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Hospital de la mujer de Aguascalientes

Endocrinología ginecológica

SISTEMA HIPOTALAMO-HIPOFISIS

R3 GYO Sheila Monserrat Cervantes García


Dra. María del Consuelo Robles Martínez
SISTEMA HIPOTALAMO-HIPOFISIS

ASPECTOS GENERALES
Hay dos lugares de acción fundamentales en el encéfalo que son importantes en la regulación de la función
reproductora: el hipotálamo y la hipófisis.

En el hipotálamo hay células nerviosas peptidérgicas que secretan las hormonas liberadoras e inhibidoras. Dichas
células comparten las características de las neuronas y de las células de las glándulas endócrinas. Responden a
señales del torrente circulatorio y a neurotransmisores en el proceso de neurosecreción. En este proceso, una
neurohormona o neurotransmisor es sintetizada en los ribosomas del citoplasma de la neurona, empaquetada en
un gránulo en el aparato de Golgi y luego transportada por flujo axonal activo a la terminación neuronal para la
secreción en un vaso sanguíneo o en una sinapsis.

HIPOTÁLAMO

El hipotálamo es un órgano pequeño del diencéfalo situado en el piso del tercer ventrículo, justo por encima de
la unión de los nervios ópticos, forma parte de sus paredes laterales, tiene funciones neurales y hormonales
importantes para la sobrevida y adaptación del individuo. Constituye menos del 1% del volumen total del cerebro
humano. Las funciones neurales son de tipo conductual tales como apetito, sed, conducta sexual y respuestas
emocionales, otras respuestas son neurovegetativas, integradas por parte del sistema simpático como la
termorregulación y la regulación vasomotora. La función hormonal involucra distintos sistemas secretores:

• Sistema hipotálamo-hipófisis posterior que produce hormonas neurohipofisiarias


• Sistema hipotálamo-hipófisis anterior integrado por hormonas hiposifisiarias trópicas, que regula las
hormonas de la adenohipófisis.

EL hipotálamo es origen de numerosos neurotransmisores, consta de varios núcleos en la base del cerebro, por
arriba del quiasma óptico. La función hipofisiaria recibe básicamente influencia de las neuronas localizadas en
los núcleos hipotalámicos.

Las neuronas del hipotálamo forman sinapsis con otras neuronas del SNC. Un subgrupo de neuronas
hipotalámicas se proyecta hacia la eminencia media. En la eminencia media, una red de capilares se origina a
partir de las arterias hipofisiarias superiores. Estos capilares desembocan en los vasos portales que atraviesan el
tallo hipofisiario y posteriormente forman una red capilar en la hipófisis anterior (adenohipófisis). La dirección
de este sistema porta hipofisiario es del hipotálamo a la hipófisis, aunque también existe circulación retrograda.
Núcleos del hipotálamo: destacan dos de ellos visiblemente grandes, supraóptico y paraventricular que producen
las hormonas neurohipofisiarias. Otros menos definidos son el arqueado, ventromedial e hipotalámico anterior,
estos no tienen funciones exclusivas o únicas, pero son los principales sitios de producción de las hormonas
hipofisiotrópicas.

Conexiones vasculares entre el hipotálamo y la hipófisis: el riego sanguíneo de la adenohipófisis se origina en


los capilares que entrelazan abundantemente el área de la eminencia media del hipotálamo. La base anatómica de
la función endocrina del hipotálamo reside en su comunicación vascular con la hipófisis que se establece por tres
sistemas:
• Sistema de vasos portales largos: conduce las hormonas hipotalámicas a la hipófisis anterior, se origina
en la eminencia media del hipotálamo, en el plexo capilar primario, a su vez deriva de las arterias
hipofisarias anteriores, (ramas de la carótida interna). Esta red vascular confluye en venas que corren por
el tallo hipofisiario y alcanzan la adenohipófisis en donde se dividen en sinusoides que se distribuyen en
ella. Las terminaciones neurales de los núcleos liberan las hormonas en este complejo circulatorio y llegan
a su destino por vía vascular descendente.
• Sistema de vasos portales cortos: se originan en la neurohipófisis y termina en la hipófisis anterior, su
papel no es bien conocido, pero indica interacción entre ambas áreas.
• Plexo tangencial del sistema infundibular: se deriva de sinusoides adenohipofisiarios y finaliza en las asas
del plexo capilar primario con un flujo ascendente. Este sistema explica la presencia de hormonas
hipofisiarias en el hipotálamo, cuya base anatómica es la retroalimentación en asa corta.
Hormonas hipofisiotrópicas del hipotálamo
Estas sustancias comprenden un conjunto de péptidos de cadena corta, regulan la secreción o inhibición de los
productos de la hipófisis anterior. Se sintetizan como precursores y en el mismo hipotálamo se fragmentan a sus
compuestos activos por vía enzimáticas.

Son péptidos de pequeño tamaño con actividad fisiológica exclusiva en concentraciones elevadas, las cuales se
liberan de manera intermitente, dado que las células blanco de la hipófisis anterior responden mejor a la
administración intermitente de éstas hormonas que a una exposición continua. Además tienen acción trófica sobre
las células hipofisarias.

Las señales que recibe el hipotálamo modulan la liberación de una neurohormona determinada, también
denominada hormona hipotalámica, hormona liberadora o releasing hormone. De aquí es transportada a la
hipófisis anterior, donde alcanza determinados grupos celulares estimulando o inhibiendo la liberación de una
hormona hipofisaria, la cual, a su vez, pasará a la circulación general para ejercer sus acciones periféricas. Las
hormonas hipotalámicas que regulan la función hipofisaria con relevancia clínica son las siguientes:

• Hormona liberadora de tirotropina (TRH thyrotrophin releasing hormone).


Es un tripéptido producido en el área hipotalámica anterior, en menor proporción en la posterior y en otras
zonas del cerebro, médula espinal y tracto gastrointestinal. Controla positivamente la TSH hipofisaria, a la
vez es un neurotransmisor presente en numerosas áreas del SNC; también regula la secreción de PRL y posee
acciones extracerebrales. Las células que mayor cantidad de TRH sintetizan son las neuronas del núcleo
paraventricular (NPV) hipotalámico.

