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CONSIDERACIONES POLÍTICO-CRIMINALES SOBRE LA LEY Nº 29009

IA CTUALIDAD DOCTRINARIA
NFORME PRÁCTICO LABORAL

Consideraciones político-criminales
sobre los posibles alcances de la Ley Nº 29009 (*) (**)
Daniel Ernesto
CERNA SALAZAR(***)

SUMARIO:

I. Delegación de facultades y Ley Nº 29009. II. Políti-


ca criminal estatal. III. La sola represión ¿una buena El presente artículo analiza los posibles al-
TEMA DE DISCUSIÓN

alternativa? IV. Posibles alcances de la Ley Nº 29009. cances de la reciente delegación de faculta-
V. Algunas hipótesis normativas que preocupan. des concedidas al Poder Ejecutivo para legis-
VI. Conclusiones. lar en materia de delincuencia, haciendo tam-
bién un breve recuento de similares situacio-
I. DELEGACIÓN DE FACULTA- nes en nuestro ámbito nacional; asimismo, se
DES Y LEY Nº 29009 evalúan los beneficios tanto políticos como ju-
rídicos de la referida delegación, vinculándola
Como se sabe, es potestad propia del
poder parlamentario por excelencia la a un análisis de la política criminal que ha ca-
aprobación en la elaboración, aprobación racterizado a nuestro país.
y dación de leyes, así por ejemplo se en-
cuentra establecida la “atribución legis-
lativa” en nuestra Constitución que en el
inciso 1 del artículo 102 establece en el
Parlamento la facultad de dictar leyes(1). posible también admitir como una prácti- rango de las emanadas y producidas por
Así, en lo que podemos considerar la ca cotidiana, a manera de “voto de con- aquel, con lo cual se genera la excep-
fuente del Derecho por excelencia: la fianza”, que el fuero parlamentario en de- ción a la regla de la potestad normativa,
ley(2), emanaba del Poder Legislativo – terminadas condiciones y circunstancias convirtiéndose así las normas que el Eje-
Parlamento o Congreso(3)– en una suerte permita al Poder Ejecutivo la produc- cutivo produjera en “legislación delega-
de monopolio a favor de este. Empero, es ción de normas de idéntica eficacia y da”(4).

(*) Con especial dedicación y respeto a un hombre a carta cabal: Don José Diego Cerna López, otrora escribano de Estado. Esperando que disfrute la lectura del presente artículo,
y con la seguridad que este es el mejor regalo de cumpleaños que un nieto puede hacerle a su querido abuelo.
(**) “A un Estado siempre se le puede decir: muéstrame tus leyes penales, porque te quiero conocer a fondo” (Sebastián Soler).
(***) Abogado. Egresado de la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo. Miembro del Estudio Jurídico Zegarra & Asoc. S. Civ. R. L. Maestría en Derecho Penal y Ciencias
Criminológicas de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de Trujillo. Integrante de la Comisión Especial de Derecho Penal y Procesal Penal del Colegio de Abogados
de La Libertad.
(1) Constitución Política de 1993
Artículo 102.- Son atribuciones del Congreso:
1. Dar leyes y resoluciones legislativas, así como interpretar, modificar o derogar las existentes.
2. Velar por el respeto de la Constitución y de las leyes, y disponer lo conveniente para hacer efectiva la responsabilidad de los infractores.
3. Aprobar los tratados, de conformidad con la Constitución.
4. Aprobar el presupuesto y la cuenta general.
5. Autorizar empréstitos, conforme a la Constitución.
6. Ejercer el derecho de amnistía.
7. Aprobar la demarcación territorial que proponga el Poder Ejecutivo.
8. Prestar consentimiento para el ingreso de tropas extranjeras en el territorio de la República, siempre que no afecte, en forma alguna, la soberanía nacional.
9. Autorizar al Presidente de la República para salir del país.
10. Ejercer las demás atribuciones que señala la Constitución y las que son propias de la función legislativa.
(2) Ello con ciertos bemoles sin duda –dejando de lado los regímenes de facto, pues en ellos la potestad legislativa se encuentra concentrada en el Poder Ejecutivo–, en tanto que
en no todos los regímenes democráticos la atribución legislativa es absoluta, así por ejemplo depende todo a qué familia clásica de Derecho Comparado pertenece el sistema
jurídico de determinado país, en donde la primera vendría a ser la proveniente de Roma: Derecho Romano Germánico, que aporta el sistema jurídico que nuestro país adopta, y
donde destacan como características: a) Predominio de la fuente legislativa; b) Asunción de principios de derecho; y c) Reducción del peso de la jurisprudencia como instrumento
de creación de normas; en tanto que en la otra familia clásica –la originaria de Inglaterra– proviene el common law, también denominado “sistema anglosajón”, en el cual a
diferencia del sistema Romano-Germánico, la jurisprudencia es la fuente del Derecho por excelencia y la ley es solo un complemento.
(3) Para el constitucionalista BERNALES BALLESTEROS ello se halla supeditado, según el sistema adoptado por el Estado –bicameralismo o unicameralismo– de acuerdo con su
ubicación y papel dentro del régimen político diseñado por la Constitución. Enrique BERNALES BALLESTEROS, “La Constitución de 1993: Análisis Comparado”. ICS Editores.
Lima, 1996. Págs. 375 y sgtes.
(4) En opinión un tanto disímil los juristas BERNALES BALLESTEROS y RUBIO CORREA para quienes “la atribución legislativa ha dejado de ser una potestad exclusiva del
Parlamento, para convertirse en un atributo principal, pero advirtiendo zonas donde la flexibilidad en el uso de las atribuciones de cada órgano del Estado responde a la
naturaleza misma de los problemas derivados de la industrialización”. Enrique BERNALES BALLESTEROS y Marcial RUBIO CORREA, “Constitución, Fuentes e Interpretación”,
Mesa Redonda Editores. Lima, 1988. Págs. 354-355.

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Francisco Martínez Vázquez nos indica medidas preventivas; h) prerrogativas de tema delictivo; así, mediante estas deci-
que sobre el particular, “legislación dele- la Policía Nacional en el combate de la siones –en el plano sustantivo– se esta-
gada” –comentando la obra de Quintero, criminalidad; e i) perfeccionar la legisla- blecen respuestas públicas tendientes a
quien hiciera un estudio comparativo de ción en materia de extradición y traslado la prevención y sanción de conductas de-
las distintas denominaciones que el De- de condenados relativa a criminalidad lictivas; –en el plano adjetivo– se esta-
recho iberoamericano reservaba para la organizada en sus principales variantes. blecen los órganos de persecución y juz-
legislación delegada– era el nomen juris gamiento, los procedimientos y los lími-
más común el de Decreto Ley, que ve- La solicitud de facultades fue aprobada tes dentro de los cuales las decisiones
nían a ser aquellas normas dictadas por por el Congreso en la sesión vespertina serán válidas(8). En una acepción concep-
el Ejecutivo con habilitación de carácter, del jueves 26 de abril, contando con el tual más amplia y clarificante, podemos
temporal y específica (así en Colombia, respaldo de una amplia mayoría de le- señalar que la política criminal puede ser
Panamá, Uruguay o Chile), en tanto que gisladores, pues los resultados de la vo- entendida también desde dos perspecti-
la expresión Decreto Legislativo se en- tación así lo demuestran: 89 votos a fa- vas; la primera a distinguir, “una política
cuentra reservada para los dictados por vor, 7 en contra y cero abstenciones. El criminal empírica o práctica, constituida
convenciones constituyentes (Panamá), proyecto quedó expedito para su promul- por el conjunto de acciones ordenadas y
para la legislación de urgencia del Eje- gación después de que el pleno aproba- dirigidas a la lucha contra el delito y, en
cutivo (Colombia) o para los actos del ra como ley la propuesta original del Eje- segundo lugar, se presenta una política
Congreso sin carácter general (Ecua- cutivo con el respaldo de 48 votos a fa- criminal teórica, conformada por el con-
dor)(5), siendo precisamente esta última vor y 8 en contra, para la aprobación del junto de principios que regulan las accio-
denominación la que mejor sustenta, en texto; y de 49 votos a favor y 8 en contra, nes propias de la política criminal de cor-
nuestras latitudes, la figura de la delega- para su exoneración de segunda vota- te empírico. Es objetivo de esta dotar a
ción de facultades del poder parlamenta- ción(7). la primera de una base teórica racional
rio –Congreso– conferida al Poder Ejecu- que regule su concreta aplicación en la
tivo para legislar en determinada materia. II. POLÍTICA CRIMINAL ESTA- lucha contra la criminalidad”(9).
TAL
Ahora bien, el tema de delegación de fa- Así como el Derecho Penal ha dejado de
cultades conferidas al Poder Ejecutivo Como anteriormente se apuntó, diferen- ser entendido como un concepto unita-
para legislar en temas de criminalidad, tes gobiernos han ensayado diversas rio, sino que al ser parte de un todo, vie-
seguridad ciudadana o política criminal, medidas (actividades y medios) condu- ne a ser complementado con el aporte
no es una situación novedosa, ya que en centes a controlar y eventualmente erra- de otras ciencias, entre estas principal-
muchos gobiernos se ha ensayado tal dicar la delincuencia en sus distintas mente la sociología, la antropología, in-
medida, siendo el régimen de 1990 al modalidades y tendencias, medidas que cluso aquellas pertenecientes al campo
2001 el que mayores recuerdos nos han recibido diversos nombres: “seguri- de las ciencias naturales –la matemáti-
trae(6), habida cuenta que este argumen- dad ciudadana”; “lucha contra la crimina- ca, la medicina, la biología e incluso la
to siempre resultó una suerte de “muleta lidad organizada”, etc., denominaciones física–, las cuales hace algunos años
política”, el que a decir verdad para nues- todas estas que se resumen en un solo hubiera sido extraña su participación en
tro país, no trajo las mejores consecuen- concepto jurídico-penal: una determina- el tema penal(10), así también la política
cias en el ámbito jurídico tanto nacional da política criminal estatal. criminal no es un concepto aislado, sino
como internacional. por el contrario se trata de un concepto
Podemos conceptuar a la política crimi-
En el caso específico de la norma mate- nal como un sistema de decisiones es- que se vincula con una serie de ciencias,
ria de análisis, Ley Nº 29009: Ley que tatales elaboradas por el conjunto de nutridas todas ellas de diferentes sabe-
otorga al Poder Ejecutivo facultades para poderes conformantes del Estado, las res (v. gr. criminología, sociología, sicolo-
legislar en materia de tráfico ilícito de dro- cuales tienen directa incidencia en el gía, Derecho Penal(11)). De esta manera,
gas, lavado de activos, terrorismo, se-
cuestro, extorsión, crimen organizado,
trata de personas y pandillaje pernicio-
so, que fuera publicada en el diario ofi-
cial El Peruano el 28/04/07, mediante la
cual el Congreso delega facultades para
que el Poder Ejecutivo elabore normas
destinadas a frenar y/o combatir el ince-
sante caos delictivo, que en sus diferen-
(5) MARTÍNEZ VÁZQUEZ, Francisco. “Sinopsis sobre el artículo 85 de la Constitución española”. Marzo, 2006,
tes tendencias y de manera acelerada ha disponible en Internet en: [http://www.congreso.es/constitucion/constitucion/indice/sinopsis/sinopsis.jsp?
venido incrementándose en nuestro país, art=85&tipo=2].
ello precisamente se desprende del ob- (6) Destacan en dicho régimen, entre otros, la solicitud de facultades legislativas extraordinarias presentada por el
Poder Ejecutivo en mayo de 1998. En aquella época no se solicitó facultades para legislar específicamente sobre
jeto de la ley (artículo primero). En se- temas de crimen organizado –como sucede ahora–, sino más bien de “seguridad ciudadana”, y donde trágicas
gundo lugar, la legislación delegada de- coincidencias como el asesinato del empresario minero Luis Hochschild acaecido un día después de la solicitud
presentada al Congreso (05/05/98) fue el perfecto escenario del gobierno para justificar dicha medida. La mayoría
berá incidir directamente en nueve pun- de informativos y publicaciones nacionales de aquella época daban cuenta de tal figura; consultar entre otros
tos (incisos contemplados en el artículo revista Caretas. Ilustración Peruana Nº 1515: “El Detonante”. Mayo 1998, Lima - Perú.
segundo de la norma) que se resumen (7) Fuente consultada: diario El Comercio. El texto completo de la noticia puede ser visualizado en el siguiente vinculo
de Internet: [http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionOnline/HTML/olEcPortada/2007-04-26/olEcPortada000
en: a) estrategia de combate al crimen 5120.html].
organizado; b) delimitar la figura de la fla- (8) Eduardo ALCÓCER POVIS, “El Derecho Penal del enemigo ¿Realización de una opción político criminal o de una
grancia; c) modificación en materia sus- criminal política de estado?”. En: Instituto de Ciencia Procesal Penal. Artículos. 2006. Pág. 2. [http://www.unifr.ch/
derechopenal/articulos/pdf/03octubre06/enemigo_alcocerpovis.pdf].
tantiva y adjetiva a fin de tipificar nuevas
(9) Carlos Shikara VÁSQUEZ SHIMAJUKO, “Las consideraciones políticocriminales en la teoría del delito y los princi-
conductas, perfeccionar tipos penales, y pios limitadores del Ius Puniendi”. En: Revista de Legislación, Jurisprudencia y Doctrina “Normas Legales. Tomo
modificar o establecer nuevas penas; d) Nº 301. Editorial Normas Legales. Trujillo, 2001. Pág. B-5.
rediseñar procesos judiciales; e) modifi- (10) Esta línea se verifica en la obra “La expansión del Derecho Penal. Aspectos de la política criminal en las sociedades
postindustriales” de autoría del genial SILVA SÁNCHEZ, Jesús-Maria, quien en su obra realiza un excelente análi-
cación de normas especiales relativas a sis de la marcada transformación y difusión de la ciencia penal, influida por factores de diversa índole, sustentando
la investigación preliminar de delitos; f) su enriquecedor estudio en cuestiones que transcienden el mundo jurídico, como lo son la sociología, la antropolo-
gía, las ciencias de la comunicación, e incluso la religión. SILVA SÁNCHEZ, Jesús-Maria. “La expansión del Dere-
normas conexas al crimen organizado y cho Penal. Aspectos de la política criminal en las sociedades postindustriales”. 2ª. edic. Revisada y ampliada.
sus distintas tendencias; g) modificar el Civitas. Madrid, 2001. Pág. 17 y sgtes.
Código de Ejecución Penal con especial (11) Así por ejemplo con la criminología, el estudio de acciones delictivas y reacciones sociales; con la sociología el
estudio de los hechos sociales; con la sicología contribuye a través de su objeto de estudio: el comportamiento
incidencia en beneficios penitenciarios y humano; y con el Derecho Penal como medio de control social cuyo objeto de estudio son los delitos y las penas.

