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ETIOLOGÍA,
DIAGNÓSTICO Y
TRATAMIENTO
4) Diagnóstico………………………………………………………………………..29
4.1) Métodos parasitológicos…………………………………………….30
4.1.1) Frotis directo LC
4.1.2) Frotis directo LV
4.1.3) Cultivo in vitro de Leishmania
4.1.4) Cultivo in vivo de Leishmania
4.1.5) PCR
4.2) Métodos inmunológicos……………………………………………...36
4.2.1) Prueba para la detección de la RI celular
4.2.1.1) Intradermorreacción de Montenegro
4.2.2) Prueba para la detección de la RI humoral
4.2.2.1) IFI
4.2.2.2) ELISA indirecto
4.2.2.3) Test rápidos
5) Tratamiento………………………………………………………………………...38
6) Conclusiones……………………………………………………………………….39
7) Glosario……………………………………………………………………………...39
8) Bibliografía…………………………………………………………………………..39
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1) Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de 1.000 millones de
personas en todo el mundo padecen alguna de las llamadas enfermedades
olvidadas. (1)
Este tipo de dolencias han sido desatendidas tanto por las farmacéuticas como
por los institutos de investigación, debido a la baja rentabilidad que suponen las
mismas. Pues este conjunto de enfermedades se caracterizan por ser endémicas
en las regiones más empobrecidas del planeta, cuya población se compone por
personas sin recursos.
Todo ello, se traduce en muertes que podrían ser evitables, ya sea con el uso de
vacunas anteriormente probadas, o con el desarrollo de nuevas vías de
diagnóstico y métodos terapéuticos dirigidos a reducir la morbilidad y mortalidad
de las mismas.
Como veremos, la leishmaniasis es una de estas enfermedades catalogadas
como olvidadas, siendo apartada de las agendas de investigación y desarrollo por
mucho tiempo.
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Gracias al examen microscópico de una muestra del bazo de un paciente fallecido
por dicha enfermedad; para lo cual se sirvió de una variante de la tinción
Romanowsky creada por él mismo, y a la que denominó como tinción Leishman.
El científico escocés pudo aislar el microorganismo patógeno, estudiando la
morfología de aquel. Lo que descubrió fue que el parásito protozoario tenía en su
citoplasma una granulación teñida de azul, correspondiente a una masa de ADN
mitocondrial denominada cinetoplasto; siendo esto una característica exclusiva a
la clase Kinetoplastea, y ajena a la morfología típica de los Plasmodium, el género
de parásitos causantes de la malaria. (3)
A raíz de los descubrimientos llevados a cabo semanas antes por W. Leishman.
El doctor irlandés Charles Donovan publica la presencia de estos mismos
parásitos en varias biopsias del hígado de pacientes que adolecían de un cuadro
similar al descrito por W. Leishman, esto es, fiebres elevadas y esplenomegalia.
Pero a diferencia de este, C. Donovan no creyó que estos se trataran de una
nueva especie de parásitos de la clase Kinetoplastea. Para corroborar sus
sospechas llevo esto a oídos del doctor francés Charles Louis A. Laveran, una
autoridad en la materia de protozoarios en la época, quién llegó a la conclusión
errónea de que dichos parásitos eran una nueva especie perteneciente al género
Piroplasma. (3)
La diferencia de opiniones generada en torno a la clasificación del parásito, no
cesó hasta años más tarde, en 1903, momento en que el científico británico
Ronald Ross, el cual fue enviado por el gobierno Indio a investigar los casos de lo
que conocemos ahora como leishmaniasis visceral. Concluyendo sus
investigaciones con la afirmación de que dicho parásito correspondía a un nuevo
género de protozoarios de la clase Kinetoplastea, acuñando un nuevo género, con
nombre de Leishmania donovani (en honor al trabajo de ambos científicos), con el
que poder nombrar a la especie de parásitos causantes de la leishmaniasis
visceral en la India. (3)
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Y, entre ellas, los parásitos de diferentes especies de Leishmania guardan una
homogeneidad morfológica, diferenciándose únicamente en el comportamiento
biológico e inmunológico, el tipo de enfermedad con la que cursan, su distribución
geográfica y su dotación genética. (4) Según la clasificación de la OMS el número
de cromosomas varía entre las especies de parásitos, siendo de 36 cromosomas
para aquellas especies encuadradas dentro del complejo de especies L.