La TRH estimula la formación del mRNA de la TSH y la PRL. Posee acción estimulante de la secreción,
tropismo y mitogénesis de las células tirotropas. Posee acciones estimulantes e interviene en la
termorregulación. Además está presente en el tracto gastrointestinal y el páncreas, donde actúa como
neurotransmisor o neuromodulador. En su regulación interviene el hipotálamo, el SNC, la TSH y las hormonas
tiroideas.

Las hormonas tiroideas realizan una retroalimentación negativa a nivel hipofisario (TSH) e hipotalámico
(TRH).
Los impulsos hipotalámicos y neuronales provienen de sensaciones relacionadas con la temperatura corporal
y el metabolismo energético. La exposición al frío aumenta la secreción de TRH y el aumento de temperatura
la disminuye.

El estrés inhibe la TRH y la TSH mediante el aumento de corticoides. También se inhibe en la desnutrición
para ahorrar energía. Esta acción parece mediada por la leptina que actúa directamente sobre receptores de las
propias neuronas secretoras de la TRH e indirectamente a través de otras neuronas del hipotálamo.

• Hormona liberadora de corticotrofina o corticoliberina (CRH corticotropin releasing hormone).


La CRH es el principal secretagogo fisiológico para la hormona adrenocorticotrofa (ACTH), estimula su
secreción y liberación en las células corticotropas de la adenohipófisis, que luego estimularán la secreción de
esteroides adrenales, especialmente cortisol. Además interviene en diversas funciones cerebrales y
particularmente en la reacción ante el estrés.

La biosíntesis tiene lugar en la zona parvocelular del núcleo paraventricular. Existen también neuronas
secretoras de CRH en el sistema límbico y fuera del cerebro, como en la placenta, los linfocitos y el tracto
gastrointestinal. La CRH está formada por 41 aa.

En su regulación interviene el SNC desde regiones como el hipocampo y otras, a través de conexiones directas
al núcleo paraventricular, recogiendo informaciones internas y externas. Su regulación nerviosa es
fundamental para el ritmo circadiano. La CRH es fundamental en la respuesta al estrés y en la respuesta
inmunitaria.

La principal acción biológica consiste en estimular la síntesis y la secreción de ACTH y en consecuencia del
cortisol adrenal (y otros esteroides). La CRH intervienen sobre áreas del SNC en el control de las emociones,
la ansiedad y el apetito (actividad anorexígena). También poseen efectos cardiovasculares, ya que disminuyen
la tensión arterial y aumentan la frecuencia cardíaca. Por otro lado, disminuyen la respuesta inflamatoria. La
CRH es vital en la respuesta al estrés y en la respuesta inmunitaria. Su actividad aumentada provoca insomnio.

• Hormona liberadora de la hormona del crecimiento (GHRH growth hormone releasing hormone).
El control de la hormona del crecimiento adenohipofisaria (HG) reside principalmente en una hormona
hipotalámica estimuladora (hormona liberadora de la hormona del crecimiento [GHRH]) y otra inhibidora o
somatostatina (SST). La GHRH estimula la secreción, el tropismo y la división de las células somatotropas
adenohipofisarias. Es sintetizada y liberada desde el núcleo arcuato del hipotálamo y en menor proporción del
núcleo ventromedial. Existen 3 formas de la hormona; de 44 aminoácidos (aa), 40 aa y 37 aa, siendo la primera
la más importante.

La regulación de la secreción de GHRH se realiza por impulsos positivos e inhibidores desde diversas áreas
del SNC junto con la inhibición por SST y la retroalimentación de la GH. Otros moduladores de la secreción
de GHRH son el estrés, el sueño, el ayuno, que actúan mediante impulsos del SNC.

La hipoglucemia, el ejercicio y los aminoácidos estimulan la GHRH desactivando la inhibición de la SST,


mientras que la hiperglucemia y los ácidos libres no esterificados hacen el efecto contrario. Los estrógenos y
la testosterona, en la pubertad, sensibilizan a las células somatotropas para el estímulo con GHRH. Los
corticoides inhiben la secreción de GH disminuyendo la respuesta a GHRH o aumentando la SST, según su
administración aguda o crónica.

• Hormona inhibidora de la hormona del crecimiento o somatostatina (SST o GHRIH Somatostatine o


growth hormone release inhibiting hormone).
Es un potente inhibidor de la secreción de GH. Pero también de la TSH y la PRL hipofisarias. En el tracto
gastrointestinal inhibe la gastrina, la secretina, el VIP y la motilina y en el páncreas la insulina y el glucagón.
También inhibe la secreción de la saliva, el jugo gástrico, el duodenal, el biliar, el pancreático y la circulación
sanguínea gastroduodenal. Según sus localizaciones puede actuar como una auténtica hormona, con acciones
paracrinas e incluso autocrinas.

Las neuronas hipotalámicas productoras de SST se localizan en el núcleo medial periventricular y en la zona
parvocelular del núcleo arcuato o del paraventricular anterior. Su biosíntesis tiene lugar a partir de una
prehormona sobre la que actúan las prohormona-convertasas para originar moléculas activas de 28 (SST-28)
y 14 aa (SST-14). La primera predomina en el tracto gastrointestinal y la segunda en el hipotálamo y el
cerebro.

Se conocen 5 tipos de receptores de SST (SSTR), que difieren según los órganos, por su mecanismo de acción
intracelular y por su afinidad.

La SST además de su fundamental acción en el control inhibitorio de la GH, posee numerosas acciones en el
SNC comprensibles por su amplia distribución.

• Factores inhibidores de la liberación de prolactina o dopamina ( DA o PIF Prolactine inhibiting factors).


Las demás hormonas de la adenohipófisis están reguladas principalmente por una hormona hipotalámica
estimulante. En la prolactina (PRL) domina la regulación inhibitoria de la dopamina (DA), tienen menor
importancia otros factores estimulantes como el factor de liberación de la PRL (PRF).

La DA es el auténtico factor inhibidor de la PRL (PIF), y se sintetiza en las neuronas del hipotálamo medio-
basal que, carecen de receptores D2 para la DA, pero poseen receptores para la PRL. Al llegar la DA a los
receptores D2 de las células lactotropas lo activa y se inhiben la adenilciclasa y el AMPc, disminuye el Ca2+
y se inhibe la liberación de PRL. Otras acciones de la DA consisten en la inhibición de la secreción de hormona
la estimuladora de melanocitos (MSH). También inhibe de forma moderada a la TSH.

