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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para La Educación Superior

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

La Grita, Estado - Táchira.

Sistema
neuroendocrino

Participante: Cruzmar contreras


C.I:27.709.406
Fisioterapia Sección “B”
Índice

1- Eje hipotálamo-hipofisario………………………………….1

1.1 Anatomía……………………………………......………..2

1.2 Mecanismos de regulación hormonal…………………3

2- Glándulas endocrinas………………………………………4

2.1 Glándulas tiroides…………………………………………5

2.2 Glándulas suprarrenales………………………………….6

2.3
Gónadas…………………………………………………….7

3- Glándulas mixtas …………………………………………..8


Introducción.
Desde los principios del estudio de la anatomia humana se ha
determinado que el sistema neurológico básicamente se encarga de
coordinar el cuerpo mediante estímulos nerviosos que hacen propicia
la calidad de vida y el desarrollo de las actividades básicas de
supervivencia del individuo, está compuesto por diversos órganos
entre ellos el cerebro y la médula espinal de dónde emergen una
cantidad de nervios que son los que transmiten y propagan los
impulsos de respuesta ante una situación determinada.
Por otra parte, también se encarga de recoger toda la información
sobre el estado del organismo, esto es fundamental ya que de allí, se
justifica la situación anímica del cuerpo, tal es el caso de cuando se
produce una herida, los nervios envían la información al cerebro y la
médula espinal y generan una respuesta posible para solucionar la
afección, esto mediante el dolor emitido por el cerebro, es importante
mencionar que el sistema neurológico percibe todas las sensaciones
recibidas por los sentidos: vista, odio, gusto, olfato, tacto que mantiene
en estado de alerta al organismo para saber cómo reaccionar ante un
estímulo, propio de la supervivencia.
El sistema endocrino por su parte, es el encargado de la secreción de
diferentes hormonas por parte de todas las glándulas implicadas
permite que se lleven a cabo tres aspectos importantes para el
desarrollo del organismo, que son la homeostasis, que inhibe o
estimula los procesos químicos que se desarrollan en las células
manteniendo el equilibrio químico del organismo, la reproducción,
siendo participe fundamental del desarrollo de las gónadas y células
sexuales pero también de la fisiología de los aparatos reproductores
tanto masculino como femenino y otros aspectos como la lactancia
materna, y por último el crecimiento y desarrollo corporal que está
estrechamente relacionado con este sistema y se ve afectado si ocurre
alguna falla.
El término neuroendocrino, se refiere al conjunto de células que
envían hormonas a la sangre en respuesta a la estimulación del
sistema nervioso.
Eje Hipotálamo-Hipofisario
La hipófisis es una pequeña glándula de menos de 1 cm de diámetro y de 0,5-
1 g de peso que se encuentra dentro de la silla turca del esfenoides. Está
unida al hipotálamo por el llamado tallo de la hipófisis o infundíbulo.
Desde el punto de vista anatómico y fisiológico, la hipófisis se divide en dos
porciones:
hipófisis anterior o adenohipófisis: ocupa el 75 % del peso total de la glándula
hipófisis posterior o neurohipófisis: formada por tejido nervioso, ya que
contiene axones y terminales axonales
Casi toda la secreción de la hipófisis es controlada por el hipotálamo. El
hipotálamo es una estructura nerviosa situada en la base del encéfalo y es el
centro receptor de señales procedentes de muchas zonas del encéfalo, así
como de órganos internos, de modo que experiencias emocionales dolorosas
o estresantes causan cambios en su actividad. A su vez, el hipotálamo
controla el sistema nervioso autónomo y regula la temperatura corporal, el
hambre, la sed, la conducta sexual y las reacciones defensivas, como el miedo
o la rabia. Además, en él se sintetizan, al menos, nueve hormonas diferentes
con la función de regular la secreción de hormonas de la hipófisis anterior y
otros grupos de neuronas especiales. De modo que el hipotálamo y la
hipófisis en conjunto regulan prácticamente todos los aspectos del
crecimiento, el desarrollo, el metabolismo y la homeostasia del organismo
El eje o sistema hipotálamo-hipofisario es un sistema cuya función es
mantener la regulación y equilibrio de los niveles hormonales hipofisarios, los
cuales a su vez coordinan otras funciones del organismo tales como el
crecimiento somático, la maduración gonadal, cambios de adaptación al
estrés, lactancia, liberación de hormonas tiroideas o la cantidad de agua
excretada por el riñón. El mecanismo por el que se mantiene este equilibrio
está definido por la acción estimulante o inhibidora que ejerce el hipotálamo
sobre la hipófisis a través de la liberación de hormonas; estas, a su vez, son
reguladas a través de un proceso de retroalimentación por los productos
finales generados en el tejido diana de cada una de las hormonas
hipofisarias o a través de ritmos pulsátiles circadianos o por influencia
del sistema nervioso central.

