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El Principio Constitucional De No Confiscatoriedad De Los Tributos

En El Perú

Nombre del estudiante: Delgado Gálvez César Didier

Resumen:

En el presente artículo se analizará de manera critica, El Principio de


no confiscatoriedad, el cual es un principio rector de la Constitución
Financiera, señalado en el artículo 74 de la Constitución. El principio
de no confiscatoriedad tiene como finalidad garantizar que la ley
tributaria no afecte desproporcional e irrazonablemente el patrimonio
de las personas. De esta manera, se protegen otros principios y
derechos de la Constitución Económica como el derecho a la propiedad
privada, la libertad de empresa y la economía social de mercado.
Por otro lado, cabe señalar que el principio de no confiscatoriedad
debe ser analizado en cada caso, teniendo en cuenta la clase de tributo
y las circunstancias concretas de las personas que estén obligadas a
sufragarlo.

Introducción:

El objetivo del presente trabajo es analizar la jurisprudencia del


Tribunal Constitucional Peruano referida al Principio de no
confiscatoriedad. El Principio de no confiscatoriedad de los tributos
constituye uno de los principios rectores de la tributación consagrados
de manera expresa por el artículo 74 de la Constitución, precepto que
también recoge a la reserva de ley, igualdad y respeto de los derechos
fundamentales de la persona, sin perjuicio de otros principios también
rectores de la potestad tributaria comno lo son la capacidad
contributiva y la seguridad jurídica que el Tribunal Constitucional ha
considerado implícitos Constitución

A lo largo de este trabajo se va a poner en evidencia la importancia


que el Principio de no confiscatoriedad ha adquirido en la
jurisprudencia constitucional nacional, como uno de los más
importantes parámetros (junto con los principios de legalidad
tributaria y de capacidad contributiva) utilizado por los jueces
constitucionales para determinar la constitucionalidad de la norma
reguladora de un tributo.

Resultados:
El principio de No Confiscatoriedad, es un limite de la potestad
tributaria, que como tal, otorga contenido al principio de legalidad. El
mismo esta ìntimamente ligado al principio de la capacidad
contributiva o limite a la carga fiscal de los contribuyentes, que obliga
al Estado a garantizar el derecho a la propiedad privada, evitando que
sus impuestos disminuyan la disposiciòn patrimonial individual.
 
En nuestra Constituciòn Polìtica el artìculo 74º manifiesta
expresamente que "Ningun impuesto puede tener efectos
confiscatorios", a la vez expone "No surten efecto las normas que violen
estos principios".
 
Segùn Valdès Costa, en su obra "Curso de Derecho Tributario", plantea
que la No Confiscaciòn es una prohibiciòn destinada a evitar una
imposiciòn excesiva, superior a las posibilidades del sujeto pasivo de
contribuir a las cargas pùblicas, sin afectar su derecho a la subsistencia
digna (1996, pàg. 130)
 
El Tribunal Constitucional Peruano mediante sentencia Nº
2727-2002/AA expone lo siguiente:
(...) Ciertamente, el principio precitado (no confiscatoriedad) es
paràmetro de observacia que la Constituciòn impone a los òrganos que
ejercen la potestad tributaria al momento de fijar la base imponible y
tasa del impuesto. Este supone la necesidad de que, al momento de
establecerse o crearse un impuesto, con su correspondiente tasa, el
òrgano con capacidad de ejercer dicha potestad respete las exigencias
mìnimas derivadas de los principios de razonabilidad y
proporcionalidad.
 
CADA PRESTACION QUE SE EXIJA AL CONTRIBUYENTE SE TIENE QUE
BASAR EN UNA MANIFESTACION DE CAPACIDAD ECONÒMICA
CONCRETA
 
En efecto, cada prestación de naturaleza tributaria que se exija a las
empresas o a las personas naturales deben fundamentarse en el
principio de capacidad económica, esto es, en la capacidad económica
concreta del sujeto. Siempre se hace referencia a la aptitud, a la
posibilidad real, a la suficiencia de un sujeto de derecho para hacer
frente a la exigencia de una obligación dineraria concreta por parte de
la Administración Pública.