• Factores liberadores de prolactina PRL (PRF Prolactine release factors)


En cuanto a los PRF, estos actúan directamente sobre las células lactotropas, por vías diferentes a la DA, como
la hormona liberadora de TSH (TRH), el péptido intestinal vasoactivo (VIP), la oxitocina, la AVP, la
angiotensina II, el NPY, la galanina, el péptido histidina metionina, la sustancia P y algunos otros. El estrés
es un estimulante natural de la secreción de PRL. Los estrógenos estimulan la secreción de PRL en las células
lactotropas, pero también actúan sobre las neuronas dopaminérgicas del hipotálamo y la región infundibular.

• Hormona liberadora de gonadotropinas (LH-RH, LRH, GnRH).


La GnRH es la hormona hipotalámica que controla la función gonadal a través del estímulo de la síntesis y la
secreción de las gonadotrofinas hipofisarias, hormona foliculoestimulante (FSH) y luteinizante (LH). Su
biosíntesis tiene lugar en pequeñas neuronas bipolares y fusiformes, diseminadas por el hipotálamo. Envían
sus axones a la eminencia media para el control de las células gonadotropas hipofisarias.

La hormona se forma a partir de una pre-prohormona de 92 aa, sobre la que actúan dos enzimas convertasas
hasta conseguir la GnRH de 10 aa y otros péptidos inactivos. La GnRH liberada en la eminencia media llega
a la adenohipófisis y estimula la síntesis y la secreción de FSH y de LH en las células gonadotropas. Es
importante que la secreción de GnRH sea pulsátil (cada 60-90 minutos), ya que si es continua se produce una
infrarregulación de los receptores que acaba inhibiendo la secreción de FSH y LH con anovulación y
amenorrea. Aunque la GnRH estimula la síntesis y la secreción de ambas gonadotrofinas, existen algunas
divergencias que sugieren la posibilidad nunca demostrada, de otra hormona liberadora de FSH (FSHRH).

La retroalimentación negativa lo efectúan los esteroides sexuales, el estradiol, la progesterona en la mujer y


la testosterona en el varón, tanto a nivel hipotalámico como hipofisario, a través de receptores específicos.
Los estrogenos inhiben a las GnRHs principalmente a nivel hipofisario mientras que la progesterona y la
testosterona predominan en el hipotálamo. El estradiol posee un feed-back positivo a nivel hipotalámico que
estimula la secreción de GnRH, y a nivel hipofisario que sensibiliza las células gonadotropas.

HIPOFISIS

La glándula hipofisaria es una estructura alojada en la silla turca en el hueso esfenoides. Se halla separada de la
cavidad craneal por una extensión de la duramadre, el diafragma de la hipófisis, a través de la cual llegan el tallo
infundibular y los vasos.

La hipófisis se forma en una fase incipiente de la vida embrionaria por fusión de dos proyecciones ectodérmicas
de origen diferente.

La neurohipófisis se desarrolla a partir del ectodermo neural, mientras que la adenohipófisis lo hace a partir de
una evaginación del ectodermo del estomodeo, que recibe el nombre de bolsa de Rathke.

Una vez finalizado el desarrollo, la hipófisis queda constituida por dos sectores netamente diferenciables: la
porción glandular o adenohipófisis y la porción venosa o neurohipófisis.

La adenohipófisis consta de tres componentes: pars distalis, pars tuberalis y pars intermedia. La neurohipófisis
también está compuesta por tres partes: lóbulo neural o proceso infundibular, tallo infundibular y eminencia
media.
Entre el hipotálamo y la hipófisis existen relaciones nerviosas y vasculares. Así, desde los núcleos supraópticos
y paraventriculares localizados en la zona supraóptica o anterior del hipotálamo, se proyectan los axones que
nacen de los cuerpos neuronales que conforman estos núcleos, estas fibras nerviosas finalizan en la neurohipófisis
en la proximidad de los capilares.

Las relaciones vasculares entre el sistema nervioso y la hipófisis, conforman lo que se conoce como sistema portal
hipotálamo-hipofisario. La irrigación de ambas estructuras es suministrada por la carótida a través de las arterias
hipofisarias superior e inferior.

Adenohipófisis
Existen grupos celulares específicos que sintetizan, almacenan y segregan determinado tipo de hormonas en forma
de gránulos secretorios. Por estudios inmunohistoquímicos se pueden diferenciar en la adenohipófisis los
siguientes grupos celulares:

• Células corticotrópas: Constituyen un 20% del total de las células secretoras, se localizan en la parte central
y media. Son ovoides o angulares, basófilas, con gránulos de 150-450 nm. Pueden contener vacuolas
lisosómicas. La inmunocitoquímica revela positividad para la proopiomelanocortina (POMC) y sus derivados:
La hormona adrenocorticotrofa (ACTH), la β-lipotrofina y las endorfinas.

• Células gonadotrópas: Sintetizan y segregan gonadotrofinas (FSH y LH), activina y folistatina. Son ovoides,
de tamaño pequeño o mediano, constituyen el 10-15% de las células secretoras y se localizan en la pars
distalis. Los gránulos de secreción son mayores en la mujer (200-600 nm) que en el hombre (menores de 200
nm). La hipófisis contiene unas 700 UI de LH y 200 de FSH, tanto en hombres como en mujeres; en la
posmenopausia asciende a 1.700 UI de LH, sin variar la FSH.

• Células lactotropas: Sintetizan y segregan prolactina (PRL). Son pequeñas y poliédricas, y suman un 15-25%
del total. Unas poliédricas están dispersas por la hipófisis, con gránulos de 250-800 nm y otras más pequeñas
y con gránulos menores se localizan en el centro o partes laterales. La hipófisis contiene unos 100 μg de PRL.
Durante el embarazo y la lactancia se produce una hiperplasia considerable de las células lactotropas.
• Células somatotropas: Sintetizan y segregan hormona del crecimiento o somatotrofina (GH o STH).
Constituyen el 35-45% del total de células, se localizan en las alas laterales de la adenohipófisis. Son grandes,
redondeadas u ovoides, con gránulos de secreción de 250-700 μm. La hipófisis contiene de 5 a 15 mg de GH.

