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PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO

Parte 2

Daniel Yacolca Estares


Profesor
Equilibrio fiscal y legitimidad

Actividad financiera del Estado


(Ingresos – Gastos)

DERECHO FINANCIERO

DERECHO DERECHO
TRIBUTARIO PRESUPUESTARIO
(INGRESOS) (GASTOS)

Aquella parte del Derecho Financiero que


regula y disciplina los tributos
Principio

RAE
Gral. Axioma que plasma una determinada valoración de
justicia constituida por doctrina o aforismos que gozan de
general y constante aceptación.
Del lat. principium.
1. m. Primer instante del ser de algo.
2. m. Punto que se considera como primero en una
extensión o en una cosa.
3. m. Base, origen, razón fundamental sobre la cual se
procede discurriendo en cualquier materia.
4. m. Causa, origen de algo.
Principios tributarios y deber de
contribuir
Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos
de acuerdo con su capacidad económica mediante un
sistema tributario justo inspirado en los principios de
igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá
alcance confiscatorio.
En los tres apartados de este fundamental precepto se
condensan los principios o criterios materiales sobre el
reparto de la carga tributaria (principios de capacidad
económica, de generalidad, de igualdad, de progresividad,
de no confiscación), junto a los principios de justicia material
del gasto público y, finalmente, la norma básica sobre la
producción normativa en materia tributaria (principio de
legalidad tributaria). Cualquier violación de tales principios
podrá motivar la interposición de un recurso o cuestión de
inconstitucionalidad
(Pérez, 2016, pp. 63- 64)
Principios tributarios

Definición: Son conceptos Orientan al legislador en la


de naturaleza axiológica, creación de normas tributarias
orientadores de la conducta
humana, cuya existencia es Orientan a la Administración
anterior a la norma positiva, Tributaria en la absolución de
los cuales sirven para su los casos concretos.
creación, aplicación e
interpretación Sirven de garantía a los
contribuyentes
Principio de seguridad jurídica

“La seguridad jurídica, por la cual se entiende la suma de la


irretroactividad y de la interdicción de la arbitrariedad, puede
decirse como lo señala la jurisprudencia española que cobra
una triple dimensión:
1. Como conocimiento y certeza del derecho positivo.
2. Como confianza de los ciudadanos en las instituciones
públicas y en el orden jurídico en general, en cuanto
garantes de la paz social.
Principio de seguridad jurídica

3. Como previsibilidad de los efectos que se derivan de la


aplicación de las normas y de las propias acciones o de las
conductas de terceros.” (Insignares, 2003, pp. 49 - 50)
“Es así, como para el Tribunal Constitucional español la
seguridad jurídica es suma de certeza y legalidad, jerarquía
y publicidad normativa, irretroactividad de lo no favorable e
interdicción de la arbitrariedad.” (Insignares, 2003, p. 50)
Principio de justicia financiera

“El principio de justicia financiera se convierte en el corolario


fundamental sobre el cual se conciben los principales
instrumentos de política fiscal tanto en la vertiente de
ingresos como de gastos.” (Insignares, 2003, p. 64)
Principio de igualdad

“La igualdad tributaria va íntimamente ligada a los conceptos


de capacidad económica y progresividad. Es así, como el
principio de capacidad económica aparece en esta
perspectiva en el orden de que a dos situaciones idénticas
es menester otorgar el mismo tratamiento tributario.”
(Insignares, 2003, p. 58)
“Es pertinente señalar que la igualdad tributaria se
materializa cuando la utilización del sistema tributario se
concibe como un instrumento para obtener los objetivos de
política económica y social y cuando se respeta el corolario
de justicia financiera.” (Insignares, 2003, p. 60)
Principio de igualdad

El principio de igualdad constituye un valor, no sólo del


sistema tributario, sino del conjunto del ordenamiento. La CE
lo proclama en su artículo 1, junto a la libertad, la justicia y el
pluralismo político, desarrollándolo posteriormente en varias
direcciones: no solamente la igualdad formal ante la Ley (art.
14 CE), sino también la igualdad sustancial y el deber de los
poderes públicos de promover las condiciones para hacerla
efectiva, junto con la libertad (art. 9 CE).
El principio de igualdad se opone a la discriminación en el
tratamiento de situaciones que pueden considerarse iguales.
Lo cual no impide que la ley establezca un trato desigual que
se funde en criterios objetivos y suficientemente razonables.