Anatomía
Hipotálamo
Es una estructura del sistema nervioso central, ubicada a nivel del diencéfalo;
ocupa cerca del 0.3% de la masa encefálica total. Está ampliamente inervado
e irrigado, lo cual le permite un control absoluto de las condiciones físico-
químicas de la sangre y, por consiguiente, dar respuestas a través de la
secreción neurohormonal o neuroeléctrica. Comprende la zona situada desde
el quiasma óptico hasta los tubérculos mamilares, por debajo del tálamo (de
ahí su nombre). Consta de 10 núcleos (ver núcleos del hipotálamo), por
medio de los cuales ejerce sus funciones neuroendocrinas.
Hipófisis
La hipófisis es una estructura de pequeño tamaño, que se encuentra alojada
en la silla turca a nivel del hueso esfenoidal; al igual que el hipotálamo, forma
parte del diencéfalo. Está conformada por dos porciones bien diferenciadas
e histológicamente distintas: una anterior (llamada adenohipófisis), cuya
función es la producción de hormonas (ver hormonas hipofisarias) y otra
posterior, llamada neurohipófisis, conformada por haces de fibras
nerviosas provenientes del infundíbulo y que corresponden a los axones de
las neuronas situadas en este núcleo. Su función consiste en almacenar y
secretar las hormonas oxitocina y vasopresina, sintetizadas en el hipotálamo.
Las dos estructuras hipotálamo e hipófisis se encuentran conectadas entre
sí a través de dos vías:
una continuidad anatómica de vía nerviosa, que une los núcleos
paraventriculares y supraópticos del hipotálamo con la hipófisis posterior
o neurohipófisis y cuya función es la de transportar
las neurohormonas oxitocina y vasopresina por vía axonal, para su
almacenamiento y secreción posterior;
una vía sanguínea (sistema porta hipofisario), que conecta la eminencia
media y el infundíbulo con el lóbulo anterior de la hipófisis o adenohipófisis y
controla, así, la secreción hormonal de esta última
La irrigación sanguínea del eje hipotálamo-hipófisis permite el transporte de
los factores activadores o inhibidores producidos por el hipotálamo que van a
hacer efecto a nivel de la hipófisis anterior. Este sistema deriva de la arteria
carótida interna y llega a la hipófisis a través de dos arterias: la arteria
hipofisaria superior y la arteria hipofisaria inferior. Las arterias ingresan a
través del tallo hipofisario y se dividen en sinusoides, se generan: un Plexo
capilar primario a nivel de la Eminencia media (ME) y un Plexo capilar
secundario a nivel de la hipófisis anterior, conformado los vasos del sistema
porta para llevar las hormonas hipotalámicas hasta sus respectivos
receptores en la hipófisis.
Mecanismos de regulación hormonal
Cada una de las hormonas producidas tanto en el hipotálamo como en la
hipófisis tiene una serie de factores estimuladores e inhibidores de la
secreción. A continuación, se muestran las más importantes:
Vasopresina: La vasopresina es sintetizada en el núcleo supraóptico y
transportada a través de los axones neuronales por medio de
las neurofisinas hasta la neurohipófisis. Está mediada por los cambios en
la osmolaridad de la sangre; de esta forma, si la osmolaridad es alta, la
síntesis de esta hormona aumentará, lo que producirá, en su tejido diana
(el riñón), la retención de sodio y agua, con lo cual se normalizará la
osmolaridad sanguínea.
Oxitocina: La oxitócica es producida en el núcleo paraventricular y, al igual
que la vasopresina, es transportada por las neurofisinas hasta la hipófisis
posterior. La liberación de esta hormona está determinada principalmente
durante dos momentos de la vida de la mujer: en el momento del parto, en
donde produce la contracción uterina, que evita una hemorragia posparto, y
durante la succión del lactante, donde favorece el aumento de tamaño de
la glándula mamaria y la producción de leche.
Hormona liberadora de gonadotrofina: La función de la hormona liberadora
de gonadotrofina (GnRH) consiste en estimular a la adenohipófisis para la
producción de gonadotrofinas (FSH y LH), las cuales tienen como tejido diana
las gónadas y favorecen la ovulación en las mujeres y la producción
de espermatozoides en los hombres. Está regulada por la concentración
de andrógenos o estrógenos en la y factores psicológicos.
Hormona liberadora de tirotropina: La hormona liberadora de