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tenemos que la política criminal vendría solo sobre la base de ello se podrá cons- de Derecho, como tampoco un estado
a ser la política jurídica trazada por el truir la política criminal a seguir. En con- planificador y tutelar, que no consigue la
Estado con incidencia en el ámbito de la sonancia al planteamiento expuesto, lo garantía de la libertad como con el Esta-
justicia criminal. referido por Vásquez Shimajuko: “al ser do de Derecho, no puede pretender el
la política criminal una manifestación de calificativo de constitucionalidad socioes-
Ahora bien, hace ya bastante tiempo la la política general de un determinado tatal”(17).
sociedad peruana ha venido experimen- Estado –que varía de acuerdo al tipo de
tando un incesante incremento del fenó- Estado que la configure–, sus constan- Empero, todo ello deviene inexorable-
meno delictivo en diferentes y variadas tes cambios son necesarios a efectos de mente en baldío cuando la configuración
tendencias, y ha sido preocupación per- cumplir eficazmente su finalidad”(15). del Estado queda como un simple enun-
manente de los diferentes gobiernos el ciado, a nivel de simple letra muerta,
tratamiento a través de medidas encami- Consecuentemente un razonamiento pues la práctica dista mucho con aque-
nadas a combatirlo de la manera más simple permitirá establecer que si se tra- llos conceptos declarativos de la Carta
eficaz posible: con modificaciones a la ta de estados totalitarios o autoritarios, Magna e interpretaciones constituciona-
norma. Pero cierto es que las leyes pe- en donde quedan reducidas las liberta- les. De nada sirve que el sistema político
nales son necesarias para el manteni- des y los derechos, la política criminal obedezca a una configuración bipartita
miento de la forma de la sociedad y del estatal obedecerá a una finalidad eficien- del Estado de Derecho: social y demo-
Estado, pero la delincuencia como cual- tista y de corte radical, pues precisamen- crático(18) –donde el carácter social, se en-
quier tipo de manifestación criminal, vie- te el ius puniendi estatal deviene en ili- cuentra reflejado en la igualdad, los de-
ne a ser en nuestro país un fenómeno mitado. En contraparte, un sistema po- rechos sociales y la regulación del pro-
social, consecuentemente así es como lítico que obedezca a la configuración ceso productivo, asumiendo el Estado fi-
debería ser abordada dicha problemáti- social y democrática de Derecho que tie- nes y funciones públicas permitiendo la
ca, algo que muy pocas administracio- ne como matriz los principios de liber- participación de sus propios integrantes;
nes han intentado, abordar al delito en tad, igualdad y justicia social, verá el y donde el carácter democrático, es la
su génesis misma: el aspecto social. Pre- poder estatal autolimitado por los pará- base de toda la organización del Estado,
cisamente esta misma línea coadyuvan- metros de legalidad y certidumbre, con resumido todo ello en el origen de todos
te y de interrelación es expuesta por el el consecuente respeto por los derechos los poderes públicos en la soberanía po-
español Francisco Muñoz Conde cuan- que su propia Carta Magna recoge, y pular; la proclamación del pluralismo po-
do indica “El Derecho, y el Derecho Pe- precisamente todo ello serán los condi- lítico y social como valor supremo de con-
nal como una parte del Derecho, no es cionantes de la política criminal plantea- vivencia; y la participación de los ciuda-
más que un instrumento puesto al servi- da por el Estado, que indubitablemente danos (participación política o democra-
cio de los fines de la comunidad. Si se será garantista(16). cia representativa)– cuando la realidad
quiere comprender su esencia, es nece- demuestra lo contrario.
sario tener en cuenta esos fines y cons- Ya lo dijera el maestro Roxin, cuando
truir el sistema jurídico no hacia adentro, analizando el delito y el concepto “justi- Y es que la forma republicana de gobier-
sino hacia fuera, abierto a los problemas cia social” precisara: “La vinculación al no característica de nuestro país no fue
y fines sociales”(12). Derecho y la utilidad político-criminal no precisamente la democracia, sino por el
pueden contradecirse sino que tiene que contrario los constantes gobiernos de fac-
Y es que, ciertamente, el fenómeno delicti- compaginarse en una síntesis, del mis- to, con lo cual el tema de la política crimi-
vo tiene especial incidencia en el bienes- mo modo que el Estado de Derecho y el nal estatal –como se anotó en el párrafo
tar y la seguridad social de los integran- estado social no forman en verdad con- precedente– es el fiel reflejo de la for-
tes de la sociedad y qué duda cabe, afec- trastes irreconciliables sino una unidad ma de gobierno; empero tampoco las
ta también la vida estatal (repercusiones dialéctica. Un orden estatal sin una justi- democracias han preferido el diseño de
directas en el plano económico). Pero cia social, no forma un estado material una política criminal consonante con los
otra consecuencia innegable viene a ser
que la delincuencia afecta un cúmulo de
derechos humanos consagrados por
nuestra Constitución y tratados interna-
cionales de los que el Perú es signatario. (12) MUÑOZ CONDE, Francisco, en la introducción del libro de ROXIN: “Política criminal y sistema del Derecho Penal”.
Así por ejemplo, entre los principales de- 2ª ed. 1ª reimpr. Hammurabi, 2002. Págs. 23.

rechos que se afectan están: la vida, la (13) Así por ejemplo, SANTIAGO RONCAGLIOLO grafica la realidad nacional peruana referida a toda la problemática
del fenómeno terrorista, el cual se inicia, como cualquier tipo de delincuencia, como un problema social, donde el
libertad y el patrimonio; de modo tal que gobierno ofrece como única vía la acción militar, cuando precisa: “¿Qué ocurre en una sociedad en la que todo el
si bien es cierto la delincuencia resulta mundo empieza a desencadenar la muerte? Puede haber un lado que mata por justicia social y otro que mata por
orden, y la impresión que yo tengo del Perú es que, donde se desencadenó la guerra, no hubo después más justicia
ser una amenaza para cualquier Estado social. Y no hubo más orden”. Solo hubo muchísima Muerte”. SANTIAGO RONCAGLIOLO en el libro de UMBERTO
afectando su estabilidad político-social, JARA “Secretos del túnel. Lima, Perú, 126 días de cautiverio en la Residencia del Embajador del Japón”, Grupo
Editorial Norma S.A.C. Lima, 2007. Pág. 13. Cursivas originales del texto.
no menos de cierto es que una Política (14) Haciendo la salvedad previamente, que con relación a los Derechos Complementarios, el artículo 3 de la Constitu-
Criminal mal enfocada o errónea afecta- ción Política no recoge el término “social” como sí lo hiciera el anterior texto constitucional, tan solo precisa Estado
Democrático de Derecho. Empero, nuestro Tribunal Constitucional ha dejado establecido en numerosas sentencias
ría los mismos derechos sobre los que que el sistema político peruano –configuración del Estado– se enmarca dentro del llamado Estado Social y Demo-
incide el propio fenómeno delictivo, con crático de Derecho. Vid., entre las sentencias que así lo precisan, la recaída en el Expediente
las consiguientes repercusiones a nivel Nº 2488-2002-HC/TC (caso Genaro Villegas Namuche) y así también el Expediente Nº 0030-2005-PI/TC.
(15) Carlos Shikara VÁSQUEZ SHIMAJUKO, “Las consideraciones políticocriminales en la teoría del delito y los princi-
internacional, ingresando así en una vo- pios limitadores del Ius Puniendi”. Pág. B-5.
rágine de similares irracionalidades de (16) Sobre la especial referencia al Derecho Penal en un Estado Social y Democrático de Derecho, ver por ejemplo, los
uno y otro lado (...) el mismo círculo vi- juristas MIXÁN MASS y BURGOS MARIÑOS quienes sostienen: “Como se sabe, el Estado recurre al Derecho
Penal, bien para prevenir, o, bien para sancionar las conductas que atentan contra los bienes jurídicos. El Estado
cioso(13). Social y Democrático de Derecho es el que garantiza un mayor control del ejercicio de su potestad punitiva (inter-
dicción de arbitrariedad), dado que su aplicación solo se legitima, cuando se desarrolla dentro de los principios
Precisamente, el aspecto social emerge constitucionales y axiológicos que caracterizan a dicho tipo de Estado”. Vid. Florencio MIXÁN MASS y Víctor
de la propia configuración del Estado BURGOS MARIÑOS en “Aportes de los Señores Florencio Mixan Mass y Víctor Burgos Mariños”. El texto completo
está disponible en Internet a través del siguiente vínculo: [http://www.congreso.gob.pe/comisiones/ 2002/
mismo, un Estado Social y Democrático debate_constitucional/aportes/aporte_florencio_mixan_vistor_murgos.htm].
de Derecho(14) y tiene repercusión direc- (17) CLAUS ROXIN. Ob. cit. Pág. 49.
ta en el aspecto de la política criminal que (18) Con especial referencia al ámbito de la persona en este sistema político, ver por ejemplo ALCÁER GUIRAO, Rafael
para quien “En un Estado Social y Democrático de Derecho la persona no solo es responsable frente al Derecho:
el Estado plantee; consecuentemente no ‘súbdito’ sino, responsable del Derecho: ‘ciudadano’, de tal forma que tanto las obligaciones como las libertades,
puede trazarse alternativa alguna, sin te- los márgenes de imputación y las garantías mismas, han de ser determinadas al amparo de un procedimiento en
condiciones de igualdad, claro ejemplo de ello está representado en el contrato social”. Vid. ALCÁER GUIRAO,
ner presente –cual marco vector– la pro- Rafael. “Facticidad y normatividad en Derecho Penal. Racionalidad instrumental, racionalidad valorativa y raciona-
pia configuración estatal, de formal tal que lidad sistémica”. En: Revista Nueva Doctrina Penal. Buenos Aires, 1998/B.

