Jorge: Parece que están considerando reemplazar gradualmente los
autobuses convencionales por vehículos eléctricos. Creo que podría
tener un gran impacto en varios aspectos. En cuanto al mercado o sector, podría generar un cambio significativo en la industria del transporte público. Los fabricantes de vehículos eléctricos y las empresas de infraestructura de carga podrían beneficiarse enormemente de esta transición. Además, podría incentivar a más empresas a invertir en tecnologías limpias y sostenibles, lo que a su vez impulsaría la innovación y la competencia en el mercado.
Alessandra: también debemos considerar los requerimientos de
costos para el financiamiento del proyecto. La adquisición de autobuses eléctricos y la instalación de estaciones de carga pueden ser costosas en el corto plazo, (oscilan entre los 100 mil hasta medio millón de pesos) Pero si se aborda de manera estratégica, podríamos explorar opciones de financiamiento a largo plazo o incluso asociaciones público-privadas para distribuir los costos de manera más equitativa. Además, los ingresos potenciales podrían ser significativos a largo plazo. Los costos operativos y de mantenimiento de los vehículos eléctricos son generalmente más bajos, lo que podría compensar los costos iniciales. La transición también podría impulsar la inversión en infraestructura tecnológica, como sistemas de gestión de carga inteligente y aplicaciones para pasajeros que proporcionen información en tiempo real sobre rutas y horarios. Jorge: En resumen, parece que esta solución no solo tendría un impacto en el sector y el mercado, sino que también requeriría un enfoque financiero estratégico y una adopción inteligente de tecnologías para asegurarse de que el proyecto sea un éxito.