El artículo 74° de la Constitución Política del Perú, establece que: “…ningún tributo
puede tener carácter confiscatorio (…)”. Este artículo justamente nos dice que todo
tributo es dado bajo ciertos límites que previenen de una afectación directa a la
propiedad. En ese sentido, el principio de no confiscatoriedad informa y limita el
ejercicio de la potestad tributaria, garantizando de esta forma que la ley tributaria no
afecte sin sujetarse a criterios de razonabilidad y proporcionalidad el patrimonio de los
contribuyentes. El Tribunal Constitucional en el Expediente 2727-2002-AA/TC, se ha
referido a este principio afirmando que es un concepto jurídico genérico o
indeterminado, por lo cual, su contenido no puede ser precisado en términos generales
y abstractos, tiene que ser analizado en cada caso particular teniendo como
presupuestos la clase de tributo y las circunstancias del obligado a responder por el
tributo. Este carácter indeterminado hace fundamental la labor de los órganos de
control constitucional, en este caso especifico del Tribunal Constitucional, quien tiene
que establecer los alcances y contenido de este principio en los procesos
constitucionales, para de existir extralimitación en cuanto lo gravado por un tributo
pueda descalificarse constitucionalmente la norma que lo creó. En otros países, por
ejemplo en España la doctrina concibe al principio de no confiscatoriedad como límite
del principio de progresividad, ya que éste último consiste en aumentar la base
imponible para hacer así crecer el impuesto, es decir, para que se pueda recaudar
más se aumenta la base imponible; por ello, un límite a este principio es el de no
confiscatoriedad. En Italia, el principio de no confiscatoriedad es una garantía
constitucional que protege instituciones de su constitución económica: derecho a la
propiedad privada, a la libertad de empresa y a la economía de mercado. Nuestro
Tribunal Constitucional ha establecido jurisprudencialmente que este principio es uno
de los que forman la estructura de la constitución tributaria, tiene carácter vinculante
obligatorio y es parámetro para el control constitucional de los tributos sea de carácter
general o con efectos singulares en cada caso concreto. Este principio está
estrechamente relacionado con el principio de capacidad contributiva y de respeto de
los derechos fundamentales, en concreto del derecho fundamental a la propiedad
privada

Funciones del Principio de no Confiscatoriedad Este principio es ambivalente, ya que,