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principios constitucionales consagrados bienes jurídicos penales a ser protegidos, antes citada, podríamos decir también
en la Carta Magna(19), con lo que se de- se amplían los espacios de riesgos jurí- que deviene en una marcada constante,
muestra que se carga con un pesado y dico-penales permitidos, existe una rela- los campos más acentuados donde se
oprobioso legado propio de gobiernos tivización de garantías político-criminales comprueba la delirante expansión del
autoritarios con un poder omnímodo, que reglas de imputación y criterios procesa- fenómeno delictivo que vienen a ser los
nunca pretendieron fijar límites a su De- les, denominando el autor a este fenó- delitos de terrorismo, tráfico de estupe-
recho Penal y más bien utilizaron la bru- meno –tendencia general– con el nom- facientes, criminalidad sexual, sin dejar
tal represión para combatir a opositores bre de “expansión”(23). de lado la aparición de nuevos tipos pe-
políticos y delincuentes, en tanto que la nales producto de los nuevos avances
distinción entre unos y otros no existe. De similar postura, Martínez-Buján Pé- técnicos(26). En concomitancia a lo prime-
rez indica que “no puede resultar extra- ramente anotado, García Cavero aseve-
ño que, en lo que atañe al ámbito del ra: “en la generalidad de países, como
III. LA SOLA REPRESIÓN ¿UNA Derecho Penal, también se haya venido
BUENA ALTERNATIVA? puede constatarse fácilmente, existe ac-
aludiendo al fenómeno de la ‘expansión’ tualmente una legislación penal especial-
Para nadie resulta extraño que nuestro de este sector del ordenamiento jurídico, mente represiva contra las actividades
país –en consonancia con un fenómeno que en los últimos años se ha revelado terroristas, la cual, por otra parte, se ha
de escala mundial–, vive una crisis so- como un fenómeno claramente percepti- extendido a otros ámbitos especialmen-
cial profunda, donde el aumento alarman- ble en detrimento de otros sectores de te sensibles como el narcotráfico, la cri-
te de la violencia y los grupos terroristas, dicho ordenamiento o incluso en detri-
minalidad organizada y la violencia
han hecho necesario que el Estado vea mento de otros sistemas no jurídicos de
sexual”(27).
la necesidad de repensar su política cri- control social”(24). Así también, el nacio-
minal para combatir tales amenazas y nal Percy García Cavero –quien siguien- Ciertamente esta sensación de inseguri-
recuperar así el instrumento punitivo clá- do la línea trazada por su mentor Silva dad de la criminalidad organizada, pro-
sico; empero no deja de ser que el rum- Sánchez en “La Expansión(...)”– con cla- pia de las sociedades posindustriales, re-
bo dado solo reviste más dureza, más ridad expone “la sensación de inseguri- sulta ser alimentada por otro avance tec-
represión. El dramático fenómeno expan- dad que, a causa de la globalización de nológico innegable y también masifica-
sivo de la criminalidad ha sido un tema la información, aqueja a prácticamente do, los medios de comunicación. Y es que
bastante tratado en la doctrina por los todos ciudadanos del mundo frente al los efectos inmediatos de la difusión del
autores de las distintas orbes y perspec- accionar terrorista, ha llevado a que los fenómeno delictivo a través de los mass
tivas(20), resaltando sin duda los estudios diversos países, en mayor o menor me- media, dramatizando la violencia –en no
elaborados por el español Jesús-María dida, extremen sus mecanismos de pro- pocos casos distorsionando la informa-
Silva Sánchez donde constataba este tección, y en primera línea la reacción ción–, y hacer política por estos medios,
fenómeno(21), marcando sin duda un hito jurídico-penal”(25).
resultan altamente rentables (rating), lo-
en la ciencia penal su obra “La expan- Ahora bien, así como para nadie es ex- grando tocar así las fibras más sensi-
sión del Derecho Penal. Aspectos de la traño comprobar la vorágine expansiva bles de la población y/o crear en ella la
política criminal en las sociedades posin-
dustriales”, la cual oportunamente invo-
cáramos en el décimo pie de página de
este artículo.
El innegable crecimiento desmesurado de
la criminalidad ha venido de la mano con
el crecimiento de su antítesis encarnada
en el Derecho Penal, donde ambos han
sido las constantes del fenómeno expan-
sivo en todas las latitudes; así pues, con
excepcional acierto Silva Sánchez afirma- (19) De análoga opinión, el hoy magistrado PRADO SALDARRIAGA, para quien comentando el problema de la crimina-
ra “(...) no es nada difícil constatar la exis- lidad y la forma cómo el Estado enfrentaba la misma señalaba “(...) es ingentemente necesario agotar los esfuerzos
por imponer un mínimo de racionalidad, que permita alejar todo límite innecesario al principio de tolerancia (...) en
tencia de una tendencia claramente do- donde el sistema democrático no es garantía sólida que impida el autoritarismo. Hemos, pues, de estar atentos a
minante en la legislación de todos los los movimientos controlistas de la política criminal del Estado, y denunciarlos cuando sean más ‘criminales’ que
políticos”. Vid. Víctor PRADO SALDARRIAGA, Roberto. “Notas críticas a la política criminal del gobierno de todos
países hacia la introducción de nuevos los peruanos”. En: Debate Penal Nº 1. AFA editores importadores S.A. 1987. Pág. 49.
tipos penales así como la agravación de (20) Ya para 1982 HULSMAN, Louk daba cuenta de la alarma social debido al crecimiento del delito y establecía que la
los ya existentes, que cabe enclavar en inseguridad sentida por la ciudadanía no deviene en un problema nacional, mas por el contrario de tipo local, el cual
es nacionalizado por el Derecho Penal. HULSMAN, Louk y BERNART DE CÉLIS, Jaqueline. “Peines Perdues. Le
el marco general de la restricción, o la systeme penal en question”. Editions Lenturión. Paris, 1982. Dicha obra se encuentra traducida al castellano con el
‘reinterpretación’ de las garantías clási- nombre de “Sistema penal y seguridad ciudadana: hacia una alternativa”, traducción y postfacio de POLITOFF,
Sergio. Ariel. Barcelona, 1984.
cas del Derecho Penal sustantivo y del (21) Entre los que destacan: “Aproximación al Derecho Penal Contemporáneo”. Edit. J.M. Bosch, Barcelona, 1992;
Derecho Procesal Penal”(22). “Perspectivas sobre la política criminal moderna”. Edit. Ábaco de Rodolfo Depalma. Buenos Aires 1998; “La insos-
tenible situación del Derecho Penal” (Edit. Instituto de Ciencias Criminales de Frankfurt), Comares, Granada 1999,
Como vemos, la misma situación: alar- entre otros.
mante incremento de la criminalidad (cau- (22) SILVA SÁNCHEZ, Jesús-Maria. Ob. cit. Pág. 20 y sgtes.
sa), produce similares consecuencias: (23) Ídem.

replanteamiento de la Política Criminal (24) MARTÍNEZ-BUJÁN PEREZ, Carlos. “Reflexiones sobre la expansión del Derecho Penal en Europa con especial
referencia al ámbito económico: la Teoría del ‘Big Crunch’ y la selección de bienes jurídicos-penales”. En: La política
estatal (efecto), ello ciertamente con un criminal en Europa / Coord. por Víctor GÓMEZ MARTÍN. Mirentxu CORCOY BIDASOLO. Santiago MIR PUIG,
común denominador: la solución estaría Atelier, Barcelona, 2004. Págs. 92.
(25) GARCÍA CAVERO, Percy. “¿Existe y debe existir un Derecho Penal del enemigo?”. Manuscrito. 2005. Apartado I.
en una reacción jurídico-penal más re- Pág. 1. Dicho ensayo fue presentado como ponencia y en este –como de su propio nombre se deduce– el autor
presiva. Y es que ciertamente en conco- focaliza su estudio en la legislación peruana para así establecer la existencia o no de un Derecho Penal del
mitancia con lo expuesto por el maestro enemigo, para luego determinar su legitimidad –o no–, supeditado ello a la compatibilidad con los principios y
garantías jurídico-penales recogidos en la Constitución Política y los diversos tratados internacionales sobre dere-
Silva Sánchez –cuyo análisis del fenóme- chos humanos del cual el Perú es signatario.
no delictivo contemporáneo es a nivel (26) Así entre otros, con absoluta claridad y acierto, SILVA SÁNCHEZ: “surgen modalidades delictivas dolosas de nuevo
cuño que se proyectan sobre los espacios abiertos por la tecnología. La criminalidad asociada a los medios infor-
mundial– en las acciones se verifican un máticos y a Internet (la llamada “ciberdelincuencia”) es, seguramente, el mejor ejemplo de tal evolución. En esta
conjunto de tendencias, que no son mas medida es innegable por lo demás la vinculación del progreso técnico y el desarrollo de las formas de criminalidad
organizada, que operan a nivel internacional, y constituyen claramente uno de los nuevos riesgos para los indivi-
que consecuencias de la reinterpreta- duos (y los Estados). Vid. SILVA SÁNCHEZ, Jesús-Maria. Ob. cit. Pág. 28. Cursivas originales del texto citado.
ción de la política criminal de los esta- (27) GARCÍA CAVERO, Percy. “¿Existe y debe existir un Derecho Penal del enemigo?”. Manuscrito. 2005. Apartado I.
dos, así por ejemplo aparecen nuevos Pág. 1.