• Células tirotropas: Sintetizan y segregan tirotrofina (TSH). Son el 5% del total, contienen entre 100-150 μg
de TSH. Su localización es anteromedial. Las células son menores que las demás de la adneohipófisis, con
gránulos de 120-150 μm.

• Células melanotropas: Diseminadas por la zona intermedia, sintetizan y segregan hormona melanotrofa y
endorfinas. La importancia α y γ-MSH reside en su presencia en el hipotálamo y su relación con el control de
la ingesta.

• Células aparentemente no secretoras: son células precursoras indiferenciadas, auténticas células no secretorias
de hormonas hipofisarias o células con secreciones parciales o inmaduras.

Hormonas adenohipofisarias

• Hormona estimulante de la tiroides o tirotrofina (TSH): Su biosíntesis se realiza en las células tirotropas de
la adenohipófisis. Consta de dos cadenas polipeptídicas: alfa de 92 aa (común a FSH, LH y hCG), y beta,
específica, de 110 aa. La subunidad beta es la que confiere especificidad funcional, puesto que es la cadena
reconocida por el receptor de TSH (TSHR) en la membrana basal del tirocito.

La TSH constituye el principal factor regulador de la proliferación, diferenciación y función de las células
tiroideas. Su regulación forma parte del eje SNC-hipotálamo-hipófisis-tiroides. El control hipotalámico lo
realiza el tripéptido TRH, que lo estimula, y la SST y la dopamina, que lo inhiben. El feed back lo realizan la
triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), es un feed back esencialmente directo entre tiroides e hipófisis.

o Adrenocorticotrofina (ACTH): Es la hormona estimulante de la corteza adrenal. Su biosíntesis tiene lugar a


partir de su precursor la POMC (Proopiomelanocortina). La acción biológica se concentra en los primeros 18
aa, y su concentración en plasma normal (por la mañana) es de 30 a 70 pg/mL, con un ritmo circadiano
máximo al amanecer y mínimo a las 22- 24 hs con 30 pg o menos. Su vida media es de unos 10 minutos.
Sus acciones biológicas consisten es estimular la función y el trofismo de la corteza adrenal (glucocorticoides,
andrógenos y en menor medida mineralocorticoides). Estimula la pigmentación cutánea al contener en su
molécula la secuencia de aa de la MSH. También produce cierto grado de lipólisis.

La ACTH estimula directamente la producción de pregnenolona a partir de colesterol, y luego, como efecto
cascada, estimula al resto de los esteroides adrenales. También estimula el aumento de receptores de LDL y
HDL para que las células adrenales capten más colesterol, necesario para todos los esteroides y su acción
mantenida favorece la hiperplasia e hipertrofia de las suprarrenales. Su secreción está regulada por el eje SNC-
CRH-ACTH-cortisol.

La CRH hipotalámica estimula su síntesis y secreción, mientras que el cortisol la inhibe en parte directamente
y también a través de la inhibición de CRH. Otros factores hipotalámicos estimulantes son el TNF, la IL-1, la
colecistoquinina (CCK), la AVP, el VIP, catecolaminas y otras citoquinas.

o Hormona del crecimiento (GH) o somatotrofina (STH): Es una sustancia, sintetizada, almacenada y
secretada por las células somatotropas de la hipófisis anterior. Es una mezcla heterogénea de varios
polipéptidos que circulan en el plasma en diferentes formas moleculares. La forma más abundante es la de 22
kDa, que constituye el 70-75%, seguida por la variante de 20 kDa que aporta el 5-15% y la forma acídica que
supone alrededor del 8%. Las isoformas de 20 y 22 kDa poseen acción metabólica similar. Ambas interactúan
con los receptores de la GH presentes en el tejido adiposo y en los hepatocitos.

Durante el periodo neonatal, las cifras de GH se encuentran en rangos patológicos. Durante la niñez, las ondas
secretoras de GH se producen sobre todo por la noche, descienden sus niveles y vuelven a aumentar durante
el periodo puberal. Este patrón se mantiene hasta los 30 años, momento en que la secreción comienza a
descender de forma lenta pero paulatina hasta la senectud.

La GH se une a receptores en la superficie de la célula diana. La GH posee funciones biológicas anabólicas,


diabetógenas y lipolíticas. La acción diabetógena consiste en disminuir la acción intracelular de la insulina y
el consumo de glucosa, a pesar de aumentar la síntesis de insulina. Por su acción lipolítica aumenta el nivel
de los ácidos grasos libres no esterificados circulantes y de su consumo muscular, lo que contribuye a
disminuir su consumo de glucosa y la degradación de los aa. Redistribuye la grasa corporal y disminuye la
masa grasa.

Su acción es directa en el hígado, los músculos el tejido adiposo y sobre el metabolismo hidrocarbonado. Pero
su acción estimulante del crecimiento es mediada por el factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1).

La regulación de la GH se hace fundamentalmente por dos hormonas hipotalámicas, una estimulante (GHRH)
y otra inhibidora (SST), sobre las que actúan diversos factores, neurotransmisores y metabolitos, unos
estimulando (sueño, ayuno, estrés, aa, acetilcolina, alfa-adrenérgicos, opiáceos, ejercicio, hipoglucemia, L-
dopa) y otros inhibiendo (NEFA, hiperglucemia, beta-adrenérgicos).

La secreción de GH es máxima en la pubertad, junto con mayores pulsos y amplitud, pero no frecuencia; es
menor en el adulto y declina notablemente con la edad. Los estrógenos y la testosterona aumentan su secreción
y son los responsables de ese aumento puberal, necesario para el crecimiento de esta etapa. Disminuye en la
obesidad y aumenta en la malnutrición.

o Prolactina (PRL): La prolactina es una hormona polipeptídica de 199 aa, con un peso molecular de 23 kDa,
se produce en las células lactotropas de la adenohipófisis, específicas para la producción de PRL. Comparte
cierta analogía estructural con la GH y con el lactógeno placentario humano (hPL). En sangre circula en tres
formas distintas: monomérica, que es la biológicamente más activa, dimérica (big-PRL), con un peso
molecular de 48-56 kDa, y polimérica (big-big-PRL), de peso mayor de 100 kDa.