tirotropina (TRH) estimula la producción de la hormona estimulante de la
tiroides (TSH) y de la prolactina en la adenohipófisis. Está regulada por los
niveles de hormona tiroidea en el plasma.
Hormona liberadora de hormona adrenocorticotropa: La hormona
liberadora de hormona adrenocorticotropa (CRH) produce la secreción
de hormona adrenocorticotropa (ACTH) en la adenohipófisis, y su tejido
diana es la corteza de la glándula suprarrenal, en donde produce síntesis
de cortisol y de andrógenos. Su secreción está relacionada con situaciones
de estrés físico o emocional como, por ejemplo: las variaciones térmicas del
cuerpo, el dolor, el miedo o el cansancio, y es controlada a su vez por los
niveles de glucocorticoides en la sangre.
Hormona liberadora de la hormona del crecimiento: La hormona liberadora
de la hormona del crecimiento GHRH o somatocrinina, aumenta la
producción de hormona de crecimiento en la adenohipófisis, y favorece el
crecimiento y la diferenciación celular de todos los tejidos del organismo, al
inducir la síntesis de proteínas y la división celular, además de muchas otras
funciones metabólicas. Su secreción está determinada por la edad, y
aumenta en las etapas en las que el cuerpo crece (desde el nacimiento hasta
la adolescencia), disminuye progresivamente en la adultez y permanece en
un 25% de sus niveles en la infancia. Su síntesis está determinada por
múltiples factores, entre ellos el ejercicio, el sueño profundo, la inanición,
la hipoglicemia, los traumatismos y la excitación. Su inhibición depende de
factores como la hiperglicemia, el incremento de los ácidos grasos libres,
el envejecimiento, la obesidad, la somatostatina (hormona inhibidora de la
hormona de crecimiento) y la hormona de crecimiento
exógena o somatomedina (factor de crecimiento similar a la insulina).
Hormona inhibidora de la liberación de somatotropina o somatostatina: La
función de la hormona inhibidora de la liberación de
somatotropina o somatostatina consiste en la inhibición de la síntesis
de hormona del crecimiento o somatotropina. La regulación de esta
hormona, al igual que la de la somatocrinina, depende de varios factores
(véase párrafo anterior).
Factor inhibidor de la liberación de prolactina: El factor inhibidor de la
liberación de prolactina (PIF) inhibe la producción de prolactina por parte de
la adenohipófisis, y su síntesis depende de muchos factores. Al comienzo se
creía que únicamente la dopamina era la encargada de la inhibición de la
liberación de prolactina, pero análisis cuantitativos de dopamina en
el sistema porta hipofisario han demostrado que los niveles de
este neurotransmisor no son suficientes para ejercer todo el efecto, por lo
cual se cree que intervienen otra serie de sustancias tales como el ácido
gamma amino butírico (GABA) o la somatostatina.
Glándulas
Las glándulas del sistema endocrino secretan hormonas al torrente
sanguíneo para mantener la homeostasis y regular el metabolismo. El
hipotálamo y la glándula pituitaria son los centros de comando y control, y
dirigen hormonas a otras glándulas y a todo el cuerpo. Otras glándulas
endocrinas primarias, incluidas las glándulas tiroides y paratiroides, las
glándulas suprarrenales y la glándula pineal, ajustan los niveles de diversas
sustancias en la sangre y regulan el metabolismo, el crecimiento, el ciclo del
sueño y otros procesos. Órganos como el páncreas también secretan
hormonas como parte del sistema endocrino. Los órganos endocrinos
secundarios incluyen las gónadas, los riñones y el timo.
La glándula tiroides: se asienta en la región de la garganta, justo por debajo
de la laringe, irrigada por grandes arterias con muchas ramas y una densa red
de capilares. Las hormonas tiroideas que secreta, tiroxina (T4) y
triyodotironina (T3), viajan por el torrente sanguíneo a través del cuerpo y
aumentan el metabolismo, el uso de glucosa, la síntesis proteica y el
desarrollo del sistema nervioso. La tiroides también libera calcitonina, que
ayuda a mantener la homeostasis del calcio en la sangre haciendo que el
calcio sea removido de la sangre y depositado en los huesos cuando los
niveles (de calcio) en sangre son demasiado altos. En la cara posterior de la
tiroides se encuentran ubicadas glándulas separadas y mucho más pequeñas:
las paratiroides. Habitualmente hay cuatro glándulas paratiroides, un par
superior y uno inferior a la derecha e izquierda de la tiroides. Secretan la
hormona paratiroidea (PTH o paratohormona), que estimula los huesos para
que liberen calcio a la sangre cuando los niveles (de calcio) en sangre son
bajos. La PTH también hace que los riñones reduzcan la secreción de calcio a
la orina para aumentar aún más los niveles de calcio en la sangre. En
conjunto, la calcitonina y la PTH actúan de maneras complementarias para
mantener la homeostasis del calcio en la sangre, que es uno de los
parámetros fisiológicos más estrechamente controlados en el cuerpo.
Las glándulas suprarrenales: Las glándulas suprarrenales son órganos que
tienen forma piramidal y que se ubican en la parte superior de cada riñón.
Cada glándula suprarrenal consta de dos estructuras: una corteza suprarrenal
externa y una médula suprarrenal interna. La corteza suprarrenal es una red
de tejidos conectivos delicados que conforman la mayor parte de la glándula.
Secreta una variedad de hormonas esteroides. Los glucocorticoides, como el
cortisol, regulan los niveles de proteínas y glucosa. El mineral corticoide,
incluida la aldosterona, regulan los niveles de agua y sal. Los
gonadocorticoides (andrógenos y estrógenos) son secretados por la corteza
suprarrenal en pequeñas cantidades por ambos sexos. La médula suprarrenal
produce epinefrina y norepinefrina (NE). Estas sustancias químicas
promueven las respuestas de “luchar o huir”, la respuesta inicial del cuerpo
ante el estrés.
Las gónadas: (testículos y ovarios) son glándulas mixtas que en su secreción
externa producen gametos y en su secreción interna producen hormonas que
ejercen su acción en los órganos que intervienen en la función reproductora.
Cada gónada produce las hormonas propias de su sexo, pero también una
pequeña cantidad de las del sexo contrario. El control se ejerce desde la
hipófisis
En los testículos se producen las hormonas masculinas, llamadas
genéricamente andrógenos. La más importante de estas es la testosterona,
que estimula la producción de espermatozoides y la diferenciación sexual
masculina.
En los ovarios se segregan estrógenos y progesterona.
Los estrógenos son los responsables del ciclo menstrual e intervienen en la
regulación de los caracteres sexuales femeninos.
La Progesterona, u "hormona del embarazo", prepara el útero para recibir el
óvulo fecundado. Provoca el crecimiento de las mamas durante los últimos
meses del embarazo.
Si el óvulo no es fecundado.
En histología y citología las glándulas mixtas o glándulas anficrinas son
aquellas que corresponden a una clasificación funcional basada en su tipo de
secreción. Las glándulas mixtas muestran la característica distintiva, de
presentar los dos tipos de secreción: exocrina y endócrina.
Las glándulas mixtas: producen sustancias que se vierten en órganos huecos,
y además producen hormonas que son vertidas directamente en la sangre.
Ejemplos de glándulas mixtas son el páncreas, el hígado y las glándulas
sexuales.
Las glándulas se definen como células o tejidos organizados (agregados de
células) que se especializan en la secreción o la excreción de sustancias que
reciben de la sangre corporal y que procesan de alguna manera, con el fin de
que puedan ser empleadas por otros tejidos o descartadas como desechos.
Generalmente son estructuras que se componen de epitelio cuboidal -con
células de igual ancho y alto- o epitelio columnar -con células de mayor altura
que anchura-, el cual descansa sobre una membrana basal y está
íntimamente relacionado con una red de vasos sanguíneos que le irrigan.
Las glándulas mixtas, bien sea que las definamos como un tipo de glándula
exocrina (seromucosa) o como un tipo de glándula que se comporta tanto se
como glándula exocrina y endocrina, les otorgan a los tejidos epiteliales
funciones secretoras de suma importancia para la producción de:
-Precursores de sustancias mucosas, que funcionan en la protección y
lubricación de algunos tejidos.
-Precursores de enzimas y otras moléculas, para la hidrólisis de distintos tipos
de moléculas
-Precursores de hormonas, que funcionan en el control del funcionamiento
de distintos órganos y procesos del cuerpo humano.
Conclusión.

