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Factores Socioafectivos Que Inciden en La Producción Escrita de Los Estudiantes de Grado Séptimo de Dos Instituciones Educativas de Riohacha
Factores Socioafectivos Que Inciden en La Producción Escrita de Los Estudiantes de Grado Séptimo de Dos Instituciones Educativas de Riohacha
Recibido Aprobado
RESUMEN
La presente investigación tuvo el propósito de analizar los factores socioafectivos que inciden en la
producción escrita de los estudiantes del grado séptimo de dos instituciones educativas del distrito de
Riohacha, Colombia. Su metodología fue de campo, enfocada en los alumnos de la Institución Educativa
Almirante Padilla y la Institución Educativa Isabel María Cuestas González. El instrumento de
recolección de datos fue un focus group aplicado a los docentes, además de la revisión de la producción
escrita de los estudiantes. Entre los resultados se obtuvo que en las instituciones objeto de estudio se sigue
aplicando la enseñanza directa y la realización de actividades para constatar el nivel de conocimientos y
habilidades adquiridas por el educando. Se concluye que el fortalecimiento de los factores socioafectivos,
permite a los estudiantes identificarse con lo que escriben, de forma que asuman la escritura como un
medio de expresión, más que como una actividad escolar.
Palabras clave: factores socio afectivos, producción escrita, Básica Secundaria, medio de expresión.
ABSTRACT
The present research had the purpose of analyzing the socio-affective factors that affect the written
production of seventh grade students from two educational institutions in the district of Riohacha,
Colombia. Its methodology was field focused on the students of the Almirante Padilla Educational
Institution and the Isabel María Cuestas González Educational Institution, the data collection instrument
was a focus group applied to the teachers, in addition to the review of the students' written production.
Among the results, it was obtained that in the institutions under study direct teaching and activities are
still applied to verify the level of knowledge and skills acquired by the student.It is concluded that the
strengthening of socio-affective factors allows students to identify with what they write, so that they
assume writing as a means of expression, rather than as a school activity.
Key words: socio-affective factors, written production, basic high schoolm means of expression.
Introducción
No obstante, se dejan de lado los aspectos actitudinales, reflejados en este caso por
los factores de orden social y afectivo que inciden en la producción de textos y que se
originan a partir de las relaciones de afecto, empatía, solidaridad o sentido de
pertenencia que van desarrollando los adolescentes a partir de la interacción con sus
pares o familiares, los cuales al ser canalizados oportunamente por el docente, pueden
despertar la motivación para que el estudiante logre crear textos donde se reflejen sus
sentimientos y expectativas en relación con el mundo, así como con las personas que les
rodean.
Marco Teórico
Producción escrita
Atendiendo las consideraciones de Dolz (2013, p. 9), se advierte que “el aprendizaje
de la producción escrita es una de las finalidades fundamentales en la enseñanza de las
lenguas”, debido a que representa el medio más formal y preciso para reflejar las ideas
sobre aquellos temas que captan el interés de los estudiantes. Desde los primeros niveles
de educación básica, se le enseña al niño a expresarse de manera escrita a través de
cartas, cuentos o relatos de experiencias personales, los cuales deberían adquirir mayor
Sobre este particular destacan las aseveraciones de Onieva (2006), para quien la
producción escrita puede orientarse a partir de un esquema donde el docente le presenta
al estudiante una posible manera para desarrollar el tema. Los precursores de esta
metodología consideran que esto les permite ir de lo general a lo específico, evitando la
dispersión de ideas o la repetición de planteamientos.
Otros autores como Cassany (1994), plantean que no se debe apelar a procesos tan
rigurosos que encasillen las perspectivas del estudiante al momento de escribir un texto,
por lo que abogan por un modelo más sencillo donde sea la situación comunicativa la
que determine el tema, para posteriormente aplicar un proceso de planeación, redacción
y revisión de lo escrito.
En esta misma tónica, Morris y Maisto (2005) aducen que el aprendizaje social se
lleva a cabo desde una perspectiva procedimental, cuando el sujeto observa lo que hace
otro e imita sus acciones para conseguir un resultado similar, o bien cuando recibe
instrucciones por parte de quien domina la competencia. Así pues, los factores sociales
del aprendizaje no cuestionan el papel de los procesos individuales en la apropiación
del conocimiento ni los aportes del condicionamiento clásico u operante, pero centran
su interés en la forma como el aprendiz amplía su experiencia a partir de la observación
y la atención enfocada en el proceso.
Para el autor clásico Bandura (1977), en el aprendizaje social interviene una serie
de factores como las condiciones del entorno y las personas de quien se aprende, pero
también aduce a factores internos, determinados por el nivel de retención del sujeto
aprendiz, la habilidad para codificar su comportamiento y reproducir lo aprendido, así
como el nivel de motivación con respecto a lo que se aprende. De esto se comprende
que en el aprendizaje social entran en juego aspectos cognitivos y conductuales.