Aunque se produce mayoritariamente en la hipófisis, se ha comprobado producción en placenta y otros


órganos, como distintas áreas del cerebro, el útero, las glándulas suprarrenales, los islotes pancreáticos y el
intestino.

La PRL se libera en forma de pulsos, con un intervalo de 90 minutos; la secreción sigue un ritmo circadiano
con mayor secreción nocturna por aumento de la amplitud de los picos y no de la frecuencia. El control de la
secreción se ejerce desde el hipotálamo pero, a diferencia del resto de hormonas, este control se realiza por
factores inhibitorios, el principal de los cuales es la dopamina a través de receptores D2 de la membrana de
las células lactotropas.
A lo largo del embarazo los niveles van aumentando progresivamente hasta el momento del parto. A partir
del parto se mantiene elevado durante la lactancia, hasta aproximadamente las 6 semanas tras el parto. Como
estímulos físicos de la secreción de PRL están la succión o cualquier estimulación física del pezón, el orgasmo
y el estrés.

Dentro de las acciones fisiológicas de la PRL, se pueden mencionar:


o Inicio y mantenimiento de la lactación
o Sobre el tejido glandular mamario, la PRL estimula la captación de agua y la síntesis de lactosa, lípidos
y proteínas para la producción de leche, se activa tras el parto por la disminución de los niveles de
estrógenos y progesterona. La succión del pezón y el vaciamiento de la leche almacenada en la
glándula aumentan la secreción de PRL y mantienen la lactación.
o La PRL inhibe la secreción pulsátil de GnRH y, por lo tanto, los ciclos de la FSH, la LH y hormonas
ováricas, por lo que actúa como “anticonceptivo natural”.
o Reduce la secreción de agua, Na y K por el riñón y aumenta la absorción intestinal de agua,
probablemente para asegurar el aporte hídrico y de iones a la leche materna.
o Existe cierto efecto de la PRL en el desarrollo y la maduración de distintos tipos celulares durante la
vida fetal, colabora en la hipertrofia de la mucosa intestinal, la proliferación de células de músculo
liso, prostáticas y del sistema inmunitario, la maduración pulmonar (síntesis de surfactante), la
diferenciación de preadipocitos y la maduración de células germinales.

o Gonadotrofinas FSH y LH: Son hormonas estimulantes de la secreción y el trofismo de las gónadas
femeninas y masculinas, tanto en el aspecto hormonal como en la formación de las células germinales, óvulos
o espermatozoides. Las gónadas tienen doble función: exocrina y endocrina. Aunque tienen su base en
compartimientos anatómica y funcionalmente distintos, ambas funciones son interdependientes.

Su biosíntesis se realiza en las células gonadotropas de la adenohipófisis. Producen FSH, LH, activina y
folistatina. La FSH y la LH constan de dos subunidades α y β, siendo la primera de 92 aa, común a ambas y
a la TSH y a la gonadotrofina coriónica humana (hGC), mientras que la cadena β es específica para cada
hormona, con 117 aa en la FSH, 121 en la LH y 145 en la hGC. La vida media es de 3-4 horas para la FSH y
sólo 20 minutos para la LH.

En la mujer, la LH estimula sinérgicamente con la FSH el desarrollo de los folículos y parece ser responsable
de la secreción estrogénica en dichas células en la fase folicular. Su incremento brusco en sangre es
responsable de la ruptura folicular y la ovulación. Además, induce la formación del cuerpo amarillo y su
mantenimiento, y es responsable de la secreción de estrógenos y progesterona por el mismo.

La acción biológica de la FSH consiste en estimular el crecimiento del folículo ovárico conduciéndolo hasta
diversos grados de maduración y la formación de nuevos receptores a la propia FSH y para la LH a nivel del
ovario, y favorecer las mitosis de las células de la granulosa y la formación de la teca.
Su regulación se efectúa dentro del eje SNC-hipotálamo-hipófisis-gónadas a través de una sola hormona
hipotalámica estimuladora de gonadotrofinas conocida como GnRH que controla a ambas hormonas, FSH y
LH.

Diversos neurotransmisores como la noradrenalina, el GABA, la dopamina y las endorfinas modulan circuitos
neuronales hipotalámicos generadores de secreción pulsátil de la GnRH. La frecuencia y amplitud de los
pulsos de FSH y LH son paralelas a las previas de GnRH. El estradiol y la testosterona actúan como
retroalimentación negativa, así como las inhibinas, A y B, ováricas y testiculares. En las propias células
gonadotropas, la activina y la folistatina modulan la secreción de FSH. La activina estimula la secreción de
FSH mientras que la folistatina se une a la activina anulando su efecto.

Existe una familia de péptidos sintetizados por la granulosa en respuesta a la FSH y secretados hacia el líquido
folicular: inhibina, activina y folistatina.

o Inhibina: Hormona proteica sintetizada por las células granulosas del ovario y por las células de Sertoli
en el testículo. Esta hormona presenta dos formas llamadas inhibina A y B:

§ La inhibina A es secretada por el folículo dominante justo después de que se produzca el pico de
estradiol en la fase folicular tardía; esto podría ser un marcador de madurez folicular. En el folículo,
la FSH estimula las células de la granulosa para inducir su secreción, aumenta de forma sostenida
durante la fase folicular, lo que ayuda a frenar la secreción de FSH y a asegurar la dominancia del
folículo. En el ovario suprime la síntesis de andrógenos dependientes de gonadotrofinas.

§ La inhibina B es liberada por las células de la granulosa de los folículos en desarrollo durante cada
ciclo menstrual, es un potente supresor de la secreción de FSH. Su concentración sérica se eleva
durante la transición de la fase lútea a la folicular y alcanza un pico en la fase medio-folicular, por
lo que podría ser un indicador del número y la calidad de los folículos.

o Activina: Es un péptido similar a la inhibina pero con acción opuesta. Su acción en el folículo consiste en
aumentar la unión de la FSH a las células de la granulosa e incrementar el estímulo para la aromatización
y secreción de inhibina. La inhibina A aumenta el poder estimulador de la LH y del factor de crecimiento
insulínico tipo I (IGF-I), la activina lo suprime.

