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Introducción a la Filosofía Moral- Rachels.

1. ¿Qué es la moral?
La filosofía moral es el intento de alcanzar un entendimiento sistemático de la
naturaleza de la moral y de lo que exige de nosotros. A lo largo de este capítulo, el
autor intentará describir la “concepción mínima” de la moral.
Primer ejemplo: La bebé Theresa.
La bebé Theresa fue una niña que nació en el año 92 en Florida. Theresa nació
anencefálica, es decir, le faltaban “partes” a su sistema nervioso por lo que su
destino era la muerte prematura.
Sabiendo que su hija no podría vivir mucho tiempo, sus padres ofrecieron
voluntariamente los órganos de Theresa para trasplante; sin embargo, los órganos
no fueron tomados porque las leyes de Florida no permiten quitarlos hasta que el
donante esté muerto. Cuando Theresa murió, nueve días después, ya era
demasiado tarde para los otros niños, puesto que sus órganos ya se habían
deteriorado.
¿Habría sido correcto quitarle los órganos, causándole la muerte inmediata, para
ayudar a los otros niños?
a) Argumento de los beneficios, cuyo racionamiento es el siguiente: como
Theresa pronto iba a morir de cualquier manera, sus órganos no le iban a
servir de nada. Los otros niños, en cambio podían beneficiarse.
En este caso, podríamos cuestionar la aseveración de que no se haría daño
a Theresa. Después de todo, ella iba a morir y eso es malo para ella. No
obstante, parece claro que, dadas las trágicas circunstancias, los padres
tenían razón: estar viva no significaba ningún bien para ella. Por lo tanto, la
mera existencia biológica no tiene valor.
b) Argumento de que no deberíamos usar a las personas como medios,
basado en dos argumentos.
El primero descansa en la idea de que es incorrecto usar a las personas
como medios para fines de otros. “Usar a la gente” típicamente significa
vulnerar su autonomía. Esto explica por qué “usar a la gente” es incorrecto.
Por un lado, “usar a la gente”, utilizando sus órganos en beneficio de
alguien más es algo que llevamos a cabo siempre que se hace un
trasplante. Por otro lado, Theresa no es un ser autónomo en cuanto no
tiene deseos y es incapaz de tomar decisiones por sí misma.
El segundo lineamiento apela a las preferencias de la persona misma.
Consiste en preguntarse: si pudiera decirnos qué quiere, ¿qué diría?; no
obstante, Theresa no tiene preferencias de nada y nunca las tendrá.
c) Argumento sobre lo incorrecto de matar: el cual se basa en la premisa de
que no debemos matara una persona para salvar a otra. Sin embargo,
pocos creen que matar siempre es incorrecto: a veces hay excepciones
justificadas. La pregunta es, entonces, si tomar los órganos de Theresa
debería verse como esta excepción a la regla. Hay muchas razones a favor
y la principal sería que de todos modos va a morir pronto. Quizá la mejor
manera de entender toda la situación sería considerar que Theresa ya está
muerta. Los anencefálicos no cumplen con los requisitos técnicos para la
muerte cerebral, pero tal vez debería reformularse la definición para
incluirlos. Si se reformulara la definición llegaríamos a acostumbrarnos a la
idea de que estas desafortunadas criaturas nacieron muertas, y así no
consideraríamos que tomar sus órganos fuera matarlas.
Segundo ejemplo: Jodie y Mary.
En agosto del año 2000, una joven de Gozo descubrió que estaba embarazada de
gemelos siameses. A sabiendas de que los servicios médicos de Gozo eran
inadecuados, ella y su esposo fueron a un hospital en Manchester. Las niñas
estaban unidas por la parte inferior del abdomen: sus columnas vertebrales
estaban unidas, tenían un solo corazón y un par de pulmones para las dos.
Los médicos opinaron que, sin su intervención, morirían en un lapso de seis
meses. La única esperanza era una operación para separarlas; esto salvaría a
Jodie, pero Mary moriría inmediatamente.
Los padres, católicos devotos, negaron el permiso para la operación alegando que
esto apresuraría la muerte de Mary. El hospital, sin embargo, pidió autorización a
los tribunales para separarlas a pesar de los deseos de los padres. El permiso se
concedió: Jodie vivió y Mary murió.