valorativamente desempeña dos funciones; en primer lugar, el de límite del poder
tributario del Estado, los tributos son creados de una manera razonable y sin exceder
los límites, para no vulnerar los derechos fundamentales. En segundo lugar, es un
mecanismo de defensa de las instituciones que conforman la constitución económica.
En el expediente 2727-2002AA/2002-AA/TC el Tribunal Constitucional expuso que
este principio tiene dos funciones: la primera, ser un mecanismo de defensa de ciertos
derechos constitucionales, empezando por el derecho de propiedad evitando que la
esfera legitima patrimonial de las personas sea afectada irrazonable y
desproporcionadamente. Además de este derecho, protege también el derecho a la
igualdad en materia tributaria, o, lo que es lo mismo con la capacidad contributiva,
según en el reparto de los tributos de debe tratar igual a los iguales y desigual a los
desiguales, por lo cual las cargas tributarias tienen que gravar donde haya
manifestación de riqueza, lo que implica que se debe considerar la capacidad
económica de los contribuyentes. La segunda es la función institucional que se refiere
a que mediante este principio se salvaguardan las instituciones que pertenecen a la
Constitución económica (pluralismo económico, propiedad, empresa, ahorro, y otras)
para que cuando El Estado haga uso de su potestad tributaria no las desnaturalice
vaciándolas o suprimiéndoles su contenido. En consecuencia, en relación al derecho
fundamental de propiedad, éste principio se constituye como un refuerzo a esa
garantía ya que limita al ius imperium, evitando que se extralimite afectando
irrazonablemente el patrimonio del obligado frente a un tributo. Se prohíbe que
mediante el uso de los instrumentos tributarios se prive la propiedad privada. Este
derecho se encuentra regulado en el inciso 16 del artículo 2 de la Constitución Política
del Perú: “A la propiedad y a la herencia”. Jorge Danós Ordóñez ilustra mejor lo dicho
anteriormente: “[este principio] protege la propiedad tanto en sentido objetivo o
institucional, atendiendo a la configuración técnica de los tributos, garantizando el
sistema económico y social plasmado en la Constitución, como también en sentido
subjetivo, impidiendo que a pesar de que una ley tributaria tenga una configuración
técnica correcta, sin embargo, pueda afectar gravemente la esfera patrimonial de los
particulares en casos concretos” (Danós,1994: p.139). Relevante es afirmar que el
principio de no confiscatoriedad tiene estrecha relación con el derecho constitucional
de propiedad, reconocida a su vez por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
éste afirma que debe haber compatibilidad entre el derecho de propiedad y los límites
de la potestad tributaria, así de conformidad con el orden constitucional no se debe
impedir que este derecho cumpla su función social. Según Naviera de Casanova en la
doctrina tributaria existen diversas posturas respecto del vínculo entre este principio y
el derecho constitucional de propiedad: para algunos este derecho es el eje exclusivo
para la explicación del principio de no confiscatoriedad, otros admiten que si están
relacionados pero que dicho nexo no es exclusivo porque el principio de no
confiscatoriedad está relacionado en mayor o menor medida con otros derechos
constitucionales o principios tributarios.
Al principio se dijo que este principio de no confiscatoriedad está relacionado también
con el principio de capacidad contributiva, que es un principio implícito que deriva del
principio de igualdad tributaria. La capacidad contributiva, según el Tribunal
Constitucional en la sentencia del expediente 033-2004-AI/TC, tiene una relación
inquebrantable con el hecho sometido a imposición; es decir, “siempre que se
establezca un tributo, éste deberá guardar íntima relación con la capacidad económica
de los sujetos obligados, ya que sólo así se respetará la aptitud del contribuyente para
tributar o, lo que es lo mismo, sólo así el tributo no excederá los límites de la
capacidad contributiva del sujeto pasivo, configurándose el presupuesto legitimador en
materia tributaria y respetando el criterio de justicia tributaria en el cual se debe
inspirar el legislador, procurando siempre el equilibrio entre el bienestar general y el
marco constitucional tributario al momento de regular cada figura tributaria”. En este
sentido, el Tribunal Constitucional reconoce que todo tributo debe sustentarse en una
manifestación de que existe capacidad contributiva; en consecuencia, confirma la
relación entre capacidad económica y tributo constituye el marco que legitima la
existencia de capacidad contributiva”. El Tribunal mediante la jurisprudencia
constitucional reconoce que el principio de no confiscatoriedad se extiende y se
relaciona, también, al principio de capacidad contributiva; de modo que, la imposición
que realice un tributo se debe hacer sobre una manifestación de la capacidad
contributiva. La faceta institucional o función institucional del principio de interdicción a
la confiscatoriedad tributaria ha sido desarrollada reincidentemente en su
jurisprudencia, según Danós, con el objeto de destacar que éste principio no solo
cumple una función de defensa en el ámbito tributario de los derechos mencionados
supra, sino también garantiza la vigencia de las instituciones de nuestra constitución
económica. Tal como se expresa en esta sentencia del expediente 0004-2004-AI/TC:
“Este principio tiene también una faceta institucional, toda vez que asegura que ciertas
instituciones que conforman nuestra Constitución económica no resulten suprimidas o
vaciadas de contenido cuando el Estado ejercite su potestad tributaria”.

