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• Nombré del alumno: Azeneth Crisanta Cisneros Alfonso

• Materia cursada: Psicología Educativa II

• Nombré del docente: Ana Claudia Soto Rasgado

• Actividad: Elaborar un ensayo dónde se redacte, El


psicoanálisis y la educación, El psicoanálisis del niño, y
las Relaciones entre el psicoanálisis y la
pedagogía.

• Carrera: Pedagogía

• Grupo: 102
Introducción:

En el presente ensayo se abordarán los temas el psicoanálisis y la educación, el


psicoanálisis del niño y las relaciones entre el psicoanálisis y la pedagogía, para
poder comprender esto a fondo es necesario saber que es el psicoanálisis, es un
término creado por Sigmund Freud en 1896, encargado de estudiar, investigar y
describir el alma humana, así como su formación, desarrollo, estructura y
funcionamiento; asimismo, propone cómo se enferma la mente y posibles “curas”,
con este término se denominó a un método particular de psicoterapia y se derivó
del método catártico usado por Sigmund Freud y Josef Breue hasta entonces. El
psicoanálisis se refiere especialmente a la exploración del inconsciente, esta
exploración clínica se fundamenta en la “asociación libre” por parte del paciente y
en la “interpretación” por parte del psicoanalista.

En un sentido más amplio se denomina psicoanálisis a: El tratamiento realizado por


este método, la disciplina creada por Sigmund Freud en cuanto comprende un
método terapéutico, una organización clínica, y una técnica específica, es una teoría
de la estructura y función de la personalidad, un movimiento psicoanalítico con
presencia actual en varios países.

El psicoanálisis de niños y adolescentes está fundamentado en el proceso del


desarrollo, que describe en el tiempo la estructuración psicodinámica del aparato
mental, y que considera la psicopatología como una alteración del desarrollo
esperado en la persona del niño o del adolescente, ha desarrollado una
comprensión del proceso psicoanalítico que está reconocida como teoría y como
teoría de la técnica en casi todos los grupos psicoanalíticos. En la Asociación
Psicoanalítica Internacional, se considera como una especialidad del Psicoanálisis,
y a quienes se preparan en ella se les reconoce como especialistas, como
estudiosos del desarrollo y como practicantes de una Psiquiatría Infanto-juvenil
psicodinámica, esto debido a que apoyan a los niños y los padres de familia a
resolver los problemas que se presenten.
Desarrollo:

El psicoanálisis y la educación

Freud afirmó, a propósito de la relación entre psicoanálisis y educación, que se


trataba de algo “importantísimo, ofreció grandísimas esperanzas para el futuro, esto
es lo más importante de todo cuanto al análisis cultiva, me refiero a la aplicación del
psicoanálisis a la pedagogía, la educación de la generación futura”. Para
comprender la relación entre psicoanálisis y educación ponemos de relieve tres
conceptos básicos que a la luz de esta reflexión adquieren un valor especial en
nuestro trabajo cotidiano en las aulas los cuales son, "lo infantil", "la cultura" y "el
Sujeto", la cuestión acerca del "niño” obliga a pensar de nuevo la racionalidad
psicopedagógica, introduciendo la reflexión acerca del inconsciente psicosexual, la
cuestión sobre la "cultura" nos presenta a la neurosis como su síntoma, el cual es
vivido como un cierto conflicto entre lo pulsional y lo cultural, y la cuestión del
"Sujeto", es la pregunta por aquel que va a constituirse por el deseo y ese sujeto
que será fantaseado por el "ideal educativo". Con Freud la conceptuación de la
infancia se modifica completamente. Con la teoría de las pulsiones descubrimos
una nueva dimensión en la comprensión de lo infantil. La teoría sexual infantil pone
de relieve que cualquier propuesta que tome en cuenta al niño como su objeto debe
considerar que ante todo el niño se enfrenta al conflicto entre la libre expansión de
sus necesidades libidinales y las necesidades de integración a lo social que impone
su grupo de referencia. Pero el sometimiento de la pulsión al ideal cultural es el
origen y la "cristalización" de síntomas neuróticos. Es el neurótico quien descubre
el carácter ineducable de la pulsión, lo que pone precisamente en fracaso a tan
ansiado ideal, que interroga a su vez al ideal educativo mismo. La educación se ve
así en medio de la pulsión y la cultura. Por tanto, la Educación no puede conducirnos
al ideal de un adulto autónomo, pues su misma inscripción en la cultura obliga al
Sujeto a ser frustrado en su deseo. En ello radica la imposibilidad de educarlo para
el ideal educativo. En el texto Nuevas Conferencias de Psicoanálisis de 1932, Freud
se pregunta por la pertinencia de que el niño inicie un análisis de carácter profiláctico
para prevenir los trastornos adultos, lo que de partida supone una sociedad abierta
al psicoanálisis. Para Freud la tarea de la educación es que "el niño aprenda a
dominar sus pulsiones", lo contrario, es decir la libertad sin restricciones, es
imposible.