266
CONSIDERACIONES POLÍTICO-CRIMINALES SOBRE LA LEY Nº 29009

sensación de evidente inseguridad y A la luz de los dos modelos de combate modo con que el Estado ha enfrentado el
amenaza por la criminalidad(28). de la criminalidad ocurridos en Estados fenómeno delictivo no dista mucho de lo
Unidos antes descritos(31), es fácil supo- anteriormente descrito. Así vemos pues,
Ya anotado el campo de expansión del ner que resultados se obtienen: “intensi- que la represión fue la única alternativa
delito y, consecuentemente el ámbito de fica la reacción punitiva contra la delin- elegida por los sucesivos gobernantes.
acción al cual debe apuntar también el cuencia de masas y la criminalidad calle- Con relación a los años comprendidos
Derecho Penal, es menester también pre- jera (patrimonial y violenta) protagoniza- entre 1980 y 1990 –gobierno acciopopu-
cisar –de modo general– las múltiples das mayoritariamente por miembros de lista y primer gobierno aprista– se utilizó
tendencias de la política criminal con las la clase baja y de la clase media econó- la acción militar en manos de las Fuer-
que los Estados han abordado esta pro- micamente venida a menos, operándose zas Armadas como solución al principal
blemática. una suerte de “criminalización de la po- fenómeno delictivo que azotó nuestro
En Estados Unidos, a partir de la década breza”, mientras se favorece la impuni- país, el terrorismo.
de los años 60 se empiezan a gestar cam- dad de otros delitos mucho más graves,
como la corrupción administrativa y em- El Informe Final de la Comisión de la
pañas tendientes a combatir y detener la Comisión de la Verdad y Reconciliación
criminalidad organizada, bajo la denomi- presarial, las estafas masivas, el narco-
tráfico a gran escala, los delitos econó- Nacional (la CVR) precisa en sus con-
nación law and order cuyo matiz carac- clusiones que ni un Parlamento democrá-
terístico era el “punitivismo” o lo que es micos, etc., cometidos por personajes
“poderosos”, que viven lujosamente en tico donde todas las fuerzas políticas con-
lo mismo, una mayor intensidad en la vergían, permitió establecer una herra-
reacción. A través de este movimiento se “barrios cerrados” protegidos con segu-
ridad privada, que han sido “limpiados” mienta eficaz para enfrentar la amenaza
promovía una imposición más drástica y subversiva. Una legislación capaz de
efectiva de penas; en el aspecto proce- por la policía pública de la presencia de
vecinos “indeseables” y pequeños delin- combatir de manera integral a la subver-
sal contemplada una flexibilización o re- sión fue nula, como también inexistentes
lajación de garantías inherentes al impu- cuentes, contra los cuales se ha aplica-
do la política de “tolerancia cero”. El dra- las leyes que protegiesen efectivamente
tado; en tanto que, en el tema de la eje- a los ciudadanos contra la violación de
cución penal, los beneficios y concesio- ma actual es que la inmensa mayoría de
honrados ciudadanos, que en las gran- los derechos humanos. El estudio de la
nes carcelarias estaban reducidas a su CVR es contundente al afirmar: “hubo
mínima expresión. “En efecto, las pro- des urbes reside en barrios comunes y
sin protección especial, quedan librados además un exceso de delegación de fa-
puestas del movimiento de ley y orden cultades legislativas” (33). La estrategia
se dirigían básicamente a reclamar una a su suerte. Ello conduce a acentuar las
desigualdades sociales”(32). antisubversiva con la que las Fuerzas
reacción legal, judicial y policial más con- Armadas actuaron en el conflicto inter-
tundente contra los fenómenos de delin- En la sociedad peruana, por su parte, el no, se materializó en el autoritarismo y
cuencia de masas, de criminalidad calle-
jera (patrimonial y violenta)”(29).
Las consecuencias del marcado puniti-
vismo promovido por el movimiento law
and order fueron el aumento de los índi- (28) De similar opinión, aunque más cáustico en su análisis sobre la dramatización de la información, es Carlos LASCA-
NO quien señala: “los medios atribuyen al ejercicio de la violencia un alto valor como noticia e informa sobre ella,
ces de la criminalidad y la sobrepobla- sin embargo, en forma altamente selectiva; la amenaza de violencia –sea real o solo supuesta– es un regulador
ción carcelaria, además del efecto cola- mediante el cual puede ser fomentada la política criminal (típicamente restauradora); aquello que vale como un bien
jurídico que requiere protección penal (y que por lo tanto puede ser portador de amenaza penal) se decide por
teral: contribuir a acentuar el estigma que medio de un acuerdo normativo social, para el cual, de nuevo, resultan constitutivas las sensaciones de amenaza
pesaba sobre determinados grupos mar- de la población. Vid. LASCANO, Carlos Julio. “La insostenible modernización del Derecho Penal” basada en la
“tolerancia cero” desde la perspectiva de los países “emergentes”, en “El Derecho Penal entre Abolicionismo y
ginales. Años más tarde –inicios de los Tolerancia Cero”, en Homenaje a HULSMAN, Louk. Págs. 159. Obra disponible en Internet en el siguiente vínculo:
años 90– pero en la misma nación, los [http://www.defensesociale.org/revista2003/2003.pdf]. Sobre el papel de los medios de comunicación, apunta el
maestro Silva Sánchez: “(...) probablemente no esté de más aludir a la posible responsabilidad que los creadores
medios de comunicación daban cuenta de opinión pueden tener en tal canalización, dado su papel de mediadores”. “En realidad, si no hubiera una deman-
de un alarmante crecimiento de la vio- da social de pena, más o menos condicionada por los medios de comunicación, no se entenderían realmente las
propuestas expansivas de la legislación penal efectuadas por unos partidos políticos que gobiernan –o pretenden
lencia callejera que llegaba a niveles des- gobernar– con la única referencia axiológica de las encuestas de opinión. Vid. SILVA SÁNCHEZ, Jesús-María “La
comunales; fue así como Rudy Giuliani, Expansión(...)”. Ob. cit.. Págs. 22 y sgtes.
alcalde de New York –uno de los distritos (29) SILVA SÁNCHEZ, Jesús-María. “La Expansión(...)”. Ob. cit.. Págs. 22 y sgtes.
más golpeados por la delincuencia–, de (30) Igualmente, LASCANO, Carlos. –citando a MUÑOZ CONDE– quien explicaba que el modelo neoyorquino de segu-
ridad ciudadana “aplica severas sanciones contra las pintadas en edificios y medios de transportes públicos, o los
la mano con el jefe de la policía William hurtos en supermercados, no porque tales hechos sean muy graves en sí mismos, sino porque si se dejara impunes
Bratton, iniciaron un programa de segu- a sus autores, estos pasarían posteriormente a cometer hechos de mayor entidad que ya no habría forma de atajar.
La imagen gráfica utilizada para ejemplificar esta teoría es la de las “ventanas rotas” (broken windows): si en una
ridad ciudadana bajo el nombre de “Tole- casa hay una ventana rota que da al exterior, ello induce más a entrar a los ladrones que una casa bien pintada, que
rancia Cero”. Este modelo basaba su da imagen de solidez y no tiene desperfectos aparentes”. Vid. LASCANO, Carlos Julio. “La insostenible(...)”. Ob. cit.
Págs. 167 y sgtes.
estrategia en dos vertientes: el endureci-
(31) Aunque ya en Estados Unidos se han visto antecedentes del fenómeno represivo que solo desembocan en el
miento de la política represiva en manos fracaso. Así por ejemplo el 17 de enero de 1920 nace la llamada “Ley Seca” –iniciativa promovida por el senador
de la policía sobre los sectores donde se Andrew. J. Volstead– introduciendo la decimoctava enmienda a la Constitución, que prohibía la elaboración o el
tráfico de bebidas alcohólicas, todo ello trajo consecuencias más nocivas que la causal invocada: el alcohol era el
creía que se gestaba el delito, en buena causante de los problemas de la sociedad. Así tenemos que aumenta la corrupción en los más altos niveles (judicial
cuenta sectores menos favorecidos de la y policial principalmente); el crimen organizado y a niveles superlativos; la aparición de los llamados gangsters que
controlaban el comercio ilegal del licor. El dinero excedente que departió el contrabando de bebidas alcohólicas fue
sociedad (donde el hambre y la mendici- invertido en prostitución y casas de apuestas; relacionado con ello, el crimen organizado extendió sus actividades
dad son las constantes); y de otro lado la hacia el asalto a bancos. Fue recién en 1929 luego que una Comisión Presidencial estableciera que la prohibición
contenida en “Ley Seca” era un fracaso, es que 4 años tuvieron que pasar para que el Congreso la derogara. La
reorganización y descentralización del obtusa alocución del Volstead para sustentar ante el Congreso Norteamericano su propuesta, estuvo plagada de
cuerpo policial. Entre las principales me- argumentos religiosos, fantásticos, moralistas y obtusos: “Esta noche, un minuto después de las doce, nacerá una
nueva nación. El demonio de la bebida hace testamento. Se inicia una era de ideas claras y limpios modales. Los
didas que el programa “Tolerancia Cero” barrios bajos serán pronto cosa del pasado. Las cárceles y correccionales quedarán vacíos; los transformaremos
se encuentran: mayor poder para el De- en graneros y fábricas. Todos los hombres volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos
los niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno”.
partamento de Policía (logístico y facul-
(32) LASCANO, Carlos Julio. “La insostenible (...)”. Ob. cit. Págs. 168. Cursivas originales.
tades de coacción); ampliación del ámbi-
(33) Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional – Informe Final. El informe también precisa que: “La fiscalización,
to de la imputabilidad; mayores sancio- por otra parte, se hizo a medias. Hubo comisiones investigadoras, pero no se hicieron efectivas las responsabilida-
nes (penas); agentes encubiertos, testi- des políticas ante hechos que comprobaban la participación o la omisión de funcionarios y autoridades en situacio-
nes violatorias de derechos humanos. En otros casos, la mayoría oficialista evitó la investigación de determinados
gos de identidad reservada, y concesio- hechos que comprometían al gobierno o a mandos de las Fuerzas Armadas. En general, la fiscalización en materia
nes para arrepentidos; y obtención de de terrorismo y derechos humanos no funcionó debido a la resistencia del propio Parlamento a tratar el tema de un
modo continuo y desarrollando una capacidad para debatir y proponer alternativas al enfoque exclusivamente
material probatorio vulnerando garantías militar con el que los gobiernos del periodo combatieron a la subversión terrorista”. Vid. Informe Final de la Comi-
constitucionales(30). sión de la Verdad y Reconciliación Nacional, 2003, Tomo III, Capítulo 2: Los actores políticos e institucionales del
conflicto, Poder Legislativo.

ACTUALID
CTUALID AD J URÍDIC
ALIDAD A
URÍDICA Nº 162 267
A CTUALIDAD DOCTRINARIA

represión indiscriminada (34); el mismo economía, impulsar el desarrollo del agro, ofrece cantidades escalofriantes, “8173
panorama se dio con el accionar del apa- crear empleo o atender los permanentes muertes y desapariciones durante el go-
rato policial, así pues se hacia indiscuti- reclamos de las regiones”.(37) De la mano bierno del PAP. De ellas, el 58% corres-
ble el fracaso que importaba la ausencia con ello, el factor cultural también jugó ponden a las organizaciones subversivas
de una estrategia clara y debidamente un papel cardinal en el indiscutible fraca- y el 30% a las fuerzas de seguridad del
estructurada, para contener el avance so que importó los años de mayor expan- Estado. Aunque el número de víctimas
subversivo y que SL comenzaba a cons- sión del fenómeno subversivo, habida descendió el primer año en comparación
truir su “nuevo poder” en el campo(35). cuenta que una incursión en zonas rura- con el pico alcanzado en los años 1983 y
les por parte de una milicia con elemen- 1984, en 1989 se elevaron las víctimas
En cuanto a la cifra por muertos y desapa- tos de élite y distinto nivel cultural al de (...) En conclusión, la agudización del
recidos durante el gobierno de Acción la población afectada –la misma que de- conflicto armado interno en el quinque-
Popular, el Informe de la CVR registra un bía cooperar en el aniquilamiento y des- nio aprista se revela mejor con estas ci-
número aproximado de 7795, todo ello articulación del terrorismo– sirvió para fras: en 1985, el 6.04% de la población
“como resultado de ese proceso de vio- acentuar más las diferencias sociocultu- nacional y el 7.25% del territorio estaban
lencia iniciado por el Partido Comunista rales y ocasionó una colisión entre unos bajo el régimen de estado de emergen-
del Perú - Sendero Luminoso. Esa cifra y otros (ejército y campesinos) lo que cia o de un comando político militar, mien-
representa el 35% del total de víctimas desencadenó en el brutal exterminio de tras que en 1990 lo eran el 45.18% de la
reportadas a la comisión respecto de todo poblaciones enteras(38). población y el 29.62% del territorio”(41).
el proceso de violencia. La comisión ha
encontrado, asimismo, que de las 7795 La importancia de una estrategia que in- Como bien se señaló anteriormente (su-
víctimas reportadas para el periodo 1980- cida en el plano social y cultural, se ve pra I, Delegación de Facultades y Ley
1985, el 48% fueron responsabilidad de reflejado en lo ocurrido en Ayacucho en- Nº 29009) son los años comprendidos en
la citada organización subversiva, mien- tre los años 1982 y 1984: en 1982 gene- la década de los años 90, donde el dis-
tras que el 45% son atribuibles a las ac- ral Clemente Noel fue encargado de la curso ensayado por el Estado que versa
ciones de las fuerzas de seguridad del zona de emergencia(39) y su principal es- en los conceptos “seguridad ciudadana”
Estado”(36). trategia se encontraba marcada por el o “lucha contra el crimen” ha sido utiliza-
énfasis represivo; posteriormente, a ini- do como una suerte de “muleta política”
El cambio de gobierno (1985) dio apa- cios de 1984, este general sería reem-
rentes luces de cambio, toda vez que en para sustentar una solicitud de facultades
plazado por un oficial de origen apurime- y desplegar una política represiva frente
el plano interno se intensificó la necesi- ño y quechuahablante, el general Hua-
dad de contar con un personal castrense al delito. Pero si bien es cierto que en las
mán Centeno y aunque la situación no décadas anteriores al gobierno fujimorista
que respetara los derechos humanos; se mejoró sustancialmente (prueba de ello
planteó también que la lucha contrasub- la estrategia contrasubversiva obtuvo un
es que aparecen las primeras fosas co- rotundo fracaso, no menos cierto deja de
versiva debía experimentar un viraje ha- munes), si varió en algo la estrategia, vi-
cia el plano social y económico. Así pues ser el hecho que en las postrimerías del
rándola ligeramente hacia el plano so- gobierno aprista se ensayaron determi-
en el convencimiento que el desarrollo del cial(40). Así por ejemplo, Centeno reforzó
campo sería un factor que contendría la nadas acciones cuyos frutos se obtuvie-
las rondas antisubversivas –proporcionó ron en el ulterior gobierno. Así por ejem-
expansión de la subversión armada, se armamento de defensa– y procuró pro-
impulsó el crédito agrario y apoyo logísti- plo, las consientes del empantanamien-
porcionar alimentos y otras ayudas a las
co a las comunidades campesinas. La to de la estrategia antiterrorista, se inicia
comunidades en lo que se denominó Pro-
misma tendencia se dio en el plano inter- un viraje con la aplicación de un plantea-
grama de Acción Cívica del Ejército.
nacional, toda vez que el gobierno plan- miento que abarque el combate del ad-
teó un refinanciamiento de la deuda ex- En cuanto a cifras, el Informe de la CVR versario en cuatro campos de acción:
terna, sustentando su pretensión en que
debía orientarse la mayoría de recursos
al ámbito nacional, especialmente impul-
sando zonas rurales; la política social y
garantista la encarnó el mismo jefe de
Estado, quien con motivo de su interven-
ción en las Naciones Unidas, ratificó que
si bien el nuevo gobierno sería implaca- (34) Solo en los primeros años del conflicto interno, en 1982 año en que las FF.AA. aún no ingresaban a combatir el
ble en la lucha contra el terrorismo, tam- fenómeno terrorista, el número de muertos ascendía a 170. Empero en 1983, año en que se definió la incursión de
la milicia en la guerra interna, el número total de muertos asombrosamente se disparó a 2807. Fuente consultada,
bién serían escrupulosos en el debido Revista Perúpaz Nº 22 (mayo de 1994).
respeto a las leyes y los derechos huma- (35) TAPIA, Carlos. “Las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso: dos estrategias y un final”. IEP. Lima, 1997. Pág. 30.
nos, llegando a aseverar: “la barbarie no (36) Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, 2003, Tomo III, Capítulo 2: Los actores
puede combatirse con la barbarie”. Em- políticos e institucionales del conflicto, El gobierno de Acción Popular.
pero todo cambió, empeorando el som- (37) TAPIA, Carlos. “Las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso (...)”. Ob. cit. Pág. 19. En el mismo sentido, PRADO
SALDARRIAGA, cuando señalara “la política criminal del nuevo gobierno aprista empieza a diseñarse con iguales
brío y sanguinario panorama, cuando en características que las de sus antecesores (gobiernos militar y de AP). Esto es, promover una reacción anticriminal
junio de 1986 casi 300 presos por terro- de soluciones “sintomáticas” sin aspiraciones de sistema o evaluación. En otras palabras, persistir en atacar al
problema criminal por sus síntomas, mas no por sus causas. Esta visión lineal del fenómeno delictivo generará
rismo fueron exterminados, en la triste- siempre medidas “inmediatas”, tal vez populares, pero poco reflexivas y, a la postre ineficaces”. Vid. PRADO SAL-
mente célebre matanza de los penales, DARRIAGA, Víctor Roberto. “Notas críticas a la Política Criminal (...)” Ob. cit. Pág. 47.