En este caso: a quién le correspondía decidir y cuál era la decisión correcta
(moralmente)
a) Argumento de que debemos salvar a tantos como podamos. Es el
argumento obvio para separar a las siamesas.
b) Argumento de la santidad de la vida humana. La idea de que toda vida
humana es invaluable está en el núcleo de la tradición moral occidental. La
prohibición de matar seres humanos inocentes es absoluta. No importa si
matar sirve a un buen propósito.
Los tribunales negaron que el principio tradicional aplicara en este caso. El
presidente del tribunal supremo de Gran Bretaña dijo que al realizar la
operación a Mary no se le mataría: ella simplemente sería separada de su
hermana y entonces iba a morir inintencionadamente porque su propio
cuerpo no podría mantener su vida.
Sin embargo, también se puede objetar que no siempre es incorrecto matar
seres humanos inocentes. Esto puede darse en tres casos: si el ser
humano inocente no tiene futuro porque va a morir pronto, pase lo que
pase; el ser humano inocente no tiene deseos de seguir viviendo; y matar a
un ser inocente salvaría la vida de otros, que pueden llevar vidas completas
y buenas.
Tercer ejemplo: Tracy Latimer
Tracy Latimer, una niña de 12 años víctima de parálisis cerebral, fue
asesinada por su padre en 1993. Ella vivía con su familia en una granja en
Canadá.
Un domingo, cuando su esposa e hijos fueron a la iglesia, Robert Latimer
queda a solas con Tracy y la encierra en su camioneta, para luego conectar
una manguera al tubo de escape y asfixiara hasta la muerte.
Robert Latimer fue enjuiciado por asesinato, pero el juez y el jurado no
quisieron tratarlo con severidad. Sin embargo, la Suprema Corte de Canadá
intervino y determinó que debía imponerse una sentencia obligatoria de 25
años en cárcel.
¿Hizo algo incorrecto? Un argumento en contra de Latimer es que la vida
de Tracy era moralmente valiosa y que él no tenía derecho a matarla. En su
defensa podría decirse que el estado de Tracy era tan desastroso que no
tenía perspectivas de vida.
a) Argumento sobre lo incorrecto de discriminar discapacitados: la
discriminación contra cualquier grupo es, por supuesto, una cuestión
grave. Es objetable porque consiste en tratar a algunas personas de
modo diferente de otras cuando no hay diferencias pertinentes que lo
justifiquen.
No obstante, hay algunas circunstancias en las que puede justificarse
tratar al discapacitado de modo diferente (discriminación positiva o
imparcial)
b) Argumento de la pendiente resbaladiza: Cuando la Corte Suprema
apoyó la sentencia, se dijo que, de no haber sido así, se habría
provocado un efecto de pendiente resbaladiza que equivale a abrirle las
puertas a otros para decidir quién debe vivir y quien debe morir.
Cuando se desconoce el futuro, empero, puede ser difícil determinar si
tal argumento es válido: los desacuerdos acerca de los méritos del
argumento pueden depender simplemente de las predisposiciones de
los diversos bandos.
¿Qué podemos aprender de todo esto acerca de la naturaleza de la moral?
Primero: que los juicios morales deben apoyarse en buenas razones y, segundo,
que la moral requiere la consideración imparcial de los intereses de cada quien.
El razonamiento moral.
Los casos expuestos pueden despertar sentimientos intensos. Sin embargo y por
desgracia, no podemos apoyarnos en sentimientos pues pueden ser irracionales y,
cuando la fuente son diversas personas, suelen decirles cosas opuestas (distintas
posiciones respecto al mismo tema)
Así pues, debemos intentar que nuestros sentimientos se guíen lo más posible por
los argumentos que puedan darse en favor de las opiniones encontradas. La moral
es cuestión de consultar a la razón.
Por supuesto, así como hay buenos argumentos los hay malos.
Lo primero es tener una visión clara de los hechos. Una causa de dificultad es que
los “hechos” muchas veces son difíciles de precisar. Otro problema son los
prejuicios. A menudo vamos a querer creer alguna versión de los hechos porque
apoya nuestros prejuicios. Los hechos existen independientemente de nuestros
deseos y el pensamiento moral responsable empieza cuando tratamos de ver las
cosas como son.
