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FACULTATAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA DE PSICOLOGIA

BASES BIOLOGICAS DEL COMPORTAMIENTO

TRABAJO INDIBIDUAL

ALUMNO

JOSE FERNANDO SILVERIO PILCOMAMANI

DOCENTE

SOFIA SAIRITUPAC SANTANA

LIMA SUR 17 DE JULIO DEL 2023


1- Introducción

Un nudo en el estómago antes de hablar en público. Caer enfermo después de

una tanda de exámenes. Síntomas de depresión tras de un evento emocional.

Irregularidades en la menstruación luego de un período de tensión en el trabajo.

Problemas para recordar algunas cosas cuando no dormimos bien. Esta es una situación

que casi todos hemos vivido ¿es esto estrés? ¿qué es el estrés?

2- Definición de estrés

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como «el conjunto de

reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción». En términos globales se

trata de un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia. Cualquier cambio

o circunstancia diferente que se presente ante nuestras vidas, como cambiar de trabajo,

hablar en público, presentarse a una entrevista o cambiar de residencia, puede generar

estrés. Aunque también dependerá del estado físico y psíquico de cada individuo.

Un determinado grado de estrés estimula el organismo y permite que éste alcance

su objetivo, volviendo al estado basal cuando el estímulo ha cesado. El problema surge

cuando se mantiene la presión y se entra en estado de resistencia. Cuando ciertas

circunstancias, como la sobrecarga de trabajo, las presiones económicas o sociales, o un

ambiente competitivo, se perciben inconscientemente como una «amenaza», se empieza

a tener una sensación de incomodidad. Cuando esta sensación se mantiene en el tiempo,

se puede llegar a un estado de agotamiento, con posibles alteraciones funcionales y

orgánicas.
1.1- Hormonas del estrés

Ante una situación de estrés, el organismo tiene una serie de reacciones

fisiológicas que activan el eje hipofiso-suprarrenal y el sistema nervioso vegetativo.

Por un lado, el eje hipofiso-suprarrenal está compuesto por el hipotálamo, que

actúa de enlace entre el sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis y las

glándulas suprarrenales. Por otro lado, el sistema nervioso vegetativo se encarga

de regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus

funciones de manera involuntaria e inconsciente. Ambos sistemas producen la

liberación de hormonas al torrente sanguíneo; estas hormonas son las

responsables de excitar, inhibir o regular la actividad de los órganos.

El eje hipofiso-suprarrenal se activa ante agresiones físicas y psíquicas. El

hipotálamo segrega la hormona CRF (factor liberador de corticotropina), que actúa

sobre la hipófisis y provoca la secreción de la hormona adenocorticotropa que, a

su vez, actúa sobre la corteza de las glándulas suprarrenales, lo que da lugar a la

producción de corticoides (glucocorticoides y andrógenos) que pasan al torrente

circulatorio.

El más destacable de los glucocorticoides es el cortisol, denominado

también «la hormona del estrés», que facilita la excreción de agua y el

mantenimiento de la presión arterial. Afecta a los procesos infecciosos y causa

una degradación de las proteínas intracelulares. También posee una acción

hiperglucemiante. Por otro lado, los andrógenos son las hormonas que estimulan

el desarrollo de las características secundarias masculinas y el aumento tanto de

la fuerza como de la masa muscular.


El sistema nervioso vegetativo es el responsable de mantener la

homeostasis del organismo. La activación simpática supone la secreción de

catecolaminas, como la adrenalina y la noradrenalina. La primera es segregada en

la médula suprarrenal, especialmente en casos de estrés psíquico y de ansiedad,

mientras que la segunda es segregada por las terminaciones nerviosas

simpáticas, lo que aumenta su concentración principalmente en el estrés de tipo

físico en situaciones de alto riesgo o de agresividad. Estas hormonas son las

encargadas de poner el cuerpo en estado de alerta y prepararlo para luchar o huir.