con lo que quedó la sensación del doble (38) Concordante con lo anotado por nuestra parte, TAPIA, Carlos, quien señala: “Se dispuso la exclusión del personal
del área de Ayacucho en el llamamiento a los conscriptos de 1982 y se le reemplazó con personal de Lima, Ica,
discurso por parte del gobierno. Huánuco, etc. Este fue un grave error, como quedaría demostrado posteriormente. Efectivos militares que no com-
prendían el quechua y menos la cultura e idiosincrasia de los pobladores de la zona no eran los mas idóneos para
Ausencia total de una estrategia efectiva ganarse el apoyo de la población. Las FF.AA. aparecieron casi como una fuerza de ocupación externa y se compor-
taron en muchos casos como tal. Además, esta decisión respondía a una evaluación sobreestimada de la capaci-
del Estado en el plano social, ya con ab- dad de SL para realizar una infiltración masiva en el Ejército. Vid. TAPIA, Carlos. Ob. cit. Pág. 31. Cursivas origina-
soluto acierto lo expresa Carlos Tapia les.
cuando indica las causas de la expansión (39) A la 2ª División de Infantería, le correspondía la jefatura político-militar de la zona de emergencia que comprendía
cinco provincias del norte de Ayacucho y todo el departamento de Huancavelica.
de Sendero Luminoso “por un lado, las lla- (40) Incluso es el mismo general CENTENO quien acepta que el éxito de la lucha antisubversiva no reside en el plano
madas causas estructurales: más que la militar: “la solución no es militar porque si fuera militar yo la resuelvo en minutos. Si se tratara de matar, Ayacucho
miseria y el atraso, la exclusión y la injus- no existiría en media hora y Huancavelica tampoco (...) La solución para mí es corregir la situación que existe”,
Declaraciones del general HUAMÁN obrantes en el libro de Carlos TAPIA. Vid. TAPIA, Carlos. “Las Fuerzas Arma-
ticia (...) también lo facilitó un régimen das y Sendero Luminoso (...)”. Ob. cit. Págs. 36.
democrático que defraudó muchas espe- (41) “Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional”. Tomo III. Capítulo 2. 2003: Los actores
ranzas; capaz de manejar eficazmente la políticos e institucionales del conflicto, El gobierno del Partido Aprista Peruano.

268
CONSIDERACIONES POLÍTICO-CRIMINALES SOBRE LA LEY Nº 29009

militar, político, económico y sicosocial(42). mitigar el fenómeno de la criminalidad, Es así como recién a mediados de los
En consecuencia, si bien es cierto que en nuestro país, a posteriori trajo algu- 90, se verifica un ostensible incremento
debía existir una lucha frontal, ella debía nas consecuencias lamentables, prueba de medidas de seguridad tanto en los
ir acompañada con otras acciones com- de ello es la comisión que debió instalar- sectores públicos como privados, en esta
plementarias y que tuviesen incidencia en se para revisar los casos de aquellos que línea se constata un aumento de empre-
otros campos de la sociedad; es así como fueron sentenciados injustamente por te- sas dedicadas al rubro de seguridad y
a partir de 1989 se establecen cuatro li- rrorismo, “es decir, como producto de la resguardo; los municipios inician el pro-
neamientos que fueron primordiales para aplicación de la ley de arrepentimiento, grama de serenazgo; el patrullaje por
el inicio del éxito a favor del Estado: gue- doce de cada cien inculpados o senten- parte de la Policía Nacional se hace más
rra de inteligencia; apoyo de la población; ciados a largas condenas, incluyendo frecuente; y se promueven campañas de
una doctrina básica; y acciones en los cadena perpetua, podrían ser inocen- seguridad ciudadana con el consiguien-
campos político, sicosocial, económico y tes”(45). Amén de ello, conscientes del te incremento del sector dedicado al co-
militar(43). obrar de los mismos “arrepentidos” y para mercio de equipos e implementos de se-
corregir errores, tuvo que recurrirse –iró- guridad. Los delitos urbanos experimen-
La estrategia del gobierno fujimorista nicamente– a la figura del perdón (el in- taron un alarmante índice expansivo, así
combinó efectivamente acciones en el dulto) para excarcelar a condenados ino- por ejemplo para el año 1990 fueron
campo de la inteligencia (potenciona- centes. calculados 9,248 delitos contra la vida el
miento de la Dincote y la formación de cuerpo y la salud; 86089 delitos contra el
los GEIN) con entrenamiento a la pobla- En cuanto al fenómeno de la delincuen- patrimonio; 1045 delitos contra la liber-
ción (constitución de “frentes contrasub- cia urbana, ha sido mayormente sentido tad y 7891 delitos contra la tranquilidad
versivos”), así como una debida capaci- en nuestro país a partir de mediados de pública. En contraparte, seis años más
tación gracias al personal que había sido los 90, siendo el avance tecnológico sen- tarde el único rubro que importó una os-
adiestrado años atrás en el extranjero, en tido en esos años, de la mano con el pa- tensible disminución fueron los delitos
tácticas de combate a movimientos gue- pel de los medios, los que alimentaran la contra la tranquilidad pública, habida
rrilleros. Qué duda cabe –como ya he- sensación de inseguridad en la ciudada- cuenta de que el terrorismo había sido
mos indicado– que la acción en distintos nía(46). Es muy probable que la problemá- controlado y así también sus estragos. Así
flancos trajo consigo el debilitamiento del tica respecto a la delincuencia urbana pues, en 1996 fueron calculados 24396
fenómeno terrorista, pero tampoco pue- haya estado siempre presente en nues- delitos contra la vida el cuerpo y la salud;
de desconocerse que el discurso belige- tro país, empero la agudización del te- 110698 delitos contra el patrimonio; 9413
rante del gobierno no daba muestras de rrorismo –su llegada a las grandes ciu- delitos contra la libertad y 1215 delitos con-
intentar reforzar el sector menos favore- dades costeñas, Lima principalmente–, y tra la tranquilidad pública(47).
cido del conflicto interno, ni mucho me- la cobertura otorgada por parte de los
nos hacia esfuerzos por “separar la paja medios de comunicación hayan sido el Lamentablemente, el fenómeno criminal
del trigo”, por el contrario se acentuaba principal factor, que los estragos de la en nuestro país no ha disminuido, espe-
mas el concepto de represión. Así por criminalidad organizada, hayan sido no- cialmente en lo referido a delincuencia
ejemplo, el 16 de julio de 1992 horas pos- tados (o difundidos) recién a partir de urbana, ni aun utilizando legislación con
teriores al cobarde atentado de la calle mediados de la década pasada, vale de- –el tantas veces referido– énfasis repre-
Tarata, el presidente expresó: “(...) aque- cir, una vez controlado el fenómeno sub- sivo. Así por ejemplo, vemos que en la
llos que desangran nuestro país, que versivo. Así entonces, es de verse que la década fujimorista (1990 – 2001), la polí-
matan a nuestros hijos y que destruyen tan anhelada pacificación nacional que se tica criminal solo priorizaba aspectos pu-
aquello que no han construido, para es- pensaba se iniciaría una vez controlado nitivos de la legislación penal y se per-
clavizar al Perú, van a ser eliminados. el terrorismo nunca se cristalizó, toda vez mitió que el SIN –con las nefastas con-
Ellos y su veneno”(44). Posterior a esta que con mayor fuerza empezó a golpear secuencias que conocemos– intervenga
perorata, sobrevino el asesinato de nue- en la sociedad peruana un nuevo flagelo en asuntos policiales, naciendo así otro
ve estudiantes y un profesor de la Uni- delincuencial: la criminalidad organizada. fenómeno también criminal: la corrupción
versidad La Cantuta, de quienes cabía
la sospecha –nunca comprobada– de
haber participado en dicho atentado.
Aparecen grupos paramilitares y con una
organización jerárquica al interno, cuyas
tácticas se equiparaban a las acciones
que empleaba la subversión interna: se-
cuestros, torturas, asesinatos selectivos,
y difusión de ajusticiamiento con un claro (42) En el libro de TAPIA, Carlos. “Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas (...)” se reproducen las propias declaracio-
mensaje para el adversario. nes de Abimael Guzmán quien señalaba: “los militares tienen razón cuando plantean que para desarrollar una
guerra contrasubversiva debe darse en los cuatro campos no solo en uno, al cual han sido reducidos por nuestra
Por otro lado, un Poder Legislativo sumi- acción. En cuanto al viraje antes aludido, marca la pauta en la estrategia el Manual “Guerra no convencional.
Contrasubversión”, aprobado el 9 de agosto de 1989 y que fuera elaborado por la Dirección de Instrucción del
so, que intentó encubrir violaciones de Ejercito (DIRIN). Vid. TAPIA, Carlos. “Las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso (...)” Ob. cit. Pág. 45.
los derechos humanos bajo el cuestio- (43) Los cuatro lineamientos antes resumidos contenidos en el Manual “Guerra no convencional. Contrasubversión”: 1º
nable argumento de que eran los costos “La guerra contrasubversiva es una guerra de inteligencia en un 80% y de operaciones en un 20%”; 2º “El apoyo de
la población es necesario a ambas fuerzas; se obtiene por medio de una minoría activa. El apoyo es condicional;
que debía de pagarse en pro de la pacifi- una vez que la subversión estableció su dominio sobre la población, la minoría que le era hostil desaparece”; 3º
cación nacional. Esta gama de excesos “Los fundamentos que aseguran el desarrollo armónico de las operaciones contrasubversivas son: a) Acción inte-
gral. b) Dirección centralizada. c) Ejecución descentralizada”; y 4º “Los organismos encargados de llevar a cabo la
no solo se dieron el campo político y mi- contrasubversión deben realizar acciones tendientes a la eliminación de las contradicciones existentes en los
litar, la administración de justicia con la campos: político, sicosocial, económico y militar”. Vid. TAPIA, Carlos. “Las Fuerzas Armadas y Sendero Lumino-
so(...)” Ob. cit. Págs. 48 y sgtes.
creación de Tribunales sin Rostro y una (44) UMBERTO JARA “Secretos del túnel. Lima, Perú, 126 días de cautiverio en la Residencia del Embajador del
draconiana legislación antiterrorista tam- Japón”. Grupo Editorial Norma S.A.C. Lima, 2007. Ob. cit. Págs. 39 y sgtes.
bién estuvo acorde con el aspecto nega- (45) Carlos TAPIA, “Las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso (...)” Ob. cit. Pág. 81.
tivo de aquellos días. Así por ejemplo, la (46) En la década de los 90, los índices de delincuencia urbana –también denominada criminalidad organizada– eran
bastante elevados. Así informaba la Revista Caretas en 1998: “(...) en Lima actúan 130 bandas con poder de fuego
conocida Ley de Arrepentimiento promul- de guerra. La tasa de homicidios capitalina, a fines de los ochenta, era de 4.1 por 100 mil habitantes. En la actua-
gada en mayo de 1992, que como he- lidad es de 12.1. El terror ya no es de Sendero Luminoso. Ahora viene de la delincuencia organizada”. Revista
Caretas. Ilustración Peruana Nº 1515. “El Detonante”. Mayo 1998. Lima, Perú.
mos visto anteriormente (supra movi-
(47) Los datos consignados están referidos a delitos registrados por la Policía Nacional por clase a nivel nacional 1990-
miento “tolerancia cero”) es un instrumen- 96. El cuadro estadístico completo, así como los delitos que comprenden cada rubro pueden ser visualizados en el
to muy utilizado como estrategia para siguiente vinculo de Internet: [http://www.caretas.com.pe/1998/1515/detonante/15-2.jpg].