La Educación encuentra su significación como momento social de la constitución


del Sujeto en su confrontación a un cierto orden simbólico. De modo que una
educación con orientación psicoanalítica no puede estar al servicio de un orden
social sin considerar si es válido o defendible, por lo que Freud planteaba como
necesario fijar otro objetivo más elevado para una educación inspirada por la teoría
psicoanalítica como ciencia aplicada. Para Freud no cabía duda que la educación
con orientación psicoanalítica podía influir en la "salud" del sujeto, lo cual entendía
en el contexto de una realización de éste que no lo ubicaría jamás del lado de la
reacción ni de la represión. Para este autor, el psicoanálisis tiene un imperativo en
relación con la confrontación del sujeto a un cierto "orden social" pues el
psicoanálisis, según Freud, contenía suficientes factores revolucionarios para
asegurar que lo que éste había develado no cambiaría.

El psicoanálisis del niño:

¿Qué es “psicoanálisis infantil”? Es una forma de tratamiento e investigación que


utiliza el juego de los niños para ayudarlos con sus problemas, el objetivo es ayudar
a los niños, y a sus padres, a comprender sus sentimientos y comportamientos y
volver a encarrilar su desarrollo a medida que el niño crece y avanza hacia la
adolescencia, la terapia implica menos juegos y más conversación, el trabajo con
los padres es una parte importante del análisis de niños y adolescentes.

Prácticamente toda la "terapia de conversación" se derivó del psicoanálisis, por


ejemplo, psicoterapia individual, terapia familiar, "asesoramiento", terapia cognitivo-
conductual (TCC), terapia de grupo, etc. Además, los avances muy importantes en
la comprensión del desarrollo del lactante y del niño han surgido principalmente del
estudio psicoanalítico de niños, niñas, y adolescentes.

El aspecto de tratamiento del psicoanálisis propiamente dicho tiende a implicar de


tres a cinco sesiones por semana, y los pacientes suelen recostarse en el sofá
mientras hablan. El análisis infantil, que puede ser útil en niños de tan solo dos o
tres años, implica que el analista juegue y hable con el niño; a medida que el niño
crece, la conversación aumenta y el juego tiende a disminuir. El término
"psicoterapia" generalmente se refiere a la terapia de conversación que implica una
o dos sesiones por semana, con el paciente sentado.

Los objetivos del psicoanálisis y la psicoterapia incluyen ayudar a aliviar el


sufrimiento de los pacientes, ayudar a las personas a recuperar y reorganizar sus
vidas y volver a encaminar el desarrollo.

Freud hace una distinción entre niño y adulto precisa, y acentúa en la constitución
del aparato psíquico el desarrollo de un ser que se realiza siguiendo el orden de
maduración del cuerpo, no sólo distingue al niño del adulto en torno a la pubertad
biológica realizada, sino que también, en relación a ella define los estados del
sujeto, para Freud es mediante del Edipo que se traza el límite más seguro entre el
niño y el adulto, a través de los reordenamientos estructurales del periodo de
latencia y de la pubertad.

En la teoría psicoanalítica se nota que la madre desde hace mucho antes que el
niño advenga lo ha instalado en su subjetividad, hay una localización de este hijo,
como objeto de deseo, se trata del deseo de ese Otro primordial, es a través del
deseo del Otro que el bebé tendrá la posibilidad de ser.

Para la teoría psicoanalítica el niño llega al mundo con una experiencia vivida, no
es una arcilla amorfa, ciega, sorda, animada únicamente por una vida vegetativa,
desde el sexto mes de gestación escucha los sonidos, distingue sonidos del
lenguaje de los no lingüísticos, percibe la voz de la madre paralelamente a los ruidos
internos como respiración, gorgoteros intestinales.

Desde los primeros días de su vida, el niño se lanza a la exploración de su cuerpo


y de su entorno, parte hacia el descubrimiento de sí mismo y del mundo que le rodea
para asegurarse su dominio. Cohabitan en él, el deseo de saber y la necesidad de
comprender, estas se prolongarán en las innumerables preguntas que planteará
después, la curiosidad, el placer del descubrimiento y la adquisición de
conocimientos forman parte de la dinámica misma de la vida.

El niño esta al acecho de todos los indicios que, al repetirse le hacen señas; en la
presencia del Otro, es su voz tierna o dura, su mímica, su sonrisa, los gestos más
o menos adaptados a su comodidad, es también la palabra que acompaña a todo
eso y los significantes repetitivos alrededor de su persona. Registra todo, deja de
lado ciertos signos misteriosos, ciertas asociaciones incongruentes que algún día
podrán reaparecer.

