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Comportamiento

antisocial en
menores y adultos
La conducta antisocial comprende las acciones lesivas y dañinas para
la sociedad que infringen reglas y expectativas sociales, con
independencia de que constituyan un delito, por ejemplo, vandalismo,
hurtos, agresiones, etc.

La conducta antisocial es un problema que


presenta serias consecuencias entre niños y
adolescentes. Los menores que manifiestan
conductas antisociales se caracterizan, en
general, por presentar conductas agresivas
repetitivas. Esos actos constituyen con
frecuencia problemas de referencia para el
tratamiento psicológico, jurídico, psiquiátrico.

Las características de la conducta antisocial


(frecuencia, intensidad, gravedad, duración,
significado, topografía y cronificación), que
pueden llegar a requerir atención clínica,
entroncan directamente con el mundo del
derecho y la justicia. Y es aquí donde entran
diferentes términos socio jurídicos de
delincuencia, delito o criminalidad.

Así mismo si los adolescentes presentan conductas antisociales, sino es


tomada en cuenta la ayuda psicológica puede llegar a afectar al adulto que
será en un futuro, porque sigue los mismo patrones conductuales y además ya
esta acostumbrado a estar en el ese ambiente, por lo tanto, seguirá de la
misma manera en la que empezó.
Y según la ley, al igual que los adolescentes los adultos son juzgados, pero los
adultos reciben una pena más severa.

Factores influyentes en la conducta antisocial

- La teoría del aprendizaje social es considerada en la


actualidad la explicación más completa de la conducta
delictiva. El modelo más conocido en psicología es el de
BANDURA (1987), que realza el papel de la imitación y de las
expectativas de la conducta, y diferencia entre los
momentos de adquisición de un comportamiento y su
posterior ejecución y mantenimiento.

- Diversas fuentes de tensión pueden afectar al


individuo, entre las que destacan la imposibilidad de
lograr objetivos sociales positivos, ser privado de
gratificaciones que posee o espera, y ser sometido a
situaciones aversivas ineludibles.

2) los procesos que imprimen al


La ‘tendencia antisocial’ dependería de comportamiento una direccionalidad
tres tipos de factores: 1) los procesos antisocial, especialmente si un joven, debido
energizantes, entre los que se encontrarían a su carencia de habilidades prosociales,
los niveles de deseo de bienes materiales, propende a optar por métodos ilícitos de
de estimulación y prestigio social, obtención de gratificaciones, y 3) la posesión
frustración y estrés, el posible consumo de o no de las adecuadas inhibiciones
alcohol. (creencias, actitudes, empatía, etc.) que le
alejen del comportamiento delictivo.

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