donovani, y de 34 cromosomas para las especies encuadradas dentro de los
complejos de especies L. L. mexicana y L. V. braziliensis. (5)
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La forma amastigote, de morfología oval
e inmóvil, posee un flagelo acortado que
no sobresale de la bolsa flagelar. Mide de
2,5 a 3,5 micras de diámetro, con un
núcleo central y un cinetoplasto cercano a
este, ambos teñidos de un rojo intenso
con la coloración de Wrigth o Giemsa. (4)
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Todos los vectores transmisores de la enfermedad (denominados vulgarmente
como moscas de las arenas), comparten una serie características comunes: su
pequeño tamaño, de apenas un tercio de la longitud de un mosquito (<3,5 mm); la
forma característica de sus alas peludas en forma de “V” y su joroba torácica que
desplaza su cabeza ligeramente hacia abajo; también comparten similitudes en su
distribución geográfica, prefiriendo establecerse en las áreas tropicales y
subtropicales del globo, con motivo de su susceptibilidad a la deshidratación (lo
que restringe, a su vez, restringe la enfermedad a zonas preeminentemente
cálidas y húmedas); por último, añadir a la lista su patrón de alimentación
crepuscular, permaneciendo refugiados en grietas, oquedades o hendiduras, en
periodo diurno. (9)
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Son dos las etapas en las que podemos dividir al ciclo de vida del parásito,
dependiendo del tipo de hospedador en que se halle en cada momento:
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Ilustración 6. Figura esquemática de las distintas áreas del intestino, que van
cubriendo las formas cada vez más evolucionadas de promastigotes.
Antes de la llegada de los macrófagos al sitio de lesión, las célula diana que serán
infectadas por el parásito. El SI tiene preparado una serie de defensas que irán
matando de forma más o menos eficaz al parásito, hasta que solo quede en torno
al 10% de parásitos vivos, al tiempo de la llegada de los macrófagos. (10)
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1ª barrera del SI
El primer obstáculo con que se encontrarán los parásitos una vez ingresen en el
organismo del vertebrado, será el sistema del complemento. Una respuesta de
tipo inespecífica, compuesta de una serie de proteínas plasmáticas que
interaccionan entre ellas de manera ordenada, con la finalidad de lisar la
membrana de los patógenos, por medio de la formación de unos poros realizados
en la membrana del parásito, y que reciben la denominación de complejo de
ataque a la membrana.
2ª barrera del SI
La segunda de las barreras con las que se encontrará el parásito, será una
inmunidad de tipo celular mediada por neutrófilos, las primeras células del SI en
acudir al sitio de lesión.
Para sortear dicha amenaza, el parásito vivo no puede hacer nada, y es aquí
donde entran en juego la porción de parásitos muertos que también han sido
inoculados por el vector. Y es que la membrana de estos protozoarios sin vida
presenta fosfatidilserina, un fosfolípido relacionado con la apoptosis (o suicidio
celular). Induciendo con ello el suicidio de los neutrófilos que hayan fagocitado
parásitos muertos. Los restos apoptóticos de neutrófilos, serán fagocitados, a su
vez, por las células mononucleares fagocíticas. Con lo que el parásito ingresará
silenciosamente al macrófago, oculto en los restos apoptóticos del neutrófilo, tipo
caballo de Troya. (10)
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forma intracelular infectando a los macrófagos, inaccesible por ello a los
anticuerpos liberados al espacio extracelular. (10)
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Ilustración 7. Esquema en el que se representa a un macrófago siendo infectado por
Leishmania.
Como vimos, la primera infección del macrófago se lleva a cabo por medio de la
forma promastigota del parásito. A partir de ahí, sin embargo, las sucesivas
infecciones serán llevadas a cabo exclusivamente por la forma amastigota.