¿Qué criterios utiliza el Tribunal Constitucional para determinar que un tributo produce
efectos confiscatorios? El Tribunal Constitucional relaciona este principio con el
principio de razonabilidad, de proporcionalidad, igualdad en materia tributaria y
legalidad para efectos de determinar cuando un tributo es confiscatorio. En muchos
casos, el T.C. ha utilizado los criterios de la razonabilidad y de la proporcionalidad para
reputar a un tributo efectos confiscatorios; así, en los expedientes 001-2004-AI/TC y
002-2004-AI/TC (que fueron acumulados) señalo que toda Ley tributaria debe tener
una razonabilidad intrínseca, ya que éste principio establece que “(…) el órgano con
capacidad para ejercer dicha potestad respete exigencias mínimas derivadas de los
principios de razonabilidad y proporcionalidad”. Por ello, la Ley que crea el tributo no
debe afectar la esfera patrimonial de las personas de manera irrazonable y
desproporcionada. En Argentina, un tributo es confiscatorio cuando el monto de su
tasa es irrazonable, según la jurisprudencia de la Corte Suprema establece que es
confiscatorio el tributo que excede los límites que razonablemente admitidos en un
régimen democrático de gobierno. El Tribunal Constitucional ha establecido que en
virtud del principio de igualdad tributaria se exige al legislador que al momento de
dictar leyes tributarias lo haga atendiendo al bienestar general y no desconociendo de
manera arbitraria la justicia y el desarrollo equilibrado, como elementos primordiales
del Estado social de derecho ocasionando desequilibrio económico entre los sujetos
que se verán afectados por ese tributo. El Tribunal Constitucional, afirma “que el
principio de igualdad tributaria tiene estrecha relación con el principio de capacidad
contributiva, a efectos que la carga tributaria sea directamente proporcional a la
capacidad económica de los concretos particulares que se vean afectados por el
tributo. De ahí la necesidad, por ejemplo, de que la alícuota sobre la base imponible
sea establecida en un valor numérico porcentual” (Expedientes 001-2004-AI/TC y 002-
2004-AI/TC que fueron acumulados). Realizamos un estudio comparado, en España
para determinar la confiscatoriedad de sus impuestos, una clase de tributo, tienen
como referente la capacidad contributiva relacionada directamente con el patrimonio;
así José Pérez Ayala afirma “(…) el impuesto será confiscatorio: cuando el pago de
impuesto necesita de una liquidación total o parcial del patrimonio, tanto del integrado
por bienes de producción como por bienes de consumo; pero sin llegar a exigir una
liquidación parcial o total del patrimonio, el pago del impuesto puede, también, resultar
confiscatorio cuando, con carácter general conduce a situaciones en las que la renta
que queda disponible, después de pagar, es tan reducida que incluso vulnera el
“mínimo necesario o vital “que cada sujeto necesita para hacer frente a sus
necesidades más esenciales”(Pérez: 2007, p. 56). Gallego Peragón sostiene que “la
confiscación tributaria supone una violación, por exceso, del principio de capacidad
económica. La confiscación se produce cuando se grava la capacidad económica más
allá de la capacidad contributiva. El principio de no confiscatoriedad es el limite
superior de esa capacidad que impide que le poder tributario se extralimite, es decir
sobrepase la capacidad contributiva a la hora de establecer y exigir el pago de tributo”
(Gallego, 2003: p. 191). El Tribunal ha establecido que la violación al principio de
legalidad al momento de que el Estado ejercite su Ius Imperium hace al tributo
confiscatorio desde un punto de vista cualitativo (más adelante explicaremos a que se
refiere confiscatorio cualitativamente y confiscatorio cuantitativamente). El Tribunal
Constitucional ha adoptado una postura reflejada en el expediente 0041-2004- AI/TC
por la cual toda ley tributaria que vulnere algún principio tributario es violatoria del
principio de no confiscatoriedad desde el punto de vista cualitativo, a pesar de poder
ser soportada la carga por el obligado a pagar la deuda tributaria. Otro de los criterios
del Tribunal Constitucional es el siguiente, el principio de no confiscatoriedad adquiere
eficacia siendo criterio material en la determinación la constitucionalidad de los tributos
con carácter general o en casos concretos, para esos efectos es importante delimitar,
al decir de Danós: “ la confiscatoriedad de los tributos con carácter abstracto, objetivo
o general, atención a su configuración técnica; con respecto de la confiscatoriedad
determinada con carácter subjetivo, singular o individual, en función de casos
concretos atendiendo a la especial incidencia que el pago de un tributo puede
representar para el contribuyente tomando en cuenta sus circusntancias