(Pérez, 2016, p. 67 y 68)


Principio de generalidad

“La generalidad, como principio de ordenación de los tributos


[...] no significa que cada figura impositiva haya de afectar a
todos los ciudadanos. Tal generalidad, característica también
del concepto de ley, es compatible con la regulación de un
sector o de grupos compuestos de personas en idéntica
situación. Sus notas son la abstracción y la impersonalidad:
su opuesto, la alusión intuito personae, la acepción de
personas. La generalidad, pues, se encuentra más cerca del
principio de igualdad y rechaza en consecuencia cualquier
discriminación”. (Insignares, 2003, p. 53)
Principio de generalidad

La vigencia del principio de generalidad no significa que no


puedan existir exenciones o beneficios fiscales. Lo que no es
admisible, de acuerdo con esta regla de la generalidad, es el
establecimiento de exenciones (u otro tipo de medidas)
“intuitu personae” En este sentido, ha dicho el TS que son
notas del principio de generalidad la abstracción y la
impersonalidad: su opuesto, la alusión “intuitu personae”, la
acepción de personas.

(Pérez, 2016, p. 71)


Principio de capacidad económica

“El principio de capacidad económica no integra o da


contenido a un principio autónomo, sino que es la base
común o el presupuesto lógico o conceptual necesario sobre
el que se han de apoyar todos los principios de justicia fiscal
propiamente dichos: el de progresividad, el de igualdad y el
de no confiscatoriedad impositivas, que a su vez articulan un
sistema fiscal justo.” (Insignares, 2003, p. 56)
“El principio de capacidad económica constituye el
fundamento esencial del tributo y su acatamiento es
garantizado con el respeto de los demás principios
consagrados a nivel constitucional para el diseño del sistema
tributario tanto en el punto de vista material como formal.”
(Insignares, 2003, p. 64)
Principio de capacidad económica

El principio de capacidad económica, de amplia tradición en el


ordenamiento constitucional (el nuestro y los restantes del
Derecho comparado, desde los orígenes de la época
constitucional) y al que podemos considerar como la regla básica
en el reparto o distribución de la carga tributaria.
Que configura a la tributación según la capacidad económica
como un objetivo al cual sirven de manera instrumental los
restantes principios o criterios de justicia del sistema tributario,
hasta el punto de que podría afirmarse que estos otros criterios o
reglas constituyen otras tantas derivaciones del principio
fundamental de la contribución según la capacidad económica.

(Pérez, 2016, p. 64)


Principio de capacidad económica
El principio de capacidad económica funciona
en una determinación negativa, como límite
para el legislador en la configuración de los
tributos.

El legislador no puede establecer tributos si no


es tomando como presupuestos
circunstancias que sean reveladoras de
El principio de capacidad económica. Un tributo que se
capacidad económica aplicara sobre una circunstancia que no fuera
reveladora de capacidad económica sería
anticonstitucional.

Como tales índices pueden citarse la


obtención de renta o ingresos monetarios, la
posesión de patrimonio, el consumo, la
(Pérez, 2016, p. 64) adquisición de bienes, etc. Dichos índices
pueden ser directos o indirectos, pueden
medir la capacidad económica con diferente
grado de perfección
Principio de progresividad

“Este principio de progresividad, al cual se le atribuye un


origen italiano ha sido definido como aquella característica
de un sistema tributario según la cual a medida que aumenta
la riqueza de los sujetos pasivos aumenta la contribución en
proporción superior al incremento de la riqueza.” (Insignares,
2003, p. 60)
“Al referirse al principio de progresividad, la Corte
Constitucional española ha manifestado lo siguiente:
Precisamente (la desigualdad cualitativa que es
indispensable para entender cumplido el principio de
igualdad) es la que se realiza mediante la progresividad
global del sistema tributario en que se alienta la aspiración a
la redistribución de la renta.” (Insignares, 2003, p. 61)
Principio de progresividad

“La progresividad cumple un papel protagónico en el


cometido de redistribución de la renta y que su debida
aplicación en el sistema (especialmente al regular aspectos
sustantivos del impuesto sobre la renta y del patrimonio),
garantiza el corolario de justicia financiera del cual parten los
principios que estudiamos.” (Insignares, 2003, p. 61)
“El principio de progresividad es proyección de la capacidad
económica y una manifestación de la equidad vertical que
debe ser tenido en cuenta por el legislador al establecer los
tributos.” (Insignares, 2003, p. 64)
Principio de progresividad

Se entiende por progresividad aquella característica de un


sistema tributario según la cual a medida que aumenta la
riqueza de cada sujeto, aumenta la contribución en
proporción superior al incremento de riqueza. Los que tienen
más contribuyen en proporción superior a los que tienen
menos.
La progresividad es un carácter que afecta, no a cada figura
tributaria singular, sino al conjunto del sistema. Lo cual exige
lógicamente que en éste tengan un peso suficientemente
importante los impuestos con carácter progresivo.

