rey. De muchos de los geniales filósofos que habitaron China durante aquellos años sólo ha
quedado algún fragmento, varias frases, o el reflejo de sus ideas en las refutaciones de las obras
que nos han llegado.

No obstante, los que más influencia han tenido en el desarrollo posterior de las ideas en China han
sido:

Confucio, con sus Cuatro Libros y su discípulo Mencio, en cuyas obras se destila la nostalgia por las
pasadas grandezas, y proponen la vuelta al poder real absoluto, de una dinastía justa y fuerte, y el
establecimiento de una sociedad regida por la armonía entre el gobernante y gobernado, padre e
hijo, marido y mujer, maestro y discípulo, y entre los amigos.

Lao Tse, con el Taoteking, y su discípulo Zhuang Zi, mantienen teorías opuestas a las de Confucio.
Proponen una vuelta a la naturaleza, un poder débil en el gobierno, y el abandono de la política y
el gobierno para concentrase en la esencia de la propia naturaleza humana.

Mo Di, cuyas obras están recogidas en el llamado Mozi (Libro del maestro Mo)  , expresa los
anhelos de la gente común, como pequeño propietario, sólo espera que reine la benevolencia y la
gente pueda vivir en paz. No cree en la necesidad de los lujos sino en comunidades de personas
viviendo vidas sencillas. Han Fei, por el contrario, es el principal representante de la escuela
legalista. El propone que las leyes se apliquen a todos por igual, y considera el establecimiento de
un estado de derecho como requisito para que el país avance.

En el Sur, en la cuenca del Yangtze, se genera unos años después una tradición poética particular,
de dulces canciones con temas variados, entre los autores de esa época destaca con luz propia el
poeta Qu Yuan, (siglo III a. C.) autor de numerosos poemas, aunque la fama le ha llegado sólo por
uno: Lisao, que se puede traducir como «El lamento», en el que llora por el mal gobierno del
reino. Al ver que la decadencia era inevitable se suicidó arrojándose a un río. Su muerte se
conmemora hoy en día en el Festival del Barco del Dragón, que se celebra en el 5 día del 5 mes
lunar.

El historiador Sima Qian (140-100 a. C.) es otra de las figuras de la literatura. El primer historiador
como tal, recoge en sus Registros Históricos las noticias sobre las antiguas dinastías. Su
información se ajusta a la realidad, e incluso informaciones que hasta hace poco se creían
fantásticas, descubrimientos arqueológicos las revelan como auténticas. No obstante su influencia
va mucho más allá de la meramente literaria, pues al sacralizar una historia lineal que enlaza
desde el principio del mundo hasta la dinastía reinante, contribuye como nadie a forjar la
mentalidad del pueblo chino. La creencia en un gran país, foco de la cultura, rodeado de estados
bárbaros, encuentra en Sima Qian uno de sus principales pilares.
Mientras Sima Qian y otros letrados iban forjando la que sería cultura china tradicional, un
número importante de cantos y poesías, estudiadas con primor por Anne Birrell, reflejan todavía
un mundo lleno de colorido que se resiste a integrarse en las rígidas formas imperiales.

La dinastía Tang es el siglo de la poesía, no podía ser menos en una época donde las artes florecen
como nunca. Se conservan más de 50.000 poemas de los más famosos 2.000 poetas Tang. Y en
China todos los niños memorizan en la escuela «los 300 poemas Tang», que son cita continua por
pensadores y políticos. Los más destacados de entre ellos son: Wang Wei (701-761), loando a la
naturaleza. Li Bai (701-770), con obras de gran contenido social, y Du Fu (712-770), con un
penetrante conocimiento de la sociedad de la época. Un poco posteriores son Han Yu (768-824)
y Bai Juyi (772-846).

La Dinastía Song, aprovecha ese magnífico paréntesis decadente de su capitalidad en Hangzhou,


para producir grandes poetas, como Su Dongpo (1036-1101), que llegó a ser alcalde de esta
ciudad. Es además durante estos años cuando empiezan a coger forma las leyendas del Señor Bao,
un juez que ejerció en Kaifeng cuando esta ciudad fue la capital imperial, famoso por su integridad
y sagacidad. Los anhelos de la gente común por obtener justicia de los gobernantes, convirtieron
su vida en leyenda y a los ya famosos casos resueltos durante su carrera se fueron añadiendo más
y más casos sin más límite que el la imaginación popular quiso ponerle.