ACTUALID
CTUALID AD J URÍDIC
ALIDAD A
URÍDICA Nº 162 269
A CTUALIDAD DOCTRINARIA

policial. Se verifica una vez más una au- acerca del papel de los medios en las a delitos urbanos o criminalidad organi-
sencia total del Estado en los grandes distintas manifestaciones delictivas que zada. En la década de los 80, el sensa-
sectores pobres de las urbes, así como hemos expuesto. Con referencia al fenó- cionalismo se reflejó en prensa escrita, y
fuera en la década donde mayor auge meno de la sedición interna, todo parece aun cuando su poder comunicativo no era
tuvo el terrorismo, pero esta vez no solo que exponer el peligroso avance del fe- tan poderoso como de la televisión, máxi-
sería el campesinado víctima de ese ol- nómeno subversivo fue un argumento me si se tiene en cuenta que la expan-
vido, sino también los marginales citadi- que le rindió réditos al gobierno fujimo- sión de este medio se experimentó re-
nos, sumando un componente adicional: rista, en tanto que de esa forma justifica- cién a partir de mediados de la siguiente
la estigmatización. ba las reiteradas solicitudes de faculta- década. Es así como el ya citado sensa-
des –con lo que logró una indiscutible cionalismo acerca de la criminalidad or-
Con referencia a los delitos sexuales la concentración del poder(52)– para legislar ganizada también fue verificado a partir
política criminal con la que el Estado ha en temas que aseguren el éxito de una de 1985 –con las variantes también an-
enfrentado esta problemática, inexorable- estrategia contra el terrorismo; aun cuan- tes glosadas–, así, por ejemplo, ya para
mente se constata que la misma estrate- do los estudiosos sobre estos temas no 1987 Prado Saldarriaga da cuenta del rol
gia ha traído los mismos resultados, es logran un consenso(53), todo apunta a que de los mass media en la potencialización
decir, el fracaso(48). Así por ejemplo, Pra- sí existió una sobredimensión por parte del fenómeno de inseguridad ciudadana
do Saldarriaga ya para 1985 con énfasis de los medios con respecto a la proble- “(...) la prensa oral y escrita, con acen-
precisaba que en los últimos 60 años mática sediciosa. Se verifica que el go- tuadas notas de sensacionalismo, han
había una carencia de objetivos político- bierno a partir de 1992 empleó una es- difundido, con lujo de detalles, cada acon-
criminales y líneas posteriores daba trategia contrasubversiva que pasaba no tecimiento criminal; esta política informa-
cuenta del único instrumento con el que solo por exagerar o superlativizar el po- tiva de los medios de comunicación ha
el gobierno “echaba mano” para hacer der del adversario terrorista, sino también coadyuvado determinantemente, a que
frente a la delincuencia sexual, la repre- una “demonizacion”: el argumento elegi- nuestra población haya internalizado, en
sión penal. Opinaba que “estos delitos do fue que los grupos sediciosos (Sen- pocos meses, estados de angustia y alar-
han sufrido constantes modificaciones dero Luminoso y el MRTA) mantenían una ma, que no han tardado en exteriorizar-
caracterizadas, comúnmente, por una estrecha vinculación con el narcotráfico, se a través de conductas paranoides”(55).
agravación desmedida de las penas” (49). y siendo ambos expresiones delictivas
Acorde también al planteamiento esbo- violentas también perseguían un objeti- Ya para los 90 con el avance tecnológi-
zado anteriormente (Supra II. Política vo común, destruir la sociedad democrá- co, la sensación de inseguridad en la
criminal estatal), el autor en comento tica peruana.(54) Solo de esta forma el población fue vorazmente alimentada por
daba cuenta de la nula capacidad en gobierno podía fundamentar que la es- los mass media y, por otro lado, conve-
plantear una política social precisamen- trategia requería por otorgar mayores fa- nientemente fue aprovechada por el go-
te para abordar un problema social, el cultades a la Fuerzas Armadas y la Poli- bierno en pro de sus intereses; así pues
delito: “(...) el Estado para enfrentar un cía Nacional para actuar con absoluta se valieron de la manipulación a los me-
problema criminal únicamente de haber represión. Amén de ello, la argüida rela- dios de comunicación para sobredimen-
detectado la reiterada comisión de un ción y/o dependencia, de primer plano sionar a escalas máximas el fenómeno
delito y ello, por lo general, a través de parece imposible, en la medida de que el delictivo, todo ello con claros objetivos po-
los medios de comunicación social. Sin fenómeno terrorista peruano –indepen- líticos; en esta línea aparecen con fuer-
conocer los factores criminógenos, el dientemente de la ideología asumida– za los denominados “sicosociales” y las
Estado no tiene otro recurso que recu- persigue un fin político, en tanto que el “cortinas de humo”, tácticas que busca-
rrir al Derecho Penal. Por lo tanto, las objetivo que persigue el narcotráfico, es ban, en buena cuenta, desinformar a la
acciones de política social son ajenas a lucrar a través de una actividad ilícita. población de lo que realmente acontecía
toda estrategia de control o prevención en el país, y en el plano legal la única
del delito”(50). La misma situación se verifica con relación propuesta del aparato estatal, residía en
En nuestra modesta opinión, las sucesi-
vas modificatorias introducidas a la ley
penal, más bien parecen una obsesiona-
da y delirante manía de los gobiernos por
expedir normas para afrontar el fenóme-
no criminal, pero con pocos resultados;
(48) Se expone la problemática sobre delitos sexuales, tan solo a modo de referencia, toda vez que de la gama de
en consonancia Prado Saldarriaga, so- delitos que contempla la Ley Nº 29009 no acoge este ilícito penal.
bre el particular afirma “Sin embargo, rei- (49) Víctor Roberto PRADO SALDARRIAGA, “Política Criminal Peruana - Aborto, Anticonceptivos, Tráfico Ilícito de
teraba, también su fe ciega en que la Drogas, Delitos sexuales, Reforma Penal”. Cultural Cuzco S.A. Editores. Lima, 1985. Págs. 251 y sgtes.
pena, dado su ‘poder intimidatorio’, fre- (50) PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto. u.o.c.. Pág. 251.
naría los índices de criminalidad. Este (51) PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto. u.o.c.. Pág. 252.
criterio respondía, igualmente, a la ideo- (52) De esta opinión es, por ejemplo, Carlos TAPIA para quien, a partir de 1992 el gobierno de turno logró una concen-
tración de poder al interior de las Estructuras del Estado, principalmente en la composición de la cúpula militar, en
logía de la dictadura militar de aquel en- tanto que en el plano legislativo se obtuvieron facultades para legislar, “aunque empleando métodos sutiles, en
tonces (...) En líneas generales el Esta- cierta injerencia en la orientación de algunas campañas periodísticas, especialmente en la televisión”. Vid. TAPIA,
Carlos. “Las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso (...)”. Ob. cit. Pág. 71.
do no diseñaba una seria política crimi- (53) De opiniones divergentes, Carlos OVIEDO y Augusto ÁLVAREZ RODRICH. El primero de ellos incide que la amplia
nal sino que hacia eco de las demandas cobertura sensacionalista de los medios de comunicación –principalmente prensa escrita–, facilitó el avance del
de los órganos de prensa y de los de- terrorismo en nuestro país. En cuanto a la opinión de ÁLVAREZ RODRICH en su estudio preparado para el gobier-
no norteamericano: “Shining path and military path. The role of the peruvian press in light of Sendero Luminoso’s
seos de venganza de las víctimas de terrorists act’s and the military’s counterinsurgency”, este afirmó, que el efecto más pernicioso del sensacionalismo
agresiones sexuales. Era una respuesta sobre la violencia política fue insensibilizar a la opinión publica, “(...)se ha acostumbrado a leer acerca de la
violencia y no está entendiendo lo que realmente está pasando en el país”. Vid. PERALTA, Víctor. “Sendero Lumi-
político-criminal espontánea, inmediata y, noso y la Prensa, 1980 - 1994: la violencia política peruana y su representación en los medios”, CBC, Cusco, 2000.
por lo tanto, ineficaz. Recordemos que Págs. 19 y sgtes.

entre 1969 y 1974 y pese a la vigencia Ver también, para una mayor amplitud, sobre todo desde una perspectiva global el papel de los mass media respec-
to al fenómeno, SILVA SÁNCHEZ: Sobre algunas causas de la expansión del Derecho Penal en “La Expansión (...)”
de la pena de muerte la delincuencia (en especial 2.3. y 2.4.) SILVA SÁNCHEZ, Jesús-María. “La Expansión del Derecho Penal. Aspectos de la política
sexual no disminuyó sino por el contrario criminal en las sociedades postindustriales”. Ob. cit. Págs. 28-41.
(54) Ciertamente es un tema bastante discutible, así por ejemplo, en el caso del MRTA, el libro del periodista Umberto
aumentó, registrándose en 1974, 4482 JARA da cuenta que a inicios de 1989, en Tarapoto, la insania subversiva no solo contempló atentados contra
denuncias por delitos sexuales contra puestos policiales, captura de armamentos, proclamas a la población, instigación al saqueo de locales comerciales,
sino que se sumó a su accionar un mensaje con retorcido contenido moralista: el aniquilamiento de prostitutas,
4408 de 1972 y 931 de 1964”(51) drogadictos y vendedores de droga. Vid. UMBERTO JARA “Secretos del túnel (...)”. Ob. cit. Págs. 56 y sgtes.

Mención aparte, debe hacerse un análisis (55) PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto. “Notas críticas a la Política Criminal (...)”. Ob. cit. Pág. 49.