Teniendo esta la capacidad de sobrevivir a las condiciones de pH adversas, así
como a las hidrolasas ácidas contenidas en los lisosomas. Por lo que una vez
fagocitado el amastigote, este no producirá inhibición alguna del fagolisosoma (al
no poseer la molécula de LPG) ya que no lo necesita. (10)
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picadura. Lo que nos indica un correcto desarrollo de la respuesta inmune (RI) por
parte de la persona infectada. (13)
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En los meses siguientes, a medida que la enfermedad evoluciona, la ulceración
sigue aumentando de diámetro hasta alcanzar los 20 cm. Y normalmente la
clínica asociada a la invasión de los ganglios adyacentes, resulta en la aparición
de linfangitis y linfadenitis regional. (4)
La afectación secundaria de tejido mucoso conlleva una erosión del tejido blando
y cartilaginoso, altamente desfigurativa. Que inicialmente se restringe a la mucosa
nasal, pero a medida que evoluciona la enfermedad puede llegar a afectar la
mucosa de la faringe, laringe o labio superior. Lo que conlleva una dificultad
añadida en la respiración y alimentación del paciente. Aumentando, con ello, las
probabilidades de infección asociadas a la desnutrición. (4)
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3.6.3) Leishmaniasis visceral (LV)
La respuesta del SI en la forma visceral de la enfermedad, se caracteriza por ser
de tipo humoral, con la activación de linfocitos B que deviene en la liberación de
anticuerpos policlonales, inespecíficos la mayoría de ellos para el parásito de
Leishmania. Esto deriva, a su vez, en un aumento del título de anticuerpos, algo
que se conoce como un estado de hipergammaglobunemia, que mantenido en el
tiempo cursa con la aparición de inmunocomplejos circulantes, los cuales se
acumularán en los riñones, dando lugar a una glorulonefritis. (14)
Más del 90% de los casos de LV suceden en solo 6 países: India, Bangladesh,
Sudán, Brasil y Etiopía. (15)
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Y se caracteriza por afectar sobre todo a personas con un SI debilitado. Ya sean
niños, personas en estado de malnutrición o pacientes con algún tipo de
inmunosupresión, como el VIH. Siendo mortal si no se trata en más del 95% de
los casos. (16)
Los datos oficiales de mortalidad con respecto a la morbilidad ofrecidos por varios
de los países más afectados por dicha forma de la enfermedad en el año 2006,
fueron los siguientes (15):
Esto viene siendo abalado por una serie de estudios realizados in situ, tales como
el llevado a cabo en Sudán entre los años 1999 y 2002 (17), en donde se estimó
que hasta el 91% de las muertes por LV no eran reportadas al servicio de salud.
Todo ello hace suponer que los datos arriba recogidos sean inferiores a la
realidad, siendo más acertado un ratio estándar del 10% de mortalidad con
respecto a la morbilidad, para el conjunto de los países afectados. Cifra que se
incrementaría hasta el 20% en las zonas rurales de Sudán, de acuerdo al estudio
de campo antes mencionado. Áreas del país caracterizadas por estar en una
permanente guerra, en las cuales la hambruna y el desplazamiento de la
población al campo son elevadas. Lo que incrementa la exposición al vector de la
enfermedad, y la muere en personas desatendidas, antes de que la enfermedad
pueda ser reconocida por los sistemas de salud del país.
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informe técnico relativo a la leishmaniasis, la OMS lidera un esfuerzo conjunto con
la ayuda de los Estados Miembros, encaminado a la elaboración de un nuevo
informe técnico actualizado, en el cual se recojan los últimos avances científicos
obtenidos en el área terapéutica y de diagnóstico para la leishmaniasis, así como
para orientar acerca de los protocolos que deben incluirse en los programas
nacionales de los distintos Estados Miembros, con el objetivo de mitigar la
morbilidad y mortalidad de la leishmaniasis entre la población.
De acuerdo con dicho informe, la OMS calcula que dicha enfermedad es
endémica en un total de 98 países repartidos por las áreas tropicales y
subtropicales de 5 de los 7 continentes en todo el globo (América del Norte,
América del Sur, África, Asia y Europa), entre ellos España.
En total, los datos oficiales del conjunto de países afectados, registran un total
aproximado de más de 278.000 casos de leishmaniasis al año de las formas más
frecuentes de la enfermedad, la leishmaniasis cutánea (LC) y la leishmaniasis
visceral (LV). Aunque la evidencia científica eleva la cifra de casos reales a 0.2-
0.4 y 0.7-1.2 millones de casos para la LV y LC, respectivamente. Otras formas
menos frecuentes de la enfermedad, como pueden ser la leishmaniasis
mucocutánea (LMC) o la leishmaniasis post-kala-azar, entre otras, no están aquí
representadas debido a la inconsistencia de los resultados derivado de una falta
de datos oficiales. (15)
Ilustración 11. Tablas elaboradas por la OMS, a raíz de una serie de encuentros organizados entre
2007 y 2010, por los diferentes países endémicos para la leishmaniasis. El fin de dichas reuniones era
la puesta en común de información relativa a la incidencia de la enfermedad en la población de los
respectivos países, tanto de las formas cutánea como visceral, en un periodo de 5 años.