Son las que permiten enlazar el fenómeno del estrés con los fenómenos

psicofisiológicos de la emoción.

La adrenalina y la noradrenalina son las responsables de la dilatación de

las pupilas, la dilatación bronquial y la movilización de los ácidos grasos, y puede

dar lugar a un incremento de lípidos en sangre, de la coagulación y del

rendimiento cardíaco, así como vasodilatación muscular y vasoconstricción

cutánea, reducción de los valores de estrógenos y testosterona, etc. En resumen,

podríamos decir que, ante una situación de estrés, se produce una «activación» de

todo el organismo. Cuando un individuo está expuesto de forma prolongada a la

amenaza de agentes estresantes, disminuyen sus capacidades de respuesta. Aun

así, el organismo puede resistir durante mucho tiempo.

En esta etapa los valores de corticoesteroides se normalizan y la

sintomatología inicial desaparece. La última fase es la de agotamiento y consiste

en un estado de gran deterioro, con pérdida importante de las capacidades

fisiológicas, en la que el sujeto experimenta un retroceso muy considerable en sus

habilidades sociales, así como en sus capacidades de adaptación e interrelación

con el medio. Se produce una alteración tisular y aparecen las enfermedades

psicosomáticas.
1.2- ¿POR QUÉ SURGE EL ESTRÉS? - SU IMPORTANCIA EVOLUTIVA

Un entorno fuera del rango normalmente experimentado por una población

(entorno estresante) y los cambios que esto genera en los organismos, ya sean

morfológicos, fisiológicos o comportamentales, acompañan la mayoría de los

cambios evolutivos (Hallgrimsson & Hall, 2005).

Dependiendo de la intensidad, predictibilidad y recurrencia de este estresor,

las respuestas de los individuos pueden ir desde tolerancia y evitación del estresor

a nivel individual a la rápida aparición de nuevos rasgos o extinción a nivel

poblacional. Así, un nivel moderado de estrés es esencial para el crecimiento y

diferenciación de los sistemas metabólicos, fisiológicos, neurológicos y anatómicos

de un organismo.

Para que las modificaciones inducidas por estrés tengan relevancia

evolutiva tienen que ser heredables y persistir en un número suficiente de

individuos dentro de una población. Esto requiere que el organismo sobreviva al

estresor y se reproduzca al menos una vez; así, la variación inducida por el estrés

tiene que ser incorporada por el organismo sin reducir su funcionalidad. El estrés

ocurre cuando los cambios en el medio externo o interno son interpretados por el

organismo como una amenaza a su homeostasis.

La habilidad del organismo de ejecutar la respuesta apropiada a cambios

ambientales potencialmente estresantes requiere del correcto reconocimiento del

cambio ambiental y la activación de la respuesta de estrés. La habilidad de

eliminar el estresor activamente mediante la relocalización o la evitación requiere


la evolución de una habilidad para detectar o anticipar los cambios estresantes y el

conocimiento o memoria de las estrategias o ajustes exitosos para evitarlos. Así,

la evolución de estas estrategias o ajustes se da cuando los eventos estresantes

son predecibles, prolongados y frecuentes en relación a los tiempos

generacionales de los individuos.

El aumento de la varianza genotípica y fenotípica inducida por estrés en

una población tiene 3 grandes fuentes. Primero: la selección direccional impuesta

por el estresor puede resultar en mayores tasas de mutación y recombinación.

Segundo: la presión del estrés en los mecanismos de regulación puede liberar y

amplificar variaciones genotípicas y fenotípicas previamente acumuladas, pero

que permanecían sin expresarse.

Tercero: un entorno estresante puede facilitar la expresión de varianza

genética acumulada, pero fenotípicamente neutra en un entorno normal. Estas

fuentes de variación pueden ser adaptativas bajo condiciones estresantes cuando

facilitan la persistencia poblacional mediante el desarrollo de nuevas adaptaciones

al entorno novedoso.

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