270
CONSIDERACIONES POLÍTICO-CRIMINALES SOBRE LA LEY Nº 29009

el énfasis represivo de las normas, de la Por otro lado, nuestro ordenamiento sus- Aunque en el papel “todo parece bonito”,
mano con la sobrecriminalización(56) como tantivo acoge en su artículo IX del título la realidad peruana demuestra lo contra-
solución al problema delictivo(57). preliminar, la denominada “Función pre- rio, así por ejemplo el hacinamiento de
ventiva de las penas y las medidas de las cárceles; la ausencia de programas
IV. POSIBLES ALCANCES DE LA seguridad”, y en tanto es así se consa- de readaptación social; internos sin sen-
LEY Nº 29009 gra la resocialización como prioridad del tencia; humillante presupuesto destina-
Estado, clara evidencia del nivel super- do a los penales, de la mano con una co-
Ahora bien, en el específico caso de la lativo que enmarca su configuración de munidad viviendo en la extrema pobreza
norma bajo análisis (Ley Nº 29009) la Estado Social y Democrático de Derecho donde las constantes son las apremian-
sensación que deja la sola lectura de esta con respecto a quienes –incluso– inten- tes necesidades de salud, educación,
es que el énfasis sobre el cual se preten- tan su destrucción mediante la violencia, empleo, hacen evidente pensar que es
de marcar la pauta de la propuesta será o son despiadados con la vida de sus cierto que, aunque Social y Democrático
eminentemente de corte represivo; refor- semejantes; aun con ellos el Estado no que fuera, se trata de un Estado que con-
zada esta percepción por las propuestas se permite igualar a su mismo nivel de sidera a las cárceles no como institucio-
y declaraciones de distintos actores polí- barbarie y por el contrario intenta propug- nes que promueven y facilitan la reedu-
ticos –el propio Jefe de Estado(58)– en el nar una política criminal preventiva, en cación, rehabilitación y reincorporación
transcurrir de los días. Siendo así, no oposición a una represiva(61). En efecto, de individuos, que no obstante delin-
cabe duda de que dicha propuesta (por como acertadamente lo indica Alcócer cuentes, siguen siendo personas, sino
el énfasis expresado) no resulta nada Povis, cuando marca las distancias y di- más bien como el albergue de morrallas
novedoso, habida cuenta de que ella ya ferencias entre prevención y represión, de la sociedad (...) lo que otrora deno-
ha sido ensayada hace casi 25 años por “una política criminal fundada en el cas- minara un gran penalista alemán (63),
los distintos gobiernos que se han suce- tigo sin contar con los límites que le im- como “ralea criminal” para quienes solo
dido, deviniendo sin duda una estrategia pone el Estado Social y Democrático, deja debería estar reservada la prisión perpe-
fracasada. de ser una política criminal preventiva, tua o la pena de muerte, en tanto la pena al
Por otro lado, la norma que nos ocupa, para convertirse decididamente en una ser algo más alto y más noble devenía
es relativamente confusa –por decirlo de carácter represiva”(62). en legítimo proceder con la eliminación
menos– en tanto que ya existen numero-
sas normas en relación con todos los te-
mas de preocupación y que serán mate-
ria de una propuesta por el Poder Ejecu-
tivo, así se torna complicado establecer
qué otras normas complementarían las
ya existentes, lo cual nos lleva a una sola
conclusión: el aumento de las penas. La
elevación de las penas como instrumen-
to de combate a la criminalidad es otro
“instrumento político” bastante utilizado,
el que también ha fracasado, prueba de
ello es precisamente que los años donde (56) Es de verse que esta siempre ha sido la constante –político criminalmente hablando– de los gobernantes de turno,
se estableció un mayor aumento en la véase por ejemplo, Prado Saldarriaga para quien “la política criminal en el Perú se manifiesta, preeminentemente,
en opciones legales de criminalización”. PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto. Ob. cit. Págs. 49.
penalidad por distintos delitos, son pre-
(57) Consecuencias todas estas que traen otra más y que tiene su repercusión inmediata en el aparato judicial. Así por
cisamente los años donde la crimina- ejemplo, la difusión de noticias sesgadas y de corte sensacionalista fue convenientemente utilizada para incentivar
lidad (en sus distintas formas y varian- en el público la opinión que, al ser sus tribunales de justicia blandos por la aplicación de condenas benignas, eran
inconsecuentes con la posición de la víctima y el sentir de la población, contribuyendo a crear una desconfianza y
tes) ha crecido en su accionar(59). Con- animadversión contra el aparato judicial e incentivar más la sensación de inseguridad en el ciudadano.
cordante a lo anteriormente postulado, las (58) En recientes declaraciones a la prensa el Presidente Alan García Pérez manifestó –sobre la delegación de faculta-
normas que actualmente existen contem- des– que las diferentes comisiones de estudio sobre este tema, están avocadas a procurar una lucha contra el
crimen organizado “más enérgica, más severa, más eficaz”. Declaraciones del 09/05/07 captadas por Canal N.
plan penas que bordean el quántum máxi- (59) Ver en esta línea, las citas textuales del jurista Prado Saldarriaga con respecto al análisis de la criminalidad en las
mo establecido en la legislación sustan- décadas de los años 60, 70 y 80. Vid. PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto. Ob. cit. Pág. 251 y sgtes.
tiva, con lo cual, de concretarse un au- (60) De similar postura, Carlos Rivera Paz al señalar: “(...) cabe advertir que muchas de la figuras delictivas sobre las
mento en la penalidad como lo sugiere la cuales se pretende legislar ya están sancionadas con penas de prisión perpetua y, por lo tanto, resulta imposible
elevarlas más”. RIVERA, Carlos. “La Delegación de Facultades: Más de lo mismo(...)?” en: Informando Justicia,
Ley Nº 29009, el margen propuesto sin Boletín Electrónico Semanal, Edición 140 del 26 de abril al 03 de Mayo del 2007, Consorcio Justicia Viva. Texto
duda alguna no tendría un efecto disua- completo disponible en Internet en la siguiente dirección: http://www.justiciaviva.org.pe/noticias/2007/ abril/26/
delegacion.htm
sivo, habida cuenta que ya se ha experi- (61) En efecto, empero con el establecimiento del régimen de “cadena perpetua” era evidente la colisión que importaba
mentado con la severidad de las sancio- dicha norma con el noveno artículo de la parte preambular, es por ello precisamente que el nuestro Tribunal Cons-
titucional mediante sentencia recaída en el expediente Nº 0010-2002-AI/TC estableció determinados criterios en
nes y los resultados han sido contrarios torno a dicha extrema sanción, que entre otras destacan su incompatibilidad con los fines constitucionales de la
a los esperados. pena los mismos que se encuentran establecidos en nuestra Carta Magna, inciso 22 del artículo 139, toda vez que
“a juicio del Tribunal, de las exigencias de ‘reeducación’, ‘rehabilitación’ y ‘reincorporación’ como fines del régimen
De otra parte, el Código Penal contem- penitenciario se deriva la obligación del legislador de prever una fecha de culminación de la pena, de manera tal
que permita que el penado pueda reincorporarse a la vida comunitaria” (Exp. Nº 0010-2002-AI/TC, 21/11/2002, P,
pla un promedio de 250 modificatorias, FJ. 182). Precisamente por ello, el Tribunal estimó viable la aplicación de la sanción de “cadena perpetua” solo si
que precisamente coinciden con la gama se verifican las medidas legales que admitan la reversión precisamente de su carácter de intemporal, y es allí como
producto de ello, que posteriormente se promulgó el Decreto Legislativo Nº 921, en el cual, mediante artículo 1
de delitos a que se refiere la tantas ve- reguló la revisión de la cadena perpetua: “La pena de cadena perpetua será revisada cuando el condenado haya
ces invocada Ley Nº 29009, las cuales cumplido 35 años de privación de libertad y se realizará conforme a lo dispuesto en el Código de Ejecución Penal”.
Es de entender que las antes glosadas “medidas legales” deben ser todas congruentes con el principio de resocia-
apuntan a una sola dirección: el aumen- lización mediante la pena, precisamente por ello la revisión de la cadena perpetua luego de determinado tiempo.
to en el quántum de la penalidad, cuyo (62) ALCÓCER POVIS, Eduardo. “El Derecho Penal del enemigo ¿Realización de una opción político criminal o (...)”
promedio va entre los 20 y 35 años; em- Pág. 4. [http://www.unifr.ch/derechopenal/articulos/pdf/ 03octubre06/enemigo_alcocerpovis.pdf]. En similar línea y
con énfasis lo expone el ilustre Roxin: “(...) muy claramente se pone esto de relieve en la reforma del sistema de
pero lo más saltante es que la llamada sanciones jurídico-penales y de la ejecución de la pena: resocializar no significa introducir sentencias indetermina-
“cadena perpetua” ya está contemplada das o disponer a capricho del condenado para tratamientos estatales coactivos. Más bien únicamente satisface la
reforma al mandato constitucional, si al mismo tiempo fortalece la situación jurídica del condenado con la introduc-
en las muchas figuras delictivas que aco- ción de modernos métodos de terapéutica social y se reestructura jurídicamente la especial relación de poder que
ge la norma en comento, con lo cual cabe hasta ahora ha sido poco accesible a la especulación jurídica”. Vid. ROXIN, Claus. “Política criminal y sistema del
Derecho Penal”. Ob. cit. Pág. 49.
preguntarnos ¿más allá de la prisión per- (63) En directa alusión a Karl Binding. Para mayores referencias se sugiere consultar a MUÑOZ CONDE, Francisco
petua, qué otra sanción mayor puede “Edmund Mezger y el Derecho Penal de su tiempo”. Estudios sobre el Derecho Penal en el nacionalsocialismo.
existir?(60). Editorial Tirant Lo Blanch. Valencia, 2003. Págs. 42 y sgtes.

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A CTUALIDAD DOCTRINARIA

de aquellas “personas desprovistas de el Ministerio del Interior)(68); situación esta de utilizar el proceso penal –más preci-
valor vital”. última que distorsiona totalmente el con- samente la prisión preventiva– como un
cepto que se tiene de esta figura en la medio para impedir la continuación de la
V. ALGUNAS HIPÓTESIS NOR- medida en que enerva el factor inmedia- actividad delictiva del imputado, transfor-
MATIVAS QUE PREOCUPAN tez temporal que gobierna el concepto. mando el encierro preventivo en regla ge-
Preocupa en efecto, un diseño de esta neral; frecuentemente esto sucede en vir-
De entre los diversos planteamientos que naturaleza, en tanto y en cuanto además tud de las causas impeditivas de excar-
la Ley Nº 29009 contempla, podemos de la inconstitucionalidad de una norma celación, que recepcionan criterios de
destacar entre otros, delimitar la flagran- así planteada, devendría también en una peligrosidad criminal (continuar la activi-
cia; ampliar las facultades de la Policía norma ausente de toda capacidad que dad delictiva)(...)”(69). No nos resulte ex-
Nacional en su actuación contra el cri- coadyuve a una eficiente investigación traño entonces, que en un futuro se ter-
men en ausencia del Ministerio Público; fiscal. mine equiparando a los operadores de
y finalmente –también así lo prevee la ley justicia –en su variedad de sujetos con-
que otorga facultades– regular sobre el Similar preocupación podemos expresar vergentes (fiscal, judicial y forense)–
financiamiento a organizaciones terroris- con respecto a ampliar tanto el plazo como una versión rediviva de Fray Tomás
tas. como la gama de delitos que se encon- de Torquemada por aplicar normas que
trarían sujetos a la llamada “detención reducen al imputado a mero objeto de
Con referencia a la figura de la flagran- administrativa” en sede policial (quince
cia, la norma bajo análisis considera una investigación y no sujeto procesal, habi-
días), la cual está reservada para las fi- da cuenta que, recurrir a desprestigiar la
“redefinición” para esta, ello precisamen- guras de terrorismo, tráfico ilícito de dro-
te se desprende del inciso b) Definir con imagen de la administración de justicia
gas y espionaje. Al respecto cabe preci- en el Perú, ha sido un argumento que
precisión la configuración de la flagran- sar que la inmoderada y desmedida utili-
cia en la comisión de los delitos para resulta siempre rentable para influir ne-
zación de las medidas coercitivas con- gativamente en la opinión de la población.
permitir la acción pronta y eficaz de la templadas en la legislación, no solo des-
Policía Nacional del Perú. La figura de figuran el proceso mismo, sino que ade- Ergo, de resultar ciertas las hipótesis
la flagrancia hace varios años ha sido de- más atentan contra los derechos de los normativas antes expuestas, considera-
limitada; en consecuencia si ya ha sido mismos encartados. Ya lo dijera Enrique mos que sin duda rebasarían los están-
legislada y por ende ya se encuentra de- Edwards, cuando comentando la justicia dares internacionales sobre la materia(70)
limitada ¿qué más puede hacerse res- en la Argentina, “en muchos códigos pro- y contravendrían normas de carácter su-
pecto a ella? La respuesta a esta interro- cesales del país encontramos esta forma pranacional(71).
gante –la cual ya había sido intuida– la
encontramos en las últimas declaracio-
nes a los medios de los propios integran-
tes del Ejecutivo, quienes han expresado
la necesidad de una “redefinición” del tér-
mino flagrancia(64); debe suponerse en-
tonces que se intentará volver a definir
las características o circunstancias(65) de (64) En declaraciones al diario Peru.21, el Primer Ministro, Dr. Jorge del Castillo manifestó que “(...) el concepto de
esta, por cuanto, a criterio del gobierno, flagrancia será redefinido por el Ejecutivo, apoyado en las facultades que se le otorguen (...) actualmente, en caso
de que un delincuente asesine a una persona, huya y sea hallado dos días después, este no puede ser detenido, a
ellas han cambiado. Una tradicional de- pesar de que todas las pruebas lo sindiquen como el responsable”. Estas declaraciones también pueden ser visua-
finición de flagrancia nos la ofrece Ama- lizadas en Internet en el siguiente vínculo: [http://www.peru21.com/impreso/html/2007%2D04%2D26/
imp2politica0713083.html].
do Ezaine Chávez, quien la explica como (65) Definición que el Diccionario de la lengua española hace del vocablo “redefinir”. “Redefinir: tr. Volver a definir algo
“lo que se comete en el instante actual. cuyas características o circunstancia han cambiado”. Vid. Diccionario de la lengua española – Vigésima segunda
El delito flagrante es el que se descubre edición.
en el momento de su comisión, presen- (66) EZAINE CHÁVEZ, Amado. “Diccionario de Derecho Penal”. 4ª ed. Ediciones Jurídicas Lambayecanas. Chiclayo,
1973. Pág.163.
te el autor del mismo. El delito descu- (67) CÁCERES J., Roberto E. y IPARRAGUIRRE N., Ronald D. “Código Procesal Penal comentado”. Jurista Editores
bierto así tuvo testigos”(66); una definición EIRL. Lima, 2007. Págs. 321 y sgtes.
más actual, pero no por ello en distinta (68) Para mayor amplitud en las propuestas a presentarse, ver la entrevista concedida al diario La República por el
penalista Carlos Caro Coria, presidente de la Comisión Especial del Ministerio de Justicia (24/04/07). Disponible
perspectiva, nos la ofrecen los juristas también en Internet en el siguiente vinculo: [http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/
Cáceres e Iparraguire, para quienes “(...) task,view/id,154207/Itemid,0/].
la flagrancia en estricto, está referido al (69) ENRIQUE EDWARDS, Carlos. “Garantías constitucionales en materia penal”, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1996.
Págs. 43. Sobre el término que el autor argentino utilizara “peligrosidad criminal”, nótese la concomitancia con la
sujeto detenido en el momento mismo de respuesta que el presidente de la Comisión Especial del Ministerio de Justicia, Carlos CARO CORIA ofrece respec-
estar ejecutando o consumando la con- to a los aspectos mas saltantes del proyecto de ley del Ejecutivo: “(...) se aplicarán los procedimientos más rígidos
y la ejecución penal será mucho más drástica, porque son sujetos peligrosos. Esa peligrosidad se va a ver reflejada
ducta delictiva (...) la flagrancia permite en el proceso”. Vid. Entrevista.
realizar la detención de una persona por (70) Al respecto cabe precisar que, en 1996 en México se dio una situación análoga a la que hoy agobia a nuestro país,
haber sido sorprendida en el momento y la respuesta del gobierno apuntó en la misma dirección a la que ahora comentamos, en tanto que se pretendió
ampliar los alcances temporales de la flagrancia; ello motivó que el Comité de Derechos Humanos de las Naciones
del acto delictivo, o como comúnmente Unidas en su cuarto informe periódico sobre México (CCPR/C/123/Add.1) –Observaciones del Comité de Derechos
se dice ‘con las manos en la masa’, si no Humanos: México. 27/07/99. CCPR/C/79/Add.109. (Concluding Observations/Comments)– indicara que la amplia-
ción del concepto de flagrancia, responsable de aumentar las circunstancias las cuales se pueden efectuar arrestos
se dan ninguna de estas dos hipótesis, sin orden judicial, “implica una amenaza seria a la seguridad de las personas”. Así precisamente se desprende del
la detención es manifiestamente arbitra- considerando 10, el mismo que textualmente preceptuó: El Comité ha tomado nota del efecto combinado que
resulta de aplicar la ley de 1995 para establecer la coordinación de los sistemas nacionales de seguridad pública y
ria”(67). de la ley sobre delincuencia organizada de 1996, así como de la ampliación del concepto de “flagrancia”, que
extiende las circunstancias en las cuales se pueden efectuar arrestos sin orden de funcionario judicial competente.
Establecida claramente la noción que Esto implica una amenaza seria a la seguridad de las personas. El Comité también ha tomado nota de que en los
para la doctrina tiene la figura de la fla- casos de detención por “Delito flagrante” y en casos urgentes, los detenidos son puestos a disposición del ministe-
rio público, quien los puede mantener detenidos durante 48 horas y, en circunstancias especiales, hasta 96 horas
grancia, y estando a que prima el factor antes de pasar a disposición judicial. El Comité deplora que los detenidos no tengan acceso a un abogado antes del
de temporalidad, podemos colegir que momento en que deben prestar su declaración formal frente al ministerio público y que la situación en lo que
respecta al acceso de los miembros de la familia no haya sido clarificada durante el examen del informe de México.
definitivamente supone muy peligroso (71) En ese sentido, la legislación supranacional no solo consagra la libertad corporal, sino que además preceptúa que
intentar otorgarle a este término una du- en caso de limitación ella deberá efectuarse con arreglo a las normas que establece el propio derecho interno. De
ración, digamos un tanto indeterminada. esta forma, en tanto que si bien la Constitución Política como los Tratados Internacionales justifican la restricción de
la libertad como forma de cautela, la legislación supranacional sobre Derechos Humanos trasciende a establecer
Aparentemente se pretende considerar un verdadero sistema de garantías para con la persona que fuera detenida. Así tenemos, el Pacto de San José de
como flagrancia desde el momento inme- Costa Rica preceptúa en su artículo 7, apartado 2, que “nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las
causas y en las condiciones fijadas de antemano por las constituciones políticas de los Estados partes o por las
diatamente posterior, hasta 20 días des- leyes dictadas conforme a ellas”. Igualmente, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del cual el Perú
pués de cometido el hecho delictivo (en también es signatario, señala en su articulo 9, apartado 1, que “nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las
causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en esta”. Nótese el término: “condiciones fijadas
ese sentido va la propuesta planteada por de antemano”, resaltado nuestro.