Cuando se llevan los factores sociales del aprendizaje al proceso de apropiación de
la producción escrita, saltan a colación las aseveraciones de Bazerman (2008), cuando
refiere que compartir pensamientos, percepciones y experiencias contribuye a
enriquecer la producción escrita de los estudiantes. Para ello propone la realización de
conversatorios, previos e informales en los cuales los participantes hablen de aquellos
eventos que han marcado su vida, los cuales podrán servir como punto de partida para la
creación de textos en los cuales las vivencias propias de quien redacta, se alternan con
aquellos relatos que los han impactado a nivel socioemocional.
Las emociones juegan un papel fundamental en la vida de los seres humanos, hasta
el punto que algunos estudios, como el de Vanegas (2008), destacan la incidencia que
estas tienen en los procesos de toma de decisiones en el ámbito económico y social.
Otras investigaciones, como la de Rivera (2020), refieren que las emociones tienen una
incidencia positiva en algunos tipos de texto, sobre todo en aquellos que le confieren al
autor la posibilidad de expresarse subjetivamente, mientras que en aquellos donde se
exige un cierto nivel de racionalidad, la motivación puede actuar como catalizador
positivo. Bajo este enfoque, sentimientos como el de la apatía o el desagrado, afectan la
calidad de lo escrito, independientemente de su naturaleza.
Sobre este particular, Cabañas (2009) considera que los componentes afectivos
actúan como “inputs” o estímulos que se asocian a elementos agradables o
desagradables que giran en torno a los contenidos aprendidos. Partiendo de esta
consideración, el docente deberá indagar cuáles son los aspectos afectivos que actúan
como reforzadores del aprendizaje y la motivación, a fin de establecer “filtros
afectivos” que contribuyan a la apropiación del conocimiento.
De igual manera, Ferreyra y Pedrazzi (2007, p. 73) plantean que “la construcción de
significados, implica no solo pensar, sino también sentir y actuar en función a lo
pensado”, haciendo con ello una clara referencia a los aspectos procedimentales y
actitudinales que inciden en el aprendizaje. De igual forma, acotan que la modificación
de las emociones y los sentimientos también constituyen factores afectivos asociados al
aprendizaje, por lo cual las creencias personales inciden en el desarrollo de las actitudes
y capacidades.
Factores socioafectivos
del estudiante, generando en ellos apatía hacia su proceso de escolaridad y por ende, el
fracaso escolar. Las afirmaciones de estos autores apuntan a que los conflictos
familiares, las dificultades para interactuar con los pares, la baja autoestima y la
inseguridad, terminan afectando la percepción que el niño tiene de sí mismo, trayendo
como consecuencia la falta de concentración y un bajo rendimiento en estudiantes que
tienen las aptitudes para alcanzar un mayor desempeño en todas las actividades que
componen su plan de estudio.
Contenidos de aprendizaje
Bajo estos enfoques, los aspectos actitudinales quedaron relegados a una última
instancia, quizás por considerar que su naturaleza cualitativa resultaba difícil de
ponderar al momento de establecer el rendimiento del estudiante, y a pesar de que con
los actuales métodos se les confiere una mayor relevancia, aún existen docentes que no
disponen de las estrategias para desarrollar esta competencia desde una perspectiva
actitudinal, en la que se considere la redacción de textos como una alternativa para
canalizar emociones o comportamientos.
En tal sentido, Longas y Mollá (2007, p. 168), afirman que en los actuales
momentos la tendencia es “priorizar los contenidos actitudinales y procedimentales
Son muchas las causas que pudieran estar desencadenando esta problemática: la
continuidad de los métodos tradicionales de enseñanza, en los cuales se asume la
producción escrita como una competencia adquirida a través de la formación
conceptual; la pobreza lexical de los estudiantes que a su vez los lleva a crear textos
cargados de muletillas y redundancias, a lo que se suman las deficiencias a nivel de
sintaxis y ortografía, restándole precisión a sus escritos.
Si bien todos estos aspectos tienen que ver con deficiencias en los procesos de
enseñanza-aprendizaje y no guardan una relación directa con los factores socioafectivos
sobre los que se fundamenta este artículo, se debe destacar que a medida que el
estudiante se siente motivado hacia la escritura y hace de esta una práctica cotidiana, la
inquietud por perfeccionarse lo puede conducir a un progresivo perfeccionamiento a
través del autoaprendizaje lo que a su vez le permitirá subsanar estas causales de orden
léxico y gramatical.