particulares”(Danós, 2006: p.147) (el subrayado es nuestro). Es de suma importancia
la diferencia entre ambos; puesto que, los criterios de evaluación de la no
confiscatoriedad tributaria se diferencian según se trate de cada uno de ellos: a. La no
confiscatoriedad subjetiva, singular o individual se trata de evaluar en el caso concreto
si un tributo es confiscatorio por gravar excesivamente el patrimonio del contribuyente.
La no confiscatoriedad objetiva, importa realizar una evaluación en la configuración
técnica de la norma tributaria. b. La evaluación de la confiscatoriedad de un tributo
objetiva o abstracto se realiza sobre determinados elementos del tributo: la materia
imponible y la alícuota; ya que, según el Tribunal Constitucional estos elementos
“podrían ser muestras evidentes de un exceso de poder tributario” (Expediente 004-
2004-AI/TC). A diferencia de la evaluación subjetiva o singular que considera las
condiciones específicas o particulares de los obligados a responder la carga tributaria.
c. La evaluación objetiva de la confiscatoriedad de un tributo tiene como vía procesal
al proceso de inconstitucionalidad en el cual se evaluará a leyes o normas con rango
de ley, el cual se plantea ante el Tribunal Constitucional; quien al determinar que una
ley regula un tributo configurado técnicamente confiscatorio, la sentencia dispone la
derogación de la norma creadora del tributo impugnada. La evaluación subjetiva de la
confiscatoriedad de un tributo tiene que tramitarse a través del proceso contencioso
administrativo o un proceso constitucional de amparo, la determinación de que un
tributo es confiscatorio en atención a las circunstancias concretas del afectado, esa
sentencia dictada por los jueces solo implicará ese tributo al caso concreto. El Tribunal
Constitucional conocerá del proceso de amparo solo cuando exista denegatoria y en
última y definitiva instancia. d. Si como consecuencia de que el Tribunal Constitucional
ha hecho uso de la evaluación de confiscatoriedad abstracta o general determina que
el tributo ha sido configurado técnicamente conforme a lo estipulado por la
Constitución; ningún órgano jurisdiccional podría dejar de aplicar dicha norma. Pero, el
mismo Tribunal en el expediente 004-2004-AI/TC ha establecido que si en un proceso
constitucional de amparo o en el proceso contencioso administrativo, los jueces
ordinarios, al evaluar el tributo en el caso concreto, determinan que éste es
inconstitucional, los jueces están en la plena facultad de inaplicar el tributo. e. La
evaluación de confiscatoriedad abstracta o de carácter general de la configuración
técnica de un tributo confiscatorio se concreta contrastando la ley tributaria impugnada
con los valores materiales que en materia tributaria se encuentran regulados en la
Constitución, este procedimiento no requiere de pruebas. A diferencia, de la
evaluación singular o subjetiva de la confiscatoriedad de un tributo en la que, según lo
establecido reiteradamente en jurisprudencia del Tribunal Constitucional, se requiere
prueba clara y fehaciente que acredite que el tributo impugnado es, en el caso
concreto, confiscatorio en atención a su capacidad contributiva. Debido al carácter
sumario carente de etapa probatoria, el proceso de amparo no constituye una vía
idónea para pedir la inaplicación de un tributo por considerarlo confiscatorio, ello
muchas veces va a requerir pronunciamiento de peritos especializados que acrediten
la afectación excesiva al patrimonio de la persona obligada a soportar la carga
tributaria, lo cual es imposible realizarlo en el proceso de amparo; siendo la vía mas
adecuada el proceso especial contencioso administrativo, en éste no existen
limitaciones para la actuación de pruebas que acrediten de los demandantes en su
patrimonio. El Tribunal Constitucional ha establecido que la confiscatoriedad puede
evaluarse desde el punto de vista cualitativo y también tomando en consideración
elementos cuantitativos. En tal sentido, la confiscatoriedad cualitativa se configura
cuando se vulneran principios constitucionales en materia tributaria, en este tipo no
importa cuánto es la base imponible o la alícuota aunque sea soportable por el
contribuyente; la confiscatoriedad de tributos de carácter cuantitativo se evidencia
cuando la carga impositiva de este tributo es excesivo para el contribuyente en
atención al tipo de tributo. Otro criterio de determinación de confiscatoriedad es la
concurrencia de tributos que por sí solos no son desproporcionados, pero que al
reunirse pueden convertirse en irrazonables y desproporcionales afectando de manera
excesiva al contribuyente. Esto se presenta con mayor frecuencia en aquellos países
políticamente descentralizados, en los que los niveles de gobierno no tienen una
adecuada coordinación en el ejercicio de su poder tributario provocando una carga