(Pérez, 2016, p. 72 y 73)


Principio de progresividad

“Es así, como al lado del principio de progresividad que


acompaña el diseño del sistema tributario aparece la
obligación de realizar un gasto equitativo que permita que el
corolario de justicia y especialmente el objetivo de
redistribución de la renta pueda cumplirse en el modelo de
Estado adoptado.” (Insignares, 2003, p. 29)
Principio de eficiencia

“Mientras en España la eficiencia se erige como criterio


inspirador de la asignación del gasto público, por mandato
expreso de la Carta Política, en Colombia el mismo principio
se establece, pero en relación con el sistema tributario,
aunque de una interpretación integral de ambas
constituciones se deriva que el mismo se proyecta tanto en
los ingresos como en los gastos.” (Insignares, 2003, p. 64)
Principio de no confiscatoriedad

El artículo 31.1 CE, luego de enumerar los principios de


justicia en la distribución de la carga tributaria a que hemos
hecho referencia, concluye afirmando que el sistema
tributario no tendrá en ningún caso alcance confiscatorio. Se
trata de una norma singular, que no existe en otros
ordenamientos y que es fruto del espíritu de compromiso con
el que fue elaborada la Constitución de 1978. Tras unos
principios de marcada orientación redistributiva se introduce
esta «coletilla», como una especie de concesión o garantía
frente a posibles abusos en la progresividad del sistema

(Pérez, 2016, p. 74)


Principio de no confiscatoriedad

El indicado límite de la no confiscatoriedad confunde dos


planos que deben tenerse bien diferenciados: el de la
regulación de la contribución a los gastos públicos y el de la
regulación del derecho de propiedad, al que la CE se refiere
solamente un poco después (art. 33). De manera que en
aquellos supuestos en que una Ley configurase de tal
manera un tributo que llegase a producir tal efecto
confiscatorio o de anulación del derecho de propiedad, el
precepto sería tachado de anticonstitucional sin necesidad
de recurrir al principio que estudiamos, por el simple juego
de la regla de la capacidad económica.

(Pérez, 2016, p. 74)


Principio de no confiscatoriedad

“La no confiscatoriedad de los tributos no es una expresa


garantía constitucional, como lo son las de legalidad,
proporcionalidad, equidad, igualdad y uniformidad. No
obstante, la no confiscatoriedad de los tribunales es una
garantía implícita de orden constitucional que surge de la
aplicación del derecho de propiedad consagrado en el
artículo 33 de la Carta Constitucional. Si la Constitución
garantiza la inviolabilidad del derecho de propiedad, no
puede la ley reglamentaria-tributaria o no- cercenar so
pretexto de su relativización dicha garantía y dándose un
gravamen confiscatorio, la propiedad quede cercenada.”
(Insignares, 2003, p. 54)
Principio de no confiscatoriedad

La jurisdicción española al pronunciarse sobre el tema,


señala que “La interpretación que haya de darse al principio
de no confiscatoriedad en materia fiscal, es una cuestión que
dista de hallarse doctrinalmente clarificada, al contrario de lo
que ocurre, por ejemplo, en el ámbito penal o en el de la
institución expropiatoria latu sensu. De hecho, en materia
fiscal, la no confiscación no supone la privación imperativa,
al menos parcial, de propiedades, derechos patrimoniales o
rentas sin compensación, ya que este tipo de privación o
exacción es, en términos generales, de esencia al ejercicio
de la potestad tributaria y al correlativo deber de contribuir al
sostenimiento de los gastos públicos.” (Insignares, 2003, p.
55)
El principio de legalidad

“El principio de legalidad es el resultado de la combinación de


dos principios: Nullum Tributum sine lege que consiste en la
exigencia de una ley formal en materia tributaria, y No taxation
without representation, afirmación en la cual confluye el
pensamiento liberal que considera el impuesto como una
restricción del derecho de propiedad y el pensamiento jurídico
político contractualista que exige el consentimiento del pueblo a
través de sus representantes para la validez de los impuestos.”
(Insignares, 2003, p. 45)
El principio de legalidad
“El principio de legalidad, con particular relación a la acción
administrativa, exige que la actuación administrativa encuentre
su fundamento positivo, así como el propio límite negativo, en
una norma previa [...] En otros términos, el principio de
legalidad es el que establece las relaciones entre la norma
general o el ordenamiento y el acto singular o acto
administrativo entre norma y Administración. Se formula en
dos versiones diferentes que se denominan, respectivamente,
principio de vinculación negativa de la Administración (la
Administración puede emanar libremente actos administrativos
en cualquier materia que no esté prohibida por la norma
general, aunque no tenga autorización expresa para hacerlo) y
principio de vinculación positiva (la Administración sólo puede
actuar en las materias para las que cuenta con autorización
específica de la ley, es decir, todo acto administrativo debe
tener respaldo en una norma general que autorice su
emanación”. (Citado por Insignares, 2003, p. 71)
Principio de reserva de ley