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Nota 1: Datos escasos
En la lista publicada por la OMS, en la cual se refleja la incidencia de dos de las
formas más frecuentes de leishmaniasis (LC y LV), gracias a los datos aportados
por los diferentes Estados Miembro. Hasta un tercio de los países incluidos como
endémicos para la enfermedad, no poseen información alguna relativa a
contagios por leishmaniasis en los últimos 5 años. La ausencia de información por
parte de los respectivos gobiernos de estos países tercermundistas, encuadrados
la mayoría en el continente africano, refleja un sistema sanitario fallido, incapaz de
regular la incidencia de estas enfermedades en su población.
Para solventar este problema, y con el objetivo de obtener unos resultados lo más
cercanos a la realidad, en aquellos países donde el número de casos reportados
era nulo o insuficiente, pero, sin embargo, había indicios para creer que la
incidencia de la enfermedad era mayor de la que reflejaban los datos oficiales. La
OMS desplegó una serie de herramientas encaminadas a determinar la incidencia
de la leishmaniasis por otras vías, basándose en estimaciones matemáticas
apoyadas en el juicio de expertos internacionales o nacionales, los cuales
realizaron investigaciones científicas sobre el terreno, encaminadas a determinar
la presencia de especies del parásito causantes de la leishmaniasis en humanos,
presentes en la fauna autóctona de cada país, los cuales actuarían como
reservorios del parásito. (15)
Este es el caso de Mongolia, por ejemplo, en el cual, aunque no se hayan
reportado casos de LC en humanos, sí que se ha podido aislar la especie de
parásito L. major infectando a jerbos, los roedores de la región. Siendo esta
especie de parásito el causante de LC en otras regiones del globo, en las cuales
sí que se dispone amplia información en relación a personas padeciendo LC,
después de haber sido infectados por dicha especie de parásito.
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3.8) Distribución geográfica de las especies de
Leishmania
Los estudios epidemiológicos demuestran una relación existente entre las
diferentes formas clínicas de la enfermedad, y la especie de parásito establecida
en una región determinada del globo. Así como la especie del insecto vector y el
hospedador vertebrado, asociado al parásito. (19)
Esto explica porque algunas áreas del planeta tienen una mayor predisposición a
padecer una sola de las 3 formas más frecuentes de la enfermedad.
3.8.1.1) Distribución de la LV en el VM
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La distribución de la LV en el VM, se puede dividir, a su vez, en tres zonas:
El ciclo de vida zoonótico del parásito involucra a vectores dípteros de los géneros
Phlebotomus (P. major; P. perniciosus; P. chinensis; P. longicuspis).
Perteneciendo el hospedador vertebrado, a varios de los miembros de la familia
Canidae (el perro doméstico, se encuadra como el reservorio de las áreas
urbanas; el lobo y el chacal, se restringe a ser reservorio en áreas naturales). (19)
Este fenómeno de exclusión mutua se explica por las diferentes especies del
parásito, e insecto vector, halladas en las distintas regiones endémicas para la
leishmaniasis.
B) Sur de Asia
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Que la región solo presente un ciclo de vida antropozoonótico, esto es, que el
ciclo de vida del parásito no presente ningún hospedador vertebrado animal,
indica como de evolucionado se halla la enfermedad con respecto a otras áreas
del globo. (19)
C) Cuerno de África
3.8.1.2) Distribución de la LC en el VM
Los principales focos de LC en el VM se hallan, en
su mayoría, en las áreas localizadas dentro del
territorio de varias de las antiguas repúblicas
asiáticas ex soviéticas.
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También designamos a los países en torno a la Cuenca del Mediterráneo, como
parcialmente libres de LC. Puesto que solo se ha identificado a L. infantum, como
la única especie de Leishmania en la región. (19)
En la región del globo afectada por la forma cutánea de la enfermedad, existe una
clasificación taxonómica asociada a los distintos tipos de LC:
3.8.1.3) En España
En España, la leishmaniasis es una enfermedad de declaración obligatoria que
cursa con la forma visceral de la enfermedad. Siendo L. infantum el agente
etiológico de la enfermedad. El cual se transmite a los humanos a través de la
picadura de moscas de la arena del género Phlebotomus (y más concretamente
las especies: P. ariasi y P. perniciosus, (20)), dichos vectores se extienden por
todo el país, principalmente por toda la costa del Mediterráneo.