Para algunos autores, como Vargas (2014), existen dos grandes vacíos en la
enseñanza de la producción escrita a nivel de educación básica secundaria en Colombia,
el primero de ellos alude a la falta de estrategias innovadoras que le permitan al docente
facilitar a sus estudiantes herramientas para que sean ellos mismos quienes gestionen
sus conocimientos; mientras que el otro, aún más preocupante, está dado por las propias
limitaciones que presentan los docentes, quienes en muchos casos no ven en la escritura
una alternativa para expresar sus deseos, emociones, inquietudes y todo aquello que a
nivel socioafectivo los afecta.
Esta realidad tiene asidero en las consideraciones de Castañeda (2007), para quien
la apatía del estudiante en lo que respecta a la producción escrita es el resultado de la
propia desmotivación del docente hacia los procesos de lectura y escritura. Ante esta
realidad propone “formar maestros como lectores y escritores, así como formar
maestros como mediadores” (p. 47), con lo que ha dado paso a una iniciativa a nivel
Metodología
Se llevó a cabo una investigación de campo, enfocada en la I.E Almirante Padilla y
la I.E Isabel María Cuestas González. Se trabajó específicamente con los alumnos del
grado séptimo. Se utilizó la técnica del focus group (grupo focal) en los docentes, para
lo cual se diseñó como instrumento un guion con 6 preguntas en las que se interrogó
Dentro de las actividades del taller propuesto como forma de intervención se les
pidió inicialmente que realizaran un escrito sobre alguna experiencia en la que hubiesen
sentido empatía hacia alguien. El propósito en este caso era el de considerar aquellos
temas de carácter socioafectivo que generaban en ellos motivación para escribir, así
como las palabras y construcciones gramaticales que realizaban para demostrar sus
sentimientos hacia las personas que le rodeaban o bien para describir los eventos o
circunstancias que les proporcionaban felicidad.
Con estos insumos, se desarrollaron los contenidos del taller, que se afianzaron en los
aspectos actitudinales como estrategia para generar la motivación hacia la producción
escrita.
Propuesta de intervención
Se diseñó un taller que estuvo conformado por 4 sesiones de trabajo en las cuales se
les presentaron a los estudiantes algunas nociones sobre la gramática castellana, el uso
de los conectivos, los signos de puntuación y la jerarquización de las ideas dentro del
texto. Para la primera sesión de los procesos de enseñanza y aprendizaje se
implementaron estrategias basadas en la inteligencia emocional, a través de las cuales se
abordó el tema de la empatía y se les pidió a los estudiantes que evocaran un momento
de su vida en el que se sintieron sintonizados con las actitudes y sentimientos de otras
personas. Partiendo de ese recuerdo, se les sugirió que describieran esa anécdota como
si fuera parte de un diario personal.
Durante el curso de las dos primeras sesiones del taller también se les presentaron
algunos poemas en los cuales se abordaba el tema del amor, de la amistad, así como
algunos escritos donde el autor describía momentos de alegría o felicidad. Esto se llevó
a cabo teniendo en cuenta que se tratara de emociones positivas que lograran despertar
la motivación para escribir sobre los momentos gratos.
En las siguientes dos sesiones se trabajó con la lectura de textos reflexivos; es decir,
aquellos donde la intencionalidad del autor es la de ofrecer una moraleja o enseñanza
que puede estar de manera explícita o implícita dentro del escrito, para lo cual se
seleccionaron aquellos que estuvieran ajustados a la edad y madurez emocional de los
lectores (Arreglando el mundo y el Paquete de galletas), al final de cada lectura se
realizó un conversatorio en torno a estas y se les pidió que se conformaran en grupos de
3 o 4 integrantes para crear un texto que bien pudiera ser una anécdota, una reflexión o
incluso un cuento, (dependiendo de sus expectativas), donde se reflejara alguna
enseñanza relacionada con los valores, actitudes o emociones que condicionan la vida
cotidiana, así como la manera en que esta puede ser provechosa o contraproducente para
el plan de vida que una persona se pudiese trazar.
Cabe destacar que la revisión de cada una de las actividades concernientes al taller
fue evaluada en función a los siguientes aspectos: coherencia y fluidez en la redacción,
ortografía, recursividad expresiva, uso apropiado de los signos de puntuación, pero
también se consideraron los factores socioafectivos sobre los que se fundamenta este
estudio. Para ello se tomó en cuenta la utilización de recursos expresivos (metáfora,
símil, hipérboles), asociados a los estados emocionales reflejados en sus textos.
Asimismo, se comparó la extensión de aquellos textos en los que se les dio la libertad de
expresar sus emociones, con la de aquellos en los que el propósito preestablecido era
desencadenar la reflexión en el lector.