Después de establecer los hechos lo mejor posible, entran en acción los principios
morales. La mayor parte de los argumentos morales consisten en aplicar principios
a hechos en casos particulares.
Requisito de imparcialidad.
Los intereses de todos son igualmente importantes; desde un punto de vista
moral, no hay personas privilegiadas. Al mismo tiempo, excluye cualquier
esquema que trate a los miembros de grupos particulares como moralmente
inferiores.
Este requisito está estrechamente ligado a la idea de que los juicios morales
deben estar apoyados en buenas razones. En el fondo, entonces, el requisito de
imparcialidad no es más que una prohibición contra la arbitrariedad al tratar a la
gente; es una regla que nos prohíbe tratar a una persona de modo diferente de
otra cuando no hay una buena razón para hacerlo.
La concepción mínima.
La morales, como mínimo, el esfuerzo de guiar nuestra conducta por razones, al
tiempo que damos igual peso a los intereses de cada persona que será afectada
por lo que hagamos.
Un agente moral responsable es alguien que se preocupa imparcialmente por los
intereses de cada uno de quienes se verán afectador por lo que hace.
2. El desafío del Relativismo cultural.
Tema recurrente en la literatura de ciencias sociales: culturas diferentes tienen
códigos morales diferentes. Lo que es correcto dentro de un grupo puede ser
completamente detestable para los miembros del otro y viceversa.
Para muchos pensadores, esta observación ha parecido ser la clave para
entender la moral.
El relativo cultural nos dice que no existen verdades universales en ética, solo
hay los diversos códigos culturales. Además, nuestro propio código no tiene
una categoría especial. Es importante separar los distintos elementos de la
teoría porque, al analizarlos, algunas partes resultan ser correctas, otras
parecen erróneas.
Afirmaciones de relativistas culturales.
a) Diferentes sociedades tienen diferentes códigos morales.
b) El código moral de una sociedad determina lo que es correcto dentro de
esa sociedad.
c) No hay un criterio objetivo que se pueda emplear para juzgar el código de
una sociedad.
d) El código moral de nuestra propia sociedad no tiene una categoría especial.
e) No hay una “verdad universal” en ética.
f) Debemos adoptar una actitud de tolerancia hacia las prácticas de otras
culturas.
Estas seis proposiciones son independientes unas de otras, algunas de ellas
podrían ser falsas incluso si las otras fueran verdaderas.
El relativismo cultural es una teoría acerca de la naturaleza de la moral.
Forma de argumentación.
Consiste en argumentar a partir de las diferencias entre perspectivas culturales, y
llegar una conclusión acerca del estatus moral. Sigue el siguiente razonamiento:
1. Culturas diferentes tienen códigos morales diferentes.
2. Por tanto, no hay una verdad objetiva en moral. Lo correcto y lo incorrecto
son solo cuestiones de opinión, y las opiniones varían de una cultura a otra.
Podemos llamar a esto el argumento de las diferencias culturales.
¿Es sólido? No. El problema es que la conclusión no se sigue de la premisa; es
decir, incluso si la premisa es verdadera, la conclusión todavía podría ser falsa. El
error fundamental es que trata de sacar una conclusión sustantiva acerca de un
tema del mero hecho de que hay un desacuerdo acerca de él.
Consecuencias del relativismo cultural.
1. Ya no podríamos decir que las costumbres de otras sociedades son
moralmente inferiores a las nuestras.
Tendríamos que dejar de condenar otras sociedades tan solo porque son
diferentes. Se nos impediría, empero, criticar otras prácticas menos
benévolas. Los relativistas culturales nos impedirían decir que alguna de
estas prácticas es incorrecta.
2. Solo podríamos decidir si las acciones son correctas o incorrectas
consultando los criterios de nuestra sociedad.
Preguntar si la acción está de acuerdo con el código de nuestra propia
sociedad. El relativismo cultural no solo nos prohíbe criticar los códigos de
otras sociedades; también nos impide criticar nuestro propio código.
3. Se cuestiona la idea de progreso moral.
Habitualmente pensamos que por lo menos algunos cambios sociales son
para mejorar. Consideramos esto como progreso.
Pero si el relativismo cultural tiene razón, ¿podemos legítimamente
considerar esto como progreso? El relativismo cultural diría que es un error
juzgarlas con los criterios de otra época.