Incrementa la acción de la FSH para inducir los receptores de LH en la granulosa del ovario. Aumenta la
secreción de FSH en la hipófisis, y aumenta su acción en el ovario.

La producción de inhibina y activina no es sólo folicular. En la hipófisis la inhibina B disminuye la


secreción de FSH, mientras que la activina induce la formación de receptores para GnRH. En la placenta
también se encuentran estos péptidos, donde la activina induce la producción de progesterona, acción
bloqueada por la inhibina.
o Folistatina: Tiene una estructura semejante al factor de crecimiento epidérmico. Modifica la acción de la
FSH ligando la activina. Posee una débil acción similar a la inhibina B, frena la liberación de FSH
hipofisaria, probablemente uniéndose a la activina.

• Hormona estimulante de los melanocitos o melanocortina (MSH): Se sintetiza en el lóbulo intermedio que
deriva de la pared posterior de la bolsa de Rathke. Su biosíntesis parte de la POMC preferentemente hacia la
α-MSH que consta de 13 aa, u otras melanocortinas otras melanocortinas como la β-MSH y γ-MSH, su
función biológica consiste en estimular el crecimiento y la proliferación de los melanocitos de la epidermis, a
la vez que favorece la síntesis de melanina y la dispersión de sus gránulos, aumentando así la pigmentación
cutánea. También posee función antipirética sobre los centros hipotalámicos termorreguladores y función
antiinflamatoria al inhibir la IL-1 y estimular el eje adrenal.

La función más importante de la α-MSH en el hombre sea actuar como neurotransmisor en el SNC, el cual
posee una amplia distribución de receptores para ella. Las otras melanocortinas β-MSH y γ-MSH poseen
actividad melánica mucho más débil que la α-MSH. Su secreción es controlada por los neurotransmisores
hipotalámicos dopamina y serotonina, que estimulan la expresión del gen de la POMC en la zona intermedia.

• Otras hormonas adenohipofisarias: Aparte de las hormonas descritas se conocen algunas otras hormonas en
la adenohipófisis que por lo general poseen funciones paracrinas, pero también metabólicas y vasculares, de
gran importancia en la modulación de la secreción de las hormonas adenohipofisarias mencionadas y de sus
relaciones con el hipotálamo y el SNC.

o La angiotensina II que interviene en el eje renina-angiotensina-aldosterona, se sintetiza fundamentalmente


en el hígado, pero también en los pulmones y muchos otros tejidos, entre los que se encuentra la
adenohipófisis, siendo su papel de regulador vascular. Potencia la acción de CRH sobre la ACTH.

o Endorfinas (α de 16 aa, β de 31 aa, d de 27 aa y γ de 17 aa) intervienen en los mecanismos del dolor y su


apreciación cerebral. A nivel hipofisario pueden modular la secreción de ACTH, GH y gonadotrofinas.

o Endotelinas (ET) poseen acción vasoconstrictora prolongada, mayor de las catecolaminas y la


angiotensina. Se conocen 3 endotelinas (1, 2 y 3). Poseen influencias sobre diversas hormonas
adenohipofisarias.

o Factor inhibidor de la migración de los macrófagos (MIF) es también segregado por la hipófisis, además
de por linfocitos y células beta-pancreáticas. Se eleva en el estrés y procesos inflamatorios, momento en
que estimula la secreción de insulina y frena la secreción de ACTH y de glucocorticoides.

o Galanina (hGAL) tiene 30 aa, estimula la función de la GH y disminuye la dopamina hipotalámica, con
lo que influye en el aumento de PRL y LH hipofisarias.

o IL-6 se sintetiza en las células folículo-estelares. Es un potente activador del eje hipotálamo- hipófisis-
adrenal y también estimula el crecimiento celular y la angiogénesis.

o Lipotrofinas (beta de 91 aa y gamma de 58 aa) poseen funciones lipolíticas.

o El PACAP posee efectos reguladores sobre las células gonadotropas. Estimula la transcripción del gen de
la folistatina en las células folículo-estelares para reducir la acción de la activina y frenar la secreción de
la FSH.

o El VIP también se ha demostrado en la adenohipófisis. Estimula la secreción de ACTH.


Hormonas neurohipofisiarias
Las hormonas neurohipofisiarias son la vasopresina y la oxitocina, se sintetizan en los núcleos hipotalámicos
paraventricular y supraóptico, están formados por neuronas de gran tamaño, sus productos de secreción a través
de sus axones alcanzan la neurohipófisis (extensión del hipotálamo) de donde se liberan a la circulación general.
La vasopresina regula la conservación del agua en el riñón, la oxitocina regula la eyección de la leche y el trabajo
de parto. Ambas hormonas son péptidos de 9 aminoácidos, circulan unidas a proteínas transformadoras llamadas
Neurofisinas I y II. Este complejo hormona neurofisina se encuentra en gránulos secretorios de la hipófisis
posterior y de allí se liberan al torrente circulatorio.

• Regulación de la vasopresina.
Los estímulos para la secreción de vasopresina son la osmolaridad de la sangre actuando sobre receptores
intracraneales y la disminución del volumen y la presión sanguínea al activar receptores en la aurícula derecha y
grandes vasos. La secreción de la vasopresina esta relacionada con la sed. Las acciones de la vasopresina son:
o Renales: Actúa en el túbulo colector y rama ascendente del asa de Henle del riñón, donde aumenta la
permeabilidad de la membrana. Eleva el AMPc, activa una cinasa y lleva a la inserción de partículas
agregadas en la membranas, lo que permite que se difunda el agua y la concentración de orina.
o Cardiovasculares: Potente agente presor si se emplea a dosis altas.
o Hipofisiario: junto con la hormona liberadora de corticotrofina estimula la liberación de ACTH, está
relacionada con la respuesta de estrés.

• Regulación de la oxitocina.
La oxitocina es una hormona relacionada con el parto y la lactancia.
o Reflejo de eyección de la leche: se libera en respuesta a la succión del pezón mediante un arco reflejo
neuroendócrino.
o Durante el trabajo de parto la oxitocina estimula la contracción uterina; la dilatación del cuello uterino
inicia el reflejo de Ferguson lo que aumenta su secreción.
o Otras funciones de la oxitocina. Se ha descrito su síntesis en el cuerpo lúteo, tiene acción luteolítica,
estimula la conducta materna, tiene papel en el apego a la pareja y el comportamiento monogámico.