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La relación existente entre la distribución de la enfermedad en áreas cercanas a la
costa mediterránea, y el ciclo de vida del vector. Se apoya en los datos
epidemiológicos recabados por RENAVE, desde 2014 a 2017, y en los cuales se
llegaron a registrar 1.359 casos autóctonos. Siendo Valencia, la CCAA que por
debajo de Madrid (34,7%), agrupó la mayor cantidad de casos 27,6%. (21)
No fue hasta 1996, coincidiendo con la aparición de una eficaz terapia retroviral
contra el VIH, cuando los casos de coinfección con Leishmania se vieron
reducidos, volviendo a la normalidad en los términos de incidencia por número de
habitante. Actualmente en España, la enfermedad se considera como
hipoendémica, con una incidencia de 0,02 a 0,49 casos por cada 100.000
habitantes. (20)
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Brote de leishmaniasis en Fuenlabrada
Las causas de lo que llegaría a titularse en los periódicos como “El mayor brote
epidémico de leishmaniasis de Europa”, tienen una estrecha relación con la rotura
del equilibrio biológico de la zona, como nos explica el doctor en medicina por la
Universidad Complutense y diplomado en medicina tropical por el instituto
Bernhard Nocht, Jorge Alvar. Jefe del programa mundial de control de
Leishmaniasis de la OMS entre 2004 y 2012. (23)
Para explicar la capacidad que tuvo L. infantum para infectar, no solo a pacientes
inmunodeprimidos o infantes, sino también a pacientes de mediana edad e
inmunocompetentes. Un estudio (24) revela como el cambio repentino de uno de
los hospedadores en el ciclo antropozoonótico de L. infantum (conejo-vector-
humano) ha aumentado la virulencia del parásito, como consecuencia derivada
del cambio brusco de huésped, con el cual, el parásito no habría tenido tiempo
suficiente para coevolucionar con él, hasta llegar a una nueva situación de
equilibrio.
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El brote de leishmaniasis en Fuenlabrada fue dado por concluido en 2015.
3.8.2.1) Distribución de la LV en el NM
La presencia de LV se reporta por primera vez en el año 1913, en Paraguay.
Desde entonces nuevos casos han sido registrados en los siguientes países:
Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, El Salvador y Méjico. (25)
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La cual, se supone, fue llevada al NM en la época del Imperio español (entre
1492-1898). Estas sospechas se sustentan bajo pretextos de similitud, en torno a
las manifestaciones clínicas compartidas entre el viejo y nuevo mundo. Lo que no
quiere decir que dos especies diferentes de parásito no puedan compartir un
mismo cuadro clínico, algo que no podemos pasar por alto, si tenemos en cuenta
que hay otras formas de la enfermedad como la LMC, que son anteriores a la
llegada de los españoles. Esto último viene apoyado en los grabados hallados en
los restos arqueológicos de las vasijas anteriores a la época de la llegada de los
españoles. En los cuales se representan los rostros mutilados de personas
afectadas por leishmaniasis. (4)
3.8.2.2) Distribución de la LC en el NM
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(neoplasias benignas) llenas de numerosos amastigotes, cursando
frecuentemente con metástasis hacia las extremidades. Fruto, todo ello, de una
respuesta inmune inapropiada o inexistente. (25)
Ilustración 17. Características de las especies englobadas dentro del complejo de especies, L.L. mexicana.
Nos referimos a una clasificación que tiene en cuenta el desarrollo del parásito en
las diferentes partes en que se divide al intestino del insecto vector. Para ello, el
género Leishmania, se subdivide en dos subgéneros: L. Leishmania y L. Vianna
(en honor al científico brasileño Gaspar Vianna, quién fue el primero en describir
leishmaniasis en las americas), pertenecientes al Viejo y Nuevo mundo,
respectivamente.
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Los parásitos que limiten su crecimiento a los intestinos medio y anterior
(desarrollo suprapilórico), se los incluirá dentro del subgénero Leishmania.
Mientras que las especies del subgénero Vianna (a la cual pertenecen las
especies del complejo L. V. braziliensis), serán aquellas que posean un
crecimiento tanto en el intestino medio y anterior, como el intestino posterior
(desarrollo peripilórico). (26)
Ilustración 18. Esquema representativo de las áreas colonicadas por el parásito dentro del lumen
intestinal.
