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Reporte de lectura N°3

29 de agosto, 2023

Por la razón o la fuerza:

El poder y la fuerza en la teoría política de Talcott Parsons

La obra del sociólogo estadounidense Talcott Parsons (1902–1979), constituye una de


las más importantes producciones teóricas realizadas durante el siglo XX. El nivel de su
producción intelectual y la profundidad de su obra, hace que Parsons sea considerado por
muchos especialistas como uno de los autores clásicos de la disciplina, compartiendo espacio
junto con Marx, Weber, Durkheim (clásicos indiscutidos). Dentro de sus aportes, vemos que
complejiza la Teoría de la Acción Social desarrollada en primer lugar por Weber y la Teoría
de Sistemas. En el presente reporte, nos ocuparemos de la definición de poder que realiza
Parsons en su artículo “On the Concept of Political Power” (1963), incorporando el rol que
juega la fuerza en dicha definición.

Para comenzar, el autor plantea que el poder es un concepto clave en el pensamiento


político occidental, pero, aún así, posee una falta de acuerdo a niveles analíticos, por las
definiciones específicas y características de los contextos conceptuales en los que se ha
situado (Parsons, 1963), ya que el poder se había situado desde la ciencia política con Hobbes
y también con la economía, pero, al tratarse de la teoría general de sistemas, es el autor quien
considera adecuado tomar este concepto fundamental de la teoría política para significado
también en el análisis teórico de la sociedad en su conjunto.

En primer lugar, para Parsons, los sistemas se interrelacionan entre ellos a través de lo
que denomina “medios simbólicamente generalizados de intercambio”, donde cada
subsistema establece intercambios a través de los límites existentes, y cada uno de estos
subsistemas necesitan de lo que pueden brindar los otros. Es aquí, cuando entran en juego la
importancia del dinero y el poder. Para entenderlo de una manera relacional, el dinero es a la
economía lo que el poder es a la política. La particular importancia que Parsons entrega al
dinero y al poder, es concebirlos como los medios más generalizados de intercambio. De esta
manera, concibe al poder en la misma estructura lógica que el dinero, aunque reconoce que
son sustancialmente diferentes, pues considera que son partes propias de un subsistema, como
lo puede ser la economía, o el subsistema de valores.

Parsons aborda la concepción del poder desde un enfoque analítico - un esquema


abstracto igual que la teoría económica-, donde el poder se configura como una herramienta
para influir en resultados esperados, un medio para obtener el control. Al hacer la
comparación de la economía y el dinero, con, la política y el poder, se quiere decir que no son
factores intrínsecos para “el éxito”, noción que refuerza la idea de que el poder para Parsons,
está relacionado con esta capacidad de influir y tomar decisiones que repercutan en los
resultados. A continuación se presenta una cita que expone esta concepción:

“Power then is the means of acquiring control of the factors in effectiveness; it is not
in self one of these factors, any more than in the economic case money is a factor of
production; to suppose it was, was the ancient mercantilist fallacy” (Parsons, 1963,
p.234)

Como bien se menciona en párrafos anteriores, Parsons establece relaciones entre los
diferentes núcleos analíticos y de significados del poder, especialmente la que tiene relación
con la capacidad de grupos sociales e individuos “para hacer las cosas efectivamente”,
especialmente cuando los objetivos deseados se ven obstaculizados por algún tipo de
resistencia.Esto se vincula a la tradición del concepto de poder que fue instalado por Hobbes,
que lo víncula con el alcanzar objetivos en relaciones sociales independiente de los medios,
status o poder de la autoridad para decidir e imponer obligaciones. Para el autor, es coartar y
simplificar la categoría del poder en la vida social. Retomando la idea sobre las resistencias
ante los objetivos de un grupo de individuos, nos encontramos con el rol de las medidas
coercitivas, donde se incluye el uso de la fuerza física.

En suma, para Parsons la fuerza constituye un elemento crucial en la disuasión, por lo


que también significa que es utilizada para evitar que algunos individuos realicen actos no
deseados. Se nombra como “the ultimate deterrent” (el disuasor definitivo), el recurso más
efectivo para evitar que otros actúen en contra de los intereses o deseos de quien tiene el
poder de la fuerza. Entonces, quien tenga el control de la fuerza en un sistema, tendría el
control suficiente en un (estado de naturaleza hobbesiano)para sortear las amenazas de forma
exitosa (1963).