El sistema neuroendocrino se encarga de producir y secretar hormonas


cuya función es regular la actividad de las células y órganos, está formado
por neuronas y glándulas encargadas de sintetizar las diferentes hormonas
que controlan el crecimiento del cuerpo, el metabolismo, el desarrollo y la
función sexual, estás hormonas viajan principalmente por el sistema
cardiovascular hacia los órganos y tejidos sobre los que deben actuar.
Teniendo en cuenta esto podemos decir que el sistema neuroendocrino
está constituido por una serie de órganos entre los cuales podemos
destacar, el hipotálamo que se encarga de controlar y coordinar el
funcionamiento y la liberación de hormonas; la hipófisis, que actúa como
núcleo de unión para que el sistema nervioso pueda enviar órdenes a las
glándulas endocrinas; la epífisis, que es la encargada de la producción de
melatonina y control del sueño; la tiroides, fundamental para el
metabolismo y crecimiento del cuerpo; las glándulas parotídeas, que
mantienen el equilibrio de los niveles de calcio.
Otras como el Timo, que se encarga de la producción de linfocitos T
sumamente importantes para el sistema inmunológico; las glándulas
suprarrenales, que producen el cortisol, la angiotensina y la adrenalina; el
páncreas, que es imprescindible para la gestión de la glucemia; por su parte
las gónadas, mejor llamadas, testigos y ovarios, principal fuente de
hormonas sexuales encargadas para la reproducción humana.
Por este y otros motivos el sistema neuroendocrino es de vital importancia
para el desarrollo y realización de las funciones básicas de supervivencia del
ser humano, debe ser cuidado con una buena alimentación, ejercicio y
hábitos saludables como dormir correctamente, esto determinará que la
homeostasis y el metabolismo estén funcionando correctamente.

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