Durante la dinastía Yuan el género literario que florece es el teatro, algunos dicen que los
mongoles que gobernaban China en aquellos años, gentes sencillas, buscaban entretenimientos
más vulgares, como los que les proporcionaban dramas y operetas. En esos años destacan los
dramas de Guan Huanqing, denunciando temas tan universales como la explotación de los pobres,
la injusticia, y los abusos de los poderosos. Son años también durante los que se van gestando las
obras que tomaran forma en los siglos siguientes, a base de leyendas, cuentos y tradiciones.

Es durante la dinastía Ming cuando muchas de las leyendas y tradiciones que circulaban entre el
pueblo de forma fragmentaria, toman forma definitiva, como es el caso de A La Orilla del Agua,
escrita por Shi Naian, que describe la rebelión campesina del Liang Shanpo contra la dinastía Song.
O el Romance de los Tres Reinos, de Luo Guanzhong narra la historia de la China del siglo III,
cuando tras el colapso de la dinastía Han se dividió en tres reinos en guerra continua. Y tal vez más
importante, la Peregrinación al Oeste, de Wu Cheng’en, que describe la peregrinación del monje
Xuanzang a la India en busca de los libros budistas y las aventuras que le ocurren.

En la dinastía Qing los autores satirizan una sociedad con el germen de la decadencia en su
interior. Como los Extraños Cuentos de Liaozhai de Pu Songli (1640-1715), o Los letrados de Wu
Jingzi, que cuestiona la efectividad del sistema de exámenes usado para adjudicar los puestos de la
administración del estado, y sobre todo el Sueño del Pabellón Rojo, de Cao Xueqin y Gao E. Cao, la
obra más carismática de China, sus personajes, aún perteneciendo a la clase alta, son víctimas de
sus propias contradicciones. Su tragedia, está descrita con tal maestría, sus descripciones de las
personas, de los ambientes, son tan bellas que su obra se ha convertido en paradigma de la
belleza. En marcado contraste con el dulce romanticismo que se destila en cada página de este
obra, el Jinpingmei, considerada la obra clásica por excelencia de la literatura erótica china, se
limita a describir de forma realista la injusta sociedad de la época.
En el siglo XX, Lu Xun, con su magistral Diario de un Loco, que describe como nadie las
contradicciones de la sociedad china de principios de siglo; y Ba Jin, cuya romántica
novela Primavera en Otoño nos describe la trágica historia de amor entre una pareja perdida
entre la cultura tradicional de China y las nuevas ideas que llegan de Occidente. Mao Dun, autor
de Medianoche, sobre el Shanghai de entreguerras, han sido los autores más ensalzados, leídos y
publicados. Lao She, Bing Xin, Xu Zhi Mo son otros de los autores que han marcado este siglo.

En los últimos años China se ha visto envuelta en un torbellino en todos los niveles. Ha habido una
efervescencia de temas y formas hasta entonces vedados. Entre los autores que han destacado se
puede mencionar Wang Shuo o Yu Wei.

Galardonar con el Premio Nobel de Literatura a Gao Xinjiang, cuya magnífica novela La Montaña
del Alma ha sido traducida a decenas de idiomas, ha servido para sacar a la literatura china de su
aislamiento tradicional y popularizarla entre los lectores de todo el planeta. De tal forma que, aún
siendo todavía una desconocida, empieza a tener un bueno número de fieles lectores.

Un aspecto curioso de la literatura china contemporánea al alcance del lector occidental es la


divergencia que se está produciendo entre los escritores chinos que triunfan en su propio país, y
los que lo hacen en el extranjero. Y aunque parte de esta extraña divergencia puede ser debida a
la censura (es imperdonable que todavía no se haya publicado en China ninguna obra de Gao
Xinjiang), no cabe duda que los intereses de los grandes grupos editoriales ha creado una
literatura china de consumo para Occidente (como antaño se creaban unas porcelanas destinadas
a la exportación) en los que los temas en algunas ocasiones parecen recurrentes.

 Literatura hebrea

 Orígenes de una cultura: los hebreos

En la civilización hebrea, el arte pictórico no tuvo gran desarrollo ya que estaba prohibida la
veneración de imágenes. Por lo tanto, se incentivó el desarrollo tanto de la música como de la 
literatura.

Toda la literatura hebrea gira alrededor de la Sagrada Escritura hebrea (como sabemos, ésta solo
tiene Antiguo Testamento y en vez de los 46 libros de la Biblia cristiana, para ellos son 37 los
considerados canónicos).

La Biblia hebrea no tiene un autor definido y cuenta con una serie de hechos y relatos vividos, es
decir, se muestra la relación entre ellos y Dios (monoteístas).
En la Biblia hebrea no solo se manejan temas históricos; también se trata de dar enseñanzas y
moralejas a través de algunos libros, como los Salmos, los cuales, por medio de la música, alaban y
trasmiten enseñanzas.