El niño esta de entrada inscrito en un sistema de significantes, si ello habla de él


antes de que nazca, no es puro significante y tampoco puro cuerpo biológico. En
esta red de significantes es donde el cuerpo prematuro del niño se va insertar
tomando lo que necesita para vivir, sutil pero efectivamente el cuerpo del niño se ve
capturado en las redes del deseo del Otro. Así mismo lo que el niño debe construir
de su imagen inconsciente del cuerpo en el sentido del ser, lo hace en referencia al
cuerpo del Otro, a sus pulsiones, a sus fantasmas, a su deseo.

No puede orientarse en el discurso más que a medida de lo que construye de su


cuerpo a través de la demanda y deseo del Otro. El discurso que se constituye
alrededor del niño, viene a ocultar un no dicho extremadamente complejo en el cual
se bañan las primeras relaciones.

El niño tiene su lugar, un lugar en los fantasmas de los padres, en sus ensoñaciones,
en los proyectos que hacen en torno a su llegada. El niño real provoca la emergencia
de una nueva organización y modifica también ciertas determinaciones
preexistentes.

El niño está en el medio de la problemática inconsciente de su padre y su madre.


En cuanto objeto a viene a revelar, sin develar su sentido, la estructura inconsciente
del sujeto puesto que toma ubicación en las pulsiones, los fantasmas, los deseos y
despierta las identificaciones más primitivas de quienes lo reciben.
En cada etapa de la vida del niño las pulsiones, los fantasmas y el deseo de quienes
están encargados de criarlo tienen un impacto sobre él, el niño se vuelve creador
de roles parentales, a la vez que ve que su estatuto de objeto se transforma y tiende
a borrarse.

Las formaciones del inconsciente en el niño no son siempre de un orden tan sutil
como pueden serlo los lapsus, chistes, aparecen en las palabras, conductas, obras
masivamente repetitivas y ciegas.

Relaciones del psicoanálisis y la pedagogía:

El psicoanálisis, a diferencia de otras disciplinas, se centra más en los procesos


afectivos (versus los procesos intelectuales) y en los procesos inconscientes (más
que en los conscientes).

Tal y como dice Freud, entre los alumnos y los profesores existe “una corriente
subterránea” que los une. Esta corriente subterránea implica un lazo afectivo
inconsciente, emocional, responsable de las “actitudes y comportamientos”
conscientes. En base a esta ligazón, el alumno puede sentir hacia el profesor: Odio
(rechazo) / amor / Simpatía / antipatía.

La importancia del profesor es tal que el alumno construye su personalidad en base


a éste: o bien tomándolo como modelo de “identificación” (lo cual provoca que el
alumno quiera parecerse a él) o bien como modelo de “desidentificación” (lo cual
provoca que el alumno desee diferenciarse del profesor).

En las interacciones profesor-alumno, tal y como apunta Freud en su texto, se


producen muchos afectos, en base a dos ejes fundamentales: agresividad u odio
(rebelarse, buscar defectos en el otro) y amor (sentirse orgulloso del otro, valorar su
sabiduría, sus virtudes, etc.).

Este eje amor-odio es el que produce todos los fenómenos relacionales entre el
profesor y los alumnos:

Eje del odio: lleva a la crítica y a la destructividad

Eje del amor: lleva a la veneración y a la productividad


Freud, muy sabiamente, sostiene que estos dos afectos se dan en todo sujeto y
subraya que coexisten en toda personalidad, es decir, nunca se dan de manera
“pura”.

Es decir, el vínculo profesor-alumnos está fundamentado en una ambivalencia


afectiva (experimentación de amor y odio simultáneamente).

El psicoanálisis nos enseña que las actitudes afectivas hacia otras personas quedan
definidas en los 6 primeros años de vida.

Los alumnos ingresan a la formación escolar primaria, generalmente con 6 años de


edad, con una actitud afectiva básica ya instalada en su personalidad, esta “actitud
afectiva básica” supone tener unos patrones relacionales (forma) y unos contenidos
emocionales (tono afectivo) hacia personas del mismo sexo y hacia personas del
sexo contrario.

Freud da un carácter de fijeza a estas actitudes afectivas básicas. De su texto se


infiere que la ambivalencia afectiva será permanente en el sujeto, aunque podrá
dirigirla y desarrollarla de diversas maneras (“a partir de ese momento podrá
desarrollarlas y orientarlas en distintos sentidos, pero ya no logrará abandonarlas”).

La base, los cimientos de esta “actitud afectiva básica” es la relación del sujeto con
sus padres y hermanos.

Freud dirá que “todos los hombres que haya de conocer posteriormente serán, para
él, personajes sustitutivos de estos primeros objetos afectivos (quizá, junto a los
padres, también los personajes educadores), y los ordenará en series que parten,
todas, de las denominadas imágenes del padre, de la madre, de los hermanos, etc.”.