A raíz de lo anterior, Parsons considera que la fuerza se constituye como el medio


más efectivo en un escenario donde los medios dependientes del orden institucional fallan,
por lo que, en su naturaleza intrínseca y desde el vínculo con Hobbes, la fuerza puede influir
en la toma de decisiones y el comportamiento de los individuos, más aún cuando los otros
mecanismos efectivos no funcionan o no son confiables. Aún así, es importante plantear y
recalcar, que para Parsons, la fuerza tiene relación con el oro… el oro, en el sistema
monetarios era un medio de intercambio que hoy en día ya consideramos primitivo, por lo
que no es capaz de mediar un sistema de intercambio de mercado que tiene un nivel
complejísimo… Lo mismo ocurre con la fuerza, al ser sociedades tan complejas, el empleo de
la fuerza también queda demasiado rudimentario, pues no es capaz de organizar y accionar
“sanciones” efectivas para el funcionamiento del sistema. Por ello, para el autor, los sistemas
que dependen de la fuerza para su funcionamiento, son limitados y primitivos para las
sociedades complejas de hoy.

De forma similar a lo que se expone en torno a la fuerza y lo que fue el oro, el poder
no es sólo un disuasor intrínsecamente efectivo, sino que es un medio o herramienta
generalizada para movilizar acciones y recursos para que la acción en colectivo sea efectiva,
como también para que se cumplan los compromisos que realizan las colectividades hacia lo
que Parsons llama “sus constituyentes”, que en el día de hoy, podría ser el presidente y
agentes de gobierno elegidos por la ciudadanía. Así, el poder como medio circulante análogo
al dinero, se instala dentro del sistema político y trasciende otros subsistemas, como el
sistema económico. Así, las propiedades del poder se pueden abordar también a través de las
propiedades del dinero como medio en la economía.

Parsons, interpreta en la discusión entre la fuerza, los sistemas, los medios y sobre
todo lo que nos convoca el poder, que la sociedad no es solo una colectividad, sino un
sistema ramificado de colectividades, donde debe existir un enfoque supremo de autoridad
colectiva y con ello, el control del poder. Aún así, el autor explicita que si bien es crucial
una autoridad suprema que controle el poder, no necesariamente debe estar en la cúspide del
sistema de control normativo, sino que también puede ser religioso. En línea con ello,
Parsons menciona que “this complex of territoriality and the monopoly of force are central to
this, because the closed system of enforceable bindingness can always be breached by the
intervention” (1963, p.245).

Recapitulando lo expuesto, podemos definir al poder como la capacidad generalizada


para asegurar el cumplimiento de obligaciones que se vinculan a los sistemas de organización
colectiva. Sin embargo, esta definición no quiere decir que el poder no es solo la capacidad
de ejercer control o coerción, sino que se vincula a la habilidad para influir a otros para que
cumplan con los objetivos del colectivo. Es decir, el poder para Parsons, también implica
autoridad, legitimación y la capacidad para movilizar recursos para una acción colectiva
efectiva. Aquí, el papel que juega la fuerza es importante, porque se configura como un
medio para garantizar que los compromisos sean realmente vinculantes y se ejecuten
mediante sanciones negativas en caso de ser necesario. Aún así, se reconoce que el mero uso
de la fuerza o coerción, no es efectivo ni suficiente para ejercer el poder en sistemas
complejos, ya que el poder va más allá de la coerción, es también capacidad de influencia.

La relación poder-fuerza es compleja; la fuerza puede ser un recurso para cumplir con
lo que estime quien controle el poder, pero hoy en día no es suficiente para sistemas
institucionalizados y complejos, pues el poder se basa en la legitimación y la autoridad,
intentando influir y movilizar de forma “voluntaria” en la cooperación de la colectividad, más
que desde la coerción de manera directa. Sin embargo, la fuerza puede amenazar la
estabilidad y la efectividad del poder en el contexto de relaciones territoriales y políticas. Es
por eso que, la integración institucional y la legitimación son esenciales para mantener un
sistema de poder funcional y sostenible.

Para finalizar este reporte, el lema “por la razón o por la fuerza” se podría decir que es
parte de las reflexiones y concepciones que elabora Parsons en torno al poder. Considerando,
que para el sistema social contemporáneo, la fuerza bruta es vintage para cumplir con los
objetivos del poder. En este sentido, “la razón”, primaría en los sistemas más complejos de
sociedad (como el que nos encontramos hoy), pues se liga a formas racionalistas como la
legitimación del poder, el establecimiento de la autoridad y la capacidad de influencia, las
cuales serían las verdaderas bases del poder para Parsons.

Referencias

Parsons, T. (1963) . On the Concept of Political Power. Proceedings of the American


Philosophical Society, Vol. 107, No. 3 (Jun. 19, 1963), pp. 232-262.

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