“El principio de reserva de ley en España cumple cabalmente


el propósito de que sólo sean cobrados aquellos tributos que
sean definidos en el seno del Parlamento, institución que
como representante del pueblo al momento de la creación de
las distintas figuras tributarias y otras de carácter
prestacional público (cotizaciones a seguridad social, etc.),
garantiza de esta forma el corolario de seguridad jurídica
inherente al Estado de Derecho como ya lo hemos referido.”
(Insignares, 2003, p. 48)
El principio de reserva de ley en
materia tributaria
“Se ha entendido que la reserva de ley va un poco más allá,
es decir, su trascendencia radica en el hecho de que la Ley
debe regular por sí misma una determinada materia en este
caso la tributaria lo cual pretende limitar la discrecionalidad
administrativa y de manera especial el reglamento en la
configuración de las cargas fiscales.” (Insignares, 2003, p.
71)
“El principio de reserva de ley no sólo opera sobre la
Administración, sino que también vincula al legislador
ordinario por el hecho de que su consagración está dada por
la Carta Política.” (Insignares, 2003, p. 71)
El principio de reserva de ley en
materia tributaria
“La reserva de ley se nos presenta como un mandato
constitucional que establece que los tributos deben establecerse
por medio de leyes, tanto desde el punto de vista formal, esto es,
emanadas del Congreso de la República conforme a sus
procedimientos, como desde el punto de vista material, en virtud
del cual su contenido expresa al igual que las restantes leyes un
mandato general, obligatorio, abstracto e impersonal que en
nuestro caso describe los elementos del tributo, en especial su
hecho imponible, lo cual da lugar al nacimiento de la obligación
tributaria.” (Insignares, 2003, p. 71)
El principio de reserva de ley en
materia tributaria

- Aspecto material: materia imponible


hecho generador

Elementos - Aspecto personal: Sujeto activo


esenciales Sujeto pasivo
Reserva
absoluta - Aspecto temporal: hecho generador

- Aspecto espacial: jurisdicción

Elementos - Aspecto mensurable: Base imponible


cuantitativos alícuota/tasa/%

Reserva
relativa
Reserva absoluta

“La reserva absoluta o también denominada ortodoxa por


algunos sectores de la doctrina, vela por el carácter garantista de
la reserva de ley de una manera por así decirlo extrema, al
establecer que sólo la fuente primaria, esto es la ley o normas de
su mismo rango, es la encargada de establecer todos los
elementos sustanciales y procedimentales atinentes al tributo, a
fin de eliminar en lo posible la participación del reglamento en la
configuración del régimen jurídico de las cargas fiscales.”
(Insignares, 2003, p. 73)
Reserva de ley relativa

“Denominado también como sistema flexible o atenuado,


consiste en permitir que el régimen jurídico de la materia
tributaria, sea determinado por la ley formal (o actos equiparados
a ésta), la cual fija directrices y los llamados elementos
esenciales del tributo y por los decretos reglamentarios que
basados en los parámetros establecidos en la ley tienen la
posibilidad de ejercer una especie de colaboración legislativa.”
(Insignares, 2003, p. 73)
Principio de legalidad en las tasas

En el ámbito de la Hacienda estatal, la Ley de Tasas y


Precios Públicos (LTPP) dispone que la creación y
determinación de los elementos esenciales deberá realizarse
con arreglo a la Ley. Sin embargo, la fijación de la cuantía se
remite al Gobierno (Real Decreto), que debe respetar, en
todo caso, el límite de que el importe de la tasa no podrá
exceder en su conjunto del coste real o previsible del servicio
o actividad de que se trate y, en su defecto, del valor de la
prestación recibida (art. 19 LTPP).

(Pérez, 2016, p. 89)


Principio de capacidad económica en
las tasas
El principio de capacidad económica constituye uno de los
principios informadores del sistema tributario en su conjunto,
conforme establece el artículo 31.1 de la Constitución, y, por
tanto, tiene que hacerse presente, con mayor o menor
intensidad, en todos los tributos, y la tasa lo es. Sin
embargo, el concepto de tasa ha ido tradicionalmente ligado
a la idea de contraprestación es esta necesaria existencia de
una actividad administrativa en el presupuesto de hecho de
la tasa la que coloca en ella, en una posición claramente
secundaria, el principio de capacidad económica.

(Pérez, 2016, p. 90)


Bibliografía

•Insignares, R. (2003). Estudios de


Derecho Constitucional Tributario.
Colombia: Cordillera E
•Alvarado, M. El hecho imponible y su
cobertura por el principio constitucional
de legalidad tributaria: Revista de Derecho
Financiero y Tributario.
•Pérez, F. (2016). Derecho Financiero y
Tributario Parte General. (26 ed). España:
Editorial Aranzadi.

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