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Así como la escasa información acerca de animales infectados, los cuales suelen
ser roedores de pequeño tamaño localizados en los bosques de Brasil y Panamá,
así como en mapaches y marmotas de Panamá. (25)
Ilustración 19. Características de las especies englobadas dentro del complejo de especies, L.V. braziliensis.
4) Diagnóstico
La leishmaniasis es una enfermedad que cursa con variadas, y a menudo,
inespecíficas manifestaciones clínicas, lo que podría llegar a confundir al
facultativo. Algo intolerable, pues, en algunos casos, una leishmaniasis sin tratar
puede llevar a la muerte del paciente (LV) o la desfiguración de su rostro (LMC).
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Por todo ello, la tarea del facultativo debe ser muy minuciosa. Y esta consistirá
primeramente en una revisión general de la clínica con la que cursa el paciente.
Asociando los signos y síntomas presentes con, al menos, una de las formas
características asociadas a la enfermedad en humanos. Ya sea por la aparición
de una ulceración, típica en la LC, o por la presencia de fiebres prolongadas,
hepatomegalia, esplenomegalia, pancitopenia, etc. característica de la LV.
Procedimiento: (4)
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Ilustración 20. Foto izq. incisión realziada con bisturí en el borde de
lesión. Foto drch. frotis del tejido a base de un movimiento circular.
Observaciones
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4.1.2) Frotis directo para LV
En los casos en que se sospeche de una LV. La confirmación parasitológica se
basará en la visualización de amastigotes a partir de un aspirado tisular de los
órganos en los cuales se localice una mayor concentración de macrófagos (4):
Procedimiento
Resultados
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Se observa al microscopio, a los macrófagos infectados por las formas
amastigotas de Leishmania.
Los pasos seguidos para la elaboración del medio NNN, son: (28)
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Disolver en un matraz Ernlenmeyer, con ayuda de una placa agitadora-
calefactora, 80 ml de agua destilada con: 2,5 gr de Agar (gelidifica el medio
de cultivo); 1 g de bactopeptona (nutriente); 0,5 gr de NaCl (nutriente); 0,3
gr de extracto de carne de vaca (nutriente).
Esperamos 3 minutos hasta que se produzca la homogeneización del
medio, para lo que nos ayudamos de un imán introducido previamente en
el matraz, el cual se verá agitado en presencia de la placa agitadora-
calefactora.
Añadimos 100 ml de agua destilada, calentamos la muestra hasta alcanzar
el punto de ebullición manteniéndolo en evaporación durante un minuto.
Pasado ese tiempo, trasvasamos la mezcla a un frasco de cultivo,
introduciendo el mismo en un baño termorregulado de laboratorio a 50ºC
(la temperatura no puede superar este valor, pues produciría la lisis de los
GR en pasos posteriores).
Mientras mantenemos caliente el frasco de cultivo, evitando con ello que el
agar solidifique la mezcla. Preparamos, en otro matraz distinto el último de
los ingredientes, sangre de conejo desfibrinada. Para ello:
o Introducimos en un matraz Ernlenmeyer varias perlas de cristal.
o Trasvasamos, con ayuda de una jeringa, 20 mL de sangre de ratón
al interior del matraz. Se ha comprobado de manera empírica que la
sangre de dicho animal es la que mayor crecimiento de parásitos
reporta.
o Agitamos con brío, y al cabo de unos 15 minutos tendremos la
sangre desfibrinada. Esto último, con motivo de eliminar las
plaquetas, las cuales presentan Ag en su superficie que pueden
llegar a interferir en determinaciones posteriores.
o Por último, añadiremos a la sangre 1,5 ml de una solución
antibacteriana Pen-strep (Penicilina-Estrptomicina). Evitando la
contaminación bacteriana en el cultivo de los parásitos de
Leishmania.
Añadimos al frasco de cultivo el último de los ingredientes: 10 mL de
sangre desfibrinada con pen-strep.
Por último, se deja enfriar inclinándolo ligeramente. Con esto conseguimos
que el agar solidifique en pico de flauta.