insoportable por los contribuyentes. García Edchegoyen afirmó “si un solo tributo
puede ser calificado como confiscatorio debería considerarse la capacidad contributiva
sectorial [capacidad contributiva del sujeto puesta de manifiesto con la realización del
presupuesto de hecho del tributo], en cambio a los efectos de establecer la posible
confiscatoriedad del conjunto de tributos que gravan a una persona deberá tomarse en
cuenta la capacidad contributiva total de dicho contribuyente”. En este sentido,
Villegas, afirma que la capacidad contributiva es una sola, todos los tributos son
soportados por un mismo contribuyente y sobre un único patrimonio, riqueza o
economía individual afectada. En Argentina, según Spisso, es posible la reducción del
aspecto cuantitativo del conjunto de tributos al límite que sea compatible con la
Constitución para que esos tributos no sean violatorios al principio de propiedad del
contribuyente (según el desarrollo jurisprudencial de su Corte Suprema, ese límite es
de 33% sobre la riqueza gravada por cada tributo). En España, el Tribunal
Constitucional considera confiscatorio al sistema fiscal si la aplicación de figuras
tributarias priva al sujeto pasivo de sus rentas y propiedades. En Alemania, el Tribunal
Constitucional Federal ha establecido que la carga tributaria que debe soportar un
contribuyente como consecuencia del conjunto de tributos a los que está obligado no
debe superar el 50% de sus ingresos. Nuestro Tribunal Constitucional, en la sentencia
del expediente 2302-2003- AA/TC un tributo es confiscatorio cuando excede el límite
de la capacidad contributiva cuando un solo tributo es excesivo o cuando un conjunto
de tributos ocasiona la misma presión sobre el contribuyente. Pero ello requerirá de un
peritaje especial para su comprobación. Deberá evaluarse dependiendo de la situación
económica de cada contribuyente. ¿El Tribunal Constitucional ha establecido
parámetros para declarar la confiscatoriedad de un tributo? El Tribunal Constitucional
no ha emitido ningún precedente vinculante que establezca parámetros específicos
para determinar cuándo un tributo produce efectos confiscatorios; no existe un límite
para diferenciar a la carga tributaria admisible de la que no lo es. De lo desarrollado en
los criterios que utiliza el Tribunal Constitucional para determinar la confiscatoriedad
de un tributo, podemos ver que todos ellos son parte del acervo jurisprudencial del
Tribunal. La interpretación y apreciación de los valores o principios constitucionales
que realice el máximo interprete de la Constitución debe ser de observancia por los
jueces al juzgar sobre la misma materia; pero ello no es del todo obligatorio porque
ellos pueden apartarse de ese criterio mediante una resolución debidamente
fundamentada y motivada. Aun así se hayan constituido precedente vinculante, el
artículo VII del Código Procesal Constitucional permite que el mismo Tribunal se
aparte del precedente para lo cual solo debe expresar los fundamentos de hecho y de
derecho que sustentan la sentencia y las razones por las cuales se aparta del
precedente. En consecuencia, no existen reglas absolutas para determinar cuándo un
tributo es confiscatorio. Esa determinación obedece a muchos factores, principalmente
los vinculados a la tradición política y realidad económica de cada país en un momento
dado, tiene que ver también-aunque en menor medida- con la coyuntura social del
país. Naveira De Casanova, aduce que hay dos formas de cómo la jurisprudencia
establece parámetros o límites a la confiscatoriedad; es decir, parámetros que si un
tributo no respeta será confiscatorio. La primera forma es la cuantitativa, ésta consiste
en fijar un porcentaje o cantidad de forma expresa a partir del cual el tributo se
considera confiscatorio; la segunda forma es la cualitativa, aquí el parámetro es un
concepto general absoluto. Estos parámetros deben fijarse al analizar los casos
concretos, para así poder identificar directrices generales que emanen de la
jurisprudencia; por ejemplo, Argentina, que su Corte Suprema de Justicia estableció
jurisprudencialmente como límite 33% de las utilidades, éste no es aplicable en la
imposición indirecta, a los tributos aduaneros. Este porcentaje tiene carácter relativo,
es jurisprudencial. Nuestro Tribunal Constitucional no ha establecido parámetros o
limites fijos o absolutos, ya que debido a nuestra realidad coyuntural social, política y
económica aplica criterios o formulas generales a los casos concretos para la
determinación de confiscatoriedad de determinado tributo. Consideramos que, si bien
el máximo intérprete utiliza fórmulas generales o conceptos genéricos y abstractos
para hacer efectivo el principio de no confiscatoriedad, éstos criterios deben
establecerse como precedente vinculante