272
CONSIDERACIONES POLÍTICO-CRIMINALES SOBRE LA LEY Nº 29009

Asimismo, la Ley Nº 29009 parecería que esclarecimiento del proceso, pues como va a plantear los grandes objetivos de
apunta a una tendencia de proveer de podrá advertirse del inciso 3 del citado todo el sistema y cada uno de los subsis-
mayores prerrogativas a la Policía Nacio- artículo: “Cuando la Policía o el Ministe- temas debe ser coherente con la repre-
nal en el combate de la criminalidad. Así rio Público, siempre que no se requiera sión de esos objetivos”(75).
textualmente considera el inciso h) Le- previamente resolución judicial, ante su-
gislar para tipificar con precisión sobre puestos de urgencia o peligro por la de- VI. CONCLUSIONES
las modalidades de colaboración y parti- mora y con estrictos fines de averigua-
cipación del personal de la Policía Na- ción, restrinja derechos fundamentales de No podemos dejar de expresar una gran
cional del Perú en la comisión de los de- las personas, corresponde al fiscal soli- expectativa con respecto a los alcances
litos graves referidos a la presente ley y citar inmediatamente la confirmación ju- que comprenderán los diferentes proyec-
establecer penas proporcionales a la gra- dicial(...)”; Al respecto (...) de un lado, la tos legislativos que serán presentados
vedad de la conducta y el agravante por Policía Nacional va a poder actuar por por parte del Poder Ejecutivo sobre ma-
la calidad del agente delictivo. Ante esta propia iniciativa en la investigación de los teria criminal; empero ello también –y no
hipótesis normativa, cabe la posibilidad delitos e inclusive podrá realizar algunas podemos negarlo– albergamos una cier-
de entenderla, como el otorgamiento de diligencias de “urgencia” antes de comu- ta dosis de temor por un posible énfasis
un mayor poder al aparato policíaco en nicar el hecho al fiscal de la investiga- represivo que puedan contener, y aun
actuaciones que no cuenten con la pre- ción preparatoria(74). cuando hayan algunos eximios cultores
sencia del fiscal. de la ciencia penal que puedan objetar-
Siendo así, podremos señalar que por un nos, bajo la premisa que “el miedo no es
Así las cosas y expuestos estos ejem- lado tenemos una legislación que otorga una categoría científica”, nosotros con
plos, solo se puede reiterar la extrañeza mayores prerrogativas a la Policía Nacio- absoluto respeto diremos que, cuando de
y preocupación antes anotada, toda vez nal para poder actuar por propia iniciati- la vida, la libertad y la dignidad de las
que estas son normas que están presen- va (...), por otro lado tenemos un Código personas se trata, a veces sirven más
tes en nuestra legislación hace ya mu- Procesal Penal que lleva a la confusión sinceros sentimientos humanos que elu-
chos años(72). En consecuencia llama la por cuanto ciertos artículos parecieran cubradas fórmulas dogmáticas.
atención el poco conocimiento que se tie- colisionar con los pretendidos principios
ne en esta materia. Por ejemplo, en el garantistas en los que se encuentra ins- De otra parte, se debe tener sumo cuida-
caso de la Policía Nacional, esta institu- pirado; y finalmente contamos con una do con configurar en la legislación penal
ción tiene potestad para prevenir, dete- norma –Ley Nº 29009– que de su sola peruana –en todo o en parte– un claro y
ner, incautar y proteger pruebas, recabar lectura hace prever que se le dotará de evidente Derecho Penal del enemigo. Ya
declaraciones, etc., situaciones todas mayores atribuciones a la Policía Nacio- ocurrió una vez(76) y nadie garantiza que
estas donde la presencia del fiscal no es nal para combatir la criminalidad que no no vuelva a ocurrir, siendo el destino de
una exigencia, así precisamente lo esti- irá de la mano con la actuación del Mi- esta la inconstitucionalidad de la norma,
pula la Ley Nº 27934: Ley que Regula la nisterio Público. Todo ello no significa más toda vez que la existencia de dos Dere-
Intervención de la Policía y el Ministerio que, en la lucha contra la criminalidad, el chos penales, uno para ciudadanos y otro
Público en la Investigación Preliminar del gobierno no duda siempre en ofrecer un para enemigos, no es admisible dentro
Delito (12/02/03). “doble discurso”, pero de allí a que lo pro- de un Estado Constitucional Democráti-
puesto logre los resultados óptimos que co(77).
La preocupación expresada se encuen- se esperan, habría que ser demasiado
tra fundamentada, máxime si se tiene en Ya la historia nos ha demostrado que los
optimista para creer que así será. Con hombres de leyes han jugado un papel
cuenta que en el nuevo Código Procesal una legislación que contiene distintas cardinal en el destino de la humanidad,
Penal el Ministerio Fiscal se erige como normas que se contradicen poco podrá sino hagamos un recuento por aquellos
el único Director de la Investigación(73). lograrse; ya lo dijera el maestro Alberto momentos nada gratos de la historia
Igualmente, este cuerpo legal delimita las Binder: “(...) dicho en palabra más senci- mundial y remontémonos a la Alemania
facultades y atribuciones de la Policía lla: no se puede tener un Código Penal de los años 1933 a 1945, preguntémo-
Nacional en el combate contra la crimi- que responda a una orientación, un Có- nos a quiénes Hitler más odió y quiénes
nalidad y la constituye como un órgano digo Procesal Penal que responda a otra fueron los más útiles para sus demen-
de apoyo y colaboración del Ministerio y una ley penitenciaria que responda a ciales propósitos, la respuesta será una
Público, empero claro está con determi- una tercera. La política criminal es la que sola: los juristas.
nados artículos, los cuales a decir lo
menos, llaman a la confusión, en tanto
pareciera conferir al aparato policial,
mayores facultades a las que el Código
de 1940 le otorgara. En esta línea de ex-
trañezas motivada por excesivas facul-
tades, el Código Procesal Penal en sus
artículos 67 y 68 prevee que los apara-
tos policiales podrán actuar por propia
iniciativa, dando cuenta claro está al fis-
cal, pero no por ello se ven impedidos de
realizar las denominadas “diligencias de
urgencia” tendientes a impedir las con-
secuencias que acarrean los delitos; in-
(72) De la mano, claro está, de utilizar las situaciones expuestas para lograr réditos políticos.
dividualizar a los autores y partícipes; o
(73) Así lo precisa César A. Alva Florián, quien en un resumido –pero no por ello, menos importante– artículo, da cuenta
reunir y asegurar los elementos de prue- que forman parte del nuevo Código Procesal Penal algunas serias afectaciones al debido proceso, principalmente
ba. aquellas que le son conferidas a la Policía en los llamados “Actos iniciales de investigación”. Vid. ALVA FLORIÁN,
César A. “La Policía Nacional en los actos iniciales de investigación en el Nuevo Código Procesal Penal”, en
De similar opinión Alva Florián cuando al Hechos & Derechos. Suplemento Mensual de Editora Normas Legales S.A.C. Año 3 / Nº 24 / Setiembre 2004. Págs.
4 – 5.
analizar el artículo 203 del Código Pro- (74) ALVA FLORIÁN, César A. u.o.c.. Pág. 5.
cesal Penal señala que “no solo legitima, (75) BINDER, Alberto. “Introducción al Derecho Procesal Penal”. 2ª ed., Buenos Aires, 1999, Pág. 27.
sino además avala la posibilidad de res- (76) Acción de Inconstitucionalidad promovida contra los Decretos Leyes N(o)(s) 25475, 25659, 25708 y 25880 (Exp.
tringir derechos fundamentales, en los Nº 0010-2002-AI/TC, 21/11/2002)
actos iniciales de investigación cuando (77) Incidencia de la dignidad dentro de la política de persecución criminal del Estado, (Exp. Nº 0003-2005-AI/TC, 09/08/
2006, P, FJ. 16). En dicho fundamento el Tribunal Constitucional establece la posibilidad de que, el denominado
resulte indispensable para los fines de Derecho Penal del enemigo exista dentro de un Estado Constitucional Democrático.

ACTUALID
CTUALID AD J URÍDIC
ALIDAD A
URÍDICA Nº 162 273

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