Es interesante esta idea de que, cuando un sujeto se relaciona con otros, se


“transfieren” los afectos ya experimentados con padres y hermanos.

En cierta manera, Freud está diciendo que todos los seres humanos repetimos en
el presente los mismos afectos experimentados en el pasado, de manera
inconsciente, sin que la “persona real”, la “persona que tenemos delante” participe.
Freud añade que “todas las amistades y vinculaciones amorosas ulteriores son
seleccionadas sobre la base de las huellas mnemónicas que cada uno de aquellos
modelos primitivos haya dejado”.

Es decir, Freud sostiene que, de alguna manera, todos los seres humanos, de
manera inconsciente, buscamos algo en los demás que nos recuerde a nuestros
padres o hermanos.

Esto implica que, en toda relación humana, sea de la índole que sea, existen rasgos
narcisistas (buscar lo semejante, lo que una vez vivimos en el pasado).

Freud da una importancia determinante a la figura del padre, sosteniendo que es


con la figura del padre con quien mayor ambivalencia afectiva se tiene (“el imperio
de lo orgánico ha impuesto a esta relación con el padre una ambivalencia afectiva
cuya manifestación más impresionante quizás sea el mito griego del rey Edipo”).

Freud también añadirá que la base de la religión es una exaltación de la figura del
padre, exaltación que tiene un origen en la niñez.

La relación de todo individuo con su padre queda marcada por una ambivalencia,
puesto que en la época de la niñez.

Evidentemente, no todos los alumnos actúan igual: cada alumno ha tenido una
relación con su padre “propia y única”: podemos entender mucho esta relación a
partir de lo que el alumno muestre hacia su profesor.

La sociedad culpa a los docentes (y especialmente los padres) de muchas


cuestiones que nada tienen que ver objetivamente con los docentes, sino que tienen
que ver con las cuestiones que pasan o que han pasado “en la casa” de los alumnos,
en su relación con padres y hermanos.

Para los padres es más fácil culpar a los profesores (proyectar) que reconocer todo
“lo que falla” entre ellos y sus hijos y que podría ser modificado.
Conclusión:

Como conclusión de este ensayo decimos que los temas abordados son de vital
importancia ya que cada uno de ellos abarca cosas distintas que nos pueden
ayudar día con día, de el psicoanálisis y la educación podemos destacar que,
el psicoanálisis aporta a la educación una forma distinta de concebir el proceso de
aprendizaje al plantearla como el encuentro entre dos subjetividades: la del
estudiante y la del maestro que, inevitablemente, establecen un vínculo entre ellos
dentro del cual se desplegarán capacidades cognitivas, afectivas y sociales para
que así el estudiante se valla desarrollando de manera correcta y concreta en
cuanto a sus conocimientos refiere, dentro del tema psicoanálisis del niño podemos
resaltar que es una forma de tratamiento e investigación que utiliza el juego de
los niños para ayudarlos con sus problemas, de todo índole , su objetivo es ayudar
a los niños, y a sus padres, a comprender sus sentimientos y comportamientos y
volver a encarrilar su desarrollo, para poder lograr con esto una buena relación de
padres e hijos, esto evoluciona en cuanto a la edad, es decir, a más edad menos
juego y más platica, todo esto acompañado o hecho por el llamado complejo de
Edipo, por otro lado acerca de las relaciones del psicoanálisis y la pedagogía
podemos decir que la educación es entendida por el psicoanálisis como un proceso
por el cual el sujeto abandonará una naturaleza primitiva para acceder a un orden
cultural a través de la mediación simbólica del educador, como dice Freud, entre los
alumnos y los profesores existe “una corriente subterránea” que los une, esta
corriente subterránea implica un lazo afectivo inconsciente, emocional, responsable
de las “actitudes y comportamientos” conscientes, ya que depende de el maestro
como lo vera el niño en este caso como un ejemplo a seguir o como una persona
que realmente el niño no quisiera ser en un futuro, es de vital importancia que cada
uno de los futuros pedagogos entienda y comprenda a fondo estos temas que
implementan al psicoanálisis ya que en un futuro les servirá de mucho porque
teniendo estos conocimientos sabrán que hacer en cualquier situación que se les
presente.
Referencias bibliográficas:

https://www.redalyc.org/pdf/447/44720504004.pdf

https://es.ipa.world/ipa/en/Child_Adolescent/Child_Psychoanalysis.aspx#:~:text=%
C2%BFQu%C3%A9%20es%20el%20%22psicoan%C3%A1lisis%20infantil,volver
%20a%20encarrilar%20su%20desarrollo.

http://200.23.113.51/pdf/26947.pdf

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