HIPOPITUITARISMO
La hipofunción de la glándula hipofisaria por enfermedad propiamente de la hipófisis o por anomalía del
hipotálamo se conoce como hipopituitarismo. Puede afectar una, varias o todas las hormonas hipofisarias
(panhipopituitarismo).

El déficit de tirotropina (TSH) o de hormona liberadora de tirotropina (TRH) ocasionará un hipotiroidismo


secundario o terciario; la falta de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) o de hormonas luteinizante (LH)
y estimulante del folículo (FSH) desembocarán en un hipogonadismo hipogonadotrópico; el déficit de hormona
liberadora de corticotropina (CRH) o de hormona adrenocorticotropa (ACTH) condicionará un hipocorticismo.
La falta de hormona del crecimiento (GH) se traduce en niños en hipocrecimiento, mientras que en los adultos
ocasiona el síndrome de falta de GH del adulto. La falta de prolactina determina la agalactia puerperal. Si el
hipopituitarismo afecta a la hipófisis posterior, ocasionará diabetes insípida. La etiología del hipopituitarismo
corresponde a lesiones del área hipotálamo-hipofisaria.

El cuadro clínico dependerá del grado de afectación de la función hipotálamo-hipofisaria. La falta de TSH
determina un hipotiroidismo, aunque cursa característicamente sin bocio. La ausencia de ACTH ocasiona
insuficiencia córtico-suprarrenal, sin hiperpigmentación. El déficit de gonadotropinas ocasionará un
hipogonadismo hipogonadotrópico (trastornos menstruales como oligomenorrea o amenorrea, impotencia,
disminución de la libido y caída del vello), mientras que el déficit de GH se manifestará en la infancia por
hipocrecimiento y en el adulto por un déficit de GH en el adulto, caracterizado por anomalías en la composición
corporal (aumento de la grasa abdominal y del perímetro de la cintura y reducción de la masa y fuerza musculares),
en el metabolismo de los carbohidratos y lípidos (que determinan un peor índice aterogénico), reducción de la
densidad mineral ósea (DMO), reducción de la sensación de bienestar físico y psíquico, alteraciones en la
termorregulación y en la tolerancia térmica. El déficit de prolactina sólo se manifiesta clínicamente en el postparto
por una agalactia puerperal.

Para el diagnóstico de las lesiones del área hipotálamo-hipofisaria que ocasionan hipopituitarismo hay que
diferenciar tres elementos: la radiología, la exploración visual y la hormonal.

El diagnóstico radiológico se basa fundamentalmente en la resonancia magnética, que no solo identifica las
anomalías a nivel hipotálamo-hipofisario, sino que permite relacionar las mismas con los órganos vecinos.

La exploración visual consiste en valorar posibles déficits campimétricos que se inician en el cuadrante superior
temporal bilateral, y que de progresar desembocarán en una hemianopsia bitemporal. El fondo de ojo puede poner
de manifiesto una atrofia papilar si la lesión comprime el nervio óptico. La agudeza visual sólo se afecta muy
tardíamente y puede ser prácticamente normal a pesar de una hemianopsia bitemporal manifiesta; en caso de
lesiones grandes puede ocasionar amaurosis por afectación del nervio óptico. En caso de extensión lateral hacia
el seno cavernoso pueden aparecer déficits de los pares craneales III, IV y VI con diplopía, parálisis del párpado
superior y anisocoria.

El diagnóstico funcional hormonal es importante ya que determinará el tratamiento sustitutivo que requiere el
paciente. En todos los casos convendrá solicitar una T4 libre, TSH, prolactina, en los varones testosterona, en las
mujeres conocer si tienen ciclos regulares (lo que descarta prácticamente un déficit de gonadotropinas), y en
ambos sexos puede completarse el estudio gonadal mediante determinación basal de LH y FSH. Para valorar
adecuadamente el eje suprarrenal puede solicitarse una estimulación con ACTH sintética con determinación basal
y a los 30 minutos de cortisol. Para la evaluación de la GH en los pacientes adultos la prueba de elección será la
hipoglucemia insulínica. Si se detecta una discreta hiperprolactinemia junto con un déficit del resto de ejes
hipotálamo-hipofisarios, hay que sospechar un problema a nivel del tallo, que bloquea la llegada de los factores
reguladores del hipotálamo a la hipófisis.

Actitudes terapéuticas:
• Hipocorticismo por déficit de CRH-ACTH: Siempre que exista la sospecha de un déficit del eje suprarrenal
deberá iniciarse el tratamiento de sustitución suprarrenal con hidrocortisona
• Déficit de TSH: El déficit de TSH se trata con levotiroxina sódica; se debe individualizar la dosis para
mantener una T4 libre circulante normal eutiroidea.
• Hipogonadismo Para la sustitución gonadal, en varones se utilizan derivados de testosterona. Si el objetivo
del tratamiento es sustituir el hipogonadismo secundario en la mujer de edad premenopáusica, se utilizarán
estro-progestágenos.
• Déficit de GH La administración de GHrh constituye hoy en día un tratamiento sustitutivo más en el abordaje
terapéutico del adulto con hipopituitarismo y déficit de GH. El objetivo del tratamiento sustitutivo con GH es
la normalización de las consecuencias metabólicas, funcionales y psicológicas asociadas con el déficit intenso
de GH en el adulto con hipopituitarismo, tanto en los adultos jóvenes como en los de edad avanzada.
• La carencia de prolactina no se sustituye

PANHIPOPITUITARISMO

Hablamos de pahipopituitarismo cuando existe deficiencia de todas o la mayoria de las hormonas de la hipofisis.
Las casuas mas comunes son los tumores hipofisiarios en el varón adulto, la necrosis posparto (Síndrome de
Sheehan) y el craneofaringioma en niños. Las primeras celulas en deteriorarse son los somatotropos seguida de
los gonadotropos y los tirotropos y finalmente los corticotropos.