El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y arameo y posteriormente traducido a muchas


lenguas del mundo.

Géneros

1. Poesía: La principal intención de la poesía es expresar sentimientos personales, por lo que


podemos resaltar muy pocos libros de la Biblia hebrea: Salmos, Job, El Cantar de los
Cantares  (que se le atribuye al rey Salomón), y Lamentaciones.

2. Prosa:

 Prosa histórica: Hechos vividos por el pueblo hebreo.

 Prosa profética: Mensajes, palabras y profecías que Dios, por medio de los profetas, quiso
trasmitirle al pueblo hebreo.

      Prosa sapiencial: Sabiduría teórica y práctica: cómo saber y actuar de una manera justa.

 Prosa legal: Leyes de Moisés.

3. Teatro: No se desarrollo debido a que el teatro representa y, como vimos antes, en esta
civilización de prohibía la veneración de imágenes.

 Literatura hindú

La literatura hindú apareció en el territorio que hoy comprende la República de la India hace


alrededor de 4000 años, y empezó a escribirse en lengua sánscrita. A veces, de hecho, se hace
referencia a esta literatura con el nombre de “literatura sánscrita”.

La literatura hindú, sea como fuere, pivotó durante aquella primera etapa alrededor de la religión,
el culto y la sabiduría. Los textos más antiguos son los llamados Veda, escritos en sánscrito védico.
Son textos antiquísimos, que se conservan porque fueron fundamentales para la religión hinduista
y muy particularmente para el desarrollo de su liturgia. Los textos Veda se dividen en tres grupos:
los Samhita, los Brahmana y los Sutra, y todos contienen una amplia serie de himnos religiosos y
descripciones rituales.

Después de los Veda se escribieron en la India dos grandes poemas épicos que sin duda pueden
rivalizar en grandeza con la gran época occidental. Se trata del Mahabbarata y el Ramayana.
Ambos están escritos en un dialecto más popular conocido como sánscrito épico,.

El primero de ellos, el Mahabbarata, es una de las obras literarias más extensas de la historia
(treinta veces más largo que la Eneida), contiene una compleja mezcla de narraciones y consejos
legales y morales y su acción se desarrolla de modo caótico. Al margen de su valor literario, es de
gran ayuda para los historiadores de la época porque recoge muchísimas costumbres y
tradiciones.

El Ramayana, por otra parte, no es tan largo, y se centra más en describir leyendas y
recoger conocimientos filosóficos y teológicos. Probablemente sea el texto más popular de la India
actual. Narra las aventuras del príncipe Rama, que sufre junto a su esposa un largo destierro en la
selva, y en su ir y venir mezcla sin cesar elementos naturales y reales con otros sobrenaturales y
fantásticos.

También hemos de citar aquí los Puranas, un conjunto de obras literarias escritas en verso que
constituyen una auténtica enciclopedia de la civilización y la religión indias.

El teatro floreció en la India alrededor del siglo II a.C., y con el tiempo alcanzó a la poesía en
brillantez y grandeza. El autor más importante fue Kalidasa, aunque por desgracia poco se sabe de
su vida.

Durante los siglos que en Europa llamamos “medievales”, época en la cual la India estuvo bajo
poder musulmán, la literatura musulmana india destacó especialmente en lengua persa y urdu. Y
más adelante, ya durante la época contemporánea, el poeta de origen bengalí Rabindranath
Tagore obtuvo el primer Premio Nobel de literatura para un autor indio

Literaturas Orientales

Las milenarias civilizaciones asiáticas desarrollaron tradiciones literarias antiguas y duraderas. En


la cultura occidental ha sido particularmente notable la incidencia de las grandes obras hebreas y
árabes. Las literaturas del Extremo Oriente, por su parte, aunque más alejadas geográficamente,
testimonian la brillantez de sus culturas.

Literaturas antiguas de Oriente Medio

De los pueblos que desde el IV milenio a. C. habitaron en Mesopotamia (sumerios, babilonios,


asirios, hititas) pervive una literatura compuesta fundamentalmente por textos e himnos religiosos
y por poemas épicos sobre los orígenes míticos del mundo. En ellos encontramos motivos, como
los del diluvio, comunes a otras civilizaciones.