Reforma social: dentro de las limitaciones impuestas por el relativismo
cultural, hay una manera de hacer esto. Si una sociedad no está viviendo a
la altura de sus propios ideales, se puede ver al reformador como alguien
que actúa buscando lo mejor; los ideales de la sociedad son el criterio con
el que juzgamos como valiosas propuestas.
Diferencias entre culturas.
El ímpetu original viene de la observación de que las culturas difieren
marcadamente en sus concepciones de lo que es correcto o incorrecto. Pero,
¿Cuánto difieren?
Las culturas no difieren tanto como parece. Muchos factores se combinan para
producir las costumbres de una sociedad. Los valores, las creencias religiosas o
fácticas de sus miembros y las circunstancias físicas en que deben vivir.
Todos los grupos culturales deben proteger a sus niños. Si una sociedad que no
cuida a sus jóvenes, estos no sobrevivirán y los miembros más viejos del grupo no
serán reemplazados. Después de un tiempo, el grupo se extinguiría.
Un razonamiento similar nos muestra que otros valores deben ser más o menos
universales.
Si una sociedad no le atribuyera ningún valor a decir la verdad, la comunicación
sería extremadamente difícil, si no imposible. Por lo tanto, la sociedad vendría a
ser también una imposibilidad.
Una sociedad en que no se penalice el asesinato sería una en que nadie estaría
seguro. Esto daría como resultado unos individuos que trataran de ser
autosuficientes como pudiera. Una sociedad grande se vendría abajo. La gente
podría asociarse en pequeños grupos, pero esto implica que se formarían
pequeñas sociedades que reconocerían una regla contra el asesinato.
De esto se concluye: hay algunas reglas morales que todas las sociedades deben
tener en común, porque esas reglas son necesarias para que la sociedad exista.
Fauziya es una adolescente de 16 que escapó de Togo y llegó al aeropuerto de
Newark pidiendo asilo (1996). Escapaba de la excisión a la que había sido
condenada después de que su padre muriera.
¿Existe algún criterio culturalmente neutral de lo que es correcto e incorrecto?
La excisión no tiene beneficios sociales aparentes. No obstante, se dan muchas
razones en su defensa: menos probabilidades de ser promiscuas, menos infieles a
sus maridos, estarían más atentas a las necesidades de sus maridos y sus hijos.
También sus maridos disfrutan más del sexo con esposas que han sido excisadas,
y que es algo que se ha hecho desde la antigüedad.
Éste es un criterio que razonablemente podría emplearse al pensar sobre
cualquier práctica social: podemos preguntar si la práctica promueve o impide el
bienestar de las personas cuyas vidas se ven afectadas por ella.
¿Por qué, a pesar de todo esto, gente sensata puede sentirse reacia a criticar
otras culturas? Hay tres razones:
a) Nerviosismo acerca de interferir en las costumbres sociales de otros
pueblos, debido a la nefasta historia de destrucción de culturas aborígenes
en nombre del cristianismo y la ilustración. Sin embargo, debemos notar
que hay una diferencia entre juzgar deficiente una práctica cultural y pensar
que deberíamos anunciar el hecho, dirigir una campaña, aplicar presión
diplomática o mandar al ejército.
b) La gente también siente que debe ser tolerante respecto a otras culturas.
Pero no hay nada en la naturaleza de la tolerancia que exija decir que todas
las creencias y todas las prácticas sociales son igualmente admirables.
c) Porque no quiere expresar desprecio hacia la sociedad que critica.
¿Por qué es una teoría atractiva?
Primero, el relativismo cultural nos previene, con razón, del peligro de suponer que
todas nuestras preferencias están basadas en algún criterio racional absoluto.
Muchas de nuestras prácticas son características de nuestra sociedad.
El relativismo cultural empieza con la valiosa intuición de que muchas de nuestras
prácticas son como esta: solo productos culturales. Pero luego se equivoca al
inferir que, como algunas prácticas son así, todas deben serlo.
La segunda lección tiene que ver con mantener una actitud abierta
La teoría del relativismo cultural es atractiva en tanto está basada en una idea
genuina: la de que muchas de las prácticas y actitudes que nos parecen tan
naturales son realmente solo productos culturales.

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