También se pudo constatar que los métodos tradicionales siguen siendo los más
utilizados por los docentes, impidiendo la implementación de nuevas estrategias y
metodologías que permitan mejorar en los estudiantes la fluidez de la producción
escrita. Esta tendencia por parte del profesorado requiere de una transformación que
permita plantear de forma creativa e inteligente, actividades donde se propicie en una
conexión entre lo que el estudiante escribe con sus emociones y sentimientos.
Cuando los docentes fueron abordados sobre los aspectos socioafectivos que
emplean para el desarrollo de esta competencia, se pudo constatar que no existe una
idea clara en cuanto a la forma en que estos pueden incidir en una apropiación
significativa de la producción escrita. Para uno de los docentes el hecho de pedirles a
sus estudiantes que realicen escritos sobre sus vivencias cotidianas constituye lo más
aproximado a esta interrogante; mientras que para el resto (por tratarse de la
comunicación escrita), lo ideal es fortalecer la objetividad y precisión de las ideas,
además de afianzarse en la ortografía, sintaxis, así como otros aspectos de la escritura.
Para los estudiantes del grado séptimo de las instituciones objeto de estudio, la
escritura no constituye un medio de expresión o incluso de desahogo, sino una actividad
impuesta por el docente que no tiene pertinencia con su vida social o afectiva. Como
resultado de ello sus textos carecen de emoción, de interés y sobre todo de
intencionalidad, se limitan a transmitir ideas simples con una escasa ilación que permita
llevar una secuencia narrativa de los hechos. A esto se suma la repetición de palabras o
construcciones gramaticales que ponen de manifiesto la pobreza lexical, además de una
marcada tendencia a escribir como se habla, lo que sin duda le resta precisión,
objetividad y estilo a su producción escrita.
Ahora bien, en lo que respecta a las cuatro sesiones del taller, los resultados
evidenciaron que los estudiantes mantuvieron una mayor participación en la tercera y
cuarta sesión, puesto que estas despertaron la inquietud con respecto a cuál es la
enseñanza de lo leído, si han vivido una situación similar a la descrita en los textos con
los que se trabajó o cómo reaccionarían si tuvieran que experimentar una situación
similar a las referidas en dichas lecturas. Lo anterior estaría evidenciando que ante los
resultados de la intervención, los estudiantes muestran más interés para escribir si la
lectura de base muestra situaciones reflexivas que puedan vincularse con su vida
cotidiana.
Ante estos resultados, las actividades realizadas por los estudiantes en la cuarta
etapa del taller evidencian un gran interés por reflejar a través de la producción escrita
sus vivencias cotidianas, planteando los aprendizajes que hasta el momento han tenido y
como estos han impactado en su vida, lo que no solo demuestra la efectividad la
propuesta de intervención planteada para mejorar la producción escrita, sino que
también les proporciona a los estudiantes un aprendizaje significativo.
Conclusiones
El fortalecimiento de los factores socioafectivos, a través de las actividades de
producción escrita planteadas en la propuesta de intervención, permite que los
estudiantes se identifiquen con lo que escriben, de forma que asuman la escritura como
un medio de expresión, más que como una actividad escolar. Con este primer
Mientras el docente siga optando por el uso de una metodología tradicional (basada
en los contenidos conceptuales) para el desarrollo de la producción escrita, seguirá la
brecha entre el estudiante y sus escritos. Estos continuarán creando textos para
responder a las exigencias del docente y no para manifestar sus ideas, emociones o
perspectivas ante el mundo que les rodea. Así pues, el fortalecimiento de los contenidos
actitudinales debe estar presente a lo largo de este proceso, sin descuidar su necesaria
interacción con los aspectos conceptuales y procedimentales, pero priorizando la
empatía entre el creador y el texto.
En líneas generales, el estudiante entrega sus textos solo para cumplir con una
actividad escolar, no porque exista una motivación para la realización de las
producciones escritas en las que se manifiesten sus sentimientos, aspiraciones,
También se pudo constatar que los estudiantes manifiestan mayor interés por las
lecturas cuyos mensajes reflexivos guarden relación con su vida cotidiana, o permitan
una posibilidad de enseñanza que pueda ser aplicable en situaciones futuras en la
existencia de cualquier sujeto. Asimismo, muestran interés por escribir sucesos de la
cotidianidad donde se plasme una reflexión de vida (a partir de sucesos buenos o no tan
buenos), por lo cual se basan en sus anécdotas para llegar a un aprendizaje significativo.
Implicaciones Pedagógicas
La continuidad de los métodos tradicionales en el desarrollo de la producción
escrita dentro de las instituciones educativas estudiadas, seguirán generando alumnos
que solo realizan una actividad por cumplir con un estatuto académico, sin que exista en
ellos la noción de que la escritura puede constituir un medio de expresión para sus
emociones o experiencias vividas.
Referencias