Conclusiones:

El principio de no confiscatoriedad es un principio expreso en la Constitución vigente,


limita el ejercicio de la potestad tributaria para que el Estado
al emitir alguna ley tributario no vulnere el derecho
fundamental de la propiedad, la igualdad en materia tributaria
y, en consecuencia, la capacidad contributiva; también para
mantener la vigencia de los alcances y contenido de las
instituciones de nuestra Constitución Económica. 2. Los
criterios que utiliza el Tribunal Constitucional para determinar
si un tributo tiene efectos confiscatorios son la razonabilidad,
la proporcionalidad, la igualdad en materia tributaria, la
legalidad del tributo en cuanto su configuración técnica, que
el tributo no grave arbitrariamente el patrimonio del
ciudadano, inobservando los fines de un régimen social y
democrático de Derecho. 3. El Tribunal evalúa la
confiscatoriedad del tributo de forma abstracta, objetiva o
general atendiendo a la configuración técnica del mismo,
contrastando para estos efectos a la norma tributaria que lo
contiene y contrastarlo con los principios y valores de la
Constitución Tributaria. En este caso el Tribunal declara la
inconstitucionalidad de la norma legal si aprecia que el tributo
no es constitucional al no haber respetado principios
constitucionales en materia tributaria dentro del proceso de
inconstitucionalidad. También, este Tribunal realiza una
evaluación singular, individual o subjetiva para determinar la
confiscatoriedad en función de casos concretos, toma en
cuenta las circunstancias particulares de los particulares. El
tribunal conoce en ultima y definitiva instancia la denegatoria
de amparo, en el cual utilizando el control difuso inaplica ese
tributo al caso concreto. 4. El Tribunal Constitucional no ha
establecido parámetros absolutos cualitativos ni cuantitativos
para determinar de manera directa y precisa cuándo un
tributo es confiscatorio, ello tiene su fundamento en que
debido a la situación política, económica y social, y a la
variedad de tributos que existen en nuestro sistema tributario.
Por este motivo, no se puede colocar a todos en un mismo
supuesto de confiscatoriedad ya que cada tipo tributario tiene
sus peculiaridades; además, que no todos los contribuyentes
tienen los mismos recursos económicos: para algunos el
tributo A es confiscatorio y para otros no lo es, como sucedió-
por ejemplo-con el impuesto a las transferencias financieras

Bibliografía:

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