En los niños la deficiencia de GH es evidente por la talla baja, en los adultos por el sindrome de deficiencia de
hormona del crecimiento y la de prolactina en la necrosis posparto por ausencia de lactación. En los adultos los
cambios por el hipogonadotropismo incluyen disminución de la líbido, crecimiento lento de la barba, se pierde el
vello axilar y pubiano, hay atrofia gonadal, oligospermia y azoospermia. En la mujer se observa involución
mamaria y amenorrea o menstruaciones escasa con anovolución. Cuando la enfermedad ocurre en niños o
adolescente hay pubertad retrasada.

La característica dominante la imparte el mixedema pituitario, con sintomas tales como torpeza, bradilalia,
bradipsiquia, hipersensibilidad al frio, ahihidrosis, palidez cérea y perdida del vello en porción externa de cejas.
Se observa un grupo de anormalidades psiquiátricas inespecíficas, que incluyen letargia, cambios de personalidad,
alucinaciones paranoides, llegando a psicosis franca, cambios que son reversibles a tratamiento. Hay hipotension
frecuentemente postural y bradicardia con bajo voltaje en el ECG; el tamaño del corazon es menor. No es raro
encontrar anemia, ya sea normocitica, macrocitica o microcitica hipocrómica secundaria a hipotiroidismo.

El hipocorticismo causa enfermedad severa o muerte con síntomas característcos de insuficiencia suprerrenal
aguda. El cuadro clínico se presenta como malestar general, perdida de energía, anorexia, hipotensión postural,
mareo ortostático y perdida de peso. La hipoglicemia es comun con la ingestión frecuente de alimentos. Se
presenta incapacidad para pigmentarse ante la exposición al sol; la palidez de la piel es notable y la
hipopigmentación es más evidente en areas que son más oscuras como la areolar, perigenital y perianal.

TUMORES DE HIPÓFISIS
Serie de patologías misceláneas de la silla turca, cuyo representante más frecuente e importante es el Adenoma
Hipofisiario (90% de todos los tumores hipofisiarios). Los Adenomas Hipofisiarios corresponden a lesiones
tumorales primarias del parénquima de la glándula hipofisiaria. Los adenomas hipofisiarios corresponden a
neoplasias benignas originadas por proliferación monoclonal, que se originan en una célula del parénquima de la
adenohipófisis.

Existen diferentes formas de clasificar los adenomas hipofisiarios. La primera tiene su origen en la característica
de estos tumores de secretar hormonas. Por lo tanto la primera forma de dividirlos es en funcionantes y no
funcionantes. El término de adenoma funcionante se refiere a la producción en exceso de hormonas hipofisiarias
que producen los Síndromes de Hipersecreción. El otro grupo de tumores se catalogan como no funcionante o no
secretores.

Otra forma de clasificar estos tumores es por su tamaño. El término microadenomas se refiere a los tumores cuyo
tamaño es menor a 10mm, y los macroadenomas aquellos cuyo tamaño es mayor a 10mm.

La presentación clínica de los adenomas hipofisiarios es muy variable y va a depender del tamaño de la lesión, su
configuración y si es o no secretor de hormonas hipofisiarias. En el caso de los adenomas no funcionantes, muchas
veces estas lesiones son asintomáticas y se detectan en estudios por imágenes de cefalea o de trauma craneal. A
medida que el tumor crece, los síntomas están relacionados con el efecto de masa del tumor sobre las estructuras
vecinas. La cefalea es un síntoma frecuente de presentación, sin embargo, no siempre existe correlación entre el
tamaño del tumor y la magnitud de la cefalea. Posteriormente, al crecer, el tumor comprime la glándula
hipofisiaria, tallo hipofisiario, el quiasma óptico y las estructuras del seno cavernoso. Al comprimir la glándula
hipofisiaria, produce hipofunción de las hormonas que esta secreta. La alteración es progresiva, y hay un relativo
orden de vulnerabilidad de los diferentes ejes. De esta forma, en orden creciente, los ejes que se afectan son el
somatotropo, gonadal, tiroideo y finalmente adrenal. El eje mamotropo es el único que se estimula con el
crecimiento del tumor, ya que al comprimirse el tallo hipofisiario, se suprime la inhibición hipotalámica de los
prolactotropos, con un aumento secundario de la prolactina.

Los síntomas de compresión y relacionado con la disminución de las hormonas son: amenorrea en las mujeres,
baja de la líbido, cansancio, fatigabilidad, intolerancia al frío. En el caso de la hiperprolactinemia, el efecto es
amenorrea y galactorrea en las mujeres y en lo hombres produce hipogonadismo debido a la inhibición de la
liberación de la GnRH en el hipotálamo.
Los diagnósticos diferenciales más importantes son dentro de las lesiones de la silla turca:
• Craneofaringioma
• Quiste de la Bolsa de Rathke
• Hiperplasia fisiológica de la glándula
• Aneurismas de la región selar
• Meningioma
• Hipofisitis

Cuando un paciente se presenta con un adenoma hipofisiario con defecto visual, es de primera relevancia
determinar el compromiso funcional de la visión. El estudio complementario incluye un estudio de agudeza visual,
fondo de ojo y estudio campimétrico. Una vez con la sospecha clínica y que se objetiva el déficit visual, estos
elementos son extremadamente localizadores de una lesión quiasmática. El examen ideal para el estudio de la
región selar es la RM de silla turca con y sin gadolinio.

El estudio endocrino está enfocado a evaluar dos aspectos:


• Estudiar el déficit de hormonas hipofisiarias
• Sobreproducción de hormonas hipofisiarias.

El estudio rutinario de los diferentes ejes es de la mayor importancia para detectar el grado y severidad del
compromiso hormonal

El tratamiento médico tiene dos componentes. El primero, corresponde a la sustitución de las hormonas que se
encuentran disminuidas en el estudio preoperatorio.

El tratamiento quirúrgico sigue siendo el tratamiento de elección en el caso de los tumores no secretores con
compromiso visual y en el caso de los tumores funcionantes en que el objetivo es la remisión bioquímica. En la
gran mayoría de los tumores, el tratamiento de elección es la resección vía trans-esfenoidal. Esta permite el acceso
más especifico y menos invasivo a la silla turca, que normalmente es donde nace el tumor. Uno de los objetivos
de la cirugía es obtener la confirmación diagnóstica del tumor, lo que siempre es importante. En el caso de los
adenomas hipofisiarios, a diferencia de otros tumores, no hay marcadores categóricos de mal pronóstico o
agresividad.

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