 En la literatura egipcia los más arcaicos testimonios (III milenio a. C.), son composiciones
litúrgicas, literatura sapiencial (Instrucción de Ptahhotep) cantos de trabajo y textos de
agudo pesimismo, como el Diálogo de un hombre cansado de la vida con su espíritu. Más
adelante (II milenio a. C.) florecerá la narrativa, en la que destacan las Aventuras de
Sinuhé o el Cuento de un náufrago, y la poesía sacra, con el célebre Himno al Sol.
 La literatura hebrea antigua se concentra principalmente en los diversos libros bíblicos,
algunos de los cuales, como el Cantar de los Cantares o el Libro de Job, poseen un notable
tono literario.También en el Talmud, el otro libro sagrado del hebraísmo, abundan las
partes narrativas. La literatura hebrea medieval más importante se cultiva en España, con
grandes figuras como el poeta Selomó ibn Gabirol (s. XI) o el filósofo Maimónides (s. XII).

 La literatura árabe se inicia con las casidas, composiciones orales cantadas por los
beduinos desde el siglo VI a. C. El Corán (s.VII) da lugar a una rica producción religiosa y
mística, a la vez que fija el árabe literario. La riqueza de vocabulario de éste contribuyó al
gran desarrollo de la poesía, con nombres como Abu Nuwas (s.VIII) o Al-Mutanabbí (s. IX).
Otro de los géneros predilectos árabes es el cuento, que culmina en la enorme
recopilación de Las mil y una noches.

Más tarde, el árabe será sustituido como lengua literaria por el persa, idioma en el que
escriben Omar Khayyam (s. XII), autor del Rubaiyat, o Hafiz (s. XIV).

  

La sugestiva cultura egipcia, una de las grandes civilizaciones antiguas, no ha dejado de ser fuente
de inspiración para los artistas a través de los siglos y hasta nuestros días. Escena de la película
norteamericana Cleopatra, dirigida en 1963 por Joseph Mankievicz.

China

Al I milenio a. C. se remontan los más antiguos textos chinos, la mayoría de tipo religioso, como
el I-Ching, o filosófico, como las obras de Confucio o de los taoístas Lao Tze y Chuang Tseu.

 La poesía es un género de larguísima tradición en la literatura china, desde las antiguas


figuras de Chu Yuan (343-277 a. C.) o Tao Quian (¿365-427?) hasta Mao Zedong (1893-
1976). El siglo VIII es la edad de oro de la poesía, con figuras como el bohemio Li Bo, Du
Fu y Bo Juyi, más críticos y realistas, o el delicado Wang Wei.

 El teatro es, desde el siglo XIV, toda una institución en la vida china. Las tramas en prosa
(sencillas al principio aunque progresivamente complicadas) se combinan con comentarios
en verso y canciones. La puesta en escena está fuertemente codificada y ritualizada.
 La narrativa no se consolida hasta fines del siglo XIV, con la Historia de tres reinos, de Luo
Ben, de argumento histórico. Los títulos clásicos son: Viaje a Occidente de Wu
Cheng¿en (s. XVI), de tono fantástico, La ciruela del vaso de oro, de Wang Shizhen (s. XVII),
entre realista y erótica, y la novela amorosa El sueño del pabellón rojo, de Cao Zhan (s.
XVIII).

Ya en nuestros días hay que destacar a Lu Xun (1881-1936), conocido como el «Gorki chino», autor
de Grito de llamada; Ba Jin (1904) y su novela La familia, y el más joven, Acheng (1949).

Japón

Al igual que Roma respecto a Grecia, la cultura japonesa, si bien con su propia personalidad, es
deudora de la china, de la que adopta la escritura ideográfica, el arte, el budismo, etcétera. Su
punto de referencia más antiguo es la magna antología poética Manyô-shû (760), de la que surgen
las características composiciones japonesas, breves y concentradas: la tanka y el aún más
corto haiku, en el que sobresaldrá Batso (s. XVII).

 El teatro adquirirá un gran desarrollo a partir del siglo XIV, aún más ritualizado que el
chino. Entre los distintos subgéneros destacan:el kyôgen, grotesco y realista;el kabuki,
largo y complejo),y, el más importante es el nô, de escenario y acción muy sobrios.

 La forma narrativa típica es el monogatari (relatos). Pueden ser breves, casi poéticos,


como los Cuentos de Ise de Aiwara no Narihina (s. IX), o más extensos, con episodios
enlazados por el mismo protagonista, según el modelo de Ginge monogatari, de la dama
de Corte Murasaki Shikibu (s. X-XI), obra maestra de la literatura japonesa.

Los principales novelistas contemporáneos son Junichirô Tanizaki (1886-1975), Yasunari


Kawabata (1899-1972), Yukio Mishima (1925-1970) y Kenzaburo Oê (1935).

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