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en una mayor proporción y, además, se evitarán falsos positivos por
contaminación bacteriana. Sin embargo, en términos económicos, hay una mayor
necesidad de equipamiento especializado, como puede ser la instalación de
estufas de cultivo que permitan el crecimiento del parásito entre los 24 y 26ºC. Así
como la necesidad de unas condiciones elevadas de asepsia. (27)
4.1.5) PCR
La PCR, o reacción en cadena de la polimerasa, es una técnica que emplea una
reacción enzimática para la amplificación in vitro de una secuencia concreta del
ADN. En nuestro caso ADN del parásito obtenido de un escarificado o una
punción.
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Sin embargo, aunque sea una prueba mantenga una alta sensibilidad (71,4%)
(31), no podemos vasar el diagnóstico en esta prueba en exclusivo, por dos
motivos: el primero es porque hay que tener en cuenta que la muestra analizada
puede no contener al parásito, localizándose en otra parte del organismo,
infectando al paciente; el segundo motivo, gira en torno a que la prueba se centra
solo en detectar la especie concreta del parásito, no pudiendo saber cuál ha sido
la respuesta inmune llevada a cabo por el paciente contra él. Algo a tener en
cuenta a la hora de aplicar un tratamiento eficaz. (32)
La lectura visual de los resultados se lleva a cabo entre las 48-72h desde la
intervención, determinando el tamaño de la induración (RI) y el enrojecimiento
generado.
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Ilustración 28. Lectura de la prueba de Montenegro.
Para los pacientes que cursen con LC, la respuesta será positiva pasados
de 1 a 3 meses de adquirida la infección. En el caso de la forma
mucocutánea, la cual se asocia con una RI celular más agresiva, la
reacción en la piel del paciente será mucho más marcada.
Para los pacientes que cursen con LV, la prueba carece de valor
diagnóstico, pues es negativa en la fase activa de la enfermedad, al estar
la LV ligada a una RI de tipo humoral. La prueba se tornará positiva,
pasados de 3 a 6 meses de finalizado el tratamiento.
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4.2.2.1) Inmunofluorescencia indirecta (IFI)
Esta prueba, de carácter cualitativo, enfrenta el suero del paciente, en el cual se
localizan los Ac antiLeishmania, con los antígenos de Leishmania que recubren a
los promastigotes, los cuales han sido previamente fijados con formalina,
sensibilizando con ellos unas láminas comerciales. (33)
Ilustración 29. IFI aplicada al suero de un perro enfermo con leishmania. Se puede ver tanto el cuerpo
de parasito, como su flagelo. Para lo cual se usan dos tipos de ac
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Ilustración 30. Inmunocomplejo formado, una vez llevados a cabo todos los pasos requeridos en un
ELISA indirecto.
Por todo ello, se están desarrollando test rápidos que permitan un diagnóstico
sencillo, sin el uso de grandes cantidades de reactivos, ni personal cualificado.
Uno de los test serológicos que han sabido solventar estos problemas,
manteniendo una alta efectividad diagnóstica, es:
Esta prueba detecta los Ac antiLeishmania, por medio de la unión de estos a una
proteína exclusiva del complejo L. donovani. Por lo que solo sirve para detectar la
forma visceral de la enfermedad, tanto del NM como VM.
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al control) para los negativos.
5. TRATAMIENTO
No existe ningún tratamiento óptimo para la leishmaniasis. Esto debido a que se
muestra una tendencia espontánea en la cura de la enfermedad en los casos de
LC, así como la gran diversidad de especies de Leishmania, que se comportan de
una manera diferente ante el tratamiento.
Administrándose por vía parenteral, para los casos de LV. Y por vía intralesional,
en los casos de LC, pudiendo alcanzar una alta concentración relativa del fármaco
en la zona de lesión, lo que permite someter al paciente a unas concentraciones
menos elevadas, durante un menor tiempo. (35)
6. CONCLUSIONES
La infección por Leishmania supone un problema de salud a nivel mundial, para la
cual todavía no se ha desarrollado una terapia efectiva contra las formas más
destructivas de la enfermedad, la LV y la LMC.
7. GLOSARIO
VM: Viejo mundo
NM: Nuevo mundo
LC: Leishmaniasis cutánea
LMC: Leishmaniasis mucocutánea
LV: Leishmaniasis visceral
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PCR: Reacción en cadena de la polimerasa
IFI: Inmunofluorescencia indirecta
ELISA: Enzyme-linked immunosorbent assay
Ac: anticuerpo
Ag: antígeno
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